Artículos de investigación y revisión
Factores de fracaso en las MiPyME de México evidenciados por el COVID-2019
Failure Factors in MSMEs in Mexico Evidenced by COVID-2019
Factores de fracaso en las MiPyME de México evidenciados por el COVID-2019
Revista mexicana de economía y finanzas, vol. 18, no. 2, e739, 2023
Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, A. C.
Received: 21 April 2022
Accepted: 11 August 2022
Resumen:
Antes de la pandemia el desarrollo económico de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyME) en Latinoamérica presentaba indicios paulatinos de recuperación tras los problemas presentados en los años 2009 y 2016. México a partir del 2017 mantuvo una inflación creciente del 5% promedio, el precio de los energéticos aumentó en un 20%, el crecimiento de la deuda externa un 12% y el PIB fue menor al 1.6% anual (Banco Mundial, 2020), (OCDE, 2019), (INEGI, 2018). Para finales del 2019, el SARS-CoV-2 (COVID - 2019) evidenció factores de fracaso que agudizaron la permanencia de las MiPyME ya que cerraron más del 30.6% de ellas (Naciones Unidas, 2021). En esta investigación se discuten dichos factores, para ello, se recopiló información del comportamiento económico, y de estudios cuantitativos de los sectores comerciales, manufactura y servicios. Para identificar estos factores, se encuestaron a 246 MiPyME mexicanas que cerraron entre septiembre del 2019 y diciembre del 2020, las cuales fueron seleccionadas mediante muestreo aleatorio estratificado. Los resultados evidenciaron factores de fracaso asociados a las capacidades del administrador y a aspectos internos de la empresa, entre los que destacan la falta de visión para identificar nuevos negocios y poco conocimiento de las Tecnologías de la Información.
Clasificación JEL:D01, D21, L22, O12, O54.
Palabras clave: MiPyME, factores de fracaso, desarrollo económico.
Abstract:
Before the pandemic, the economic development of Micro, Small and Medium-sized Enterprises (MSME) in Latin America showed gradual signs of recovery after the problems that occurred in years 2009 and 2016. As of 2017, Mexico maintained a growing inflation of 5% on average, the price of energy increased 20%, an external debt growth of 12% and a GDP lesser than 1.6% per year (Banco Mundial, 2020), (OCDE, 2019), (INEGI, 2018). By the end of 2019, SARS-CoV-2 (COVID - 2019) evidenced failure factors that exacerbated the permanence of MSMEs, since closed more than 30.6% of them (Naciones Unidas, 2021). In this research, these factors are discussed, by compiling information on economic behavior, and quantitative studies of the commercial, manufacturing and services sectors. To identify these factors, 246 Mexican MSMEs that closed between September 2019 and December 2020 were selected using stratified random sampling. The results showed failure factors associated with the capabilities of the administrator and internal aspects of the company, among which the lack of vision to identify new businesses and little knowledge of Information Technology stand out.
JEL Classification:D01, D21, L22, O12, O54.
Keywords: MSMEs, failure factors, economic development.
1. Introducción
Durante la pandemia diversos sectores económicos, entre ellos las MiPyME, han sido afectados al grado de limitar sus operaciones, reducir sus jornadas laborales, recortar el personal equivalente al 31.5% de su plantilla, reducir sueldos del personal, y hasta el cierre de empresas que ha representado el 30.6% en América Latina (OCDE, 2021). Con el fin de analizar el grado de afectación de dichos fenómenos, en esta investigación se discute cómo el uso de nuevas tecnologías aplicadas para la consulta de productos y/o servicios, así como las entregas a domicilio (comercio electrónico), obligó a cambiar la dinámica en sus procesos de producción y venta. La motivación de esta investigación es identificar los factores de fracaso que afectan la permanencia de las MiPyME durante la pandemia. Para ello, se analizó la clasificación industrial en el contexto internacional, así como el comportamiento de los indicadores económicos y los niveles de producción históricos. Para identificar qué sectores industriales han sido afectados con el COVID-2019, es importante conocer la clasificación industrial en el contexto internacional, para posteriormente dar inicio al análisis de las variables económicas, así como el análisis histórico de algunos sectores. Dicha clasificación está integrada por sectores, subsectores, ramas, subramas y clases en donde se detallan las actividades que realiza cada país, en el caso de América del Norte de acuerdo con el INEGI (2021), la Oficina de censo de los Estados Unidos (2017), y la oficina de Estadística de Canadá (2018), dicha estructura ésta integrada por 20 sectores económicos. La Unión Europea (2019) concentra sus actividades económicas en 10 sectores. El resto de los 193 países que integran la Organización de Naciones Unidas - ONU (2021) tienen su propia clasificación de acuerdo con las actividades económicas que desarrolla cada uno de ellos. Sin embargo, con el fin de estandarizar dicha clasificación a nivel mundial la ONU considera la Clasificación industrial internacional estándar de todas las actividades económicas (2021), la clasificación industrial de los sectores de América del Norte, la Unión Europea y la clasificación internacional estándar establecida por las Naciones Unidas. Posteriormente, se abordan las oportunidades de mejora relacionadas al uso y desarrollo creciente de nuevas tecnologías para los consumidores y las empresas. Debido al confinamiento social ocasionado por la pandemia, las personas mostraron interés en las consultas en línea relacionadas a servicios de entrega a domicilio, mostrando un cambio significativo en los hábitos de consumo hacia el comercio electrónico, repercutiendo directamente en las MiPyME quienes se vieron obligadas a cambiar la dinámica en sus procesos de producción y venta. Dicha dinámica evidenció factores de fracaso para las MiPyME entre los más sobresalientes aquellos relacionados con el conocimiento y uso de las Tecnologías de la información, infraestructura en comunicaciones y las habilidades empresariales para dar solución a las problemáticas presentadas (CEPAL, 2020). El objetivo de este estudio es identificar los principales factores de fracaso de las MiPyME mexicanas durante la Pandemia de COVID-19, siendo la principal aportación de esta investigación la identificación de los principales factores de permanencia y fracaso de la MIPYME en México durante la pandemia.
2. Estado del arte
2.1 Análisis del comportamiento económico
2.1.1 Comportamiento de indicadores económicos durante la pandemia
Para iniciar con el análisis del efecto que ha tenido la pandemia en el desarrollo económico internacional, se presentan tres indicadores económicos de las cinco principales economías de América Latina como son: Brasil, Argentina, Colombia, Chile y México, abarcando el periodo de 2010 al 2020 haciendo énfasis en el efecto que tuvo la pandemia durante el periodo del 2019 al 2020. En algunos de estos indicadores el periodo de tiempo se reduce de acuerdo con la información presentada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL - Naciones unidas, 2021). Sin embargo, es suficiente para apreciar el impacto ocasionado por la pandemia. El primer indicador es el PIB, que de acuerdo con la Ilustración 1, el país que representa un declive de manera continua desde el 2017 es Argentina llegando al 2020 con -9.9 % de decremento en el PIB. En el caso de México y Chile presentaron un decremento a partir del 2019 cerrando en el 2020 con una contracción del -8.3 y -5.5% (respectivamente). En el caso de Colombia si bien en el 2019 mantuvo un crecimiento de 3.2% para el 2020 mostró una contracción del -6.8%. En el caso de Brasil se tiene un comportamiento alterno entre incrementos y decrementos, en el 2016 presentó una pérdida del -3.2%, para 2019 muestra una recuperación del 1.4% cerrando en 2020 con un decremento del -4.06%. Finalmente, América Latina y el Caribe tuvieron en promedio un incremento del PIB con 1.04% en los últimos 10 años, siendo el 2020 el que presentó mayor decremento con un -6.8%.
En relación con la tasa de desempleo, veáse la Ilustración 2, de 2010 al 2020 México es el país con menor afectación con un promedio de 4% en dicho periodo, teniendo su pico en 2020 con 4.4%. Por otro lado, el país con mayor tasa de desempleo promedio es Colombia con 10.8% cerrando el 2020 con 15.1%, seguido de Argentina con el 10.2% en promedio y con una tasa del 11.5% en el 2020, Brasil con 9.3% en promedio y el 2020 con 13.5%, Chile con 8% en promedio y en el 2020 con 10.7%, finalmente, América Latina y el Caribe con el 7.5% en promedio y en el 2020 con 10.4%.
Por otra parte, la Ilustración 3 muestra la inversión extranjera neta, que en el caso de México ha tenido un incremento del 6% entre el 2019 y 2020 y en promedio desde 2010 hasta 2020 del 200%, sin embargo, de 2008 a 2012 se tuvo un decremento de -31% de inversión extranjera. Por otro lado, el país con mayor pérdida de inversión extrajera fue Brasil quien del 2018 al 2020 perdió en promedio el -39%. Para América Latina y el Caribe se tiene en promedio saldos negativos de -5% desde 2012. En el caso de Colombia, Argentina y Chile estos presentaron de 2019 a 2020 una reducción en la inversión con -45%, -47% y -198% respectivamente.
2.1.2 Fenómenos económicos presentados en los sectores industriales durante la pandemia
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe el desarrollo económico CEPAL (2021) con la pandemia la producción sufrió caídas del 2019 al 2020, siendo los principales afectados la industria hotelera y restaurantera con -55.91%, la construcción -32.74%, el transporte, almacenamiento y comunicaciones con -28.45%, y los menos afectados fueron la Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con -9.18%, y la intermediación financiera, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler con -18.31%. Para apreciar dicho comportamiento se presenta la Ilustración 4 donde se detalla el porcentaje en que disminuyó la producción en los diversos sectores industriales.
A continuación, se presenta el análisis de los porcentajes de variación que sufrieron los sectores económicos presentados en la Ilustración 4:
La Administración pública, defensa, seguridad social obligatoria, enseñanza, servicios sociales y de salud, y otros servicios comunitarios, sociales y personales. Se aprecia que del 2019 al 2020 el País más afectado fue Brasil con el 22.04%, Argentina con 18.77%, México con -10.60%, Chile con -10.54%, Colombia con -10.60% y América Latina y el Caribe con -23.52%. En relación con los niveles de producción, para el caso de México la caída en este rubro fue equiparable al de la producción del 2016.
El sector de la Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fue la menos afectada, se observa que del 2019 al 2020 el país con mayor afectación fue México con una reducción del -5.1%, Chile con -3.15%, Argentina con -0.14%, mientras que Brasil y Colombia presentaron un incremento del 3.04% y 0.37% respectivamente, para el caso de América Latina y el Caribe tuvieron un decremento del -9.18%. En cuanto al nivel de producción del 2020 para el caso de México durante la pandemia fue similar al nivel alcanzado en el 2018.
En relación con el Comercio al por mayor y al por menor, y la reparación de bienes, del 2019 al 2020, todos los países analizados presentan una disminución, siendo el más afectado México con -15.93%, seguido de Brasil con -15.54%, Colombia con -11.46%, Chile con -7.77%, y Argentina con -4.75%. Para el caso de América Latina, ésta tuvo una afectación en dicho periodo del -21.25%. En relación con los niveles de producción durante la pandemia, en el 2020 para el caso de México fue similar al del generado en 2016.
El sector de la construcción del 2019 al 2020 tuvo una reducción, Brasil del -33.1%, Colombia con -30.8%, Argentina con -27.2%, México con el -24.4%, Chile con -21.8%, y América Latina y el Caribe con -32.7%. En relación con los niveles de producción, México alcanzó niveles de producción en el 2020 similares a los alcanzados en el 2005.
Respecto al sector de correo y telecomunicaciones, se observa que del 2019 al 2020, el país más afectado fue Brasil con -22.7%, seguido de Chile, Colombia, México y Argentina con -18.5%, -12.9%, -15.1% y -15.09% respectivamente, mientras que para América Latina y el Caribe se tuvo una reducción del -20.04%. En relación con los niveles de producción para México se alcanzó lo producido en el año 2006.
Para el sector de la Explotación de minas y canteras, del 2019 al 2020 Chile alcanzó un incremento del 23.0% siendo el único de los países analizados con saldo positivo, mientras que Colombia alcanzó el -37.3%, Argentina el - 32.4%, México el -23.07% y Brasil el -20.9%, todos ellos tuvieron un saldo negativo, mientras que América Latina tuvo una producción del -39.5%. En relación con los niveles de producción, para el caso de México se alcanzó niveles similares a los del año 2016.
En relación con el sector de hoteles y restaurantes, éste fue el más afectado del 2019 al 2020, el país con mayor repercusión fue Argentina con -49.5%, México con -47.3%, Colombia con -41.8% y Chile con -37.5%, Brasil no presentó información en dicho periodo, en el caso de América Latina y el Caribe se contrajo la producción el -55.3%. En relación con los niveles de producción en este sector, para el caso de México se alcanzaron niveles similares a los del año 1998.
Respecto a las industrias manufactureras, se aprecia que del 2019 al 2020, el país con mayor afectación en su producción fue Brasil con -26.01%, seguido de México con -15.6%, Colombia con -15.3%, Chile con el -11.3% y Argentina con el -8.6%, mientras que América Latina y el Caribe fue de-22.2%. En relación con México y los niveles de producción, éstos fueron similares a los del año 2016.
En lo que respecta al sector de Intermediación Financiera, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, este fue uno de los sectores menos afectados por la pandemia, se puede apreciar que del 2019 al 2020, el país con más afectación fue Brasil con -23.4%, seguido de chile con -12.4%, Colombia con -9.6%, Argentina -9.5% y México con -9.4%, mientras que para América Latina y el caribe se contrajo en un -18.3%. En relación con el nivel de producción México, se alcanzó lo producido en el año 2016.
Para el sector de Suministro de electricidad, gas y agua entre el 2019 al 2020 se tuvo una contracción en la producción para todos los países, siendo el más afectado Brasil, seguido de Argentina, México, Colombia y Chile con -24.2%, -23.6%, -3.9%, -10.4% y -5.9% respectivamente, finalmente, para América Latina y el Caribe también se contrajo en un -22.3%. En relación con los niveles de producción México alcanzó los niveles del año 2018.
Con respecto al Transporte, almacenamiento y comunicaciones, del 2019 al 2020, el país con mayor contracción en sus niveles de producción fue Brasil con -24.12%, seguido de México con -23.97%, Argentina con -23.8%, Colombia con -23.79% y Chile con -19.59%, mientras que para América Latina y el Caribe se contrajo el -28.45%. En relación con los niveles de producción, México alcanzó niveles cercanos a los del año 2017.
Para analizar los sectores industriales con mayor decremento en su producción del 2019 al 2020 se presenta la Ilustración 5, la cual muestra que el sector más perjudicado fue Hoteles y restaurantes que en promedio se contrajo el -58%, seguido de la construcción con -33.11% y Transporte, almacenamiento y comunicaciones -28.45%. Los sectores menos afectados fueron Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con el -9.18%, e Intermediación financiera, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler con el -18.5%.
2.2 Fenómenos económicos y de mercado originados por la pandemia
Si bien es cierto que la pandemia tuvo repercusiones negativas en el desarrollo económico a nivel mundial, también trajo como consecuencia oportunidades de mejora, en particular aquellas sobre el uso y desarrollo creciente de nuevas tecnologías para los consumidores y las empresas. Debido al confinamiento social, las personas mostraron interés en las consultas en línea relacionadas a servicios de entrega a domicilio los cuales se incrementaron debido a las restricciones sociales en los países de América Latina, mostrando un cambio significativo positivo en los hábitos de consumo hacia el comercio electrónico (Ver Ilustración 6).
Las Tecnologías de la Información (TI) han tenido un papel crucial en la recuperación de las economías de la región. De acuerdo con la OCDE (2021) esto representa una oportunidad en la transformación digital, donde aplicando las políticas adecuadas las TI se podría colaborar en cerrar la brecha de productividad entre las MiPyME y las grandes empresas. Es decir, se pueden generar nuevas conexiones entre la oferta y la demanda, facilitar transacciones comerciales, mejorar los procesos administrativos y productivos, y crear o modernizar industrias. Un ejemplo claro es el Fintech, Agrotech y la Autotech, quienes emplean las TI en más del 90% de sus procesos poniendo énfasis en aquellos relacionados con el cobro y atención al cliente (ITF, 2019). Por otra parte, el rápido crecimiento del comercio electrónico podría llevar a incrementos en los volúmenes de producción de entre el 2% y 11%, un ejemplo de ello se muestra en la Ilustración 7 donde los hábitos de consumo se inclinaron sobre artículos esenciales en comparación con los artículos no esenciales, con una demanda creciente en el caso de los países de México, Estados Unidos (USA), Canadá, Colombia, Chile y Brasil.
De acuerdo con la OCDE (2021), el Fondo Monetario Mundial (2020) y el Banco Mundial (2020), el impacto económico ocasionado hasta el momento en el sector minorista depende del efecto de las siguientes características:
A menudo operan en condiciones difíciles, como:
Escasez de oferta de mano de obra.
Problemas en las cadenas de suministro.
Problemas en las condiciones de trabajo en las que operan.
Picos en la demanda de artículos específicos en algunas ocasiones.
En este caso, se recomienda acelerar el cambio actual de la venta física a la venta en línea.
Otros fenómenos observados en las MiPyME que se han derivado de la pandemia son la diversificación de los trabajos presenciales a distancia e híbridos, de acuerdo con Ute, Przemyslaw, Pérez, & Klausen (2021) hasta agosto del 2021 en promedio el 22% de los trabajadores que cambiaron de trabajo presencial a distancia/remoto se quedarán laborando bajo esta modalidad, mientras que en la modalidad presencial permanecerán el 55% de la plantilla laboral y en la modalidad híbrida el restante el 23% (Ver Ilustración 8). Esto significa que la modalidad a distancia creció el 12% y la híbrida el 22%. Este fenómeno representará nuevas oportunidades tanto para las empresas como para los empleados, partiendo de la productividad, uso y la optimización de las TIC, la gestión de información, e interacción entre los empleados con la empresa y su entorno externo.
Otro fenómeno económico presentado durante la pandemia fue la identificación de nuevas empresas basadas en Tecnologías de la Información, adaptándose parcial o totalmente a su producción, esto significa que las nuevas empresas incorporan de lleno el uso de las TIC en toda la empresa o en particular en aquellos procesos donde interviene el servicio de cobro, mercadotecnia, distribución, venta y posventa. En este sentido, de acuerdo con la Ilustración 9 en promedio 4 de cada 6 nuevas empresas integran desde su nacimiento la inclusión de las TIC en sus procesos estratégicos. Los países que destacan con mayor número de empresas nuevas y uso de las TIC son Australia, Estados Unidos con 6 de cada 10, seguidos de Canadá, Italia y Japón con 5 de cada 10, España, Brasil, Colombia, Dinamarca y Reino Unido con 4 de cada 6, y finalmente, Francia, Alemania y Chile con 3 o 2 de cada 10. De acuerdo con Ute et. al. (2021), este fenómeno fue acompañado por la creciente demanda de productos o servicios solicitados vía electrónica y de manera no presencial, además de incluir métodos de pago digitales de las mismas empresas o de empresas externas que ofrecían este tipo de integraciones.
En relación con la edad del empresario al momento de crear una MiPyME también cambió en la pandemia, de acuerdo con la Ilustración 10, los rangos de edades que más aumentaron fueron de 55-64 años con un incremento en 1.6% de los emprendimientos, seguido de las edades 65-99 con el 1.5% de incremento. Mientras que los rangos que disminuyeron fueron de 18-24 con el - 3.7% de decremento, y de 35-44 con el - 0.5%. Esto sugiere que los mayores de 45 años vieron oportunidades o se vieron obligados a emprender en la pandemia, lejos de que las proyecciones indicarán la disminución de la creación de empresas, éstas crecieron de manera importante. Esto arrojó que la edad escolar de los nuevos emprendedores se incrementará durante la pandemia, arrojando que el 75.6% de los casos tuvieran estudios de educación superior y el 10.4% educación media superior.
Otra variable que se vio afectada fue el género del empresario al crear nuevas empresas, de acuerdo con la Ilustración 11, el género masculino incrementó su participación en 6.8% durante la pandemia, mientras que el género femenino que venía incrementando su participación en la creación de empresas previo a la pandemia, disminuyó pasando de 38.6% a 31.8%, lo que representa un decremento del -6.8%.
Otro fenómeno presentado en las empresas a nivel mundial es el cierre de empresas y el despido de empleados, como se observa en la Ilustración 12 las MiPyME resultaron ser las más afectadas, por un lado, el 30.6% de empresas se vieron obligadas a cerrar y por otro, fue el sector que despidió al 31.5% de su plantilla laboral, siendo que ellas representan a más del 70% de la mano de obra utilizada. En el sector de las grandes empresas se cerraron el 0.6% de ellas y se despidió al 0.6% de su plantilla laboral.
De acuerdo con la CEPAL (2020) se estima que 2.7 millones de empresas se declararon en bancarrota para finales del 2020, particularmente de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyME) que representan el 99% de unidades económicas, y generan más de la mitad de los empleos (OIT, 2015), (Dini & Stumpo , 2019). Siendo las más afectadas aquellas que dependen del autoempleo sumado a las consecuencias de las medidas de aislamiento, cierre y contención, ya que tienen menor liquidez y reservas. Además, las MiPyME cuyos servicios no fueron catalogados como esenciales perdieron al 76.5% de los trabajadores en el sector comercial, y 86.1% en el sector de hoteles y restaurantes (OCDE/CAF, 2019). En el caso particular de México, de acuerdo con el INEGI (2021) más de un millón de empresas se vieron forzadas a cerrar. Lo anterior se muestra con detalle en la Ilustración 13, el Estado más afectado fue Quintana Roo quien representó -4.46% a nivel nacional, seguido de Baja California Sur, Sinaloa, Tamaulipas con -3.8% cada uno y Nuevo León con -3.7%, mientras que los estados menos afectados fueron Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Yucatán y la Ciudad de México con -2.03%, -2.32%, -2.33%. -2.45%, -2.73% y -2.76% (respectivamente).
Finalmente, el cierre de empresas y la pérdida de empleo obligó a los trabajadores de América Latina a incorporarse al empleo informal, el cual creció en promedio el 59% durante la pandemia (OCDE, 2021). Lo cual traerá como consecuencia en el mediano plazo la falta de seguro social, nula pensión para dicho grupo y el incremento de la pobreza. De acuerdo con la Ilustración 14 en el caso de México representó el 52% de la mano de obra trabajando en la industria informal. En el caso de Colombia alcanzó el 62%, seguido de Argentina, Brasil y Chile con el 48%, 39% y 30% respectivamente.
2.3 Factores de fracaso en las MiPyME
2.3.1 Antecedentes y conceptos de los factores de fracaso en las MiPyME
Si bien es cierto que no existe una fecha exacta de algún estudio sobre la aparición de los factores de fracaso en las empresas, existen indicios de que es a partir de la edad media con el nacimiento de los talleres artesanales, donde un porcentaje de estos no logra permanecer, y se ve obligado a desaparecer o cambiar de actividad ya sea para realizar actividades de caza, pesca o agricultura. Para la revolución industrial también se presentan factores de fracaso en las empresas textiles, agricultura y metalúrgicas en cuyo caso fueron absorbidas por empresas del estado o bien por empresas más grandes (Galindo & García, 1982), (Sanginés, 2001). Por otra parte, los factores de fracaso a través del tiempo se han diversificado, por ejemplo, en los siglos XIX y XX éstos se clasifican de manera general asociados a las políticas públicas, soporte institucional, acceso a financiamiento y mano de obra calificada. Para la mitad del siglo XX se adicionaron factores de fracaso como condiciones del mercado, interacción y capacitación de los grupos de trabajo de primer nivel y poca especialización. En la primera mitad del siglo XXI aparecieron factores de fracaso asociados a factores internos y externos entre los que figuran la falta de redes o clústeres, factores asociados al rendimiento de trabajo, competitividad, rendimiento individual y grupal, entre otros (Domenge & Imanol, 2010) (García, 2015) (Hernández, 2013). En el caso de México los factores de fracaso como MiPyME surgen propiamente en los años 50’s del siglo XX, cuando nacen de manera insipiente el sector de empresas privadas, ya que en su mayoría eran administradas por el estado. Los primeros registros que se tienen sobre los factores de fracaso en el caso de México son de finales del siglo XX y principios del XXI (Instituto Nacional del Emprendedor - INADEM, 2018), (García, 2015).
En relación con la definición de los factores de fracaso de acuerdo con Lozada, Valarezo, Salcedo, & Sotomayor (2020) no se ha logrado una conceptualización condensada sobre el fracaso y sus factores en las MiPyME. En la literatura se observan varios términos para referirse al fracaso, como mortalidad, discontinuidad, cierre, liquidación, bancarrota, declive y fracaso. Por lo que a lo largo del tiempo el fracaso se ha asociado a múltiples significados, y dependiendo de las variables o contextos estos son considerados para sus definiciones las cuales son amplias o específicas, y qué dependiendo de su utilización, criterios y objetivos pueden estar basados en el desempeño o subjetivos basados en la percepción y del análisis a nivel de la empresa o a nivel individual (Jenkins & McKelvie, 2016). Sin embargo, se pueden los factores de fracaso se pueden como aquellos que conllevan al cierre de la empresa como la falta de recursos financieros que ocasionan el cese de las operaciones de la empresa (Everett & Watson, 1998).
Por otra parte, los factores de fracaso son un evento adverso e indeseable para las MiPyME que conlleva a escenarios de insolvencia, inoperatividad y, en algunos casos, a la desaparición del mercado. Al explorar la literatura sobre el fracaso en este sector, los autores sugieren diferentes significados. Varios autores dan al fracaso una definición de quiebra (Altman, 1968). Otros, en cambio, definen el fracaso en las MiPyME como dificultades financieras para cumplir con sus obligaciones (Ashraf, Félix, & Serrasqueiro, 2019). Altman (1968) consideró inicialmente como ejemplos de factores de fracaso en aquellas empresas que se encontraban legalmente en quiebra; en cambio, en estudios posteriores realizados en 1988, señaló como casos fracaso en aquellas empresas que se encontraban en situación de insolvencia, incapacidad o inoperatividad para hacer frente a sus obligaciones. Por otra parte, Laitinen y Laitinen (1998) definieron el fracaso como insolvencia, es decir, como la incapacidad de una empresa para pagar sus deudas. Para Dimitras et al. (1996), el fracaso en las MiPyME es una situación en la que una empresa es incapaz de cumplir sus obligaciones financieras. En este sentido autores como Tascón y Castaño (2006) resumieron las diferentes interpretaciones del fracaso, como se detalla en la Tabla 1. Por su parte, Romero (2013) clasificó el concepto de fracaso en tres categorías tomando como fundamento las definiciones más comunes utilizadas como: 1. Incapacidad para pagar deudas y obligaciones a corto plazo; 2. Patrimonio neto negativo; 3. Declaración judicial de suspensión de pagos o quiebra. Finalizando en su estudio, que el fracaso se define como la liquidación, inactivación y declaración legal de quiebra de la empresa.
Para comprender el fracaso y sus factores, la mayoría de las investigaciones se ha dirigido hacia el desarrollo de modelos estadísticos, utilizando información de estados financieros, es decir, estados de situación financiera, estados de resultados y flujo de efectivo, a través de la generación de variables que permitan pronosticar el resultado de una compañía (Zambrano, Valls, & Martí, 2021). De lo anterior se pueden identificar aquellas definiciones de fracaso en las MiPyME de acuerdo la Tabla 1.
2.3.2 Factores de fracaso en las MiPyME en el contexto nacional e internacional
Entre los aspectos más importantes que han determinado el fracaso de las MiPyME en México, de acuerdo con la Tabla 2, son factores como la falta de financiamiento, poca vinculación, poca rentabilidad, inseguridad, entre otros, que orillan al cierre de operaciones y/o fracaso de éstas (Instituto Nacional del Emprendedor - INADEM, 2018), (INEGI, 2021), (García, 2015) (Domenge & Imanol, 2010). En el contexto internacional García (2015) señala que los principales factores de fracaso en las MiPyME de Estados Unidos son internos y externos, en cuanto a los internos figuran la falta de planeación, bajas ventas, problemas financieros, falta de capacitación, mientras que en los factores externos aparecen la falta de ética, piratería, debilidades frente a la competencia, ubicación inadecuada, fraudes, entre otros. Para el caso de los países que integran la OCDE, de acuerdo con Hernández (2013), los factores de fracaso de las MiPyME incluyen personal mal calificado, productos mal planeados, precios no competentes, infraestructura inadecuada, recursos financieros escasos, políticas regulatorias inexistentes, falta de apoyos, entre otros. Finalmente, para el caso de la unión europea los principales factores de fracaso están asociados con la falta de conocimiento del mercado, insuficiencia de recurso humano, barreras arancelarias, falta de infraestructura, inestabilidad política, corrupción, y confianza en el mercado, entre otros (Hernández, 2013).
De acuerdo con la Tabla 2, los factores de fracaso coincidentes que se han presentado antes de la pandemia son la falta de financiamiento, planeación estratégica deficiente, falta de capacitación, mano de obra calificada escaza, infraestructura inadecuada y exceso de burocracia.
3. Metodología y diseño de la investigación
3.1 Metodología
La metodología utilizada para esta investigación puede ser dividida en dos etapas, la primera etapa es documental ya que en ella se analizan las diferentes dimensiones que definen el comportamiento económico y de mercado durante la pandemia de COVID 19 a partir de la revisión de la literatura (véase Tabla 3). La segunda etapa de la investigación es cuantitativa, para ello se calcula una muestra representativa de empresas que cerraron durante la pandemia y se diseña una encuesta. El tipo de análisis que se realiza es de tipo descriptivo para los factores de fracaso asociados al administrador, así como a los factores internos y externos de la empresa. Al final se realiza un análisis correlacional para identificar la importancia de los factores de fracaso en las MiPyME bajo estudio.
3.2 Cálculo de la muestra y tipo de muestreo.
Antes de presentar los resultados de la investigación de campo realizada en México, se describe la población, el cálculo de la muestra y la técnica de muestreo utilizada. La población total considerada en este estudio está integrada por 1,010,857 unidades económicas que cerraron entre los meses de septiembre del 2019 y diciembre del 2020, que acuerdo con el INEGI (2021) son catalogadas como MiPyME según el número de empleados y monto de ventas. Considerando lo anterior, se utilizará para el cálculo del tamaño de la muestra, aquella con población conocida, que de acuerdo con Murray & Larry (2009) nos permite establecer el número de individuos con ciertas características previamente conocidas y la cual expresa la relación entre las variables, cantidad de participantes y certeza estadística (Martínez, 2010).
Formula: ,
Z = 1.96,
N = 1,010,8
p= 0.8, q= 0.2, i=0.05
Sustituyendo en la formula,
Tras lo anterior, la muestra será de 246 MiPyME que cerraron entre septiembre del 2019 y diciembre del 2020, distribuidas por estado y clasificación industrial general. En relación con la técnica de muestreo se empleó el aleatorio estratificado para garantizar la representatividad, distribución y variedad en la información recabada (Martínez, 2010), (Ackoff, 1953), (Otzen & Manterola, 2017). La selección de la muestra se realizó considerando todos los Estados de México, agrupados por su clasificación (servicio, comercio y manufactura) en proporción al porcentaje de representación de las empresas que cerraron durante la pandemia. El instrumento que se utilizó fue una encuesta aplicada a través de Google Forms, la confiabilidad del instrumento se calculó utilizando el alfa de Cronbach, aplicado a los ítems de factores internos y externos arrojando un valor de 0.943, lo que indica un elevado nivel de confiabilidad de acuerdo con Hogan (2015). Una vez obtenida la información de la encuesta, ésta se descargó en una hoja de cálculo para su posterior procesamiento y generación de estimadores estadísticos con el software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS).
3.3 Operacionalización de variables
La matriz de congruencia podrá orientarnos sobre los Ítems y criterios del instrumento, y evitar así duplicar información y desviar la investigación. Derivado de lo anterior, se presenta en la Tabla 3 la matriz de congruencia del instrumento.
Como se observa en la Tabla 3, gracias a la definición operacional permite visualizar las dimensiones y sus respectivos ítems, los cuales permiten delinear y conservar el diseño del marco teórico del presente documento. Para el caso de estas variables toda la información se identificó, recuperó y analizó mediante la investigación documental por lo que no fue necesario incluirlo en el instrumento.
De acuerdo con la Tabla 4, se identifican las dimensiones que integran la variable asociada al administrador. Con el fin de jerarquizar el factor de fracaso de mayor y menor relevancia, de ahí que solo se estableció una pregunta con n respuestas que cubren las dimensiones jerarquizando la respuesta de mayor a menor relevancia.
En la Tabla 5 se recuperan aquellos indicadores de las dimensiones asociadas a los fracasos internos de la empresa. De igual manera para jerarquizar el factor de fracaso de mayor y menor relevancia, estableciendo una pregunta con n respuestas que cubren dichas dimensiones.
Finalmente, en la Tabla 6 se miden los indicadores asociados a las dimensiones de los fracasos externos de la empresa. Jerarquizando el factor de fracaso de mayor y menor relevancia, con una pregunta de n respuestas alienadas a sus dimensiones.
3.4 Pruebas piloto
Las pruebas piloto de acuerdo con Mora et. al. (2015), es un apartado metodológico, que colabora en dar aproximaciones reales, mejorar la validez y confiabilidad del instrumento, antes de ser aplicado y definir la versión final, esto sin duda ayuda a disminuir los posibles riesgos y errores en la obtención de datos brindando la posibilidad de mejoras, aprobando la funcionalidad, veracidad y factibilidad de dicho instrumento de análisis. Dado lo anterior, se presentan en la Tabla 7 los resultados de la prueba piloto.
4. Resultados y discusiones
4.1 Factores de fracaso en las MiPyME durante el COVID - 19
Tras la aplicación del instrumento al administrador o dueño de la empresa, los resultados se agruparon en tres bloques. El primero de ellos de acuerdo con la Ilustración 15 recaba la respuesta sobre los factores de fracaso asociados al administrador de la empresa. El segundo bloque obtiene información sobre los factores de fracaso asociados al comportamiento interno de la empresa (ver Ilustración 16), y el tercer bloque según la Ilustración 17 recaba información sobre los factores de fracaso asociados al comportamiento externo de la empresa. Por otra parte, en la Ilustración 15 los resultados arrojaron que los factores de fracaso más importantes para cerrar la empresa durante la pandemia fueron la falta de visión para identificar nuevos negocios con el 19.5% de los encuestados, poco conocimiento y manejo de las TI, formación académica inadecuada con el 17.1% para ambos, y la toma de decisiones errónea representando el 16.6%. Mientras que factores de fracaso como falta de mentalidad, motivación, compromiso y creatividad representaron un menor porcentaje por debajo del 2% cada uno. Finalmente, los factores de falta de visión para identificar nuevos negocios, y poco conocimiento y manejo de las TI fueron los que sobresalieron a diferencia de años previos a la pandemia. Complementado lo anterior con los resultados presentados por la OCDE (2021) mostrados en la Ilustraciones 6 y 7. En la primera de ellas, se relaciona ya que la búsqueda de artículos a través de internet se incrementó 400%, lo que evidencia que los empresarios deben conocer el alcance y aplicar las TI para aprovechar la venta, posventa y aspectos mercadológicos para ofrecer sus productos por medios digitales. Por otra parte, con respecto a la Ilustración 7, la demanda de artículos esenciales se elevó, lo que conlleva a los empresarios a identificar nuevos negocios que atiendan dicha demanda o se incorporen a la cadena productiva de estos. También se relaciona con los resultados mostrados en la Ilustración 9, presentados por Ute et. al. (2021) donde se aprecia que cada vez más empresas nuevas integran en sus procesos el uso de las TIC.
En la Ilustración 16 se aprecian los factores de fracaso asociados al comportamiento interno de la empresa, siendo los más representativos las finanzas limitadas con el 14.6%, poco énfasis en la digitalización de procesos con 13.6%, infraestructura tecnológica deficiente y la falta de estrategias para reposicionarse en el mercado ambas con 8.7%. Mientras que los factores que menos representación tuvieron son el proceso productivo deficiente con 1.5%, el producto no cumple con los requisitos del mercado, estrategias de marketing erróneas, poca resiliencia, mala selección del mercado y falta de liquidez con 3.9%, 4.9%, 4.9%, 5.8%, y 5.8% respectivamente. Es de resaltar que los factores de fracaso relacionados con la digitalización de procesos, infraestructura de tecnológica y estrategias de mercadotecnia repuntaron durante la pandemia, siendo estos coincidentes con los resultados presentados en la Ilustración 8 por Ute et. al. (2021), donde se observa la necesidad de trabajar a distancia y de manera híbrida que se incrementaron más de 300% con el fin de garantizar la operación de la empresa. Los resultados también muestran relación con los resultados reportados por la OCDE (2021) en la Ilustración 6, en donde las empresas intensificaron las estrategias de mercadotecnia para motivar al cliente a la compra vía online, ya sea por medios digitales o a través de terceros para el surtido del pedido.
Finalmente, en la Ilustración 17 se muestran los factores de fracaso asociados al comportamiento externo de la empresa, figuran en el top 4 factores como la falta de financiamiento público o privado, procedimientos gubernamentales ineficientes, impuestos excesivos e inseguridad con 18%, 14.1%, 12.2% y 9.8%, los cuales aparecían ya en años previos como causas de fracaso. Lo sobresaliente de esta ilustración, es que muestra factores nuevos de fracaso como servicio y cobertura de telecomunicaciones insuficientes con 7.3%, y nula o poca información de clúster con 3.9%, dichos resultados se complementan con la información reportada por Ute et. al. (2021) en las Ilustraciones 10 y 11, donde se observa un decremento en la participación distribuida de los emprendedores, además de la disminución en la participación del género femenino para la creación de empresas, en este sentido, el clúster pudiese colaborar para integrar la cadena productiva y generar estrategias colectivas para lograr permanecer en el mercado, que junto con la mejora en cobertura de telecomunicaciones incrementaría la posibilidad de permanencia en el mercado.
4.2 Discusión
La discusión se centra en la correlación existente entre las variables de investigación, por un lado, la variable dependiente relacionada con los factores de fracaso asociados al dueño o administrador de la empresa, y las variables dependientes asociadas a los factores de fracaso del comportamiento interno y externo de la empresa. Para poder observar dicha correlación se presenta la Tabla 8.
De acuerdo con la Tabla 8, los resultados indican los niveles de correlación de Pearson entre las variables consideradas, en donde se aprecia lo siguiente (Sampieri, Fernandez, & Baptista, 2018):
La correlación más significativa se encuentra entre los factores de fracaso asociados a las capacidades del administrador o dueño de la empresa y los asociados a los aspectos internos de la empresa con 0.794 (correlación positiva considerable) y un nivel de significancia de 0.01. Es decir, existe el 99% de posibilidades en que los factores de fracaso asociados al administrador o dueño incidan directamente en los factores de fracaso internos de la empresa.
La siguiente correlación se da entre los factores de fracaso asociados al administrador o dueño de la empresa, en relación con los factores externos de la empresa con un nivel de significancia del 0.647 (correlación positiva media) con un nivel de significancia de 0.01. Esto quiere decir que los factores de fracaso asociados a los Administradores o dueños inciden parcialmente en los factores externos de la empresa. En este apartado, si bien es cierto que los factores de fracaso asociados al contexto externo de las empresas son difíciles de controlar, el administrador al tener experiencia, visión, formación académica, etc., da mayor posibilidad de afrontar las condiciones externas de la empresa.
La correlación entre los factores de fracaso asociados al comportamiento interno y externo de la empresa, son las que menor correlación tienen con 0.539 (correlación positiva media) y un nivel de significancia del 0.05. Lo que significa que, si la empresa logra atender las oportunidades de mejora internas, logrará aminorar los factores de fracaso externos a ella.
5. Conclusiones
Tras el desarrollo del presente trabajo de investigación surgieron distintos fenómenos económicos y de mercado que confirmaron y evidenciaron los factores de fracaso que propiciaron el cierre de las MiPyME, algunos de ellos históricos cómo la falta de visión, la formación académica inadecuada y la toma de decisiones errónea del administrador de la empresa, las finanzas limitadas y la falta de financiamiento, la falta de estrategia para reposicionarse, procedimientos gubernamentales ineficientes, impuestos excesivos y la inseguridad, otros que durante la pandemia se potenciaron o crearon, dentro de ellos los factores asociados al conocimiento y dominio de las TIC (poco conocimiento de las TI del administrador de la empresa, y poco énfasis en la digitalización de procesos), así como contar con servicio y cobertura en telecomunicaciones (Poca infraestructura de telecomunicaciones) sin duda fueron medulares, ya que permitieron a algunas empresas continuar con la producción, y con la implementación de las TIC en sus procesos de producción, y en particular, los procesos de venta y posventa son los que experimentaron mayor demanda y beneficio, y dieron la posibilidad a dichas empresas de permanecer abiertas aún durante la pandemia (con ciertas restricciones). Otro factor para la permanencia de las MiPyME fue la visión para poder identificar nuevos negocios que acorde al comportamiento del mercado (véanse las Ilustraciones 6 y 7), donde se observa que los consumidores incrementaron la búsqueda de productos esenciales y no esenciales -en menor medida-, además de mostrar que la búsqueda de productos y servicios se intensificó a través de internet.
En este mismo sentido, se distingue que los factores de fracaso asociados a las capacidades del administrador o dueño de la empresa inciden directamente en los factores de fracaso internos de la empresa. Mientras que los factores de fracaso asociados a los Administradores o dueños inciden parcialmente en los factores externos de la empresa. Si bien los factores de fracaso asociados al contexto externo de las empresas son difíciles de controlar, la experiencia, visión y formación académica del administrador de la empresa, da mayor posibilidad a las MiPyME de afrontar las condiciones externas a la misma y así lograr su supervivencia.
Otra de las conclusiones que arroja esta investigación es el efecto de la pandemia en los factores de fracaso que tuvieron como consecuencia el cierre de empresas, cuyo efecto se evidencia en la Ilustración 12 donde se observa que el cierre representó el 30.6% de las empresas existentes, además de ocasionar el despido del 31.5% de la plantilla laboral en América Latina y el Caribe (ALC). En el caso de México de acuerdo con la Ilustración 13 se cerraron cerca de un millón de empresas, entre los estados más afectados figuraron Quintana Roo, Baja California, Sinaloa y Tamaulipas. En este sentido, el despido de los trabajadores los obligó a buscar medidas alternativas para obtener ingresos y poder sobrevivir, y una de estas alternativas fue el empleo informal, que durante la pandemia creció hasta representar el 59% de la población activa de ALC y para el caso de México el 52% (ver Ilustración 14). De acuerdo con este último fenómeno, como lo señala la OCDE (2021), esto tendrá consecuencias en la falta de seguridad social, pensión nula e incremento en la pobreza en el mediano plazo en la región.
Finalmente, se observa que a pesar de que la pandemia generó repercusiones negativas para las MiPyME, también ofreció alternativas de solución, posicionando a las TIC como un medio para aminorar dichas repercusiones, además de resaltar factores que favorecieran la permanencia de las empresas, como es la labor gubernamental (procedimientos gubernamentales eficientes) y su intervención en la generación de políticas y acciones en algunos países de ALC como el financiamiento público y privado, la reducción de impuestos, y la inyección de dinero a la economía que colaboraran para la permanencia en el mercado de las MiPyME.
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Notes
Author notes
*Autor para correspondencia: ispagalvan@tese.edu.mx