Artículos

Propuesta metodológica para evaluar la vulnerabilidad por ciclones tropicales en ciudades expuestas

Methodological proposal to assess vulnerability due to tropical cyclones in exposed cities

Marcelino García-Benítez
Universidad Autónoma del Estado de México, México
Salvador Adame-Martínez
Universidad Autónoma del Estado de México, México

Propuesta metodológica para evaluar la vulnerabilidad por ciclones tropicales en ciudades expuestas

Quivera. Revista de Estudios Territoriales, vol. 19, núm. 2, pp. 35-58, 2017

Universidad Autónoma del Estado de México

Recepción: Mayo 08, 2017

Aprobación: Octubre 02, 2017

Resumen: Las ciudades son espacios construidos que han modificado elementos ambientales, como el suelo y la vegetación; proceden de un origen físico dentro del paisaje, el cual es más sensible en la medida de que la traza urbana y la infraestructura han evolucionado; además, han consolidado las actividades socioeconómicas locales. El estudio de la vulnerabilidad urbana parte del proceso teórico-conceptual de la vulnerabilidad global, derivado del riesgo que representan los ciclones tropicales en la población. Este trabajo propone una evaluación de la vulnerabilidad propiciada por los ciclones tropicales en ciudades en riesgo de afrontar el impacto de un evento, ubicadas en corredores de tránsito continuo; mediante la construcción de indicadores agrupados en cuatro dimensiones: ambiental, social, económica y urbana, e infraestructura. Los resultados son estandarizados y ponderados para obtener el Índice de Vulnerabilidad Urbana por Ciclones Tropicales (IVUCT). Se espera que en las dimensiones ambiental y urbana e infraestructura se refleje la vulnerabilidad del sistema urbano ante la eventual amenaza de los ciclones tropicales que cruzan a una distancia menor de 10 kilómetros.

Palabras clave: urbanización, vulnerabilidad, ciclones tropicales.

Abstract: Cities are built spaces that have modified environmental elements such as soil and vegetation, they come from a physical origin included within the landscape, which is more sensitive to the extent that urban layout and infrastructure have evolved. In addition, they have consolidated local socio- economic activities. The study of urban vulnerability starts from the theoretical-conceptual process of global vulnerability, derived from the risk represented by tropical cyclones in the population. This paper proposes an evaluation of the vulnerability caused by tropical cyclones in cities at risk of facing the impact of an event, located in continuous traffic corridors; through the construction of indicators grouped into four dimensions: environmental, social, economic and urban, and infrastructure. The results are standardized and weighted for Urban Vulnerability Index for Tropical Cyclones (IVUCT). The vulnerability of the urban system to the eventual threat of tropical cyclones that cross at less than 10 kilometers is expected to be reflected in the environmental, urban and infrastructure dimensions.

Keywords: urbanization, vulnerability , tropical cyclones.

Introducción

El conocimiento de los asentamientos humanos implica una intervención física en el territorio. Este proceso no siempre considera su desarrollo, riesgo y vulnerabilidad, sino que se establece como la solución a las necesidades de suelo urbano y se transforma al paisaje en espacios construidos. Para Bottino y Ornés (2009), la urbanización en ciudades es un proceso de concentración de población y actividades económicas que conlleva cambios no sólo ambientales y demográficos sino también económicos y culturales. El establecimiento de normas que regulan el incremento urbano y las actividades económicas ha cambiado el patrón de crecimiento de las ciudades.

Toda ciudad presenta un origen acorde a sus actividades económicas. Con el paso del tiempo, la traza urbana se ha transformado debido a las políticas económicas del país. Sin embargo, durante muchos años, los aspectos de los riegos y vulnerabilidad de las ciudades estuvo olvidada por los gobiernos. Por ejemplo, el impacto de las amenazas en las ciudades está en función de la localización específica de cada asentamiento, y no sólo depende de la sensibilidad de los sistemas, sino también de su habilidad para adaptarse a las condiciones antropogénicas del clima. La magnitud con la que se presentan los fenómenos naturales es importante en la determinación de su vulnerabilidad (Aguilar, 2004: 272).

Los estudios de vulnerabilidad por ciclones tropicales en ciudades expuestas se relacionan con la exposición y sensibilidad que presentan hacia su interior debido a los procesos de urbanización y a la distribución de la población. Estos estudios han sido desarrollados bajo diversas perspectivas de análisis; una de ellas a través de las dimensiones ambiental, social y económica en distintas escalas geográficas, como la municipal, estatal o nacional. Sin embargo, uno de los problemas recurrentes es la falta de información a escala interurbana; por ejemplo, las secciones electorales. Los trabajos de investigación con esta escala de detalle definen de manera más oportuna la intervención focalizada en los conflictos presentados y ayudan a adoptar medidas de solución a los requerimientos de los afectados que permitan la disminución de daños hacia futuros eventos ciclónicos.

El crecimiento urbano no planificado ha generado amenazas e impacto de los entornos interurbanos en distintos grados. Para Galindo y otros (2004), se deben a problemas de ubicación y a condiciones socioeconómicas de la ciudad y no incluyen los procesos de degradación ambiental relacionados con el incremento de uso de suelo con fines urbanos. Por otro lado, las necesidades de las ciudades por mantener contralado la mancha urbana propician que no se establezcan áreas verdes como una posible solución al calentamiento que enfrentan las zonas de mayor exposición por los ciclones en la región.

Las ciudades, al estar cada vez más fragmentadas, reflejan sus núcleos vulnerables, cinturones de pobreza que requieren atención para disminuir la incapacidad de absorber daños por fenómenos perturbadores en el presente y hacia el futuro sin importar la existencia y calidad de los servicios públicos (Sánchez y otros, 2007). Estas condiciones requieren atención de forma multidisciplinar para atender las situaciones de vulnerabilidad al interior de las ciudades, además de mejorar la infraestructura básica (electrificación, redes de distribución de agua potable, drenaje pluvial, pavimentación de las calles, etc.) a fin de aumentar las capacidades de adaptación de los grupos sociales vulnerables.

Las localidades dañadas en Cuba es un caso que se presenta como indicador. Para determinar la exposición de las localidades más deterioradas en los últimos 25 años por ciclones tropicales en la región central de ese país, se emplearon Sistemas de Información Geográfica. Para definir los vientos predominantes de los huracanes y los diferentes niveles de vulnerabilidad a escala urbana, se clasifican los tipos de inmuebles y se establecen prioridades respecto a la rehabilitación constructiva del fondo habitacional (Valdivia, 2008).

Según Chardon y González (2002), los criterios de evaluación de los diversos tipos de vulnerabilidad que pueden presentarse en una ciudad están en función de las condiciones ambientales regionales, es decir, es un factor para redimir la intensidad de los fenómenos extremos y su nivel de impacto en la sociedad urbana. La integración de la gestión de riesgo a la vulnerabilidad en las ciudades es uno de los problemas que más atañe a la sociedad en diferentes regiones del mundo. Son casos de estudio para llamar a la sociedad y a los gobiernos a mejorar el bienestar de los ciudadanos con carencias o falta de servicios. Por ello, se requiere atender al sector social menos favorecido, aunque no siempre se logre mejorar su situación (UN-Hábitat, 2004).

Bhattarai y Conway (2010) realizan una revisión metodológica respecto a los peligros en las ciudades de rápida urbanización del Tercer Mundo como parte de las interacciones humanas advirtiendo que tienen similares condiciones socioeconómicas y contextos ambientales. Por su parte, Milanés y Pacheco (2011) analizan los riesgos de las ciudades que están cerca de la línea de costa, ya que se consideran zonas más atractivas para habitar, lo cual es un gran desafío que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. La contribución realizada permite evaluar la vulnerabilidad urbana ante amenazas naturales y antrópicas en los asentamientos costeros en el litoral de la bahía de Santiago de Cuba.

Cilento (2005) y Almejo (2011) proponen estrategias dirigidas a la atención de los eventos hidrometeorológicos más frecuentes en el mundo: ciclones tropicales, inundaciones, lluvias torrenciales y otros fenómenos asociados con el cambio climático, los cuales presentan un aumento; su correlación con la resiliencia corresponde con la identificación de la vulnerabilidad de aquellos espacios territoriales susceptibles a sufrir daños de este tipo.

Aunque existen otros estudios relacionados con el riesgo, los asociados con vulnerabilidad están construidos con otros enfoques, como el cambio climático (Lampis, 2013). Esta investigación evalúa la vulnerabilidad de las ciudades a nivel de secciones electorales, lo cual proporciona información con mayor detalle para el conocimiento de los factores que inciden en la generación de daños de los eventos ciclónicos. La contribución de este trabajo coadyuvará al conocimiento de la vulnerabilidad interna de las ciudades expuestas a los efectos de los ciclones tropicales que cruzan a una distancia menor de 10 kilómetros.

Metodología

El presente documento se apoyó en diversas fuentes: revisión histórica, hemerográfica, bibliográfica y cartográfica del surgimiento y desarrollo urbano de la ciudad, así como de datos estadísticos sobre las características de los asentamientos humanos a escala de secciones electorales. Esta información será de suma importancia para determinar el grado de vulnerabilidad en las dimensiones ambiental, social, económica y urbana e infraestructura que se desarrolló durante el proceso de urbanización, lo cual permite construir indicadores.

Para calcular el Índice de Vulnerabilidad Urbana por ciclones tropicales, se parte de un procedimiento similar a los estudios de vulnerabilidad a cambio climático; es decir, para generar indicadores de vulnerabilidad, es importante seleccionar una cantidad relativamente menor; se debe reflejar la historia, el desarrollo y las proyecciones del fenómeno a analizar. Entre mayor sea el número de indicadores, mayor será la incertidumbre, y se puede priorizar al momento de ponderar las variables; el índice de vulnerabilidad contempla los factores físicos, social y económico (Magaña, 2013: 27).

Para el caso de la vulnerabilidad, se agrega el factor urbano e infraestructura, el cual no se contempla entre las dimensiones consideradas en la valoración de la vulnerabilidad global; sin embargo, es de vital importancia por la transcendencia espacial en donde se aplique el estudio. La parte estructural que da soporte técnico a las ciudades y a su incorporación determina la capacidad de las distintas secciones para afrontar los procesos derivados de la presencia de un fenómeno ciclónico, como sucede con la lluvia intensa que puede generar inundaciones. Para medir la vulnerabilidad urbana por ciclones tropicales, se propone la construcción de indicadores en cuatro dimensiones:

Aunque existen otros elementos de la estructura interurbana que pueden ser medidos, como orientación, amplitud y accesibilidad de las calles para la movilidad de los habitantes ante la presencia de los fenómenos ciclónicos, se dejan a la consideración de cada estudio. Respecto a los espacios verdes, se pueden tomar en cuenta, aunque son susceptibles de sufrir daños por la intensidad de los vientos, lluvia e inundaciones, además dependerán de las condiciones de absorción del suelo.

Concluido el proceso de construcción de los indicadores por dimensiones, se advierte que éstos se encuentran en distintas unidades, por lo cual se aplica el método de estandarización para las unidades y variables. Este proceso es utilizado para ajustar, adaptar y homologar formas, estilos o mediciones que se presenten en diferentes unidades. Es una técnica multidisciplinar para unificar criterios de fuentes distintas que permiten delinear el impacto de los factores, aunque las variables no se encuentren en las mismas unidades métricas. Para aplicar este proceso se aplica la siguiente ecuación:

Donde:

Z = Dato estandarizado o normalizado

π = Valor nominal del dato a estandarizar

µ = Media aritmética

σ = Desviación estándar

El objetivo del método de ponderación es expresar, en términos cuantitativos, la importancia de los distintos elementos; si bien es frecuente al asignar pesos a criterios, su especificación es una cuestión en la que no existe un método generalmente aceptado para su determinación; este proceso crea controversia por la asignación sin un criterio definido en dichos pesos.

La escala de Saaty es una herramienta propuesta para establecer la importancia o preferencia de criterios o alternativas en la matriz de comparaciones a pares. Es una escala de prioridades como forma de independizarse de las diferentes escalas que existen; de esta forma, se entrega homogeneidad y cierto grado de certeza a las comparaciones (Saaty, 1988). El Proceso Analítico Jerárquico de este método descompone las estructuras complejas en componentes unilaterales; es decir, estas variables se ordenan en una estructura jerárquica y se obtienen valores numéricos para generar juicios de preferencia; además, sintetiza o determina las variables que tienen más alta prioridad (Cadena y Campos, 2012; Ávila, 2016).

El cálculo del IVUCT por dimensiones se obtiene mediante el ajuste de la ponderación entre las cuatro dimensiones: ambiental, social, económica y urbana e infraestructura. Debido a la importancia de las cuatro, no es necesario asignarles una ponderación distinta para demostrar la dinámica del fenómeno, por lo que se establece el mismo valor a todas las dimensiones (Magaña, 2013a). Este factor es de 0.25, no obstante, puede ser distinto, según la formulación de las unidades del índice que se quiera construir, ya que se pueden asignar valores diferentes de ponderación dándole la importancia que se considere en la hipótesis a comprobar. Sin embargo, para el caso específico de los ciclones tropicales, los cuatros sistemas son relevantes, por lo que su importancia adquirida en el proceso de la construcción del riesgo es sistémica en la exposición y sensibilidad en cada sección electoral.

Índice de Vulnerabilidad Urbana por Ciclones Tropicales en dimensiones (IVUCT) = 0.25 * (Dimensión ambiental) + 0.25 * (Dimensión social) + 0.25

*(Dimensión económica) + 0.25 * (Dimensión urbana e infraestructura).

Resultados y discusión

La medición de la vulnerabilidad urbana da como resultado el grado de probabilidad de afectación de los sistemas urbanos locales. Algunos de éstos presentan cambios internos que generan sensibilidad dependiendo la categorización en la que se manifiesten los ciclones tropicales, cuyos efectos generan, en ocasiones, el colapso de la infraestructura interna en las secciones electorales.

Las concentraciones de habitantes por secciones electorales son homogéneas por volumen, sin embargo, sus características demográficas originan sectores de mayor vulnerabilidad en sus estructuras; la probabilidad de ser afectados aumenta en la medida de que sus condiciones de patrimonio presenten menor exposición a ser afectados ante la capacidad de la infraestructura para disminuir los efectos de los ciclones tropicales. Aunque no se ha construido un indicador para evaluar la suficiencia y eficiencia en la infraestructura, se puede considerar en la medida de que los daños ocasionados sean menores o no se presenten.

En las ciudades costeras con mayor proyección de crecimiento poblacional en las últimas décadas falta planeación urbana, pues se encuentra ubicadas en zonas de tránsito ciclónico y su grado de susceptibilidad para enfrentar una crisis en su sistema de infraestructura urbano es alto en la medida de que su volumen de población es más disperso.

La dimensión ambiental propicia el desarrollo de los fenómenos ciclónicos; sin embargo, la sensibilidad de los elementos climáticos, como la temperatura y la humedad, influyen de una manera uniforme en la distribución de la vulnerabilidad al interior de las ciudades. El deterioro en las condiciones socio ambientales locales como la instauración de los asentamientos humanos, puertos de cabotaje, servicios eco sistémicos, como el turismo de playa y sol en áreas costeras, aceleran la propensión de daños de desastre por fenómenos ciclónicos.

Los vientos y la lluvia generados por los ciclones tropicales durante sus distintas etapas provocan daños dependiendo de su dimensión espacial. Al disminuir el ojo del ciclón, la distancia con respecto a cada uno de los asentamientos humanos ubicados dentro de su trayectoria determina las áreas afectadas, por lo que el tiempo estimado de impacto permite a la población tomar acciones para proteger sus bienes personales y su integridad en refugios seguros.

Los daños más intensos son causados por los ciclones que presentan una distancia máxima entre 1 y 10 kilómetros del centro de la ciudad. Los datos hemerográficos recolectados durante el trabajo de campo en ciudades expuestas permiten conocer la opinión de las personas que han enfrentado este evento natural, quienes manifiestan que cada fenómeno tiene un nivel de afectación distinto; en ocasiones, la información de las autoridades locales permite que estos eventos no influyan en las actividades cotidianas de la población por tiempos prolongados; asimismo, la atención de los servicios públicos y el estado físico de la infraestructura urbana determinan la vulnerabilidad de los distintos sectores sociales a sobrevivir.

Los resultados esperados en la aplicación metodológica de este trabajo forman parte de investigaciones concluidas, de las cuales se hace referencia posteriormente; y se han elaborado para evaluar la vulnerabilidad global sin suponer los impactos de las amenazas hacia el interior de las ciudades.

En la actualidad, existe una crisis en la solución multidisciplinar de los problemas asociados al deterioro ambiental. Las respuestas sólo han servido para exponer la falta de sensibilidad de las autoridades para la aplicación de mecanismos que no son prácticos en la realidad. Los fenómenos desastrosos son más intensos, la desigualdad social y la falta de oportunidades de algunos incrementan la resistencia al disminuir los daños en el patrimonio de la población expuesta (Hinkel, 2011).

Grupos de la sociedad internacional, como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) (1997, 2007 y 2012), consideran alarmante el deterioro de los ecosistemas costeros o que siga en constante amenaza. Las ciudades ubicadas dentro de la costa son más sensibles y expuestas a sufrir daños provocados por los ciclones tropicales, así como el aumento del nivel del mar, lluvias invernales y cambios en las temperaturas regionales.

A través de estudios a nivel local en ciudades se considera el aumento de las capacidades de resiliencia de la población mediante el conocimiento de los fenómenos. Es una manera de asumir el riesgo y la vulnerabilidad que actualmente enfrentan las investigaciones realizadas desde las distintas disciplinas; es decir, la necesidad de plantear cómo hacer que el trabajo multidisciplinar sea más eficiente y operativo entre los distintos actores de la sociedad civil. La Organización de las Naciones Unidas (2004) propone disminuir las desigualdades socioeconómicas de los habitantes hacia el interior de las localidades urbanas como una estrategia para reducir las probabilidades de enfrentar escenarios de riesgo y vulnerabilidad ante las condiciones de deterioro del entorno urbano.

La diversidad de eventos ciclónicos a los que se ha sometido la población en el territorio mexicano representa la posibilidad de que se agudicen los daños por desastre en los próximos años debido a las alteraciones en el cambio climático global y al deterioro ambiental existente. Este problema ha cambiado la exigencia en las políticas de ordenamiento territorial, desarrollo urbano-regional y aquellas que presenten un carácter ambiental, económico y social dentro de una región (SEDESOL, 2012).

Los centros urbanos ocupan un papel central en la nueva geografía de la urbanización, pues aquí los procesos de globalización presentan una transición hacia esquemas de ocupación del territorio; son conglomerados de las actividades económicas, vitales para la producción y el consumo; y presentan una constante amenaza de sufrir fenómenos extremos por los efectos del cambio climático (Sánchez, 2013a).

La disponibilidad de la estructura urbana e infraestructura manifiesta un desgaste provocado por la temporalidad de su construcción, pues, al tener diversos procesos de expansión urbana, ha tenido que ampliarse. La disponibilidad de agua potable no es posible en la zona urbana; las condiciones de suelo y los niveles de contaminación, producto de las descargas de aguas residuales al subsuelo, han inducido a la contaminación del manto freático en algunas zonas de las ciudades (Bautista y otros, 2009; Torres y otros, 2014).

Para que las ciudades sean más resistentes a los cambios inducidos por la falta de sustentabilidad ambiental, es necesario retomar los aspectos de fundación de los asentamientos urbanos, así como su desarrollado en el tiempo y su proceso de urbanización. Se considera que, por las dimensiones ambientales o sociales mayormente afectadas ante el riesgo de fenómenos perturbadores, se debe determinar la intensidad de los eventos desastrosos en las ciudades por la falta de protección de los ecosistemas a escala local (Simioni, 2003a).

El nivel de infraestructura hidráulica y técnica de las ciudades establece mejores oportunidades de seguridad de los habitantes para disminuir los daños generados por los efectos de los ciclones tropicales en zonas costeras. A mayor infraestructura, mayor fragilidad si no se mantiene actualizada para resistir los eventos ciclónicos futuros; la tendencia indica que se intensificarán; por ello, la prevención es una herramienta que requiere de la intervención de los actores expuestos en zonas de mayor vulnerabilidad.

Se espera que con el cambio climático la intensidad de los ciclones tropicales en la región aumente y cause un mayor riesgo, por lo que es necesario tener un conocimiento amplio y documentado de la infraestructura urbana en la ciudad y del municipio a fin de emprender acciones preventivas que disminuyan la sensibilidad y exposición de los habitantes y que propicien su adaptación a los cambios del clima.

Conclusiones

Las dimensiones urbana, infraestructural y ambiental que integran el sistema interno de la ciudad presentan una función equitativa, sin embargo, al estar amenazadas por un fenómeno externo hay probabilidades de desequilibrio, lo cual determina la desigualdad entre los grados de vulnerabilidad en las distintas secciones electorales.

En la construcción de indicadores no existe un número establecido que demuestre la fragilidad del sistema ante las amenazas; la cantidad depende de varios factores, pero el principal es la disponibilidad de información. Una limitante es la escasez de ésta, sin embargo, puede complementarse con datos cualitativos recolectados en campo para mejorar las deficiencias en las dimensiones, como la ambiental y urbana e infraestructural, a fin de describir el grado de vulnerabilidad interna de las secciones electorales mediante la aplicación de entrevistas basadas en un sistema aleatorio que sea representativo del número de habitantes y su estructura poblacional.

En la dimensión ambiental, social y económica, la información no siempre está disponible a escala intraurbana (secciones electorales) o puede agruparse de otra manera (Ageb urbanos); aunque la metodología sobre la construcción territorial no sea clara en su definición, puede o no ser utilizada en el análisis de vulnerabilidad urbana a escala local.

La descripción sobre los procesos de construcción de la traza urbana es determinante al momento de evaluar el grado de vulnerabilidad de la dimensión ambiental. Asimismo, contribuye a que la ciudad sea afectada por las inundaciones de marejada y que sea inmensamente peligrosa cuando se asocia con el mar y las áreas de manglar. Las lluvias causadas entre la intensidad de los vientos con la humedad permiten que las precipitaciones sean torrenciales y estén influidas por la dimensión del fenómeno, por lo que dependerá de las condiciones en la infraestructura urbana para mantener bajo el nivel de vulnerabilidad.

Históricamente, los ciclones tropicales han perturbado la vida de las ciudades, principalmente las costeras. El clima extremo y cambiante, los terremotos y las emergencias generadas por las amenazas inducen a la población a ejercer presión para que se apliquen esquemas de disminución de daños de desastre a sus bienes y su economía como ciudades. Para los líderes de gobiernos locales, como alcaldes, gobernadores, concejales y otros, se establece un marco genérico para la reducción de riesgos y se identifican buenas prácticas y herramientas que ya están siendo utilizadas en varias ciudades con problemas de riesgo y vulnerabilidad en su territorio (Naciones Unidas, 2012).

Cuando la presión de la amenaza es mayor en alguna otra dimensión que no sea la que propicia el riesgo, la distribución de la vulnerabilidad al interior de las ciudades se presenta en los sectores más sensibles de la estructura poblacional; éstos se localizan en zonas que han presentado daños en eventos históricos, por lo cual hacia nuevos fenómenos las condiciones de vulnerabilidad disminuyen por haber aplicado mecanismos que permitan reducir los daños en su entorno, asociado a las condiciones económicas de la población y su situación social en la que se han establecido a escala local, carentes de medidas que prevengan los efectos de los ciclones tropicales en el territorio. Derivado de estos alcances, se puede aseverar que la infraestructura reciente, construida para prever contingencias, será de mayor capacidad de adaptación a los fenómenos ciclónicos futuros, los cuales serán más intensos por el cambio climático global y se prevé que las trayectorias serán más cambiantes y de menor duración; por lo tanto, sus características extremas influyen en el proceso interno de las ciudades, por lo que el territorio debe estar preparado para enfrentar los efectos y disminuir las afectaciones en la población urbana.

Para fortalecer la gestión local, es importante reforzar las capacidades de los actores sociales urbanos fomentando el conocimiento sobre los ciclones tropicales y la forma de atender una situación de alerta, a fin de disminuir la probabilidad de sufrir afectaciones mayores en el patrimonio familiar o individual, ya que los ciclones tropicales son causa de mayores carencias económicas y pobreza urbana.

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