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MAY MAY, EZER ROBOAM (2017). PRESBITERIANOS EN YUCATÁN. HACIA UN ESTUDIO MICROHISTÓRICO DEL CRECIMIENTO PROTESTANTE 1900-1940. Tesis de maestría en historia, Ciesas Peninsular, Mérida, Yucatán
Alicia Muñoz Vega*
Alicia Muñoz Vega*
MAY MAY, EZER ROBOAM (2017). PRESBITERIANOS EN YUCATÁN. HACIA UN ESTUDIO MICROHISTÓRICO DEL CRECIMIENTO PROTESTANTE 1900-1940. Tesis de maestría en historia, Ciesas Peninsular, Mérida, Yucatán
May May, Ezer Roboam (2017). Presbyterians in Yucatan. Towards a microhistorical study of Protestant growth 1900-1940. Master's thesis in history, Ciesas Peninsular, Mérida, Yucatán
Sociedad y Religión: Sociología, Antropología e Historia de la Religión en el Cono Sur, vol. 32, núm. 60, 2022
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
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Reseñas de tesis

MAY MAY, EZER ROBOAM (2017). PRESBITERIANOS EN YUCATÁN. HACIA UN ESTUDIO MICROHISTÓRICO DEL CRECIMIENTO PROTESTANTE 1900-1940. Tesis de maestría en historia, Ciesas Peninsular, Mérida, Yucatán

May May, Ezer Roboam (2017). Presbyterians in Yucatan. Towards a microhistorical study of Protestant growth 1900-1940. Master's thesis in history, Ciesas Peninsular, Mérida, Yucatán

Alicia Muñoz Vega*
Licenciada en historia por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas y Maestra en Ciencias Antropológicas por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán. Investigadora independiente especializada en historia de México, siglos XIX-XX y minorías religiosas. Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, México
Sociedad y Religión: Sociología, Antropología e Historia de la Religión en el Cono Sur, vol. 32, núm. 60, 2022
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
EZER ROBOAM MAY MAY. PRESBITERIANOS EN YUCATÁN. HACIA UN ESTUDIO MICROHISTÓRICO DEL CRECIMIENTO PROTESTANTE 1900-1940. 2017. Mérida, Yucatán. Ciesas Peninsular. 361pp.
Existen pocos estudios acerca de la historia del protestantismo en México. La mayoría de las investigaciones de ciencias sociales son desde la antropología social y referidas a estudios de género, migraciones y fiestas religiosas, entre otros temas. La obra que aquí reseño es un trabajo que trata la llegada y crecimiento de la Iglesia presbiteriana en una comunidad de Yucatán. El argumento central del autor es explicar y comprender los factores que intervinieron en la expansión y crecimiento del presbiterianismo en Yucatán. El periodo de estudio abarca las primeras cuatro décadas del siglo XX, porque fue en esos años cuando esta religión tuvo una fuerte presencia en Yucatán.

La tesis está estructurada en tres partes. La primera es la perspectiva macrohistórica, e incluye dos capítulos: uno historiográfico sobre la historia del protestantismo mexicano y otro acerca de los protestantes en la península de Yucatán entre 1840 y 1940. De esta manera, el autor señala que durante la segunda mitad del siglo XIX se facilitó la llegada de protestantes norteamericanos, como la colportor Melinda Rankin y Westrup, quienes conformaron grupos de protestantes en varias localidades de Nuevo León.

Uno de los factores que favorecieron la prosperidad del protestantismo fue el ferrocarril. El porcentaje más alto de crecimiento ocurrió entre 1888 y 1892, años en que los misioneros ayudaron en la expansión geográfica a través de dicho transporte. También la prensa fue importante en su difusión. Destacaron en este aspecto los periódicos El Abogado Cristiano Ilustrado, El Evangelista, La Antorcha Evangélica y El Faro (p. 37). Otro componente en el crecimiento protestante fue la Guerra Cristera, ya que al cerrarse las parroquias, las iglesias protestantes registraron mayor número de asistentes a sus templos.

En el segundo capítulo, May se enfoca mayormente en los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Mérida, para distinguir el fenómeno presbiteriano en el contexto urbano y sus pueblos. Sus fuentes son las publicaciones protestantes como El Faro, El Amigo del País, El Seminario Yucateco y documentos del Archivo General del Estado de Yucatán. El autor señala que durante el siglo XIX la Iglesia católica tuvo gran influencia en los ámbitos civil, militar y artístico, al grado de que las leyes de reforma no se lograron mantener en las reglas del gobierno yucateco (p. 55). Durante el gobierno de Eligio Ancona, de 1875 a 1876, decreció el poder de la Iglesia católica. En ello influyeron la masonería y el espiritismo, que tuvieron auge en Mérida durante esos años. Este fue un ambiente propicio para la llegada del protestantismo, porque las autoridades buscaban una alternativa religiosa diferente al catolicismo. Asimismo, dicho movimiento religioso fue atacado por Crescencio Carrillo y Ancona, quien en 1885 publicó un edicto contra la propaganda protestante que se estaba llevando a cabo en Mérida. Aun así, el 15 de noviembre de ese mismo año se inauguró la iglesia El Divino Salvador, la primera iglesia presbiteriana (p. 59).

El autor menciona como otro factor de crecimiento protestante la llegada de Carlos Peón Machado a la gobernación de Yucatán en 1894, quien llevó a cabo una política más rigurosa contra el clero y prohibió la enseñanza de la religión en las escuelas. Posteriormente, hacia 1915, el gobernador Salvador Alvarado prohibió la prostitución, las corridas de toros y el consumo de alcohol (p. 69).

En cuanto al proyecto educativo, Salvador Alvarado buscaba reformar la educación en el estado. Su revolución estaba fundamentada en un cambio moral-espiritual en el que el protestantismo jugaba un papel importante al considerarse la opción más adecuada para esa labor. Entre las medidas anticlericales de Alvarado se encuentran el cierre de escuelas católicas, para luego convertirlas en escuelas públicas y laicas, y el uso de templos católicos para fines civiles. Posteriormente, con el gobernador Álvaro Torres Díaz en 1926, no se permitió el aumento de la cantidad de curas ni se cambió la restricción de los días de culto. Los siguientes gobernadores, de 1930 a 1936, prefirieron negociar con el arzobispo Martin Tritschler para no provocar levantamientos populares. No fue sino hasta los años treinta que el protestantismo tuvo más actividad en las zonas rurales, porque los objetivos de la política se dirigieron hacia la raza maya.

En la segunda parte, May hace un análisis cuantitativo del crecimiento del protestantismo entre 1895-1950 y señala su importancia en el medio rural. Usa los términos difusión, expansión y crecimiento. El primero se refiere a los medios en los que el Evangelio circuló y se hizo notar en lo público y lo social. En esta investigación destacan el campo político-religioso, que se refiere a la disputa por la hegemonía religiosa, y el campo socio-cultural, relacionado con el trabajo en la milpa y en los ranchos y haciendas (p. 102). En cuanto a la expansión, el autor se refiere a la geográfica y territorial de la doctrina presbiteriana relacionada con el ferrocarril. A un nivel micro social, el autor investiga quiénes se identificaron como protestantes para luego comprender las razones del crecimiento en ese sector social. Y en el crecimiento, May señala que el presbiterianismo en Yucatán fue un fenómeno cada vez más rural, pero su presencia pública fue más notoria en los ambientes urbanos (p. 106). Asimismo, May menciona el caso de Ticul, donde se inauguró una congregación en marzo de 1902. Sin embargo, el ascenso al gobierno de Olegario Molina dificultó el avance del protestantismo, ya que la Iglesia católica recuperó espacios perdidos a través de campañas de visitas a los pueblos para impartir sacramentos. Aun así la Iglesia presbiteriana siguió avanzando. Entre sus organizaciones se encuentran la Sociedad Infantil de Temperancia y el Comité Patriótico Liberal en 1907, y el 1º de enero de 1910 inauguró su nuevo templo El Divino Maestro, construido con sus propios recursos económicos (p. 112).

La tercera parte de la investigación se plantea desde la perspectiva microhistórica y se refiere a Akil. Está conformada por dos capítulos. En el primero, May trata la historia social de esa localidad de 1900 a 1935. El autor busca enfatizar los siguientes puntos: 1) la deuda como relación social, 2) la concentración céntrica de los notables en el espacio del pueblo y 3) su papel como promotores del patriotismo, del progreso y de las sociabilidades modernas (p.189).

A principios del siglo XIX la población del pueblo de Akil era de 1.664 habitantes, de los cuales la mayoría eran indígenas, 168 españoles y 6 pardos. En los años posteriores se produjo un crecimiento de pardos y mulatos y una disminución de españoles. A mediados del siglo XIX la autoridad que se encontraba en la población indígena de desplazó a los mestizos, quienes tomaron el control del pueblo en la economía y la política (p 191). Hacia finales del siglo XIX la pequeña nobleza local, conocida como los “notables”, era la que controlaba el ámbito administrativo-político, económico y social del pueblo. En este grupo social la deuda fue un vínculo para mantener su estatus material y económico y adquirir propiedades (p. 195). El autor menciona el caso de los Navarrete y los Catzín, quienes se hicieron de propiedades en el centro de Akil. Tanto las herencias post-mortem de los cónyuges como las deudas fueron la base de riqueza de los notables.

Los notables llegaron a ocupar cargos público-administrativos. Un ejemplo fue Daniel Catzín, quien en 1903 fue comisario municipal, cargo que volvió a ocupar en 1912-1913 (p. 200). A pesar de que durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto los campesinos podían participar en la política de los pueblos a través de las ligas de resistencia, los cargos municipales siguieron siendo ocupados por los notables. Este grupo también se dedicaba al comercio, la milpa y la ganadería (p. 214). Además de lo anterior, los notables se encargaban de hacer mejoras en el pueblo, las cuales se consideraban agentes de modernidad y un medio de obtener ganancias. La Sociedad Coreográfica “Dafne” también fue considerada parte de la modernidad en Akil. Su promotor y fundador fue el profesor socialista Antonio Bustillos. Sin embargo solamente aquellos que provenían de las familias notables participaban en estas actividades.

En el área educativa se creó el Departamento de Educación Pública en 1915, y con ello la promulgación de la enseñanza primaria obligatoria, además de las escuelas rurales en las hacienda. No obstante no se cumplió con la educación obligatoria, lo cual ha sido interpretado como un mecanismo de protección de la cultura local y tradicional, porque la educación era vista como un interés político (p. 221).

El quinto y último capítulo se refiere a los presbiterianos rurales entre 1900 y 1945. En esta parte, el autor ubicó a los presbiterianos en el contexto del pueblo para hacer un análisis microhistórico. Además, May aplicó una técnica del método de la microhistoria italiana: el uso del nombre como hilo conductor de la investigación.

May señala que existieron dos momentos importantes de la llegada del presbiterianismo a Akil. El primero fue a partir de los obreros y misioneros y los notables fueron los principales receptores. Y el segundo se concentró en los campesinos de Akil, cuyo resultado fue la primera iglesia. Liborio Blanco, jefe ferrocarrilero, y Agustina Sansores, casada con Casimiro Navarrete, fueron piezas claves en la difusión del mensaje presbiteriano. Ambos pertenecían al grupo de los notables. Este matrimonio contribuía económicamente en la construcción de un templo en Ticul en 1908. Por su parte, Liborio Blanco, al ocupar un cargo importante en los ferrocarriles, tenía la facilidad de difundir el Evangelio con comerciantes que usaban ese medio de transporte.

En los años 1913-1914 llegaron los primeros misioneros, unos estadounidenses acompañados de dos ticuleños, Ciriaco Cauich y Asunción Blanco. Se trataba de personajes que no solamente tenían una relación religiosa sino también política, ya que Ciriaco, junto con Arturo Vela, fueron parte de la Junta del Subcomité de Unión Democrática (p. 233).

Por otra parte había una coexistencia de la difusión del presbiterianismo y las festividades patronales y carnivalescas. Sin embargo, esto no significaba que los católicos akileños cumplieran con las obligaciones institucionales de su religión, debido a que la iglesia que había era de visita y no de residencia.

Como el mismo autor lo menciona, esta investigación nació por la necesidad de hacer un análisis microhistórico integral, exhaustivo y completo (p. 302). De esta manera, Ezer R. May redujo y desplazó el espacio de observación. En los primeros capítulos May analizó el fenómeno religioso a nivel nacional y estatal para luego, en los siguientes apartados, abordarlo a nivel local, específicamente el presbiterianismo en Akil.

Con este trabajo, el autor demostró que es un error creer que en la historia estatal y local los acontecimientos ocurrieron de la misma manera que en la historia nacional. Así fue como Ezer R. May tomó como modelo para su investigación el análisis microhistórico del protestantismo según el historiador michoacano Luis González. Por último, May señala que en México, en el estudio del protestantismo histórico, la línea interpretativa dominante es la manejada por Jean Pierre Bastian. Sin embargo, el autor asegura que su análisis debe ser matizado, porque no aplica a otros casos, como la indagación que él mismo hace acerca de los presbiterianos de Akil.

En general, el estudio de Ezer R. May es muy enriquecedor, en tanto integra los conocimientos y métodos de diferentes disciplinas sociales como la sociología, la antropología social y la historia. Con ello logra realizar una investigación más completa que nos permite conocer a nivel micro lo que ocurrió realmente en cuanto al origen y desarrollo del presbiterianismo en una comunidad yucateca.

Material suplementario
Información adicional

ARK: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s18537081/8ptbm5f3d

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