Sección temática

El mundo del Ilhuitl: sus ritmos y duraciones*

The world of Ilhuitl: its rhythms and durations

Marc Thouvenot
Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), Francia

El mundo del Ilhuitl: sus ritmos y duraciones*

Trace. Travaux et Recherches dans les Amériques du Centre, núm. 75, pp. 86-127, 2019

Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos

© 2018 Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos

Recepción: 30 Octubre 2017

Aprobación: 29 Enero 2019

Resumen: Entre los nahuas existían dos maneras de manejar el tiempo. Dichas formas se distinguen por todo un conjunto de rasgos que definen dos mundos diferenciados: el mundo del tonalli y el del ilhuitl. Dos concepciones diferentes –una cualitativa y otra cuantitativa– de la misma unidad: el día. En el mundo del tonalli, los días se agrupan de manera preferencial en trecenas, mientras que en el mundo del ilhuitl la unidad fundamental es la veintena. Se muestra, con ejemplos obtenidos tanto de las fuentes nahuas como de los textos en castellano, que dentro del mundo del ilhuitl la veintena era solamente un caso particular y que toda la vida social estaba no solamente ritmada por ciclos de veinte días sino por múltiplos o submúltiplos de esa unidad.

Palabras clave: Ilhuitl, vida religiosa y social náhuatl, veintenas, tonalli, trecenas.

Abstract: The Nahuas had two methods of measuring time. Both methods are distinguished by a set of characteristics that define two different worlds, the world of the Tonalli and the world of the Ilhuitl. Two different conceptions –one qualitative and theother quantitative– of the same unit of time: one day. In the world of the Tonalli, days are grouped preferentially into periods of thirteen, whereas, in the world of the Ilhuitl, the fundamental unit is twenty. However, samples obtained from both Nahuatl sources and texts written in Spanish have shown that in the world of the Ilhuitl, the twenty-day period was only a special case and the entire social life was in fact not only governed by cycles of twenty days, but also and above all by multiples or sub-multiples of that unit.

Keywords: Ilhuitl, religious and social life Náhuatl, twenty-day cycles, Tonalli, thirteen-day cycles.

Résumé: Les Nahuas avaient deux manières de concevoir le temps, qui se distinguaient par un ensemble de traits définissant deux mondes différenciés : le monde du tonalli et celui de l’ilhuitl. Deux conceptions différentes – l’une qualitative et l’autre quantitative – de la même unité : le jour. Dans le monde du tonalli, les jours sont groupés de préférence en treizaines, alors que dans le monde de l’ilhuitl, l’unité fondamentale est la vingtaine. L’article montre cependant, à l’aide d’exemples tirés aussi bien de sources nahuas que de textes en espagnol, que la vingtaine dans le monde de l’ilhuitl n’était qu’un cas particulier car toute la vie sociale était en fait rythmée non seulement par des cycles de vingt jours mais aussi et surtout par des multiples et sous-multiples de cette unité.

Mots clés: Ilhuitl, vie religieuse et sociale nahua, vingtaines, tonalli, treizaines.

La palabra ilhuitl tiene diferentes sentidos relacionados con: “día, día de fiesta, fiesta” y por extensión, esto se relaciona con el concepto de “veintena”.1 El mundo del ilhuitl corresponde al tiempo breve de la cotidianidad y también de los momentos de celebración. Es el tiempo en el cual se inscribe toda la vida social, el que ritma y estructura la existencia de la sociedad.

Pero no se puede hablar del mundo del ilhuitl sin hablar del mundo del tonalli. Son las dos caras de una misma realidad llamada “día”; en efecto, tanto ilhuitl como tonalli comparten, entre sus diversos sentidos, lo que corresponde al concepto de “día”.

Para dar a entender esos dos mundos, vamos a presentar brevemente los múltiples aspectos que diferencian u oponen un mundo del otro.

Los dos mundos

Se presentará primero el mundo del tonalli, porque es el único que tiene una realización glífica completa.

Piedra de la Coronación de Moctezuma ii, Chicago.
Figura 1
Piedra de la Coronación de Moctezuma ii, Chicago.

En la Piedra de la Coronación de Moctezuma ii (Figura 1) se encuentran los tres componentes –tonalli “día”, xiuhtonalli “año” y tonatiuh “era”– del mundo del tonalli. Con la fecha ce cipactli, localizada arriba en medio, se puede observar un tonalli “día”, el primero del tonalpohualli “cuenta de los tonalli”; la fecha 11 acatl (abajo en medio) es ejemplo de un xihuitl “año”, mientras que los glifos 4 ehecatl, 4 quiyahuitl, 4 atl y 4 ocelotl, en las esquinas, y 4 olin en el centro, son los nombres de los tonatiuh o “eras”. La expresión de los tonalli, xiuhtonalli y tonatiuh utiliza los mismos recursos: 13 números y 20 signos. A esos dos componentes principales faltaría solamente añadir el cartucho de los xihuitl.

El mundo del tonalli es particularmente conocido a través de los tonalámatl que, en su versión más sencilla, se presentan de la manera siguiente:

Tonalámatl Aubin, Borbonicus, Borgia, Telleriano-Remensis, Vaticanus B y A.
Figura 2
Tonalámatl Aubin, Borbonicus, Borgia, Telleriano-Remensis, Vaticanus B y A.

Y también con documentos de tipo histórico como, a modo de ejemplo, los tres códices siguientes:

Códice Mexicanus 23-24, f.18.
Figura 3
Códice Mexicanus 23-24, f.18.
Códice Mexicanus

Códice Boturini, f. 6.
Figura 4
Códice Boturini, f. 6.
Códice Boturini

Códice Mendocino, f. 02r.
Figura 5
Códice Mendocino, f. 02r.
Códice Mendocino

En oposición a esa riqueza pictográfica, el mundo del ilhuitl conoce solamente algunos ejemplos “pedagógicos” que pertenecen a la obra de Durán u obras derivadas de él, como se presenta en los siguientes casos:

Códice Durán.
Figura 6
Códice Durán.
Códice Durán.

Kalendario.
Figura 7
Kalendario.
Kalendario

Códice Tovar.
Figura 8
Códice Tovar.
Códice Tovar

El hecho trata de algo inventado a propósito, lo que se evidencia claramente en la imagen siguiente, donde la asociación de signos del tonalpohualli, con numerales entre 14 y 20, no tiene sentido en el mundo mesoamericano.

Códice Durán.
Figura 9
Códice Durán.
Códice Durán

Además de la parte visible, glífica, que une a todos los miembros de la familia del tonalli, se encuentran muchos otros rasgos comunes. El principal, en cuanto a la estructura del sistema, es el papel sobresaliente del numeral 13. Son 13 los números, al lado del signo, que definen un tonalli; la organización básica del tonalámatl se hace con unidades de 13 días o trecenas; son 13 también los números que acompañan a los xiuhtonaltin; y una “cuenta de años” o xiuhtlapohualli está conformado por 52 años, resultado de 13 x 4, periodo en el que se comparte un mismo signo.

Como podrá notarse más adelante, el mundo del ilhuitl está totalmente bajo el dominio de la cifra 20, de sus submúltiplos y múltiplos.

Ya con esos dos rasgos, la presencia de tonalli, xiuhtonalli y tonatiuh en la escritura pictográfica, y la asociación del mundo del tonalli con la cifra 13, permiten oponer el mundo del tonalli al del ilhuitl.

Pero no es todo, los puntos de oposición son muy numerosos y aquí brevemente vamos a introducir los principales rasgos particulares de cada uno de esos mundos que las fuentes permiten observar.

Además de la parte visible, glífica, que une a todos los miembros de la familia del tonalli, se encuentran muchos otros rasgos comunes. El principal, en cuanto a la estructura del sistema, es el papel sobresaliente del numeral 13. Son 13 los números, al lado del signo, que definen un tonalli; la organización básica del tonalámatl se hace con unidades de 13 días o trecenas; son 13 también los números que acompañan a los xiuhtonaltin; y una “cuenta de años” o xiuhtlapohualli está conformado por 52 años, resultado de 13 x 4, periodo en el que se comparte un mismo signo.

Como podrá notarse más adelante, el mundo del ilhuitl está totalmente bajo el dominio de la cifra 20, de sus submúltiplos y múltiplos.

Ya con esos dos rasgos, la presencia de tonalli, xiuhtonalli y tonatiuh en la escritura pictográfica, y la asociación del mundo del tonalli con la cifra 13, permiten oponer el mundo del tonalli al del ilhuitl.

Pero no es todo, los puntos de oposición son muy numerosos y aquí brevemente vamos a introducir los principales rasgos particulares de cada uno de esos mundos que las fuentes permiten observar.

Animado/inanimado

El náhuatl es una lengua que establece una división estricta entre lo animado y lo inanimado. Esa partición se observa, por ejemplo, en el uso del prefijo objeto indefinido te- para los animados y tla- para los inanimados. Además esa lengua tiene un uso del plural muy restringido. La regla general es que solamente los animados pueden tener una forma plural. Eso limita su uso, casi exclusivamente, al hombre y a los animales. Lo particular de la palabra tonalli, tanto sola como en composición con la palabra xihuitl, es que tiene una forma plural:


* Códice Florentino, IV, 15, 57.** De manera general las traducciones de Sahagún no son literales.

La palabra tonaltin se puede emplear asociada a la palabra xihuitl “año”:

Eso significa que el día como tonalli se concebía como un ente animado2. Mientras que el ilhuitl, que no se pluraliza, es un inanimado. Entonces el día, visto como la dualidad tonalli e ilhuitl, tiene dos caras opuestas.

Tonalpohualli / cempohuallapohualli, ilhuitlapohualli

Las dos palabras, tonalli e ilhuitl, entran en composición con el verbo pohua “contar” para formar las palabras tonalpohualli “cuenta de los tonalli” y ilhuitlapohualli “cuenta de los ilhuitl”. Esa última palabra es de uso raro, limitado a la obra de Cristobal del Castillo. La palabra más usual, aunque tampoco muy frecuente, es cempohuallapohualli que se analiza en cem-pohua-l-la-pohua-l-li y que literalmente significa “la cuenta de veinte [días]”.


* Sahagún, Primeros memoriales, p. 157.** Sahagún, Coloquios y doctrina cristiana, p. 140.*** Carta de Pedro de San Buenaventura, p. 53.

Los ejemplos anteriores son todos los que se encontraron en las fuentes. Esa relativa escasez se entiende dado que la palabra cempohuallapohualli ha sido sustituida por la de metztlapohualli donde, en lugar de cempohualli, se encuentra la palabra metztli “luna”.

La palabra metztli “luna, mes” se utilizaba, antes de la llegada de los europeos, para designar los ciclos de menstruación de las mujeres, según da cuenta por ejemplo el verbo metzhuia, nino; y para contar los meses de embarazo, como lo indican tanto Serna como el Códice Florentino:

“El nombre de el mes se derivava del de la Luna, que se llama Meztli, assi Cemeztli se llama vn mes y por esta cuenta contavan las mugeres los meses de su preñado” (Serna, cap. vii).3

Es esa palabra metztli la que se retomará después de la Conquista para designar los meses europeos.

Y también, de manera retroactiva en algunas fuentes, para hablar de las veintenas; lo que se puede observar tanto en el Libro ii del Códice Florentino, como en Chimalpahin:

Cualitativo/cuantitativo

Otra diferencia fundamental es el hecho que el tonalli se relaciona con la cualidad de los días mientras que el ilhuitl con su aspecto cuantitativo. Las dos palabras hacen referencia a unidades de cuenta, pero solamente tonalli tiene un aspecto cualitativo. Todos los componentes del mundo del tonalli tonalli, xiuhtonalli, tonatiuh– tienen una cualidad, a diferencia de los días, como ilhuitl, que como a las veintenas no se les asocia con ninguna idea en relación con la suerte. Esas influencias se encuentran expresadas en náhuatl en el Códice Florentino, –particularmente en su libro iv, pero también en el vi y el ix– y en la obra de Cristóbal del Castillo. Entre las fuentes escritas en español se puede mencionar a Bernardino de Sahagún, Diego Durán, Jacinto de la Serna, Francisco Cervantes de Salazar, Toribio de Benavente Motolinia, Gerónimo de Mendieta, Juan de Torquemada, las anotaciones de los códices Tudela, Telleriano-Remensis, Vaticanus A, entre otras.

Lo fundamental de un tonalli es su cualidad, que en náhuatl se expresa a través de los tres vocablos siguientes: cualli, amo cualli, o cualli ihuan amo cualli que corresponden a lo que los españoles tradujeron por: “bueno”, “malo” o “indiferente”. Cada día del tonalpohualli tiene una calidad diferente dada por las numerosas fuerzas que intervienen: números, signos, dioses, animales, colores, orientación, etcétera. Numerosos son los autores que se interesaron en el tema del tonalli en los códices, se puede mencionar en particular a K. Anton Nowotny, Alfonso Caso, Ferdinand Anders, Ulrich Köhler, Elisabeth Hill Boone.

Los ilhuitl no tienen cualidad pero pueden juntarse, sumarse. Su relación con la numeración es tan fuerte que, según el contexto, el sólo empleo de un numeral o de una expresión numérica es suficiente para expresar una cantidad de días.

Números solos

Números instrumentalizados

Tla- + número + -ti

Unicidad/pluralidad de nombres

Todos los días del tonalpohualli están compuestos de dos partes: una cifra, tomada de un conjunto de 13 números, y un nombre, tomado de una lista de 20 nombres diferentes. No importa el tipo y la época de la fuente, cada vez que se encuentra mencionado el nombre de un tonalli uno se percata que siempre son los mismos. Existe una homogeneidad muy fuerte en cuanto a la designación de los tonaltin. La única excepción es relativa a los días cozcacuauhtli que según dos fuentes tardías se podrían llamar temetlatl “piedra del metate”.

Los días cozcacuauhtli “buitre”.
Figura 10
Los días cozcacuauhtli “buitre”.

En el mundo del ilhuitl la situación es opuesta. Si se considera la lista de los nombres de las veintenas, utilizando las mismas fuentes, que varían tanto en términos de tiempo como de lugar, se observa una gran diversidad en la manera de nombrar a la unidad que corresponde a la veintena.


De los 18 nombres que corresponden a las veintenas, solamente 5 tienen un nombre único. Todas las otras veintenas tienen varios nombres y hasta 6 en el caso de Tlaxochimaco.

Glifos

Lo que caracteriza al mundo del tonalli es la presencia de glifos compuestos por un número entre el 1 y el 13, acompañado por una de las 20 palabras utilizadas para nombrar a los días. Esos glifos se pueden reconocer en todos los códices tradicionales o tardíos:

Imágenes del Códice Fejervary-Mayer.
Figura 11
Imágenes del Códice Fejervary-Mayer.
Códice Fejervary-Mayer.

Figura 12
Figura 12

Glifos de las veintenas.

En los documentos de factura tradicional casi no se encuentran glifos que puedan relacionarse con las veintenas. Eso se debe al hecho de que no existían documentos escritos para las veintenas, a diferencia de los tonalámatl, que registraban las trecenas. La única información de la que disponemos corresponde a glifos que se relacionan con los pagos de tributos. (Ver Figura 12).

Así, en diferentes documentos se encuentran los glifos de Tlacaxipehualiztli, Etzcalcualiztli, Ochpaniztli y Panquetzaliztli.4

División del día

Cada tonalli corresponde a un intervalo preciso, el que para nosotros equivale a un conjunto de 24 horas. Y, al igual que nosotros, el tonalli empieza a media noche y se acaba a la media noche del día siguiente, lo que significa que el tonalli abarca un periodo nocturno, un periodo diurno, y de nuevo un periodo nocturno. Se puede apreciar la precisión de la noción de tonalli gracias a un relato del Códice Florentino y a la traducción que hizo Sahagún:

Un tonalli no se divide,5 a diferencia del ilhuitl, que muestra más de 20 divisiones.6 Además, mientras que un ilhuitl, en su sentido de parte diurna, toma la forma característica de una unidad de medida anteponiendo la palabra cen- que significa “todo junto”, haciendo cemilhuitl, y que la parte nocturna hace lo mismo con la palabra cenyohual, la palabra tonalli nunca se encuentra bajo la forma *centonal, lo que puede indicar que se consideraba una unidad.

Tiempo discontinuo/tiempo continuo

Los ilhuitl se siguen de manera cronológica, ya sean días, veintenas u otros periodos. Se trata de un tiempo continuo que se opone al tiempo discontinuo que crean, a veces, los tonalámatl. En muchas ocasiones los días se agrupan no por orden cronológico, sino en relación con su valor, lo que genera un tiempo discontinuo. Son numerosos los ejemplos en los códices del grupo Borgia.

Figura 13
Figura 13

Los 260 días del tonalpohualli.

La tabla anterior corresponde a los 260 días del tonalpohualli, organizados en 20 líneas de 13 días. Cada color corresponde a una divinidad diferente. La repartición de los colores sigue las informaciones que se encuentran en las láminas 18 hasta 21 del Códice Borgia. A la primera divinidad, Tonatiuh, se le asocia con el color rojo. Todo lo que aparece en rojo en la tabla son los días en los cuales esa divinidad ejerce su poder. Los días conforman un espacio temporal discontinuo de 7 x 5 días. Es lo mismo para cada una de las otras divinidades, aunque las dos últimas rigen solamente 5 x 5 días.

Figura 14
Figura 14

Borgia 18b: división en 8 partes: (7+7+7+7+7+7+5+5)5 = 260.

Borgia

Los dioses

Aunque se necesitaría un estudio mucho más detallado, se puede decir sin riesgo a equivocarse que los dioses que actúan en el tonalpohualli son más numerosos que los que se encuentran en las veintenas. Si se reparten los dioses, identificados por Ferdinand Anders, Maarten Jansen y Luis Reyes García en su estudio del Códice Borbónico, en tres grupos se obtiene la tabla siguiente donde se nota que de un total de 36 divinidades, 50 % de los dioses aparecen exclusivamente en el tonalpohualli, 28% en los dos calendarios y finalmente 22% existen sólo en el cempohuallapohualli.

De acuerdo con la información del Códice Borbónico, los dos mundos comparten sólo una pequeña parte de sus dioses y el mundo del tonalli maneja un número de dioses mucho más grande que el mundo del ilhuitl.


Actitud de los dioses

Los dioses, y particularmente los Nueve Señores, presentan una postura muy particular, los dos brazos abiertos sin sostener ningún objeto, que casi nunca se encuentra entre las representaciones gráficas de los dioses de las veintenas. Este gesto es de abrazo u ofrecimiento.

Figura 15
Figura 15

Códice Borbónico.

Códice Borbónico.

Figura 16
Figura 16

Códice Feyervary-Mayer.

Códice Feyervary-Mayer.

Figura 17
Figura 17

Códice Borgia.

Códice Borgia.

Ese gesto no está limitado a los Nueve Señores, el Códice Tudela muestra que lo hacen también los dioses que rigen las trecenas

Figura 18
Figura 18

Códice Tudela, f. 97r.

Códice Tudela

Actitud de los hombres

De la misma manera que se pueden distinguir las actitudes de los dioses en los tonalámatl de las representaciones de dioses encontrados en las veintenas, se pueden distinguir las actitudes de los hombres en relación con ellos. En el caso del tonalpohualli los hombres piden al lector del tonalámatl, el tonalpouhqui, transmitirles las influencias de los dioses, es decir, la voluntad conjugada de las divinidades. Mientras que en el caso de las fiestas que se organizan durante las veintenas, los hombres tratan de obtener sus favores.

Por un lado, se trata de conocer la voluntad de los dioses para eventualmente encontrar la manera de escaparse de la mala suerte, por el otro, el hombre trata de obtener, a través de ritos y ofrendas, los beneficios de las divinidades. En un caso, el hombre se adapta a las voluntades divinas; en el otro, trata de influir en la voluntad de las divinidades.

La oposición no es absoluta. La consulta del tonalpohualli no sólo era para eventos específicos, se utilizaba también para establecer lo que se suele llamar las fiestas móviles, que no parecen muy diferentes de las fiestas de las veintenas.7 En los exiguos casos donde se habla de esas fiestas en náhuatl, la terminología es la misma para las del cempohuallapohualli o para las del tonalpohualli.8

Direcciones

Algunos ejemplos, en particular en la primera página del Códice Feyervary-Mayer, asocian direcciones con árboles, pájaros y colores; además muestran que el tonalpohualli se podía dividir en 4 partes de 65 días; cada una de esas cuatro partes se asocia con una dirección diferente de acuerdo al orden siguiente: este, norte, oeste, sur.

Figura 19
Figura 19

Códice Mendocino.

Códice Mendocino.

Nada comparable se ha podido observar en el mundo del ilhuitl a excepción del glifo que lleva el mismo nombre, ilhuitl de tradición tenochca, que presenta con sus 4 colores una clara asociación con las direcciones

Los encargados del tiempo

En el caso del tonalámatl se conoce bien al personaje encargado de leer esos documentos. Se trata del tonalpouhqui, que el Códice Florentino y Sahagún describen de la manera siguiente:

El tonalpouhqui tenía, leyendo sus libros, que decir “la fortuna o ventura” del niño que acababa de nacer, con la posibilidad –en caso de haber nacido con un mal tonalli– de retrasar hasta cuatro días la ceremonia del “bautismo”.9 Es quien buscaba una fecha favorable para un matrimonio10 o bien para festejar el día de elección del tlatoani.11 Era también, el tonalpouhqui, quien tenía que interpretar los agüeros.12 Además se puede añadir que el tonalpouhqui era alguien que guardaba los secretos.13

Los tonalpouhque ganaban su vida determinando los días favorables para todo tipo de actividad. Es un hecho que aparece en varias fuentes como el Códice Florentino,14 Las Navas,15 o bien Torquemada que dice:

Eran estos astrólogos y adivinos muy estimados en la república y muy reverenciados de todos y ganaban largamente de comer con este oficio, porque en sola una ocasión de estas que entraba en casa de un señor o rey, quedaba rico para toda su vida. La gente que era de menor estimación se pagaba moderadamente y los pobres le daban una gallina o cosa semejante; y como eran tantos los partos y pocos los adivinos, tenían siempre que hacer y la ganancia y caudal crecía; pero todo era burla, cuanto anunciaban.16

Las diversas fuentes presentan al tonalpouhqui como alguien independiente que se ganaba la vida haciendo la consulta del tonalámatl, recibiendo clientes en su casa o bien, si se trataba de alguien importante, desplazándose a su hogar.

Nunca se hace referencia a ellos como religiosos, ni en los textos en náhuatl ni tampoco en las fuentes en español. Parecen haber sido como expertos independientes.

Existen dos fuentes, los Coloquios y Cristobal del Castillo, que relacionan la lectura del tonalpohualli con los tlamacazque, tlenamacaque17 o hasta con los teopixque,18 es decir, sin la menor duda, con religiosos ligados a un templo y no a personas independientes.

¿Habrán existido dos tipos de lectores de los tonalámatl? ¿Por un lado los independientes, tonalpouhqui, y por el otro los religiosos o tlenamacaque? Quizás los independientes corresponden a lo que Miguel Pastrana Flores nombra los “contadores de tonalli populares”.19

Otra vez, en cuanto al mundo del ilhuitl, es casi silencio lo que nos toca. La única información que tenemos se trata de un personaje nombrado Epcohuacuacuiltzin, quien tenía a su cargo la organización de las fiestas de las veintenas.


CF, II, Appendix, 207.* CF, II, Appendix, 207.

Hasta aquí es suficiente para poder decir que los encargados de cada mundo son personajes diferentes.

Relación con la historia

Aunque existe una fuente en náhuatl20 y, quizás, otra en español,21 que relacionan las veintenas con la historia de la creación y las cuentas del tiempo, se puede decir que existe una marcada diferencia entre el mundo del tonalli y el del ilhuitl en relación con la historia del nacimiento de las cuentas. De manera clara, las fuentes insisten en establecer una filiación exclusiva entre dos personajes: Oxomoco y Cipactónal y el tonalpohualli “cuenta de las suertes de los días”. La versión más detallada es la que nos propone Mendieta:

Dicen que como sus dioses vieron haber ya hombre criado en el mundo, y no tener libro por donde se rigiese, estando en tierra de Cuernavaca en cierta cueva dos personajes, marido y mujer, del número de los dioses llamados por nombre él Oxomoco y ella Cipactónal, consultaron ambos á dos sobre esto. Y pareció á la vieja seria bien tomar consejo con su nieto Quetzalcoatl, que era el ídolo de Cholula (como arriba se dijo), dándole parte de su propósito. Parecióle bien su deseo, y la causa justa y razonable: de manera que altercaron los tres sobre quién pondria la primera letra ó signo del tal calendario. Y en fin, teniendo respeto á la vieja, acordaron de le dar la mano en lo dicho. La cual andando buscando qué pondria al principio del dicho calendario, topó en cierta cosa llamada Cipactli, que la pintan á manera de sierpe, y dicen andar en el agua, y que le hizo relacion de su intento, rogándole tuviese por bien ser puesta y asentada por primera letra ó signo del tal calendario; y consintiendo en ello, pintáronla y pusieron ce Cipactli que quiere decir « una sierpe ». El marido de la vieja puso dos cañas, y el nieto tres casas &c, y de esta manera fueron poniendo hasta trece signos en cada plana, en reverencia de los autores dichos y de otros dioses que en medio de cada plana tenian los indios, pintados y muy asentados en este libro del calendario, que contenia trece planas, y en cada plana trece signos, los cuales servian tambien para contar los dias, semanas, meses y años.22

Ese relato, transmitido por Mendieta, muestra que no solamente se trata de la creación de la cuenta de los tonalli, en particular la elección del primer signo cipactli “especie de lagarto, caimán”, sino también de su versión escrita, es decir la creación de los tonalámatl (tonal-ama-tl) “el libro de los tonalli” o “el libro de los suertes de los días”. Además ese relato asocia a Oxomoco y Cipactónal con un tercer personaje, supuesto nieto de los dos anteriores: Quetzalcóatl.

Son precisamente esos tres personajes, a los cuales hay que añadir un cuarto: Tezcatlipoca, que aparecen sobre dos láminas del Códice Borbónico.23

Figura 20
Figura 20

Códice Borbónico, láms. 21-22. Oxomoco y Cipactónal ocupan la parte central de la lámina 21.

Códice Borbónico

Al centro de la lámina 21 se encuentran Oxomoco y Cipactónal, rodeados por 26 años, mientras que en la lámina siguiente los personajes centrales corresponden a Quetzalcóatl y Tezcatlipoca en medio de otro grupo de 26 años. De acuerdo con lo antes mencionado las dos láminas representan un ciclo completo de 52 años. Cada año está acompañado de uno de los Nueve Señores, llamados muy a menudo los Señores de la Noche. Como se verá más adelante, los nombres de los años derivan directamente del tonalpohualli al igual que los de los Nueve Señores. Esto nos muestra que en el único códice pictográfico en donde aparecen Oxomoco y Cipactónal el contexto inmediato está exclusivamente relacionado con el mundo del tonalli.

Vale destacar que esa relación se encuentra también plasmada de manera contundente por los informantes de Sahagún en los textos alfabéticos del Códice Florentino:


CF, IV, 1, 4.* CF, IV, 1, 4.

Esta cita presenta cómo esos dos personajes, mujer y hombre, se relacionan con el tonalpohualli. Son ellos quienes inventaron esa cuenta, son ellos que se pintan en los tonalámatl; y el Códice Borbónico es buen ejemplo de esa práctica, “son los señores de todas las cuentas del tonalli”: vncan tlatoque muchioa yn jpan ixqujch tonalpoalli.

Un autor un poco más tardío, Serna, viene a confirmar esa relación estrecha entre Cipactónal y Oxomoco y los signos del tonalli:

Dicen, que los inuentores de la astrologia destos indios, de donde debieron de salir estos signos, fueron Cipactónal, y su muger Oxomoco, que es como Adan, y Eva, de quienes descienden todos los hombres; y assi estos fueron los primeros inventores.”24

La estrecha relación establecida por las diversas fuentes entre el tonalpohualli y los personajes Oxomoco y Cipactónal, en especial con éste último, indica, a través de su asociación con la cualidad de los personajes, el hecho que sean tlamatini “sabio” y huehue “anciano” y que esto correspondiera a alguien que tuviera la capacidad de escribir. Icuiloa, con in tlilli, in tlapalli “el negro, los colores”, muestra la gran valoración que daba la sociedad a la “cuenta de las suertes de los días”. La posición de la pareja en medio de los xihuitl “años” en la segunda parte del Códice Borbónico, evidencia la relación que tienen esos personajes con el mundo del tonalli en general y no solamente con el tonalpohualli. Y por contraste la ausencia de una relación con el mundo del ilhuitl.

El mundo del tonalli se encuentra en la luz del conocimiento y de la escritura mientras que el mundo del ilhuitl se queda como en la sombra, simplemente porque no se habla de él, solamente para usos prácticos de conteo.

El mundo del ilhuitl

Retomando la información anterior, el mundo del ilhuitl se puede definir como el mundo que se fundamenta en la cifra 20, en las veintenas o cempohuallapohualli; es un inanimado que permite las cuentas de los días pero que no tiene una forma escrita. Que tiene un valor exclusivamente cuantitativo que hace que un numeral sea suficiente para expresar una duración de varios días, casi no hay relatos que remitan a su historia. Como día, ilhuitl se puede dividir en más de 20 partes. En cuanto a las fiestas de las veintenas, se tiene a un responsable llamado Epcohuacuacuiltzin.

Lo que quisiera mostrar ahora es que el mundo del ilhuitl no se remite solamente a un día, una veintena, o a fiestas que se organizaban al final de cada veintena, sino a periodos más variados (además de que los ritmos y duraciones regían no solamente la vida religiosa a través de las grandes fiestas colectivas) sino todos los aspectos de la vida social.

Para mostrarlo, rastreé las indicaciones, tanto de ritmos como de duraciones, no solamente en las fuentes nahuas tradicionales sino, sobre todo, en las fuentes españolas, a través de 4 autores: Sahagún con la Historia General,25 Tezozómoc con su Crónica Mexicana, Ixtlilxóchitl con su Historia de la Nación Chichimeca, y Zorita con su Relación de la Nueva España.

Se obtuvieron 68 citas contextuales de las cuales se presenta aquí una muestra organizada de la manera siguiente: primero se considera el número de días (o algunas veces de años para algunos ritmos), que va de 1 a 260. Para cada duración se proponen algunos ejemplos significativos, estos están organizados bajo cuatro grandes aspectos: la vida religiosa, económica, política-judicial y social-personal.

1*
1*
* Seis ocurrencias.

4*
4*
* Doce ocurrencias.

5*
5*
* Seis ocurrencias.

6 / 7
6 / 7

8*
8*
* Cinco ocurrencias.

10*
10*
* Tres ocurrencias.

15
15

20*
20*
* Doce ocurrencias.

40*
40*
* Tres ocurrencias.

70 + 70 + 70 + 45 +65 + 45 = 365
70 + 70 + 70 + 45 +65 + 45 = 365

80*
80*
* Doce ocurrencias.

100*
100*
* Dos ocurrencias.

160/200/260
160/200/260

De los ejemplos propuestos anteriormente se pueden realizar dos listas correspondientes a dos órdenes: la primera por número de días y la segunda por frecuencia de las duraciones o ritmos.


En la primera lista se presenta una información negativa importante: varios números no aparecen, y el ausente más notable es el número 13. En otras palabras, el mundo del ilhuitl no conoce la cifra fundamental del mundo del tonalli.

De la segunda lista, ordenada sobre el número de ocurrencia, se destaca claramente el hecho de que los ejemplos numerosos son los que son múltiplos o submúltiplos de 20. Los ritmos o duraciones más frecuentes corresponden a: 20; 20/5; 20x4; 20/4; 20/20; 20/4; 20/2; 20x2. Esas cifras nos enseñan, sin la menor duda, que el mundo del ilhuitl está más estrechamente relacionado con la primera unidad del sistema vigesimal náhuatl que es cempohualli “20”.

Los numerosos casos en los cuales múltiples ritmos son posibles muestran claramente esa relación entre los números relativos a periodos y la unidad cempohualli “20”: “dura diez y veinte días”, “de cinco a cinco dias y en otros de veynte en veynte”, “y ayunavan antes ochenta o cuarenta o veinte días”, “de veynte en veynte días en otras de ochenta en ochenta”, “tenían ayunos de ochenta dias y otros de ciento y otros de ciento y sesenta”. Se nota que existe, a veces, una cierta flexibilidad en los ritmos, misma siempre se inscribe en la lógica del sistema vigesimal.

El único caso que se escapa de ese esquema es un ejemplo que propone Ixtlilxóchitl. Hay que llegar hasta el número 260, múltiplo tanto de 20 como de 13, para encontrar un ritmo que tiene que ver, no con el mundo del ilhuitl, sino con el del tonalli.

Los ritmos o duraciones que estructuran toda la vida no son irrelevantes. Se trata claramente de números relacionados matemáticamente con 20. El mundo del ilhuitl es el mundo de la vida cotidiana en todos sus aspectos, tanto personales, judiciales, políticos y religiosos. Las veintenas, con sus ceremonias, no son más que un caso particular de una organización temporal general de la vida social.

Las duraciones mencionadas por las fuentes son bastante breves, generalmente se trata de menos de 200 días. Eso muestra que el mundo del ilhuitl es un mundo de la cotidianidad y del tiempo presente que se opone al tiempo del mundo del tonalli que se relaciona o con el futuro, a través de las predicciones, o bien con el pasado con la historia y la cuenta de los años pasados o de la eras. Se puede decir que el ilhuitl es el tiempo presente mientras que el tonalli lo enmarca, expresando tanto el tiempo pasado como el futuro.

Toda la ritmicidad de la vida tiene por base el número 20, es decir la primera unidad del sistema vigesimal. Eso muestra que el mundo náhuatl (a diferencia del nuestro que tiene dos sistemas de medidas diferentes: el sistema decimal en general y el sexagesimal para el tiempo), utilizaba un sistema unificado, vigesimal, para contar y medir todo que era relativo al tiempo o a cualquier otro aspecto de la vida.

Bibliografía

Aguilera, Carmen, 1981, El Tonalámatl de Aubin. Antiguo manuscrito mexicano de la Biblioteca de París, Tlaxcala, Gobierno de Tlaxcala.

Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de Alva, 1977, Obras Históricas, edición de Edmundo O’Gorman, Tomo ii, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas.

Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de Alva, 1975, Obras Históricas, edición de Edmundo O’Gorman, Tomo i, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas.

Anders, Ferdinand, Maarten Jansen y Luis Reyes García, 1997, Matrícula de Tributos o Códice de Moctezuma, México, Fondo de Cultura Económica-Akademische Drunk und Verlagsanstalt.

Anders, Ferdinand, Maarten Jansen y Luis Reyes García, 1996, Religión, costumbres e historia de los antiguos Mexicanos. Libro explicativo del llamado Códice Vaticano A, México, Fondo de Cultura Económica-Akademische Drunk und Verlagsanstalt.

Anders, Ferdinand, Maarten Jansen y Luis Reyes García, 1993a, Los templos del cielo y de la obscuridad, Oráculos y liturgia, libro explicativo del llamado Códice Borgia, México, Fondo de Cultura Económica.

Anders, Ferdinand, Maarten Jansen y Luis Reyes García, 1993b, Códice Vaticano B. Manual del adivino, México, Fondo de Cultura Económica-Akademische Drunk und Verlagsanstalt.

Anders, Ferdinand, Maarten Jansen y Luis Reyes García, 1991, El libro del Ciuacoatl. Homenaje para el año de Fuego Nuevo, libro explicativo del llamado Códice Borbónico, México, Fondo de Cultura Económica.

Baudot, Georges, 1976, Utopie et histoire au Mexique. Les premiers chroniqueurs de la civilisation mexicaine (1520-1569), Toulouse, Privat éd.

Benavente, fray Toribio de “Motolinía”, 1971, Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España, Edmundo O’Gorman (ed.), México, Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Nacional Autónoma de México, 591 p.

Caso, Alfonso, 1967, Los Calendarios Prehispánicos, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 266 p.

Castillo, Cristóbal del, 1991, Historia de la venida de los mexicanos y otros pueblos e Historia de la conquista, traducción y estudio introductorio de Federico Navarrete Linares, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Proyecto Templo Mayor.

Castillo, Cristóbal del, 1990, Ecrits de Cristóbal del Castillo, Paris, Editions Sup-Infor, disponible en http://sup-infor.com./navigation.htm

Castillo Farreras, Víctor M. y María Teresa Sepúlveda Herrera, 1991, Matrícula de Tributos. Nuevos Estudios, México, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pp. 21-102.

The Codex Telleriano-Remensis, 1995, paléographie d’Eloise Quiñones Keber avec la collaboration de Michel Besson, Paris, Editions Sup- Infor.

The Codex Mendoza, 1991, ed. Berdan Frances F. and Patricia Rieff Anawalt, 4 vols., Berkeley, University of California Press.

Códice Chimalpopoca : Annales de Cuauhtitlan, 1992, manuscrit nahuatl, palèographie de Marc Thouvenot, Bibliothèque Nationale de Paris, Paris, Editions Sup-Infor. (Collection Mesoamerica no 312).

Códice Chimalpopoca: Leyenda de los Soles, 1992, manuscrit nahuatl, palèographie de Marc Thouvenot, Bibliothèque Nationale de Paris, Paris, Editions Sup-Infor. (Collection Mesoamerica no 312).

Códice Chimalpopoca. Anales de Cuauhtitlan y Leyenda de los Soles, 1975, traducción directa del náhuatl por el licenciado Primo Feliciano Velázquez, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas.

Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antón Muñon, 1991, Memorial breve acerca de la fundación de la ciudad de Culhuacán, edición, estudio, paleografia y traducción de Víctor M. Castillo Farreras, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antón Muñon, 1997, Primer Amoxtli Libro. 3a Relación de las diferentes historias originales, edición, estudio, paleografía y traducción de Víctor M. Castillo Farreras, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Dibble, Charles E., 1951, Códice Xolotl, prefacio de R. García Granados, 2 vols., México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas.

Durán, fray Diego de, 1967, Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme (Códice Durán), edición paleográfica de Ángel Garibay K., 2 vols., México, Porrúa.

Durán, fray Diego de, 1995, Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme, estudio preliminar de Rosa Camelo y José Rubén Romero, 2 vols., México, Conaculta.

Gerardo Gutiérrez, Viola König, Baltazar Brito, 2009, Códice Humboldt Fragmento 1 Ms. y Códice Azoyú 2 Reverso: Nómina de tributos de Tlapa y su provincia al Imperio Mexicano, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Hill Boone, Elisabeth, 2007, Cycles of Time and Meaning in the Mexican Books of Fate, Austin, University of Texas Press, 338 p.

Hinojosa Hinojosa, Laura, 2013, Quince códices en la memoria de un convento. Los códices de Tlaquilternango, Cuernavaca, Secretaría de Cultura.

Información de 1554 sobre los tributos que los indios pagaban a Moctezuma, 1997, edición y paleografía de José Luis de Rojas, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Köhler, Ulrich, 2000, “Los llamados Señores de la Noche, según las fuentes originales”, en Vega Sosa, Constanza (coord.), Códices y documentos sobre México. Tercer Simposio Internacional, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, pp. 507-522. (Colección Científica, 409).

León-Portilla, Miguel, 1992, Le livre astrologique des marchands, Codex Fejérváry-Mayer, edition établie et présentée par Miguel León-Portilla, traduit de l’espagnol par Myriam Dutoit, Paris, La Différence.

López Austin, Alfredo, 1996, Cuerpo humano e ideología, las concepciones de los antiguos nahuas, 2 vols., México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Matrícula de Tributos (Códice de Moctezuma), 1979, ed. Berdan, Frances y Jaqueline de Durand-Forest, México, Museo Nacional de Antropología, 45 p.

Molina, Alonso de, 2014, Diccionario náhuatl-español. Basado en los diccionarios de Alonso de Molina con el náhuatl normalizado y el español modernizado, prólogo de Miguel León-Portilla, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor.

Nowotny, Karl Anton, 2005, Tlacuilolli, Style and Contents of the Mexican Pictorial Manuscripts with a Catalog of the Borgia Group, translated and edited by G.A. Everett and E. B. Sisson, Norman, University of Oklahoma Press, 384 p.

Olmedo, Bertina, 2010, Telleriano-Remensis: xiuhpohualli y tonalpohualli: diccionario de elementos constitutivos, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, disponible en http://www.sup-infor.com/navigation.htm

Pastrana Flores, Miguel, 2008, Entre los Hombres y los dioses. Acercamiento al sacerdocio de Calpulli entre los antiguos nahuas, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Quiñones Keber, Eloise, 1995, Codex Telleriano-Remensis. Ritual, Divination, and history in a Pictorial Aztec Manuscript, foreword by E. Le Roy Ladurie, illustration by M. Besson, Austin, University of Texas Press.

Reyes García, Luis, Eustaquio Celestino Solís, Armando Valencia Ríos, Constantino Medino Lima, Gregorio Guerrero Díaz, 1996, Documentos Nauas de la Ciudad de México del siglo xvi, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Archivo General de la Nación.

Rodríguez Figueroa, Andrea B., 2010, Paisaje e imaginario colectivo del Altiplano Central Mesoamericano: el paisaje ritual en Âtl câhualo o Cuahuitl êhua según las fuentes sahaguntinas, tesis de Maestría, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Filosofía y Letras-Instituto de Investigaciones Filológicas.

Sahagún, fray Bernardino de, 1989, Historia General de las Cosas de Nueva España, introducción, paleografía, glosario y notas de Josefina García Quintana y Alfredo López Austin, 2 vols., México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. (Cien de México).

Sahagún, fray Bernardino de, 1986, Coloquios y Doctrina Cristiana, introducción, paleografía, versión del náhuatl y notas de Miguel León-Portilla, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Sahagún, fray Bernardino de, 1979, Códice Florentino. El manuscrito 218-220 de la Colección Palatina de la Biblioteca Medicea Laurenziana, reproducción facsimilar, 3 vols., México, Giunti Barbéra-Archivo General de la Nación.

Sahagún, fray Bernardino de, 1969, Historia General de las Cosas de Nueva España, 4 vols., México, Porrúa.

Sahagún, fray Bernardino de, 1950-1982, Florentine Codex: General History of the things of New Spain, translated and edited by Arthur J.O. Anderson and Charles E. Dibble, 13 vols., Salt Lake City, School of American Research-University of Utah.

Serna, Jacinto de la, 2008, Tratado de las idolatrías, supersticiones, hechicerías, y otras costumbres de las razas aborígenes de México, Barcelona, Linkgua ediciones.

Sullivan, Thelma D., 1997, Primeros Memoriales by Fray Bernardino de Sahagún, Norman, University of Oklahoma Press.

Tena, Rafael, 2002, Mitos e historias de los antiguos nahuas, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. (Cien de México).

Tezozómoc, Hernando de Alvarado, 2001 [1598], Crónica Mexicana, Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro (eds.), Madrid, Dastin.

Thouvenot, Marc, 2010, Códice Xólotl. Diccionario de elementos constitutivos de antropónimos y topónimos, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Thouvenot, Marc, 2001, Codex Xolotl. Etude d’une des composantes de son écriture : les glyphes. Dictionnaire des éléments constitutifs des glyphes, Paris, Editions Sup-Infor, disponible en http://www.sup-infor.com/navigation.htm

Thouvenot, Marc, 2017, Códice Xolotl, estudio de uno de los componentes de su escritura: glifos. Diccionario de elementos constitutivos de los glifos, Ed. digital 2017, basado en la Tesis de Doctorado y Ciencias Sociales y Humanidades Escuela Superior de Ciencias Sociales, París, 1987. http://thouvenotmarc.com/textos/codice_xolotl.html

Torquemada, fray Juan de, 1969, Monarquía Indiana, introducción por Miguel León-Portilla, 3 vols., México, Porrúa.

Troisième Relation de Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin, 1990, palèographie de Durand-Forest avec la collaboration de Marc Thouvenot, Paris, Editions Sup-Infor. (Collection Mesoamerica n° 74).

Tudela de la Orden, José, 1980, Códice Tudela, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica del Instituto de Cooperación Iberoamericana.

Zorita, Alonso de, 1999, Relación de la Nueva España, edición, introducción, versión paleográfica, estudios preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz Medrano, Webke Ahrndt, José Mariano Leyva, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. (Cien de México).

Referencias hemerográficas

Díaz Rubio, Elena y Jesús Bustamante García, 1983, “Carta de Pedro de San Buenaventura a fray Bernardino de Sahagún acerca del calendario solar mexicano”, Revista española de antropología americana, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, vol. xiii, p. 109-120.

La Matrícula de Tributos, 2003, Arqueología Mexicana, México, Editorial Raíces. (Edición especial Códices, núm. 14).

Mengin, Ernest, 1952, « Comentaire du Codex mexicanus n. 23-24 de la Bibliotéque Nationale de París », Journal de la Société des Américanistes, París, L’Académie Française-Centre National de la Recherche Scientifique, tome xli, no. 2, pp. 387-498.

El Tonalámatl de los pochtecas (Códice Fejérváry-Mayer), 2004, Arqueología Mexicana, México, Editorial Raíces. (Edición especial Códices, núm. 18).

Thouvenot, Marc, 2015, “Ilhuitl (día, parte diurna, veintena) y sus divisiones”, Estudios de cultura náhuatl, Instituto de Investigaciones Históricas, núm. 49, enero-junio, pp. 93-160.

Referencias electrónicas

Códice Tovar, Archive of Early American Images, The John Carter Brown Library, recuperado en https://jcb.lunaimaging.com/luna/servlet/view/search?search=SUBMIT&q=+tovar+codex&dateRangeStart=&dateRangeEnd=&sort=image_date%2Csubject_groups&QuickSearchA=QuickSearchA

Compendio Enciclopédico del Náhuatl, 2016, México, Universidad Nacional Autónoma de México, disponible en http://cen.iib.unam.mx/busqueda?buscarNahuatl=ilamat

Juntamente. Compendio Enciclopédico del Náhuatl, 2009, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, dvd.

Mendieta, Gerónimo de, 1874, “Cap. xiv. De las fiestas que hacían a sus dioses, y de su calendario” en García Icazbalceta, Joaquín (ed.), Historia eclesiástica indiana, recuperado en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/historia-eclesiastica-indiana--0/html/25fcbc58-feda-4cef-9d88-0cbbea9c279d_3.htm#34

Thouvenot, Marc, 2005, Grand Dictionnaire Nahuatl, programme informatique, disponible enhttp://www.sup-infor.com/navigation.htm

Abreviaturas

cf.: Códice Florentino.

gdn.: Gran Diccionario Náhuatl.

hg.: Historia General.

Notas

1 Marc Thouvenot, 2015, “Ilhuitl (día, parte diurna, veintena) y sus divisiones”, Estudios de cultura náhuatl, México, Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 49, enero-junio, p. 93-160.
3 Serna, “Otro calendario que consignaba las festividades y ceremonias correspondientes a los meses”.
5 Solamente cuando tiene el sentido estricto de día, es decir de periodo diurno, se puede hablar de un momento particular adentro de un tonalli. Nepantla tonalli: medio día, gdn, 1571, Molina, 1.
6 Marc Thouvenot, art. cit.
7 Gracias a Elena Mazzetto por llamar mi atención sobre las fiestas móviles.
15 Las Navas en Baudot, G., 1976, p. 472: “eso permite entender algo complejo que muchos en su época no podían entender o cuando lo podían no lo querrian explicar porque ‘ganaban de comer por ello, y ansi no querían dezir la verdad ni enzeñarlo’ ”.
20 Códice Chimalpopoca. Annales de Cuauhtitlan y Leyenda de los Soles, pp. 3-4: “In xiuhtlapohualiztli, in tonalapohualiztli in cecempohuallapohualiztli huel yehuantin in netlacuitlahuilliz mochihuaya: in motenehua oxomocon cipactónal" “La cuenta de los años, la cuenta de los signos (de los hados o adivinatoria) y la cuenta de cada veintena estaban al cuidado personal de los nombrados Oxomoco y Cipactónal”.
21 Rafael Tena, Mitos e historias de los antiguos nahuas, p. 29: “Luego hicieron a un hombre y a una mujer; al hombre dijeron Oxomoco, y a ella Cipactónal. Y mandáronles que labrasen la tierra, y que ella hilase y tejiese, y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen sino que siempre trabajasen; y a ella le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos ella curase y usase de adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy día a hacer las mujeres. Luego hicieron los días y los partieron en meses, dando a cada mes 20 días, y así tenían 18, y 360 días en el año, como se dirá adelante.”
25 Se utilizó la edición de 1989.
* Gracias a Araceli Celis Batún por sus correcciones estilísticas y sus sugerencias. Muchas gracias a Elena Mazzetto y Gabriel Kruell por sus comentarios a la primera versión.
HTML generado a partir de XML-JATS4R por