Artículo
Elementos conceptuales y procedimentales para la intervención orientadora en la comunidad
Conceptual and procedimentary elements for community counseling interventions
Elementos conceptuales y procedimentales para la intervención orientadora en la comunidad
Actualidades Investigativas en Educación, vol. 17, núm. 1, pp. 1-26, 2017
Instituto de Investigación en Educación, Universidad de Costa Rica
Recepción: 27 Abril 2016
Recibido del documento revisado: 28 Junio 2016
Aprobación: 21 Noviembre 2016
Resumen: La orientación comunitaria es uno de los ámbitos menos desarrollado en Costa Rica. A partir de algunas necesidades latentes en las comunidades como: drogadicción, abandono escolar y violencia, así como la disciplina, se desarrolló esta investigación como medio para abrir espacios de intervención. Este artículo presenta los resultados de dicha investigación, la cual es de tipo descriptiva, bajo el método de estudio de casos de Robert Yin. Se realizó durante el 2014, en una comunidad prototipo del área metropolitana. Para recolectar la información, se utilizaron las técnicas de: entrevista individual y grupal, análisis documental y observación. Asimismo, se identificaron elementos conceptuales, procedimentales y condiciones facilitadoras de la comunidad, para la puesta en práctica de procesos y acciones de Orientación Comunitaria dentro del contexto costarricense. De esta forma, se concluye que la intervención en la comunidad es factible, pues se aprovecha de espacios ya existentes en grupos organizados. Además, como resultado también se aporta una aproximación teórica de orientación comunitaria, la cual comprende un conjunto de procesos de apoyo que favorecen la vida comunal y a cada uno de sus miembros.
Palabras clave: orientación, intervención, comunidad, estudio de caso.
Abstract: Abstract: The Costa Rican society experiences adverse situations that can be tackled by counseling, such as drug addiction, dropping out of school, and violence. However, in this country, Community Counseling is one of the lesser-developed areas. Looking at these latent needs in the communities and Counseling in regards to said communities, this research was developed as a means to provide spaces for intervention. This article presents the results of the descriptive investigation, under Robert Yin’s case study method, developed to opt for a licentiate’s degree. It took place in 2014, in a prototype community in the metropolitan area. To collect data, the following techniques were used: individual and group interviews, document analysis, and observation. We identified conceptual elements, processes, and facilitating conditions in a community, to put Counseling methods and actions into practice, in the context of a Costa Rican community. Thus concluding that community intervention is feasible, as it can use existing spaces in organized groups. And another result is the support of a unique definition of Community Counseling which includes combined aid processes that favor community life and the lives of each member
Key words: counseling, intervention, community, case study method.
Introducción
Las comunidades costarricenses vivencian diferentes situaciones psicosociales adversas, como lo son: drogadicción, violencia doméstica, no credibilidad de las instituciones, violencia patrimonial, abandono escolar. Por un lado, datos del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (2013) indican que, en el 2012, el riesgo de consumo de tabaco en adolescentes fue de un 66,2 %; la percepción de riesgo de consumo de alcohol fue de 71 % en mujeres y 56 % en hombres; y el reporte de uso de estimulantes y tranquilizantes fue de 4,8 %. Por otro lado, durante el mismo año, el Informe del Estado de la Nación (2013) señaló que la población que concluye la educación secundaria, no alcanza aún 45%. Estas son algunas situaciones desfavorables que se viven en las comunidades del país y pueden ser abordadas desde la Orientación.
Esta disciplina cuenta con las herramientas necesarias para apoyar al ámbito comunitario, pues busca facilitar el desarrollo y desde ella es posible generar acciones dirigidas a personas de todas las edades, condiciones sociales, de manera individual o grupal, en niveles preventivos o de intervención; y abarcar una amplitud de temas. La comunidad, como grupo social organizado, puede ser sujeto de este accionar; sin embargo, a pesar de que en otros países, como Estados Unidos y España, este es un ámbito en el que la disciplina cuenta con una amplia trayectoria, en Costa Rica, es uno poco explorado.
Por estos motivos, a partir de las necesidades latentes en los vecindarios y la situación de la disciplina con respecto al ámbito comunitario, se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles son los elementos conceptuales y procedimentales para la intervención orientadora en una comunidad del Área Metropolitana en el 2014?
Como objetivo general se buscó brindar un aporte teórico sobre los elementos conceptuales y procedimentales que favorecen la consolidación de la Orientación como profesión de ayuda en una comunidad prototipo del Área Metropolitana en el 2014; por objetivos específicos:
Reconocer los elementos teóricos que subyacen en la intervención orientadora en la comunidad;
Identificar las condiciones facilitadoras de la comunidad en estudio para la puesta en práctica de procesos y acciones de orientación en la comunidad;
Determinar formas de entendimiento (elementos conceptuales) y formas de ejecución (elementos procedimentales) de la orientación en la comunidad.
En los siguientes apartados, encontrará el referente teórico y metodológico que sustentó la investigación, así como el análisis de datos, resultados y conclusiones.
Referente teórico
Las variables que sustentaron esta investigación se presentan en dos grandes temas.
El primero se refiere a los elementos conceptuales para realizar una intervención en la Comunidad, los cuales hacen referencia, según Osipow (1990), a los presupuestos teóricos que permiten la ejecución, en cuanto al diagnóstico, intervención y evaluación, de la disciplina de Orientación de forma contextualizada en un ámbito más amplio como el vecindario. De ahí que los elementos conceptuales se delimiten a cuatro procesos de orientación desde el ámbito comunitario, como es: el autoconocimiento, conocimiento del medio, toma de decisiones y proyecto de vida a nivel comunal. Es por tanto que se retoma la educación no formal, la cual encierra todas las acciones educativas que son planteadas, deliberadas, que responden a necesidades primordiales del momento y que están orientadas a aprendizajes concretos y metas específicas, para generar cambios, desarrollo personal y social; todo lo anterior sin exigir requisitos académicos formales (Mata, 1988).
Dicha investigación, por tanto, incluye a la pedagogía social como disciplina cuyo objeto de estudio es la educación social, al retomar que se dirige al desarrollo de la sociabilidad de los sujetos, teniendo como destinatarios privilegiados a los individuos colectivos en situaciones de conflicto social y finalmente, de acuerdo con Romans, Petrus y Jaume (2000), tiene lugar en contextos educativos no formales.
Este contexto no formal al que se hace hincapié es precisamente la comunidad, donde las familias son el núcleo fundamental que la conforman; de ahí que Aguilar (2002) menciona que la educación familiar se considera una necesidad emergente de la sociedad, manifiesta la urgencia de que, desde el núcleo familiar, se dé la apropiación de la tarea educadora, de manera que se mitiguen las situaciones que obstaculicen el desarrollo pleno de cada individuo y finalmente de la sociedad.
Para la atención de estas situaciones, de necesidades y demandas se considera la alfabetización familiar como parte de la educación social al ser:
Un conjunto que abarca prácticas diversas insertas en contextos socioeconómicos, políticos, culturales y lingüísticos, y adquiridas dentro y fuera de la escuela. También involucra el contexto de la familia y la comunidad, los medios de comunicación a través de distintas tecnologías, las competencias para seguir aprendiendo, en el mundo laboral y en la vida en general. Por lo tanto, este concepto de alfabetización enfatiza que los desafíos implican alfabetizar no solamente a los individuos, sino también a las sociedades. (UNESCO, 2009, citada por Vega, 2010, p.28)
Por consiguiente, se trata de formar seres autogestionadores de sus vidas, donde todas las personas puedan adquirir los conocimientos necesarios de sí mismos y de su contexto para tomar las decisiones más oportunas; de esta manera, la alfabetización familiar, según afirma la UNESCO (2013), recalca que todas las personas, independientemente de la edad, nivel educativo o rol que ejerza, son dignas de tener las mismas posibilidades de superación y éxito.
El ser humano es sujeto activo de toda intervención orientadora, pues se concibe a la persona desde una perspectiva humanista. La Orientación como proceso de ayuda pretende ayudar al individuo a desarrollarse, de manera que este pueda trabajar continuamente en el incremento de destrezas, habilidades y marque su propio ritmo de crecimiento personal. La Orientación es un proceso de ayuda al servicio del ser humano, en el cual este es visto siempre desde una noción humanista y por tanto es sujeto activo. El objetivo de la intervención es hacer que la persona se desarrolle al máximo, que pueda trabajar continuamente sus habilidades y destrezas de forma que llegue a ser ella misma quien marque su crecimiento.
En este sentido, se define a la comunidad como: “una agrupación de personas, relacionadas entre sí por valores, intereses y necesidades comunes, pero además con el criterio de convivencia y proximidad física o territorial” (González y Lessire, 2009, citados por López, 2014, p. 1), y se entiende la orientación comunitaria como:
La orientación comunitaria es un marco completo de ayuda, que está fundamentado en competencias multiculturales y orientado a la justicia social. Debido a que el comportamiento humano es poderosamente afectado por el contexto, los orientadores comunitarios usan estrategias que facilitan el sano desarrollo de ambos: sus clientes y las comunidades que los nutren. (Daniels, D’Andrea, Lewis y Lewis, 2011, p. 9)
De modo que, según afirma Camargo en López (2013), el papel de la persona profesional en Orientación como agente de cambio en el contexto en el que se encuentra no se reduce, en el caso comunitario, a una sola función, sino que, además de trabajar interdisciplinariamente, ejecuta una serie de procedimientos que abarcan gran variedad de ámbitos dentro de la misma comunidad, al contemplar el hecho de que se busca realizar una intervención integral, que favorezca en todo momento el abordaje de situaciones identificadas por la misma comunidad, que pueden ir desde la prevención del consumo de drogas hasta situaciones a nivel remedial como los robos y el tráfico de drogas. De esta forma, se demanda en las personas profesionales en Orientación asumir nuevas estrategias de trabajo, con la finalidad de lograr alcanzar los objetivos que buscan favorecer el establecimiento de nuevas acciones en función del bienestar común entre quienes habitan en una determinada región, así como la creación de nuevas costumbres y hábitos que construyan a futuro estilos de vida saludables, que procuren el crecimiento colectivo y no solo el individual.
Por tanto, al considerar a las personas seres integrales que se desenvuelven en distintos ámbitos, los cuales presentan gran relevancia en cuanto al impacto y la influencia que se da de manera bidireccional, es que se retoma la ecología del desarrollo comunitario, el cual, según Bronfenbrenner (1979), explica cómo se da la progresiva acomodación mutua entre seres humanos en crecimiento activo y las propiedades cambiantes de los ajustes inmediatos en los que las personas en desarrollo viven, dado que este proceso se ve afectado por las relaciones entre estos valores y por los contextos más amplios en los que están inmersos los ajustes.
En este sentido es necesario considerar que en la comunidad se producen una serie de acciones en conjunto, las cuales, a su vez, buscan la satisfacción de diversas necesidades y el cumplimiento de intereses variados que presentan quienes la conforman, lo que promueve el desarrollo, crecimiento y mejoramiento de la zona; y de tal manera procura el cambio social. Por dicha razón, es que para efectos de la investigación se tomó en cuenta la definición multilingüe de desarrollo de la comunidad, propuesta por la Organización de las
Naciones Unidas (2014), que indica que es “Un proceso donde miembros de la comunidad se juntan para tomar una acción colectiva y generar soluciones a problemas comunes”.
En cuanto al segundo gran tema en que se fundamenta la investigación, se dirige a presentar los elementos procedimentales que corresponderán a pautas para la intervención orientadora en la comunidad, funciones y roles de la persona profesional en Orientación. Al tener en cuenta que los elementos procedimentales permiten enumerar las tareas necesarias para que se ejecuten los elementos conceptuales, es decir, dan paso al desarrollo de cuatro procesos de orientación (autoconocimiento, conocimiento del medio, toma de decisiones y proyecto de vida) desde la perspectiva comunitaria.
Estos procesos son pertinentes para la promoción del desarrollo individual y colectivo de quienes integran la comunidad, ya que: son factibles de lograr, se puede observar su evolución y permiten una planificación de carácter educativo para la intervención orientadora. Según Hough (1999), los procesos de orientación son necesarios a la práctica profesional, pues se necesita de una estructura o marco de referencia que permita al profesional trabajar de manera sistemática y ordenada, al mismo tiempo que sea flexible.
A continuación, se presenta una breve descripción, en el plano individual, para cada proceso.
Autoconocimiento, se trata de una construcción multidimensional de la persona sobre la percepción que presenta de sí misma. Mezerville (2004) lo define como el vivir conscientemente de su propia realidad; esto permite a la persona actuar de acuerdo con sus principios, dirigirse con autonomía, madurez y tomar decisiones congruentes que para preservar su bienestar.
Conocimiento del medio, permite a la persona realizar una valoración y análisis del entorno en donde se desenvuelve y los recursos con los que cuenta según este. Brinda a la persona herramientas necesarias y realistas sobre lo que posee y necesita tener para alcanzar sus objetivos. Pereira (2001), citado por Arguedas, Calderón, Cerdas, Jiménez y Vargas (2006, p.49), expresa que “el ser humano desde que nace empieza un proceso de asimilación en el que incorpora innumerables percepciones de sí mismo; a su vez se da paralelamente un proceso en el que se percata del mundo que lo rodea”. Esta asimilación del entorno que rodea a la persona es un proceso de vital importancia para el desarrollo de sí misma, debido a que la persona debe ser consciente de su ambiente y los elementos que los componen.
Toma de decisiones se entiende como “el proceso de aprendizaje natural o estructurado mediante el cual se elige entre dos o más alternativas, opciones o formas para resolver diferentes situaciones o conflictos de la vida, la familia, empresa, organización” (Umanzor, 2011, p.16). Al ser este un proceso de aprendizaje, las personas profesionales en Orientación se hacen agentes activos al enseñar, desarrollar y potencializar la toma de decisiones en las personas.
Proyecto de vida es la proyección a futuro que establece el ser humano, la visión de qué se quiere llegar a ser por sí mismo. De manera más concreta “se entiende el proyecto de vida como los objetivos, las motivaciones y las aspiraciones que se plantean en el presente con miras a forjar y consolidar desarrollo y bienestar para el futuro” (Calderón, González, Jiménez, Parrales y Sánchez, 2012, p. 100). Según la Universidad de Costa Rica (2000), constituye un proceso de orientación que aporta a la suma todos los esfuerzos de orientación, dando como resultado una unión y enlace entre estos esfuerzos por la integridad del ser humano. Se reconoce que una de las funciones de la persona profesional en Orientación es el poder clarificar este proceso en el desarrollo del ser humano al que se dirigen sus esfuerzos, como indica Flores y Cruz (2005): “La orientación educativa apoya al sujeto a desarrollarse personal y socialmente, así como a elegir su futuro o a elaborar su proyecto de vida. La Orientación presupone un sujeto que puede elegir libremente su propio destino” (p. 4).
Se retoman, además, los principios de la intervención orientadora, para guiar el quehacer del profesional en Orientación en la realización de dichas tareas.
Se enumeran cinco principios de intervención orientadora, los cuales son:
Principio de prevención: se comprende como aquel que rige las intervenciones de orientación y “tiene como objetivo reducir riesgos, desarrollar competencias o habilidades importantes para enfrentar las situaciones difíciles o de crisis”. (Martínez, Quintana y Téllez, 2002, citados por Dirocié y Javier, 2009, p. 42)
Principio de desarrollo: este nace a partir de la visión de que el ser humano va pasando por diferentes etapas de evolución, que es dinámico, que tiene la capacidad de crecer, desarrollarse y moldearse a lo largo de su vida; lo cual de acuerdo con Sanchiz (2008) define que es el “concebir a la persona como una unidad integral, que presenta en el momento actual unas capacidades, pero que sobretodo, puede llegar a desarrollar otras que son potenciales” (p. 53).
Principio de intervención social: este principio es el más reflejado en la práctica de la orientación comunitaria, ya que “considera al Orientador como un agente de cambio social, quien propicia no solo el proceso de adaptación del sujeto sino del proceso de construcción y reconstrucción de la realidad contextual en la que el individuo tiene incidencia” (Dirocié y Javier, 2009, p. 43).
Principio antropológico: este principio está arraigado a la concepción que tiene el profesional frente al ser humano que es sujeto de los procesos orientadores, al considerarlo capaz de cambiar en busca de su propio beneficio; basado en Sanchiz (2008), comenta que está relacionado con el movimiento filosófico en el cual se define que el ser humano es libre a pesar de las limitaciones personales y condiciones ambientales; a su vez, afirma que cada persona es responsable de su vida, de lo que piensa, siente y en consecuencia de su conducta.
Principio de potencialización personal o empowerment: este principio viene a brindar una visión de aporte a las personas o grupos que tienen algún tipo de desventaja al no tener el poder sobre ciertas circunstancias y con ello lograr empoderar a las personas en aquellos asuntos que son atinentes a su realidad; según McWhriter (1998, citado por Grañeras y Parras, 2009), se concibe como:
un proceso en el que las personas, las organizaciones o los grupos que no tienen fortaleza, que no se sienten competentes o que se encuentran marginados, llegan a conocer las dinámicas de poder que actúan en su contexto vital, desarrollan las habilidades y capacidades para tomar el control de sus propias vidas... (pp. 38-39)
Retomados algunos de los principales aspectos de la orientación comunitaria, se considera indispensable tener claridad que:
La Orientación Comunitaria tiene como finalidad facilitar un mejor desempeño (funcionamiento, ajuste o gestión) e integración de la comunidad y sus integrantes (individuos, grupos, instituciones); e incrementar la capacidad de desarrollo para afrontar, solucionar problemáticas psicosociales en el entorno comunitario y lograr su bienestar; desde la participación, crítica y constructiva, de los involucrados en el proceso de transformación. (López, 2014, p. 7)
De ahí que la persona profesional en Orientación, al tener claros los objetivos de la comunidad, tendrá el rol de promover cambios en esta, a través del potencial de desarrollo y recursos propios del común de personas.
Metodología
Justificación de la comunidad prototipo
Para la realización de este estudio de caso, se eligió a una comunidad ubicada en Zapote, en el cantón de San José, por considerarse una comunidad prototipo del Área Metropolitana. Para mantener la confidencialidad y el anonimato de la comunidad participante en el estudio, de aquí en adelante se le llamará: Barrio Jacaranda. Para elegir la zona, se utilizó el Atlas de Desarrollo Humano Cantonal de Costa Rica 2011, que presenta mediante indicadores la realidad de cada uno de los 81 cantones del país. A cada cantón se le asigna una posición numérica, por cada indicador, que dice su posición con respecto al total de cantones. San José se encuentra en la posición número 46 del ranking en lo que respecta al índice de desarrollo humano cantonal (IDHc), de tal forma que se ubica en una situación media a nivel nacional, lo cual indica que las personas de esta región tienen a su disposición las tres dimensiones consideradas básicas para el desarrollo humano, que son: acceso al conocimiento, vida saludable e ingreso económico. De estas dimensiones básicas, se desprenden otras más pequeñas que las determinan, como lo son: la esperanza de vida al nacer, tazas de alfabetización, tazas de matrícula, e índice de bienestar material.
Barrio Jacaranda, al estar inserto en el cantón de San José, se ubica también en una posición media a nivel nacional, su IDHc es favorable, pero al mismo tiempo puede ser mejorado.
A partir de los referentes teóricos y los datos obtenidos de la comunidad, se pretendió reconocer los elementos teóricos necesarios tras la intervención orientadora en la comunidad, así como las condiciones facilitadoras con las que cuenta, que permitan llevar a cabo dicha intervención; para así poder determinar elementos teórico-prácticos que sustenten la acción orientación comunitaria en contextos similares al estudiado.
Enfoque de investigación
La investigación se basó en el método de estudio de caso de Yin (2014), que lo presenta como un método con sentido y sustento en sí mismo, sin tener que recurrir a otras perspectivas conceptuales para su definición (Yazan, 2015). Refleja una inclinación positivista, puesto que se sustenta en la objetividad, la validez y la generalización; pero no encuentra valioso centrarse en la dicotomía que tradicionalmente se ha construido entre las perspectivas de investigación cuantitativa y cualitativa. No se inscribe de manera rígida en ningún paradigma, sino que retoma elementos metodológicos, herramientas y técnicas de ambos enfoques, considerándolas igualmente instrumentales para el estudio de caso (Yazan, 2015).
Al considerarse el estudio de caso como un enfoque en sí mismo, que no se inscribe necesariamente en ninguna de las corrientes, es que se integran diferentes herramientas como en el caso de las técnicas de recolección de información, debido a que, para lograr obtener información que fuese generalizable, se requería de diversas fuentes y que permitiera ahondar en detalles; por lo que se hizo uso de insumos como entrevistas a profundidad y análisis documental. En el caso del análisis que fue desarrollado, este se basó en la búsqueda exhaustiva de conceptos que facilitaron la descripción de los procesos en las comunidades, los cuales surgen en base a la frecuencia en que las fuentes de información hicieron referencia a los insumos conceptuales y procedimentales que en la presente investigación se rescatan.
De manera que ambos enfoques están integrados en las etapas de recolección y análisis de la información, donde se utilizaron tanto herramientas como técnicas de ambos mundos que son funcionales al estudio de caso; de ahí que el enfoque de la investigación permita tener un acercamiento con los principales elementos de la comunidad que facilitan describir los insumos de los elementos conceptuales y procedimentales de la intervención orientadora en la comunidad, por un lado, y por otro, se logró hacer una análisis exhaustivo y profundo que facilita una descripción de esta.
Este método se consideró apropiado, pues se utiliza cuando el evento estudiado es un fenómeno social contemporáneo, complejo, sobre el que se tiene poco o ningún control y no existe un límite claro entre fenómeno y contexto (Yin, 2014); además, pertinente al ser la comunidad el objeto de estudio (Best, 1969).
Tipo de investigación
Se eligió la investigación descriptiva, su utilidad para mostrar el contexto comunitario, ya que según Hernández, Fernández y Baptista (1991) “[…] los estudios descriptivos son útiles para mostrar con precisión ángulos o dimensiones de un fenómeno, suceso, comunidad, contexto o situación”. Además, hace posible reseñar las características de un fenómeno existente y con la información recolectada construir una imagen del fenómeno de estudio (Salking, 1999).
Método de investigación
Se eligió como método el estudio de caso porque: es utilizado cuando se tiene poco o ningún control sobre los eventos estudiados; el foco de estudio es un fenómeno social contemporáneo y complejo; no hay un límite claro entre fenómeno y contexto; permite transferir los hallazgos mediante proposiciones teóricas; es un método utilizado en educación y finalmente permite estudiar organizaciones tales como un vecindario (Yin, 2014). Así también lo plantea Best (1969), quién menciona que una comunidad puede ser utilizada como objeto de estudio de caso.
De acuerdo con Yin (2014), el método propuesto es de carácter generalizable, no en cuanto a la totalidad de la población a la que se aplican sus resultados, sino en cuanto a las transferencias conceptuales aplicables en otros contextos. Según su criterio, una falla común es considerar que las generalizaciones solo pueden ser producto del análisis estadístico. Agrega que el estudio de caso lo que busca es expandir y generalizar teorías y no extrapolar probabilidades como generalizaciones estadísticas.
Su perspectiva presenta una visión renovada de la investigación. Se utiliza una generalización analítica, no estadística. Para esto se creó una base de datos, a partir de variables, y luego se hicieron transferencias generalizables a partir de datos narrativos. Es decir, con todo el universo de información que brinda el método de estudio de caso, se obtiene información narrativa y descriptiva de la comunidad, la cual analizada plantea teorías que, expuestas en condiciones similares al objeto de estudio, permite el poder generalizar insumos conceptuales y procedimentales que pueden aplicarse en este caso, a otras comunidades.
Variables de la investigación
Según Yin (2014), para el estudio de caso se proponen variables que luego se operacionalizan en unidades de recolección de información. Las variables de investigación, también entendidas por Yin (2014) como unidades de análisis, responden al problema de investigación y son: elementos conceptuales y procedimentales de la intervención orientadora en la comunidad, los cuales en el apartado de análisis y conclusiones pueden ser consultados, pues son el resultado de la investigación desarrollada. Estas unidades de análisis permitieron articular teoría-práctica y construir una propuesta conceptual procedimental para la intervención; para así favorecer la consolidación de la disciplina como profesión de ayuda también para la comunidad.
Para facilitar el trabajo de campo y recolectar datos de aspecto de la comunidad que formaban parte de la manifestación concreta del caso, las unidades de análisis se operacionalizaron en unidades de recolección de información, son: condiciones físicas, condiciones culturales y condiciones de interacción social. Estas a su vez comprenden: situación geográfica y material, modos de vida de sus habitantes e influencia del mundo exterior sobre el barrio.
A continuación, en la Tabla 1, la definición de cada una de las unidades de análisis y recolección de información utilizadas.

Principios para la recolección de datos
Como criterios de recolección de datos, se utilizaron los principios propuestos por Yin (2014), estos son: A) Utilización de múltiples fuentes de evidencia, lo que fortaleció el estudio y dio calidad a la investigación. B) Creación de una base de datos del estudio de caso. Esto permitió mantener el orden y verificar el uso de la información, de dónde proviene; además permite la consulta a posteriori. El material de la base de datos está completo, categorizado y ordenado. C) Se mantuvo una cadena de evidencia. Esta se estableció al mantener todos los componentes de la investigación: problema de estudio, marco teórico, marco metodológico, información recolectada de las múltiples fuentes, base de datos creada y el reporte de investigación como resultado del análisis. Esto permite visualizar la secuencia de información y admite moverse de una parte de la investigación a otra, para observar cómo se relaciona, cómo y de dónde se obtienen los resultados. D) Se utilizaron fuentes electrónicas fiables.
Páginas oficiales y documentos de los que se pudiera probar su autoría.
Técnicas de recolección de datos
El método utilizado permite una amplia variedad de fuentes de información, particularmente para este estudio se requirió de 3 fuentes: entrevistas (individuales y grupales), observación (directa y no participante), y análisis documental. Se realizaron 14 entrevistas individuales y 1 grupal, 1 observación directa, 3 observaciones no participantes.
Como primer acercamiento a la comunidad, se localizaron instituciones, grupos y personas de relevancia o liderazgo en la comunidad, con el objetivo de hacer una negociación de entrada. Una vez obtenida la aprobación, se procedió a la recolección de información.
Se empleó un consentimiento informado con cada una de las personas que participaron en las entrevistas. Hubo un primer acercamiento, de manera telefónica o personal para concretar el encuentro. Una vez en la cita se entregó el consentimiento informado para su lectura y firma.
Para el análisis documental se recolectó información mediante materiales impresos o digitales, con información directamente relacionada con el barrio o bien, sobre instituciones como la escuela y el colegio de la comunidad, que a su vez facilitaron información importante con relación a las particularidades que presenta la zona.
Con la información recolectada de las múltiples fuentes de evidencia, se creó una base de datos para verificar que no se dejó por fuera información, mantener el orden, poder identificar de dónde se obtuvo cada dato o segmento de datos, manejar el volumen de información con facilidad para hacer posible el análisis, lograr orden, permitir consultas a posteriori y principalmente para aumentar la fiabilidad de la investigación. Esta base de datos está organizada en tres grandes temas: condiciones físicas, culturales y de interacción social.
Se analizó la comunidad de manera integral. Se estudió las situaciones e instituciones que forman parte del diario vivir de las personas, así como roles que asumen dentro de su organización. Se tomó en cuenta: ubicación, actividades económicas predominantes, instituciones sociales, centros educativos, centros de salud, organizaciones, clubes, iglesias u otras organizaciones religiosas, lugares para la recreación, entre otras. La exhaustividad del estudio se comprueba mediante el uso de los principios de la recolección de datos, la triangulación de diferentes fuentes de información y la base de datos.
Se pretendió comprender la dinámica interna de la comunidad, para así posteriormente describirla. Los datos recolectados, mediante el uso de principios de recolección de información, permitieron la triangulación para un análisis, guiado por proposiciones teóricas planteadas y la búsqueda de patrones, que convergieron en una serie de hallazgos propios de la investigación.
Proceso de análisis de los datos
Construcción de la base de datos
El proceso de análisis se realizó de la siguiente manera. Se construyó una base de datos con toda la información recolectada durante el trabajo de campo, obtenida de entrevistas, observaciones y análisis documental. Según Yin (2014), la base de datos asegura la validez y confiabilidad de la información recolectada, ya que contiene toda la información y está disponible para ser consultada. Para trabajar sobre esta, se formularon preguntas referentes a cada proceso de orientación y definir los elementos conceptualesprocedimentales, para cada uno. En la base de datos se encuentra toda la información recopilada de la comunidad, sin embargo, se utilizaron solo ciertas partes de esta, ya que su análisis corresponde a un proceso cuantitativo y según este enfoque es posible retomar solo aquellos hallazgos vinculados a las variables de investigación, por lo que delimitó la información que se utilizó de la base de datos.
Formulación de preguntas
Para responder a los objetivos de la investigación y trabajar sobre la base de datos, se formularon cuatro preguntas, una por cada proceso de orientación, de manera que facilite brindar una definición conceptual y procedimental a cada uno de estos. Estas preguntas fueron:
La formulación de preguntas para abordar el estudio es recomendada por Yin (2014), estas permitieron contestar cómo se entiende cada proceso de manera conceptual y procedimental a nivel comunal; para hacerlo se utilizó la base de datos y el marco teórico.
Aplicación de las estrategias generales de análisis
Se utilizó, del mismo autor, dos estrategias generales de análisis y una técnica analítica.
Como estrategias generales de análisis se eligió: apoyarse en las proposiciones teóricas y abordar los datos desde cero. La primera estrategia consiste en basarse en presupuestos teóricos, en este caso el referente teórico de la investigación y formular preguntas que guíen el análisis, para así contrastar la información obtenida con dicho referente, lo cual dio paso a responder al primer objetivo específico que la investigación perseguía. La segunda se refiere a notar los patrones que surgen de la recolección de información y con estos generar conceptos relevantes a la investigación. Por cada proceso se encontraron uno o más patrones que fueron identificados a raíz de la información de la base de datos y los insumos conceptuales, de esta manera se obtuvo la información necesaria para definir los elementos conceptuales y procedimentales de la Orientación en la comunidad, y además se logró enumerar las condiciones de la comunidad de Barrio Jacaranda que facilitan el quehacer profesional de Orientación en dicho ámbito.
Aplicación de la técnica analítica
La técnica analítica aplicada fue la construcción de explicaciones o “Explanation Building” (Yin, 2014), la cual se fundamenta en el análisis de los datos del estudio de caso, construyendo una explicación de este. A través de esta técnica se logra narrar las características del caso, la comunidad, asociadas al referente teórico; de manera que permitiera el reconocer aspectos innovadores y transferibles, sobre el cómo entender conceptual y procedimentalmente la orientación comunitaria en la Gran Área metropolitana de Costa Rica.
Y, finalmente, se realizó una integración, la cual consiste en una descripción de los elementos conceptuales y procedimentales de la orientación comunitaria; esto quiere decir, una descripción de las transferencias teóricas logradas.
Análisis de los resultados
Seguidamente, se presenta el análisis de los resultados. Incluye los insumos conceptuales y empíricos, los cuales responden a las cuatro preguntas formuladas para alcanzar los objetivos de la investigación.
Las estrategias y técnicas de análisis sugieren retomar las proposiciones teóricas inicialmente expuestas y la información recogida para construir nuevos conocimientos. A partir de las narraciones de las personas entrevistadas, se establecieron patrones que permitieron identificar los principales aspectos que caracterizan a la comunidad de Barrio Jacaranda; lográndose definir qué se entiende por cada uno de los procesos a nivel comunitario (elementos conceptuales) y las principales tareas del profesional (elementos procedimentales) en cada uno de los procesos.
El primer proceso por desarrollar en el análisis fue autoconocimiento. Se identificó un único patrón, al que se llamó “características comunales”, en donde se destacan los principales aspectos que caracterizan a la comunidad de Barrio Jacaranda (Ver Tabla 2).

Como segundo proceso, se trabajó en el conocimiento del medio. Se identifican dos patrones para analizar el proceso; el primero de ellos denominado “reconocimiento de la realidad contextual”, en donde se detallan algunos de los aspectos más importantes de la comunidad, se mencionan fortalezas y debilidades con las que se cuenta; el segundo patrón llamado “mantenimiento de elementos del entorno comunal”, en donde la población comenta algunas de las estrategias implementadas para el mantenimiento y mejoramiento de los espacios con los que cuentan (Ver Tabla 3).

Seguidamente, se trabajó el proceso toma de decisiones. Se identificaron tres principales patrones (Ver tabla 4). El primero, llamado “necesidades”, abarca todas aquellas limitaciones que existen en la comunidad según los informantes de la investigación. De segundo están los “recursos”, ya sean materiales o humanos que se encuentran en la comunidad; y como tercer patrón se encuentra la “estructura organizacional” en donde se destacan aquellas personas líderes de la comunidad e instituciones que colaboran para el bienestar de esta.



Como cuarto y último proceso por desarrollar, se trabajó en el Proyecto de Vida en las Comunidades (Ver tabla 5). Al analizar los aportes de las personas participantes, se identifica un único patrón al que se llamó: “metas”, y que encierra todas aquellas acciones que las personas habitantes tienen como parte de vivenciar un desarrollo comunitario, que permita a las y los habitantes tener un cambio social a nivel comunitario. La definición de estas metas a nivel comunal permite a las y los vecinos la puesta en práctica de proyectos conjuntos que traigan beneficios a las personas del mismo territorio.

El trabajo en la comunidad es complejo y la labor que la persona profesional desarrolle dentro de esta vendrá a sumar gran valor. No se puede ver a la comunidad como un hecho aislado, sino que es importante desarrollar un trabajo interdisciplinario que permita el mejoramiento de la calidad de vida de las personas de la comunidad.
Es fundamental el crecimiento de procesos y proyectos conjuntos en donde las personas que habitan en las distintas comunidades puedan ser parte de ella por medio de la participación en las diferentes actividades y proyectos que se lleven a cabo ahí. Esta participación permite a las personas que habitan en la comunidad desarrollar un mayor sentido de pertenencia esta. Sin duda el trabajo en comunidad es enriquecedor y los aportes que se dan a la investigación por medio de la definición conceptual y procedimental de los distintos procesos desarrollados resultan un gran aporte a la disciplina.
Conclusiones
A partir del proceso de investigación, se encontró que las condiciones facilitadoras en la comunidad prototipo en donde se aplicó el estudio recaen en un fácil y buen acceso a la información de la comunidad, las personas poseen apertura para brindar sus conocimientos, también existen grupos organizados y espacios de dominio comunal de fácil acceso, que permitieron el contacto directo con el estilo de vida y contacto con la población. Esto evidencia la voluntariedad de la población, para ser acompañada en el desarrollo de su comunidad, por una persona profesional en orientación y es importante, puesto que permite su labor. Es fundamental recalcar que la comunidad cuenta con espacios y momentos ya establecidos donde se reúnen en diversas actividades; sin embargo, permiten la intervención del profesional en Orientación en ellos; aprovechando de esta forma los recursos que la comunidad presenta.
En busca de dar respuesta al problema de investigación y favorecer la consolidación de la orientación como profesión de ayuda a la comunidad, se determinaron elementos conceptuales y procedimentales. Como principal resultado conceptual se define a la orientación comunitaria como un conjunto de procesos de ayuda que se dirigen a la comunidad y personas que la conforman, el cual permite favorecer el autoconocimiento y conocimiento del medio comunal y de esta forma facilitar la toma de decisiones colectivas, que contribuya a su vez en la planificación de proyectos de vida comunal, los cuales inciden en el desarrollo humano y social, así como el alcance de la satisfacción y autorealización de sus miembros. La orientación comunitaria es factible de realizar, en especial en los grupos ya existentes y organizados de la comunidad, por lo que se pueden aprovechar los recursos con los que cuenta la misma para realizar las diferentes intervenciones.
Los elementos conceptuales, hallados, para la intervención orientadora, responden a los procesos de orientación articulados al contexto comunal. Estos son: el autoconocimiento comunal, el conocimiento del medio comunal, la toma de decisiones comunal y el proyecto de vida comunal.
El autoconocimiento en la comunidad retoma la necesidad de esta de reconocer los valores y prácticas culturales, que son vistas como un legado que se quiere transmitir y conservar mediante la educación en el hogar, también la necesidad de mejora en cuanto a los recursos humanos y físicos que pueden favorecer el bienestar comunal.
El conocimiento del medio comunal está referido a la identificación de las situaciones/condiciones favorables y adversas propias del entorno en donde se desarrolla la comunidad y cuya incidencia impacta la calidad del desarrollo humano, también la búsqueda de medidas para preservar los elementos de la comunidad que son de importancia para sus miembros.
Se define la toma de decisiones comunitaria como la identificación de las necesidades que representan un interés común de las personas del barrio. Además, permite la identificación, utilización y/o generación de recursos materiales, a partir de una estructura organizacional en donde cada miembro asume un rol claro, lo cual permite una valoración posterior que permita la mejora de la toma de decisiones.
El proyecto de vida comunal es aquel que permite la definición de metas colectivas al mismo tiempo que define los medios para lograrlo. Las metas impactan en la transformación comunal y al mismo tiempo permiten el desarrollo de las competencias personales y colectivas.
Los elementos procedimentales o tareas básicas de la persona profesional en Orientación para trabajar en la comunidad comprenden coadyuvar en la identificación de valores, prácticas, situaciones adversas y favorables de la realidad contextual, necesidades y metas comunales; así como identificar los recursos materiales internos o externos indispensables que den respuesta a las necesidades y logro de metas. También serán responsables de colaborar en la creación de estrategias para el cuido y mantenimiento de recursos físicos o bien, formas de generar nuevos recursos. Además de trabajar en conjunto con la comunidad para formar una estructura organizacional, permanente o temporal que atienda a sus necesidades, impulsar la autoevaluación para reflexionar sobre las labores realizadas y promover la potenciación de competencias tanto personales como colectivas, para con ello lograr el desarrollo de los procesos de orientación en las comunidades.
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