Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia: Evolución y Diferencias de Género

Parental Control of Internet Use by Adolescents: Evolution and Gender Differences

David Álvarez-García
Universidad de Oviedo, España
Trinidad García
Universidad de Oviedo, España
Marisol Cueli
Universidad de Oviedo, España
José Carlos Núñez
Universidad de Oviedo, España

Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia: Evolución y Diferencias de Género

Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación - e Avaliação Psicológica, vol. 2, núm. 51, 2019

Associação Iberoamericana de Diagnóstico e Avaliação Psicológica

Resumen: Objetivos: 1) Diseñar y validar un cuestionario para evaluar la percepción, por parte de los adolescentes, del control que hacen sus padres del uso que hacen de Internet; 2) Determinar en qué medida los hijos consideran que sus padres utilizan las formas de control analizadas; 3) Identificar posibles diferencias en función de la edad de los hijos; y 4) Identificar posibles diferencias entre chicos y chicas. Método: 790 adolescentes (12-18 años) responden al Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia, diseñado y validado en este estudio. Resultados: El cuestionario mide dos tipos de control parental (restricción y supervisión), con garantías estadísticas adecuadas de fiabilidad y validez. Los adolescentes tienden a percibir una escasa restricción y supervisión por parte de sus padres. Las chicas informan de mayor restricción y supervisión que los chicos. Restricción y supervisión disminuyen con la edad. Discusión: Se discuten las implicaciones teóricas y prácticas de estos resultados.

Palabras clave: control parental, Internet, cuestionario, edad, género.

Abstract: Objectives: 1) To design and validate a questionnaire intended for assessing parental control of Internet-usage by adolescents; 2) To determine to what extent parents use the types of parental control analysed, according to the adolescents; 3) To examine possible differences based on adolescents’ age; and 4) To analyse possible differences between boys and girls. Method: 790 adolescents (12 to 18 years) completed the Parental Control of Internet Use by Adolescents Questionnaire, which has been designed and tested in the present study. Results: The questionnaire measures two types of parental control (restriction and monitoring), and offers adequate statistical guarantees of reliability and validity. Adolescents tend to report low Internet restrictions and monitoring levels from their parents. Both parental restrictions and monitoring become progressively less frequent as sons and daughters grow. Girls report more Internet restrictions and monitoring from their parents than boys. Discussion: Theoretical and practical implications from these findings are discussed.

Keywords: parental control, Internet, questionnaire, age, gender.

Introducción

En la actualidad, el uso de Internet es prácticamente universal entre los adolescentes españoles (Álvarez-García, Barreiro-Collazo, & Núñez, 2017). Internet se ha consolidado como una herramienta fundamental para el desarrollo adolescente, ofreciendo múltiples posibilidades tanto para el aprendizaje como para las relaciones sociales (Marques, Marques, & Alvarez, 2016).

Sin embargo, Internet también conlleva serios riesgos, que pueden dar lugar a consecuencias negativas para el bienestar psicosocial de los adolescentes (Gálvez-Nieto, Vera-Bachman, Cerda, & Díaz, 2016). Niños y jóvenes pueden acceder a través de Internet a contenidos inapropiados para su edad, de carácter violento o sexual; hacer un uso excesivo, que interfiera en su vida diaria; desarrollar adicción a videojuegos, compras, juegos de azar o apuestas online; ser víctimas de estafas; recibir extorsiones, en ocasiones de carácter sexual; o ser víctimas de diversas formas de agresión por parte de otros adolescentes, como exclusión en redes sociales, agresiones verbales, suplantación o difusión de imágenes ridiculizadantes o comprometidas (Álvarez-García, Barreiro-Collazo, Núñez, & Dobarro, 2016; Nocentini et al., 2010).

La familia tiene un importante papel en la prevención de estos problemas (Álvarez-García, Núñez, García, & Barreiro-Collazo, 2018). Su influencia es fundamental en la relación que los niños y adolescentes tienen con Internet. Nikken y Jansz (2013) distinguen cuatro tipos de “mediación parental” o formas de ejercer esta influencia hacia un uso seguro y responsable: “mediación activa” -también llamada “mediación instructiva” (Lee, 2013)-, que se refiere a conversaciones entre familia e hijos para fomentar en los hijos la comprensión y el análisis crítico de lo que ocurre en Internet, así como normas de buena conducta en la red; “co-uso” o uso compartido de Internet entre familia e hijos, con el fin principalmente de mostrarle buenos modelos de conducta; “mediación restrictiva”, que consiste en limitar tiempo, actividades y contenidos (ya sea poniendo normas o utilizando un software específico); y “supervisión”, referida a actividades con las que la familia sigue la conducta del hijo en Internet, de manera abierta o encubierta, durante o después de su uso. En el presente trabajo, se utiliza el término “control parental del uso de Internet” para hacer referencia a los dos últimos tipos de mediación: restricción y supervisión.

Habitualmente se suele recomendar que los padres lleven un cierto control del uso que sus hijos hacen de Internet. La mayor parte de los estudios al respecto, concluyen que este control disminuye la probabilidad de padecer riesgos en Internet durante la adolescencia. Así, por ejemplo, Kalmus, Blinka y Olaffson (2015) hallan que las normas directas limitando el uso de aplicaciones o actividades, por parte de los padres a sus hijos adolescentes, se asocia con un menor uso excesivo de Internet por parte de los hijos. Khurana, Bleakley, Jordan y Romer (2015) y Navarro, Serna, Martínez y Ruiz-Oliva (2013) hallan que tanto la regulación como la supervisión del uso de Internet de los padres hacia los hijos se relaciona con niveles reducidos de maltrato online. El control parental en el uso de Internet tiende a tener efectos positivos sobre todo en contextos abiertos, afectivos, que apoyan la autonomía del adolescente, y negativos en contextos inconsistentes y controladores (Gómez-Ortiz, Del Rey, Romera, & Ortega-Ruiz, 2015; Valkenburg, Piotrowski, Hermanns, & De Leeuw, 2013). De hecho, el control parental del uso de Internet puede ser fuente de conflictos familiares. Un porcentaje significativo de adolescentes manifiesta tener discusiones con sus padres por el uso de Internet (Rial, Gómez, Braña, & Varela, 2014).

En términos generales, durante la adolescencia, los padres tienden a no ser restrictivos y controladores en el uso de Internet hacia sus hijos (Arnaiz, Cerezo, Giménez, & Maquilón, 2016; Rial et al., 2014; Sureda, Comas, & Morey, 2010). No obstante, el grado de control depende de diversas variables, entre ellas la edad y el género del adolescente. Con respecto a la edad, la investigación previa coincide mayoritariamente en una tendencia a un menor control del uso de Internet a medida que avanza la edad del adolescente (Álvarez, Torres, Rodríguez, Padilla, & Rodrigo, 2013; Arnaiz et al., 2016; Khurana et al., 2015; Lee, 2013; Livingstone & Helsper, 2008; Muñoz-Miralles, Ortega-González, Batalla-Martínez, López-Morón, Manresa, & Torán-Monserrat, 2014; Nikken & Jansz, 2013; Vaala & Bleakley, 2015). Con respecto al género, los resultados son menos consistentes. Algunos estudios no hallan diferencias estadísticamente significativas entre chicos y chicas (Lee, 2013; Sureda et al. 2010). Otros encuentran que los chicos reciben un mayor control parental en el uso de Internet (Álvarez et al., 2013). Sin embargo, la mayoría concluye que las chicas tienden a recibir un mayor control que los chicos (Arnaiz et al., 2016; Khurana et al., 2015; Nikken & Jansz, 2013; Rial et al., 2014). En términos generales, estas diferencias por edad y género se podrían explicar por una tendencia por parte de los padres a controlar menos el uso de Internet de sus hijos cuando perciben en ellos un balance positivo entre el grado de madurez y el riesgo de padecer los peligros potenciales de Internet.

A pesar de que, como se ha indicado, la investigación previa sobre control parental del uso de Internet durante la adolescencia permite apreciar algunas tendencias, su estudio es escaso y se ve limitado por la escasez de instrumentos específicos, válidos y fiables, para medir esta variable. Las investigaciones sobre este tema se abordan principalmente desde dos perspectivas, que son complementarias: preguntando a los padres por el control que reconocen ejercer o a los hijos por el que perciben recibir. Si bien la versión de los padres es necesaria, en ocasiones puede estar sesgada por la deseabilidad social. Por ello es necesario conocer también la perspectiva de los hijos. Entre los escasos estudios publicados que han recabado la perspectiva de los hijos, algunos se han centrado en edades previas a la adolescencia (Navarro et al., 2013). Hasta donde conocemos, sólo unos pocos estudios han analizado el control parental desde la perspectiva de los hijos adolescentes y han mostrado con cierto detalle las propiedades métricas de la prueba utilizada (Dürager & Sonck, 2014; Livingstone & Helsper, 2008; Martínez, Cortés, Medrano, & Apodaca, 2014). De ellos, sólo el estudio de Martínez et al. (2014) fue realizado con muestra española. Estos tres trabajos han supuesto una valiosa aportación para la medición del control parental en el uso de Internet durante la adolescencia. Aportan pruebas acerca de la naturaleza multifactorial del constructo, sus tipos y los indicadores que los definen. Sin embargo, presentan algunas debilidades. Por ejemplo, los cuestionarios de Livingstone y Helsper (2008) y Martínez et al. (2014) presentan algún factor con dos ítems, cuando el número mínimo recomendable de ítems por factor es de tres (Lloret-Segura, Ferreres-Traver, Hernández-Baeza, & Tomás-Marco, 2014); y el de Dürager y Sonck (2014) analiza cada subescala por separado, independientemente del resto.

Por todo ello, el presente trabajo parte de cuatro objetivos: 1) Diseñar y validar un cuestionario para la evaluación del control parental en el uso de Internet durante la adolescencia, dirigido a los hijos; 2) Identificar en qué medida los padres utilizan las diversas formas de control parental analizadas, según los hijos; 3) Identificar posibles diferencias en el grado de control parental en función de la edad de los hijos; y 4) Identificar posibles diferencias entre chicos y chicas en el grado de control parental que informan recibir con respecto al uso de Internet.

Método

Participantes

Para la obtención de la muestra, se seleccionaron de forma incidental seis centros de Educación Secundaria de Asturias (España): cuatro públicos y dos concertados. Se aplicaron los instrumentos de evaluación a todo el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria de cada centro. El número total de evaluados fue de 1186 estudiantes.

Para hacer los análisis de este estudio, se seleccionaron sólo los adolescentes que manifestaron vivir habitualmente con su padre, con su madre o ambos; tener teléfono móvil propio; participar en redes sociales; usar programas de mensajería instantánea; tener cuenta de correo electrónico; y entrar a navegar por Internet en su tiempo libre para tareas no escolares. Como resultado, la muestra se redujo a 795 adolescentes (un 67 % de los que respondieron al cuestionario).

Posteriormente, se eliminaron de la base los participantes que no habían contestado a dos o más ítems en alguno de los dos cuestionarios aplicados. Con ello, la base final quedó constituida por 790 adolescentes de Asturias (España), con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años (M=14.31, DT=1.33). El 49.1% son chicos y el 50.9% chicas.

Instrumentos de evaluación

Control Parental del Uso de Internet

El Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia (Apéndice A), diseñado y puesto a prueba en este estudio, es una prueba dirigida a hijos adolescentes. Está compuesta por 7 ítems. En cada uno de ellos se enuncia una conducta por parte de los padres, de restricción o supervisión del uso que su hijo (quien responde la encuesta) hace de Internet. El informante debe indicar en qué medida considera cierta cada una de las afirmaciones, mediante una escala de respuesta tipo Likert, con cuatro alternativas (1=Totalmente falso; 2=Más bien falso; 3=Más bien cierto; 4=Totalmente cierto). Puntuaciones altas indican altos niveles de control parental en el uso de Internet.

Control conductual

Para medir el control de actividades por parte de sus padres, percibido por los adolescentes, se utilizó el factor Control conductual del Parenting Style Dimensions Questionnaire (Álvarez-García, García, Barreiro-Collazo, Dobarro, & Antúnez, 2016), que es una adaptación del cuestionario de dimensiones de estilo parental de Oliva, Parra, Sánchez-Queija, y López (2007). Consta de cuatro ítems: “Mis padres intentan saber a dónde voy cuando salgo”, “Si vuelvo tarde a casa, mis padres me preguntan por qué y con quién estuve”, “Mis padres ponen límites a la hora a la que debo volver a casa” y “Mis padres me preguntan en qué gasto el dinero”. En cada uno de ellos se solicita que el evaluado valore en qué medida es cierta cada afirmación (1=Totalmente falso; 2=Más bien falso; 3=Más bien cierto; 4=Totalmente cierto). Puntuaciones altas indican altos niveles de control conductual. La consistencia interna de la prueba con la muestra del presente estudio es adecuada (α=.76).

Procedimiento

En primer lugar, se diseñó el Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia. Para la redacción de los ítems, se partió de la definición de los dos factores teóricos o tipos de control que se pretendía evaluase (restricción y supervisión) y se identificaron indicadores relevantes para la medición de cada factor a partir de una revisión de la investigación previa. Posteriormente, ocho expertos valoraron el grado de complejidad y pertinencia de cada ítem mediante una escala tipo Likert. Se obtuvo una amplia concordancia en la valoración positiva de cada ítem, por lo que todos formaron parte del cuestionario finalmente aplicado.

Una vez diseñado el Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia y seleccionado el cuestionario de control conductual, se eligieron los centros educativos y se solicitó permiso a sus respectivos equipos directivos para aplicar los cuestionarios. Cada equipo directivo fue informado de los objetivos y procedimientos del estudio, de su carácter voluntario y anónimo, y del tratamiento confidencial de los resultados. Una vez el centro accedía a participar, se solicitó consentimiento informado a los padres o tutores de los alumnos, dada su condición de menores de edad. Antes de contestar al cuestionario, los estudiantes también fueron informados del carácter anónimo, confidencial y voluntario de su participación. Con carácter general, el alumnado dispuso de 10 minutos para contestar a los cuestionarios, si bien se fue flexible en función de la edad y características de los evaluados. La prueba fue aplicada por el equipo investigador a todos los grupos de cada uno de los centros, en horario lectivo.

Análisis de datos

Para la validación del cuestionario, en primer lugar se hizo un análisis de los ítems. Para cada uno de ellos, se obtuvo el porcentaje de respuesta a cada opción de la escala; la media y desviación típica; los índices de asimetría y curtosis; y la correlación ítem-total corregida. A continuación, se analizó la validez factorial de la prueba. Primero se realizaron análisis factoriales exploratorios, con la mitad aleatoria de la muestra, utilizando “Máxima verosimilitud” como método de extracción. Se consideraron aceptables los pesos factoriales y las comunalidades superiores a .30. Luego se realizaron análisis factoriales confirmatorios con el total de la muestra. Para determinar el grado de ajuste de los modelos puestos a prueba, se utilizó la ratio Chi-cuadrado / grados de libertad (χ2/gl), el Índice de Ajuste Comparativo (CFI), el Índice Ajustado de Bondad de Ajuste (AGFI), el Residuo Cuadrático Medio Estandarizado (SRMR), el Error Cuadrado Medio de Aproximación (RMSEA) y el Criterio de Información de Akaike (AIC). Habitualmente se considera que el ajuste es bueno cuando CFI ≥.95, AGFI ≥ .95, SRMR ≤.08 y RMSEA ≤ .06 (Hu & Bentler, 1999), y χ2/gl < 3 (Ruiz, Pardo, & San Martín, 2010). El AIC permite comparar los modelos, siendo preferible el que menor valor presente. Se analizó la validez discriminante del modelo con mejor ajuste, analizando la correlación entre sus factores. Habitualmente se consideran correlaciones excesivamente elevadas las superiores a .85 (Brown, 2015). Posteriormente, se analizó la fiabilidad de la prueba. La fiabilidad de cada subescala fue analizada, en términos de consistencia interna, hallando su respectivo coeficiente alpha de Cronbach. Con carácter general, se suele considerar que este coeficiente es aceptable si presenta un valor por encima de .70, alto si es mayor de .80 y muy alto si es superior a .90. No obstante, en su interpretación se debe tener en cuenta el número de ítems que componen el factor. Un último análisis que se realizó para la validación del test es sobre su validez de criterio. Se calculó la correlación de Pearson entre las puntuaciones en las subescalas del test y una variable con la que correlaciona el control parental del uso de Internet (Van den Eijnden, Spijkerman, Vermulst, Van Rooij, & Engels, 2010): el control conductual por parte de los padres.

Una vez analizada la validez y fiabilidad de la prueba, se realizó un análisis descriptivo del grado de control parental del uso de Internet en la muestra manejada y posibles diferencias en función de la edad y el género del adolescente. El análisis descriptivo se realizó observando los porcentajes de respuesta a cada alternativa del ítem. Las diferencias por edad y género se analizaron mediante ANOVAs de un factor. Para calcular el tamaño del efecto de las diferencias se utilizó eta-cuadrado. Valores de eta-cuadrado iguales o superiores a .09, .14 y .22 se consideran, respectivamente, tamaños de el efecto pequeños, moderados o grandes (Salkind, 2010).

Todos los análisis estadísticos se realizaron con el software SPSS 21 (IBM Corp., 2012).

Resultados

Validación del “Cuestionario sobre Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia”

Análisis de ítems

Como se muestra en la Tabla 1, en cada uno de los ítems, todas las categorías de respuesta fueron elegidas por algún porcentaje de evaluados. Estos porcentajes de respuesta, así como los índices de asimetría obtenidos, señalan que los evaluados tienden a elegir los valores bajos de la escala (bajo control por parte de los padres). La curtosis es negativa en todos los ítems excepto el 4, lo que indica que las puntuaciones tienden a agruparse menos y situarse por debajo de la curva de la distribución normal. No obstante, los índices de asimetría y curtosis obtenidos no reflejan un alejamiento extremo de las puntuaciones respecto a la curva normal.

La “correlación ítem-total corregida” es positiva en todos los ítems, con valores entre .44 y .67 (Tabla 1), lo que indica que todos contribuyen a medir lo que mide el test y además en la misma dirección.

Tabla 1
Estadísticos descriptivos de la respuesta al Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia N790
PorcentajeAsimetría (ET=.09)Curtosis (ET=.17)
Ítem1234NCM(DT)rit
154.923.213.88.1.01.75(.97)1.04-.12.67
262.810.19.917.0.31.81(1.17)1.01-.67.56
341.316.817.024.8.12.25(1.23).31-1.52.59
473.310.17.78.0.91.50(.94)1.731.57.51
546.618.121.813.3.32.02(1.10).56-1.14.44
662.015.211.111.3.41.72(1.05)1.17-.09.60
743.322.214.619.9.12.11(1.17).54-1.23.57
Nota. 1=Totalmente falso; 2=Más bien falso; 3=Más bien cierto; 4=Totalmente cierto; NC=No contesta o nulo.

Ninguna correlación entre ítems ofrece un coeficiente de correlación de Pearson superior a .54, lo que sugiere que no hay ítems redundantes.

Análisis factorial exploratorio

El estudio de la estructura factorial del cuestionario comenzó con un primer análisis factorial de tipo exploratorio con la mitad de la muestra. Se utilizó “Máxima verosimilitud” como método de extracción. La idoneidad de realizar análisis factoriales se confirmó calculando el índice de Kaiser-Meyer-Olkin y la prueba de esfericidad de Bartlett (KMO=.856; Chi-cuadrado=820.71; gl=21; p<.001). El resultado de este primer análisis sugirió la existencia de dos factores, atendiendo a los resultados del gráfico de sedimentación, a los pesos factoriales obtenidos y al contenido de los ítems de cada factor resultante.

Posteriormente se llevo a cabo un nuevo análisis factorial, con la misma muestra, forzando esta vez la retención a dos factores y usando de nuevo “Máxima verosimilitud” como método de extracción. Dada la interrelación existente entre los factores (r=.55), se utilizo Oblimin como método de rotación. Como se puede observar en la Tabla 2, las comunalidades tras la extracción presentan valores por encima de .30 en todos los ítems. Los enunciados de la escala se agrupan en dos factores, que en su conjunto explican el 48.77% de la varianza. El factor Supervisión explica un 41.29% de la varianza, e incluye ítems referidos a acciones con las que los padres examinan la actividad del adolescente en Internet, ya sea de manera abierta o encubierta, durante o después de su uso. El segundo factor, Restricción, da cuenta del 7.47% de la varianza e incluye ítems referidos a acciones con las que los padres establecen límites en el uso de Internet (tiempo, contenidos, actividades), ya sea poniendo normas o utilizando un software específico. Como se puede observar en la Tabla 2, todos los ítems que que constituyen cada factor muestran pesos factoriales superiores a .30, sólo en ese factor.

Tabla 2
Matriz de configuración y comunalidades tras la extracción n395
Factores
ÌtemF1F2Comunalidades
2.78-.09.54
7.70.01.50
6.67.05.49
1.55.29.56
5-.11.73.46
3.24.52.47
4.21.48.39
Nota. F1=Supervisión; F2=Restricción.

Análisis factorial confirmatorio

Se realizaron posteriormente análisis factoriales confirmatorios, para comprobar el ajuste del modelo obtenido con el análisis factorial exploratorio a los datos empíricos obtenidos con el conjunto de la muestra. Se comparó el grado de ajuste de este modelo de dos factores con el de otros dos modelos, también plausibles desde un punto de vista teórico. Partiendo de la base de que todos los ítems del cuestionario pretenden evaluar control parental en el uso de Internet, se puso también a prueba un modelo de un factor -Control parental del uso de Internet- (M1F) y un modelo jerárquico con dos factores de primer orden (los obtenidos con el análisis factorial exploratorio -Restricción y Supervisión-) y uno de segundo orden (Control parental del uso de Internet) (M2F1). Los resultados obtenidos (Tabla 3) indican que el M2F es, de los tres modelos comparados, el que mejor bondad de ajuste ofrece. El M2F presenta los índices CFI y AGFI más altos, así como los índices χ2/gl, SRMR, RMSEA y AIC más bajos, de los tres modelos puestos a prueba. La diferencia con el M2F1, no obstante, es muy pequeña.

En el M2F, los pesos factoriales de los ítems

Tabla 3
Índices de bondad de ajuste de los tres modelos puestos a prueba para el Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia con el total de la muestra N790
Modeloχ2pglχ2/glCFIAGFISRMRRMSEA(IC90%)AIC
M1F143.85<.0011410.28.919.886.056.110 (.093-.126)115.85
M2F53.27<.001134.10.975.956.032.063 (.046-.081)27.27
M2F153.27<.001124.44.974.953.032.067 (.049-.085)29.27
Nota. M1F=Modelo de un factor; M2F=Modelo de dos factores; M2F1=Modelo jerárquico con dos factores de primer orden y uno de segundo orden. χ2=Test chi-cuadrado; gl=Grados de libertad; p=Valor de probabilidad; CFI=Índice de Ajuste Comparativo; AGFI=Índice Ajustado de Bondad de Ajuste; SRMR=Residuo Cuadrático Medio Estandarizado; RMSEA=Error Cuadrado Medio de Aproximación; IC=Intervalo de Confianza; AIC= Criterio de Información de Akaike.

en los factores presentan valores moderados o altos (Figura 1). La correlación entre factores (r=.76) sugiere que ambos constructos están relacionados, pero no son redundantes, lo que constituye una prueba a favor de la validez discriminante del test.

Figura 1
Estructura factorial del Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia. S=Supervisión; R=Restricción
Estructura factorial del Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia. S=Supervisión; R=Restricción

Fiabilidad

La consistencia interna de las puntuaciones del conjunto de la escala es alta (α=.82). La del factor Supervisión es también alta (α=.80). La del factor Restricción es moderada (α=.68).

Validez de criterio

Las puntuaciones obtenidas tanto en el factor Restricción como en factor Supervisión correlacionan de forma positiva y estadísticamente significativa con la puntuaciones obtenidas con la escala de Control conductual (r=.35 y r=.30, respectivamente). En ambos casos la magnitud de las correlaciones es moderada.

Análisis del control parental del uso de Internet en adolescentes

Análisis descriptivo

Como se puede observar en la Tabla 1, los adolescentes tienden a informar de un bajo nivel de restricción y supervisión por parte de sus padres en el uso que hacen de Internet. El tipo de control más habitual, de entre los evaluados, es poner normas sobre lo que se puede o no se puede hacer en Internet. El menos habitual es limitar los contenidos a los que se puede acceder mediante filtros en el ordenador.

Diferencias en función de la edad y el género del adolescente

Como se muestra en la Tabla 4, tanto el establecimiento de restricciones como la supervisión por parte de los padres se van haciendo gradualmente menos habituales a medida que el chico o la chica van creciendo. Las chicas informan en mayor medida que los chicos que sus padres les ponen límites, normas, en el uso de Internet y que sus padres supervisan lo que hacen en Internet. La magnitud de las diferencias es, no obstante, pequeña en el caso de la edad y muy pequeña en el caso del género.

Tabla 4
Diferencias en restricciones y supervisión parental en el uso de Internet en función de la edad y el género de los adolescentes (N=790)
M (DT)
RestricciónSupervisión
Edad
127.23 (3.08)9.86 (4.15)
136.64 (2.56)8.62 (3.64)
145.69 (2.54)7.28 (3.18)
155.44 (2.25)6.54 (2.87)
164.96 (2.26)6.26 (2.88)
174.27 (1.82)6.23 (2.98)
183.88 (1.25)5.63 (2.83)
F12.6216.51
Sig.<.001<.001
μ2.090.114
Género
Chico5.44 (2.51)6.96 (3.23)
Chica6.12 (2.59)7.77 (3.58)
F13.7111.02
Sig.<.001.001
μ2.018.014
Nota. Restricción: Mínimo=3, Máximo=12. Supervisión: Mínimo=4, Máximo=16.

Discusión

El presente trabajo ha partido de cuatro objetivos: 1) Diseñar y validar un cuestionario para la evaluación del control parental en el uso de Internet durante la adolescencia, dirigido a los hijos; 2) Identificar en qué medida los padres utilizan las diversas formas de control analizadas, según los hijos; 3) Identificar posibles diferencias en el grado de control parental en función de la edad de los hijos; y 4) Identificar posibles diferencias en el grado de control parental en el uso de Internet entre chicos y chicas.

Con respecto al primero de los objetivos, diseñar y validar un cuestionario para la evaluación del control parental en el uso de Internet durante la adolescencia, dirigido a los hijos, los resultados obtenidos muestran que la prueba diseñada (el Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia) ofrece unas garantías estadísticas adecuadas para el propósito con el que fue creada. El análisis inicial de los ítems permite observar que, en cada uno de los ítems, todas las categorías de respuesta fueron elegidas por un porcentaje de evaluados; todos los ítems contribuyen a medir lo que mide el test y además en la misma dirección; y no se han identificado ítems redundantes. En cuanto a la validez factorial de la prueba, los análisis factoriales, exploratorios y confirmatorios, muestran que el modelo que mejor representa los datos obtenidos es el compuesto por dos factores: Restricción y Supervisión. No obstante, el modelo jerárquico compuesto por estos dos factores y un factor general de segundo orden (Control parental en el uso de Internet) también presenta un buen ajuste. El estudio de la correlación entre los dos factores que mide el test (Restricción y Supervisión) sugiere que ambos constructos están relacionados, pero no son redundantes. La consistencia interna de las puntuaciones tanto del conjunto de la escala como de cada uno de los factores es, en términos generales, adecuada. Sólo el factor Restricción presenta ciertos problemas en este sentido. No obstante, su consistencia se encuentra muy próxima a ser adecuada, a pesar de constar de sólo tres ítems. Los resultados obtenidos con los análisis factoriales sugieren, por tanto, que la variable Control parental en el uso de Internet tiene una naturaleza multidimensional. Este resultado es congruente con el de la validación de los cuestionarios previamente publicados (Dürager & Sonck, 2014; Livingstone & Helsper, 2008; Martínez et al., 2014), en los que los ítems referidos a restricciones y a supervisión forman parte de factores diferentes. Respecto a la validez de criterio de la prueba, las puntuaciones obtenidas con el Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia correlacionan con las puntuaciones en Control conductual de manera positiva, estadísticamente significativa y con una magnitud moderada. Este resultado se corresponde con lo esperado, ya que coincide con el obtenido en estudios previos (Van den Eijnden et al., 2010), lo que es una prueba a favor de la validez de criterio del cuestionario. Además, este resultado refleja que ambos constructos están relacionados pero no son equivalentes.

Con respecto al segundo de los objetivos, identificar en qué medida los padres utilizan las diversas formas de control parental analizadas, los adolescentes tienden a informar de un escaso grado de restricción y supervisión por parte de sus padres en el uso que hacen de Internet. Este resultado coincide con el obtenido en estudios previos desarrollados en España (Arnaiz et al., 2016; Rial et al., 2014). Puede resultar llamativo, ya que habitualmente se lanzan mensajes desde los medios acerca de la importancia de establecer límites en el uso de Internet y hacer un seguimiento por parte de los padres. Sin embargo, la adolescencia es una etapa en la que, por un lado, los hijos pasan más tiempo con los amigos, fuera de casa, lo que dificulta la supervisión; y, por otro lado, se confía más en la madurez y autonomía de los hijos, lo cual también tiene efectos positivos en su desarrollo y en el clima familiar.

En cuanto al tercer objetivo, identificar posibles diferencias en el grado de control parental en función de la edad de los hijos, los resultados muestran que tanto las restricciones como la supervisión por parte de los padres se van haciendo gradualmente menos habituales a medida que el chico o la chica van creciendo. Esta es la misma tendencia que se ha hallado en la gran mayoría de trabajos que han analizado la relación entre estas dos variables (Álvarez et al., 2013; Khurana et al., 2015; Lee, 2013; Livingstone & Helsper, 2008; Muñoz-Miralles et al., 2014; Nikken & Jansz, 2013; Vaala & Bleakley, 2015).

Respecto al cuarto y último objetivo, identificar posibles diferencias entre chicos y chicas en el grado de control parental que informan recibir con respecto al uso de Internet, las chicas informan en mayor medida que los chicos que sus padres les restringen y supervisan el uso que hacen de Internet. Aunque la investigación previa no ofrece resultados consistentes, el resultado del presente estudio es congruente con la mayoría de los escasos trabajos previos que analizan este asunto (Khurana et al., 2015; Nikken & Jansz, 2013; Rial et al., 2014).

El presente trabajo tiene diversas implicaciones teóricas y prácticas. Desde el punto de vista teórico, contribuye a la delimitación conceptual del constructo “Control parental en el uso de Internet”: sus subtipos e indicadores observables. Los resultados obtenidos, junto con los estudios previos (Dürager & Sonck, 2014; Livingstone & Helsper, 2008; Martínez et al., 2014), apoyan la hipótesis de la naturaleza multifactorial del constructo. El presente trabajo también contribuye a aclarar la relación específica entre control parental en el uso de Internet y la edad y el género del hijo, aún poco analizada.

Desde el punto de vista práctico, en primer lugar, se pone a disposición de investigadores, educadores y clínicos un instrumento de evaluación breve; sencillo de aplicar, codificar y analizar; económico en términos de tiempo y coste; y con unas adecuadas garantías métricas. En segundo lugar, la tendencia a un escaso control parental en el uso de Internet durante la adolescencia, que decrece con la edad, es coherente con la progresiva necesidad de una mayor autonomía e independencia de los hijos, como parte de su transición a la vida adulta. Es necesario dotar a los adolescentes progresivamente de esa autonomía, pero siempre manteniendo un trato cercano y promoviendo en los hijos actitudes reflexivas y críticas con respecto a Internet, sus usos y riesgos. También se debe tener en cuenta que durante la adolescencia los amigos pasan a ser el principal contexto de referencia. Las actitudes y valores de los amigos tendrán un importante impacto en las conductas del adolescente en Internet (Cutrín, Gómez-Fraguela, Maneiro, & Sobral, 2017). Por lo tanto, es fundamental una adecuada educación a los chicos, por parte de familia y centros educativos, que les permita desarrollar y transmitir actitudes positivas, así como hacer frente a la presión de grupo. Por último, la tendencia a un mayor control parental en el uso de Internet hacia las chicas no parece objetivamente justificada. Las chicas, efectivamente, tienen una mayor probabilidad de padecer ciertos riesgos. Por ejemplo, es más probable que presenten síntomas compatibles con ciertos tipos de adicción, como hacer un uso excesivo de las redes sociales (Tsitsika et al., 2014) o experimentar malestar, ansiedad, cuando no tienen acceso al móvil (Arnaiz et al., 2016). Asimismo, algunos estudios han hallado que las chicas se sienten más presionadas para enviar mensajes de contenido sexual que los chicos, lo que finalmente se traduce en una mayor probabilidad de que efectivamente lo hagan (Klettke, Hallford, & Mellor, 2014). Pero los chicos también tienen una mayor probabilidad de padecer otros problemas relacionados con Internet, como el acceso a contenidos inapropiados (Smith, Thompson, & Davidson, 2014), la adicción a videojuegos (López-Fernández, Honrubia-Serrano, Baguley, & Griffiths, 2014) y problemas relacionados con el juego y las apuestas (Carbonneau, Vitaro, Brendgen, & Tremblay, 2015). Se debería evitar, por tanto, un trato diferencial entre los hijos por el hecho de ser chico o chica, en este sentido. Los padres deben valorar los riesgos objetivos y el nivel de madurez de su hijo o hija, independientemente de su género; y se debe favorecer la libertad y autonomía personal de chicos y chicas por igual. De este modo, los padres contribuirán además a la transmisión de actitudes no sexistas, mediante el ejemplo.

El presente trabajo supone, por tanto, una aportación al estudio del control parental en el uso de Internet durante la adolescencia. Constituye, de hecho, uno de los pocos estudios publicados sobre este tema, con adolescentes en España. Sin embargo, no está exento de algunas limitaciones. Cabe destacar principalmente tres. En primer lugar, el cuestionario diseñado y validado recoge únicamente la percepción del hijo o de la hija. Resulta conveniente complementar la información con la versión de los padres. En segundo lugar, la consistencia interna del factor Restricción admite margen de mejora. Convendría añadir, en futuras aplicaciones del test, otros ítems relevantes, referidos a este factor. En tercer y último lugar, el cuestionario se ha puesto a prueba con una muestra seleccionada incidentalmente y extraída de una población concreta, acotada a unas edades y zona geográfica precisas. Por lo tanto, cualquier generalización de las conclusiones de este estudio a otras edades o regiones se debería hacer con precaución (Muñiz, Elosua, & Hambleton, 2013). De cara al futuro, sería de interés la validación de la prueba en otras edades y contextos culturales. También sería de interés explorar la relación entre los resultados obtenidos y la tradicional clasificación de estilos parentales (Valcke, Bonte, De Wever, & Rots, 2010).

Referencias

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Apéndice A

Cuestionario de Control Parental del Uso de Internet durante la Adolescencia.

Indica en qué medida consideras que es cierta cada una de las siguientes afirmaciones:

1=Totalmente falso; 2=Más bien falso; 3=Más bien cierto; 4=Totalmente cierto

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1. Cuando accedo a Internet en mi tiempo libre, mis padres me vigilan y echan un vistazo a la pantalla.
2. Mis padres conocen las claves de acceso a mis cuentas de correo electrónico, redes sociales o programas de mensajería.
3. En casa me han puesto algunas normas sobre lo que puedo o no puedo hacer en Internet.
4. En casa me limitan los contenidos a los que puedo acceder en Internet, mediante filtros en el ordenador.
5. Mis padres me limitan las horas de uso de Internet (ya sea de palabra o configurando el ordenador).
6. Mis padres revisan mis perfiles en las redes sociales (Tuenti, Facebook, Twitter, Instagram, por ejemplo).
7. Mis padres conocen mis listas de contactos.

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