Reseñas
Elecciones y partidos en América Latina en el cambio de ciclo
Elecciones y partidos en América Latina en el cambio de ciclo
Revista SAAP, vol. 13, núm. 1, pp. 204-207, 2019
Sociedad Argentina de Análisis Político
Alcántara Manuel, Buquet Daniel, Tagina María Laura. 2018. Madrid. CIS. 512pp. |
---|
La Ciencia Política ha consensuado, a partir de los escritos de Dahl (1989), los requisitos necesarios que debe reunir una democracia que permiten distinguirla de otros regímenes políticos: derecho al voto, derecho a ser electo, elecciones libres y justas, libertad de asociación, libertad de expresión, entre otros. En otras palabras, la celebración de elecciones regulares, libres y competitivas mediadas por reglas preestablecidas en donde se requiere que los partidos políticos viabilicen las decisiones y preferencias de los electores.
«Elecciones y partidos en América Latina en el cambio de ciclo», bajo la edición de Manuel Alcántara, Daniel Buquet y María Laura Tagina, indaga de manera exhaustiva y precisa los procesos electorales y los sistemas de partidos de América Latina en los últimos cinco años.
¿Cuáles son las características principales de los sistemas de partidos en la región? ¿Cuáles son los acontecimientos que han generado cambios significativos en los sistemas políticos? ¿Cuáles fueron los impactos generados por los resultados electorales sobre los sistemas de partidos? Estos son algunos de los interrogantes que la presente edición busca responder, representando así un valioso aporte teórico y empírico.
Estructurado en 20 capítulos, este estudio da cuenta de las elecciones presidenciales y legislativas entre el 2013 y los primeros meses de 2017 en 18 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Tal como señalan los editores, exceptuando México -sólo celebró elecciones legislativas en 2015- el resto de los países mencionados eligió presidente durante el período estudiado; y 15 de ellos renovaron de forma simultánea sus parlamentos, mientras que El Salvador y Venezuela celebraron sus contiendas presidenciales y legislativas en años diferidos.
Si bien el énfasis está puesto en los sistemas de partidos, no quedan fuera del análisis variables e indicadores claves para entender la política regional; entre los indicadores utilizados se distinguen aquellos referidos a los partidos y sistemas de partidos: índice de fragmentación, número efectivo de partidos , índice de nacionalización de partido, índice de nacionalización del sistema de partidos e índice de volatilidad; y aquellos que hacen referencia a la competencia, participación y representación electoral: competitividad electoral, ubicación ideológica, concentración electoral, alternancia presidencial, participación electoral (tasa de concurrencia a las urnas), representación de las mujeres (leyes de cupo y paridad de género) y derecho al voto de ciudadanos residentes en el exterior. Muchos de ellos constituyen una innovación en los respectivos sistemas electorales.
El libro permite no solo una lectura acabada del análisis político electoral de América Latina en los últimos cinco años, sino también una lectura particular y pormenorizada de cada país de la región.
Cada capítulo representa un estudio de caso donde se destaca el entrecruzamiento de las variables antes mencionadas y el contexto político-económico que distinguen las particularidades de cada uno de los países; los mismos se presentan ordenados alfabéticamente.
En la introducción, los editores detallan minuciosamente las variables e indicadores utilizados en el presente análisis comparado de los procesos electorales.
En el capítulo dedicado a Argentina, María Laura Tagina , a partir de la descripción minuciosa de las reglas y los resultados de la contienda electoral de 2015, busca responder en qué medida dichas elecciones representaron un punto de inflexión en las distintas tendencias que manifestaba el sistema de partidos a nivel nacional, tanto para la competencia presidencial como para la legislativa.
Nataly Viviana Vargas Gamboa observa la configuración del mapa electoral boliviano a partir de la reelección de Evo Morales en 2009, haciendo foco en los resultados electorales de 2014 y teniendo en cuenta las principales propuestas programáticas, las campañas electorales dentro y fuera del país, el proceso de selección de candidatos, las reglas electorales y los conflictos producidos durante el escrutinio.
Desde Brasil, Rachel Meneguello y Monize Arquer analizan el resultado de las elecciones de 2014 haciendo hincapié en las restricciones objetivas del sistema electoral y del sistema de partidos y su impacto sobre el funcionamiento del sistema representativo. Asimismo, a partir de la dinámica partidaria donde el PT y el PSDB constituyen vías de articulación y representación popular, estudian cómo se estructuró la competencia electoral a nivel estatal y la influencia en la composición de alianzas regionales y locales, así como también dan cuenta de las circunstancias que debilitaron el apoyo al gobierno del PT que terminó con la destitución de Dilma Rousseff.
David Altman y Rossana Castiglioni estudian los resultados electorales chilenos a la luz de la reformulación del sistema electoral utilizado desde la transición a la democracia en 1990. En ese sentido analizan los legados del sistema binominal, la reforma electoral de 2015 y los resultados electorales producidos en ese contexto.
En el capítulo destinado a Colombia, Adriana Ramírez Baracaldo indaga los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas de 2014 a partir de la reconfiguración del sistema de partidos. Asimismo, explora las implicancias que el proceso de paz con las FARC y el plebiscito sobre el Acuerdo Final generaron en el sistema político y partidario colombiano, principalmente como configuración de un nuevo escenario político.
Ilka Treminio Sánchez analiza las transformaciones en la representación producidas en Costa Rica, a la luz de las elecciones presidenciales y legislativas de 2014 y las de 2016 para elegir a más de 6.000 cargos municipales. Al mismo tiempo, da cuenta del impacto del paso de un sistema bipartidista a uno multipartidista moderado, fundamentalmente en una sociedad política con dificultades para conformar coaliciones de gobierno.
Por su parte, Simón Pachano identifica los «elementos de continuidad y cambio derivados de las elecciones ecuatorianas» llevadas a cabo en 2013, 2014 y en 2017, y analiza el impacto del retorno del clivaje territorial en la política del país. Asimismo, reflexiona sobre la continuidad de la Revolución Ciudadana, proceso político iniciado por Rafael Correa en 2007.
En el capítulo sobre El Salvador, Sonia Rubio, analiza el impacto de los resultados electorales de 2014 y 2015 en el sistema político, teniendo en cuenta los cambios en las reglas electorales y las características del sistema de partidos volatilidad reducida y máxima polarización-.
Secundino González, aborda las elecciones guatemaltecas de 2015, en un contexto atravesado por denuncias de corrupción que le valieron el cargo al presidente Pérez Molina, movilización social, reclamos por la transparencia en el uso del financiamiento político y las modificaciones de las reglas electorales. Analiza también, como dato destacado, la alta tasa de transfuguismo parlamentario ostentada en el país.
Asimismo, Cecilia Rodríguez tiene por objetivo describir la evolución del sistema político hondureño a partir de los últimos procesos electorales, haciendo hincapié en las rupturas -fin de la mayoría legislativa y del bipartidismo, quiebre del Partido Liberal- y continuidades generadas por las elecciones generales de 2013.
En el capítulo sobre México, Igor Vivero Ávila busca describir cómo se ha comportado el sistema de partidos en el ámbito electoral, así como también conocer qué reglas se han utilizado y qué cambios fueron incorporados (principio de paridad de género y candidaturas independientes) en los comicios llevados adelante en 2015.
Por su parte, Salvador Martí i Puig, en el apartado sobre Nicaragua, analiza los comicios de 2016, a partir de tres elementos claves: la evolución del sistema electoral desde 1990, las características del régimen instaurado y la capacidad de manipulación de las autoridades sandinistas respecto del Poder Judicial y de la gobernanza electoral, teniendo en cuenta a su vez, la ausencia de incertidumbre de los comicios.
Mélany Barragán Manjón dedica el capítulo sobre Panamá a describir las elecciones de 2014 haciendo foco en aspectos institucionales, la coyuntura económica y los actores intervinientes. Destaca también la gran cantidad de impugnaciones presentadas, relacionadas con la falta de transparencia en el uso de fondos públicos durante la campaña.
El capítulo sobre Paraguay está a cargo de Sara Patricia Cerna Villagra y Juan Mario Solís Delgadillo, quienes ponen de manifiesto cómo las continuidades y cambios experimentados por el inestable sistema político paraguayo han impactado en los últimos procesos electorales, principalmente la contienda llevada adelante en 2013.
Mientras que Fernando Tuesta Sol-devilla reconstruye los momentos claves de la campaña electoral peruana de 2016 y los resultados electorales a la luz de una ciudadanía dividida por el clivaje fujimorismo - antifujimorismo.
Ante un sistema partidario dominado por el bipartidismo, Ana Belén Benito Sánchez dedica el apartado sobre República Dominicana a examinar las reglas electorales utilizadas en los comicios de 2016 y a analizar los límites de la institucionalización política del país, acompañados de un electorado de carácter conservador que brinda un fuerte apoyo a los partidos tradicionales.
Daniel Buquet y Asbel Bohigues buscan explicar, desde los resultados de la contienda uruguaya de 2014, la continuidad de los procesos electorales a partir de los cambios sufridos por el sistema de partidos desde la vuelta a la democracia. Al mismo tiempo analizan la distribución territorial de los votos partidarios para comprender «la competencia interpartidaria y la distribución de apoyos electorales a lo largo del país».
Juan M. Trak dedica el capítulo sobre Venezuela a analizar, a partir de cuatro ejes -el contexto sociopolítico, las reglas electorales, los mecanismos de selección de candidatos y los resultados de los comicios de 2013 y 2015-, los desafíos que enfrenta el sistema político venezolano y los posibles escenarios que de ello surjan.
Finalmente, los editores dedican el último capítulo a «recorrer las últimas décadas de práctica electoral para observar regularidades y tendencias» y así analizar los desafíos que enfrentan los sistemas de partidos de la región.
El presente volumen constituye un aporte fundamental al estudio de la política electoral y los partidos políticos y resulta de lectura obligatoria, no solo para todos/as aquellos/as que trabajen estas temáticas sino para quienes pretenden tener una mirada acabada y global sobre los acontecimientos políticos electorales del último lustro en América Latina.