Ensayo Iconográfico
Biopsias pelvianas percutáneas: guía iconográfica de abordajes seguros
Percutaneous pelvic biopsies: An illustrative guideline for safe approaches
Biopsias pelvianas percutáneas: guía iconográfica de abordajes seguros
Revista argentina de radiología, vol. 86, núm. 2, pp. 124-134, 2022
Sociedad Argentina de Radiología
Recepción: 05 Agosto 2020
Aprobación: 03 Enero 2021
Resumen: Las biopsias percutáneas a nivel de la pelvis plantean un desafío dada la compleja anatomía regional. El conocimiento de las estructuras afectadas y el tipo de lesión a intervenir son algunos de los aspectos que van a influenciar la técnica que se utilice. Se han propuesto distintas vías de abordaje, pero aún carecen de sistematización. El objetivo de este artículo es destacar accesos seguros ejemplificando con casos ilustrativos de nuestra institución. Además, agregamos comentarios basados en nuestra experiencia.
Palabras clave: Biopsia percutánea, Radiología intervencionista, Tomografía computada, Ecografía.
Abstract: Pelvic percutaneous biopsies are challenging due to complex regional anatomy. Knowledge of affected structures and lesion type are some of the aspects that will condition the technique applied. Different approaches to pelvic percutaneous biopsies have been proposed, but still lack systematization. The aim of this article is to highlight safe approaches supported with illustrative cases. Furthermore, we provide opinion based on our experience.
Keywords: Percutaneous biopsy, Interventional radiology, Computed tomography, Ultrasound.
Introducción
Las biopsias percutáneas (BP) guiadas por imágenes han demostrado ser procedimientos seguros y efectivos. Comparadas con las biopsias quirúrgicas, tienen menor morbimortalidad asociada y menor tiempo de recuperación tras la intervención. El éxito de estas prácticas se basa en su correcta planificación, el conocimiento de la anatomía y la experiencia del médico actuante1,2. La toma de muestra mediante accesos seguros es fundamental para evitar complicaciones tanto intraprocedimiento como post procedimiento. Por ejemplo, las BP de tumores primarios del sistema musculoesquelético mal planificadas y ejecutadas tienen una consecuencia negativa en las cirugías de salvataje de miembro3.
El siguiente trabajo tiene como objetivo graficar en forma práctica los principales abordajes pelvianos teniendo en cuenta la anatomía regional, y ejemplificando con casos de nuestra institución. En forma adicional, realizamos comentarios basados en nuestra experiencia.
Discusión
La obtención de material biológico mediante agujas a través de la piel se denomina BP. Estos procedimientos son guiados por imágenes, habitualmente ecografía y tomografía computada (TC). Las BP se dividen en dos subtipos: aspiración con aguja fina (18-25 G), ideal para estudio citológico, y biopsia con aguja gruesa (9-18 G), para estudio histológico de un fragmento de tejido. Las indicaciones para la BP son el estudio de enfermedad difusa de un órgano, establecer la naturaleza de lesiones indeterminadas, categorizar lesiones malignas mediante análisis inmunohistoquímico, estadificar la enfermedad oncológica, estudio biomolecular y estudio microbiológico ante la sospecha de infecciones. En cuanto a las contraindicaciones, destacan la coagulopatía no corregible y la falta de acceso seguro2,4.
Técnica
Existen dos técnicas básicas para la toma de muestra: directa (Fig. 1) o coaxial (Fig. 2). En la primera, la aguja se introduce directamente en la lesión para la obtención de material biológico5. En la segunda, se introduce una aguja que sirve como guía hasta la lesión, y por dentro de esta se introduce otra aguja más fina para la obtención de material. Este último mecanismo permite el acceso seguro a la lesión, disminuyendo el número de punciones requeridas, el disconfort del paciente, la duración del procedimiento, el riesgo de siembra tumoral y las posibilidades de sangrado. Su uso está particularmente indicado para biopsias de lesiones profundas5,6,7. Ante una hemorragia, es posible utilizar agentes embolizantes mediante la aguja introductora6. En nuestra experiencia, la técnica coaxial se utiliza cuando debemos biopsiar un tumor en la cavidad pelviana, una lesión ósea endomedular de baja densidad con cortical indemne, en lesiones profundas respecto al plano cutáneo o cuando se requiere hacer una biopsia transósea.
El uso de anestésico local (lidocaína al 1%) es de vital importancia para llevar a cabo las BP. Deberá aplicarse en la piel, el periostio y la superficie peritoneal1,5,8,9,10.
Selección de la aguja
La selección de la aguja varía ampliamente según las características de la lesión, las estructuras adyacentes y la disponibilidad tanto institucional como comercial.
Las agujas gruesas se emplean para obtener material para estudio histológico; también son preferidas, por su rigidez, para intervenir huesos4,5,7,8. En casos especiales, como lesiones óseas escleróticas o huesos con cortical engrosada, el uso de martillo o de taladro eléctrico facilita la toma de muestra10,11. Para las biopsias de lesiones de partes blandas o ganglios, las agujas de corte automáticas y semiautomáticas tienen un rol protagónico. Ambas presentan un mecanismo basado en resortes para el corte y la extracción de tejido. Las agujas automáticas tienen una acción de corte más rápida y efectiva. Este mecanismo, una vez gatillado, impulsa automáticamente el trocar interno a través de la lesión, seguido inmediatamente de la cánula externa para el “corte” del tejido (Fig. 3). Debido a esto, es difícil predecir el alcance final del trocar interno. En cambio, el trocar interno de las agujas semiautomáticas es impulsado manualmente mientras que la cánula externa “corta” el tejido una vez accionado el mecanismo. La diferencia en el despliegue del trocar interno hace que los sistemas semiautomáticos sean más seguros para abordar lesiones adyacentes a estructuras vitales. Cabe destacar que el despliegue manual del sistema semiautomático puede causar el desplazamiento distal de la lesión, en detrimento de la calidad de la muestra (Fig. 4) (7,12. Por estas diferencias, nuestro equipo prefiere el uso de agujas semiautomáticas para una mejor visualización y un mayor control del rango de corte.
Las agujas finas se emplean, preferentemente, para estudio citológico, mediante aspiración. Por su grosor, son de difícil manejo ya que tienden a arquearse por falta de rigidez. No obstante, son más seguras4,5,7,8.
Método de guía
La guía imagenológica casi siempre se limita a ecografía o TC. El uso de un método u otro dependerá de la experiencia del operador y será adecuado caso a caso9,13. El método elegido deberá brindar una visión clara de la anatomía regional, ser cómodo para el manejo del paciente intraprocedimiento y permitir la detección temprana de complicaciones para su manejo oportuno. Además, debemos limitar la exposición a radiación ionizante. Las diferencias entre la ecografía y la TC ya han sido expuestas en otras publicaciones4,9,13,14,15.
Abordaje de lesiones del sistema musculoesquelético
Como regla general, para intervenir una lesión ósea única, se deberán evitar los músculos glúteos y el recto femoral anterior. Estos músculos son esenciales para llevar a cabo una cirugía de conservación de miembro y su transgresión obligará al cirujano ortopedista a incluirlos en la resección3,16. Si su transgresión es inevitable, esta será por la porción más periférica posible17. Casi todas las lesiones óseas únicas deberán ser consideradas potencialmente como un sarcoma. Con excepción de unos pocos casos, es difícil poder descartar la presencia de un sarcoma en una lesión aislada18. Por ende, la planificación y la ejecución de la BP se consideran parte del esquema terapéutico quirúrgico. La vía de abordaje tiene que ser consensuada con el cirujano ortopedista, ya que el trayecto de la aguja será incluido en la resección para disminuir el riesgo de recurrencia por siembra16,17,18,19,20. Una BP mal planeada tiene un efecto negativo en la cirugía de conservación de miembro y puede afectar el esquema de quimioterapia y radioterapia3,17,18,21. En caso de presentar múltiples lesiones, el diagnóstico más probable es de metástasis y la BP podrá efectuarse de la forma más directa y accesible, ya que el paciente no recibirá una cirugía de conservación de miembro3,17,18,19. En nuestra institución, las decisiones sobre los tumores del sistema musculoesquelético son consensuadas en ateneo multidisciplinario (traumatólogos, oncólogos, clínicos, radioterapeutas, radiólogos y radiólogos intervencionistas).
Las vías de abordaje más seguras son por vía anterior o vía posterior, según la ubicación de la lesión (Figs. 5 y 6). Las BP del hueso ilíaco pueden realizarse por vía anterior (Fig. 7), posterior (Fig. 8) o transglútea frente a lesiones metastásicas (Fig. 9) (16,17,19. Entre las estructuras que deberán evitarse se destacan los vasos ilíacos, el nervio femoral, el nervio femorocutáneo, el plexo nervioso lumbosacro y las vísceras pelvianas. Las lesiones periacetabulares también pueden abordarse por acceso anterior (Figs. 10 y 11) o posterior (Fig. 12). En estos casos deberán respetarse, además, los vasos femorales y el nervio obturador por delante, al igual que los vasos glúteos y el nervio ciático por detrás. Si la lesión se encuentra a nivel del pubis (Fig. 13), corresponde resguardar el paquete vasculonervioso femoral, obturatriz y los órganos pelvianos. En cambio, las BP de lesiones del hueso sacro serán abordadas por vía posterior, tanto para el alerón (Fig. 14) como para el cuerpo (Fig. 15). En estos casos, habrá que cuidar los vasos ilíacos y los nervios sacros y lumbares bajos. Como reparo adicional, en el momento de biopsiar lesiones en la tuberosidad isquiática por vía posterior (Fig. 16) se deberán sortear los nervios pudendo y ciático3,22,23,24.
Abordaje de lesiones intrapelvianas
Como pauta, al planificar una BP de una lesión intrapelviana se deberá reparar en los vasos, los nervios y en las vísceras pelvianas. Cabe destacar que la peristalsis intestinal puede condicionar el éxito del procedimiento. Ante el avance de la aguja, se deberá corroborar la posición de las asas intestinales (especialmente si la BP se realiza con TC). (1 En caso de ser necesario, la hidrodisección o la neumodisección pueden ser útiles para desplazarlas25,26,27,28.
Los accesos para BP pueden ser por vía anterior, lateral o posterior. El abordaje transabdominal anterior (Fig. 17) o lateral (Fig. 18) es útil para alcanzar lesiones ubicadas a nivel paravesical, cadenas ilíacas comunes o imágenes mesentéricas. En caso de utilizar esta vía, se deberá evitar lesionar los vasos epigástricos inferiores, la arteria ilíaca circunfleja profunda, los vasos ilíacos y los órganos de la pelvis1,29.
Para intervenir lesiones en la superficie medial del músculo psoas ilíaco es conveniente buscar acceso por vía anterolateral extraperitoneal (Fig. 19) (1,29,30. Al usar este acceso habrá que evitar lesionar la arteria ilíaca circunfleja profunda, el nervio femoral, el uréter y los vasos ilíacos. La vía anterolateral extraperitoneal es una alternativa para acceder a lesiones que por vía transabdominal no podrán ser intervenidas debido a interposición del intestino1,29.
En cuanto al abordaje posterior, la vía transglútea (también llamada transciática) permitirá realizar BP de lesiones ubicadas por detrás de la vejiga o en topografía perirrectal. El acceso puede ser posterior propiamente dicho (Fig. 20) o posterolateral (Fig. 21). Por vía posterior, la intervención deberá efectuarse lo más cerca posible del sacro a través del ligamento sacroespinoso. Una de las virtudes de este abordaje es que respeta el peritoneo. No obstante, al tener que realizarse en posición prono, puede resultar incómoda para algunos pacientes. Como alternativa, el posicionamiento puede ser en decúbito lateral1,29,31,32. Se deberá evitar lesionar los nervios sacros, el nervio ciático, los vasos glúteos e ilíacos, y el recto1,29.
Las lesiones paravaginales, perirrectales o prostáticas también podrán ser intervenidas en forma transvaginal (Fig. 22) o transrectal (Fig. 23). En ambos casos deberá contarse con medidas higiénicas adicionales y preparación antibiótica previa. Si el acceso es transvaginal, se podrá usar anestésico tópico o vaginal submucoso inyectable. Sin embargo, esta técnica puede resultar incómoda. Las biopsias transrectales suelen ser mejor toleradas que las transvaginales28,29,33,34.
Para realizar BP de lesiones localizadas en el espacio presacro (Fig. 24), o cadenas ilíacas comunes (Fig. 25) que no puedan ser alcanzadas con los accesos ya descritos, se utiliza la vía transósea. Se deberá avanzar una aguja gruesa (11-18 G) para trabajar en forma coaxial. Al utilizar esta vía es crucial ubicar y evitar los forámenes sacros, al igual que los vasos gonadales y el uréter. Cuando deba usarse esta técnica, el bloqueo anestésico perióstico es de vital importancia1-35. Hay que considerar que la distancia entre la lesión y el hueso puede condicionar el éxito del procedimiento. Una mayor distancia entre ambos requiere más delicadeza al atravesar el hueso, ya que un desvío o un mal posicionamiento de la aguja requerirán una nueva osteotomía36.
Complicaciones
Las complicaciones pueden clasificarse acorde a su gravedad, por región u órgano intervenido. Las complicaciones generales más frecuentes son reacción vasovagal, infección del sitio intervenido, sangrado, punción inadvertida de estructuras adyacentes, dolor regional y siembra tumoral en el trayecto de la aguja2,4,5,13. Los sangrados significativos son raros y pueden ser tratados en forma endovascular o, en última instancia, quirúrgica4. La punción de estómago o de intestino delgado con una aguja fina suele ser bien tolerado, pero habrá que prestar especial atención para no punzar el colon por el riesgo de peritonitis; en caso de punzarlo, se deberá realizar antibioticoterapia profiláctica1,4,14,28,29.
Conclusiones
Presentamos en forma gráfica y práctica los principales abordajes para realizar BP de lesiones pelvianas mediante casos propios. Realizamos comentarios basados en nuestra experiencia para complementar y enriquecer la discusión.
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Notas
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Notas de autor
Correspondencia: Juan Bautista Del Valle E-mail: delvallejuanbautista@gmail.com.
Declaración de intereses