Artículos
La diplomacia romana durante la monarquía (753 a.c. - 509 a.c.)
Roman diplomacy during the monarchy (753 B.C. - 509 B.C.)
La diplomacia romana durante la monarquía (753 a.c. - 509 a.c.)
Kañina, vol. 40, núm. 1, pp. 183-194, 2016
Universidad de Costa Rica
Recepción: 04 Agosto 2015
Aprobación: 20 Octubre 2015
Resumen: El presente artículo versa sobre la diplomacia romana durante el Reino de Roma o Regnum Romanum (753509 a.de J.C.). A través del análisis de fuentes primarias el autor presenta un análisis, tanto cuantitativo como cualitativo, de un tema poco estudiado y de además de interés reciente.
Palabras clave: Historia Romana, Reino de Roma, Historia de la Diplomacia, Historiografía Romana, Política Exterior Romana.
Abstract: The Roman Diplomacy during the years of the Roman Kingdom or "Regnum Romanum" (753-509 B.C.) is the subject of this article. Through an analysis of primary sources the author presents a quantitative and qualitative approach to a rarely studied and quite recent subject of research.
Key Words: Roman History, Roman Kingdom, History of Diplomacy, Roman Historiography, Roman Foreign Politics.
1. Introducción
Esta investigación es anterior cronológicamente a la que presentamos en esta revista en su primer número de 2013. En aquella oportunidad tratamos el tema de la diplomacia romana durante el Patriciado (509-367 a.de J.C.) y hablamos sobre los estudios que se han realizado sobre la este tema desde 1974 con las obras de F.Adcock y D.J.Mosley (Adcock 1974), Christopher Jones (Jones 1999), Eilers (2009) y otros que ahora también citamos en la bibliografía por lo que no nos extenderemos sobre este tema y tan sólo diremos que sobre el tema de la diplomacia romana durante la monarquía no se ha escrito nada específicamente hasta donde tenemos conocimiento.
Las historia de Roma durante la Monarquía efectivamente presenta un gran problema ya que las fuentes que disponemos datan de los siglos II y I a.de J.C tal y como nos lo hace patente el historiador Gary Forsythe en su obra A Critical History of Early Rome (Forsythe 2005: 58). Las fuentes primarias que hemos empleado para esta investigación han sido la Historia Antigua de Roma de Dionisio de Halicarnaso, cuya obra se publica en el 7 a.de J.C. (Hammond 1991: 351), la Historia de Roma desde su Fundación de Tito Livio, cuyo primer libro se publica luego de 27 y antes de 24 a.de J.C. (Hammond: 614). Estas obras pertenecen pues a la Edad de Augusto y estaban basadas en obras anteriores de las que poseemos apenas fragmentos hoy día, por lo que en realidad desde el punto de vista moderno serían fuentes literarias secundarias pero para efectos de la Historia Antigüa son primarias.
2. Ab Urbe Condita
Roma se constituyó en una ciudad puente entre la Etruria y el Lacio, y llega a ser, durante algunos años en el siglo VII y en casi todo el siglo VI a.de J.C., una ciudad latina etruscanizada (con fuerte influencia de las ciudades de Tarquina tales como Vulci y Clusium) y es probablemente ocupada militarmente por este pueblo luego de la deposición del último rey de Roma aunque de esto no estamos seguros del todo ya que si se produjo esta ocupación esta no se transmite en la historia oficial romana1. Este mismo proceso de etruscanización lo habrían de evidenciar los faliscos, pueblo que hablaba la lengua itálica más próxima al latín que se conoce2. La influencia sobre Faleria se debió sobre todo a la ciudad de Veyes que fundadores al parecer de la segunda ciudad en importancia de los faliscos; la ciudad de Capena3.
Roma fue fundada de acuerdo con la leyenda en 753 a.de J.C. Su primer rey fue Rómulo de acuerdo a la tradición y luego de él le siguieron otros siete reyes cuya existencia ha sido puesta en duda por algunos y afirmada por otros. Por efectos prácticos tomaremos su existencia como real ya que no tenemos evidencia para negarla4.
La existencia de los reyes no es el único aspecto que se ha puesto en duda, también se duda de otros episodios de la temprana historia romana tales como el llamado rapto de las sabinas5.
2.1. Las primeras embajadas
2.1.1. Primera Guerra Romano-Sabinia
La primera embajada de la que tenemos registro en el recién fundado reino la registra Dionisio de Halicarnaso y se trata de la que se envió desde Roma hasta el territorio de los sabinos. Los sabinos, probablemente un pueblo de lengua osca, vivían al Noreste de Roma en los Apeninos, y habitaban distintos asentamientos sin tener una unión política entre sí. El acontecimiento se da en el marco de la celebración de una fiesta y, como era costumbre en la época, era también una reunión de carácter religioso en este caso en honor a Neptuno, en la que habría de darse el hecho conocido como el rapto de las sabinas6. Las fuentes no nos hablan a cuál de estos asentamientos sabinos especificamente se dirigió esta primer embajada. La causa de la guerra no se debió a este rapto, de acuerdo con Dionisio, sino a que el rápido crecimiento ciudad de Roma era percebido como una amenaza para algunas ciudades que ni siquiera eran sabinas como Crustumerio (de acuerdo con Dionisio de Halicarnaso era una fundación de los albanos7), Cecina y Atemna8. Cecina parece ser que era la más interesada en emprender la guerra9. Estas ciudades envian al pueblo sabino embajadores con el fin de que estos tomen el comando militar de la guerra, por su poder militar y en riquezas, además de que aparentemente eran los más afectados ya que la mayoría de las jóvenes raptadas eran sabinas. Aquí se registra una ofensiva diplomática de parte de los romanos, quienes envían embajadores que llegan que al territorio sabino para hacerlos cambiar de opinión. Es así como las ciudades no sabinas deciden combatir a los romanos con sus propias fuerzas, y sin la ayuda de los sabinos, confiados en que una ciudad pequeña, como Roma, no podría oponerse a esta alianza10. La guerra comienza de esta forma con un éxito inicial de los romanos al ser la ciudad de Cecina conquistada por un asalto conducido por el mismo Rómulo quien mata al rey de Cecina con sus propias manos11. Posteriormente la ciudad de Atemna cae también al ser sorprendidas sus tropas recogiendo el forraje12. Ante todo esto los sabinos deciden entrar en la guerra con Roma13. La embajada de los sabinos llegará al comienzo de la primavera con el propósito de pedir a los romanos la devolución de las mujeres y exigirles una indemnización por el rapto y de esta forma poder poder hacer una "guerra justa" en caso de negativa romana14. Las explicaciones de Rómulo no fueron admitidas y los sabinos movilizan su ejército y da comienzo así a la I Guerra RomanoSabina15. Durante el desarrollo de la guerra se presenta un decreto al Senado en la que se autorizaba a las mujeres de los sabinos con hijos ir como una embajada a Sabinia con el propósito de negociar el fin de las hostilidades16. Esta es obviamente es una embajada muy particular autorizada por el Senado integrada por mujeres y sus hijos pequeños. Un caso así no se volvería a presentar en los anales de Roma. El resultado de la misma fue un armisticio entre los romanos y los sabinos y luego, bajo la presencia de ambos reyes, el establecimiento de tratados de paz17.
1.2.2. Primeras embajadas con las ciudades etruscas
Luego de la unión de los sabinos con los romanos, y gobernando en conjunto Rómulo junto a Tito Tacio, rey sabino, sucedió un hecho singular. Algunos compañeros de Tito Tacio condujeron una expedición de rapiña a Lavinia, antigua ciudad fundada por el legendario Eneas a su llegada a Italia. Como resultado de este hecho se reporta una embajada de parte de esta ciudad para pedir justicia y se presenta así una diferencia de opiniones entre ambos reyes: Rómulo está a favor de entregar a los culpables en tanto que Tacio proteje a sus amigos. Este hecho es registrado también en Plutarco18 Los hechos se complican al marcharse irritados los embajadores de Lavinia y ser atacados durante las noches por algunos sabinos, siendo asesinados varios de ellos y rompiéndose de esta forma la sacrosantidad tradicional de los heraldos. Esto motivó la respuesta inmediata de Lavinia y Dionisio de Halicarnaso registra una embajada proveniente de Lavinia "y de otras muchas ciudades" donde se reprocha su legalidad y se anuncia así la guerra si no recibían ninguna satisfacción19. Rómulo consciente que se había roto una ley sagrada entrega ipso facto los acusados a los embajadores, sin embargo Tito Tacio recluta algunos soldados, alcanza a los embajadores y les quita a los prisioneros20. Tiempo después Tacio se presenta en Lavinia junto a Rómulo para un sacrificio que debían realizar los reyes a los dioses ancestrales (Dionisio de Halicarnaso no nos aclara el porque Lavinia no declaró la guerra o permitió que los reyes de Roma entrasen en la ciudad ofendida para realizar un sacrificio.) Tacio fue asesinado en esta ciudad por los parientes de los embajadores asesinados con "cuchillos de cocina y trinchadores de bueyes." Nos dice Dionisio que Licinio, en una historia evidentemente más convincente, fue sólo -sin Rómulo- a la ciudad para que se le perdonase del ultraje y fue linchado y asesinado por los parientes de los muertos. Este fue el final del correino de Tito Tacio de los Sabinos con Rómulo, de los Romanos. Ya Rómulo como único rey de Roma expió el crimen contra los embajadores, ordenando a los autores del crimen alejarse del agua y del fuego (o sea de la ciudad). Por otro lado perdona a los lavinios que asesinaron a Tacio ya que este crimen fue por venganza (vendeta) de la grave afrenta anterior21.
Los conflictos de Roma en este período fueron provocados por pleitos tribales a causa del control de ganado, . La ciudad de Roma habría de pasar de dominar un radio de unos ocho kilómetros al inicio de la monarquía a unas siete veces su tamaño ya al final del siglo V a.de J.C22.
Plutarco y Dionisio nos citan posteriormente la guerra de la ciudad de Veyes contra Roma. Esta sureña ciudad etrusca, debido a la conquista romana de la vecina Fidenas, envían embajadores para exigir que los romanos se retirasen de la ciudad y con el propósito de que se se les devolviese el territorio a los fidenates, esta misión no prosperó y esto motivó que el ejército veyense acampara cerca de Fidenas. La ciudad de Fidenas distaba poco de la de Veyes por lo que es lógico pensar que los veyenses temían ya la presencia romana en sus límites23. Después de varios combates los veyenses (y sus aliados etruscos) son derrotados y estos envian una embajada para "tratar del cese de la guerra y pedir perdón por sus ofensas24." Piden entonces una tregua por cien años25.
3. La consolidación institucional
3.1.1. El reinado de Numa Pompilio y el "requerimiento" romano
Durante el reinado de Numa Pompilio, rey al que se le reputa el haber fundado sus instituciones religiosas, no se registran guerras. Numa es el que precisamente fija las prácticas religiosas de la paz y de la guerra (tomadas del pueblo de los equícolas), para que estas se realizasen de acuerdo con algún tipo de rito religioso. Livio nos transmite el procedimiento en el caso de una reclamación.
Cuando el legado llega a la frontera del país al que se presenta una reclamación, se cubre la cabeza con el filum (es un velo de lana) y dice: "Escucha, Júpiter, escuchad fronteras de...(nombra al pueblo a que pertenecen); que escuche el derecho sagrado. Yo soy el representante oficial del pueblo romano; traigo una misión ajustada al derecho humano y sagrado, que se dé fe a mis palabras." A continuación expone las reclamaciones. Pone, luego, a Júpiter por testigo: "Si yo reclamo, en contra del derecho humano y sagrado, que esos hombres y esas cosas se me entreguen como propiedad del pueblo romano, no permitas que jamás vuelva yo a mi patria." Recita esta fórmula cuando cruza la frontera, la repite al primer hombre que encuentra, la repite al entrar en la puerta de la población, la repite cuando está dentro del foro, cambiando algunas palabras de la invocación y del texto del juramento. Si no le son entregados los que reclama en el transcurso de treinta y tres días (pues ésa es la cifra consagrada), declara la guerra con estas palabras: "Escucha, Júpiter, y tú, Jano Qurino, y todos los dioses del cielo, y vosotros, dioses de la tierra, y vosotros, dioses de los infiernos, escuchad: yo os pongo por testigos de que tal pueblo (nombra al que sea) es injusto y no satisface lo que es de derecho. Pero sobre esto consultaremos a los ancianos en mi patria, a ver de qué modo vamos a hacer valer nuestro derecho." Vuelve, entonces, a Roma el emisario a demandar consejo. Sin dilación el rey consultaba a los senadores más o menos con estas palabras: "Respecto a las cosas, objetos y ofrendas que el pater patratus del pueblo romano de los quirites ha denunciado de palabra al pater patratus de los antiguos latinos y a los antiguos latinos, cosas que no entregaron ni abonaron y que debían entregar o abonar, dime (dice a aquel quien pide el parecer en primer lugar), ¿cuál es tu parecer?" Entonces aquél respondía: "Mi parecer es que hay que ir por ello con una guerra justa y pura; tal es mi decisión y mi propuesta." Después se consultaba a los demás por orden y cuando la mayoría de los presentes era del mismo parecer, la guerra quedaba acordada. Ordinariamente, el fecial llevaba hasta la frontera de hierro una jalabina de hierro, o de sangüeño con la punta endurecida al fuego y en presencia de, al menos, tres adultos decía: "Dado que los pueblos de los antiguos latinos o individuos antiguos latinos hicieron o cometieron delito contra el puebo romano de los quirites; dado que el pueblo romano de los quirites decidió que hubiera guerra con los antiguos latinos, o que el Senado del pueblo romano de los quirities dio su parecer acuerdo y decisión de que se hiciese la guerra a los antiguos latinos, por ese motivo yo, al igual que el pueblo romano, declaro y hago la guerra a los pueblos de los antiguos latinos y a los ciudadanos antiguos latinos. "Después de decir esto, lanzaba la jabalina a su territorio"26.
Al parecer los vecinos de Roma ya aceptaban cierta hegemonía de la ciudad ya que escogen siempre a los romanos como mediadores y a Numa como su árbitro. No se tiene noticia de ninguna embajada en particular27.
3.1.2. Reinado de Tulo Hostilio y embajadas con ciudades latinas
Bajo el reinado del rey Tulo Hostilio se registra la guerra contra la ciudad latina de Alba Longa, legendariamente fundada por Iulus, y ciudad madre de Roma. Nos dice Dionisio de Halicarnaso que existían tratados entre Alba Longa y Roma desde la época de Rómulo y que al llegar los embajadores de la ciudad madre a pedir justicia, Tulo Hostilio decidió reclamarles y hacer recaer la responsabilidad de la transgresión de los tratados a los primeros.
Se da así un interesante movimiento diplomático, Tulo retiene los embajadores albanos con el fin de enviar una embajada y evitar que fuesen ser los primeros en ser acusados. Así mientras retiene los embajadores de la ciudad madre envía los suyos a Alba para que fuesen los de esta ciudad en ser los primeros en no dar satisfacción y quedasen como culpables de la guerra. Efectivamente una hábil acción diplomática, digno de nuestros mejores politicos...
El truco da resultado, Cluilio denuncia este movimiento de los romanos, los culpa como transgresores de los acuerdos y les declara la guerra. Aún así Tulo escucha a los embajadores a su regreso a Roma y les expresa que había demandado justicia antes que ellos y que no obtuvo reparaciones por lo que declara ante los albanos una guerra justa y necesaria28." Al finalizar la guerra con Alba el discurso de Tulio Hostilio de reconciliación reafirma la visión romana de los hechos29. La versión de Tito Livio difiere en algo de la de Dionisio de Halicarnaso, nos dice que los romanos estaban seguros de la negativa de los albanos y que podrían declararles la guerra con gran seguridad, pero estos fueron recibidos amistosamente por estos y convidados a la mesa del rey con honores30.
Otra guerra contra los sabinos fue provocada ya que algunos romanos de cierto renombre fueron asaltados por algunos sabinos. Los romanos envían una embajada pero no les dan ninguna satisfacción31. Probablemente hubo algún tipo de intercambio de embajadas al firmar Tulo un armisticio con los latinos aunque la fuente no nos lo dice32.
3.1.3. Reinado de Anco Marcio
Durante el reinado de Anco Marcio se lleva a cabo una expedición contra los sabinos. Luego de un gran desastre se registra una embajada de estos a Roma y consiguen la paz en las condiciones que ellos querían ya que los romanos estaban en guerra contra ciudades latinas33.
4. Los últimos reyes de Roma
Se tienen menos dudas de la existencia real de los últimos tres reyes de Roma ya que está documentada tanto por la tradición romana como la etrusca34.
Para la época de Lucio Tarquinio se produce una guerra contra los apiolanos, una ciudad latina importante debido, de acuerdo con Dionisio de Halicarnaso, a que luego de la muerte del rey anterior de Roma los apiolanos pensaban que quedaban deshechos los acuerdos de paz y procedieron al saqueo de la tierra romana35. Al finalizar la contienda se dice que Tarquinio con su ejército, marchó a estas ciudades y ofrece conversaciones de paz36.
Posteriormente se nos menciona que los sabinos envian embajadores para hacer un armisticio de seis años y que los etruscos habían enviado también embajadas (número de ellas no especificadas) para reclamar prisioneros de guerra, estas embajadas al no haber tenido éxito declaran la guerra contra los romanos37.
La derrota etrusca hace que ellos envien una embajada, compuesta de los hombres más ancianos y venerables de cada ciudad, y les otorga plenos poderes para los acuerdos de paz38. Posteriormente los etruscos vuelven a enviar otra misión que aceptará abiertamente la hegemonía romana ya que le entregaran las insignias de soberanía de sus propios reyes39.
Tenemos noticias también que las ciudades sabinas reconocen ya para esta época la soberanía romana ya que una embajada les entregará sus fortalezas y les pedirá que hiciesen tratados moderados. Esto conduce a la firma de pactos de paz y amistad40.
A la muerte de Tarquinio encontramos el mismo fenómeno. El deceso de un rey parecía indicar para algunas ciudades el fin de los tratados pactados. Existía una especie de deditio o de clientela personal de los pueblos con el rey en cuestión. En parte el oscuro linaje de Tulio y las diferencias entre los patricios y el rey fueron un aliciente para desconocerlos. Se menciona una embajada enviada de Tulio a los leyentes los que desconocen cualquier tratado anterior. Las ciudades etruscas de Cere y Tarquinia también desconocen los tratados y "finalmente toda Tirrenia estaba en armas41"
El conflicto habría de durar unos veinte años, en donde efectivamente las doce ciudades de Etruria estuvieron en guerra contra el poder romano. Al final de este período estas ciudades desgastadas por la guerra deciden someterse a Roma y se envían varias embajadas procedentes de cada ciudad (en total debieron de haber sido unas doce embajadas, una por cada ciudad) en donde los enviados de cada ciudad se presentaron con ramos de suplica. El rey acepta su rendición42.
Al ocurrir la muerte de Tulio de nuevo, los sabinos no querían reconocer los acuerdos anteriores. Tarquino, conocido luego como el Soberbio, envia mensajeros a los otros pueblos latinos y les ordena que fuesen a la asamblea de Ferentino43. Tarquino pronuncia en esta asamblea un extenso discurso sobre la justicia y los tratados, además promete grandes beneficios para las ciudades si mantenían su amistad y si participaban con él en la expedición contra los sabinos44. La oposición contra Tarquinio es liderada por un tal Turno, que dice que no se había añadido ninguna cláusula a los tratados en la cual decía que estos podían ser heredados por los Tarquinios45.
Dionisio nos informa también que luego de obtener la hegemonía sobre los latinos envia embajadores a los hérnicos y a los volscos donde los invita a un tratado de amistad, alianza votada a favor por los hérnicos pero tan sólo por dos poblaciones de los volscos: Ecetra y Ancio. Para evitar que los tratados se rompiesen ocasionalmente decide establecer un templo común para romanos, latinos, hérnicos y volscos para que cada año celebraran allí una fiesta, comieran juntos y participaran en sacrificios comunitarios46.
Al parecer Tarquino hizo un tratado con Alba que era preservado en una piel de buey que cubría un escudo aún hasta tiempos de Augusto en un templo del Quirinal en Roma47.
Antes de la abolición de la monarquía y la deposición de su rey la última embajada de la que tenemos noticia fue una mission que envió a Etruria para encontra al mejor intérprete de prodigios. Esta embajada estuvo consitituida por los más distinguidos ciudadanos48.
Nos informa Tito Livio que Tarquino hizo la guerra, los tratados y las alianzas por sí mismo y que no medió en esto ningún acuerdo con el pueblo ni con el Senado49.
4. Análisis
De acuerdo con las fuentes que disponemos el mayor número de misiones diplomáticas de Roma al exterior se van a dar durante el ultimo reinado, el de Tarquino el Soberbio (539-509 a.de J.C.), esto producto de su política de hegemonía sobre el resto de las ciudades Latinas (las que incorpora en una alianza común) y sobre los hérnicos. El segundo reinado en cantidad de misiones diplomaticas es el de Rómulo (753717 a.de J.C.) época de fundación de la politica exterior de la naciente ciudad, con un total de cinco misiones (ver Cuadro 1).
Podemos observar, por otro lado (Cuadro 2) que el mayor número de embajadas provenientes del exterior hacia Roma se dieron durante el período tardío de la época monárquica romana, en primer lugar durante el reinado de Tarquino Prisco (616-578 a.de J.C.) y de Servio Tulio (578532 a. de J.C.) producto del reconocimiento de la hegemonía romana de parte de algunas ciudades etruscas y latinas además de la renovación de los pactos contraídos con Roma entre un reinado y otro, que ahora sí se registran en las fuentes.
Pasando a un análisis de las misiones enviadas del exterior hacia Roma nos damos cuenta que la mayor parte (un 78%) de las mismas provenían de las ciudades etruscas (incluída la ciudad limítrofe de Veyes, con un 6%, ciudad que las fuentes mencionan aparte) y en mucho menor menor grado las sabinas (un 12%) y Alba Longa, histórica capital de la Liga Latina y madre legendaria de Roma, con un 3% y Lavinia (ciudad ancestro de Roma, con otro 3%).
Por el contrario el mayor número de misiones provenientes del exterior hacia Roma lo hacían no de Etruria (con tan sólo un 22%) sino de Sabinia (34%) y de las ciudades latinas (33%). .
6. Conclusiones
De acuerdo con las fuentes consultadas y a nuestro análisis llegamos a las siguientes conclusiones de forma puntual.
Bibliografía
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Dionisio de Halicarnaso. (1988). Historia Antigua de Roma. Gredos. Madrid.
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Canali Rossi,F. (1997). Le ambascerie dal mondo Greco a Roma in etá Reppublicana. Roma. Istituto Italiano per la Storia Antica.
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Eilers, C. (2008). Diplomats and Diplomacy in the Ancient World. Leiden. Brill.
Jones, C. (1999). Kinship Diplomacy in the Ancient World. Harvard University Press.
Scullard, H. H (1991). A History of the Roman World (753-146 B.C.). London. Routledge.
Anexos
Forma de hacer tratados durante la monarquía
Cada tratado tiene sus propias cláusulas, pero todos se realizan con un procedimiento idéntico. En este caso se procedió, según dicen, de la manera siguiente-y no se recuerda ningún otro tratado más antiguo-: el fecial pregunt[o al rey Tulio o siguiente "Reclamo a ti, rey, la hierba sagrada.", "Toma hierba pura", dice el rey. El fecial trajo de la ciudadela la hierba pura. Acto seguido, hizo al rey esta pregunta: "Rey, "me designas tú a mí como enviado real en representación del pueblo romano de los quirites, e incluyes en tal misión a mis ayudantes y a mis utensilios sagrados.?" El fecial era Marco Valerio, hizo pater patratus a Espurio Fusio, tocándole la cabeza y los cabellos con la hierba sagrada. El pater patratus tiene por misión pronunciar el juramento, es decir, sancionar el tratado, y lo hace con un texto complejo expresado en una larga fórmula ritual que no vale la pena reproducir. A continuación , después de recitar las cláusulas, dice: Escucha, Júpiter., escucha, pater patratus del pueblo albano., escucha tú, pueblo albano. Tal como esas cláusulas han sido públicamente leídas de la primera a la última según estas tablillas de cera sin malicia ni engaño, y tal como han sido en este lugar y en este dia perfectamente comprendidas, el pueblo romano no será el primero en apartarse de ellas. Si es el primero en apartarse de ellas por decisión pública y por malicia o engaño, entonces es día tú, Júpiter, hiere al pueblo romano como yo ahora voy a herir a este cerdo en este lugar y en este díañ, y hiérele con tanta más contundencia cuanto mayor es tu fuerza y tu poder" Dicho esto, golpeó al cerdo con la piedra de sílice.Igualmente los albanos recitaron sus fórmulas rituales y su juramento, por medio de su dictador y de sus sacerdotes." Liv.I.24.3-9.
Renoviación del viejo tratado de roma y alba longa ahora con todos los latinos
"Tarquino, a continuación, volvió a llamar a la asamblea a los latinos y los felicitó porque habían aplicado a Turno, que pretendía subvertir al Estado, el castigo que merecía por su delito flagrante; añadió, luego, que él podía, sin duda, hacer valer un derecho muy antiguo, pues al ser todos lo latinos oriundos de Alba, estaban sujetos al viejo tratado por el cual a partir de Tulo todo lo que era Alba había pasado, con sus colonos, a dominio romano; pero que él creía que, para bien de todos, lo mejor era que se renovase dicho tratado; que era preferable para los latinos beneficiarse participando en los éxitos del pueblo romano, a estar constantemente temiendo o sufriendo la ruina de sus ciudades y la devastación de sus campos, males que habían padecido reinando, primero, Anco, y, más tarde, su padre. Convenció sin dificultad a los latinos, a pesar de que aquel tratado dejaba a Roma en superioridad; veían, además, que los cabecillas del pueblo latino participaban de la postura y del parecer del rey y, por otra parte, había un ejemplo bien reciente del peligro que cada uno corría si se oponía. Se renovó así el tratado y se determinó que los jóvenes latinos, en conformidad con las cláusulas del mismo, se presentasen una fecha determinada en número considerable en el bosque sagrado de Ferentina con sus armas." Liv. I.52. 1-6
Notas