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Impacto de los juegos predeportivos tradicionales y no tradicionales en la competencia motriz percibida y observada de escolares costarricenses
Impact of tradicional and non-traditional pre-sports games in the perceived and observed motor competence of costarican school children
Impacto dos jogos pré-esportivos tradicionais e não tradicionais na competência motora percebida e observada de escolares costarriquenhos
PENSAR EN MOVIMIENTO: Revista de Ciencias del Ejercicio y la Salud, vol. 22, núm. 2, e58540, 2024
Universidad de Costa Rica

Investigación experimental o metaanalítica


Recepción: 27 Enero 2024

Recibido del documento revisado: 13 Junio 2024

Aprobación: 24 Julio 2024

Publicación: 14 Agosto 2024

DOI: https://doi.org/10.15517/pensarmov.v22i2.58540

Resumen: En variables como la competencia motriz percibida (CMP) y observada (CMO) se ha indagado cómo las intervenciones motrices pueden provocar efectos positivos; sin embargo, los efectos de los juegos predeportivos no tradicionales (en el contexto costarricense) han sido poco estudiados. Esta investigación tuvo como propósito determinar el efecto de los juegos predeportivos tradicionales (T) y juegos predeportivos no tradicionales (NT) sobre la CMP y la CMO en escolares de primaria costarricenses. Participaron voluntariamente 72 niños y niñas de cuarto grado de primaria, de dos escuelas públicas costarricenses. El grupo control (no realizó ningún tipo de tratamiento) y los grupos experimentales se asignaron aleatoriamente a los siguientes tratamientos: T, NT, mixto (T y NT) y cada uno de los 3 grupos realizó 7 sesiones de 80 minutos, 1 vez por semana. Se evaluó la CMP utilizando la Escala Pictográfica de Percepción de Competencia en Habilidades Motrices para Niños(as) Jóvenes y la CMO se evalúo con la Prueba para el Desarrollo Motor Grueso (TGMD-2). Se encontró que los tres grupos experimentales mejoraron significativamente (entre mediciones) en las destrezas manipulativas, en comparación con el grupo control (F = 10.75; p = .001). Para las demás variables, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p > .05) entre los grupos y las mediciones. Se concluye que un programa de T, NT o la combinación de ambos, propician mejorías significativas en la manipulación observada en esta población estudiantil de cuarto grado de primaria. Se recomienda introducir actividades de este tipo en las lecciones de Educación Física.

Palabras clave: habilidad motriz en niños, educación física, niños escolares, juegos predeportivos.

Abstract: Concerning variables such as perceived and observed motor competence (PMC and OMC respectively), research has been done on how motor interventions can cause positive effects. However, the effects of non-traditional pre-sports games (in the Costa Rican milieu) have been scarcely studied. This research intended to determine the effect of traditional (T) and non-traditional (NT) pre-sports games on PMC and OMC in Costa Rican elementary school children. Participants included 72 fourth-grade students from two Costa Rican public primary schools. The control group did not undergo any treatment, while the experimental groups were randomly assigned to the following treat-ments: T, NT and mixed (T and NT), and each of the 3 groups carried out 7 80-minute ses-sions, once a week. PMC was assessed by using the Pictographic Scale of Perceived Competence in Motor Skills for Young Children, and OMC was assessed with the Test for Gross Motor Development (TGMD-2). It was found that all three experimental groups im-proved significantly (between measurements) in object handling skills, as compared to the control group (F = 10.75; p = .001). As to the other variables, no statistically significant dif-ferences (p > .05) were observed among groups and measurements. The conclusion is that a T or NT program, or the combination of both, foster significant improvements in the handling skills observed in this population of fourth-grade primary school students. It is recommended that these types of activities be introduced in Physical Education classes.

Keywords: motor skills in children, physical education, schoolchildren, pre-sports games.

Resumo: Em variáveis como a competência motora percebida (CMP) e competência motora observada (CMO), analisou-se como intervenções motoras podem causar efeitos positivos; no entanto, os efeitos dos jogos pré-esportivos não tradicionais (no contexto da Costa Rica) têm sido pouco estudados. O objetivo desta pesquisa foi determinar o efeito dos jogos pré-esportivos tradicionais (T) e dos jogos pré-esportivos não tradicionais (NT) na CMP e na CMO em crianças do ensino primário costarriquenho. Participaram voluntariamente 72 crianças da quarta série de duas escolas públicas da Costa Rica. O grupo controle (não realizou nenhum tipo de tratamento) e os grupos experimentais foram distribuídos aleatoriamente aos seguintes tratamentos: T, NT, misto (T e NT) e cada um dos 3 grupos realizou 7 sessões de 80 minutos, uma vez por semana. O CMP foi avaliado por meio da Escala Pictográfica de Percepção de Competência em Habilidades Motoras para Crianças Pequenas e o CMO foi avaliado por meio do Teste de Desenvolvimento Motor Grosso (TGMD-2). Verificou-se que os três grupos experimentais melhoraram significativamente (entre as medições) nas habilidades manipulativas, em comparação com o grupo controle (F = 10,75; p = 0,001). Para as demais variáveis, não foram encontradas diferenças estatisticamente significativas (p > 0,05) entre os grupos e medidas. Conclui-se que um programa T, NT ou uma combinação de ambos, conduz a melhorias significativas na manipulação observada nesta população de estudantes do quarto ano do ensino primário. Recomenda-se a introdução de atividades desse tipo nas aulas de Educação Física.

Palavras-chave: habilidade motora infantil, educação física, escolares, jogos pré-esportivos.

1. Introducción

Con el fin de minimizar los estilos de vida sedentarios y aumentar los niveles de ac-tividad física que realizan las poblaciones infantiles, se busca identificar los factores que pueden contribuir a que estas personas realicen actividad física. Por medio de un modelo, se han sugerido los factores que median la asociación entre competencia motriz y la acti-vidad física, donde la competencia motriz percibida es uno de ellos (Robinson et al., 2015; Stodden et al., 2008). Se entiende como competencia motriz percibida (CMP) la percep-ción que tiene el niño o niña sobre cómo realiza determinadas destrezas motrices; por su parte, la competencia motriz real, también denominada competencia motriz observada (CMO) es la destreza motriz que realiza el niño o niña al momento de la medición.

Los resultados obtenidos en revisiones de literatura y metaanálisis (Babic et al., 2014; Barnett et al., 2022; Cattuzzo et al., 2016; De Meester et al., 2020; Holfelder y Schott, 2014; McDonough et al., 2020; Robinson et al., 2015; Utesch et al., 2019) apoyan los facto-res propuestos en dicho modelo (Robinson et al., 2015; Stodden et al., 2008), además, lograr niveles adecuados de actividad física de moderada a vigorosa intensidad se asocia con el aumento de la CMO y la CMP a lo largo del tiempo (Estevan et al., 2022).

En cuanto a las diferencias entre sexos, se ha encontrado que los niños presentan puntajes significativamente mayores que las niñas: en las CMP (George-Komi et al., 2023; Martínez-González et al., 2022) y en la CMO (Barnett et al., 2015, 2016; Butterfield et al., 2012; Goodway y Rudisill, 1997; LeGear et al., 2012; Robinson, 2011), aspecto relevante a seguir investigando para conocer qué factores puedan afectar dichas diferencias (George-Komi et al., 2023).

Se ha evidenciado que una intervención motriz provoca efectos significativos sobre la CMP en poblaciones preescolares (George-Komi et al., 2023; Robinson et al., 2009; Robinson, 2011; Valentini y Rudisill, 2004), escolares (Morano et al., 2014; Seabra et al., 2014), adolescentes (Burgess et al., 2006; Lubans et al., 2010; McIntyre et al., 2015) y personas adultas mayores (Opdenacker et al., 2009) y sobre la CMO en poblaciones preescolares (Li et al., 2021) y escolares (Bakhtiari et al., 2011; Burns et al., 2017; Monacis et al., 2022; Morano et al., 2014; Robinson et al., 2017).

En cuanto a intervenciones de actividades predeportivas tradicionales o no tradicionales, se ha encontrado que, en niños y niñas de primaria que realizaron juegos tradicionales, mejoró la motivación para aprender en Educación Física (Aliriad et al., 2024). En poblaciones infantiles entre los 10 y 11 años, luego de realizar un método de entrenamiento de minibalonmano por 6 semanas, se concluye que dicho método puede ser eficaz para la adquisición de destrezas motrices específicas del minibalonmano (Reyes-Contreras et al., 2019). En estudiantes de quinto y sexto grado de primaria, que realizaron una intervención del deporte alternativo (colpbol), se encontraron mejoras significativas en la CMP (Puente-Maxera et al., 2023); no obstante, Gil-Madrona et al. (2020) mencionan la necesidad de continuar generando conocimiento sobre los juegos motores populares en España. Por otra parte, Lara-Sánchez et al. (2010) mencionan la importancia de los deportes alternativos en la clase de Educación Física, ya que proporcionan diversión y ayudan a desarrollar la creatividad.

En una investigación metaanalítica se reveló que las intervenciones motrices son eficaces para mejorar los patrones básicos de movimiento (PBM) en poblaciones infantiles, y que los centros de educación deben implementar programas de movimiento planificados para promover el desarrollo de destrezas motoras en niños (Logan et al., 2012). Otro metaanálisis concluye que los programas en la escuela y en la comunidad que incluyen experiencias de aprendizaje de PBM apropiados para el desarrollo, diseñadas e impartidas por personas especialistas en Educación Física o altamente capacitadas en movimiento humano, mejoran significativamente los PBM en la población infantil y adolescente (Morgan et al., 2013).

Se conoce que las intervenciones motrices mejoran significativamente la CMP y la CMO, sin embargo, es necesario ampliar sobre las características que deben poseer las intervenciones motrices para impactar significativamente tanto en la CMP como en la CMO entre niños y niñas y que estas sean factibles para que el profesorado en Educación Física realice en sus clases. Por otra parte, en el contexto costarricense, y específicamente utilizando juegos predeportivos, falta evidencia de intervenciones realizadas.

Con el fin de brindar herramientas sostenibles para el profesorado en Educación Física costarricense, así como una opción adicional a los contenidos tradicionales, el objetivo de esta investigación es determinar el efecto de los juegos predeportivos tradicionales (T) y juegos predeportivos no tradicionales (NT) sobre la CMP y la CMO en escolares de primaria costarricenses. La hipótesis planteada es que existe efecto de una propuesta de T, NT y ambas (mixto) sobre la CMP y la CMO de los niños y niñas en comparación con el grupo control.

2. Método

Esta es una investigación de campo con un diseño cuasiexperimental. Se buscó una institución educativa pública en la provincia de San José, Costa Rica, que no impartiera Educación Física en el cuarto grado para el grupo control; esto permitió tomar un grupo que no recibiera juegos predeportivos tradicionales, según lo que se impartía en ese trimestre (Ministerio de Educación Pública, 2013). Para los grupos experimentales, se buscó otra institución educativa que estuviera cerca de la del grupo control y que presentara características similares en cuanto a infraestructura y cantidad de personas matriculadas.

La institución de los grupos experimentales, ubicada a menos de 2 kilómetros de distancia, sí impartía Educación Física y contaba con 3 grupos de cuarto grado. Los grupos experimentales fueron tomados de esas tres secciones constituidas naturalmente (grupos de cuarto grado), y a cada grupo se le asignó aleatoriamente el tratamiento: juegos predeportivos tradicionales (T), juegos predeportivos no tradicionales (NT) y mixto.

Participantes

Se realizó un reclutamiento por conveniencia de 2 escuelas primarias públicas de San José, Costa Rica. El 66 % de la muestra potencial tuvo el consentimiento para participar en el estudio, por parte de los padres, madres o personas adultas responsables; 72 estudiantes de cuarto grado (9.58 ± 0.62 años) participaron del estudio.

En el grupo control participaron 7 niños y 11 niñas de las cuales el 26% realizaba actividad física extracurricular, en el grupo de juegos predeportivos tradicionales participaron 9 niños y 9 niñas; de ellos, el 32% realizaba actividad física extracurricular. En el grupo de juegos predeportivos no tradicionales participaron 9 niños y 12 niñas; de ellos, el 27% realizaba actividad física extracurricular. Finalmente, en el grupo mixto, 6 niños y 9 niñas, donde el 10% realizaba actividad física extracurricular.

Los procedimientos de este estudio se apegaron a la Declaratoria de Helsinki (World Medical Association, 2013). El protocolo y el consentimiento informado fue revisado y aprobado por el Comité Ético Científico de la Universidad de Costa Rica el 19 de marzo del 2018 conforme al documento VI-2297-2018. Posteriormente, los padres, madres o encargados legales consintieron la participación en el estudio, así como las personas participantes asintieron ser parte de la investigación.

Para efectos de la investigación fueron elegibles los niños y niñas de cuarto grado, entre los 9 y 10 años cumplidos, y se excluyeron los niños y niñas que sus padres, madres de familia o personas encargadas legales no firmaron el consentimiento informado. Además, se excluyó a las personas participantes que no asintieron participar en el estudio y quienes faltaron a las mediciones

Instrumentos

Con la finalidad de obtener información descriptiva de las personas participantes, se confeccionó un cuestionario con información general que incluía: fecha de nacimiento, edad en años cumplidos y si realizaba actividad física extracurricular. Además, se midió la talla por medio del tallímetro portátil marca Seca 213 y el peso fue medido con una báscula de bioimpedancia marca OMRON HBF-510LA.

Se evaluó la CMP en el pretest y postest utilizando la Escala Pictográfica de Percepción de Competencia en Habilidades Motrices para Niños Jóvenes (Barnett et al., 2014). Este instrumento brinda un puntaje de cuatro subescalas, con un puntaje entre 1 y 4 para los componentes de: locomoción percibida, manipulación percibida, desempeño motor grueso percibido (DMGP, que es la suma del componente locomotor y manipulativo) y la CMP total (suma del componente locomotor y manipulativo y seis destrezas adicionales) del niño o la niña. En esta prueba, a mayor puntaje, mayor CMP. La confiabilidad de este instrumento se obtuvo por medio de la consistencia interna (r = 0.60 - 0.81), además, presenta confiabilidad de coeficiente intra-clase (R = 0.83) y la validez es aparente (Barnett et al., 2014).

Se evaluó la CMO, por medio de los patrones básicos de movimiento, se utilizó la Prueba para el Desarrollo Motor Grueso, segunda edición (del inglés “Test of Gross Motor Development – 2” [Ulrich, 2000]). El TGMD-2 cuenta con dos subescalas: locomoción y manipulación observadas, cada una mide seis patrones básicos de movimiento. Con esta prueba se puede obtener un puntaje para cada una de las subescalas (mínimo 1 y máximo 20 puntos) y un puntaje de desempeño motor grueso observado (DMGO), que incluye la suma de las destrezas locomotoras y manipulativas con un mínimo de 2 y un máximo de 40 puntos. Cada destreza se evalúa por medio de criterios o características específicas del movimiento. Para esta prueba, cuanto más puntaje, mayor es la CMO. El test presenta una confiabilidad aceptable por el método de Test-retest (r = 0.96), una validez de contenido por el juicio de expertos y objetividad (R = 0.98) aceptable (Ulrich, 2000).

Procedimientos

Una vez que se obtuvo el visto bueno de las instituciones educativas, se procedió a pasar los consentimientos informados a las personas encargadas legales de cada niño o niña. Tanto las mediciones pretest como las postest fueron realizadas únicamente por los niños y niñas que, además de presentar el consentimiento firmado, asintieran a participar en dicha investigación.

La CMP se midió de manera individual: en un lugar sin distracciones, el o la estudiante se sentó en un pupitre, frente a la investigadora principal y respondió los 18 ítems de la prueba. La medición, así como la evaluación se llevó a cabo siguiendo el protocolo de la prueba (Barnett et al., 2014), utilizando la escala correspondiente según su sexo.

Para medir la CMO se siguió el protocolo de la prueba (Ulrich, 2000), se grabó la ejecución de los PBM de cada persona, empleando un teléfono inteligente con cámara (marca iPhone 7) con su respectivo trípode. Cada persona ejecutó dos intentos de cada destreza. La prueba se realizó con el total de participantes de cada grupo, ejecutando de forma individual para ser videograbado, y en un lugar apto para realizar la prueba, que consistía en una cancha sintética o un gimnasio techado. Para la evaluación, la investigadora principal registró las puntuaciones siguiendo el protocolo de la prueba (Ulrich, 2000), el análisis de consistencia interna demostró un α = 0.825.

Grupo control

Continuó con sus actividades regulares sin ningún tipo de intervención.

Grupos experimentales

Tanto la propuesta de T, NT y mixto se fundamentó principalmente en el modelo pedagógico de educación deportiva (Siedentop, 1994). Estas buscaban fortalecer la CMP, así como la CMO del estudiantado por medio de juegos predeportivos que intentaran orientar la ejecución y por ende práctica de cada uno de los deportes.

Para los tres grupos de intervención se planificó una sesión de 80 minutos por semana, para un total de 7 sesiones. Estos 80 minutos fueron realizados en sustitución de la clase de Educación Física regular (EFR). Se acordó con la institución que las propuestas serían realizadas por la totalidad del estudiantado y únicamente se mediría a los niños y niñas que contaran con autorización, por medio del consentimiento informado. La cantidad máxima de intervenciones fue de 7 semanas; posteriormente, la institución tenía otras actividades programadas.

Las propuestas fueron planificadas e impartidas por la investigadora principal y, cuando las actividades fueron grupales, la docente realizó los subgrupos. Cada propuesta se llevó a cabo de la forma que se describe en los siguientes párrafos.

Juegos predeportivos tradicionales (T)

Este grupo recibió la propuesta de juegos predeportivos tradicionales, atletismo y gimnasia, deportes que se imparten en el primer trimestre de cuarto año en el ámbito escolar público de Costa Rica (Ministerio de Educación Pública, 2013). Se realizaron 4 sesiones de atletismo y el propósito fue resolver desafíos motrices por medio de las habilidades motrices en juegos que involucraban carreras, carreras de relevos, carreras con obstáculos y lanzamientos. Además, realizaron 3 sesiones de gimnasia, donde el estudiantado vivenció diferentes acciones técnicas; por ejemplo, rollito con ayuda o no, vuelta de carreta con ayuda o no, y habilidades físicas donde se buscó resolver retos motrices por medio de las habilidades motrices y físicas.

Juegos predeportivos no tradicionales (NT)

Este grupo recibió la propuesta de juegos predeportivos no tradicionales para el contexto costarricense (kin-ball y hockey sobre césped). Realizaron 4 sesiones de kin-ball donde el estudiantado vivenció diferentes acciones técnicas, por ejemplo, control del balón, lanzamientos, recepción del balón, con ayuda o no, en las cuales se buscó favorecer la conciencia corporal y la resolución de distintas situaciones motrices por medio de las destrezas motrices en distintos juegos predeportivos, y 3 sesiones donde se realizó el hockey sobre césped donde el estudiantado vivenció diferentes acciones técnicas, por ejemplo, control de la bola, pases, remates, recepciones, en las cuales se buscó favorecer la conciencia corporal y la resolución de distintas situaciones motrices por medio de las destrezas motrices en distintos juegos predeportivos.

Mixto (T + NT)

Este grupo recibió la fusión de la propuesta de T y NT. Para esto, se eligieron algunas actividades de la propuesta de T y de la propuesta de NT, ya que, al ser un mixto se debió sintetizar las actividades de cada propuesta. Este grupo solo logró completar 6 semanas; una de las sesiones no se pudo llevar a cabo porque la institución requirió suspender un día de clases. Se realizaron 2 sesiones de atletismo y el propósito fue resolver desafíos motrices por medio de las habilidades motrices en juegos que involucraban carreras, carreras de relevos, carreras con obstáculos; también, 2 sesiones de gimnasia, donde el estudiantado vivenció diferentes habilidades físicas que buscaban resolver retos motrices por medio de las habilidades motrices y físicas; además, 1 sesión de kin-ball en la que el estudiantado vivenció diferentes acciones técnicas, por ejemplo, control del balón, lanzamientos, recepción del balón, con ayuda o no, donde se buscó favorecer la conciencia corporal y la resolución de distintas situaciones motrices por medio de las destrezas motrices en distintos juegos predeportivos; por último, 1 sesión de hockey sobre césped en la que el estudiantado vivenció diferentes acciones técnicas, por ejemplo, control de la bola, pases, remates y recepciones en las cuales se buscó favorecer la conciencia corporal y la resolución de distintas situaciones motrices por medio de las destrezas motrices en distintos juegos predeportivos.

Análisis estadístico

Para la estadística descriptiva, se calcularon promedios y desviaciones típicas de las personas participantes con respecto a su edad, talla, peso y los puntajes de CMP y CMO. Además, se calcularon los porcentajes de cambio para cada uno de los grupos, como análisis descriptivo complementario.

Los análisis preliminares incluyeron pruebas de normalidad y homocedasticidad. Además, se realizó un análisis de correlación de Pearson entre cada una de las variables dependientes (locomoción percibida, manipulación percibida, DMGP, CMP, locomoción observada, manipulación observada, DMGO), la asistencia, el IMC y la edad, con el objetivo de determinar posibles covariables en el análisis de los datos. Se encontró, únicamente, relación significativa entre: la locomoción observada y la asistencia (r = 0.44; p < .01), el DMGO y la asistencia (r = 0.33; p < .05), la manipulación observada y el índice de masa corporal (IMC, [r = 0.38; p < .05]) el DMGO y el IMC (r = 0.28; p < .05).

Con el objetivo de analizar la influencia del sexo en el estudio, se realizó un primer análisis de varianza (ANOVA) incluyendo este factor; sin embargo, considerando que en ninguna de las variables analizadas se encontró interacción significativa entre el grupo y el sexo, se procedió a realizar los análisis principales descritos a continuación: un ANOVA mixto de 2 vías (grupo [4] x medición [2]), con medidas repetidas en el último factor, para conocer la influencia de la propuesta sobre las variables en las que la distribución en los datos fue normal (p > .05, manipulación percibida y el DMGP). Para las variables de locomoción percibida, CMP, locomoción observada, manipulación observada y el DMGO, la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov indicó ser significativa (p < .05), por lo que los datos no presentaron distribución normal, por tanto, se aplicó un ANCOVA de 1 vía, para cada una de estas variables, donde se utilizó como variable dependiente el postest, el pretest como covariable. Además, para la variable de locomoción observada y el DMGO, también se agregó la asistencia como covariable.

En caso de que alguna interacción o algún efecto principal (con más de dos niveles) presentara resultados significativos, se utilizó el post-hoc de Bonferroni. Se utilizó el programa Excel 2016 para realizar la estadística descriptiva y el programa estadístico IBM-SPSS (versión 20.0) para realizar los análisis de estadística inferencial. El nivel de confianza establecido a priori fue de .05.

3. Resultados

La estadística descriptiva para la CMP y la CMO se muestra en la Tabla 1, en donde se detallan los puntajes de la variable de CMP y de CMO en el pretest y postest, de cada uno de los cuatro grupos participantes en este estudio y según su sexo. En general, se muestran puntajes bajos en el desempeño motor de la población infantil participante en esta investigación.

Tabla 1
Resultados de estadística descriptiva en la competencia motriz percibida y observada

Fuente: elaboración propia.Nota. M: media; DT: desviación típica; GC: grupo control; T: grupo de juegos predeportivos tradicionales; NT: grupo de juegos predeportivos no tradicionales.

En la Tabla 2 se describe el cambio para cada uno de los grupos, según la variable de competencia motriz percibida y de competencia motriz observada.

Tabla 2
Resultados porcentajes de cambio entre grupos

Fuente: elaboración propia.Nota. T: juegos predeportivos tradicionales; NT: juegos predeportivos no tradicionales; DMGP: desempeño motor grueso percibido; CMP: competencia motriz percibida; DMGO: desempeño motor grueso observado

Resultados según el sexo

Para la competencia motriz percibida, únicamente para el componente de locomoción percibida se hallaron diferencias significativas según el sexo (F = 4.83; p = .03); no obstante, dichas diferencias se encontraron sin importar el grupo (F = 1.79; p = .16). Tampoco hubo interacción significativa (F = 1.01; p = . 39). Para la manipulación percibida, el DMGP y la CMP no se encontraron mejorías significativas según el sexo (p > .05). En la variable de competencia motriz observada no se encontraron mejorías significativas según el sexo para ninguno de sus tres componentes (p > .05).

Resultados principales en la competencia motriz percibida

En cuanto a la locomoción percibida, al realizar el ANCOVA de 1 vía (grupo [4]), con la covariable de pretest, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos (F = 1.490; p = .226; η² = 0.034). Para la manipulación percibida y el DMGP, luego de realizar el ANOVA de 2 vías mixto (grupo [4] x medición [2]) no se encontraron diferencias significativas en el efecto simple de grupo (F = 1.529; p = .215; η² = 0.053 y F = 0.693; p = .560; η² = 0.027), en el efecto simple de medición (F = 0.012; p = .913; η² = 0.000 y F = 2.632; p = .110; η² = 0.005); no se encontró interacción significativa (F = 0.227; p = .877; η² = 0.002 y F = 0.929; p = .432; η² = 0.005), respectivamente. Finalmente, para la CMP, al realizar el ANCOVA de 1 vía (grupo [4]), con la covariable de pretest, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos (F = 0.787; p = .505; η² = 0.016). Dados estos resultados, no fue necesario realizar análisis post-hoc para ninguna de las variables (Tabla 3).

Tabla 3
Resultados principales en la competencia motriz percibida

Fuente: elaboración propia.Nota. DMGP: desempeño motor grueso percibido; CMP: competencia motriz percibida

Resultados principales en la competencia motriz observada

Luego de realizar el ANCOVA de 1 vía (grupo [4]), con la covariable de: pretest y asistencia para la locomoción observada, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos (F = 0.177; p = .838; η² = 0.008); en el caso de pretest e IMC para la manipulación observada se encontraron diferencias significativas entre los grupos (F = 6.004; p = .001; η² = 0.194). El análisis de post-hoc de Bonferroni indicó que el grupo control fue significativamente diferente (menor) del grupo de T (p = .004), NT (p = .026) y el mixto (p = .004) y pretest, asistencia e IMC en el DMGO no se encontraron diferencias significativas entre los grupos (F = 1.061; p = .357; η² = 0.045); ver la Tabla 4.

Tabla 4
Resultados principales en la competencia motriz observada

Fuente: elaboración propia.Nota. DMGO: Desempeño motor grueso observado. IMC: Índice de Masa Corporal. *p < .001.

4. Discusión

El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de los juegos predeportivos tradicionales (T) y juegos predeportivos no tradicionales (NT) sobre la CMP y la CMO en escolares de primaria costarricenses. Un factor relevante que influye en el cambio de la CMP y la CMO es el sexo de las personas participantes; sin embargo, en la presente investigación, para la manipulación percibida, el DMGP y la CMP, así como en las subescalas de CMO, no se encontraron mejorías significativas. Una posible razón que explique por qué no se encontraron diferencias entre sexos fue que se veló, en todo momento, porque tanto niños como niñas tuvieran acceso a las mismas actividades, tiempo de práctica y realimentación de las actividades y juegos, donde todos y todas tuvieron las mismas posibilidades. En cuanto a la locomoción percibida, se hallaron diferencias significativas según el sexo; no obstante, dichas diferencias se encontraron sin importar el grupo. Esto quiere decir que los niños tuvieron mejorías en la locomoción percibida en contraposición a las niñas, independientemente el grupo en el que se encontraron (experimental o control), por lo que estas diferencias no se pueden atribuir al efecto de las diferentes propuestas realizadas.

En cuanto a la CMP, no se encontraron efectos significativos, al igual que los siguientes estudios, donde no se encontró efecto en la CMP de adolescentes luego de 15 sesiones de una unidad didáctica de bádminton (Calderón et al., 2013) y en la autopercepción física de adolescentes después de 45 minutos de actividades elegidas por el estudiantado y 15 minutos de discusiones sobre un estilo de vida saludable, 2 veces por semana durante 6 meses, es decir, 2880 minutos (Lindwall y Lindgren, 2005).

En contraposición, se han encontrado mejorías significativas en la CMP de estudiantes de quinto y sexto grado de primaria que realizaron clases de colpbol como deporte alternativo por 5 semanas, 2 veces a la semana durante 60 minutos por sesión (Puente-Maxera et al., 2023) y la competencia física percibida de quienes realizaron 80 sesiones grupales, durante 32 semanas y, además, realizaron un programa individual durante 25 minutos, a cargo de nueve instructores especializados (Morano et al., 2014) y de niños entre los 8 y 12 años que realizaron 5 meses de un programa de fútbol, cuatro días a la semana durante 60 a 90 minutos por sesión (Seabra et al., 2014).

En resumen, no se han encontrado beneficios significativos sobre la CMP después de participar en una intervención de 675 minutos (Calderón et al., 2013) y en la autopercepción física, después de participar en una intervención de 2880 minutos (Lindwall y Lindgren, 2005). Se han encontrado beneficios significativos sobre la competencia percibida, tanto después de participar en una intervención de 540 minutos (Robinson et al., 2009; Robinson, 2011) como después de participar en una intervención de más de 1500 minutos (Opdenacker et al., 2009). En la presente investigación se realizó una intervención con un total de 560 minutos; sin embargo, este tiempo total no fue suficiente para favorecer un cambio significativo en la CMP. El tiempo de la intervención es un aspecto metodológico relevante, ya que para facilitar un cambio en las variables psicológicas, por ejemplo la CMP, se requiere de intervenciones más prolongadas, en función del tiempo total de intervención (Fu et al., 2013).

En el presente estudio no se encontró un cambio significativo en la locomoción observada y el DMGO, en contraposición a otras investigaciones, donde se han encontrado mejorías significativas en poblaciones preescolares y escolares en: la locomoción observada (Bakhtiari et al., 2011) y el DMGO (Bakhtiari et al., 2011; Burns et al., 2017; Morano et al., 2014). En detalle, Morano et al. (2014) encontraron una mejora significativa en un grupo de niños y niñas en edades escolares, donde una de las diferencias metodológicas con respecto a la presente investigación es que, además, de las sesiones de intervención, se realizó un programa individual, con una duración de 25 minutos, a cargo de nueve instructores especializados.

Zask et al. (2012) indican que no encontrar mejorías significativas en la locomoción observada se puede deber a que, posiblemente, los niños y las niñas tuvieron más oportunidad para mejorar en la manipulación observada que en la locomoción observada, lo que podría también ser un factor explicativo para esta investigación, ya que los juegos predeportivos realizados requirieron tanto de destrezas locomotoras como manipulativas. No obstante, los espacios de manipulación fueron más amplios debido a las características de las actividades planteadas.

Se encontró que la manipulación observada de los tres grupos experimentales fue significativamente mayor con respecto a la del grupo control luego de realizar la intervención motriz, independientemente si fue T, NT o mixto. De manera similar, se ha encontrado diferencias en la locomoción observada, la manipulación observada y el DMGO del grupo de niñas de tercer grado de escuela que realizaron ejercicios seleccionados para el desarrollo motor y el grupo control (Bakhtiari et al., 2011); la CMO de niños y niñas de primaria que realizaron un programa de balonmano y quienes continuaron realizando la clase de EFR (Duncan et al., 2021); la CMO de niños y niñas de primer grado que realizaron un programa de actividades de correr, escalar y atrapar en comparación con el grupo de EFR (Mathisen, 2016); y mejorías significativas en destrezas motrices específicas del minibalonmano en niños y niñas que realizaron un método de entrenamiento de minibalonmano (Reyes-Contreras et al., 2019).

Encontrar mejoría en la manipulación observada de los grupos de intervención permite respaldar lo indicado por Logan et al. (2012), quienes señalan que la CMO no se adquiere naturalmente, es decir, requiere de la instrucción adecuada, de la práctica, del reforzamiento, todo por medio de programas de movimiento apropiados para los niños y niñas.

Dentro de las limitaciones para este estudio, se encuentra lograr coordinar con las instituciones educativas debido a la amplia agenda que cumplen, con respecto a actividades extracurriculares. Por ello, esta fue una clara limitante que es necesario considerar para mejorar en futuras investigaciones.

Se consideraría ampliar las fechas de la investigación (mayor cantidad de sesiones por semana y cantidad total de sesiones por propuesta), con el fin de tener a disposición más fechas en caso de que suceda alguna situación que no se pueda controlar y, con esto, no se afectarían los cronogramas y tiempos establecidos para la metodología del estudio. De esta forma, también se permitiría estudiar más a profundidad la variable psicológica de competencia percibida.

No se debe olvidar la esencia de la investigación de campo, donde se buscan grupos acordes a la realidad del quehacer profesional en Educación Física. Sin embargo, se considera, al igual que Robinson et al. (2017), que es necesario ampliar la muestra para futuras investigaciones. Para ello, se recomienda realizar charlas previas o incluir circulares ampliadas dirigidas a los padres, madres y encargados, previas al envío del consentimiento informado, que permitan eliminar el desconocimiento o posibles temores de la puesta en práctica de la investigación.

En cuanto a las investigaciones en el área de Educación Física, Burns et al. (2017) mencionan la preocupación ética de incluir grupos control de gran tamaño y que se les restrinja realizar actividad física. En la presente investigación se destaca la eficacia de utilizar un grupo control que, antes del estudio no realizaba Educación Física debido a que la institución no la impartía; así, que se recomienda este tipo de solución ante la necesidad de contar con un grupo control.

En síntesis, según los hallazgos de la presente investigación, se evidenció que la manipulación observada de los tres grupos experimentales fue significativamente mayor a la del grupo control. En la niñez es sumamente importante adquirir patrones básicos de movimiento maduros, sin embargo, la manipulación observada en la infancia es quizás más importante, ya que las destrezas de manipulación observada se extienden hasta la adolescencia (Visagie et al., 2017; Zask et al., 2012) al predecir los patrones de manipulación observada en esta etapa (Barnett et al., 2010), aspecto que es sumamente importante de destacar, ya que el encontrar mejorías en la manipulación observada demuestra que las intervenciones empleadas mejoraron dicha variable en los niños y niñas de cuarto grado de primaria.

5. Conclusiones

La hipótesis planteada en esta investigación se acepta parcialmente, ya que existe efecto de una propuesta de T, NT y ambos (mixto) específicamente en la manipulación observada, lo anterior debido a que se encuentra que un programa de juegos predeportivos tradicionales, juegos predeportivos no tradicionales o la combinación de ambos (T + NT), para el contexto costarricense, provoca mejorías significativas en la manipulación observada tanto de niños como de niñas de cuarto grado de primaria.

Además, se encontró que el predeporte realizado no interfirió; es decir, sin importar si los juegos predeportivos eran tradicionales o no tradicionales, los tres grupos experimentales mejoraron las destrezas manipulativas; por esto, se recomienda fortalecer los patrones básicos de movimiento en niños y niñas, donde ambos tengan la misma posibilidad de disfrutar, practicar y mejorar sus destrezas motrices por medio, de ejercicios y actividades predeportivas tradicionales y no tradicionales (evidenciadas científicamente), que permitan darle novedad a la clase de Educación Física.

6. Referencias

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Notas

Contribuciones: A-Financiamiento, B-Diseño del estudio, C-Recolección de datos, D-Análisis estadístico e interpretación de resultados, E-Preparación del manuscrito.

Información adicional

Editora asociada a cargo:: Licda. Melissa Varela Briceño

*: Judith Jiménez es editora asociada de Pensar en Movimiento. El proceso de revisión a doble ciego se hizo independientemente de ella hasta tomar una decisión

Este manuscrito fue sometido a una revisión mixta.: Agradecemos al Máster Esteban Hernández Armas y a las revisiones a doble ciego por sus evaluaciones.

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