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Turismo rural y conservación ambiental: La participación de la mujer campesina en la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, Veracruz, Mexico

Rural Tourism and Environmental Conservation: The Participation of Peasant Women in the Tuxtlas Biosphere Reserve, Veracruz, Mexico

Ana Karen Reyes-Aguilar[1]
Universidad Autónoma del Estado de México, México
Carlos Alberto Pérez-Ramírez[2]
Universidad Autónoma del Estado de Méxic, México
Rocío Del Carmen Serrano-Barquín[3]
Universidad Autónoma del Estado de México, México
Ruth Moreno-Barajas[4]
Universidad Autónoma del Estado de México, México

Turismo rural y conservación ambiental: La participación de la mujer campesina en la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, Veracruz, Mexico

Rosa dos Ventos, vol. 11, núm. 1, pp. 157-177, 2019

Universidade de Caxias do Sul

Recepción: 12 Agosto 2017

Aprobación: 23 Octubre 2018

Resumen: [5]

Actualmente las mujeres incursionan en diversos ámbitos productivos sin dejar de lado su papel central dentro de la unidad doméstica. No obstante, existen zonas, especialmente las rurales, donde la incorporación de las mujeres en las actividades económicas puede contribuir a mejorar tanto su percepción personal como sus condiciones de vida. La investigación tuvo como objetivo analizar la participación de la mujer en la conservación ambiental a partir de turismo rural en el ejido Adolfo López Mateos, ubicado en el Área Natural Protegida Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, Veracruz, identificando su contribución en el desarrollo local sustentable. Se consideraron las aportaciones metodológicas de Cañada y Gascón (2007) respecto al turismo rural, así como Knight y Cottrell (2015) con relación al empoderamiento y participación de la mujer. Se llevó a cabo una investigación de campo cualitativa en el lugar de estudio, basada en entrevistas dirigidas a mujeres que laboran en la actividad turística. Se concluye que la mujer campesina es capaz de contribuir al desarrollo local sustentable, a partir de su incorporación a la oferta de servicios turísticos y la relación armónica y de respeto a los recursos naturales y culturales, permitiendo así su conservación para futuras generaciones.

Palabras clave: Turismo Rural, Desarrollo Local Sustentable, Mujer Campesina, Conservación Ambiental, Veracruz, Mexico.

Abstract: Currently, women venture into various productive areas without neglecting their central role within the domestic unit. However, there are areas, especially rural areas, where the incorporation of women in economic activities can contribute to improving both their personal perception and their life conditions. The objective of the research was to analyze the participation of women in environmental conservation from rural tourism in the ejido Adolfo Lopez Mateos, located in the Protected Natural Area Reserve of the Biosphere the Tuxtlas, Veracruz, identifying its contribution in the development sustainable local. The methodological contributions of Cañada and Gascón (2007) regarding rural tourism were considered, as well as Knight and Cottrell (2015) regarding the empowerment and participation of women. A qualitative field research was carried out in the place of study, based on interviews directed to women who work in the tourist activity. It is concluded that peasant women are able to contribute to sustainable local development, from their incorporation into the offer of tourism services and the harmonious relationship and respect for natural and cultural resources, thus allowing their conservation for future generations.

Keywords: Rural Tourism, Sustainable Local Development, Peasant Woman, Environmental Conservation, Veracruz, Mexico.

INTRODUCCIÓN

Los actuales procesos productivos, caracterizados por la industrialización y deterioro de la naturaleza, han transformado las dinámicas sociales, económicas, políticas y ambientales, propiciando la explotación indiscriminada de recursos naturales y el deterioro de las condiciones de vida de los actores locales, por lo que es necesario pensar nuevas estrategias de aprovechamiento y conservación ambiental para mitigar los daños ocasionados y permitir la permanencia a largo plazo de los recursos naturales que sustentan sus medios de vida. Esta complejidad ambiental se puede contrarrestar a través de la participación social para lograr un mejor manejo y aprovechamiento de los recursos naturales. De esta manera, la gestión puede ser llevada a cabo por diversos actores sociales, desde los organismos multinacionales, el sector público en los ámbitos Federal, Estatal y Municipal, hasta las organizaciones de la sociedad civil, y sobre todo de los propios actores locales, entre ellos las mujeres.

Sin duda, el uso, aprovechamiento, manejo y conservación de los recursos naturales es un reto complejo debido a todos los sectores involucrados en las actividades que hacen uso de éstos. En este caso, la participación social es la mayormente implicada para crear estrategias de conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos. De acuerdo con Montañez-Armenta, Yanes, G. y Silva (2011), el sentido social de los recursos naturales es una visión cada vez más valorada en la gestión de los recursos por parte de los actores institucionales. La gente local, como usuarios directos de los bienes naturales, tienen amplio conocimiento empírico que debe ser evaluado y revalorado para ofrecer alternativas apoyadas en conocimiento formal, que fortalezcan sus actividades productivas con miras a alcanzar un desarrollo sustentable.

Debido a lo anterior, se considera que los recursos naturales deben utilizarse de tal manera que puedan satisfacer las necesidades actuales y conservarse para las generaciones futuras. Por ello, los habitantes del medio rural deben disfrutar del pleno ejercicio de sus derechos para tomar parte en las decisiones que afecten a sus necesidades y vulnerabilidades ya que, de esta manera, podrán aprovechar y proteger sus recursos naturales. De acuerdo con Bocco, Velázquez y Torres (2000) el manejo adecuado dependerá de la contribución de grupos académicos, organizaciones no-gubernamentales y de los propios habitantes de las comunidades indígenas para incorporar el conocimiento de cada sector a las actividades productivas con el fin de conciliar la conservación y el uso de los recursos naturales.

De esta manera, se puede incluir la conservación ambiental desde la perspectiva de género debido a que, puede ubicarse como un enfoque inclusivo que pretende contribuir a la construcción del desarrollo sustentable con equidad desde el desarrollo local, regional y con conexiones a niveles más amplios. Asimismo, considera que las experiencias prácticas organizativas y de promoción del desarrollo, son un espacio óptimo en el que puede establecerse el enlace entre la perspectiva de género y el manejo ambiental en el contexto socioeconómico y cultural, al enfocar como punto de partida la participación de la población, vista como recurso, el desarrollo de sus capacidades y el crecimiento económico como un medio y no como un fin en sí mismo (Martínez, 2003). De esta forma, la participación de las mujeres en el manejo de recursos naturales puede ser fundamental para revertir los problemas ambientales y generar un desarrollo sustentable a nivel local.

Una de las actividades productivas con mayor incidencia para contribuir a la conservación ambiental y cultural, es el turismo rural, donde los propios actores locales pueden ser partícipes de iniciativas colectivas para el aprovechamiento recreativo de sus recursos naturales. Sin embargo, en numerosas ocasiones el papel que desempeñan las mujeres, al incursionar en la prestación de servicios turísticos sin dejar de lado su participación central dentro de la unidad doméstica, no suele ser reconocido por el resto de la sociedad. De esta forma resulta ineludible comprender ¿cuál es la importancia de la participación de la mujer campesina para el desarrollo del turismo rural y la conservación ambiental? Para dar respuesta a esta interrogante, la investigación tuvo como finalidad analizar la forma de participación de las mujeres en el turismo rural y su incidencia en la conservación ambiental en una comunidad campesina en México.

Este trabajo forma parte de una investigación titulada ‘Mujeres, conservación ambiental y turismo rural en el ejido Adolfo López Mateos, Los Tuxtlas, Veracruz’, realizada con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología durante el periodo 2015-2017. Se eligió esta unidad de análisis debido a que forma parte del área natural protegida [ANP] Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas, en el Estado de Veracruz, la presencia de corrientes de turistas y visitantes atraídos por la diversidad biológica y cultural de la región, pero sobre todo por la participación de las mujeres en la actividad turística a través del proyecto Selva del Marinero, con la finalidad de mejorar su percepción personal, ingresos económicos, sus condiciones de vida y la preservación de sus recursos naturales.

En la Reserva de Biosfera de los Tuxtlas se han desarrollado trabajos de investigación previos como el propuesto por Piñar, Nava y Viñas (2011) referente al análisis de la relación entre migración y ecoturismo en tres comunidades de la Reserva, así como Díaz-Carrión (2010), que abordó el tema de ecoturismo comunitario y género en el ANP, que ha propiciado la modificación de las actividades productivas y cambios en los modelos socio culturales de las comunidades en las que se instala, estos cambios se enfocan principalmente en actitudes y comportamientos alternativos que son percibidos por parte de los residentes de los territorios turísticos como una oportunidad para conocer otras formas de concebir las sociedades. Dichos cambios permitieron la apertura de espacios para la incorporación de las mujeres en diversas actividades siendo el ecoturismo una alternativa económica, así como una herramienta para la educación ambiental y oportunidad para el control de los recursos a través de la participación activa de las mujeres en el diseño del desarrollo de sus comunidades.

A pesar de las importantes contribuciones previas, aún son limitados los trabajos de investigación que incluyan la perspectiva de género en el análisis del impacto del turismo rural, para dar cuenta de su potencial de cambio en las relaciones humanas, en el acceso y control de recursos y en general para mejorar la vida de la población de las comunidades en otros órdenes. Por tanto, el interés de este trabajo radica en analizar la participación de la mujer en la conservación ambiental a partir de turismo rural en el ejido Adolfo López Mateos, Los Tuxtlas, Veracruz, identificando su contribución en el desarrollo local sustentable. En particular, la relación socio-ambiental enfocada al desarrollo a partir de prácticas de turismo rural considerando elementos metodológicos y estratégicos para la obtención de información requerida.

De esta forma, el documento presenta inicialmente las nociones conceptuales que dieron soporte a la investigación, el procedimiento metodológico y los resultados a partir de la descripción de las formas de participación de la mujer en el turismo rural y el proyecto comunitario “Selva del Marinero, así como el uso y aprovechamiento de recursos naturales y los alcances para impulsar el desarrollo local sustentable, finalmente se presentan las conclusiones de la investigación que destacan la necesidad de reconocer el papel que desempeña la mujer campesina, tanto para la dinamización productiva del medio rural, como para impulsar el bienestar de la unidad doméstica y la continuidad de las dinámicas comunitarias.

TURISMO RURAL, MUJER CAMPESINA Y DESARROLLO LOCAL SUSTENTABLE

La diversificación económica en espacios rurales ha permitido una transformación entre sus pobladores respecto a mejorar sus condiciones de vida social y cultural, así como en el acceso, uso y control de los recursos naturales. Ello ha dado lugar a la introducción de la actividad turística en sitios con alto potencial natural y cultural en donde la oferta principal es el turismo rural, basado en el modelo del desarrollo local sustentable que incluye a la mujer campesina, con la finalidad de que ésta y su familia obtenga un mejor bienestar y a su vez un aprovechamiento y conservación de sus recursos naturales.

De acuerdo con Varisco (2016), el surgimiento del turismo rural se relaciona con las formas de turismo alternativo, y por lo tanto opuesto al turismo tradicional, masivo y estandarizado; es un fenómeno complejo que se interrelaciona con diversos actores, con la finalidad de valorizar los espacios y recursos turísticos, para favorecer el desarrollo local y disminuir el impacto de la estacionalidad del turismo de sol y playa. De esta forma Díaz (2017), destaca al turismo como una actividad económica que tiene incidencia a nivel local debido a que se observa reducción de pobreza, aumento del nivel educativo, fomento de empresas, implementación de pequeños huertos de agricultura familiares y conservación ambiental, procesos por los que pasa el desarrollo local sustentable.

Gómez-Merino, García-Albarado, Trejo-Téllez et al (2013) consideran que los recursos genéticos y naturales de un sitio pueden contribuir al mejoramiento del paisaje lo que potencia el turismo rural, actividad que resulta interesante para la promoción del desarrollo local sustentable que incluye poblaciones marginadas, dedicadas a la producción agropecuaria. Definen al turismo rural como la oferta de productos turísticos hecha por las propias comunidades, en cuya gestión pueden participar agentes externos a fin de facilitar la asociación de los productores y el financiamiento de los proyectos. De esta manera, el presente artículo aborda la definición del turismo rural como aquella actividad económica que representa una estrecha relación entre el hombre y su entorno natural, la cual se vislumbra como una alternativa para las familias campesinas, especialmente las mujeres, en la búsqueda del bienestar humano y que es compatible con la diversificación económica y la conservación ambiental.

Por otro lado, la inclusión de la mujer campesina en la actividad turística y el aprovechamiento de recursos naturales deben ser considerados como un elemento clave para el desenvolvimiento personal y empoderamiento de las mujeres, el desarrollo local sustentable y la conservación ambiental. No obstante, esto sigue representando un problema debido a que el papel de la mujer campesina es poco valorizado incluso por personas cercanas a ellas, ya que se vislumbra como la típica ama de casa, atada al comal y al metate; la madre y esposa sumisa; la trabajadora del campo laborando bajo los rayos del sol, además de su asociación con el analfabetismo, la marginación, ignorancia y falta de productividad (Villarreal, 2000; Campaña, 1982). Ante ello Martínez (2003), manifiesta que existen formas positivas y negativas en que las mujeres se involucran en la construcción del desarrollo sustentable, y que deben considerarse medidas y estrategias que faciliten el empoderamiento de las mujeres y de la población local.

Chapulín y Mendoza (2015) aluden a que las relaciones entre géneros y la división de las tareas están marcadamente diferenciados, específicamente en comunidades tradicionales en las que los roles y el estatus de género son parte constitutiva entre sus habitantes. Por ello, resulta necesario incluir dinámicas sociales y culturales, promovidas por la probabilidad de acceder a un trabajo remunerado que favorezca el empoderamiento de las mujeres. De acuerdo con Fernández y Martínez (2010), las mujeres que pertenecen a empresas con una estructura organizativa de tipo comunitario, logran un mayor nivel de empoderamiento que las mujeres que participan en empresas con un esquema organizativo privado, pues los procesos y formas de participación de las mujeres en empresas comunitarias posibilitan una alternativa de cambio en el rol de género.

De esta forma, la mujer campesina es considerada para la investigación como una persona dedicada a las labores domésticas y adicionalmente a una actividad productiva, lo que le permite tener una mejor percepción de sí misma, y participar en diversas actividades con liderazgo, capacidad y responsabilidad para afrontar los retos y desafíos en beneficio de la comunidad. Su incorporación en el trabajo no solo permite la generación de ingresos propios, sino incrementa su confianza y habilidades en las relaciones sociales en las que participa, mitigando la subordinación a su género.

Respecto al desarrollo local sustentable, Díaz, Granados y Guerrero (2011) lo consideran como un proceso donde el hombre hace uso de los recursos de acuerdo a las condiciones biofísicas, sociales, económicas, culturales y político-administrativo en busca de una mejor calidad de vida para la población, además de proteger la biodiversidad que habrá de ser heredada a las generaciones futuras. Del mismo modo, Díaz (2017) lo describe como aquel desarrollo que pasó de concebirse como un proceso macroeconómico o nacional a un proceso territorial o local ‘desde abajo’, con base en recursos endógenos y realizado por la pequeña empresa, es decir, un proceso de crecimiento económico y cambio estructural que busca mejorar el nivel de bienestar de una localidad o región a partir de una actividad productiva. El desarrollo local es un proceso colaborativo que impulsa un acuerdo entre actores de los sectores gobierno y privado, con el propósito de estimular la actividad productiva y generar empleo.

Ante ello, la actividad turística se ha convertido en un factor importante para el desarrollo local sustentable y de desarrollo socioeconómico de pequeñas comunidades con alto potencial paisajístico y cultural, así como de los países, como consecuencia de que el desarrollo local, endógeno y regional, se considera entre las estrategias que permiten el progreso de un territorio (Gambarota & Lorda, 2017). Con lo anterior, se observa que la mujer campesina puede llevar a cabo, de manera responsable, la preservación de los recursos tanto sociales, económicos como ambientales y naturales, ya que se le considera con alta capacidad para ser promotora del desarrollo local sustentable, a partir del desempeño que muestra día a día respecto a su responsabilidad y atención en las necesidades de la familia, al tiempo de participar en la construcción de iniciativas colectivas para el bienestar sumar y la conservación ambiental.

METODOLOGÍA

Esta investigación estuvo soportada en técnicas de investigación documental a partir de la revisión de literatura respecto a la mujer campesina, turismo rural, conservación ambiental y desarrollo local sustentable, que permitió la revisión de estudios e investigaciones previas, así como la elaboración de instrumentos de enfoque etnográfico que permitieron un acercamiento directo con la realidad de estudio. La etapa de investigación de campo se llevó a cabo por medio de estancias al sitio de estudio durante los meses de junio a julio de 2016 y abril de 2017, periodo donde se aplicaron 24 entrevistas semiestructuradas e individuales, además de un cuestionario sobre empoderamiento, a las mujeres que participan en la actividad turística, especialmente a las que preparan alimentos para los visitantes a las cuales se les conoce como ‘anfitrionas’ y a quienes cuentan con un huerto de agricultura familiar para autoconsumo y pocas veces para venta entre los mismos habitantes del ejido.

Por otra parte, se elaboró una bitácora de campo que incluía información a partir de observaciones y entrevistas informales a los hombres del ejido, particularmente a los esposos de las “anfitrionas” y que tienen huerto, con la finalidad de obtener sus puntos de vista en cuanto a los cambios de conducta, visiones, objetivos y empoderamiento de las mujeres en el ejido y cómo éste se ha visto reflejado en las generaciones actuales, respecto a la mejora de calidad de vida y bienestar así como en la conservación de recursos naturales y su relación armónica con ellos.

De esta manera, se buscó analizar la participación de la mujer en el uso, aprovechamiento y conservación de recursos naturales a partir de prácticas de turismo rural, se consideró el sentido de pertenencia territorial entre las actividades que las mujeres desempeñan y la naturaleza, el impacto ambiental generado por la actividad turística, así como los beneficios, individuales y colectivos, para obtener una mejor calidad vida conforme al objetivo del desarrollo sustentable. Debido a lo anterior, se consideró el planteamiento de Cañada y Gascón (2007) para el análisis del fenómeno turístico y la identificación del impacto socio-económico, ambiental y cultural que genera a nivel de la comunidad y el grupo doméstico. Respecto a la participación de la mujer y su contribución al desarrollo local sustentable se consideró la metodología empleada por Knight y Cottrell (2015) la cual define cuatro tipos de procesos de empoderamiento mismos que permitieron realizar el análisis requerido para esta investigación. La Figura 1, muestra el análisis metodológico.

En la Figura se muestra a la mujer campesina como pilar para llevar a cabo la actividad turística y conservación ambiental donde, a partir de su participación y su empoderamiento desde diferentes variables, consigue las bases para forjar un desarrollo local sustentable. De esta manera, por las diversas dimensiones que abarca, se considera desde la perspectiva de sistemas complejos a partir de las esferas económica, socio-cultural, ecológica, ambiental y, un análisis del turismo rural desempeñado por la mujer campesina desde las variables de actividades y servicios, ocupación local, valoración de los recursos naturales y culturales, distribución de beneficios, mejoras en la infraestructura y equipamiento local además de los efectos colaterales que genera la actividad turística respecto a las condiciones de la mujer campesina. Así mismo, se consideró el análisis del aprovechamiento sustentable de recursos naturales a partir del sentido de pertenencia, las políticas de manejo establecidas por los propios actores locales y diversas instituciones, además del impacto ambiental que genera la actividad.

Criterios para el análisis de la participación de la mujer en DLS
Figura 1
Criterios para el análisis de la participación de la mujer en DLS
Elaboración propia

RESULTADOS

Ejido ALM, escenario de la participación de la mujer en el turismo rural - El ejido Adolfo López Mateos pertenece al municipio de Catemaco, Veracruz, se ubica entre las coordenadas 94° 57' 46'' longitud y 18° 26' 17'' latitud Norte, colinda al Norte con el municipio de San Andrés Tuxtla y el Golfo de México; al Sur con los municipios de Hueyapan de Ocampo y Soteapan; al Este con el Golfo de México y los municipios de Mecayapan, Tatahuicapan de Juárez y Soteapan; al Oeste con Hueyapan de Ocampo y San Andrés Tuxtla, todos pertenecientes al Estado de Veracruz, México [Fig.2] (Inegi, 2009).

En la región se presentan diversos tipos de vegetación los cuales están asociados al clima cálido húmedo con lluvias todo el año y cálido húmedo con abundantes lluvias en verano, entre los que destacan: selva alta perennifolia, selva mediana o baja perennifolia, selva alta o mediana subperennifolia y subcaducifolia, selva baja subperennifolia, tulares, encinares, vegetación de dunas costeras, bosque tropical perennifolio, bosque mesófilo de montaña y de pino, manglar, así como algunas superficies de pastizal y vegetación acuática y subacuática (Rzedowski, 2006).

Ubicación geográfica del EALM
Figura 2
Ubicación geográfica del EALM
Elaboración propia

El ejido cuenta con 101 habitantes de los cuales 48 son hombres y 53 son mujeres, es fácil que entre ellos se reconozcan y al mismo tiempo, contribuye a su buena organización de manera general (Inegi, 2010). Del total de población, 35 permanecen económicamente activos en actividades como la construcción y el turismo, aunque esta actividad tiene una relevancia limitada, puesto que la afluencia turística tiene una temporalidad determinada por periodos vacacionales, y sobre todo, vinculada con la realización de prácticas de estudiantes de diversas instituciones educativas.

De acuerdo a las características observadas, en el ejido únicamente cuentan con el servicio de luz eléctrica gracias a que los habitantes exigieron a la Comisión Federal de Electricidad [CFE] les suministrara el servicio. En cuanto al abastecimiento de agua potable, no cuentan con tomas de agua por parte de alguna dependencia de gobierno ya que la adquieren directamente de los nacimientos de los ríos, utilizando mangueras para abastecer los domicilios particulares. La mayoría de las viviendas están elaboradas con madera y techo de lámina o palma y de una sola planta, sólo algunas llegan a ser de material como tabique, piso firme y loza. Todas cuentan con sanitarios ecológicos ya que no hay servicio de drenaje y alcantarillado, las descargas de éstos van directo a una fosa séptica elabora por los propios habitantes; dicha fosa es una cámara hermética hecha de concreto, fibra de vidrio y PVC cuya función es almacenar y dar tratamiento al agua derivada de los sanitarios, lo cual significa que dentro de la fosa se lleva un proceso de sedimentación y anaeróbico que ayuda a reducir los sólidos y los materiales orgánicos. De esta manera no llegan directamente al suelo y cuerpos de agua, lo que contribuye a su conservación. Con relación a las características socio-económicas que presentan, se considera al ejido como una zona rural, una de muchas otras dentro del municipio de Catemaco.

En cuanto al sector educativo, únicamente cuentan con una unidad académica multigrado la cual atiende un grupo no mayor de 20 alumnos de kínder y primaria, por lo que si una persona desea seguir estudiando, deberá acudir a alguna institución ubicada en la cabecera municipal de Catemaco. De esta forma la mayoría de la población alcanza solo el nivel básico y unos pocos han logrado cursar el bachillerato y licenciatura. Las personas que eran analfabetas, tuvieron la oportunidad de cursar los niveles básicos de educación por parte del sistema de educación para los adultos lo que contribuyó a disminuir el índice de analfabetismo en el ejido. Tampoco cuentan con una unidad de salud por lo que tienen que trasladarse al municipio de Catemaco para ser atendidos por alguna emergencia. Cuando se trata de enfermedades como gripe, tos o estomacales las tratan con algún remedio casero a base hierbas tradicionales. Una de las mujeres del ejido fungía como partera tras haber recibido capacitación de personal especializado, ello debido a que se vio un alto índice de mortalidad de mujeres embarazadas tanto en el ejido como en sus alrededores por no contar con una asistencia inmediata. Pese a la popularidad que obtuvo por su buena atención, actualmente ya no presta dicho servicio.

Si bien el ejido no cuenta con servicios públicos como en el espacio urbano, los habitantes manifiestan su conformidad con los bienes y servicios que disponen, puesto que consideran que sus necesidades más importantes son alimento, techo y trabajo, pero no descartan el poder recibir algún beneficio adicional por parte del Estado. Además, desde 1993 han incursionado en la prestación de servicios turísticos, debido a la privilegiada localización al interior del ANP Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas, que les ha permitido impulsar el aprovechamiento recreativo de recursos naturales y culturales.

Turismo rural Selva del Marinero - Sin duda, la experiencia de turismo rural que brinda el proyecto Selva del Marinero es única e inigualable puesto que es un sitio en el que se ofrecen diversas actividades en el ambiente natural. El hospedaje y campamento son parte fundamental en los servicios ofertados, los ejidatarios lo consideran uno de los principales servicios, el cual desde que se creó el proyecto, ha ido mejorando gracias a las sugerencias de los visitantes y a la iniciativa propia de los que conforman el proyecto, ejemplo de ello es que la primer cabaña que se construyó fue de madera mientras que las posteriores fueron de material firme como machimbloque [bloque de tierra comprimida estabilizada] y techo de tejas.

Proyecto Selva del Marinero
Figuras 3 y 4
Proyecto Selva del Marinero
Autoría propia

Actualmente cuentan con cabañas tipo hostal, de estilo rustico y confortables, dos de ellas las clasifican como búngalos familiares y las demás como grupales; cuentan con servicio eléctrico y algunas con baño individual y completo; llegan a hospedar a grupos mayores de 30 personas. Las cabañas se encuentran en la entrada principal al ejido mientras que la zona de campamento se oferta en diversas áreas, la que más recomiendan es en la zona conocida como ‘el mirador’ justo en la parte más alta la selva y el otro sitio es cerca de las cabañas. En su organización, cuentan con una comisión de ‘hospedaje’ la cual, en las diferentes administraciones, ha estado a cargo de mujeres; ellas son las que se encargan de la limpieza de las cabañas y de dotarlas de productos básicos además de hacer saber al administrador si algo hace falta o si se requiere de mantenimiento en las mismas.

Otro de los servicios que brindan es la alimentación la cual está a cargo de las ‘anfitrionas’, un grupo de 9 a 12 integrantes, actualmente, conformado por mujeres quienes tomaron cursos de gastronomía, higiene, superación personal, entre otros, para poder formar parte de la comisión de alimentación. Como parte de las actividades recreativas y en contacto con la naturaleza, ofrecen caminatas por los diferentes senderos interpretativos en el bosque de niebla y selva tropical, con el fin de conocer algunos tipos de plantas, árboles, aves y ecosistemas representativos tanto para los habitantes como para la región en general, así como la importancia y función ecológica de cada especie. A través de los senderos, se llega a los diferentes atractivos naturales como la cueva de murciélagos, la cual alberga más de 30 tipos de dicha especie; en esta zona se le pide al turista guarde silencio y no tomar fotografías con flash debido a la sensibilidad de los murciélagos. Cerca de esta zona hay un lecho rocoso que presenta características adecuadas para practicar rapel, sin embargo, en temporada de lluvias se le pide al turista que tome precaución ya que la misma estructura da lugar a la formación de una cascada.

También se llega a la cascada y las pozas del río Coxcoapan, donde se permite al visitante practicar natación; así mismo, se llega a la caseta para la observación de aves entre las cuales destacan tucanes [Ramphastidae], águilas [Aquila chrysaetos] y cotorras [Psittacoidea]; esta actividad se recomienda realizarla entre las seis y siete de la mañana, puesto que los mismos guías se han dado cuenta que es la hora en la que están presentes las aves, mientras que los demás recorridos sugieren se lleven a cabo antes de las seis de las tarde con la finalidad de que el visitante pueda disfrutar del paseo. Los encargados de fungir como guías de turismo son los hombres que, al igual que las mujeres, tienen su comisión y tomaron cursos de capacitación para poder tener el cargo.

Cascada y poza Selva del Marinero
Figuras 5 y 6
Cascada y poza Selva del Marinero
Autoría propia

Además, ofrecen talleres de educación ambiental con la finalidad de concientizar a los visitantes sobre la importancia del cuidado, aprovechamiento sustentable y conservación de los recursos naturales, ello a través de pláticas de experiencias vividas por los habitantes del ejido de tal manera que puedan comprender que el ser humano es capaz de adaptarse al medio natural sin necesidad de dañarlo y garantizar su continuidad con generaciones futuras. Por otra parte, algunas integrantes del proyecto Selva del Marinero, han participado en talleres de producción orgánica de especies comestibles, en la modalidad de ‘hortalizas de traspatio’, lo cual ha permitido emplear a las mujeres en otra actividad diferente al hogar y a la actividad turística, que si bien les ha permitido generar sus propios alimentos, les funciona como fuente de ingresos económicos extra debido a que, en ocasiones, llegan a vender sus productos al interior del ejido.

Para poder llegar a la Selva del Marinero se tiene que hacer reservación con los ejidatarios para que se haga el traslado del centro de Catemaco al ejido, de lo contrario es necesario llevar automóvil particular o contratar el servicio de taxi especial en la cabecera municipal, puesto que la distancia al ejido es más de ocho kilómetros, en un camino de terracería transitable principalmente en época de estiaje.

Uso y aprovechamiento de recursos naturales - Se identificó la importancia que tiene para los pobladores del ejido, la conservación ambiental y la participación colectiva para el aprovechamiento de los recursos naturales, ya sea en actividades cotidianas o para el desarrollo del turismo rural. Si bien el uso y aprovechamiento de los recursos naturales se considera un problema complejo, debido a las restricciones dentro de un área natural protegida, los habitantes del ejido Adolfo López Mateos, hacen uso de ellos mediante actividades de turismo rural, por lo que se destaca el análisis de la relación sociedad-naturaleza y el sentido de pertenencia hacia los recursos naturales y el impacto ambiental generado por la actividad turística.

Se considera que el proceso de la reforma agraria en México durante los años de 1970, fue parte esencial en la formación del ejido Adolfo López Mateos ya que los habitantes de dicho lugar, lucharon para obtener los documentos que los acreditara como poseedores de dicho espacio. Después de algunos desalojos, el último por parte de autoridades municipales y federales que pretendían quedarse con los terrenos, el ejido logró asentarse en donde están actualmente, teniendo que empezar a forjar un patrimonio para sus familias debido a que los despojaron de todas sus pertenencias.

Por otra parte, el proceso de creación del ANP también, generó expropiaciones ejidales con la finalidad de preservar, conservar y restaurar el equilibrio ecológico en la zona. Ante el deterioro y pérdida de biodiversidad en el sitio por la explotación que se le daba al espacio natural antes de los diversos decretos de ANP, varios de los habitantes del ejido, por decisión propia, empezaron a cuidar de los recursos naturales con la finalidad de utilizarlos en sus necesidades básicas y al mismo tiempo conservarlos para los futuros habitantes, dando así un mayor valor tanto al espacio físico como a los recursos disponibles en ese momento.

Conservación ambiental
Figuras 7 y 8
Conservación ambiental
Autoría propia

Los habitantes del ejido tomaron la iniciativa de conservar los recursos, especialmente el agua, cuando sufrieron las consecuencias del uso indiscriminado por parte de poblaciones aledañas y de ellos mismos, al ver que la mayoría de los arroyos que los abastecían de agua potable se habían secado, debido a la falta de cubierta vegetal, por lo que tenían que hacer largos viajes para conseguirla lo cual dio lugar a la concientización de mantener los recursos naturales, no sólo por su importancia ecológica, sino por su importancia para abastecer las necesidades básicas de las personas.

A partir de ello, los habitantes fundadores del ejido y los que actualmente radican en él, se le ha dado mayor importancia a la conservación de recursos naturales debido que han logrado un buen sentido de pertenencia hacia su medio, logrando un orden tanto social como natural, permitiendo un uso y aprovechamiento responsable de éstos. Además de promover con personas ajenas al ejido, la importancia y necesidad de conservar los espacios naturales, no sólo de la zona o de áreas naturales protegidas sino de todo espacio que proporcione beneficios al ser humano. De esta manera, los habitantes del ejido consideran que son ejemplo de que el hombre puede tener una relación armónica con la naturaleza, sin necesidad de destruirla al hacer uso de los recursos que proporciona con diversas actividades, entre ellas las turísticas.

Aunque la presencia de las mujeres del ejido Adolfo López Mateos es considera esencial y pilar de las familias, anteriormente cumplían sólo con su papel de amas de casa y seguir al hombre a donde fuese; situación que cambió después de haberse incorporado al proyecto turístico. Gracias a la incorporación de las mujeres a la actividad turística, han obtenido mayor confianza de sí mismas lo cual da lugar a que el proyecto Selva del Marinero siga en curso y les permita seguir recibiendo beneficios tanto sociales como económicos y personales.

En este sentido, con los servicios que ofrecen han mejorado sus ingresos y con las ganancias obtenidas han podido optimizar y generar infraestructura para la comodidad del visitante ello, sin causar mayor daño al entorno natural. De manera general, se ha logrado obtener mayor infraestructura básica como el servicio de luz eléctrica en las casas y en las cabañas, donde el pago de éste, se obtiene a partir de los ingresos que genera la actividad turística, se logra cubrir el mantenimiento del camino que llega al ejido, los senderos y las instalaciones con las que cuentan. Por otra parte, se les enseñó a elaborar los sanitarios secos para evitar la contaminación de los cuerpos de agua por la instalación de servicios de drenaje por lo que se implementó en la mayoría de las viviendas mejorando así, las condiciones de las mismas.

Sin embargo, no obtienen grandes beneficios en cuanto al pago por la prestación de los servicios turísticos, debido a que los ingresos se siguen invirtiendo para la mejora de la infraestructura, tanto de lo concerniente en el proyecto como en lo que se llega a requerir en el ejido. Aun así, los socios del proyecto no están inconformes debido a que consideran una satisfacción el hecho de que, gracias a ello, el proyecto ha ido creciendo y mejorando. Se estima que el mayor beneficio que ha dejado la actividad turística es en el sentido personal ya que, gracias a los talleres que tuvieron durante el proceso de formación del proyecto, les ha permitido tener presente su valor como personas, el incremento de autoestima tanto a hombres como a mujeres y aspirar a tener mejores condiciones de vida a partir de un mayor nivel educativo. Con ello, han logrado la consolidación del proyecto Selva del Marinero y llegar a acuerdos para la generación de beneficios colectivos. Por otra parte, en el aspecto ambiental se ha logrado la concientización respecto a la importancia que tiene el conservar los recursos naturales, que les ha permitido hacer un uso adecuado y a respetar el entorno natural, recibiendo beneficios económicos y personales obtenido reconocimientos por el grado de conservación en el que están los recursos a partir de su iniciativa de resguardo y aprovechamiento sustentable.

En este sentido, no ha existido una destrucción masiva del sitio mediante prácticas como deforestación y eliminación de la cubierta vegetal para la construcción de infraestructura necesaria para dicha actividad, lo que invariablemente afecta la biodiversidad. Se considera que tienen muy clara la idea de conservar y mantener el entorno natural para la actividad turística, además de que la limitada afluencia de visitantes permite la recuperación del entorno de manera natural. No obstante, es posible identificar algunos impactos que se generan con la presencia de los habitantes y los visitantes, como la generación de residuos sólidos pues no cuentan con un sitio fijo para su disposición final y los responsables del proyecto tienden a quemar la basura que queda después de una visita lo que sin duda afecta las condiciones naturales del aire y el suelo. Las encargadas de la alimentación, también generan mayor cantidad de residuos cuando atienden a grupos grandes por lo que ellas tienen que ver la manera de “deshacerse” de ellos.

Así mismo, el consumo de agua en el ejido aumenta cuando se recibe a los grupos de visitantes ya que la usan para higiene personal, además la problemática por el uso de cosméticos no biodegradables por parte de los turistas ya que el agua utilizada va directo al cauce natural afectando a las especies acuáticas. Por otra parte, los ruidos que produce la afluencia de visitantes, pueden llegar a afectar a las especies de vida silvestre del sitio, aunque se presenta compactación del suelo por recorridos fuera de los senderos establecidos, no obstante, se consideran mínimos estos daños ya que la presencia de turistas no rebasa los cinco días de estancia por lo que se da lugar a una regeneración natural. Debido a que cuentan con el reglamento de la Conanp, está prohibido introducir especies de flora y fauna ajenas al sitio así mismo, la extracción de las mismas esta inhibida por lo que, en caso de que se sorprenda a alguien cometiendo tal infracción, se le somete a una sanción.

Mujer campesina, turismo rural y desarrollo local sustentable - Las mujeres han ejercido un papel importante en el desarrollo de la sociedad y, actualmente desempeñan diversas actividades productivas diferentes a la de ama de casa o ser madre que posibilita que sean más independientes, productivas y generadoras de ingresos económicos ayudando de esta manera, a mejorar su calidad de vida, bienestar económico y social. En este sentido, una de las actividades productivas que han permitido la inserción de la mujer campesina en una dinámica diferente al hogar es el turismo rural, debido a que se considera una de las actividades económicas de mayor relevancia, en particular, para aquellos lugares que, como el ejido ALM, poseen destacados recursos naturales y culturales susceptibles de aprovechamiento. De esta manera, debido a las condiciones sociales e infraestructura con la que cuentan en el ejido, así como las actividades productivas, ha sido posible ofrecer servicios a los visitantes, destacando la participación de la mujer en las actividades turísticas además de la distribución de los beneficios y efectos colaterales que derivan de dicha actividad.

El papel que juegan las mujeres del ejido Alm, y particularmente las que participan en el proyecto Selva del Marinero, ha contribuido a la conservación de los recursos y a dar mayor valor, no monetario, a los mismos, es decir, se han incorporado en el sector ambiental de tal manera que no se sienten dueñas de los recursos sino parte de ellos. La lucha a favor de intereses personales y para la transformación de las estructuras ha generado efectos en el caso de las mujeres del ejido puesto que hoy en día ejercen principios de autonomía, igualdad, realización propia, respeto, libertad, entre otros ante los miembros de su comunidad. Dicho logro, no sólo les ha beneficiado a las mujeres sino también a los hombres y al ejido en general por lo que se puede decir que el aprovechamiento y conservación ambiental no sólo está en manos de las mujeres, sino que es un papel de todos los seres humanos.

No obstante, las mujeres del ejido pasaron por diversos procesos de transformación para poder llegar a ser lo que ahora representan tanto en el sitio como en el proyecto y personalmente. El incorporarse al trabajo turístico les ha generado grandes satisfacciones debido a que se consideran aptas para llevar a cabo cualquier actividad diferente al ámbito doméstico. Sin duda, su afiliación a actividades no domésticas, les ha permitido considerar su existencia como sujetos capaces de identificar diversas problemáticas, logrando dejar de lado la sujeción de su género, además de contribuir a la conservación ambiental y aprovechamiento sustentable de recursos naturales, actividades que han dado lugar a mejorar sus condiciones de vida, su desarrollo personal y familiar, consiguiendo empoderarse lo cual se refleja, principalmente, en principios como igualdad de género, autonomía, respeto a sus derechos, realización propia, entre otros.

Anfitrionas
Fotografías 9 y 10
Anfitrionas
Autoría propia

Actualmente las mujeres participan en el proyecto como socias y, al mismo tiempo, ‘anfitrionas’, cuyo trabajo se basa en el servicio de alimentación para los visitantes y también en el monitoreo del mejoramiento del proyecto. En un principio un hombre decidió formar parte del equipo, sin embargo, por cuestiones laborales se vio en la necesidad de abandonarlo e incluso, migrar del ejido hacia la ciudad de México puesto que representaba una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida. Dicha colaboración les ha permitido sentir satisfacción consigo mismas y con los demás puesto que se dicen orgullosas al saber que su trabajo es valorado no sólo con los miembros de su familia sino con los mismos visitantes.

Empoderamiento de las mujeres en el ejido ALM y su contribución en el desarrollo local sustentable
Cuadro 1
Empoderamiento de las mujeres en el ejido ALM y su contribución en el desarrollo local sustentable
Elaboración propia con base en el trabajo de campo

En cuanto a la organización que adoptaron para la oferta de servicios turísticos se ponen de acuerdo, cuando saben que llegará un grupo grande de visitantes, para decidir el ‘menú’; realizan una junta en donde elaboran una lista de las comidas que van a preparar, así como de los ingredientes que van a ocupar ésta última se la hacen llegar al administrador para que sepa lo que se tiene que comprar. Posteriormente, una o dos de ellas salen a comprar los insumos que no obtienen directo de la selva, tal es el caso de la carne y algunas frutas y verduras. De acuerdo a su organización, cada una de las mujeres debe servir 36 comidas, las cuales les son remuneradas equitativamente. El servicio consta de tres comidas típicas al día: desayuno, que se sirve a las 8:00 a.m. [fruta picada, leche, café, té, chilaquiles]; comida, a las 2:00 p.m. [sopa, guisado, agua de fruta y postre] y; cena, a las 8:00 p.m. [leche, café, té, pan]. Cabe destacar que este servicio se considera especial debido a que las comidas se sirven en la casa de la ‘anfitriona’ lo cual hace diferencia con otros sitios además de que la mayoría de los insumos utilizados para la elaboración de alimentos, los obtienen de la misma selva, aprovechando al máximo los recursos con los que cuentan.

Del mismo grupo, sólo dos de ellas han llegado a ser guía de turistas del proyecto sin embrago, no continuaron en dicho cargo debido a que les gusto más formar parte de las ‘anfitrionas’. Una de ellas abandonó ambos grupos debido a una oportunidad de trabajo fuera del ejido mientras que la otra, además de formar parte de la comisión de alimentación fue considerada por integrantes del proyecto y del ejido en general para tomar cursos sobre ‘primeros auxilios’ por lo que, temporalmente, fungió como partera y en el ejido y en lugares aledaños. De esta manera y con base a los resultados de la investigación, es posible identificar las características del tipo de empoderamiento de la mujer campesina en el ejido ALM y su contribución en el desarrollo local sustentable [DLS], ello se observa en el Cuadro 1.

CONCLUSIONES

El desarrollo sustentable pretende satisfacer las necesidades del presente sin reducir la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, considerando que el desarrollo local sustentable es el proceso por el cual el ser humano puede hacer uso de los recursos de acuerdo a las condiciones biofísicas y sociales en busca de una mejor calidad de vida de la población a largo plazo, esto en el sentido de bienestar y confort. Con ello, se presentan como alcances la satisfacción de las ‘necesidades básicas’ del individuo y, como límites los medios por los cuales se han de cubrir las necesidades. En el caso del ejido ALM, el medio para alcanzar el desarrollo local sustentable es el turismo rural, puesto que ha sido considerado como una herramienta para promover la participación productiva tanto de hombres como de mujeres, además de ser una actividad orientada a la conservación ambiental, lo que lo convierte en una actividad con potencial para generar procesos que visibilicen las aportaciones de las mujeres no sólo hacia sus grupos domésticos sino hacia el desarrollo en sus comunidades.

Como resultado de la investigación se identifica a la mujer campesina como soporte para la realización de la actividad turística y la conservación ambiental donde, a partir su participación en dicha actividad y las diferentes variables consideradas, consigue las bases para forjar un desarrollo local sustentable. Con los instrumentos aplicados y los relatos de los habitantes del ejido, se observó que han obtenido, con base a sus necesidades básicas, un nivel considerable respecto a la mejora de la calidad de vida por medio del proyecto turístico y en la conservación ambiental.

No obstante, tienen pendientes por resolver respecto a la continua mejora tanto en la calidad de vida de los habitantes como en lo concerniente al proyecto turístico y su responsabilidad ambiental; a pesar de ello, están satisfechos con lo que tienen hasta el momento y la contribución que han logrado no sólo los hombres y mujeres que participan en el proyecto, sino de manera general quienes radican en el ejido. Más que limitaciones consideran que se necesita mucho más esfuerzo y atención por parte de los diferentes órganos gubernamentales e institucionales para alcanzar un ‘desarrollo deseable’ puesto que en el ejido tienen las bases para lograrlo. Sin duda alguna, la incorporación de las mujeres del ejido al trabajo remunerado, ha permitido una mejora tanto en la calidad de vida en sus respectivos hogares y también de manera general en el sitio, ya que con sus decisiones y contribuciones han ayudado a generar un ambiente armónico así como un equilibrio entre géneros, de tal manera que los mismos hombres, reconocen el esfuerzo aplicado de las mujeres para la consolidación y desarrollo tanto del proyecto turístico como del ejido en general.

Con lo anterior se demuestra que la participación de las mujeres, en proyectos productivos y en la toma de decisiones dentro de un grupo social, es fundamental para impulsar el desarrollo local, puesto que forman parte de los procesos de evolución de la vida económica, política, social, cultural y ambiental de los pueblos. Así, tanto hombres como mujeres, a través del trabajo, forjan las bases para mejorar sus condiciones de vida y bienestar social, generando mayor interacción con la comunidad y reforzando el sentimiento de pertenencia al territorio. Desde una perspectiva ambiental, los habitantes del ejido, en especial los integrantes del proyecto turístico, podrían mejorar y ampliar el concepto de conservación a través de capacitaciones y talleres en los cuales les compartan conocimientos y experiencias adecuadas al sitio, además de la implementación de tecnologías a su alcance, que les permita realizar vigilancia continua respecto a la conservación y restauración de los espacios que así lo requieran. Por otra parte, los participantes del proyecto podrían fungir como relatores de la experiencia vivida, ya que se considera que el proyecto está teniendo éxito lo cual representaría un ejemplo a seguir y, a su vez eso ayudaría a la difusión del sitio fuera del entorno local. De esta manera, el compromiso tanto de hombres como de mujeres en el ejido respecto al proyecto y a la conservación cultural y ambiental, sería mayor debido a que reforzarían su trabajo y buscarían la mejora constante del sitio y, por ende, de su calidad de vida.

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Notas

[1] Ana Karen Reyes-Aguilar - Maestra en Ciencias Ambientales, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. E-mail: karenreyesaguilar@hotmail.com
[2] Carlos Alberto Pérez-Ramírez - Doctor en Ciencas Ambientales. Profesor-Investigador en la Facultad de Planeación Urbana y Regional, adscrito al Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Planeación Territorial y de los programas de posgrado de Maestría y Doctorado en Ciencias Ambientales, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Currículo: https://www.researchgate.net/profile/Carlos_Perez-Ramirez2. E-mail: caperezr@uaemex.mx
[3] Rocío Del Carmen Serrano-Barquín - Doctora en Ciencias Ambientales,. Profesora-Investigadora en la Facultad de Turismo y Gastronomía, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Currículo: https://www.researchgate.net/profile/Rocio_Barquin. E-mail: rocioserba14@gmail.com
[4] Ruth Moreno-Barajas - Doctora en Ciencias Agropecuarias y Recurosos Naturales. Profesoar-Investigadora en la Facultad de Planeación Urbana y Regional Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. E-mail: alin_ruth@hotmail.com
[5] Processo Editorial: Recebido 12 AGO 2017; Avaliado OUT 2017 a MAI 2018; Aceito: 23 OUT 2018.
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