Espejo de Lecturas
Un modelo para armar. Sobre Breve historia de Santiago del Estero (1810-2020)
Un modelo para armar. Sobre Breve historia de Santiago del Estero (1810-2020)
Trabajo y sociedad, vol. 26, no. 44, pp. 519-520, 2025
Universidad Nacional de Santiago del Estero. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Instituto de Estudios para el desarrollo Social (INDES)
Brizuela Esteban, Galván René. Breve historia de Santiago del Estero (1810-2020). 2024. Santiago del Estero. Bellas Alas Editorial. 142pp.. 978-631-90628-1-6 |
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Esteban Brizuela, licenciado en Historia (UNT) y magister en Ciencias Sociales (UNSE), es un inquieto intelectual santiagueño que, además de dedicarse a la docencia, la gestión educativa y la investigación, orienta su labor a la divulgación de la historia. Una de sus especialidades es la figura de Juan Felipe Ibarra en el discurso historiográfico (su tema de tesis de grado)., profesor (ISSP N°1) y licenciado en Historia (UNSE), y magister en Ciencias Sociales (UNSE), es docente, capacitador e investigador, también dedicado al arte de divulgar temas relacionados a la historia, la pedagogía y las ciencias sociales en general. Uno de sus temas de especialidad es el taboadismo.
Este libro es la cuarta producción que ambos realizan en coautoría y, con holgura, la más ambiciosa, puesto que se plantea nada más y nada menos que la tarea de ofrecer un carrusel panorámico de la historia de Santiago desde la revolución de mayo hasta el bicentenario de la autonomía provincial. El título, editado por el sello local Bellas Alas, cuenta con una sección de presentación y agradecimientos, un apartado de introducción a la obra y, por lo demás, se estructura en ocho capítulos y un epílogo. Al final, se presenta la bibliografía consultada, elemento siempre importante que adquiere aquí una relevancia mayor por los desafíos que este proyecto asume.
La presentación retrata con frescura la cocina del libro, el dilema de pensar las a veces profundas diferencias entre hacer didáctica y divulgación, los antecedentes de proyectos similares esbozados en otras provincias y un necesario reconocimiento a intelectuales como Orestes Di Lullo, José Achával, Luis Alén Lascano y Antonio Castiglione, que en el pasado han publicado obras exhaustivas con sus respectivas versiones de la historia santiagueña.
Por su parte, la introducción a la obra, en idéntica tónica al resto del libro, conjuga de forma artesanal los aportes más importantes en investigación correspondientes al período previo a 1810 en un sintético recorrido que propone una orientación inicial en la lectura que sigue.
En adelante, el libro arriesga una posible periodización en la que el vector principal, dato no menor, es la dinámica del campo político provincial. De modo que el desarrollo de los capítulos tira del hilo de la política poniéndola en interrelación con las dimensiones política y económica de los procesos nacionales. Los aspectos culturales, religiosos y sociales, en cambio, quedan relegados a un lugar marginal.
El capítulo 1, Entre la revolución y la autonomía (1810-1820), abarca un breve pero intenso período signado por los efectos políticos y económicos de las luchas independentistas en esa pequeña aldea con una gran población rural que era entonces Santiago del Estero. En ese marco, los autores narran los aspectos más significativos de la guerra y los intentos de Juan Francisco Borges por conseguir la autonomía provincial.
Los hechos que le siguen a la conquista de la autonomía se retratan en el capítulo 2, El logro de una provincia autónoma (1820-1851), que aborda el fenómeno del caudillismo. Aquí, las figuras de Ibarra (el tema de Brizuela) y de Rosas (a nivel nacional) adquieren centralidad en un relato que navega por las tensiones con Tucumán, los superpoderes del gobernador de Buenos Aires y las dificultades económicas sobrellevadas por la predominante figura del caudillo santiagueño.
El problema de la sucesión del poder ha sido visitado con frecuencia por la historiografía. Este es el núcleo temático del capítulo 3, La hegemonía de los Taboada (1852-1875), el tema de Galván. Aquí se presenta lo que pareciera una constante de la historia santiagueña: su gran vulnerabilidad respecto al devenir de los acontecimientos nacionales. Después de años de fidelidad al mitrismo, dominio en el Norte y protagonismo en la Guerra de la Triple Alianza, el conflicto entre Mitre y Sarmiento desencadenaría el final de una era política marcada por la familia Taboada.
Con el fin de aquellos tiempos inicia una era de pérdida de liderazgos fuertes, con excepción de la gobernación de Absalón Rojas. Es una de las cuestiones abordadas en el capítulo 4, Modernización de la provincia y debilidad institucional (1875-1920). Aquí se abre una aparente paradoja que es posible encontrar en otros casos y momentos históricos. La consolidación de lo que se denominó “orden conservador” a escala nacional coincide con una etapa, la más larga de la periodización propuesta por los autores, de inestabilidad política. La supuesta paradoja está en que en simultáneo se dio un proceso de modernización en la provincia, y decimos supuesta porque existen casos similares, como el de la Argentina en el período 1946-1974.
La década del veinte viene empujada por la revulsión nacionalista del centenario, el ímpetu de la reforma universitaria y los estertores del primer gobierno popular del país. Así, el capítulo 5, Los radicales en el poder (1920-1943), trata los años de administración de una fuerza atravesada en Santiago del Estero por la división permanente y los sobresaltos económicos en la administración. Es, además, el capítulo que más atención pone a lo cultural, quizás porque rescata la experiencia de La Brasa, indispensable para la historia intelectual de la provincia, pero, en ocasiones, para las generaciones venideras, un fetiche siempre en riesgo de vaciarse de significado.
El período siguiente, enmarcado en el capítulo 6, El primer peronismo (1943-1955), tiene la especial relevancia de asir la primera gobernación de Carlos Juárez, hombre clave de la segunda mitad del siglo XX en Santiago del Estero, sobre el que tal vez haya que escribir un artículo partiendo de las reflexiones sobre el individuo y la historia de Juan Carlos Torre. Pero estos son también los años del Plan Quinquenal de Perón, la manta corta de la industrialización y la génesis de la dependencia de la coparticipación nacional.
Hasta aquí, la violencia tiene un lugar en la trama argumental. En el capítulo 7, Violencia socio-política, democracia en jaque y dominio de los militares (1955-1983), esta cobra mayor centralidad y es tratada con la rigurosidad que exige la cuestión. Dicen los autores: “los militares lograron poder político que jamás habían tenido antes” (p.93). El sinuoso camino por el que se alternan gobiernos radicales, golpes de estado y gobiernos peronistas será clave para comprender las condiciones de posibilidad de lo que más adelante se llamó juarismo.
El último período, el del capítulo 8, El retorno de la democracia: continuidades y rupturas (1983-2020), puede leerse como la nota más disonante del libro. Por un lado, porque es uno de los más abarcativos en términos de amplitud temporal. Y, por el otro, porque los diferentes apartados muestran una serie de cambios importantes que bien podrían ser capítulos en sí mismos: pos-dictadura, consolidación y caída del juarismo, llegada al poder de Gerardo Zamora. Sin embargo, los autores toman una opción teórica válida, que es la del retorno a la democracia. En ese sentido, la mirada a largo plazo que aporta la Historia es siempre bienvenida para recordar que los procesos no están dados y que lo que tenemos naturalizado un día puede disolverse junto a nuestras certezas.
Brizuela y Galván logran de esta manera reponer el valor de la divulgación como mediación indispensable en los procesos de producción y socialización del conocimiento. El arte de divulgar es, de hecho, una forma de conocimiento. Breve Historia de Santiago del Estero (1810-2020) construye una mirada panorámica y deja entrever, con su esfuerzo de sistematización de la producción reciente sobre la historia provincial, un fenómeno sobre el que se ha dicho todavía poco, que es el de la dinamización del campo académico local en los últimos veinte años, algo que está sugerido en el epílogo.
La consulta de este libro, además de ser una puerta de entrada amena para el lector no especializado que desea conocer la historia de la provincia o una herramienta poderosa para aproximar al lector local a su comunidad próxima en tiempos de deslocalización digital, puede ser también un mapa para tareas de investigación; un radar que puede ordenar la búsqueda ante un futuro todavía denso en desafíos para la Historia y las Ciencias Sociales en general.