Resumen: El presente trabajo, es una revisión que muestra el impacto que tiene el uso de las plantas medicinales en la salud humana. Desde la antigüedad, por tradición, se extendió el uso mayoritario de algunas familias vegetales como la Lamiaceae que destaca por sus propiedades aromáticas y aplicación culinaria en numerosas culturas, así como en el tratamiento y prevención de una gran variedad de enfermedades y malestares. Dentro de las especies pertenecientes a esta familia se encuentra el romero (Rosmarinus officinalis), planta que ha ganado importancia en el campo de la investigación por sus diversos atributos biológicos como: antiinflamatorio, antimicrobiano, antioxidante y anticancerígeno, entre otros; resultados que debe a sus metabolitos secundarios como: el ácido carnósico, el carnosol, el ácido rosmárico y el alcanfor, entre otros más, aunado a un potencial efecto cuando es aplicado. También se mencionan algunas metodologías que buscan la extracción de los componentes biológicamente activos del romero.
Palabras clave: LamiaceaeLamiaceae,romero (Rosmarinus officinalis L.)romero (Rosmarinus officinalis L.),metabolito secundariometabolito secundario,actividad biológica y extracciónactividad biológica y extracción.
Abstract: This paper is a review that shows the impact that the use of medicinal plants has on human health. Since antiquity by tradition the majority use of some plant families was extended as the Lamiaceae that stands out for its aromatic properties and culinary application in many cultures, as well as in the treatment and prevention of a wide variety of diseases and ailments. Among the species belonging to this family is rosemary (Rosmarinus officinalis) a plant that has gained importance in the field of research for its biological attributes such as: anti-inflammatory, antimicrobial, antioxidant and anticancer, among others; results due to its secondary metabolites such as: carnosic acid, carnosol, rosmaric acid and camphor, among others, with a potential effect when applied. Some methodologies that seek the extraction of biologically active components of rosemary are also mentioned.
Keywords: Lamiaceae, rosemary (Rosmarinus officinalis L.), secondary metabolite, biological activity and extraction.
Artículos de revisión
Romero (Rosmarinus officinalis L.): su origen, importancia y generalidades de sus metabolitos secundarios
Rosemary (Rosmarinus officinalis L.): its origin, importance and generalities of its secondary metabolites
Recepción: 15 Noviembre 2019
Aprobación: 11 Noviembre 2020
La historia mundial menciona, que para las civilizaciones fue de importancia relevante el uso culinario que dieron a las plantas, así como en la composición de perfumes y medicinas, siendo esta última de uso terapéutico tradicional en todas las culturas (Goudjil et al., 2020). Otros usos son para elaboración de cosméticos, nutracéuticos, agentes anti-edad y colorantes (Benelli & Oliveira, 2019).
Las plantas son ricas en antioxidantes, enzimas, glutatión, moléculas de naturaleza fenólica y vitaminas, que previenen tanto la auto-oxidación de los triglicéridos insaturados (Nieto, Ros & Castillo, 2018), como prueba de su efectividad contra el estrés oxidativo en los seres vivos (El-Hadary, Elsanhoty & Ramadan, 2019), que igual controlan y reducen el daño oxidativo en alimentos, causado por especies reactivas de oxígeno, incrementado así la vida de anaquel y calidad del producto (Altemimi, Lakhssassi, Baharlouei, Watson & Lightfoot, 2017).
Desde la antigüedad hasta el día de hoy las plantas que poseen aceites esenciales han sido usadas como una fuente de tratamientos profilácticos y medicinales (Shanaida & Golembiovska, 2018), debido a que contienen moléculas volátiles con actividad biológica, como la antioxidante, antimicrobiana, antiséptica, antiinflamatoria (Goudjil et al., 2020), anticancerígena, analgésica y sedante (Fikry, Khalil & Salama, 2019).
Dentro de la composición de una gran cantidad de plantas, se encuentra la presencia de diversos metabolitos secundarios, que exhiben un amplio rango de actividades biológicas, hecho que ha influido en el actual incremento de las investigaciones enfocadas en determinar cuáles son los componentes principales que otorgan estas propiedades (Milevskaya, Prasad & Temerdashev, 2019), los metabolitos se encuentran principalmente en el aceite esencial y en los extractos de las plantas, que reportan actividades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes, así como hipolipemiantes (Fikry et al., 2019). Cabe destacar que los metabolitos secundarios son el producto de las reacciones enzimáticas de las plantas, con funciones de atracción, defensa o señalización (Khaw, Parat, Shaw & Falconer, 2017).
La presencia de estas moléculas en las plantas varía, principalmente, según el área geográfica donde se encuentren y a sus condiciones de crecimiento (Fikry et al., 2019; Zinicovscaia et al., 2020). Otro factor que afecta la producción de estos metabolitos es el estrés generado por la sequía, las plantas reducen la biosíntesis de estas moléculas, cambiando la composición química de sus aceites esenciales y extractos, es decir de sus metabolitos secundarios en general (García et al., 2019).
En el contexto de las plantas medicinales, se destaca la familia Lamiaceae, sexta de las plantas aromáticas, más abundante y una de las más extensas dentro de las dicotiledóneas (García et al., 2019), posee una elevada popularidad por el potencial aromático de la mayoría de sus especies (Gürbüz et al., 2019). Dentro de la familia Lamiaceae destaca la importancia del género Rosmarinus, que contiene las siguientes especies: R. laxiflorus, R. eriocalyx, R. tomentosus, R. lavandulaceus y R. officinalis, siendo esta última la más utilizada, gracias a que sus metabolitos secundarios se encuentran en casi todas las partes de la planta (hojas, tallos, flores y raíces) mostrando éstas una gran variedad de actividades biológicas benéficas (Ali, Chua & Chow, 2019).
Es por ello, que el objetivo principal de este artículo de revisión es enfatizar la importancia del romero Rosmarinus officinalis L. (R. officinalis L.) dentro de la familia Lamiaceae, su valor económico las propiedades biológicas y aplicaciones de sus metabolitos secundarios, así como las generalidades en torno a su extracción. La revisión de la literatura, se hizo consultando en las bases de datos de Nature, SciFinder, Scopus y SpringerLink, utilizando como palabras clave: “Lamiaceae”, “rosemary”, “Rosmarinus officinalis”, “techniques for extraction of natural products” y “green extraction technologies”.
En el Orden de las Lamiales la familia Lamiaceae (también conocida como Labiatae) (Fidan et al., 2019) es la más grande de todas, con alrededor de 236 géneros y de 6, 900 a 7, 200 especies (Karpiński, 2020; Fidan et al., 2019) repartidas en todo el mundo, especialmente en la región del Mediterráneo y el suroeste de Asia (Zinicovscaia et al., 2020). Los géneros con mayor cantidad de especies pertenecen a Salvia con 900, Scutellaria con 360, Stachys y Plectranthus con 300, Hyptis con 280, Teucrium y Vitex con 250, Thymus con 220 y Nepeta con 200 (Karpiński, 2020).
Algunos de los miembros de esta familia que poseen importancia económica como plantas culinarias son el tomillo, la albahaca, el romero, la menta, el orégano, la salvia, la hierbabuena (Gürbüz et al., 2019), la lavanda, el hisopo, la mejorana y el toronjil (Sik, Kapcsándi, Székelyhidi, Hanczné & Ajtony, 2019), que tienen un elevado contenido de moléculas aromáticas (Fidan et al., 2019).
La Figura 1 muestra algunas de las plantas que forman parte de la familia Lamiaceae, un gran número de ellas con propiedades aromáticas (permitiendo su uso como especias) y relativa facilidad para ser cultivadas (Sik et al., 2019; Risaliti et al., 2019) presentan estructuras glandulares externas productoras de aceites volátiles, que las hace importantes y de gran valor para la industria alimenticia, cosmética y farmacéutica (García et al., 2019), así como en la agricultura, demostrando sus propiedades insecticidas, en el control de plagas (Fotso et al., 2019).

Una de las principales características de la familia, es la producción de aceite esencial en los géneros de la subfamilia Nepetoideae destacando Rosmarinus, Mentha, Lavandula, Thymus y Origanum (Bridi, de Loreto, Anders & Von Poser, 2020).
Las diversas especies de la familia Lamiaceae muestran un alto contenido de fenoles como los polifenoles, cumarinas, quinonas, diterpenoides, triterpenoides, iridoides, saponinas y en algunos casos alcaloides pirrolidínicos y piridínicos. (Lemjallad et al., 2019). Una gran cantidad de estos componentes se relaciona con el elevado poder antioxidante que ostentan estas plantas (Brown, John & Shahidi, 2019).
Esta familia se considera como medicinal, por lo que su uso es muy activo en la fitoterapia (Milevskaya et al., 2019).
La presencia de aceites esenciales con moléculas volátiles biológicamente activas en estas hierbas, ha permitido su aplicación en la aromaterapia (Romero, Ramasamy, Meng, Abdul & Agatonovic-Kustrin, 2019), además de ser usados en la medicina tradicional y moderna, como fuente de medicinas terapéuticas y profilácticas (Shanaida & Golembiovska, 2018), sus extractos y aceites esenciales presentan elevadas propiedades antioxidantes y antimicrobianas (Goudjil et al., 2020), siendo esta última aprovechada en la industria alimenticia contra microorganismos patógenos y causantes del deterioro en alimentos (Tančinová, Medo, Mašková, Foltinová & Árvay, 2019).
La importancia medicinal de la familia Lamiaceae se debe principalmente a la presencia de sustancias bioactivas en la mayoría de las especies, lo cual brinda beneficios en el tratamiento de enfermedades gástricas, respiratorias y nerviosas, así como en la prevención de la diabetes (Ruzzene, Sete, Botelho & Alberton, 2019). En la medicina tradicional también han sido usadas como tratamiento para el asma, depresión, estrés, dolor de cabeza y Alzheimer (Sik et al., 2019). Algunos estudios evidencian un posible efecto preventivo o terapéutico en enfermedades cardiovasculares, problemas de obesidad, desórdenes neurodegenerativos y cáncer (Sik, Hanczné, Kapcsándi & Ajtony, 2020).
En la medicina tradicional y moderna, las aplicaciones de las plantas de la familia Lamiaceae son muy variadas, debido a la presencia de diversos metabolitos, componentes principales de los aceites esenciales como los ácidos orgánicos, saponinas y taninos, entre otros, que poseen propiedades antifúngicas, antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes, antibacterianas (Zinicovscaia et al., 2020), antialérgicas, astringentes, anticarcinogénicas (Sik et al., 2019), hepatoprotectoras, antivirales, antitumorales (Shanaida & Golembiovska, 2018), insecticidas y acaricidas (Lemjallad et al., 2019).
Una de las plantas de mayor importancia económica dentro de la familia Lamiaceae es el romero R. officinalis (El-Desouky, Mahmoud, Riad & Taha, 2019), también conocido por los sinónimos de Salvia rosmarinus (nombre actualmente aceptado) y Rosmarinus angustifolius (Borges, Sánchez, Matias, Keita & Tavares, 2018), el nombre del romero deriva de las palabras del latín “ros” y ¨marinus¨ lo cual se interpreta como ¨rocío del mar¨ o ¨rocío marino¨ (Fidan et al., 2019). En Europa y Estados Unidos de América es conocido como “rosemary” y en Brasil como “Alecrim” (Amaral et al., 2017).
El romero es una planta de hojas fragantes, perennes y de color verde (Basheer, 2018), con flores azul blanquecinas (Ali et al., 2019), nativa del Mediterráneo, del norte y sur de África, así como de Asia Occidental (Karadağ et al., 2019), crece en muchos lugares del planeta (en suelos secos o moderadamente húmedos), alcanzando una altura de 1 a 2 metros. No tolera suelos anaeróbicos o muy mojados, pero sí los de salinidad media. Su período de floración es de mayo a junio y el de fructificación es de primavera a verano (Borges et al., 2018).
Los principales usos del romero son en cosméticos, saborizantes de comida (Basheer, 2018; Borges et al., 2018), mejoradores de la vida de anaquel en alimentos perecederos (Fidan et al., 2019; Said, Waheed & Khalifa, 2019), estimulantes del crecimiento del cabello, como aroma en la preparación de perfumes y fragancias (Endo et al., 2018), como aditivo para shampoo, crema y jabón (Akhbari, Masoum, Aghababaei & Hamedi, 2018), en colorantes naturales de lociones y enjuagues bucales (Gomes et al., 2020).
En la medicina tradicional se ha usado en el tratamiento del asma bronquial, la epilepsia, el dolor de cabeza, malestares gastrointestinales, cólicos biliares y renales (Said et al., 2019), el control de alergias, pérdida del apetito, anomalías circulatorias, complemento en el tratamiento del dolor muscular, de articulaciones y en inflamaciones (Borges et al., 2018), también como antiespasmódico, carminativo, diurético, antirreumático, antidepresivo, ansiolítico, potenciador de la fertilidad humana y la memoria (Karim, Khan, Abdelhalim, Abdel-Halim & Hanrahan, 2017), en el tratamiento de enfermedades inflamatorias y de la diabetes mellitus (Nieto et al., 2018), potenciador de la cognición y de la circulación sanguínea (Sadeh et al., 2019), expectorante, en el tratamiento de la dismenorrea, desórdenes respiratorios, dolor de garganta y de estómago (Karadağ et al., 2019), en desórdenes de la piel (Ali et al., 2019), el alivio de enfermedades cardiovasculares (Zhang et al., 2019), el tratamiento de lesiones orales (Sumintarti, Fatimasari, Hajrah-Yusuf & Ruslin, 2018), como atenuante de cataratas, tratamiento de alergias cutáneas (de Oliveira, Camargo & de Oliveira, 2019), como tónico en el tratamiento de las flatulencias y tensión nerviosa (Abbaszadeh, Layeghhaghighi, Azimi & Hadi, 2020) y control de la caspa (Trupti & Gadekar, 2018).
Las aplicaciones del romero se dan principalmente en las industrias: alimenticia, fragancias (Fidan et al., 2019), producción orgánica de peces y caviar (Ebrahimi, Haghjou, Nematollahi & Goudarzian, 2020; Zoral et al., 2018), cosmética (Sadeh et al., 2019), farmacéutica (Benelli & Oliveira, 2019), avícola (Abo, Elsadek, Taha, Abd & ElSabrout, 2020) y pieles como el cuero (Gomes et al., 2020).
Su aceite esencial y extractos son antimicrobianos con propiedades antioxidantes (Basheer, 2018), anti-nefrotóxicos, antiinflamatorios, antitumorales, anti-hepatotóxicos (El-Desouky et al., 2019), antihelmínticos (Zoral et al., 2018), anticancerígenos (Karim et al., 2017), antifúngicos (Ebrahimi et al., 2020), insecticidas, antidiabéticos, antimutagénicos, anti-toxigénicos (Nieto et al., 2018), citotóxicos, analgésicos, herbicidas, hipoglucémicos, hipolipemiantes (Karadağ et al., 2019), antiartríticos (Beltrán et al., 2017), antidepresivos, antiobesidad, neuroprotectores (Hamidpour, Hamidpour & Elias, 2017), antihiperglucémicos, antihiperlipidémicos (Ali et al., 2019), antidiarreicos (Selmi, Rtibi, Grami, Sebai & Marzouki, 2017) e inhibidoreres de la germinación de semillas (Sadeh et al., 2019), efecto inhibidor contra el VIH (Barbieri et al., 2019), vasorrelajantes (Zhang et al., 2019), antivirales (Sumintarti et al., 2018), antitrombóticos (Elyemni et al., 2019), hipouricémicos, proapoptóticos (de Oliveira et al., 2019), anti-infecciosos, espasmolíticos (Gomes et al., 2020), entre otros más.
Una gran cantidad de investigaciones se centran hoy en día, en el estudio del romero, destacando aquellas que han demostrado los efectos farmacológicos de sus moléculas fenólicas contra procesos inflamatorios, cardiopatías isquémicas, ateroesclerosis, úlceras gástricas, deficiencias respiratorias y algunos tipos de cáncer (Amaral et al., 2017). Se ha encontrado también que mejora la producción del factor de crecimiento nervioso (Karim et al., 2017).
El potencial antioxidante de los extractos de romero ha permitido su uso de forma regular en el control de la oxidación de lípidos presentes en alimentos (Brown et al., 2019), al interrumpir las reacciones en cadena de los radicales libres (Huang et al., 2020), lo que permite su aplicación como preservativo natural en alimentos cocinados (El-Desouky et al., 2019; Huang et al., 2020).
Los componentes que confieren las propiedades farmacológicas del romero pueden agruparse en las categorías de flavonoides, terpenoides (monoterpenos, sesquiterpenos, diterpenos, triterpenos) y derivados hidroxicinámicos (Ali et al., 2019).
En el romero se encuentran dos principales constituyentes activos: los flavonoides (como la diosmetina, diosmina, hispidulina, apigenina, luteolina y sinensetina, entre otros) y di y triterpenoides (como la rosmariquinona, el ácido carnósico, ácido ursólico, ácido oleanólico y la picrosalvina, entre otros). Sus moléculas fenólicas pueden atrapar los radicales libres e incrementar de forma indirecta la producción de antioxidantes celulares endógenos (El-Desouky et al., 2019). La actividad antimicrobiana de los extractos y aceite esencial del romero es atribuida principalmente al α-pineno, el acetato de bornilo, el alcanfor y el 1,8-cineol (Ebrahimi et al., 2020).
El romero posee alrededor de un 0.5-2.5% de aceite esencial, conformado en su mayor parte por 1,8-cineol (15-50%), alcanfor (15-25%), α-pineno (10-25%), canfeno (5.2-8.6%) y borneol (3.2-7.7%) (Sumintarti et al., 2018). El aceite esencial de mayor calidad es obtenido de sus hojas, donde se encuentra la mayoría de las tricomas glandulares que lo secretan (Elyemni et al., 2019).
El ácido rosmárico es uno de los componentes fenólicos más comunes en las plantas pertenecientes a la familia Lamiaceae (Sik et al., 2020), cuyas propiedades y actividad biológica se deben especialmente a la presencia de este metabolito (Sik et al., 2019).
Se ha reportado que en los extractos de romero alrededor del 24% de las moléculas volátiles que contiene pertenecen a los terpenos (como la verbenona), acetato de bornilo, alcanfor y α/β cariofileno (Sadeh et al., 2019), se ha identificado una composición mayor de α-pineno, borneol y 1,8-cineol (Karadağ et. al., 2019). Contiene rosmanol, isorosmanol, rosmadial y metil carnosato moléculas con propiedad antioxidante (Quintana, Villanueva, Reglero, García & Fornari, 2019). También se ha aislado la salvigenina y la cirsimaritina (Karim et al., 2017), así como alcoholes triterpénicos, ácido oleanólico, rosmaquinonas (Beltrán et al., 2017). Otros metabolitos de importancia encontrados son también el ácido ursólico y betulínico (Benelli & Oliveira, 2019). La Figura 2 muestra las estructuras de algunos metabolitos secundarios presentes en el romero.

El poder preservativo y terapéutico del romero reside en su aceite esencial y extractos, cuya composición química varía dependiendo de las condiciones ecológicas en las que se desarrollan y sin embargo, todos ellos contienen componentes de actividad biológica, como las moléculas fenólicas (ácido carnosínico, carnosol y ácido rosmárico), responsables de la fuerte actividad antioxidante, aprovechada en la preservación de alimentos y en la terapéutica de mecanismos anticáncer y antidiabetes, convirtiendo al romero en una planta de gran interés en las industrias médica y de alimentos (Hamidpour et. al., 2017). En la Tabla I se resume a los principales metabolitos secundarios encontrados en el romero así como algunas de sus propiedades biológicas y aplicaciones.

Los materiales herbales contienen importantes componentes bioactivos, cuyo aislamiento y purificación se da mediante la extracción como un primer paso de recuperación, descrito como un fenómeno de transporte donde los componentes de interés en la matriz son transferidos a un disolvente adecuado a lo que se busca obtener (Moreira, Alexandre, Pintado & Saraiva, 2019).
Existen numerosas metodologías para la extracción de las moléculas de actividad biológica de las plantas, que se dividen en dos grupos: técnicas convencionales y técnicas no convencionales (Sik et al., 2020; Debebe, Shimelis, Asfaw & Jong, 2019).
En las técnicas convencionales se encuentran las de extracción por reflujo, percolación y maceración, que utilizan disolventes orgánicos en elevadas cantidades, así como largos tiempos de extracción (Zhang, Lin & Ye, 2018). También se encuentran el prensado mecánico y la trituración, con inconvenientes como baja eficiencia y severas condiciones de extracción, pobre selectividad y el uso de disolventes orgánicos volátiles (Ventura et al., 2017). Los disolventes utilizados en estas extracciones son un factor importante porque pueden afectar la eficiencia de la extracción de los componentes bioactivos y sus posteriores beneficios en la salud (Ngo, Scarlett, Bowyer, Ngo & Voung, 2017), además de considerar que en la aplicación de las metodologías el uso de disolventes orgánicos es necesario, evitando el uso de aquellos que son tóxicos por los residuos que quedan en el producto final (Pantoja, Hurtado & Martínez, 2017).
Las técnicas no convencionales buscan superar las limitaciones de las extracciones convencionales con rendimientos de extracción más altos y ahorro de energía (Putnik et al., 2017). Entre las metodologías de esta categoría encontramos las extracciones asistidas por microondas, enzimas, con fluidos supercríticos (Sik et al., 2020), ultrasonido (Debebe et al., 2019), con líquidos iónicos (Ventura et al., 2017), por campos eléctricos pulsantes, tratamientos hidrotérmicos a altas temperaturas e hidrólisis alcalina (Jesus et al., 2019), entre otras.
En la Tabla II se muestra un comparativo de las tecnologías convencionales y las no convencionales más utilizadas para la extracción de los componentes bioactivos de las plantas.

Los extractos del romero que actualmente están en el mercado, se obtienen por secado y molido de sus hojas, seguido de una extracción usando disolventes como la acetona, el etanol, el metanol, el hexano y agua, o mezclas de ellos. El producto resultante puede ser filtrado, para remover los residuos sólidos, seguido de una evaporación de disolventes al vacío, secado por pulverización y tamizado para obtener un fino polvo. Un paso más, incluye una desodorización y/o decoloración usando excipientes grado alimenticio (Senanayake, 2018), como el almidón, empleado en la industria farmacéutica (Sullbarán, Matiz & Baena, 2018).
En el laboratorio, la técnica más utilizada para la extracción de metabolitos secundarios del romero es la maceración. La obtención de extractos acuosos del romero mediante la maceración de sus hojas con agua destilada, requiere un adecuado control de la temperatura con el fin de evitar el crecimiento de microorganismos (Zoral et al., 2018). Se opta por usar una solución hidroalcohólica como agente extractor en las hojas del romero (Endo et al., 2018). También se trabaja con sus flores como materia prima (Karadağ et al., 2019). El prensado en frío es una técnica usada en la obtención del aceite esencial de hojas de romero (El-Hadary et al., 2019). Las técnicas de extracción convencionales, asistidas con tecnologías como el ultrasonido, microondas, extracción con líquido presurizado o usando CO2 supercrítico son algunas formas de mejorar la extracción de los metabolitos secundarios del romero (Quintana et al., 2019).
La obtención del extracto de romero asistido por fluidos supercríticos, se lleva a cabo usando sus hojas secas, utilizando CO2 supercrítico como disolvente extractor (Senanayake, 2018).
El uso del ultrasonido para las extracciones de los componentes de interés del romero, incrementa la eficiencia en la obtención de los compuestos bioactivos (Hosseinie, Bolourian, Yaghoubi & Ghanuni, 2018).
El aceite esencial de las plantas se obtiene por arrastre de vapor, incluida la hidrodestilación o procesos alternativos con el mismo principio (Borges et al., 2018). El aceite esencial del romero emite un intenso aroma a alcanfor, debido al elevado contenido de esta molécula, con un peso de 14.5% (Bilska et al., 2019). Una técnica convencional de obtención del aceite esencial del romero es utilizando sus hojas frescas con hidrodestilación tipo Clevenger (Pereira et. al., 2017), técnica, que se puede eficientar, asistida por microondas (Elyemni et al., 2019). Una variación de la anterior metodología, es usando hojas secas de romero molidas, y un proceso de extracción por hidrodifusión y gravedad con un equipo de microondas (Ferreira et al., 2020).
El uso de las plantas, ha acompañado el desarrollo de la humanidad a través del tiempo, hasta convertirse no sólo en una fuente de alimento, sino también, en una forma de tratar enfermedades o malestares, gracias a sus propiedades medicinales.
De la gran diversidad de hierbas, que han sido usadas de forma tradicional en la mejora de la salud humana, destacan las pertenecientes a la familia Lamiaceae, que cuenta con una gran variedad de especies aromáticas, con potencial terapéutico. Diversas investigaciones actuales, han demostrado científicamente los efectos benéficos que estas producen, resaltando en ésta familia la especie Rosmarinus officinalis, planta que produce una amplia gama de metabolitos secundarios, responsables de diversas actividades biológicas que han permitido su aplicación en la medicina tradicional. Aunque las metodologías convencionales, de extracción de metabolitos secundarios del romero, son ampliamente utilizadas hoy en día, el estudio en el laboratorio de las tecnologías emergentes no convencionales, ha logrado mejorar los porcentajes de extracción y la selectividad de los componentes aislados del romero, permitiendo el escalamiento industrial de algunas de ellas.
Hoy en día, las investigaciones centran su atención en la optimización de metodologías, que permitan la mejor extracción de los componentes bioactivos del romero, así como la identificación de sus metabolitos, para conocer el mecanismo de estas actividades y usarlo en nuevas y potenciales aplicaciones.
Se agradece a la Facultad de Ciencias Químicas, por las facilidades otorgadas para llevar a cabo el Posgrado en Ciencia y Tecnología Química como estudiante de tiempo parcial de Emmanuel Flores Villa, así como al apoyo proporcionado por el CONACYT a través del proyecto SEP-CONACYT Ciencia Básica 2017-2018, CB2017-2018 A1S-44977.
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