Transición migratoria y demográfica de México. Nuevos patrones
Transición migratoria y demográfica de México. Nuevos patrones
Paradigma económico. Revista de economía regional y sectorial, vol. 16, núm. 1, pp. 67-90, 2024
Universidad Autónoma del Estado de México
Recepción: 11 Noviembre 2022
Aprobación: 26 Enero 2023
Resumen: El objetivo de este artículo es proponer la convergencia de dos transiciones en México: la transición migratoria y la transición demográfica. Estos procesos alcanzaron relevancia a partir del debate en 2008 sobre la “migración cero” o “saldo migratorio cero” con la importante disminución de la emigración internacional y el incremento del retorno de mexicanos desde los Estados Unidos. El modelo teórico de la transición migratoria propone un patrón de forma de U invertida. En este artículo, el patrón se demuestra con los datos de emigración internacional de 1990 a 2020.
Palabras clave: transición demográfica, transición migratoria, México, migración cero.
Abstract: The objective of this article is to propose the convergence of two transitions in Mexico: migration transition and demographic transition. These processes got relevance since the debate in 2008 about “zero migration” or “zero net migration” in Mexico, which resulted from an important decrease of international emigration and the increase of return migration from the United States to Mexico. The theoretical model of migration transition proposes an inverted U-shaped pattern of emigration.In this article, this pattern is demonstrated with data of internationalemigration from 1990 to 2020.
Keywords: demographic transition, migration transition, Mexico, zero migration.
Introducción
Debido a la posición geopolítica y geoeconómica, en México confluyen migraciones extrarregionales que buscan llegar a los Estados Unidos. El país forma parte del sistema migratorio norteamericano-mesoamericano, cuya característica principal es la atracción de los Estados Unidos para migrantes provenientes de México, El Salvador, Guate- mala y Honduras (Durand, 2016b). Aunque en los últimos años, se está presentando una diversificación de los países de origen de las personas migrantes en territorio mexicano.
Históricamente, México se ha caracterizado por la salida constante de personas que buscan ingresar a los Estados Unidos, proceso que se acentuó en virtud del empeoramiento de las condiciones económicas, políticas y sociales-demográficas de las últimas décadas del siglo XX, así como por la demanda de mano de obra en territorio estadunidense. Por lo tanto, en la actualidad México es el país que tiene la segunda diáspora más grande del mundo, después de la India. Y la diáspora mexicana tiene la característica de estar concentrada en los Estados Unidos, país con el que México comparte el corredor migratorio más grande e importante a nivel mundial, contabilizando a cerca de 10.8 millones de migrantes mexicanos viviendo en ese país.
El contexto migratorio está cambiando y dentro del sistema migratorio las dinámicas se han complejizado. Nuevos procesos se han observado durante la última década, a saber: la disminución de la emigración mexicana a los Estados Unidos; el retorno de mexicanos desde el país vecino; el incremento de las migraciones extrarregionales que buscan llegar a los Estados Unidos; el aumento de las personas que buscan refugio en México; así como cambios demográficos de la región y particularmente en territorio mexicano.
Así, el objetivo de este artículo es proponer la convergencia dedos procesos en México: la transición demográfica y la transición migratoria. Estos procesos alcanzaron relevancia a partir del debate en 2008 sobre la “migración cero” o “saldo migratorio cero” dando indicios de una transformación histórica en las tendencias migratorias mexicanas. Sin embargo, los datos migratorios requieren contextualizarse en la transición demográfica que tiene México.
Esto implica, por un lado, considerar la transición demográfica, que implica el paso de una sociedad con bajo crecimiento poblacional, resultado de altas tasas de natalidad y mortalidad, a una sociedad con bajas tasas de natalidad y mortalidad, con una baja tasa de crecimiento de la población. En el caso mexicano, este proceso se puede extender durante toda la primera mitad del siglo XXI, donde el envejecimiento poblacional será una de sus características principales. Por otra parte, el siguiente proceso es la transición migratoria, que con lleva el paso de ser sociedades expulsoras de migrantes a sociedades receptoras de migrantes. Para el análisis de México, este proceso es más complejo debido a su historia migratoria y a la estrecha relación que guarda con la economía más importante del mundo: Estados Unidos.
Para lograr el objetivo, este artículo se divide en cuatro secciones. Después de este apartado introductorio, la primera parte describe el modelo teórico de la transición demográfica y las fases propuestas. En la segunda sección se presenta el modelo teórico de la transición migratoria. En el tercer apartado se describe el surgimiento del debate sobre la “migración cero” en México en referencia a un saldo migratorio cero que cambia las tendencias históricas. La cuarta sección, analiza el caso de estudio y los factores involucrados en la transición migratoria mexicana. Finalmente, se exponen las conclusiones.
1. Modelo teórico de la transición demográfica
La Transición Demográfica (TD) es un modelo que estudia la relación entre los cambios poblacionales y los cambios económicos, sociales y culturales que han experimentado las sociedades a lo largo de la historia. Este modelo teórico analiza la transformación demográfica de las sociedades al pasar de una dinámica de bajo crecimiento poblacional, caracterizada por altas tasas de natalidad y mortalidad sin control, a otra dinámica que se distingue por bajas tasas de natalidad y mortalidad controladas, y con un bajo crecimiento poblacional. En el periodo intermedio de la transición, las sociedades presentan altas tasas de crecimiento poblacional debido a que, en primer lugar, desciendenlas tasas de mortalidad, lo cual permite un crecimiento de la población en vista de que las tasas de natalidad se mantienen elevadas y constantes. Además, la transición demográfica implica el envejecimiento de la población, la cual se conoce a través de la esperanza de vida al nacer (CEPAL, 2008).
La teoría de la transición demográfica fue planteada, inicialmente, por el demógrafo estadounidense Warren Thompson en 1929, mediante su obra: Population. Thompson (1929) agrupa a determinados países en tres grupos de acuerdo con sus tasas de natalidad, tasas de mortalidad y tasas de crecimiento natural de la población. El autor relaciona los cambios poblacionales con los cambios económicos de las sociedades (Lopes-Patarra, 1973).
Como proceso histórico, la transición demográfica empezó a observarse en las sociedades europeas desde hace más de dos siglos y se ha extendido a otras partes del mundo durante el curso de los años. Aunque las dinámicas y la evolución de las variables demográficas son distintas en cada una de las regiones y los países, lo cierto es que transitan por etapas con características similares al modelo de la transición demográfica (Turra y Fernandes, 2021).
El modelo de la TD se encuentra vinculado con los procesos de modernización de las estructuras sociales. Los cambios poblacionales son resultado del tránsito de un régimen tradicional a un régimen moderno de reproducción demográfica. El régimen tradicional se relaciona con una sociedad agraria con altas tasas de natalidad y mortalidad, mientras que el régimen moderno se refiere a una sociedad urbana e industrial caracterizada por bajas y controladas tasas de natalidad y mortalidad. Durante la transición, las políticas de control del crecimiento influyen en la modernización del comportamiento reproductivo y de la fecundidad, asimismo promueven la modernización y la eficiencia demográfica (Canales, 2007: 4,6).
Dentro de este modelo demográfico se analizan tres variables: la natalidad, la mortalidad y el crecimiento natural de la población. La primera variable que impulsa las transiciones demográficas de las sociedades es la caída de la tasa de mortalidad, puesto que durante un periodo se mantiene una reducción sostenida de los niveles de la misma, permitiendo el crecimiento natural de la población. Entre los factores que intervienen en la disminución de la tasa de mortalidad se encuentran: mejoras y avances en los servicios de atención médica; acceso a medicamentos;incremento de los niveles de nutrición y educación; introducciónde medidas sanitarias generales y de preparación de alimentos; yla implementación de medidas preventivas para atender enfermedadesinfecciosas (Narro y Moctezuma, 2001; Turra y Fernandes, 2021).
Además, la reducción de la tasa de mortalidad ha sido, históricamente, la antesala a determinados procesos como el incremento de la urbanización y el desarrollo de sistemas económicos más modernos. Cabe resaltar que la tasa de mortalidad se ha utilizado para identificar la etapa de la transición demográfica en la que se encuentran los países; no obstante, dado los cambios en la proporción de la composición etaria de las sociedades, se complica agrupar a los países utilizando solamente la tasa de mortalidad. Por lo tanto, se añade la variable de la esperanza de vida al nacer para reconocer las distintas etapas de la transición demográfica (CEPAL, 2008; Turra y Fernandes, 2021).
El segundo factor es la reducción de la tasa de natalidad. Posteriormente al decrecimiento de la tasa de mortalidad, el número de nacimientos se ve reducido por los cambios en los contextos económicos, sociales y culturales. Entre los factores que afectan la disminución de las tasas de natalidad, a saber: la implementación de la planificación familiar; los procesos de desarrollo socioeconómico; el incremento de los niveles de educación y el acceso de las mujeres a este derecho; y por los procesos de urbanización. Similar a lo que sucede al analizar la tasa de mortalidad, dentro de la variable de la tasa de natalidad se encuentra la Tasa Global de Fecundidad (TGF), ya que permite complementar el estudio sobre el crecimiento de la población (CEPAL, 2008; Narro y Moctezuma, 2001).
El resultado de las variables mencionadas anteriormente repercute en la variable de la tasa de crecimiento natural de la población. Durante la primera parte de la transición demográfica, los países experimentan un elevado y constante aumento de su población, como consecuencia de la reducción significativa de la tasa de mortalidad y la continuidad de altas tasas de natalidad. A lo largo de la transición, la tasa de natalidad comienza a descender hasta llegar a los niveles de la tasa de mortalidad e inclusive ligeramente menores, generando consigo, en primera instancia, la disminución del ritmo de crecimiento de la población y, posteriormente, el decrecimiento de la misma.
Una de las consecuencias directas de los cambios en las tasas de natalidad y mortalidad y, por ende, en la transición demográfica es la modificación de las pirámides poblacionales de los países, debido a que la proporción de las estructuras de edades se ve impactada por la variación de los volúmenes de cada cohorte poblacional. Lo anterior es resultado, por una parte, de la disminución de la población en edades infantiles y, por el otro lado, del incremento de las poblaciones de adultos y personas en edades avanzadas. Por lo tanto, la importancia del análisis de las pirámides de población y de sus procesos involucrados en el mismo, recae en la elaboración y ejecución de políticas públicas para determinados sectores de la población, ya que se necesitarán, por ejemplo, de mayor atención médica, en el caso de las personas mayores de edad, puesto que incrementan las enfermedades crónico-degenerativas (Narro y Moctezuma, 2001).
Son distintos procesos los que inciden en el envejecimiento de la población. En primera instancia, surge a raíz de la reducción de la población infantil y un aumento de la población adulta. Posteriormente, la disminución relativa y absoluta de la población infantil y, más adelante, de la población adulta contribuyen al envejecimiento. Sin embargo, este proceso se ve fortalecido en virtud de que las cohortes poblacionales que nacieron en contextos de alta fecundidad alcanzan edades avanzadas. Después de ello, el envejecimiento responderá, principalmente, a los avances en la atención médica y de la supervivencia de las personas en dichas edades (Turra y Fernandes, 2021).
La velocidad y las características de las transiciones demográficas no son las mismas en todas las regiones del mundo, además de que existen críticas por ser un modelo que se relaciona con las transiciones de los países occidentales del Norte Global. Sin embargo, los postulados de este enfoque sirven como elementos explicativos para comprender las transiciones demográficas de los demás países. En ese sentido, la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) ha desarrollado una tipología para agrupar a los países de la región latinoamericana de acuerdo a la etapa del modelo teórico en el que se encuentran los países en un determinado periodo.
Una de las tipologías fue propuesta por la CEPAL a principios de la década de 19901 describiendo cuatro diferentes etapas. La primera fase, denominada “transición incipiente”, se caracteriza por una alta tasa de natalidad de entre 32 y 45 nacimientos por cada mil habitantes, y también por una alta tasa de mortalidad con más de 11 por cada mil. La segunda fase conocida como “transición moderada” incluye tasas altas de natalidad y mortalidad. Después, la tercera fase llamada “plena transición” se distingue por una tasa de natalidad moderada y por una tasa de mortalidad moderada-baja. Finalmente, la cuarta fase corresponde a una “transición avanzada” que se caracteriza por una tasa de natalidad baja y una tasa de mortalidad moderada-baja (Chackiel, 2004: 14). Con base en esta tipología en la cuarta sección se analizará el desarrollo de la transición demográfica en el caso mexicano.
2. Modelo teórico de la transición migratoria
La teoría de la transición migratoria tiene como punto de partida el trabajo desarrollado por el geógrafo Wilbur Zelinsky en 1971, denominado The hypothesis of the mobility transition. El estudio (Zelinsky, 1971) propició la creación de uno de los modelos espacio-temporal más comprensivos de las movilidades humanas, al utilizar el concepto de transición vital para vincular las transiciones demográficas con los procesos de modernización de las sociedades y situarlas en un contexto específico. De acuerdo con Zelinsky (1971), el progreso de las sociedades se mide a través de extender el control sobre la energía, las cosas y el conocimiento, traduciéndose, por ejemplo, en la intervención del ser humano en su propia fisiología, modificando las tasas de natalidad y mortalidad.
Dentro de este modelo teórico se observan dos dimensiones: la temporal y la espacial. Hein de Haas (2010a: 6-7) resalta la aportación de Zelinsky en la dimensión temporal. De esta manera, se reconocen la transición vital y la transición de la movilidad. Por un lado, la transición vital se divide en 5 etapas con sus respectivas características. La primera fase se conoce como “la sociedad tradicional premoderna”, y se distingue por altas tasas de fecundidad y de mortalidad. La segunda etapa es “la sociedad transicional inicial”, caracterizada por una rápida disminución de la tasa de mortalidad y un leve incremento de la tasa denatalidad. Continúa la etapa de “la sociedad transicional tardía”, en laque se registra un descenso de las tasas de fecundidad y mortalidad, asícomo un incremento de la población, pero en desaceleración. La cuartafase es conocida como “la sociedad avanzada” y se identifica por laestabilidad de las tasas de natalidad y fecundidad. En la última etapa,“la sociedad super avanzada”, se observan bajas y continuas tasas denatalidad y mortalidad.
La transición de la movilidad se acopla a las 5 fases de la transición vital, pero con sus características propias. En la sociedad tradicional premoderna se registran, principalmente, movimientos circulares limitados. Por otra parte, en la sociedad transicional inicial se incrementan todas las formas de movilidad interna e internacional. Después, en la sociedad transicional tardía disminuye la migración internacional y la migración interna rural-urbana, y aumentan los movimientos circulares. Durante la sociedad avanzada, incrementa la movilidad residencial, la movilidad urbana-urbana y los movimientos circulares; mientras se continúa la migración rural-urbana y los países exportadores de mano de obra se convierten en países importadores. Finalmente, en la sociedad super avanzada, la mayor parte de la migración interna es de tipo urbana-urbana y se registra una disminución de la movilidad residencial y circular, así como la continuidad de la inmigración de mano de obra no calificada (De Haas, 2010a: 7).
Por otra parte, la dimensión espacial fue reforzada por el geógrafo Ronald Skeldon. El autor retomó las etapas de las transiciones desarrolladas por Zelinsky y desarrolló una tipología con base en los “niveles de desarrollo” de los países. El primer y segundo nivel abarcan a países del antiguo y el nuevo centro de desarrollo, los cuales se caracterizan por la inmigración y la descentralización interna, por ejemplo, países en Europa Occidental, los casos de Estados Unidos, Canadá y Japón. El tercer nivel incluye a los países que se distinguen por la inmigración, la emigración y la centralización interna como ocurre en las zonas del este de China y países del sur de África y el este de Europa, a este nivel se le conoce como el centro en expansión.
El cuarto nivel engloba a países de la “frontera laboral”, como Egipto, Marruecos, México y Turquía, y se caracterizan por la emigración y la centralización interna. El último nivel es conocido como nicho de recursos e incluye a países del África subsahariana, de Asia Central y América Latina, donde se identifican formas de migración variablesy a menudo débiles. Cada uno de los niveles de desarrollo de Skeldoncorresponde con las fases de la transición de la movilidad desarrolladaspor Zelinsky, lo cual indica que también vincula la migración con losprocesos de modernización y de desarrollo (De Haas, 2010a: 8).
En atención a las características presentes en cada etapa de las diferentes transiciones, este enfoque teórico no pretende ser una teoría universal de las migraciones, sino que se concibe como una teoría contextualizada en la explicación de cómo las movilidades humanas han evolucionado bajo la modernización del capitalismo económico, la industrialización, la urbanización y las transiciones demográficas. Ejemplos como la industrialización y la urbanización muestran cómo el desarrollo afecta las migraciones. Tanto las sociedades como los procesos migratorios están en constante cambio (De Haas, 2014).
Las explicaciones del impacto que tiene el desarrollo en la migración se centran en dos niveles. Por un lado, las explicaciones macro incluyen factores como la concentración de actividades económicas en áreas urbanas e industrializadas, debido al cambio estructural en las economías agrarias; así como la educación y la especialización ocupacional que lleva a la segmentación de los mercados laborales. Por otra parte, las explicaciones a nivel micro argumentan que la incidencia del cambio en las variables micro se refleja, principalmente, en la modificación de las capacidades y aspiraciones de las personas (De Haas, 2014).
Este enfoque teórico también parte de la perspectiva que concibe a la migración como un proceso de difusión, la cual tiene como objetivo un análisis dinámico de los sistemas migratorios. En ese sentido, menciona que las dinámicas internas de la migración conducen a más migración, no obstante, dichas dinámicas tienden a operar de manera no lineal. En otras palabras, las dinámicas internas propician más migración en las primeras etapas de conformación de un sistema migratorio, pero en etapas posteriores puede detenerse e inclusive revertirse. Lo anterior es resultado de que, a corto plazo, las remesas aumentan los ingresos y empleo de los lugares de origen, incrementando las capacidades y aspiraciones migratorias de las personas (De Haas, 2010b).
Con fin de aplicar los postulados de este enfoque teórico, un estudio de De Haas (2010a) utilizó la información proporcionada por el Global Bilateral Migration Database (GBMD). Con base en dichasestadísticas, el autor generó una prueba empírica sobre los supuestos de la teoría de la transición migratoria. Los hallazgos de su investigación se pueden resumir en dos comparaciones: la relación entre el desarrollo humano (Índice de Desarrollo Humano, IDH) y el desarrollo económico (producto interno bruto per cápita, PIB per cápita), en comparación con la emigración y la inmigración. De esta manera, elaboró dos gráficas de barras considerando ambos indicadores, así como los flujos de emigración e inmigración para distintos grupos de países. El autor clasificó a los países en cinco grupos con base en los niveles del 2005, referentes al Índice de Desarrollo Humano y el PIB per cápita en dólares estadounidenses en paridad del poder adquisitivo (PPA).
Por un lado, al analizar el desarrollo humano y el desarrollo económico en relación con la emigración se encontró que a medida que aumentan ambos indicadores, la emigración también incrementa, alcanzando un punto máximo cuando los países se encuentran en un desarrollo medio de ambos indicadores y, a partir de ese umbral, la emigración comienza a descender conforme siguen aumentando los niveles de desarrollo humano y económico, generando el famoso patrón en forma de U invertida. En contraste, al comparar el desarrollo humano y el desarrollo económico con la inmigración se constató que a medida que aumenta el desarrollo humano los flujos de inmigración incrementan de manera lineal o cuasi lineal en el caso de la asociación con el desarrollo económico (De Haas, 2010a).
El argumento central de la teoría de la transición migratoria radica en la idea de que el desarrollo, inicialmente, conduce a elevados niveles de emigración e inmigración. Esta teoría plantea que el desarrollo y el crecimiento económico; la transición demográfica; la formación de los estados nacionales; la relajación de las restricciones migratorias; el incremento de las capacidades y aspiraciones de las personas e; inclusive los procesos de democratización y los derechos humanos, crean un patrón en forma de U o J invertida en las tasas de emigración (De Haas, 2010a; De Haas, 2011). Por lo tanto, se producen transiciones migratorias, caracterizadas en un primer momento, por un aumento de la emigración, hasta alcanzar un umbral, pudiéndose generar una meseta migratoria, para después comenzar a descender. En la cuarta sección se toma como base la propuesta de patrón de forma de U o J invertida para explicar la situación de México.
3. El debate sobre la migración cero
La emigración mexicana se ha dirigido principalmente a los Estados Unidos y muestra de ello es el volumen de la población inmigrante mexicana viviendo en aquel país. Sin embargo, a partir de la crisis económica del 2008, la emigración a los Estados Unidos ha disminuido y, en contraste, aumentó la migración de retorno. En consecuencia, la inversión de estas tendencias históricas ha dado como resultado un saldo migratorio igual a cero de México a los Estados Unidos, es decir, un equilibrio estadístico entre las personas que salen del país y las que retornan a México. Lo anterior provocó un estancamiento del stock de la población emigrante mexicana e inclusive se ha observado una reducción.
Este proceso ha sido objeto de diversos estudios que intentan explicar los factores que incidieron en el surgimiento de la migración cero. Uno de los primeros fue Damien Cave con su artículo publicado en The New York Times. Cave (2011) señala que, por un lado, los cambios económicos, demográficos y educativos de México y, por el otro, la crisis económica estadounidense del 2008 y la persecución de la población inmigrante en aquel país han desincentivado la migración. Al debate se sumó Jorge Durand (2011) y en un trabajo posterior en colaboración con Patricia Arias (Durand y Arias, 2014) añaden factores como el incremento de las visas de trabajo para mexicanos, el cambio en la actitud de los migrantes deportados, la delincuencia fronteriza, el endurecimiento de la política migratoria estadounidense, la superioridad de los beneficios sobre los costos del cruce fronterizo, el cambio en las condiciones laborales así como factores estructurales como la reducción de la tasa de natalidad y el crecimiento económico de México que influyeron en la reducción de los flujos emigratorios de México.
En contraposición a Cave (2011) y Durand (2011), Rodolfo García-Zamora (2012) argumenta que el principal elemento explicativo del aumento o la disminución de la emigración mexicana es el estado de la economía estadounidense, y señaló que la disminución no necesariamente ocurre cuando mejoran las condiciones económicas de México. Con el fin de presentar un estudio más detallado sobre la migración cero y las causas del mismo, los demógrafos del Pew Research Center, Passel et al. (2012) elaboraron un análisis sobre la emigración y el retorno de mexicanos. Los autores señalan que la migración cero fue resultado de dos tendencias opuestas que convergieron entre 2005 y 2010. Por un lado, emigraron a los Estados Unidos cerca de 1.4 millones de mexicanos y, por otra parte, retornaron 1.4 millones de mexicanos. Passel et al. (2012) argumentan que las causas que propiciaron la migración cerohan sido: el deterioro del mercado laboral estadounidense derivado de lacrisis económica de ese país en el 2008, afectando severamente sectores como la construcción, donde trabajaban una gran parte de la población mexicana; el recrudecimiento de la política migratoria estadounidense; el incremento de las deportaciones; la disminución de la tasa de natalidad en México; así como cambios económicos y sociales de México.
Posteriormente, un trabajo de González-Barrera (2015) mostró la validez de la migración cero, ya que con base en datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), la autora argumentó que entre 2009 y 2014, emigraron cerca de 870 mil migrantes mexicanos a los Estados Unidos y, retornaron aproximadamente un millón de mexicanos con sus familias desde el país vecino. No obstante, el estudio más reciente de González-Barrera (2021) reveló que durante el periodo 2013-2018, se registró la emigración de 870 mil mexicanos a los Estados Unidos y retornaron cerca de 710 mil migrantes mexicanos. Este resultado es negativo para México, debido a que las salidas son ligeramente superiores a las entradas.
A pesar de los datos expuestos por González-Barrera (2021), la migración cero es un proceso que sigue vigente y que puede ser reforzado ante el incremento de poblaciones extranjeras que buscan ingresar a los Estados Unidos, pero dada la situación política y económica de aquel país, se ven obligados a permanecer a México, pudiendo cambiar el balance. Además, como lo señala Luciana Gandini, los datos no indican que la migración cero haya finalizado (Brooks, 2021). Adicionalmente, Ortega (2018) señala que el debate sobre el saldo migratorio mexicano se puede ampliar a partir del aumento de los flujos migratorios internacionales en México provenientes de otras regiones del mundo. Mientras la autora argumenta que la presión migratoria procedente de migrantes de Centroamérica se acumulará en México. En ese sentido, Ortega (2018) hace referencia al caso de Turquía como país que experimentó una rápida transición migratoria en la última década y que puede ser útil para el caso de estudio mexicano, dada su similitud geopolítica y geoeconómica.
4. Análisis del caso mexicano
Para el caso de México, las variables a analizar son: la emigración internacional, la inmigración internacional y la transición demográfica. México es un país que se ha caracterizado por la salida de personas migrantes, principalmente a los Estados Unidos. Este proceso si bien inició en el siglo XIX, tomó fuerza a partir de la década de 1970. Las condiciones económicas, sociales, políticas y demográficas de México durante las décadas de 1970, 1980 y 1990 aceleraron el flujo migratorio de mexicanos al país vecino, situación que se cristalizó en el incremento del stock de la población migrante mexicana en los Estados Unidos. Por ejemplo, en 1970 vivían en aquel país cerca de 750 mil mexicanos y para el año 2000 la población se incrementó a 9 millones (Durand, 2016a; Gibson y Jung, 2006).
Durante las últimas tres décadas del siglo XX y la primera mitad de la década del 2000, la emigración mexicana mantuvo un crecimiento constante hasta alcanzar una cifra histórica de aproximadamente 12.6 millones de migrantes mexicanos en el 2007, de acuerdo con estimaciones de Passel et al. (2012). No obstante, ante los cambios políticos, económicos, sociales y demográficos que han sucedido en ambos países, la emigración mexicana empezó a descender a partir de 2008. Por lo tanto, el primer elemento que explica el inicio de la transición migratoria de México es la modificación en el comportamiento de los flujos emigratorios del país registrado a partir del 2008. A principios de la década de 1990 el flujo fue de 400 mil migrantes, aumentó a 600 mil en 1995, hasta alcanzar los 700 mil migrantes mexicanos que llegaron a los Estados Unidos en los años 1999 y 2000. Iniciado el siglo XXI, la situación no era distinta, ya que en el 2004 se registró un flujo de 600 mil migrantes. No obstante, a la postre de diversos cambios durante la segunda mitad de la primera década del presente siglo, el flujo migratorio empezó a disminuir (Passel, 2011). Por ejemplo, una estimación de Passel y Cohn (2019) indicó que entre 2012 y 2017, aproximadamente 90 mil migrantes mexicanos llegaron a los Estados Unidos, una cifra muy baja respecto a lo registrado en años anteriores.
Posteriormente, se examina el stock de población mexicana en el exterior a partir de las estimaciones de United Nations Department of Economic and Social Affairs (UNDESA) cuyos cambios registrados permiten visualizar el patrón en forma de U invertida planteado por la teoría de la transición migratoria. El resultado más interesante de la revisión estadística implica que la emigración mexicana internacional alcanzó una cifra histórica en el 2010, cuando se registró un stock de 12.3 millones emigrantes, la mayoría viviendo en los Estados Unidos.
Como se observa en la gráfica 1, la población inmigrante mexicana ha aumentado exponencialmente desde la década de 1990. Con base en la información estadística del periodo 1990-2020, este crecimiento refleja el patrón en forma de U invertida de la teoría de la transición migratoria, puesto que, después de haber alcanzado el máximo en el 2010, los datos señalan que en los dos quinquenios posteriores la emigración mexicana ha comenzado a descender, teniendo como principal modificación el stock de inmigrantes mexicanos viviendo en los Estado Unidos. De acuerdo con UNDESA (2021), en el 2020 se registró un stock de 11.1 millones de emigrantes mexicanos internacionales, 10.8 millones radicados en la nación vecina.
El siguiente elemento dentro del análisis de la transición migratoria es el proceso de la inmigración que se registra en México. Históricamente, en nuestro país los estudios realizados sobre el tema migratorio se habían centrado en la emigración de mexicanos a los Estados Unidos y en el tránsito de migrantes centroamericanos hacia el mismo país de destino, no obstante, el sistema migratorio norteamericano-mesoamericano se ha complejizado, dando pie a nuevos análisis como la inmigración en México (Haas y Sánchez, 2020).
De acuerdo con la información censal, la población inmigrante en México es muy baja cuando se compara con la población total del país. Sin embargo, ante el incremento de la securitización de la frontera México-Estados Unidos, el endurecimiento de la política migratoria estadounidense, y de los cambios políticos, económicos y sociales de la región, México se ha erigido como un país de destino para personas de distintas latitudes, principalmente de Centroamérica, El Caribe y Sudamérica (BBVA-CONAPO, 2021; Haas y Sánchez, 2020).
Con el objetivo de examinar la inmigración de México se realizó una investigación documental y estadística a partir de los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través de los censos de población y vivienda de los años de 1990, 2000, 2010 y 2020. La información se obtiene con base en la pregunta sobre el lugar de nacimiento de las personas entrevistadas. Cabe mencionar que se utiliza como guía el patrón lineal expuesto en la transición migratoria referente a la inmigración de los países.
El principal resultado del análisis indica que la población inmigrante en México ha tenido un crecimiento paulatino y constante desde el año de 1990, con especial crecimiento durante el periodo 2000-2010, tal como se observa en la gráfica 2. De manera general, la inmigración pasó de 492 mil personas en 1990 a 1.2 millones de inmigrantes en el 2020. Ahora bien, también se observa que el lugar de nacimiento de la mayoría de las personas es Estados Unidos, lo que indica que se encuentra relacionada con el retorno de familias mexicanas y sus hijos nacidos en ese país. No obstante, también se contempla el incremento de la población inmigrante proveniente de otros países, cuyo volumen ha mostrado el crecimiento más importante a partir del 2010. La gráfica 2 contempla a los 5 países con el mayor volumen de población que se encontraba en México de acuerdo con los datos del censo del 2020.
En esa línea, los datos revelan el incremento de mayor inmigración de otros países. Entre el 2010 y el 2020, la población de Venezuela creció hasta cinco veces, ubicándose en el tercer lugar de las naciones con población en México, después de los Estados Unidos y Guatemala. Se añade también que las personas oriundas de Colombia y Honduras se duplicaron en el mismo periodo (Angoa y Giorguli, 2021; Pardo y Dávila, 2019). En contraste a la estabilidad del volumen de los inmigrantes esta dounidenses, el volumen de las personas provenientes de otros países seha incrementado notoriamente. Por lo tanto, la inmigración durante losaños más recientes presenta una tendencia lineal positiva.

Dentro del análisis de la inmigración en México se encuentran las personas que buscan el reconocimiento de la condición de refugiado. Dada la historia humanitaria de nuestro país y con el fin de atender a las personas que buscan protección internacional, México creó la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) en 1980 y permitió la apertura de una oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en 1982. Además, ha desarrollado varios instrumentos jurídicos como la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político en el 2011 (Torre et al., 2021).
En la última década, México ha visto un incremento significativo delas personas que buscan la condición de refugiado en nuestro país. De acuerdo con estimaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el 2021, México se ubicó como el tercer país en recepción de solicitudes de la condición de refugiado (Pretelin, 2021). Los datos presentados por la COMAR exponen que durante el periodo 2013-2021, la institución recibió un total de 300 mil solicitudes de personas que buscan protección. Tal como se observa en la gráfica 3, las solicitudes pasaron de 1,296 en el 2013 a una cifra récord de 129,844 en el 2021. Durante el periodo, cada año las nuevas solicitudes superaban a las del año anterior, con excepción del 2020, que responde, principalmente, a los efectos causados por la pandemia de COVID-19.
Honduras, El Salvador, Venezuela, Cuba y Haití son algunas de las naciones con mayores personas solicitantes de refugio en México. Y cabe subrayar que del total de las solicitudes la mayoría son recibidas y procesadas en Chiapas (COMAR, 2022), aunque las personas buscan avanzar en sus rutas hacia la frontera norte de México. Como resultado, en algunas ciudades fronterizas del norte y sur del país, el triángulo industrial en el norte central y algunas ciudades costeras han presenciado el desarrollo de pequeñas, pero notables comunidades centroamericanas (Selee et al., 2019; Selee y Ruiz, 2020).

El tercer factor involucrado en la transición migratoria es la dinámica poblacional de México. Este elemento se encuentra ampliamente relacionado con el modelo de la transición demográfica. La primera fase de la transición demográfica de México inició tras la finalización del proceso generado por la Revolución Mexicana (1910-1921). Esta primera etapa estuvo caracterizada por una rápida caída de la tasa de mortalidad y por una tasa de natalidad elevada y constante. Posteriormente, a mediados de la década de 1970 da inicio la segunda fase, distinguida por la disminución de la tasa de natalidad y por una tasa de mortalidad baja y constante. Finalmente, a inicios del siglo XXI comenzó la tercera fase que se caracteriza por la convergencia de tasas bajas de natalidad y mortalidad (Partida, 2004).
El primer elemento a destacar es la disminución de la tasa demortalidad, ya que explica la acelerada transformación demográfica que empezó a experimentar el país después de la segunda década del siglo XX. A inicios del siglo pasado, México contaba con una tasa de 33.7 muertes por cada mil habitantes, cuyo nivel descendió a 7 muertes en el 2020. Como resultado de la disminución de la tasa de mortalidad,la esperanza de vida al nacer aumentó considerablemente, al pasar de un promedio de 32 años en 1921 a 75 en el 2020 (González,González y Chickris, 2018; INEGI, 2022; Partida, 2004; Population Division, 2022).
El segundo elemento de la transición es el comportamiento de la tasa de natalidad. A diferencia de la tasa de mortalidad, la tasa de natalidad se mantuvo elevada y constante después de la Revolución Mexicana, lo cual está ligado al modelo de la transición demográfica. En 1920, se registró una tasa de 45 nacimientos por cada mil habitantes y para el año de 1959 se registró una cifra de 47.5. nacimientos, ubicándose como la cifra más alta registrada durante el siglo XX. La tasa de natalidad empezó a disminuir a partir de la década de 1960 hasta alcanzar una cifra de 15 nacimientos por cada mil en el 2020. El volumen de nacimientos es resultado de la evolución de la Tasa Global de Fecundidad (TGF), puesto que, a inicios del siglo XX, México contaba con una tasa de 6 hijos por mujer hasta alcanzar una cifra de 7.2 hijos durante la década de 1960. Posteriormente, la TGF disminuyó hasta alcanzar el dato de 2.1 en el 2020 (INEGI, 2021; Partida, 2004; Population Division, 2022).
La interacción de estos indicadores demográficos repercute en el crecimiento poblacional del país. México experimentó una explosión demográfica a raíz de la disminución de la tasa de mortalidad y ante una alta tasa de natalidad. Entre 1950 y 1980, el país registró tasas de crecimiento poblacionales superiores al 3 por ciento. Después del descenso de la TGF, el crecimiento de la población se redujo y en el 2020 la tasa de crecimiento se ubicó en 1.7 por ciento (INEGI, 2021).
El principal resultado de la situación anterior ha sido el proceso de envejecimiento poblacional que se está registrando en el país. A medida que disminuyen los nacimientos, aumenta la edad mediana de la población. En el censo del 2000 se reportó una edad mediana de 22 años, en el 2010 fue de 26 años y en el 2020 de 29 años (INEGI, 2019; INEGI, 2021). El incremento de la edad mediana está relacionado con los cambios que suceden en los montos de la estructura poblacional del país, por un lado, la base de la pirámide poblacional se está reduciendo. Entre 1970 y 2050, la pirámide poblacional de México se transformará de una base de forma triangular a una con forma rectangular y abultada en la parte superior como resultado de la disminución de la población infantil y adolescente, aunado el incremento de la población adulta y en edades avanzadas (Maya, 2012).
La transición demográfica es un proceso vinculado a la transición migratoria de México en razón de que la principal consecuencia es el envejecimiento poblacional, cambiando las dinámicas económicas. Por lo tanto, podría haber necesidad de poblaciones más jóvenes para asumir actividades económicas desempeñadas por personas en edades avanzadas, así como el trabajo asociado a cuidados de personas mayores. Además, con base en la tipología de la CEPAL, México se encuentra en la etapa de la transición avanzada debido a sus bajas tasas de natalidad y mortalidad, así como el envejecimiento poblacional.
Conclusiones
Este trabajo tuvo como objetivo analizar los procesos demográficos y migratorios de México utilizando como guía los modelos teóricos de la transición demográfica y la transición migratoria. De esta manera, el primer hallazgo indica que México inició su transición demográfica una vez finalizada la Revolución Mexicana y a un siglo de ese momento, el país se encuentra en la fase avanzada de acuerdo con la tipología de la transición demográfica elaborada por la CEPAL, con el envejecimiento poblacional como la principal característica.
El siguiente resultado a discutir fue la transición migratoria. De acuerdo con lo presentado en el texto, se argumenta que la emigración mexicana, después de haber experimentado un marcado crecimiento desde la década de 1970 hasta alcanzar el máximo histórico en el 2010, comenzó a descender durante la última década. Son distintos los factores que explican la disminución, pero se engloban dentro de los cambios económicos, políticos, demográficos, culturales y sociales, que han sucedido entre México y los Estados Unidos. Como resultado, el patrón mostrado por la emigración mexicana en el periodo histórico del 1990 a 2020 está tomando la forma de una U invertida a la cual se le debe dar seguimiento.
Por otra parte, se ha constatado que la inmigración a México, aunque sigue siendo una cifra relativamente baja, ha mostrado un comportamiento lineal conforme al paso de los años desde la década de 1990. Dentro de este proceso se encuentran dos componentes: la inmigración con origen en los Estados Unidos, la cual se incrementó significativamente entre el año 2000 y el 2010. El segundo es la inmigración procedente de otros países, y a diferencia de la estadounidense, ésta ha mostrado un comportamiento más dinámico y con un significativo crecimiento en la década 2010-2020. Esto se relaciona con el incremento de las personas que buscan ser reconocidas como refugiadas en México, cuyas principales nacionalidades son hondureños, salvadoreños, venezolanos, cubanos y haitianos durante el periodo 2013-2020. Al incremento y la diversificación de la inmigración internacional en México también es importante darle seguimiento.
Finalmente, señalamos que tras el debate sobre la migración cero a partir de 2008 se analiza la transición migratoria de México, ya que éste proceso es resultado de la disminución de la emigración mexicana y el incremento del retorno de migrantes mexicanos procedentes desde los Estados Unidos. Sin embargo, los factores de incidencia en el saldo migratorio mexicano están cambiando y por ello las investigaciones futuras deben identificarlos de manera diferenciada.
Referencias
Angoa, María A. y Giorguli, Silvia E. (2021). Una década de movilidad internacional hacia México, 2010-2020, Coyuntura demográfica. Revista sobre los procesos demográficos en México hoy, 20(11), 25-33. Sociedad Mexicana de Demografía, México. https://tinyurl.com/y62w98rc
BBVA-CONAPO (2021). Anuario de Migración y Remesas México 2021. Fundación BBVA-BBVA Research, Consejo Nacional de Población-Secretaría de Gobernación, México. https://tinyurl.com/3y2nhpcb
Brooks, Darío (2021). Por qué ahora menos mexicanos están regresando a su país desde EE. UU. BBC News Mundo. https://tinyurl.com/2f77f9j7
Canales, Alejandro (2007). La demografía latinoamericana en el marco de la postmodernidad. Revista Latinoamericana de Población, 1 (1), 1-17. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=323827539003
Cave, Damien (2011). Better lives for Mexican cut allure of going North, The New York Times: Americas. https://tinyurl.com/rfbt4mjt
CEPAL (2008). Transformaciones demográficas y su influencia en el desarrollo en América Latina y El Caribe. Centro Latinoamericana y Caribeño de Demografía (CELADE). https://tinyurl.com/4635m9bt
Chackiel, Juan (2004). La dinámica demográfica en América Latina, Serie Población y Desarrollo, No. 52. https://tinyurl.com/2p88bna3
COMAR (2022). La COMAR en números. Septiembre 2022. BLOG de la CO- MAR. https://tinyurl.com/4vavj9mb
De Haas, Hein (2010a). Migration transitions: A theoretical and empirical inquiry into the developmental drivers of international migration. DEMIG project paper 1, International Migration Institute, 24. https://www.migra-tioninstitute.org/publications/wp-24-10
De Haas, Hein (2010b). The Internal Dynamics of Migration Processes: A Theoretical Inquiry. Journal of Ethnic and Migration Studies, 36 (10), 1587-1617. https://tinyurl.com/z9f2vhv2
De Haas, Hein (2011). The determinants of international migration. Conceptualising policy, origin and destination effects. DEMIG project paper 2. International Migration Institute, 32. https://www.ilo.org/dyn/migpracti-ce/docs/225/Determinants.pdf
De Haas, Hein (2014). Migration Theory: Quo Vadis? DEMIG Project paper 24. International Migration Institute, 100. https://www.migrationinstitute.org/publications/wp-100-14
Durand, Jorge (17 de julio de 2011). Migración a la baja, La Jornada. Opinión. https://www.jornada.com.mx/2011/07/17/opinion/019a2pol
Durand, Jorge (2016a). Historia mínima de la migración México-Estados Unidos. El Colegio de México, Ciudad de México.
Durand, Jorge (2016b). El subsistema migratorio mesoamericano, En Carlos Heredia (Coord.). El sistema migratorio mesoamericano. El COLEF y CIDE, Ciudad de México.
Durand, Jorge y Arias, Patricia (2014). Escenarios locales del colapso migra- torio. Indicios desde los Altos de Jalisco. Papeles de Población, 20(81), 165-192. https://tinyurl.com/y4ks3e2s
García-Zamora, Rodolfo (2012). Cero migración: Declive de la migración internacional y el reto del empleo nacional. Migraciones internacionales, 6(4), 273-283. https://tinyurl.com/2xtksesz
Gibson, Campbell y Jung, Kay (2006). Historical census statistics on the foreign-born population of the United States: 1850 to 2000, Working Paper No. 81, Population Division, Washington, DC. https://tinyurl.com/ms5vzbtm
González-Barrera, Ana (2015). More mexicans leaving than coming to the U.S. Pew Research Center. https://tinyurl.com/ytfhbz7c
González-Barrera, Ana (2021). Before COVID-19, more Mexicans came to the U.S. than left for Mexico for the first time in years. Pew Research Center. https://tinyurl.com/5s9hpd64
González, Sergio R., González, Alina P. y Chickris, Alejandra K. (2018). La transición demográfica de México. CULCYT. Cultura científica y tecnológica, 65(15), 61-74. https://erevistas.uacj.mx/ojs/index.php/culcyt/article/view/2665/2465
Haas, Alexandra y Sánchez-Montijano, Elena (2020). México, un país de destino de migrantes. Nexos. https://tinyurl.com/tbty57rt
INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (11 de julio 2019). Estadísticas a propósito del día mundial de la población. Comunicado de prensa núm. 337/19. INEGI. https://tinyurl.com/49e4462a
INEGI (2020). Censo de Población y Vivienda 2020. Subsistema de Información Geográfica y Social. INEGI. https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/
INEGI (25 de enero de 2021). En México somos 126,014,024 habitantes: censo de población y vivienda 2020. Comunicado de prensa núm. 24/21. INEGI. https://tinyurl.com/33buhkuc
INEGI (2022). Esperanza de vida al nacimiento por entidad federativa según sexo, serie anual de 2010 a 2021. INEGI. https://tinyurl.com/yeyskrju
Lopes-Patarra, Neide (1973). Transición demográfica: ¿resumen histórico o teoría de población? Estudios Demográficos y Urbanos, 7 (01), 86-95. https://tinyurl.com/2p9m2239
Maya Bautista, Jorge Eduardo (2012). El cambio demográfico en México. Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. https://tinyurl.com/2p89bt2w Narro, José y Moctezuma, David (2001). La transición demográfica en América Latina. Algunas consideraciones sobre el caso mexicano. Revista Mexi
Narro, José y Moctezuma, David (2001). La transición demográfica en América Latina. Algunas consideraciones sobre el caso mexicano. Revista Mexicana De Ciencias Políticas y Sociales, 181 (44), 161-179. https://tinyurl.com/2p9m2239
Ortega, Adriana S. (2018). México en tránsito. Saberes y Ciencias. Núm. 082. https://saberesyciencias.com.mx/2018/12/13/mexico-en-transito/
Pardo, Ana M. y Dávila, Claudio A. (2019). Cambios en el perfil socio-demográfico, inserción laboral y residencial de los extranjeros residentes en México entre 1990 y 2015, En Ana M. Pardo y Claudio A. Dávila (Coords.), Más allá de la emigración. Presencia de la población extranjera residente en México, 47-69. Instituto de Geografía, UNAM, Ciudad de México.
Partida, Virgilio (2004). La transición demográfica y el proceso de envejecimiento en México, En Consejo Nacional de Población. La situación demográfica de México 2004, 23-29. CONAPO, México. https://tinyurl.com/yx6hyu9b
Passel, Jeffrey y Cohn, D’vera (2019). Mexicans decline to less than half the U.S. unauthorized immigrant population for the first time. Pew Research Center. https://tinyurl.com/3sv2kadf
Passel, Jeffrey, Cohn, D’vera y González-Barrera, Ana (2012). Net migration from Mexico falls to zero-and perhaps less, Pew Research Center. https://tinyurl.com/t3s3z2c6
Passel, Jeffrey (2011). Flujos migratorios México-Estados Unidos de 1990 a 2010: un análisis preliminar basado en las fuentes de información estadounidenses. Coyuntura Demográfica. Revista sobre los procesos demográficos en México hoy, 11, 15-20. https://tinyurl.com/yc7emx56
Population Division (2022). World Population Prospects 2022. UNDESA, Population Division. https://population.un.org/wpp/Graphs/Probabilistic/ FERT/CBR/484
Pretelin, Fausto (21 de diciembre de 2021). México, tercer lugar en el mundo en recepción de solicitudes de refugio, El Economista. https://tinyurl. com/2keb7x8r
Selee, Andrew y Ruiz, Ariel G. (2020). Construcción de un nuevo sistema migratorio regional. Redefiniendo la cooperación entre Estados Unidos con México y Centroamérica, Migration Policy Institute, Washington, DC. https://tinyurl.com/37aa2wdc
Selee, Andrew, Giorguli-Saucedo, Silvia E., Ruiz, Ariel G. y Masferrer, Claudia (2019). Invertir en el vecindario: Cambios en los patrones de migración entre México y Estados Unidos y oportunidades para una cooperación sostenible, Migration Policy Institute-El Colegio de México, Washington, DC. https://www.migrationpolicy.org/research/migracion-mexico-esta-dos-unidos-cooperacion-sostenible
Thompson, Warren (1929). Population. The American Journal of Sociology, 34(6), 959-975. https://tinyurl.com/3t8mt829
Torre, Eduardo, París, María D. y Gutiérrez, Eduardo E. (2021). El sistema de refugio mexicano: entre proteger y contener. Frontera Norte, 33(7), 1-26. https://fronteranorte.colef.mx/index.php/fronteranorte/article/view/2103/1688
Turra, Cassio y Fernandes, Fernando (2021). La transición demográfica. Oportunidades y desafíos en la senda hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en América Latina y El Caribe. Documentos de proyectos (LC/TS.2020/105). https://repositorio.cepal.org/bitstream/hand-le/11362/46805/4/S2000433_es.pdf
UNDESA (2021). International Migrant Stock 2020, United Nations. Population Division. https://www.un.org/development/desa/pd/content/interna-tional-migrant-stock
Zelinsky, Wilbur (1971). The Hypothesis of the Mobility Transition. Geographical Review, 61(2), 219-249. https://www.jstor.org/stable/213996
Notas
Información adicional
Clasificación JEL: F22