Artículo
La representación de género en los gabinetes de gobierno -RGGG: Una revisión de literatura enfocada en América Latina (1997-2023) Gender Representation in Government Cabinets -GRGC:
A Literature Review Focusing on Latin America (1997-2023)
La representación de género en los gabinetes de gobierno -RGGG: Una revisión de literatura enfocada en América Latina (1997-2023) Gender Representation in Government Cabinets -GRGC:
Revista SAAP, vol. 18, no. 1, pp. 101-129, 2024
Sociedad Argentina de Análisis Político
Received: 04 June 2023
Accepted: 20 April 2024
Resumen: Los estudios que abordan la representación de género en los gabinetes de gobierno han crecido en los últimos años en todo el mundo y América Latina no ha sido la excepción. Sin embargo, la literatura que se enfoca en esta región se muestra con frecuencia desarticulada y con escasa comunicación entre sí. Esta nota presenta una revisión de 39 trabajos escritos entre 1997 y 2023 que abarcan diversas regiones del mundo y toman como variable dependiente la proporción de mujeres en los gabinetes. A partir de una comparación sistemática entre los trabajos enfocados en América Latina y la literatura internacional se destacan una serie de limitaciones de los estudios de la región que servirán de actualización y puntapié para futuras contribuciones.
Palabras clave: Gabinetes nacionales, América Latina, Género, Representación, Presidencialismo.
Abstract: Studies that address gender representation in government cabinets have grown in recent years around the world and Latin America has not been the exception. However, the literature that focuses on this region is often disjointed and has little communication between them. This note presents a review of 39 works written between 1997 and 2023 that cover various regions of the world and take the proportion of women in cabinets as a dependent variable. Based on a systematic comparison between works focused on Latin America and international literature a series of limitations of studies of the region are highlighted that will serve as an update and kickstart for future contributions.
Keywords: National Cabinets, Latin America, Gender, Representation, Presidentialism.
1. Introducción
“Because it’s 2015”2
Los estudios que analizan la representación de género en los gabinetes de gobierno -en adelante RGGG- han crecido en los últimos 30 años desde seminales trabajos hacia fines de los 80 y 90 (J. M. Martin, 1989; Moon & Fountain, 1997; Reynolds, 1999; Siaroff, 2000; D. T. Studlar & Moncrief, 1997), hasta otros más recientes (Armstrong et al., 2023; Barragán & Rodríguez, 2023; Gatto et al., 2022; Höhmann, 2022; Kroeber & Hüffelmann, 2022; Nyrup et al., 2023), buscando dar claridad a un proceso que acontecía en todo el mundo: el crecimiento de la participación de las mujeres en los ministerios (Annesley et al., 2019; Arriola & Johnson, 2014; Beckwith & Franceschet, 2022; Bego, 2014; Borrelli, 2010; Claveria, 2014; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2016; Krook & O’Brien, 2012; Stockemer & Sundström, 2018).
Esta literatura ha sido especialmente exhaustiva para los sistemas parlamentarios o semi-presidenciales de Europa Occidental o de países de la OECD3 (Annesley, 2015; Annesley & Gains, 2010; Baumann et al., 2019; Beckwith & Franceschet, 2022; Behr & Michon, 2013; Claveria, 2014; Davis, 1997; Field, 2020; Goddard, 2021; Heppell, 2012; Höhmann, 2022; J. R. Martin, 2018; O’Brien et al., 2015; Scherpereel et al., 2020; D. Studlar & Moncrief, 2002; Tremblay, 2012; Whitford et al., 2007) y también han sido crecientes los estudios que incluyen o comparan sistemas presidenciales y parlamentarios (Annesley et al., 2019; Armstrong et al., 2023; Bego, 2014; Krook & O’Brien, 2012; Nyrup et al., 2023; Reynolds, 1999; Siaroff, 2000; Stockemer, 2017; Stockemer & Sundstrom, 2018; Whitford et al., 2007). Sin embargo, los trabajos que incluyen sólo los regímenes presidenciales de otras regiones del mundo como África (Arriola & Johnson, 2014; Bauer & Darkwah, 2021; Kroeger & Kang, 2022), América Latina (Basabe-Serrano, 2020; Canelo, 2020, 2021; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2005; Gatto et al., 2022; Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2017, 2021; Taylor-Robinson & Gleitz, 2018), Asia (Lee & McClean, 2022; Lee & Park, 2018) o los Estados Unidos (Borrelli, 2002, 2010; J. M. Martin, 1989) son menos numerosos y además permanecen desconectados entre sí. Finalmente, existe un último conjunto de trabajos de larga data en el que se puede agrupar a aquellos que han observado los gabinetes en los niveles subnacionales en países federales como Alemania (Höhmann, 2022), Canadá (D. Studlar & Moncrief, 2002; D. T. Studlar & Moncrief, 1997; Tremblay, 2012) o Argentina (Barnes et al., 2019; Canelo, 2020).
Todos estos trabajos buscaron responder a múltiples preguntas. Un grupo se focalizó principalmente en el estudio de las carreras políticas de las ministras y sus características sociológicas (Curtin et al., 2023; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2015; M. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2009; Kroeber & Hüffelmann, 2022; Lee & McClean, 2022; J. M.
Martin, 1989). Otro grupo estudió los efectos del aumento del número de mujeres en los gabinetes sobre un conjunto de cuestiones como las políticas públicas (Atchison, 2010, 2015), la participación ciudadana (Liu & Banaszak, 2017), la duración de los gobiernos (J. R. Martin, 2018), la duración de las mujeres en los gabinetes (Beckwith & Franceschet, 2022; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2015) o sobre el tipo de designaciones que realizan las ministras una vez en el poder (Field, 2020). En todos estos casos se utilizó la proporción numérica de las ministras en el gabinete como una -o, en muchos casos, la principal- variable independiente.
A diferencia de estos trabajos, el objetivo principal de esta nota consiste en dar cuenta del estado general del conocimiento sobre los factores que condicionan la RGGG, es decir, sobre sus causas. Para ello se revisa y sistematiza esta literatura y se organiza de acuerdo con el peso que han tenido las variables para explicar los diferentes niveles de representación. Asimismo, se busca mostrar la necesidad de realizar estudios cualitativos comparados que den cuenta de la complejidad causal de los procesos de incorporación de mujeres en los gabinetes presidenciales. Para esto, se realizó una búsqueda de la literatura relevante utilizando el método de seguimiento de citas (Hirt et al., 2021). Este recolecta referencias a partir de una “referencia semilla”. Luego se realiza el seguimiento de citas directo hacia atrás y hacia adelante. El seguimiento hacia atrás consiste en identificar las referencias vinculadas a la temática dentro de aquellas citadas por la referencia semilla. Por su parte, el seguimiento hacia adelante consta de la selección de aquellas referencias que citan a la referencia semilla. Ambos procedimientos constan de varias etapas de iteración. En este proceso de iteraciones se van renovando las referencias semilla.
Para esta revisión, las referencias semilla han sido, en primer lugar, los trabajos que analizan la representación de género en los gabinetes de América Latina (Barnes et al., 2019; Basabe-Serrano, 2020; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2015, 2016; Reyes-Housholder, 2016; Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2017), comenzando por los más antiguos (M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2005; M. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2009) y, en segundo lugar, algunos trabajos comparados cuantitativos que abarcan una gran cantidad de casos a la largo del globo (Claveria, 2014; Krook & O’Brien, 2012; Reynolds, 1999; Siaroff, 2000). Asimismo, en la primera etapa se identificaron los trabajos que contuvieran en el título palabras asociadas a la temática buscada: “gabinetes”, “mujeres”, “género”, “representación”, “gobierno”. En una segunda etapa se detectaron algunos que, aunque no incluyeran esas palabras, fueran citados por numerosos trabajos.
Este proceso condujo a un total de 70 trabajos4, entre los cuales se seleccionaron 39 que tienen como variable dependiente la proporción de mujeres en los gabinetes de gobierno o alguna versión más sofisticada de esta medida. Los trabajos seleccionados fueron escritos entre los años 1997 y 2023, abarcan diversas regiones del mundo5 y se presentan en la Tabla 1 en la próxima sección.
La nota se organiza del siguiente modo, en la sección siguiente se realiza una brevísima descripción del modo en el que se ha medido la RGGG como representación descriptiva. A continuación, se presenta el análisis de las variables que han sido más estudiadas por la literatura. Y finalmente se presenta, a modo de conclusión, una enumeración de los límites de los estudios sobre RGGG en América Latina.
La representación de género gabinetes de gobierno
La mayoría de los estudios que buscan explicar la RGGG se han enfocado en la representación descriptiva (Dovi, 2015; Pitkin, 1967). Es decir, sobre la distribución numérica de los miembros del gabinete sobre una característica principal: el sexo. El modo más frecuente de hacerlo ha sido observar el efecto de alguna variable sobre la proporción de mujeres en el gabinete (Arriola & Johnson, 2014; Claveria, 2014; Siaroff, 2000; Stockemer & Sundström, 2018; Tremblay, 2012). Otro grupo observó además de la distribución de sexo, el prestigio -o importancia- (Basabe-Serrano, 2020; Bego, 2014; M. C. Escobar-Lemmon
Taylor-Robinson, 2005; Field, 2020; Goddard, 2019; Krook, 2010b; Rashkova & Zankina, 2019; D. Studlar & Moncrief, 2002) o el género (M. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2009) de las carteras a las que las ministras fueron designadas. Unos pocos trabajos se centraron en solo alguna cartera con una importancia destacada (Armstrong et al., 2023; Barnes & O’Brien, 2018). Y finalmente 4 trabajos (Krook & O’Brien, 2012; Molina, 2023; Nyrup et al., 2023; Reyes-Housholder, 2016) consideraron las dos dimensiones. El más sofisticado (Krook & O’Brien, 2012) creó un índice que condensa ambas en una sola medida: el índice de poder de género o GPS (por sus siglas en inglés: Gender Power Score). Otros dos trabajos aplican respectivamente esa medida a los gabinetes de América Latina (Molina, 2023) y a 177 países (Nyrup et al., 2023).
Por otro lado, tal como lo muestra la Tabla 1, tan solo el 10% de los trabajos tiene un enfoque cualitativo. Se trata de dos estudios de caso (Adams et al., 2016; Jalalzai & dos Santos, 2015) y de dos estudios comparados (Beckwith & Franceschet, 2022; Franceschet & Thomas, 2015). Esto es importante por las características del enfoque cuantitativo que dificultan desarrollar una mirada global sobre las causas de la RGGG. La primera característica consiste en que estos trabajos están enfocados en evaluar los efectos de las causas en lugar de observar las causas de los efectos, es decir que buscan estimar el efecto promedio de una -o varias- variable independiente sobre una dependiente (Mahoney & Goertz, 2006). Ello implica la segunda característica que es que la causalidad suele ser aditiva -con ocasionales interacciones-. Esto dificulta observar caminos causales diversos. Información anecdótica sobre la conformación de los gabinetes paritarios de Álvaro Uribe y Michelle Bachelet, sugiere la presencia de diversos caminos causales para este fenómeno (Molina, 2023).
Las explicaciones sobre la representación de género en los gabinetes de gobierno
Como se mencionó, la mayoría de los estudios seleccionados observan los efectos de alguna variable sobre la proporción de mujeres en el gabinete. Estas variables se pueden distinguir en dos grandes grupos de trabajos. En el primer grupo se encuentra gran parte de la literatura que concibe a la representación de las mujeres en las instituciones políticas en un sentido amplio (Norris, 1987) y ha tendido a organizar los factores en términos de “oferta” y “demanda” (Basabe-Serrano, 2020; Bego, 2014; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2005; Sotoma-yor Valarezo & Huertas-Hernández, 2021). Del lado de la “oferta” se han agrupado a aquellas variables que determinan el conjunto de posibles candidatos/as a ocupar un cargo, mientras que la “demanda” agrupa a aquellas relacionadas con las necesidades que deben cubrir los líderes al conformar su gabinete. Si bien esta distinción puede ser útil para fines analíticos -especialmente para la selección de candidatos/as electivos para los que se utilizó originalmente (Norris, 1987) - la literatura sobre gabinetes ha tendido a clasificar dentro del primer conjunto a elementos bastante disímiles, como variables socioeconómicas -participación femenina en la fuerza de trabajo o niveles de acceso a la educación-, con aquellas vinculados al acceso a las instituciones políticas, como los niveles de participación de las mujeres en los parlamentos. Aquí se plantea que esta distinción puede oscurecer más que aclarar el estudio de los factores que influyen sobre la RGGG.
El segundo grupo distingue tres categorías de variables: las socioculturales, las vinculadas a las instituciones políticas, y aquellas vinculadas con la representación en la política (Claveria, 2014; Krook & O’Brien, 2012). Las primeras se refieren, de modo amplio, al estatus económico y social de las mujeres y a la ruptura de los valores tradicionales de una sociedad. Las variables institucionales buscan analizar el modo en el cual la estructura de las instituciones políticas condiciona a los formadores de gobierno. Y finalmente, aquellas vinculadas a la representación en la política se enfocan en el modo en el cual la presencia de las mujeres en las élites políticas configura una oferta y demanda de las mujeres en los gabinetes (Claveria, 2014; Krook & O’Brien, 2012). Este trabajo presenta una versión simplificada de esta desagregación de variables y agrupa en un solo conjunto a aquellas que operan sobre las instituciones políticas junto con las que la literatura estudió como de “representación en la política”. Esta categoría se denomina las variables institucionales. Por otro lado, agrupa a todas aquellas vinculadas a cuestiones que buscan medir el estatus económico y social de las mujeres en la sociedad bajo la etiqueta “no institucionales”. Los dos grupos de variables se ordenaron a partir del peso que tienen para explicar una mayor RGGG y posteriormente, al interior de cada conjunto se agruparon de acuerdo con la región que analizan: Europa Occidental; América Latina; y globales y el resto del mundo.
La Tabla 2, presentada a continuación, muestra las seis variables institucionales con mayor peso identificadas para la literatura internacional: 1. la participación de las mujeres en los parlamentos o congresos nacionales; 2. la ideología del partido del presidente o primer ministro/a (en adelante líderes de gobierno); 3. el género de este; 4. el tamaño de su apoyo legislativo; 5. el rol de los partidos políticos; y 6. los niveles de democracia que tiene un país al momento de conformación de un gabinete. Posteriormente, la Tabla 3 muestra las cuatro variables “no institucionales”: 1. el paso del tiempo; 2. las variables socioeconómicas; 3. las culturales; y 4. aquellas vinculadas con elementos de difusión.
Las variables institucionales
a. La participación de las mujeres en los congresos
La variable institucional más ampliamente estudiada (30 trabajos) es el efecto que la proporción de mujeres en los parlamentos o congresos tiene sobre su representación en los gabinetes, ya sea como una de las variables independientes principales (Adams et al., 2016; Barnes & Jones, 2011; Basabe-Serrano, 2020; Bego, 2014; Gatto et al., 2022; Liu & Banaszak, 2017; Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2021; Stockemer, 2017) o como variable de control (Arriola & Johnson, 2014; Barnes & O’Brien, 2018; Högström, 2012; Kroeger & Kang, 2022; Molina, 2023; Nyrup et al., 2023; O’Brien et al., 2015; Reyes-Housholder, 2016; Scherpereel et al., 2020; Stockemer & Sundstrom, 2018, 2018). Esta relación se encontró consistentemente positiva y estadísticamente significativa en 27 de los 30 trabajos que lo analizaron. Y estos resultados se encontraron en todas las regiones analizadas. Los únicos casos donde hubo excepciones fueron en estudios por fuera de Europa Occidental -Asia (Lee & Park, 2018) y América Latina (Barnes et al., 2019; Barnes & Jones, 2011)-.
Por otro lado, algunos de los trabajos analizados compararon el tipo de sistemas de gobierno -parlamentarios o presidenciales- y encontraron que esa relación solo es positiva en los parlamentarismos (Whitford et al., 2007). Otros trabajos encontraron que esa relación es significativa en ambos sistemas de gobierno, pero es mayor para los parlamentarios (Stockemer, 2017). Así, vinculado con esto, y también más propio de los trabajos cuantitativos (Mahoney & Goertz, 2006) cabe destacarse la escasa atención prestada al estudio del mecanismo causal que vincula ambas variables. Los trabajos que observan la región presentan únicamente correlaciones entre los porcentajes de mujeres en los congresos y los porcentajes de ministras en los gabinetes de gobierno, ya sea para 18 países de la región a lo largo del tiempo (M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2005; Reyes-Housholder, 2016) o de manera longitudinal para un solo caso (Barnes & Jones, 2011; Basabe-Serrano, 2020; Gatto et al., 2022; Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2017, 2021). En los sistemas parlamentarios, en cambio, el mecanismo causal fue observado de un modo más exhaustivo. La literatura observó esta relación a partir de entender el tipo de reclutamiento de los sistemas como generalistas o especialistas (Annesley, 2015; Davis, 1997). En el primer caso, los ministros provienen principalmente del parlamento, tienen amplios antecedentes políticos y pueden moverse de una cartera a la otra (Siaroff, 2000). En los sistemas especialistas, en cambio, los ministros poseen un dominio técnico, un conocimiento de las alternativas programáticas y un entendimiento particular de las agencias de gobierno y su impacto sobre el mundo (Polsby, 1978). Generalmente son seleccionados por su expertise en un área de políticas particular, más que en relación con su experiencia política y provienen desde fuera del parlamento (Claveria, 2014). En los sistemas con reclutamiento generalista, es claro el mecanismo que vincula ambas instituciones. Es aquí donde se produce el contagio entre un cuerpo y el otro. Los trabajos que han analizado esta cuestión ubican a los sistemas presidenciales como especialistas por lo que un análisis más profundo de este mecanismo casual se vuelve necesario para la región.
b. La ideología del partido del presidente
La segunda variable más ampliamente analizada por la literatura (25 trabajos) es la ideología del partido del/a líder de gobierno. 15 de los 25 trabajos encontraron una relación positiva entre la presencia de líderes de gobiernos de partidos de izquierda y la proporción de mujeres en los gabinetes. La expectativa teórica en estos trabajos se relaciona con patrones históricos, se espera que los líderes de partidos de izquierda nominen a más mujeres, porque fueron estos partidos -laboristas y socialistas-, y el rol de difusión de la Internacional Socialista, los que impulsaron las primeras cuotas partidarias para las mujeres en todo el mundo (Krook, 2010a).
Sin embargo, esta aparente relativa equidad se vuelve diferente cuando lo distinguimos por regiones. Así, se vuelve más conclusivo el efecto positivo para Europa Occidental (Claveria, 2014; Goddard, 2021; O’Brien et al., 2015; Scherpereel et al., 2020; Siaroff, 2000; Stockemer & Sundstrom, 2018). Sólo 1 de los 9 que observan esa región no encontró una relación positiva, y se trata de un trabajo que estudia el nivel subnacional en Alemania (Höhmann, 2022). En cambio, para el resto de los trabajos los resultados son más ambiguos. Si observamos exclusivamente América Latina encontramos que sólo la mitad de los trabajos hallaron una relación positiva entre ambas variables.
Este hallazgo es importante porque esta división regional nos brinda otro elemento para entender la necesidad de enfocarse en América Latina. Esta región se caracteriza por tener una amplia variación en los niveles de institucionalización de los partidos políticos (Mainwaring, 2018), mientras que en los países de Europa occidental esto no ocurre. Así, es posible que la falta de resultados conclusivos se deba a la complejidad de interpretar la ideología de estos partidos en sistemas con bajos niveles de institucionalización, como por ejemplo el caso ecuatoriano, que es uno de los casos más observados (Basabe-Serrano, 2020; Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2017, 2021).
c. Género del presidente o primer ministro/a
La tercera variable (19 trabajos) es el efecto que tiene la presencia de mujeres líderes de gobierno sobre la RGGG. En este caso, el primer elemento para destacar es que para América Latina encontramos un mayor acuerdo sobre el peso que tiene este factor. En 4 de los 5 trabajos que lo analizan se encuentra evidencia que apoya esta relación. Más aún, es uno de los factores principales para varios trabajos (Gatto et al., 2022; Jalalzai & dos Santos, 2015; Reyes-Housholder, 2016). También está presente y es relevante para el caso chileno en un trabajo que compara Chile con España (Franceschet & Thomas, 2015).
Respecto de las expectativas teóricas, se pueden encontrar en la literatura dos mecanismos causales que vinculan esta variable con la RGGG que van en direcciones opuestas. El primero, aplicado a sistemas parlamentarios y semi-presidenciales, postula que las líderes mujeres enfrentan mayores restricciones que sus pares masculinos, lo que vuelve menos probable que tengan la libertad de designar a más mujeres en los gabinetes en caso de que quieran hacerlo (O’Brien et al., 2015). El otro mecanismo se desarrolla en la dirección contraria. Analizado por Reyes-Housholder (2016) quien lo aplicó a los presidencialismos de América Latina, planteó que las mujeres de las élites políticas poseen redes generizadas por las cuales tienden a interactuar y cambiar información más frecuentemente con otras mujeres, es decir, que sus redes de confianza tienen una proporción de mujeres más elevada por ello es más probable que designen a más mujeres.
d. Tamaño del apoyo político del/a líder de gobierno
La cuarta variable (15 trabajos) es el tamaño de apoyo político -principalmente legislativo- que quien lidera el gobierno tiene al momento de conformar su gabinete. Este elemento fue estudiado de dos formas por la literatura. En primer lugar, a partir de la composición del gobierno. Esto es, si se trata de gobiernos monocolor o de coalición (Arriola & Johnson, 2014; Claveria, 2014; Gatto et al., 2022; Krook & O’Brien, 2012; Stockemer & Sundström, 2018). Y, en segundo lugar, a través del apoyo legislativo del líder (Basabe-Serrano, 2018; M. C. Escobar-Lemmon & Taylor-Robinson, 2005; Molina, 2023; Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2017, 2021).
En estos trabajos la expectativa teórica consiste en que los primeros mandatarios con mayorías seguras no pagarán los costos de renunciar a los escasos asientos del gabinete que podrían dar a líderes de otros partidos para formar alianzas cuando dan un puesto a una mujer, por lo que pueden utilizar las designaciones para llegar a nuevos grupos de representación en caso de que elijan hacerlo y designar por ello a más mujeres. En cambio, los líderes sin mayoría, con mayorías pequeñas o gobiernos de coalición poco confiables, podrían enfrentar altos costos por designar mujeres, por lo que estas posiciones serán utilizadas para traer nuevos partidos al gabinete y formar gobiernos de coalición.
Respecto de los resultados, tanto los trabajos que se enfocan en América Latina, como la literatura internacional presentan datos ambiguos. En la mitad de los trabajos se encuentra alguna relación positiva mientras que en la mitad restante no hay relación o esta es incluso negativa.
e. El rol de los partidos políticos
La quinta variable es el rol de los partidos políticos y engloba dos subgrupos. El primero está estrechamente vinculado con la proporción de mujeres en el legislativo y observa el efecto contagio que podría generar esta variable sobre la RGGG, pero lo hace específicamente considerando la cuota femenina de cada partido con distintos grados de influencia en la formación de un gobierno. Algunos trabajos (Höhmann, 2022; D. T. Studlar & Moncrief, 1997; Tremblay, 2012) observan la proporción de mujeres que posee el partido del jefe de gobierno en el congreso. En otro, (Scherpereel et al., 2020) se analiza una medida que vincula la proporción de mujeres en los partidos en el gobierno respecto del total del cuerpo legislativo; y, finalmente, Gatto et al. (2022) mide la proporción de mujeres de cada partido en el gobierno.
En relación con los resultados, la mayoría de estos trabajos encontraron evidencia de que la representación se explica mejor por la proporción de género que los partidos aportan a los parlamentos más que por la participación parlamentaria en un sentido global (Scherpereel et al., 2020; D. T. Studlar & Moncrief, 1997; Tremblay, 2012). Sin embargo, el único trabajo que observa un caso de América Latina no encuentra una relación estadísticamente significativa.
El segundo subgrupo engloba dos trabajos que prestan atención a la dimensión partidaria a través de la observación de las actitudes de género que tienen los votantes del partido (Goddard, 2019, 2021). Ambos se enfocan en casos europeos y encuentran resultados positivos entre actitudes positivas de género entre los votantes del partido de gobierno y una mayor RGGG.
Los aspectos analizados en ambos subgrupos dan cuenta del escaso análisis que han tenido los estudios que se enfocan en América Latina respecto del rol que desempeñan los partidos en la selección de ministras representantes en el gabinete. Esto brinda un segundo elemento que da cuenta de la necesidad de ahondar en el estudio del rol de los partidos políticos sobre la RGGG.
f. Régimen político
Finalmente, la sexta variable (12 trabajos) es el régimen político. Específicamente, el nivel de democracia que posee un país al momento de conformar un gabinete de gobierno. En la Tabla 2, lo primero que resalta es la ausencia de trabajos que observan esto para América Latina. En comparación con otras regiones como África (Adams et al., 2016; Arriola & Johnson, 2014; Kroeger & Kang, 2022) o Europa central (Bego, 2014), esta ausencia resulta particularmente llamativa para una región que ha sufrido numerosos cambios en esta dimensión tanto a nivel regional como individual (Mainwaring & Pérez-Liñán, 2023).
Respecto de la expectativa teórica, varios trabajos (Arriola & Johnson, 2014; Krook & O’Brien, 2012; Reynolds, 1999) plantearon que es esperable que, en países con mayores niveles de democracia, el acceso de las mujeres a los gabinetes sea mayor. Sin embargo, sólo en la mitad de los trabajos se encontró una relación positiva.
En relación con el mecanismo causal, Kroeger y Kang (2022) plantearon que los autócratas -especialmente en autocracias con elecciones- tienen incentivos para designar a más mujeres en sus gabinetes porque esto ayuda a crear una fachada de democracia. La designación de mujeres brinda una señal pública de un compromiso con la equidad y la democracia tanto para audiencias domésticas como internacionales.
Variables no institucionales: Paso del tiempo, difusión y otros
La Tabla 3 presenta las variables no institucionales. En primer lugar, se incluyen las socioeconómicas. Tanto para América Latina como para el resto del mundo, las variables socioeconómicas: el nivel de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo (Arriola & Johnson, 2014), el nivel de desarrollo económico (Bego, 2014) o el nivel de población femenina económicamente activa (Basabe-Serrano, 2020), han tenido poco impacto en el aumento de la RGGG. En segundo lugar, las variables culturales se incluyen para destacar que no han sido analizadas para la región bajo estudio. En relación con los resultados, como puede observarse también son ambiguos. La tercera variable de este tipo es el efecto que los mecanismos de difusión como ideas provenientes de organismos internacionales como la CEDAW tienen sobre la representación de género. Esto ha sido evaluado sólo para estudios de caso (Basabe-Serrano, 2020) o pocos casos en la región (Sotomayor Valarezo & Huertas-Hernández, 2021), con resultados ambiguos. En contrapartida, la literatura internacional ha encontrado mayormente relaciones positivas entre ambas variables.
Finalmente, una última variable ampliamente analizada (16 trabajos) es el efecto que el paso del tiempo genera sobre la RGGG. En este caso, el mecanismo consiste en que hay una presión cada vez más mayor por gabinetes más representativos sobre los/as líderes de gobierno. Este factor se encontró consistentemente positivo, tanto para América Latina como para la literatura internacional.
2. Conclusiones: Los límites de los estudios sobre RGGG en América Latina
Esta nota de investigación presentó una revisión de 39 trabajos que estudiaron la RGGG desde el año 1997 hasta el 2023 en todo el mundo y a partir de ello se elaboró un esquema distinguiendo entre los que se enfocaron exclusivamente en América Latina, Europa occidental y el resto. Posteriormente, se seleccionaron las 6 principales variables institucionales sobre los cuales se encontró evidencia empírica de que contribuyen a aumentar la RGGG: una mayor participación de mujeres en los congresos, una ideología de izquierda del partido del líder/a de gobierno, la presencia de líderes mujeres, el tamaño del apoyo político del líder de gobierno, el rol que cumplen los partidos políticos y un bajo nivel de calidad democrática. También se incluyeron 4 variables no institucionales: las variables socioeconómicas, las culturales, las de difusión y el paso del tiempo.
De esta comparación sistemática se desprenden una serie de límites que presentan los estudios sobre RGGG en América Latina y cuyo establecimiento servirá como puntapié y actualización para futuras contribuciones. El primero, está relacionado con el vínculo entre el cuerpo legislativo y el ejecutivo, y se refiere a la falta de análisis de los mecanismos causales que vinculan la participación en ambas instituciones en los sistemas presidenciales. Además, la ausencia de correlaciones positivas para casos importantes para la región como el argentino o el chileno muestra la necesidad de profundizar el análisis de la región. En segundo lugar, se destaca el peso que el género de las presidentas tiene para la formación de gabinetes más representativos en los estudios de América Latina. Elemento que cobra relevancia cuando se compara con el resto del mundo que presenta resultados más ambiguos o incluso correlaciones negativas. En este punto, más que una limitación lo que se marca es la necesidad de articular este factor con otros factores. Un tercer límite es la escasez de los análisis sobre el rol de los partidos políticos. Ya sea por la complejidad de analizar factores como la ideología en sistemas con baja institucionalización o por la ausencia de exploración de otras dimensiones, el rol de los partidos políticos no fue prácticamente observado. Un cuarto límite es la ausencia de estudios sobre la influencia que los procesos de democratización tuvieron en ampliar la RGGG de la región o viceversa, es decir, un mecanismo contrario por el cual, como en los casos estudiados en África, en países más autoritarios los presidentes designan a más mujeres con el objeto de incrementar sus credenciales democráticas. Finalmente, un último elemento es la presencia abrumadora de estudios cuantitativos que presentan correlaciones en las cuales se torna difícil observar combinaciones de factores y particularmente diversos caminos causales, así como también estudiar casos relevantes de gabinetes paritarios en profundidad.
Referencias bibliográficas
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>Anexo