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Intervención en CL para ELE mediante textos literarios. La poesía de Antonio Hernández aplicada al aula de nivel avanzado

Intervention in reading comprehension for Spanish as a foreign language through literary texts. The poetry of Antonio Hernández applied to the advanced level classroom

Raquel Lanseros Sánchez
Remedios Sánchez García
Universidad de Florida Oeste, Estados Unidos
Remedios Sánchez García
Universidad de Granada, España

Intervención en CL para ELE mediante textos literarios. La poesía de Antonio Hernández aplicada al aula de nivel avanzado

Investigaciones sobre Lectura, vol. 7, pp. 73-84, 2017

Asociación Española de Comprensión Lectora

Resumen: Resumen solo disponible en inglés

Abstract: This article seeks to enhance reading comprehension from the area of Spanish as a foreign language, as well as to raise awareness of the cultural richness of literature written in the Spanish language. It aims to delve into the classroom applicability of literary texts and their didactic exploitation. In order to achieve this, we have selected several poems by Antonio Hernández, whose quality and magnitude represent a benchmark in contemporary Spanish poetry. The objectives are to expand the vocabulary of students of Spanish as a foreign language, to approach poetry in the advanced level Spanish classroom through different means which help us meet the challenge and improve the students’ skills in the field of reading comprehension, by using poetic texts. We will work with Antonio Hernández in order to exemplify the educational possibilities of poetry in the classroom of Spanish as a foreign language. Target key competencies in this paper are linguistic competence and autonomy of learning.

Keywords: Didactics, Spanish as a foreign language, Antonio Hernández, poetry, reading comprehension.

1. Introducción

Con su triple potencialidad lingüística, cultural y estética y atendiendo a lo que estipula el MCERL (2002), la poesía supone un elemento insustituible en el aprendizaje de una lengua extranjera, puesto que abre las puertas, además, a la comprensión del entorno sociocultural donde esa lengua es hablada. De igual modo, su incidencia en la potenciación creativa de los estudiantes y su utilidad a la hora de comprender la multiplicidad de significación inherente a una lengua la convierte en indispensable en la enseñanza de español como lengua extranjera.

Conscientes de que no todos los adultos son lectores de poesía, creemos que el diseño de propuestas didácticas que potencien el dinamismo y acerquen al aula los textos poéticos de un modo global y activo puede ayudar a incrementar el número de lectores y también a potenciar un gusto estético que desarrolle cualidades como la empatía o la sensibilidad. Estamos convencidos que una enseñanza de lenguas extranjeras comunicativa y personalizada necesita del uso didáctico de la poesía, pues ésta engloba las vertientes semántica, fonética, gramatical, rítmica y cultural bajo un mismo texto.

En ocasiones los estudiantes perciben que la poesía está muy alejada de sus intereses y de su cotidianidad, por ello, creemos necesario hacer el camino a la inversa, comenzando con autores que puedan ser presentados como actuales, -como es el caso de Antonio Hernández- para, a partir de ellos, poder ir adquiriendo una competencia literaria (que, no nos olvidemos: implica estrategias de interpretación y creación) y que los habilite para la lectura posterior de la poesía y el recorrido personal a través de la Historia de la Literatura, de acuerdo a los estudios de Bierswisch (1965).

Desde el punto de vista educativo, la poesía juega un papel fundamental a la hora de conformar el crecimiento personal del ser humano. El lenguaje vertebra la comunicación entre seres humanos y dota de identidad el recorrido vital, la memoria generacional y el propio aprendizaje personal permanente. La educación literaria –con toda la evolución pedagógica y renovación didáctica que se ha producido en este campo en las últimas décadas– posee suma importancia en la formación del individuo. Por un lado, la competencia lecto-literaria es la clave de la capacidad individual de aprender durante toda la existencia, siendo eficientes a la hora de interpretar y producir textos escritos con fluidez, coherencia y consistencia.

Por otro, la pluralidad de mensajes que está preparado para descodificar y asimilar un individuo competente en habilidades lectoras y literarias va a ensanchar su visión del mundo, a ajustar su concepto de sí mismo y a coadyuvar a su autonomía personal, sentido crítico e independencia, además como al desarrollo de su creatividad y capacidad de pensamiento. De ahí la importancia de aprovechar la versatilidad de algunos textos literarios (en este caso, poético) que, por su carácter connotativo desarrolla las estrategias de comprensión lectora del alumno, aplicables también a otros tipos textuales y a otros ámbitos del conocimiento. Es decir, lo implícito y lo explícito del texto en un poema vienen a darse la mano para conformar su estructura. De ahí el interés en trabajar con textos de autores (en este caso un poeta) que entronca con aprendizajes significativos para el alumnado de ELE de la etapa que estudiamos. Es decir, la literatura es un medio para avanzar, pero conste, también un fin en sí misma para desarrollar el goce estético desde la competencia literaria y el conocimiento de la cultura en que se produce, en la línea de lo dicho por Widdowson (1993).

Antonio Hernández, nacido en Arcos de la Frontera (Cádiz) en 1943, forma parte de la llamada Promoción del 60 o Generación del lenguaje (Rico, 1991), a la que pertenecen otros coetáneos suyos como Félix Grande, José Hilario Tundidor, Ángel García López o Paca Aguirre. Se trata de una poesía reivindicativa y comprometida que vino a dar un giro a la Segunda promoción del 50 (Gil de Biedma, Goytisolo, Barral etc.) en lo temático y en lo formal, tal y como ha constatado Morales Lomas (2001: 259-300). Implica la aparición de esta nueva forma de hacer poesía “una lírica que ya no puede llamarse social y sí ética y moral” (Cano, 1974: 17).

El itinerario de la carrera poética de Antonio Hernández, que está tal vez actualmente en su mejor momento literario puesto que ofrece ejemplos de creación basada tanto en una depurada técnica formal como en la más decidida hondura de pensamiento, propicia que sus obras constituyan un valioso aporte a la poesía como herramienta de comunicación social porque, como escribe Morales Lomas, “nace de la convicción del sentimiento y de la emoción” (2013: 201).

En este artículo se hace una aproximación a la obra poética de Antonio Hernández, a la vez que hacemos una propuesta introductoria de su poesía en el currículum del nivel avanzado de Español de las Escuelas Oficiales de Idiomas (C1 y C2), teniendo en cuenta en todo momento el enfoque comunicativo de las actuales directrices europeas en materia de enseñanza de lenguas extranjeras.

Como sabemos, los objetivos generales del nivel avanzado de Español en las Escuelas Oficiales de Idiomas se desglosan en las cuatro destrezas comunicativas que se deben observar y atender por parte del profesor a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua extranjera: comprensión oral, comprensión escrita, expresión e interacción oral y expresión e interacción escrita.

Antonio Hernández es un poeta andaluz universal, puesto que su obra posee voluntad integradora que, siguiendo un razonamiento inductivo, eleva Andalucía desde lo específico hasta lo general. Su construcción poética de este territorio andaluz es a la vez real y mítica. En este sentido abunda Morales Lomas:

Una poesía que se echa a andar en el cauce de Andalucía y su río, en la conformación del niño que va venciendo a la rutina, la función mágica del deseo o de un paisaje humano y vital (2013: 207).

Para ilustrar nuestro argumento, veamos unos versos del poema de Antonio Hernández “Andalucía”, perteneciente a su primer libro El mar es una tarde con campanas, accésit del Premio Adonáis en 1964, del que ha escrito Manuel Galanes que es un “canto de amor donde la naturaleza adquiere el protagonismo necesario hasta contagiarse espíritu y cuerpo en el triunfo final del hombre” (1997, 12). Ya desde sus inicios poéticos, como vemos, se muestra el autor arraigado a su tierra, aunque siempre bajo el condicionante de la universalidad que preside una voz que aspira a llegar a todos los lugares y gentes. Así lo apunta José Luis Esparcia (2016: 35), quien afirma que “este arraigo, su consolidación sentimental tienen bastante que ver con el proceso intelectual para aceptar la poesía como elemento vital para sí mismo y como útil cultural para el colectivo humano en que el poeta adquiere y aplica sus valores estéticos y éticos”.



Andalucía era limpia, y por eso
al renacer en ella, al darme cuenta
que no solo de fiestas se trataba
defendí su ilusión de más de mil dolores,
apoyé a la alegría cuando enmascaraba tristeza
robé a todo lo hermoso cuanto pudo mi amor.

Se apoya Antonio Hernández, como podemos ver, en esa lucha de contrarios, esa dualidad que no deja de estar contenida en la propia existencia desde el compromiso que para él significa la palabra. Habla de “ilusión” en contraposición a “mil dolores” o de “alegría” que se contrapone a “tristeza”. Esa resonancia de contrastes (luz-oscuridad, bien-mal, sol-sombra, etc.) recuerda el universo poético de Luis Cernuda. Veamos, por ejemplo, unos versos del poema cernudiano concerniente a la misma temática, “El andaluz”, de su libro Como quien espera el alba (1947):



Sombra hecha de luz,
que templando repele,
es fuego con nieve
el andaluz.
Enigma al trasluz,
pues va entre gente solo, es amor con odio
el andaluz.
Oh hermano mío, tú.
Dios, que te crea
será quien comprenda al andaluz.

De modo que en ese choque de opuestos, desgarrador e intenso como la realidad, se destila el cariz trágico e hímnico de Andalucía, también en la poesía de Antonio Hernández. Dice José Luis Esparcia al respecto que:

La realidad andaluza en Antonio Hernández y su obra, no es otra que la propia integración, voluntaria por buscada –incluso los cristales rotos de su infancia- en muchos casos, osmosis en otros, de los ya citados elementos que apuntalan el sentido de lo andaluz como personalidad, como rasgo inevitable o no evitado. Aquí se fortalecen las influencias literarias, las impresiones del paisaje natural, de las vivencias del entorno, el paisaje humano […] en el país que conocemos como Andalucía, cuyos límites anímicos e intelectuales trascienden con creces los límites naturales (2016: 31).

Entronca el gaditano, en este aspecto del uso simbólico del juego de contrarios, además de con Luis Cernuda, con una larga tradición poética secular. Recordemos, como ejemplo, que uno de los rasgos los rasgos principales del Barroco del siglo XVII fue la utilización de conceptos opuestos en los textos[1]. Con aquel iniciático El mar es una tarde con campanas se inaugura un largo itinerario poético que culmina, hasta el momento, en Nueva York después muerto (2013), libro que consiguió el excepcional logro de ser galardonado tanto con el Premio Nacional de Poesía, como con el Premio de la Crítica de Poesía.

Antonio Hernández hereda y defiende el concepto globalizador de “poesía total”, del que Luis Rosales –representante de la poesía de la Primera Generación de Posguerra- fuera uno de los máximos exponentes y al que esta generación contempla como “a un maestro” (Enrique, 2012, 346)[2]. Cabe recordar que en 1949, año de publicación de su reconocido poemario La casa encendida, Luis Rosales también colaboró de modo breve con el grupo leonés de Espadaña[3], en cuyas páginas fue publicado el manifiesto de la “poesía total”, firmado por José María Valverde. Luis Rosales continuó defendiendo ese concepto de poesía en sus libros posteriores, y Antonio Hernández lo hace suyo y desarrolla a su vez. Se trata de un género inclusivo, que desdibuja las barreras entre géneros literarios. El cine está muy presente en su obra así como otras formas de comunicación que incluyen periodismo, antropología, psicología, etc.

Para ello, veremos la explotación didáctica en el aula de nivel avanzado de español como lengua extranjera de un poema del libro Nueva York después de muerto. El propio Antonio Hernández, en una visita que realizó a Luis Rosales a su casa, quiso consolarlo de su pena de no poder acabar un libro así titulado, prometiéndole que lo escribiría él en su lugar. Veinte años después de la muerte de Luis Rosales en 1992, cumple con la palabra dada y publica en 2013 este libro con tres protagonistas: los poetas granadinos Luis Rosales y Federico García Lorca, y la ciudad de Nueva York, de resonancias claramente lorquianas. José Luis Esparcia afirma lo siguiente sobre esta última obra publicada de Antonio Hernández:

Nueva York después de muerto no se queda sólo en el simbolismo de la capital del mundo y cuanto le pueda rodear de místico pagano, incluida la poesía; este libro traza el eje de la ciudad americana para atravesar otros espacios intelectuales e históricos en clave de reivindicación o simplemente de exposición motivadora de sucesos que no deben olvidarse o relativizarse (2014: 295).

2. Metodología

Es muy importante que la presentación de los poemas en el aula se realice utilizando una metodología activa y dinámica, alejada del modelo lingüístico y normativo para los estudiantes. Siendo así, se trata de un indispensable vehículo de conocimiento cultural y un motivador instrumento de trabajo, en virtud del atractivo que posee para el estudiante.

Hemos escogido para potenciar la comprensión lectora en el aula de español como lengua extranjera un poema titulado “Luis Rosales Camacho”, contenido en el Libro Primero. Es, de hecho, el poema que inaugura Nueva York después de muerto. En este arriesgado libro de Hernández confluyen tres mitologías: Nueva York – y todo lo que tiene de mito y realidad-, Federico García Lorca y Luis Rosales.

Conscientes de que su comprensión requiere unos conocimientos previos amplios de la lengua española, hemos situado nuestra intervención didáctica en el nivel avanzado de la Enseñanza de Idiomas de Régimen Especial, del idioma español para extranjeros en este caso. Se trata del nivel más alto, dentro de la enseñanza de idiomas de régimen especial, y es, por tanto, el nivel más adecuado para la explotación didáctica de los tres poemas propuestos. Las actividades derivadas del presente poema pueden ser implementadas en el primer o segundo curso del nivel avanzado, dependiendo del criterio personal del profesor y el grado global de conocimiento de cada grupo determinado.

Según el REAL DECRETO 1629/2006, de 29 de diciembre, por el que se fijan los aspectos básicos del currículo de las enseñanzas de idiomas de régimen especial reguladas por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación; la definición del nivel avanzado es la siguiente:

El Nivel avanzado presentará las características del nivel de competencia B2, según este nivel se define en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.

Por otro lado, se definen las competencias como "capacidades para aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada enseñanza y etapa educativa, con el fin de lograr la realización adecuada de actividades y la resolución eficaz de problemas complejos". Las competencias clave que se abordan en este artículo son la competencia lingüística y la autonomía de aprendizaje. La metodología de la enseñanza de lenguas extranjeras se desglosa en las cuatro destrezas comunicativas básicas: comprensión oral, comprensión escrita, expresión e interacción oral y expresión e interacción escrita, en la línea de lo escrito por Mendoza Fillola (2007). Los objetivos específicos que perseguiría esta propuesta didáctica, centrados en la poesía de Antonio Hernández y en el fomento de la interculturalidad de los estudiantes de español como lengua extranjera, serían los siguientes:

Para ello, vamos a utilizar las cuatro primeras estrofas del citado poema con el que trabajaremos en el nivel avanzado partiendo de que su estructura sintáctica sencilla, así como su atmósfera de intertextualidad literaria, por lo que en nuestro criterio, lo hacen idóneo para trabajar en el aula:

LUIS ROSALES CAMACHO

Luis Rosales Camacho
nació en una calle, Libreros,
tan pequeña que iba a dar clases por la noche.
Federico García Lorca sigue naciendo
sigue naciendo para siempre como un río.
En Federico quisieron asesinar
lo que es coraza contra la muerte. A Rosales
pretendieron hacerlo cómplice del crimen.
Tenía
una camisa azul como sus ojos,
huellas adolescentes: los ojos, la camisa.
Todo sucedió en Granada,
la ciudad que carga con un cuajarón de sangre
por los siglos de los siglos. Mató
a su hijo sagrado, al augur
que traducía el canto de las aves,
el murmullo del agua y lo extendía
como se extiende el grano en la cosecha.
Sabido es que el hombre recorre
el tiempo sin pasión hasta que otro ser
lo detiene y le muestra
la tenaz maravilla escondida del amor o del arte,
ahí se compagina la vida con la muerte,
la eternidad forma parte de ambas
y una de otra no pueden separarse:
Rosales, ya emoción de otra sangre, ya
parte confederada, parte de Federico,
y dueño de un ruiseñor angustiado.
Así comienza la historia,
un granadino que no puede morir, otro
granadino cuya gloria es parte
de un infierno.
Sucedió
en un país lleno de ratas y telarañas,
con hombres y mujeres que odiaban los espejos
relatores de sus ojos aupando
siglos de resentimiento y odio,
pero igualmente lleno de criaturas
inocentes, de ángeles imprecisos bautizados
por las aguas del bien.
Sucedió
y nunca sabremos mucho más que eso
porque es mucho más fácil perdonar a un hermano
que a un enemigo, y porque la verdad
termina siendo un complot de silencios.
Oremos pues porque el hombre no pueda
prescindir de ser amado, ya que
solo el amado ama, roguemos
por su copa llena, por su frutero colmado,
por ese abrazo que no llega a ahogar
y porque la ojerosa envidia no tenga alojamiento
en nuestra casa.

Es importante realizar como paso inicial una contextualización histórico-literaria de Antonio Hernández. Por ello, días antes de comenzar la actividad, deberemos proporcionar a los alumnos algunos enlaces donde buscar información sobre el poeta y su obra. Para el día del comienzo de la actividad didáctica con el poema “Luis Rosales Camacho”, les habremos pedido que traigan redactada una pequeña biografía del autor, en la que incluyan lo más representativo de su vida y su obra.

Comenzaremos la actividad leyendo en grupo unas cuantas biografías del poeta escritas por los propios alumnos. El profesor aclarará aquellos detalles o aspectos tanto de su vida como de su obra poética que hayan podido pasar desapercibidos o no hayan sido comprendidos correctamente. Una vez familiarizados con la figura del autor, procedemos a la lectura individual y grupal de su poema “Luis Rosales Camacho”.

Seguidamente, buscaremos en el diccionario las palabras que no comprendamos. Cada alumno debe escribir su propia definición de todas las palabras desconocidas.

Después, localizaremos los verbos contenidos en el poema, para poder comprender mejor las estructuras sintácticas. Los dividiremos entre verbos transitivos e intransitivos, y seleccionaremos el sujeto de cada uno de ellos y el complemento directo de los verbos transitivos.

A continuación analizaremos el tiempo verbal en que cada forma verbal está escrita, escribiendo otros verbos de igual estructura (regulares o irregulares del mismo tipo). Después analizaremos los estados de ánimo, impresiones o sensaciones que nos haya producido el poema. Cada alumno redactará una composición en la que trate de explicar lo que el poema le hace sentir, reflexionar e imaginar.

Analizaremos la siguiente palabra: “vistámosla”. ¿Qué significa el “la” que va adyacente al verbo? ¿Qué tipo de palabra es? ¿Qué función sintáctica posee?

Asimismo, intentaremos explicar qué simbolizan, en nuestra opinión, las expresiones ‘un complot de silencios’, ángeles imprecisos bautizados por las aguas del bien’ y ‘el augur que traducía el canto de las aves’.

Buscaremos, además, tres metáforas en el poema, explicando qué entendemos a través de ellas y qué creemos que quiso expresar el autor al concebirlas.

Finalmente, analizaremos las biografías de Luis Rosales y de Federico García Lorca, los dos poetas granadinos mencionados en el poema, tratando de indagar en el contexto que los une: la Guerra Civil y el asesinato de Lorca en Granada, precisamente después de que lo detienen en la casa familiar de Rosales, donde permanecía escondido. ¿Cuál es la historia que se esconde tras los versos? Investiga sobre el asesinato de Federico García Lorca en 1936 y su relación con Luis Rosales. Busca una noticia reciente de periódico que trate de estos hechos y tráela a clase para compartirla con tus compañeros.

De igual modo, buscaremos y leeremos “El crimen fue en Granada”, un poema escrito por Antonio Machado, al enterarse de la noticia del asesinato de Federico García Lorca. Investigaremos asimismo sobre la obra y biografía de Antonio Machado.

Antonio Hernández homenajea a sus poetas predecesores en el poema que hemos trabajado y, en general, en todo el libro al que pertenece, Nueva York después de muerto. ¿Crees que es importante para un poeta tener maestros? ¿Cuál es, a tu juicio, la importancia y la influencia de estos referentes en un poeta? Escribiremos una redacción de aproximadamente palabras en la que el alumno exponga su opinión al respecto.

Para concluir, leeremos en voz alta para el resto de la clase el poema entero, tratando de respetar la entonación y las pausas que creemos que propone el autor. Además, ensayaremos nuestra propia traducción de una estrofa a nuestra propia lengua. En clase, trabajaremos comparando las traducciones de los estudiantes, para conseguir entender mejor la multiplicidad de significados e imágenes que puede proponer la poesía.

3. Discusión

En general, los alumnos de español como lengua extranjera responden muy favorablemente al uso de la poesía en el aula como herramienta de mejora de sus destrezas en el ámbito de la lectoescritura en lengua española. A pesar del escaso protagonismo que la poesía ha tenido históricamente en los planes de estudios lingüísticos de las últimas décadas, el presente artículo parte de la base de que la poesía está al alcance de todos los estudiantes, quienes, lejos de rechazar su uso en el aula, tienden a recibir con satisfacción esta manifestación artística aplicada al aprendizaje de la lengua extranjera.

Más allá de un uso meramente automático o repetitivo de la lengua diana, la aplicación de la poesía al contexto de enseñanza-aprendizaje del aula fomenta el cultivo de la sensibilidad, el gusto por la estética, la ampliación de vocabulario significativo, la importancia del ritmo y la musicalidad propios de la lengua inglesa, la imaginación y la creatividad.

De hecho, la dificultad lectora que entraña el uso de la poesía en el aula no es necesariamente mayor que la de otros textos narrativos. Al contrario, el uso de las repeticiones y la rima suelen suavizar la complicación de las propias estructuras lingüísticas y léxicas, pues predisponen a los alumnos a un aprendizaje más lúdico y creativo. Sí se hace necesario adaptar los textos al nivel de competencia de los estudiantes, así como utilizar poemas cuya composición pueda resultar interesante y motivadora para la comprensión de la lengua española aprovechando como herramienta las características esenciales de la poesía del autor de Arcos de la Frontera: “Caudal experiencial, lenguaje y proyección lírica para transformar el mundo, poesía cívica y profundamente humana, neorromanticismo…” (Morales Lomas, 2015, 167).

Es por ello que la poesía de Antonio Hernández ofrece una oportunidad perfecta de trabajo en el aula de inglés como lengua extranjera, pues aúna juegos de palabras, rima, imaginación y creatividad, características todas ellas indispensables para despertar el interés de los alumnos y crear una ambiente distendido y adecuado para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, incrementando asimismo su formación literaria.

Nos parece asimismo muy relevante el uso de autores contemporáneos en el aula de español como LE, como medio de acercamiento de la poesía actual al alumnado (al ser actual, su uso de la lengua nos evita los consiguientes problemas de adaptación a los que ya aludía Pedraza, 1998:62) lo cual se traducirá en una mayor comprensión del contexto histórico y cultural desde el que está escrita y que cumple una función capital para aprender los mecanismos profundos que subyacen en cualquier lengua.

Referencias

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Notas

[1] Como aclaran Morales y Torés (2015, 73), “Antonio Hernández recibe la influencia de la poesía del barroco, de la generación del 27, de su homónimo Miguel Hernández, César Vallejo, Luis Rosales”.
[2] Abunda más Antonio Enrique en la línea de lo ya expuesto del andaluciscmo de Hernández en relación ya al magisterio de Luis Rosales: “A Luis Rosales, en este contexto, débese el inicio de la corriente que pudiera denominarse de ‘intensidad emotiva’ (caracterizada por la autorreflexión, el ritmo confesional y la metáfora sentenciadora)- corriente cultista por su aporte barroco y clásico que sirve de vehículo a buen número de poetas (Félix Grande, Ríos Ruiz, García Lopez, Francisca Aguirre, Miguel Fernández, Antonio Hernández, etc. Poetas todos de su círculo humano más próximo […]” (2012, 346).
[3] Espadaña (1944 - 1951) fue una revista leonesa de poesía y crítica, fundada por Victoriano Crémer, Eugenio García de Nora y Antonio González de Lama. En sus páginas se fue publicando durante la posguerra la obra de poetas críticos con el régimen franquista. Su línea editorial de compromiso político la oponía a la revista de poesía Garcilaso. Juventud creadora (1943 - 1946), que cultivó una estética clasicista, defensora del régimen franquista.
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