Signo Radiológico
Signo del acordeón
Accordion sign
Recepción: 07 Septiembre 2020
Aprobación: 19 Febrero 2021
Publicación: 04 Abril 2022
El signo del acordeón es un hallazgo imagenológico que corresponde a un edema transmural colónico grave, visible por tomografía computada (TC) con o sin contraste oral. También puede observarse en radiografías de abdomen con contraste positivo1. Fue descrito inicialmente en la colitis pseudomembranosa (CPM) por Clostridium difficile, pero puede presentarse también en otras patologías, ya sea infecciosas o inflamatorias1,2,3. El signo fue reportado por primera vez en el año 1991 por Fishman et al. (4, quienes lo observaron en cinco de 26 pacientes con CPM confirmada, en estudios de TC con contraste oral, que presentaban edema parietal transmural colónico grave.
El signo del acordeón en la TC es indicativo de edema o inflamación transmural grave del colon, de cualquier etiología. Su nombre hace referencia a la similitud de las paredes edematosas engrosadas del colon con los pliegues del fuelle del instrumento musical (Fig. 1). Dicha apariencia es el resultado de la diferencia de atenuación entre los pliegues de las haustras edematosas del colon y el contraste oral atrapado entre ellas. También puede observarse debido al intenso realce, producido tras la administración de contraste intravenoso, de la mucosa hiperémica y el marcado engrosamiento hipoatenuante de los pliegues submucosos (Fig. 2) (2.
El signo del acordeón puede detectarse en TC de abdomen y pelvis, en estudios con contraste oral positivo o con contraste endovenoso.
En las patologías en que se evidencia este signo, se observan un gran engrosamiento parietal transmural colónico con submucosa hipoatenuante (debido al marcado edema) y un atrapamiento de contraste entre las haustras después de la administración de este por vía oral. Dichos hallazgos se traducen imagenológicamente como una alternancia entre áreas de baja y alta densidad. Puede visualizarse un comportamiento similar tras la administración de contraste intravenoso, debido a la hipercaptación mucosa (Figs. 3 y 4) (1,2.
Es frecuente reconocer una alteración de la densidad de la grasa pericólica y líquido libre regional asociados1.
Si bien este signo fue descrito inicialmente en cuadros de CPM grave, los principales diagnósticos diferenciales deben plantearse con procesos infecciosos de otro origen (Salmonella sp., Shigella sp., Campylobacter sp., citomegalovirus, cuadros inflamatorios (enfermedad de Crohn) o isquémicos, y otras patologías como la cirrosis1,2,3. Sin embargo, vale la pena mencionar que el grado de engrosamiento colónico en la infección por C. difficile es mucho mayor que en el resto de las causas, a excepción de la enfermedad de Crohn1,4. Fishman et al. (4 reportaron un engrosamiento parietal promedio de 14,7 mm en la CPM.
La causa más frecuente de CPM es una complicación de la antibioticoterapia (betalactámicos, clindamicina, cefalosporinas y tetraciclinas principalmente). También puede verse en pacientes sometidos a cirugía abdominal, hipotensión prolongada o hipoperfusión intestinal, y en aquellos que presentan compromiso inmunitario, ya que son condiciones que modifican la flora intestinal colónica4.
C. difficile puede colonizar y proliferar en el intestino de personas con una flora intestinal autóctona alterada, produciendo dos exotoxinas principales (A y B) capaces de dañar el epitelio colónico y desencadenar una respuesta inflamatoria.
Como consecuencia, se producen pequeñas placas elevadas blancas o amarillentas en la superficie del colon, que corresponden a restos mucosos e inflamatorios y pueden simular falsas membranas en la colonoscopía o en la histopatología. Estas se denominan pseudomembranas y tienden a confluir a medida que la colitis progresa1,3,4.
Según la literatura, el signo del acordeón se reporta en un 4-19% de los pacientes con CPM constatada. Posee una sensibilidad y una especificidad para infección por C. difficile del 38% y el 61%, respectivamente2. Dada la gravedad y la potencial letalidad de esta infección, cuya incidencia ha aumentado en las últimas décadas, es fundamental arribar al diagnóstico3.
Por lo antes citado, es imprescindible tener en cuenta los antecedentes y los datos clínicos del paciente.
Resulta de gran importancia conocer e identificar este signo radiológico, ya que su presencia traduce inflamación colónica grave y, en el contexto clínico apropiado, permite orientar a diagnósticos diferenciales específicos. En pacientes con infección por C. difficile, su oportuna identificación puede evitar un desenlace fatal.
Correspondencia: María M. Palacios E-mail: mmercedespalacios@gmail.com