Investigaciones
El club de lectura como estrategia creativa para fomentar la lectura creativa en los estudiantes educación integral
The reading club as a strategy to encourage creative reading in student’s integral education
Le club de livre comme une stratégie pour promouvoir la lecture créative des étudiants de formation complète
El club de lectura como estrategia creativa para fomentar la lectura creativa en los estudiantes educación integral
Revista de Investigación, vol. 42, núm. 94, 2018
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Recepción: 15 Mayo 2017
Aprobación: 15 Mayo 2018
Resumen: Plantea una alternativa para promover en los estudiantes la buena lectura, en la comprensión de que su ejercicio habitual aporta conocimiento del mundo, desarrolla su creatividad y criticidad. El objetivo es proponer un club de lectura para su formación personal y profesional, en donde se propicie la adquisición del gusto e interés a través de la socialización de la lectura. Se consideran aportes del enfoque comunicativo funcional, club de lectura, promoción de lectura y teoría de la creatividad. Se asume la metodología está enmarcada en la modalidad de proyecto factible. El resultado del estudio de campo permitió caracterizar a la población, sus necesidades e intereses en materia de lectura. En conclusión, se recomienda emplear estrategias creativas para el desarrollo individual y colectivo del educando a través del club de lectura, en donde su formación se logre por medio de la lengua escrita en interacción con pares y expertos.
Palabras clave: Creatividad, promoción de la lectura, club de lectura, enfoque comunicativo funcional.
Abstract: Presents an alternative to promote students good reading, in the understanding that your regular exercise provides knowledge of the world, develop their creativity and criticality. The aim is to propose a book for his personal and professional training club, where is conducive to the acquisition of taste and interest through the socialization of the reading. Input from the functional communicative approach, reading club, promotion of reading and theory of creativity are considered. It is assumed the qualitative-quantitative methodology, framed in the form of project feasible. The result of the field study allowed to characterize the population, their needs and interests in the field of reading. In conclusion, it is recommended to use creative strategies for individual and collective development of the learner through the book club, where his training is achieved by means of the language written in interaction with peers and experts.
Keywords: Creativity, promotion of reading, club of reading, functional communicative approach club.
Résumé: Cette recherche présente une alternative à promouvoir la lecture de bons élèves, dans la compréhension que votre exercice régulier fournit des connaissances du monde, de développer leur créativité et leur criticité. L’objectif est de proposer un livre pour son club de formation personnelle et professionnelle, où est propice à l’acquisition du goût et des intérêts par le biais de la socialisation de la lecture. Apport de l’approche communicative fonctionnelle, club de lecture, de la promotion de la lecture et de la théorie de la créativité sont considérés. Il est supposé la méthodologie qualitatifs et quantitatifs, encadrée sous forme de projet réalisable. Le résultat de l’étude sur le terrain a permis de caractériser la population, leurs besoins et intérêts dans le domaine de la lecture. En conclusion, il est recommandé d’utiliser des stratégies créatives pour le développement individuel et collectif de l’apprenant à travers le club du livre, où sa formation est réalisée au moyen de la langue écrite en interaction avec les pairs et d’experts.
Mots clés: Créativité, promotion de la lecture, lectura, club de l’approche communicative fonctionnelle.
INTRODUCCIÓN
Tanto la lectura como la escritura son herramientas poderosas de crecimiento personal y participación social. El aprendizaje de la lengua escrita implica la capacidad de construir significados de diversos textos escritos, en la variedad de contextos sociales en los que la interacción se da a través de esta lengua. La lectura permite enriquecer la experiencia personal en la interacción del individuo con muchos otros, de su cultura, de otras culturas, de su tiempo, de otros tiempos. A su vez, el desarrollo de la competencia para pronunciarse efectivamente mediante la lengua escrita permite la participación social más allá del entorno social inmediato en el que se desenvuelve un individuo.
El texto con valor literario, narrativo, poético, entre otros, permite el contacto con experiencias humanas reales o ficticias en las que se trasmiten visiones del hombre, su papel en el mundo, motivaciones, sentimientos, valores. Aprender a leer es ir más allá de los hechos que atrapan la atención, para construir el significado de las verdades humanas que amplían así la comprensión del mundo. En este sentido, la buena lectura es un medio de formación personal y creativa.
El estudiante, durante su educación formal recibe múltiples orientaciones que lo guían en el aprendizaje de la lectura y la escritura, por lo que se aspira que al culminar su escolaridad se haya formado como un lector y escritor competente en continuo crecimiento personal e intelectual, en la práctica de estas actividades.
Así pues, se busca con la presente investigación generar un espacio, que brinde a los estudiantes de Educación Integral del Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez la oportunidad de ver y valorar la lectura de un modo diferente, de compartir sus inquietudes, de aprender de los demás al intercambiar ideas y opiniones, es decir, la posibilidad de formarse como lectores creativos, críticos y autónomos, capaces de seleccionar sus propias lecturas y discernir sobre ellas. La participación de los futuros docentes en estas actividades, contribuirá a preparar al adulto lector y al educador promotor de la lectura en su ejercicio docente, motivado y capacitado para superar las prácticas escolares tradicionales en cuanto a la enseñanza de la lengua escrita.
La lectura es una habilidad propia del ser humano y es la escuela la encargada de desarrollar capacidades lingüísticas de hablar-escuchar-leer-escribir a partir de competencias cognoscitivas y comunicativas del estudiante. Por ello, el docente debería aplicar entre sus saberes pedagógicos estrategias innovadoras para promover la comprensión de la lectura. Sin embargo, González (2015) afirma “hoy nuestros muchachos no saben leer, tomando el término de lectura como sinónimo de comprender. Leer es comprender, es entender lo escrito, y eso no pasa” (p.194). Esto es debido a que por años, la lectura se ha abordado como un proceso mecánico y repetitivo, donde el estudiante lee solo para lo que el docente le requiere, vertiendo lo almacenado en su memoria a corto plazo para cumplir una evaluación, obtener un resultado, solo por una calificación (Fumero, 2001).
En complemento, Ríos (2007) plantea la existencia de dos tipos de lectura: la técnica y la comprensiva. Y agrega que es precisamente la lectura técnica empleada por universitarios al no requerir de mayor esfuerzo, es decir, en la cual se busca desarrollar la capacidad para reconocer y decodificar símbolos. Este estilo conlleva a la comprensión literal del texto escrito, suficiente para cumplir con la asignación impuesta por el docente. Esta afirmación la amplia Adricaín (1997), cuando plantea que en el ámbito educativo, “no se están formando lectores críticos capaces de utilizar la lectura como una herramienta para aprender de una forma amena” (p. 07), por el contrario, cuando el estudiante llega a la universidad, cada disciplina le impone la lectura de materiales especializados en el área, solo con el fin de ser evaluada la memorización de su contenido.
De igual forma, Carlino (2006) señala que los docentes universitarios de las distintas cátedras no se preocupan en promover lectura y escritura en estudiantes. Se centran solo en enseñanza de contenidos conceptuales a través de lecturas especializadas. Son muy comunes las manifestaciones sobre carencias en cuanto a competencias lectoras. No así la implementación de estrategias para superar deficiencias en materia de lectura de quienes ingresan a las universidades y logren darle el valor a esta herramienta indispensable para su formación personal y profesional.
Otra condición que se observa en la revisión previa de investigaciones relacionadas con la comprensión de la lectura, la mayoría de los trabajos en este campo, están orientados a tratar de solventar la problemática en la educación primaria y media diversificada, y en cambio son muy escazas las abordadas en el nivel universitario. Como resultado de lo expuesto, se presentan debilidades en materia de lectura, no corregidas en niveles anteriores. Por tanto, acarrean en el estudiante universitario una fuerte apatía reflejada en su rendimiento académico, esto origina frustración en él, al ver que su futuro como profesional de la docencia es afectado por falta de comprensión y motivación hacia la lectura. Así pues, se cierra ante la posibilidad de nuevos aprendizajes por considerarla una habilidad poco atractiva. Es decir, toda asignación académica en donde se deba realizar algún tipo de lectura, él estudiante la abordará bajo un criterio repetitivo y sin voluntad, esto trae como consecuencia un proceso mecánico sin ningún aprendizaje significativo (Dadamia, 2001). Lo que arroja como resultado, una limitada creatividad en la lectura por parte del estudiante, quien corta el placer de vivir, una experiencia agradable y enriquecedora, cargada de conocimiento.
Por lo tanto, es necesario, en razón de introducir mejoras, centrar la atención en esta situación educativa asumida frecuentemente por los docentes en la UPEL-IPMJMSM. Ya que por experiencia de la investigadora, los estudiantes ingresan a la universidad con ciertas creencias negativas sobre la lectura, algunas a razón de sus carencias educativa, otras provenientes del entorno familiar e inclusive debido al grado de privación cultural de su medio social, entendiéndola como el conjunto de circunstancias que pueden obstaculizar el normal desarrollo cognitivo, físico, emocional, y/o social de las personas que viven inmersas en ambientes de pobreza cultural y/o material. Y cuando inician estudios universitarios se ven limitados para las cubrir exigencias demandadas por la carrera, ya que los requerimientos iniciales suponen la capacidad del estudiante para leer de comprensiva, ver de manera crítica un texto, exponer sus propios argumentos y valorarlo desde su óptica, tener habilidad para establecer conexiones entre la nueva información con las lecturas anteriormente realizadas, demostrar el manejo de procesos cognitivos superiores y afrontar creativamente el texto. Igualmente, Cassany (2006) expresa:
“…leer y escribir no solo son tareas lingüísticas o meros procesos psicológicos, sino también son prácticas socioculturales. Leer exige descodificar la prosa y recuperar los implícitos, pero también darse cuenta del significado que cada comunidad otorga a una palabra. Puesto que la sociedad y la cultura evolucionan, también cambian los significados, el valor de cada palabra, de cada texto…” (p. 10).
El uso correcto de la lengua permite al ser humano comprender mejor el mundo a su alrededor e integrarse a la sociedad. El dominio de la lengua oral y escrita garantiza el éxito profesional y personal. Sin embargo, los estudiantes al ingresar a la universidad presentan fuertes debilidades en el uso de ambas habilidades y niveles tanto de producción como de comprensión de textos.
Las investigadoras, quienes laboran en el IPMJMSM como docentes en el área de Educación Integral, Lengua y Literatura y Pedagogía, con experiencia de más de diez años, han observado como estudiantes manifiestan su rechazo hacia la lectura en general. Consideran los contenidos de los diferentes cursos de la especialidad complejos por la cantidad de textos asignados para su lectura. También se han evidenciado que parte de su apatía e incomprensión hacia la lectura tiene relación con su carencia de un léxico amplio y de su significado, por consiguiente, les es difícil contextualizar palabras en el marco del texto leído y la comprensión. Esto se ve reflejado en serias limitaciones para aplicar lo aprendido a diversas situaciones, dentro y fuera del escenario académico. Por lo que toma vigencia una frase célebre de Dr. Uslar Pietri (1986) “El tamaño del mundo, es el tamaño del vocabulario que tenga el hombre” (p. 4). Desconocen qué es realmente importante en el texto de acuerdo con su propósito de lectura. Es muy frecuente encontrar estudiantes sin una idea de lo que van a buscar en la bibliografía porque, por un lado, carecen de los conocimientos específicos del tema y por el otro, no aplican estrategias creativas para llegar al texto, no leen de manera crítica, no comprenden más allá de las líneas, no logran descubrir la ideología y el propósito del autor.
De esta manera, el docente debe tomar en cuenta que al asignar cualquier tipo de texto a lectores nóveles, antes es preciso comunicarles el por qué y para qué deben leerlo; así como contextualizar las obras a manera de darle una orientación previa. Por otro lado, es preciso fomentar y estimular la creatividad de los estudiantes mediante actividades de lectura comprensiva, es decir, actividades que de cierta forma permitan también activar sus procesos mentales superiores (Vigosky, 1986) y coadyuven a estimular el proceso de enseñanza de la lengua, de forma lúdica y respetando sus intereses buscando un aprendizaje mucho más efectivo al aumentar los niveles de motivación.
En este sentido, este trabajo presenta la propuesta de un club de lectura como una actividad de libre escogencia, en la cual los estudiantes del IPMJMSM tengan la oportunidad de formarse como lectores. La propuesta se ubica dentro del marco conceptual del club como estrategia de promoción de la lectura en el que lo fundamental es el lector y el libro, como una herramienta para el crecimiento del ser humano. Metodológicamente, el club es una estrategia creativa donde se promueve la lectura y la escritura, más allá de la lectura misma, a través de procesos de reflexión, cuestionamiento, interacción, construcción de significados personales y sociales, que permitan al participante revisarse a sí mismo, sus relaciones con el entorno y con los demás, ser o verse de otra manera (Chaves, 2007).
La sociolingüística estudia al individuo en su entorno social y a la lengua como el elemento más importante en la socialización, porque por medio de ésta se transmite el acervo cultural de un país. Barrera (1997), afirma que el lenguaje es una facultad del ser humano que se actualiza mediante un sistema o código (lengua), que le permite interactuar con los otros miembros de la especie para preservar la sociedad. Es decir, hay una estrecha relación entre los seres humanos y el lenguaje, ya que sin este no existiría una interacción entre el individuo y su entorno o con otros seres humanos. De igual forma, Halliday (1978) afirma que el hombre no es un ser único en el mundo, está rodeado de otros seres semejantes, que hablan, leen, escriben y entienden la misma lengua, a este fenómeno le llama inter-organismo. De igual forma, agrega que existe otra la perspectiva de esta teoría llamada intra-organismo, que conlleva a estudiar cómo el ser humano aprende a hablar y a comprender su lengua. Y amplia que ambas perspectivas la inter y la intra-organismo como dice Halliday (ob. cit.), son inseparables al explicar “el comportamiento lingüístico como un tipo de conocimiento” (p.23), que se adquiere en situación y contextos específicos en los que la interacción lingüística es necesaria. El ser humano no solo aprende que su lengua materna está compuesta por un conjunto de elementos gramaticales y de los cuales él debe apropiarse, sino también debe aprender a usarla y saber elegir el lenguaje apropiado a las distintas situaciones comunicativas que se le presenten.
La lengua es un medio de comunicación inherente a los seres humanos. Todos se valen de ella para expresar sus ideas, opiniones, sentimientos, estado de ánimo y tener acceso a los de los demás, entre otras cosas. Aprender a usar la lengua es aprender a comunicarse de forma efectiva, significa transmitir adecuadamente los pensamientos a sus semejantes y poder comprenderlos.
Así pues, la lingüística textual debe ser considerada como la suma de la actividad comunicativa más los factores psicosociales que la envuelven (Lineros, 1998). Esto significa que toma en cuenta la intención de los interlocutores en sociedad, se privilegia al texto como unidad comunicativa de carácter social y se enfatiza en el elemento pragmático de la lengua. Desde esta perspectiva, se le da mayor preponderancia a la lengua en uso de acuerdo con la situación e intención del hablante. Es oportuno destacar que, algunos modelos de lingüística textual, como el de Halliday (1978) y el de Van Dijk son llamados modelos funcionales porque enfatizan en el carácter funcional de la lengua.
Este enfoque comunicativo de la didáctica de la lengua, supera el nivel oracional porque sitúa su atención en el texto o discurso, reconociéndolo como la unidad real de comunicación que está constituida por los géneros textuales. Estos se usan en un contexto determinado, con una finalidad, y dirigidos a un destinatario. Esta realidad es ineludible, y por ello, las propuestas actuales defienden el uso en el aula de textos reales, los mismos que se utilizan para relacionarse socialmente. De esta forma, el aprendizaje del código, en este contexto, es una actividad que tiene sentido. Por lo tanto, es necesario que el ser humano comprenda que la lectura y la escritura cumplen una función importante dentro de un grupo social.
En otro orden de ideas, el club de lectura se puede definir como una estrategia de promoción de lectura según el cual un grupo de lectores se reúne cada cierto tiempo para leer y discutir temas de interés y que con anterioridad, se han asignado (Yepes, 2001). Así, pues, el autor también declara que el club es una estrategia creativa que se inserta dentro de la promoción de la lectura, puesto que uno de sus objetivos es animar y crear el vínculo entre el material y el individuo o grupo. Se proyectan en el marco de un diseño estratégico. Además, estas estrategias se conciben como una acción planeada, en donde los medios didácticos conducen a lograr los objetivos propuestos por el promotor.
A esta concepción se le puede agregar, que los clubes de lectura son legítimas escuelas de conocimiento y diálogo (ob. cit). En ellos se aprende a expresar y a defender las propias ideas, a respetar el terreno de la palabra, a escuchar y valorar las opiniones. Por tanto, se convierten en lugares idóneos para la creatividad, la sensibilización y concientización sobre diversas problemáticas, además de ser un espacio abierto para la reflexión y el estudio de fenómenos sociales, (Calvo, 1999).
El programa de Clubes de Lectura puesto en marcha por Asolectura (2007) se fundamenta en que en todo programa de lectura, el lector debe ser el centro del universo y el libro debe girar entorno a él y no al contrario. Equipo Editorial Asolectura, quien se encarga de esta propuesta es una entidad colombiana que reúne “personas naturales y jurídicas comprometidas con la promoción y el desarrollo de la lectura y la escritura. Su propósito es unir la voluntad de trabajo de personas e instituciones interesadas en la lectura y la escritura para incrementar sus posibilidades de acción”. Plantea que el libro, debe ser visto como una herramienta para el crecimiento intelectual del ser humano. Por eso los clubes deben promover la lectura desde la creatividad y la reflexión del participante, donde constantemente autoevalúe su actuación como miembro del grupo.
Dadas las condiciones que anteceden, un club de lectura es un grupo de personas que se reúne periódicamente para comentar lecturas comunes. La finalidad de estas reuniones es ayudar al lector, mediante la discusión y la confrontación de experiencias y opiniones, estimulando de esta forma su gusto por la lectura, aumentar el disfrute y el enriquecimiento que los libros pueden aportarle. Por lo tanto, la idea de formar un club permite hacer lecturas personales para posteriormente compartirlas con otras personas, esto enriquece las opiniones de todos los miembros.
Se podría decir que más que un grupo reunido para un fin, como leer un libro para luego intercambiar ideas, es una organización de personas que aspira compenetrarse entre sí y con los libros, crecer intelectualmente, perder el miedo de participar o hacer valer su opinión ante los demás, desarrollar habilidades creativas de comprensión, sumergirse en un mundo desconocido para ellos, siempre buscando que en cada actividad de lectura encuentren placer y nuevos conocimientos del mundo, que les permitan ampliar su bagaje cultural e integrarse a una sociedad que está en constante evolución y que exige un ciudadano educado en la búsqueda de mejor calidad de vida, con sentido de pertenencia, y con actitud positiva ante las vicisitudes del día a día (Asolectura, ob. cit).
Domingo y Rabat (2007) explican que hoy en día es extraño no encontrar bibliotecas que no ofrezcan un club de lectura entre el abanico de actividades culturales. Además, con los años han ido apareciendo clubes temáticos así como los dirigidos a colectivos específicos: se encuentran clubes de novela según géneros, clubes para niños y niñas, jóvenes o personas mayores, pero también existen clubes para mejorar una lengua determinada, como el inglés, el francés, etc.
Esto significa que un club de lectura admite diversas variantes: desde la composición de sus miembros, la periodicidad de las reuniones, el género de la lectura y el lugar donde se celebran las reuniones. Hay clubes de lectura de diferente índole: profesionales, de amas de casa, religioso, entre otros. Para ponerlo en marcha se necesita, un coordinador de la actividad, una cantidad estimada entre 10 a 20 participantes y por supuesto unas normas por las que se regirán los miembros (Calvo, 1999).
Igualmente, para funcionar como club se necesita un número determinado de libros de un mismo título suficientes para repartir a cada participante. Asimismo, es importante que se tomen en cuenta criterios para la selección de los libros pues “el proceso de selección debe formar parte de la reflexión, sin desconocer los fundamentos teóricos que privilegian el desarrollo de la autonomía del lector.” (ob. cit).
El promotor de lectura debe elegir con sumo cuidado los materiales que serán utilizados en el club tomando en consideración criterios adecuados para tal fin, como: (a) Calidad: que implica consultar publicaciones, experiencias de otros programas, consultar con buenos lectores, expertos en la materia; (b) Universalidad y diversidad: se debe presentar a los lectores no solo lo que conocen o lo que se relaciona con su entorno, sino abrir perspectivas y establecer horizontes mucho más amplios; (c) Pertinencia: significa que se deben tener presente los intereses de los miembros del club, sus niveles de lectura, edad y la calidad del material y (d) Relevancia: utilizar libros que trasciendan en la vida del lector y que permitan verdaderas experiencias estéticas. Cada uno de estos criterios contribuye a que el lector forme por sí mismo su propio juicio (Asolectura, 2007).
Todo club de lectura debe cumplir con una serie de actividades para promocionar la lectura. Por ello, es importante que tenga un coordinador quien será la persona encargada de planificar todos los aspectos referidos a las actividades como: la elección de los títulos, la programación del tiempo que se estime, la periodicidad de las reuniones, así como la elección de los días, fechas y horas más oportunas para los encuentros, preparar material sobre los autores y las obras elegidas, planificar actividades creativas complementarias que vayan a hacerse, moderar las reuniones, controlar el préstamo y la devolución de los libros, recoger las sugerencias de los miembros del grupo y proponer iniciativas. Además de cumplir con la responsabilidad de ser un buen lector, conviene que sea una persona hábil para conducir temas con distintos grados de dificultad, debe ser motivador, muy observador y con capacidad para resolver cualquier disyuntiva entre participantes (Asolectura, ob. cit.).
Al relacionar el club de lectura con el proceso creativo es preciso señalar que cada lector es único porque tiene en su haber un sinfín de experiencias que le van a permitir ver lo que otro no pudo y comprender la lectura desde otra perspectiva, y por precisamente esas experiencias las que se deben aprovechar durante los encuentros con la lectura. El lector puede pasar por un proceso creativo sistemático al darle sentido a lo escrito, generar nuevas ideas en torno a un problema específico surgido durante la lectura. Por esto, el proceso creativo se basa en la capacidad de generar hipótesis, de innovar, de arriesgarse a buscar otros caminos y alternativas para hallar el verdadero significado de lo leído.
La creatividad ha sido abordada por muchos estudiosos bajo diferentes perspectivas teóricas surgidas a lo largo de los años. Así pues, la creatividad para Logan y Logan (1980) es un proceso por el cual se descubre algo diferente o nuevo o se redescubre lo descubierto por otros, reorganizándose los conocimientos existentes. Con respecto a la creatividad y la lectura Cervera (1985) ve a la creatividad “como un don o capacidad de las personas para moverse en ella o actuar. Pero se requiere de textos, que por sí mismos, inciten a la creatividad” (p. 242). Así es necesaria por lo menos una palabra hallada en el texto, capaz de activar la creatividad en el lector y multiplicar el efecto positivo de la literatura sobre sí mismo. Basándose esto la investigadora podría suponer que la creatividad es en esencia de todo ser humano y con ella pudiera hacer diferencia, crear, innovar, descubrir y redescubrir cosas nuevas, es salir de la zona de confort y adaptarse a los cambios, es tener la capacidad como lector de trazarse estrategias creativas para darle respuesta a las interrogantes surgidas a medida que se enfrenta a un libro.
De igual forma, Powel Jones (1973) define la creatividad como “una combinación de flexibilidad, originalidad y sensibilidad en las ideas que capacitan al pensador para romper con las habituales secuencias de pensamiento, iniciando diferentes y productivas secuencias, cuyo resultado origina satisfacción para él y tal vez para otros” (p. 35) . Es quizás ésta la acepción que más conecta con el trabajo creativo de la composición escrita. De hecho nos ofrece tres parámetros indicadores del nivel de creatividad (flexibilidad, originalidad y sensibilidad de ideas) orientados a conseguir secuencias de pensamiento o discurso productivos y divergentes y capaces de conseguir la autosatisfacción del sujeto y la atención expectante de otros.
Existen dos habilidades intelectuales para el desarrollo de la comprensión lectora y según Waisbud (2006) están clasificadas en dos grandes grupos: el pensamiento divergente y el convergente. El primero es una habilidad del pensamiento de alto nivel producto de la capacidad creativa de todos los seres humanos (p.59). Por ello, las personas están en la capacidad de “dar respuestas variadas a una misma pregunta o problemática” (Dadamia, 2001, p. 111), y el segundo es el pensamiento basado según Guilford (1967) es el que se produce en el hemisferio izquierdo del cerebro, que se caracteriza por encargarse de las funciones relacionados con el lenguaje, la lógica y el pensamiento abstracto, esto significa que, el buen lector o lector habitual, participante de un club de lectura, a medida que realiza la lectura emplea inconscientemente ambos tipos de pensamiento el primero le ayuda a generar hipótesis, ideas nuevas, hacer inferencias, plantearse alternativas de comprensión por lo que el texto le ofrece, dando paso a la construcción de un nuevo concepto, que posteriormente podrá compartir con el resto de los miembros del club de lectura y retroalimentar su conocimiento en la medida que se da el intercambio de ideas. Y el segundo, le permite establecer el procesamiento lógico de lo leído.
Para Guilford (1967) el pensamiento divergente no solo se basa en el reconocimiento de la información, sino que genera nueva información a partir de las existentes, haciendo especial énfasis en la variedad y la cantidad producida. Para el autor la creatividad está representada por factores intelectuales, propios del ser humano, por ello dentro del pensamiento divergente o lateral (De Bono, 1970), hace una clasificación de estos factores: fluidez (se relaciona con la capacidad para producir ideas, asociarlas con un concepto o situación); flexibilidad (variedad y heterogeneidad de las ideas producidas); elaboración (habilidad para construir nuevos conceptos a partir de información previa); originalidad (representa la forma de pensar, sentir y ver las cosas de manera diferente); sensibilidad (es la forma como cada ser humana asume los problemas, frente al otro y su entorno) y redefinición (capacidad para concebir las ideas de forma diferente, dándole una nueva utilidad).
En cuanto al pensamiento convergente, este representa la capacita del individuo para dialogar con el texto al contrastar sus ideas previas con lo que se dice en él, sintetizar información relevante para él, interpretar la información nueva, es decir este tipo de pensamiento ocurre cuando el lector es capaz de explicar, interpretar, resumir, contrastar o comparar los conocimientos adquiridos no solo con lo leído sino en la interacción con sus pares.
Para Calero (2011) ambos pensamientos el divergente y el convergente conforman la conducta creativa del lector, porque los utiliza de modo habitual y alterno, en una mezcla de ideas previas con la nueva información. Así mismo Guilford (1967) entiende que la creatividad es la combinación de estos dos pensamientos, el divergente por un lado emplea el conocimiento previo de manera distinta, con cierta habilidad. Mientras que el convergente está relacionado con el conocimiento base, la reproducción y memorización de los aprendizajes.
Así pues, se propone recurrir a diversas estrategias creativas desde el club de lectura para desarrollar en el educando todas las capacidades intelectuales y emotivas, al potenciar el gusto literario a través de la percepción, la criticidad, la observación, la sensibilidad, la espontaneidad, la curiosidad, la autonomía, la participación, el intercambio de ideas y opiniones, la fantasía y la intuición. Además de la memoria visual, auditiva y semántica. Justo y Delgado (2010) señalan que las estrategias creativas son “un conjunto de métodos o herramientas dirigidas a facilitar la interpretación, el análisis o el estudio de problemas o temas determinados” (p.110). Estos autores presentan una síntesis de algunas estrategias para la generación de nuevas ideas por asociación, interrelación, discriminación, descripción y ejemplificación de contenidos, con un alto poder de visualización que se pueden emplear en un club de lectura, entre ellas se encuentran los organizadores previos, la uve de Gowin, los mapas mentales y conceptuales y el diagrama de afinidad. De igual forma, se tienen los mapas metales, Mándalas creativos, red semántica, abanicos de significación, las tres Q, palabras al azar, entre otros. Estas estrategias son herramientas para facilitar el aprendizaje, además de fomentar la reflexión, el análisis y la creatividad del lector.
Tal es el caso de las obras literarias, el lector llega a admirarla como un todo, sin atreverse a ir más allá y descubrir cuál fue el proceso que llevó a cabo el escritor para su elaboración. Poco a poco esa concepción, de centrarse solo en el producto, ha venido cambiando según Rodríguez (2006) porque ha surgido un especial interés “en desentrañar los mecanismos biológicos y psíquicos de la creatividad para poder llegar a tener dominio sobre esta importante actividad humana” (p. 40).
Otra importante concepción sobre el proceso creativo la ofrece Waisburd (2006) porque para él este proceso es lo que vivimos, sentimos y experimentamos al bailar, pintar, escribir, leer, es decir, es lo que el ser humano manifiesta cuando logra expresarse y es capaz de plasmar esa expresión. Para el autor, es importante “emplear el tiempo con experiencias” pero antes es preciso adquirir esa experiencia por medio de los sentidos y de la interacción con la lectura y con los pares (p. 53). Cada persona es única, por esto cada una vivirá la secuencia del proceso, se expresará y manifestará de manera diferente, es decir, el proceso creativo va a variar entre unos y otros.
MÉTODO
Investigación dentro de la modalidad de Proyecto Factible según el Manual de la UPEL (2006) que lo define como la elaboración de propuestas que permiten dar soluciones a los problemas, que se suscitan dentro de un grupo social. El objetivo es proponer un club de lectura para su formación personal y profesional, en donde se propicie la adquisición del gusto e interés a través de la socialización de la lectura. Hernández (s/f) señala que la base operativa de estos proyectos está integrada por fases o momentos. Esta investigación en su carácter de Proyecto Factible constó de las cuatro fases previstas dentro de la modalidad mencionada en el párrafo anterior: estudio de campo, estudio de factibilidad o viabilidad, diseño de la propuesta y finalmente, la validación de la propuesta.
Fase I Estudio de Campo
Escenario de la Investigación. Los datos de interés para este estudio fueron recogidos directamente del escenario de futura aplicación del proyecto, en este caso del Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez. A efectos de esta investigación, se seleccionaron dos salones de clases donde se facilitaron los cursos de Lectura y Escritura (LE) y de Introducción al Estudio de la Lengua (IEL), ambos dirigidos a la especialidad de Educación Integral y administrados por las autoras de esta investigación.
Participantes y muestra de la Investigación. Los cupos inicialmente ofertados para los cursos de Introducción al Estudio de la Lengua eran de 20 estudiantes y para Lectura y Escritura de 25 estudiantes. Sin embargo, transcurrida las dos primeras semanas de clases, tiempo en el que se aplicó el diagnóstico, la matrícula quedó reducida a 25 estudiantes entre los dos cursos. En el presente caso se aplicó el instrumento a la totalidad de estudiantes inscritos en los cursos de Introducción al Estudio de la Lengua y Lectura y Escritura del período 2011-I correspondientes a la Especialidad de Educación Integral, en total fueron 25 estudiantes, que pueden considerarse representativos a la población estudiantil en la Especialidad de Educación Integral.
Instrumentos para la investigación de campo. El cuestionario administrado a la población en estudio consta de 52 preguntas entre cerradas y abiertas necesarias para el análisis de la situación, estas preguntas, están agrupadas siguiendo un orden lógico de acuerdo con tema planteado. Para la elaboración del instrumento se realizó un cuadro de variables y subvariables y los indicadores en términos de preguntas que debía contener el instrumento.
Estructura del instrumento:
Parte I: Datos personales: con ellos se pretendió indagar sobre las características de la población en estudio y sus características socio familiares. Así como, las prácticas y preferencias de ocupación del tiempo libre, Valoración sobre programas de TV, preferencias ocupacionales y de empleo del tiempo libre, preferencias y valoraciones sobre la programación televisiva.
Parte II: Se buscó investigar sobre las Prácticas lectoras: Últimas lecturas realizadas: Cuentos, Novelas, Poemarios, Autoayuda, Curiosidades, Farándula, Deporte, Salud y Decoración. Prácticas sociales de lectura: Recomendaciones recibidas, recomendaciones hechas, recomendaciones que haría, criterios de selección de textos, medios de lectura. Interés en materia de lectura: Libros que desea leer, Tema sobre los que le gustaría leer.
Parte III: Valoración de la lectura: Para sí mismo, para niños, para jóvenes, textos específicos. Necesidades de lectura: Conocimiento sobre la importancia de la lectura. Disponibilidad para la participación en el club: Actividad de preferencia y disponibilidad.
El cuestionario fue validado a través de juicio de expertos y para ello, se consignó el instrumento a tres profesoras del IPMJMSM. Una de ellas, experta en diseño de instrumentos y dos especialistas en el área Lengua y Literatura.
La confiabilidad del instrumento se obtuvo a partir de la aplicación de la prueba piloto, es decir, se administró el instrumento a veinticinco
(25) estudiantes inscritos en el curso Lectura y Escritura, de un grupo administrado por otra profesora en el área Lengua y Literatura. La aplicación del mismo sirvió para analizar si las instrucciones se comprendían y si los ítems funcionaban adecuadamente. El resultado obtenido fue favorable por lo que se procedió a su aplicación a la población objeto de este estudio.
Técnicas de análisis de los datos. Elliot (1990) expone que es el investigador quien otorga significado a los resultados de su investigación y uno de los elementos básicos a tener en cuenta es la elaboración y distinción de tópicos a partir de lo que se recoge, para organizar la información. Para ello, se distinguirán las categorías y subcategorías que detallarán dicho tópico. En el análisis cuantitativo se emplearon técnicas descriptivas de porcentajes y frecuencias. Los resultados se presentaron en cuadros y matrices. En cuanto al análisis cualitativo se utilizó la técnica de la categorización donde precisaron categorías emergentes a través de las respuestas a las preguntas abiertas.
RESULTADOS
En la interpretación de los resultados, Martínez (1999) explica que se trata de clasificar las partes en relación con el todo; ir diseñando e integrando el todo y las partes. En general, la utilización de categorías se basó en el ordenamiento de los resultados obtenidos de manera coherente, lógica y precisa, con base a las categorías y subcategorías previstas y las emergentes de las interpretaciones dadas a las respuestas de las encuestadas.
La población en estudio estuvo constituida por 25 estudiantes de Educación Integral, pertenecientes al curso Introducción al Estudio de la Lengua y Lectura y Escritura del período académico 2011-I. Cabe destacar que, la misma, se dividió en dos grupos según las características personales y socio familiares de las participantes. El primer grupo lo conforman 15 personas con edades comprendidas entre 18 y 25 años de edad, y el segundo grupo por 10 encuestadas entre 27 y 44 años de edad.
Se pudo observar que el primer grupo por la condición de ser las más jóvenes que dependen económicamente de sus padres y madres, no tienen hijos ni obligación conyugal, tienen más tiempo que las del segundo grupo para ir al cine, hacer vida social, ver televisión. Sin embargo, del instrumento emerge que ambos grupos coinciden en las actividades deportivas y tienen poca preferencia hacia el uso del Internet, la lectura y la escritura.
Por su parte, la práctica de lectura más aún la de textos literarios no es actividad de preferencia de las encuestadas, las lecturas de novelas, cuentos, poemas que reportan se han restringido a las obligatorias que demanda tanto el bachillerato como la universidad, no responden a necesidades de entretenimiento u ocupación del tiempo libre. Resulta significativa la lectura de libros de autoayuda, casi en su totalidad reportan haber hecho este tipo de lectura al que parecen acudir según necesidades e intereses personales, por la variedad de títulos que mencionan. Al indagar sobre las prácticas sociales de intercambiar recomendaciones de lecturas, es muy baja, se limitan a recomendaciones ocasionales que en la mayoría de los casos no conduce a la lectura y tampoco a realizar las recomendaciones a otra persona. En los casos que reportan haber hecho recomendaciones se refieren a libros de autoayuda o tema de conocimiento, las recomendaciones de novelas responden mayormente a la ayuda que puede proporcionar su lectura aunque el criterio de disfrute no está ausente. Es notorio el señalamiento de que las recomendaciones de lectura en sus medios universitarios, familiar y social son casi inexistentes a lo que atribuyen la poca práctica de lectura.
Al pedírseles que señalen qué libros les gustaría leer o encontrar en un club de lectura casi la mitad de las encuestadas no respondieron, mientras que el resto, es decir 9 del primer grupo señalan sentirse atraídas por distintos autores, géneros y temas literarios. Las preferencias de 4 del segundo grupo, se relacionan con la adquisición del conocimiento. En cuanto a los temas que les gustaría leer, se observa que existe una marcada tendencia a reportar aquellos que les permiten satisfacer tanto sus curiosidades como sus necesidades personales, más que la lectura recreativa. También aquí se observa el desconocimiento de títulos o posibilidades de lecturas.
No obstante, en lo que se refiere a lecturas desligadas del ámbito escolar, aquellas que han sido el boom del momento y de las cuales todos hablan con gran interés, las encuestadas se motivan a leer y a dar alguna opinión positiva o negativa con respecto a ellas. Tal es el caso del Diario de una Geisha, ya que este libro aborda una temática amorosa de la mujer en otras culturas con la que pueden sentirse identificada. Libros como Código Da Vinci, cuya temática aborda hechos religiosos relacionados con la vida de Jesús Cristo, obtuvo opiniones encontradas de aceptación o rechazo.
En este mismo orden de ideas, al preguntárseles por los criterios para seleccionar una lectura para ellos, pueden considerar la historia bien narrada, que atrape. Esto refleja una realidad y es que la universidad sigue abordando la lectura con prácticas rígidas y poco atrayentes para los estudiantes, lo cual es diferente con textos que no se enmarcan en ningún contexto académico, como los cuentos para niños que para ellas tienen un carácter recreativo. Es importante acotar que pese a estas limitantes las encuestadas pueden emitir juicios positivos relacionados con alguna lectura que les haya gustado, tal es el caso del Principito, lo que permite comprender que tienen el interés y la disposición para acercarse a la lectura con una actitud diferente, solo necesitan nuevas oportunidades, recomendaciones, prácticas sociales que las motiven y ayuden a descubrir un mundo totalmente distinto al que conocen, que se sientan en capacidad de ir más allá de las simples palabras escritas en una línea, que descubran que el autor dejó implícito algún mensaje significativo para su vida, y que más allá de los textos de autoayuda hay distintos géneros literarios que se pueden leer con diferente fines, además, que una lectura puede ser compartida por muchas personas, en fin, que se pueden construir significados personales y grupales, al mismo tiempo descubrir en el texto literario el disfrute que proporciona una buena historia, un sentimiento bellamente expresado en palabras bien dichas. Una alternativa idónea para lograr que las encuestadas se interesen por la lectura y se formen como buenas lectoras es invitarlas a formar parte de un club de lectura.
Finalmente, se les presentaron opciones para participar en diferentes actividades dentro del club, y se pudo observar que hubo gran receptividad en sus respuestas. En ambos grupos se encuentra una alta disponibilidad para participar en las actividades de grupos de discusión de lecturas. El comité de selección de libros también muestra alta preferencia en ambos grupos (primera prioridad para el segundo grupo) lo que se corresponde con las observaciones realizadas sobre el desconocimiento de títulos que muestran las encuestadas en sus recomendaciones de lecturas, que en su mayoría se refieren a lecturas de bachillerato o textos de autoayuda. La formación para la lectura en conferencias, talleres, seminarios fue la primera necesidad que se manifiesta en las del primer grupo y de poca preferencia para las del segundo grupo, que se manifiestan más dispuestas para las actividades administrativas.
Análisis e interpretación de los datos. Aplicado el cuestionario a los estudiantes de Educación Integral, para determinar si son lectores o no, qué tipo de lectura les gustan, qué tipo de actividades realizan en su tiempo libre, y si están dispuestas a participar en un club de lectura, entre otras interrogantes. Se procedió al análisis del cuestionario, lo que permitió clasificar los datos.
Fase II. Estudio de Viabilidad
Viabilidad económica, financiera, administrativa e institucional. La constitución del club es viable económicamente, ya que se cuenta con el apoyo de: las Subdirecciones de Investigación y Postgrado y de Extensión, Monte Ávila Editores, la Biblioteca Circulante Luis Beltrán Prieto Figueroa del IPMJMSM, un banco de libros digitalizados, apoyo técnico de profesoras de la Institución para dictar talleres, conversatorios, conferencias.
Se hicieron gestiones de apoyo financiero con diversas instituciones, entre ellas se tienen: el Banco del Libro, Editorial Ekaré, Biblioteca Circulante. Se cuenta con el apoyo de la Subdirección de Extensión, para la logística de los talleres, la emisión de certificados, prestamos de equipos tecnológicos (laptop y video beam) y espacio (auditorio) para los talleres, seminarios, conversatorios y conferencias.
En cuanto a la organización del club y la distribución de tareas se hizo de acuerdo con los intereses de las participantes, ya que en el estudio de campo se pudo evidenciar que las encuestadas de ambos grupos responden positivamente a la participación de diferentes actividades. Para lo cual se distribuyeron las tareas de forma equitativa.
Por ofrecer una opción significativa tanto para las investigadoras en el área como para la extensión universitaria, el proyecto recibirá apoyo de ambas Subdirecciones (Investigación y Postgrado y Extensión). Así mismo, la experiencia del club puede brindar apoyo a distintos cursos.
Fase III Diseño de la Propuesta
Una vez concluidas la I y II fases relacionadas con el trabajo de campo de donde se obtuvo el diagnóstico, y el estudio de viabilidad, se presenta la Propuesta para la Creación de un Club de Lectura dirigido a los estudiantes de Educación Integral del Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez.
El proceso de planificación se enmarca dentro de un modelo en el que se especifican los aspectos fundamentales del proyecto: (a) Identificación del proyecto; (b) Justificación del proyecto; (c) Fundamentación teórica de la propuesta y el Procedimiento metodológico; (d) Conjunto de 11 sub- proyectos de actividades específicas; (e) Metas; (f) Objetivos de la propuesta; (g) Matriz de planificación, la cual se observa en el cuadro 1.
Fase IV. Validación de la Propuesta
Esta última fase consistió en validar la propuesta a través de juicio de expertos. Para ello, se consultaron a tres expertas con el propósito de evaluar el diseño de la propuesta en relación con el diagnóstico, la calidad de los proyectos, los recursos a utilizar. Las tres expertas son de reconocida trayectoria profesional, una es Especialista en el área de Literatura con Doctorado en Educación y las dos restantes en el área de Lectura y Escritura, la primera es Doctora en Educación y la segunda es Especialista en Gerencia Educativa.
Los resultados obtenidos en esta evaluación fueron favorables, por cuanto las expertas aseguran que la propuesta toma en cuenta los intereses y necesidades de la población objeto de estudio, en la metodología propuesta, los títulos seleccionados, los medios de difusión e información de actividades del club, las necesidades de formación de sus miembros, permite el acceso al libro y a la lectura, afianza espacios para apoyar la formación e interacción de los diversos mediadores del libro y la lectura, promueve la lectura como factor de desarrollo individual y colectivo, busca fortalecer la creatividad en el participante , permite la participación social en la promoción de la lectura y la escritura, se observaron correspondencia entre los objetivos y la propuesta en sí, la propuesta determina las condiciones necesarias para la organización del club, los subproyectos son adecuados para dar apertura al club de lectura, existe coherencia en la redacción de los subproyectos, las actividades propuestas en cada uno de ellos están dentro de la metodología.
Propuesta creativa: subproyectos para implementar en el club de lectura
CONCLUSIONES
El club, dentro de los programas de promoción de la lectura, constituye un espacio social creado para el disfrute de la lectura, el intercambio de ideas, pareceres, la expresión individual libre, la construcción de significados grupales e individuales, la apropiación de registros, la formación de la persona en la interacción con los libros y con los pares.
En cuanto al primer objetivo, referente al diagnóstico de la población de estudiantes de Educación Integral del IPMJMSM, a través de una muestra de 25 individuos se observa que: pese a las limitantes lectoras que poseen los estudiantes, las pocas valoraciones relacionadas con respecto a algunas lecturas específicas, los señalamientos de falta de recomendaciones de títulos de lecturas para ellos, se puede decir que tienen interés y disposición para acercarse a la lectura con una actitud diferente y disponibilidad para formar parte en talleres de formación lectora, en grupos de selección de libros, sesiones de discusión, esto significa que solo necesitan nuevas oportunidades que las motiven y ayuden a descubrir un mundo diferente al que conocen, que aprendan a ir más allá de las simples palabras escritas en una línea, que descubran lo que el autor dejó implícito algún mensaje, que hay distintos géneros literarios y que se puede leer de ellos con diferentes fines; además, que la lectura puede ser compartida por muchas personas para enriquecer sus significados personales, grupales, formarse como lectoras y como promotoras de lectura.
La revisión de diferentes experiencias de clubes de lectura, a la luz del enfoque teórico propuesto, permitió la elaboración de la metodología y las estrategias para las actividades del club.
En cuanto al diseño de la propuesta se presentó la identificación del proyecto y la justificación del mismo en las que, por un lado se le caracteriza metodológicamente como un proyecto factible y desde el punto de vista del producto final como una innovación tecnológica en el sentido de, una metodología propuesta para dar solución a la necesidad de la formación como lectoras y escritoras de la población en estudio. En la justificación, por su parte, se expone la necesidad detectada, la pertinencia de la metodología propuesta para solucionarlo y su pertinencia socio-educativa e institucional, de tal forma que, aporta tanto a la docencia como a la investigación y la extensión
Por su parte, se validó la propuesta, atendiendo a la opinión de tres expertas en el área, dos con doctorado y una especialista. Considerando viable la propuesta por cumplir con los requisitos para la formación de lectores, debió a que se les presenta una manera diferente de ver la lectura, al plantear estrategias que contribuyan a promocionarla como una experiencia de vida. Además, de que ésta busca consolidar lectores autónomos capaces de seleccionar libremente textos de calidad al darle diferentes opciones primero con la guía de expertos y luego en compañía de sus pares para que finalmente, ellos logren hacerlo solos. Así mismo, se observa el fortalecimiento de la lectura creativa como factor de desarrollo individual y colectivo y la participación social en la promoción de la lectura y la escritura.
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Notas de autor