Resumen:
OBJETIVO: Describir las distintas herramientas de cribado para el diagnóstico de desnutrición intrahospitalaria y comparar sus diferencias. MATERIAL Y MÉTODO: Estudio comparativo y retrospectivo de búsqueda bibliográfica en las bases de datos Scientific Electronic Library Online (SciELO), Red Informática de Medicina Avanzada (RIMA), Plataforma HIGHWIRE, Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud (LILACS) y Medline. Las palabras clave de búsqueda fueron: herramientas de cribado nutricional, desnutrición intrahospitalaria y diagnóstico de malnutrición intrahospitalaria. RESULTADOS: Se encontraron seis herramientas de cribado pero ninguna estandarizada para la edad que valoran, miden diferentes parámetros y evalúan de distintas formas el riesgo de desnutrición intrahospitalaria. Ninguna puede considerarse patrón de referencia ni tampoco son comparables entre sí. La sensibilidad y especificidad que publica cada una de las herramientas no sustentan que alguna pruebe mejor o peor pronóstico en niños hospitalizados. CONCLUSIONES: Si bien todas las herramientas estudiadas pretenden orientar la conducta médica para lograr intervenciones dietéticas oportunas, todas son subjetivas y sumamente específicas para el lugar en el que se aplican. Desde luego que se requiere la estandarización que atienda las necesidades propias del lugar en donde van a aplicarse. El Instituto Nacional de Pediatría requiere una herramienta específica para las condiciones en que se labora en este hospital; por tanto, y con base en la variabilidad de las herramientas comparadas, se propone diseñar una herramienta de fácil aplicación que permita evaluar oportuna y rápidamente el riesgo nutricional de nuestros pacientes.
Palabras clave:MalnutriciónMalnutrición,niños hospitalizadosniños hospitalizados.
Abstract:
OBJECTIVE: To describe and compare the screening tools for hospitalized children. MATERIAL AND METHOD: Bibliographic search was performed in Scientific Electronic Library Online (SciELO), Red Informática de Medicina Avanzada (RIMA), Plataforma HIGHWIRE, Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud (LILACS), U. S. National Library of Medicine (Medline). The key words were nutritional screening, hospitalized malnutrition and diagnosis in hospitalized malnutrition. We reviewed all the literature and present this article. RESULTS: The most popular stools used in children are Nutritional Risk Score (NRS) Tool, Simple Pediatric Nutritional Risk Score (SPNRS), Subjective Global Nutritional Assessmet for Children (SGNA), Screening Tool for Assessment of Malnutrition in Paediatrics (STAMP), Screening Tool for Risk On Nutritional status and Growth (STRONGkids), and Paediatric Yorkhill Malnutrition Score (PYMS). The stools were not standardized in age, have different scores and each one evaluates different things, that’s why we do not have a gold standard and it is not possible to compare them. The sensibility and specificity of each stool have do not demonstrated acutely malnourished. CONCLUSIONS: All the stools revised pretend to determine risk of malnutrition in hospitalized children to do opportune interventions, but almost all the stools are subjective and they are so specific for the place they applied it. The tools may be more standardize and must be adapted to each hospital. We suggest to do a tool easy to be applied and responding to the hospital and specific population.
Keywords: Malnutrition, Hospitalized children.
Artículo de revisión
Métodos de evaluación de desnutrición intrahospitalaria en niños
Screening tools in hospitalized children

Recepción: 02 Agosto 2017
Aprobación: 26 Febrero 2018
En la mayor parte de los países, un alto porcentaje de los niños hospitalizados sufren malnutrición. La prevalencia de desnutrición intrahospitalaria, de acuerdo con estadísticas de la OPS (Organización Panamericana de Salud) va de 30 a 40%, y puede ser mayor en países en vías de industrialización, como el nuestro.1
La malnutrición en los pacientes hospitalizados tiene una repercusión considerable en el pronóstico, duración de la hospitalización y en los costos.2
En la actualidad, se recomienda que los pacientes que ingresan a un hospital sean valorados para determinar el riesgo de malnutrición, pues se ha reportado que, incluso 85% de quienes se hospitalizan, pierden peso durante su estancia.3
El estado nutricional de los niños es un indicador de salud y bienestar individual y poblacional.3 Es decisivo conocer el estatus de la atención hospitalaria porque está directamente relacionado con la estancia y los costos derivados de ésta.4
La Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN, por sus siglas en inglés), la Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN, por sus siglas en inglés) recomiendan la aplicación de herramientas de cribado para determinar el nivel de riesgo nutricional en pacientes pediátricos hospitalizados.1 La aplicación de estas herramientas facilita la detección temprana del deterioro nutricional y permite la planeación adecuada de la intervención nutricional.1 Por esto, las herramientas de cribado nutricional deben ser el primer paso en el diseño del plan nutricional durante la admisión y estancia hospitalaria. La OMS describe estas herramientas como una prueba simple para la identificación de individuos asintomáticos pero con algún padecimiento. ESPEN, por su parte, las define como un proceso rápido y simple efectuado por el equipo de admisión hospitalaria para identificar a los individuos con riesgo de desnutrición.5
En el mundo se han diseñado diversas herramientas de cribado que ayudan a la prevención, identificación y manejo nutricional adecuado de la desnutrición hospitalaria infantil. Las principales herramientas enfocadas a la población infantil surgieron en los países industrializados y se describen en el Cuadro 1.6,7

El objetivo de este estudio fue: describir las distintas herramientas de cribado para el diagnóstico de desnutrición intrahospitalaria y comparar sus diferencias.
Estudio comparativo y retrospectivo de búsqueda bibliográfica en las bases de datos: Scientific Electronic Library Online (SciELO), Red Informática de Medicina Avanzada (RIMA), Plataforma HIGHWIRE, Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud (LILACS) y la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (Medline). Palabras clave de búsqueda (MeSH): herramientas de cribado nutricional, desnutrición intrahospitalaria y diagnóstico de malnutrición intrahospitalaria. Puesto que se trata de una revisión bibliográfica, y que las herramientas de cribado, aplicadas en distintos países, no se han validado se tomaron en cuenta todos los artículos arrojados por la búsqueda.
La desarrollaron Reilly y su grupo e incorporaron parámetros usados habitualmente:
Consta de dos fases: la inicial con cuatro preguntas. Si una es afirmativa debe continuarse con la fase final, en donde se da un puntaje con base en el que se decide dar o no apoyo nutricio. Si bien se ha aplicado en niños, su uso más extendido es en adultos. La primera fase es muy sencilla de aplicar por personal no médico.
Fue desarrollada por Selmet-Gaudelus y sus colaboradores. Consiste en una evaluación completa del riesgo nutricional en las primeras 48 horas del ingreso al hospital. Incluye entrevistas a los padres, personal de enfermería y, cuando es posible, al paciente hospitalizado. Los factores de riesgo nutricional señalados son:
Grado 1: toma en cuenta factores de estrés medio; por ejemplo, los procedimientos diagnósticos llevados a cabo en la admisión hospitalaria, infecciones menores que no requirieran hospitalización, otras enfermedades episódicas o cirugías menores.
Grado 2: coexistencia de factores de estrés moderado; por ejemplo, infecciones graves que no ponen en riesgo la vida del paciente, cirugía de rutina, fracturas, enfermedades agudas o enfermedad inflamatoria intestinal.
Grado 3: factores severos de estrés; por ejemplo, SIDA, neoplasias malignas, sepsis grave, cirugía mayor, múltiples lesiones, deterioro agudo por enfermedad crónica y depresión mayor.
El criterio final para la clasificación del riesgo nutricional fue el porcentaje de pérdida de peso corporal.
Con esta herramienta se identifican tres tipos de riesgo (Cuadro 2).
Una vez determinado el grado de deterioro nutricional se elige la intervención nutricional requerida para cada caso, como se muestra en el Cuadro 3.

Fue adaptado y desarrollado por Secker y colaboradores. Los evaluadores, mediante una entrevista, obtienen información acerca de:
Se consideran tres tipos de riesgo:
Esta clasificación no utiliza algún sistema de puntuación con criterios específicos.

Lo desarrollaron McCarthy y sus colaboradores. Considera cinco pasos; tres de ellos son elementos diagnósticos:





Lo desarrollaron Hust y su grupo. Consiste en cuatro ítems y cada uno tiene una puntuación entre 1-2 con máxima de 5. Incluye:
Displasia broncopulmonar
Enfermedad celiaca
Fibrosis quística
Enfermedad cardiaca (se evalúa cronicidad)
Enfermedad infecciosa (SIDA)
Enfermedad inflamatoria intestinal
Cáncer
Enfermedad hepática (se evalúa cronicidad)
Enfermedad renal (se evalúa cronicidad)
Pancreatitis
Síndrome de intestino corto
Enfermedad muscular
Enfermedad metabólica
Traumatismo
Anorexia nerviosa
Quemaduras
Prematurez
Discapacidad-retraso mental
Cirugía mayor
Diarrea excesiva (≥ 5 veces al día) o vómito (más de 3 veces aldía) en los últimos días.
Reducción de la ingestión durante los últimos días antes del ingreso al hospital.
Preexistencia de un plan nutricional.
Para evaluar el riesgo de desnutrición se consideran tres categorías: (Cuadro 9)

Desarrollada por Gerasmidis y sus coautores, la evaluación consta de cinco pasos y tiene un puntaje máximo de 7:
Por debajo = NO = 0 puntos.
Por debajo = SÍ = 2 puntos.
Ingestión sin cambios = NO = 0 puntos.
Consumo acostumbrado disminuido al menos en la semana pasada = SÍ = 1 punto.
Sin ingesta (o sólo pequeñas porciones líquidas) al menos en la semana pasada = SÍ = 2 puntos.
Sin cambios = 0 puntos.
En la última semana de estancia hospitalaria se ha disminuido la ingesta o se han incrementado los requerimientos o se han incrementado las pérdidas = SÍ = 1 punto.
En la última semana de estancia hospitalaria no ha habido ingesta = SÍ = 2 puntos.
Puntaje total mayor de 2 refleja un riesgo nutricional significativo.
Puntaje total = 2 requiere revisión dietética.
Puntaje total = 1 refleja un buen balance y la ingesta debe monitorearse cuidadosamente. Se considera repetir la evaluación al tercer día.
Puntaje total = 0 repetir la prueba cada semana.
Esta evaluación debe completarse antes de que transcurran 24 horas de la admisión.
Cada herramienta busca evaluar subjetiva y objetivamente el riesgo de pérdida de peso del niño hospitalizado. Algunas, como NRS, se aplicaron primero en adultos y después en niños. En general, todas las escalas recaban datos de la forma de alimentación, pérdida de peso, gravedad de la enfermedad, entre otros, que son de tipo subjetivo, y algunas usan datos objetivos de antropometría y de laboratorio. En el Cuadro 10se describen las herramientas, su diseño y las escalas de medición que utilizan.6,7
Todas estas herramientas pretenden orientar la conducta del personal médico para que la intervención dietética sea oportuna. Enseguida se enlistan las acciones predefinidas de acuerdo con el resultado del cribaje nutricional aplicado en elCuadro 11.
En el Cuadro 12se hace un comparativo de la sensibilidad y especificidad de las herramientas de cribado y un patrón de referencia (la mejor herramienta de cribado nutricional). Solo Wonoputri y su grupo1 hicieron esta comparación en la que tomaron como referencia a la SGNA. En ese estudio se menciona que la herramienta más confiable es la PYMS. Los otros porcentajes mostrados en el cuadro corresponden a los datos reportados por los autores de las pruebas.
En el Cuadro 13se observa la gran variabilidad de resultados cuando las herramientas se comparan entre sí. Lo anterior refleja la falta de consenso acerca de la forma óptima de evaluar el riesgo nutricional en niños y la falta de estandarización para la aplicación de las herramientas (por ejemplo, enfermeras vs nutricionistas).
Se ha demostrado14 que algunas de las herramientas de cribado nutricional pueden detectar con precisión y exactitud el riesgo nutricional en los niños; sin embargo, no hay evidencia que sustente que estas pruebas mejoren los pronósticos y disminuyan el tiempo de hospitalización. Hace poco se sugirió que la investigación futura debería centrarse en demostrar cómo es que las herramientas de cribado mejoran los resultados en niños con y sin riesgo nutricional.
En nuestra institución Pinilla y colaboradores15 efectuaron un estudio en el que se reportó que sólo en 43% de los pacientes hospitalizados se analizan los indicadores de malnutrición, como: peso para la edad, peso para la talla y talla para la edad, y más grave aún sólo en 24% se estableció un diagnóstico nutricional. En 84% de los pacientes no hubo alguna intervención dietética al ingreso, aun cuando se trató de niños con desnutrición moderada, grave y obesidad. Así mismo, se observó que gran número de pacientes perdió peso durante la hospitalización; sin embargo, es un dato difícil de determinar, pues a 40.4% de los pacientes no se les pesó al momento de su egreso.
La guía de CENETEC2 de desnutrición intrahospitalaria: tamizaje diagnóstico y tratamiento anota que la atención nutricional es un derecho y debe recibirla todo paciente que ingresa a una institución hospitalaria, por lo que resulta obligatorio que se otorgue a todo paciente con desnutrición o en riesgo de padecerla; así mismo, indica que a todos los pacientes hospitalizados se les debe hacer una evaluación nutricional integral que proporcione datos de los antecedentes de importancia y padecimientos actuales para la obtención del cálculo adecuado de sus requerimientos nutricionales.
Esta guía sugiere métodos de tamizaje de riesgo de desnutrición intrahospitalaria:
Parámetros antropométricos: peso, IMC y pérdida ponderal.
Ingesta dietética y comportamiento con el peso.


Diseñar una herramienta validada para la población donde se va a aplicar.
Aplicar la escala de valoración mínima nutricional (MNA).
Aplicar el NRS 2002.
Durante el curso de la estancia intrahospitalaria el estado nutricional se va progresivamente energética por enfermedad o un evento agudo agregado. Debido a la existencia de múltiples variables ni en Latinoamérica ni en nuestro país existe una herramienta validada como patrón de referencia del estado nutricional; esto es la causa de la diversidad en los resultados. Por esto se sugiere el desarrollo de una herramienta de fácil aplicación y resultados confiables.



A1. Bajo riesgo vs moderado MÁS alto riesgo
Tomado de: Huysentruyt, K, Devreker T, Dejonchheer J, De Schepper J, Vandenplas I, Cool F. The Accuracy of Nutritional Screening Tools in Assessing the Risk of Undernutrition in Hospitalized Children: A Systematic Review of Literature and Meta-analysis. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2015;61(2):159-66.

B1. Comparativo de sensibilidad y especificidad entre las herramientas de cribado nutricional para la valoración dietética referida14


C1. Comparativo de sensibilidad y especificidad entre las herramientas de cribado nutricional para la valoracion dietética directa14


D1. Comparativo de sensibilidad y especificidad entre las herramientas de cribado nutricional para la intervención nutricional14


Este artículo debe citarse como: García-Rivera R, Montijo-Barrios E, Cervantes-Bustamante R, ZárateMondragón F, Cadena-León JF, ToroMonjaraz EM, Cázares-Méndez M, López-Ugalde M, Ramírez-Mayans JA, Roldán-Montijo M. Métodos de evaluación de desnutrición intrahospitalaria en niños. Acta Pediatr Mex. 2018;39(4): 338-351.














A1. Bajo riesgo vs moderado MÁS alto riesgo
Tomado de: Huysentruyt, K, Devreker T, Dejonchheer J, De Schepper J, Vandenplas I, Cool F. The Accuracy of Nutritional Screening Tools in Assessing the Risk of Undernutrition in Hospitalized Children: A Systematic Review of Literature and Meta-analysis. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2015;61(2):159-66.





