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Segundos hijos, casi ningún dekasegui, casi todos turistas. Dinámicas de movilidad entre los nikkeis del Vale do São Francisco, Brasil
Second Children, Almost no Dekasegui, Almost all of them Tourists. Dynamics of Mobility among Nikkeis from Vale do São Francisco, Brazil
Segundos hijos, casi ningún dekasegui, casi todos turistas. Dinámicas de movilidad entre los nikkeis del Vale do São Francisco, Brasil
Rosa dos Ventos, vol. 11, núm. 2, pp. 340-355, 2019
Universidade de Caxias do Sul
Recepción: 27 Abril 2018
Aprobación: 26 Agosto 2018
Resumen: En este texto abordaré un aspecto tratado en mi tesis de Doctorado; una etnografía que trata sobre las diferentes estrategias productivas, asociativas e identitarias que están por detrás de los procesos de inserción y permanencia de una comunidad de nipodescendientes [conocidos como ‘nikkeis’] en la modalidad de agricultura irrigada implementada en Polo Petrolina, Juazeiro, también conocido como Vale do São Francisco [VSF] o Sertão do São Francisco, ubicado entre los estados de Pernambuco y Bahia en el Nordeste brasileño. Para la ocasión trataré sobre cuatro dinámicas de movilidad que configuran y comportan en gran medida a esta comunidad. Ellas son, la salida del hijo no primogénito del hogar paterno, dos modalidades de viaje a Japón que guardan relación entre sí como son el ir como dekasegui y como turista, y una cuarta dinámica de movilidad que no es exclusiva de los nikkeis del VSF y está directamente vinculada con la actividad agroexportadora propia de una región inserta en cadenas agroalimentarias globales. Procuro mostrar la importancia de incorporar las diferentes dinámicas de movilidad a la hora del análisis y la representación etnográfica, al tiempo que mostrar al Turismo no ya como práctica espacial aislada y en sí misma, sino formando parte de una variedad de prácticas espaciales que operan de manera entrelazada, y formando parte de un entramado de significados culturales que posicionan y clasifican los distintos tipos de viaje.
Palabras clave: Turismo, Movilidad, Nikkeis, Dekaseguis, Vale do São Francisco, Brasil.
Abstract: In this presentation I will be approaching one of the aspects contemplated in my PhD thesis, an ethnography regarding the different strategies either productive, associative and identity-related which underpin the processes of insertion and permanence of a community of Japanese descendants [known as ‘Nikkeis’] in the modality of irrigated agriculture in Polo Petrolina-Juazeiro, also known as Vale do São Francisco [VSF] or Sertão do São Francisco, located between the states of Pernambuco and Bahia, in Northwest Brazil. In this opportunity I shall deal with four mobility dynamics which, to a large extent, shape this community. These are, the leaving of the non-first-born from the parental home; two modalities of trips to Japan which are not interrelated, like travelling as a dekasegui and as a tourist, and a fourth dynamic of mobility which is not exclusive of the Nikkeis from VSF and is directly connected to the agro-exporting activity characteristic of a region which is inserted in global agro-food chains. In this text I intend to show the relevance of including the different dynamics of mobility when it comes to analysis as well as to its ethnographical representation, while at the same time I seek to portray Tourism not just as an isolated spatial practice and on its own, but taking part into a variety of spatial dynamics that operate in an interweaving form, and being a part of a framework of cultural meanings that position and classify the different types of travels.
Keywords: Tourism, Mobility, Nikkeis, Dekaseguis, Vale do São Francisco, Brazil.
INTRODUCCIÓN: UNA ETNOGRAFÍA ENTRE EL SERTÃO DO SÃO FRANCISCO Y EL RESTO DEL MUNDO.
En este texto abordo un aspecto tratado en mi tesis de Doctorado (Fabreau, 2016), la cual es fruto de un proceso de trabajo etnográfico de cuatro años en la comunidad nikkei del Polo Petrolina-Juazeiro, un asentamiento ubicado entre los estados de Pernambuco y Bahia en la región conocida como Vale do São Francisco [VSF], conformado principalmente por descendientes de inmigrantes japoneses procedentes de São Paulo y Paraná, y dedicados a la agricultura irrigada. A su vez este trabajo se enmarca en un proceso mayor iniciado en el año 2008 cuando comencé a trabajar sobre la presencia nikkei en Pernambuco y su circulación desde una perspectiva antropológica en general y etnográfica en particular.
Si bien la pregunta rectora apuntó a dar cuenta de diversas estrategias asociativas, familiares e identitarias que están por detrás de la inserción y permanencia de este grupo étnico en el régimen productivo de la agricultura irrigada implementada en la región, una de las premisas que guio todo el proceso de etnográfico fue el hecho de que la colonia japonesa brasilera en tanto grupo étnico tiene una historia de ciento diez años signada por dislocaciones dentro del país y hacia afuera, y que una serie de dinámicas de movilidad configuraban tanto la llegada de este grupo al lugar, como su salida y su permanencia. A todo esto, en contexto de trabajo de campo fueron haciéndose cada vez más visibles una serie de dinámicas de movilidad que guardan relación entre sí, y que organizan y configuran en gran medida la vida social y productiva de esta comunidad.
EL POLO PETROLINA-JUAZEIRO EN EL SEMIÁRIDO BRASILERO. MOVILIDAD DE CAPITALES Y FUERZA DE TRABAJO.
Seguramente lo primero que se asocie cuando se piensa en 'Sertão', es 'sequía', 'lejanía', 'soledad', deviniendo una especie lugar simbólico situado en las antípodas del Brasil modernizado [y urbano] del litoral. Quizás en gran medida con la publicación de obras como ‘Os Sertões’, de Euclides da Cunha, en 1902, ese vasto territorio imaginado de barbarie, lejanía y sequedad comienza a ser tomado en serio, a ser analizado y re contextualizado mostrando que ese sertão son muchos sertones y en él la diversidad de flora, fauna y grupos humanos es considerable.
En un interesante e interpelante ejercicio arqueológico [del saber y sus epistemes], o también en lo que podría considerarse como una 'arqueología de la convivencia', Moreira Neto (2013) muestra de manera contundente cómo han ido variando los discursos, significados, prácticas y políticas en relación al sertão nordestino, pasando de un universo simbólico signado por ‘sertão’ y ‘seca’ a otro en que ‘semiárido’ y ‘convivencia’ son los significantes emblemáticos; la idea básica que subyace es que al terminar por reconocerse que la sequía es un fenómeno cíclico e inexorable, el foco pasa de su erradicación a la convivencia con la misma. La autora establece que este cambio no es ni casual ni exento de dinámicas de poder, sino que por el contrario está entrelazado con criterios económicos y políticos basados en discursos y prácticas estatales de planificación y control social que comienzan a vislumbrarse ya en la década del '50 del siglo pasado.
Ya no será aquel sertão miserable y desesperante retratado por ejemplo en la obra de Graciliano Ramos o en las interpretaciones de Luiz Gonzaga, sino que será el semiárido el que instaura un nuevo orden social [y un nuevo Orden del Discurso] y plantea otros nuevos desafíos que tienen que ver no ya con la subsistencia sino con el desarrollo económico y las grandes obras; en definitiva, con un controvertido y polémico paradigma de desarrollo. En palabras de la autora,
O Semiárido como discurso legitimador de uma nova concepção de Sertão surge, por tanto como resposta para uma nova realidade. [...] As políticas compensatórias trazem agregadas as mudanças de conceituação regional: sai de cena o Sertão sinonimizado em miséria e entra em cena o Semiárido, onde as secas periódicas serão combatidas com grandes açudes e barragens e vultosos projetos de irrigação orientados pela lógica do mercado e da competitividade (Moreira Neto, 2013, p.13-14)
Es pues en el Semiárido que deberá entenderse el contexto de este trabajo; un Semiárido en donde los agentes de planificación y desarrollo como la Superintendência do Desenvolvimento do Nordeste [Sudene] de Celso Furtado dejaron su impronta, como hoy día dejan su impronta la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária [Embrapa] y la Companhia de Desenvolvimento dos Vales do São Francisco e do Parnaíba [Codevasf], el Semiárido que consiguió generar contextos propicios para la captación de capitales de las regiones ricas del Brasil y del mundo, así como para la importación de fuerza de trabajo y la fijación de la mano de obra local, conteniendo [en parte] el éxodo rural. El Semiárido en donde están en permanente tensión la agricultura irrigada de corte agroexportador y la de secano, la pobreza y el agronegocio, la acumulación y la exclusión. En definitiva, en un Semiárido en tanto espacio social, fragmentado, heterogéneo y altamente contradictorio.
En el año 2004, a pedido del Ministério da Integração Nacional y el de Meio Ambiente se decidió revisar los criterios definitorios y demarcadores del Semiárido brasilero, cuyo único criterio distintivo propuesto en 1989 fue el del nivel de precipitaciones. De esta manera, la nueva demarcación aprobada en 2005 de basó en tres criterios,
I. precipitação pluviométrica média anual inferior a 800 milímetros;
II. Índice de aridez de até 0,5 calculado pelo balanço hídrico que relaciona as precipitações e a evapotranspiração potencial, no período entre 1961e 1990; e
III. risco de seca maior que 60%, tomando-se por base o período entre 1970 e 1990 (Brasil, 2005, p.3).
Estos tres criterios fueron aplicados a todos los municipios que pertenecían a la SUDENE e inclusive a municipios del norte de Minas Gerais y de Espírito Santo; el cometido era encontrar por lo menos uno de los tres criterios enumerados. Así, la nueva delimitación y caracterización, que rige actualmente, pasó a englobar un total de 1133 municipios ocupando 980.000 km. aprox. en un territorio que abarca el norte de Minas Gerais, Bahia, Piauí, Sergipe, Alagoas, Pernambuco, Paraíba, Rio Grande do Norte y Ceará; es decir, el Norte de Minas Gerais y parte de los estados del Nordeste con la excepción de Maranhão (ver Figura 1). De esta manera, el nuevo Semiárido brasilero pasa a ser una de las regiones más densamente pobladas concentrando 31,6 millones de personas, lo que consistiría en el decir el 19% de la población del país (Moreira Neto, 2013).
Considerada la mayor región semiárida continua del mundo, el Semiárido brasilero presenta temperaturas medias anuales superiores a los 26 °C y una estación seca y otra lluviosa. Por otro lado, la acentuada deficiencia hídrica se debe en gran medida a la escasez y mala distribución de las precipitaciones en la estación lluviosa, la intensa evaporación y el alto escurrimiento superficial en las épocas secas. Del análisis del territorio demarcado se desprenden algunas características importantes; en primer lugar, que está lejos de ser un espacio homogéneo; por el contrario, presenta una gran diversidad ecológica siendo un bioma rico y variado. Por otro lado, y como consecuencia de lo anterior, tampoco se trata de un territorio desértico ni mucho menos inapropiado para la vida (Cavalcante, 2010; Moreira Neto, 2013).
Ya en relación al territorio puntual donde este trabajo se desarrolla, el Vale do São Francisco a la altura del Polo Petrolina-Juazeiro [Figura 2], a pesar de estar en la región denominada 'polígono da seca' y dentro de un bioma denominado 'caatinga', que sería una forma de sabana esteparia con fisionomía de desierto caracterizado por un clima semiárido con pocas e irregulares lluvias y una vegetación aparentemente seca, presenta una gran fertilidad y aptitud para la producción hortifrutícola debido a la características edafoclimáticas y a la gran disponibilidad de agua de río. Por otro lado, en la región se constata un proceso de casi cincuenta años de intervenciones directas por parte del Gobierno Federal mediante políticas de desarrollo, así como también intervenciones privadas, que han generado profundas modificaciones en varios niveles y que lo han llevado a ser un referente nacional y mundial en lo que refiere a la producción de frutas tropicales de calidad mediante irrigación artificial integrándolo a cadenas agroalimentarias globales, atrayendo capitales y fuerza de trabajo de varias partes de Brasil y el mundo; y ello con todas las dinámicas y contradicciones propias del sistema capitalista de producción.
LA INMIGRACIÓN JAPONESA EN BRASIL Y LOS NIKKEIS DEL POLO PETROLINA-JUAZEIRO. CIENTO DIEZ AÑOS EN MOVIMIENTO.
El flujo migratorio moderno de Japón hacia afuera de esas islas es de larga data y debe ser contextualizado en un proceso de desarrollo industrial y urbano que tuvo lugar a partir del inicio de la Era Meiji, en 1868, período que puso fin a más de doscientos cincuenta años de reclusión insular conocido como Era Edo o Era Tokugawa, caracterizada por un régimen feudal, y que culminó en 1912. En el caso concreto de la inmigración japonesa a Brasil, se trata de un proceso compuesto por varios períodos y momentos, e iniciado formal y simbólicamente en 1908 con la primera llegada planificada de inmigrantes a bordo del Kasato Maru al Puerto de Santos. De entre las varias periodizaciones de este proceso que ya tiene ciento diez años, puede verse un primer gran momento susceptible de ser dividido en diferentes fases que va desde 1908 hasta la interrupción de las relaciones entre ambos países en la década del ’1940 debido al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, un segundo momento que comienza con el restablecimiento de la llegada de inmigrantes a partir de 1953 y que puede ir hasta los primeros años de la década del 1960 en que la inmigración sigue siendo planificada y con fuerte énfasis en la formación de colonias agrícolas, y un tercer momento a partir de la década del 1960 hasta la actualidad en que el principal componente de japoneses que llegan a Brasil son empresarios y ejecutivos.
Es en este contexto que debería ser leída, aunque solamente en parte, la presencia nikkei en el Vale do São Francisco. A eso habría que sumarle a partir de la década del 1980 la complejización del fenómeno con la incorporación del camino inverso ‘Brasil-Japón’ hecho por aquellos inmigrantes japoneses y descendientes, conocidos como 'dekaseguis', que viajaron [y viajan] Japón por motivos laborales. Paralelamente a ello, no hay que perder de vista los permanentes procesos de movilidad interna de esta comunidad, que al día de hoy cuenta con por lo menos cinco generaciones y un millón y medio de integrantes, lo que la hace la mayor comunidad de inmigrantes japoneses y su descendencia en el mundo (TakeuchI, 2008). Y es precisamente por el hecho de contar hoy día con una comunidad conformada por más descendientes que inmigrantes, que prefiero hablar de 'nikkeis', y no tanto de 'japoneses' propiamente dicho, aunque cabe reconocer la categoría 'japonés' suele ser utilizada como categoría nativa.
De lo anterior se extrae que la colonia japonesa en Brasil, está atravesada por diferentes dinámicas de movilidad y no apenas las que tuvieron lugar hace ciento diez años. Esta movilidad está en la base la expansión del grupo desde las regiones Sudeste y Sur hacia otros puntos del país, como es el caso de la región Nordeste al que me he dedicado a estudiar. Cabe señalar además que los estados del Nordeste con mayor presencia nikkei son Bahia en primer lugar, seguido por Pernambuco. En relación a este caso concreto, cabe señalar que históricamente los nikkeis en Brasil han participado en procesos de expansión de fronteras agrícolas, sea llegando de manera planificada o de manera individual a través de redes familiares y/o étnicas a diversas regiones del país tales como el café en São Paulo o la 'Pimenta do Reino', en la Amazonia, por mencionar dos casos emblemáticos.
Los nikkeis del Polo Petrolina-Juazeiro provienen principalmente de los estados de São Paulo y Paraná, y se trata principalmente de hijos de inmigrantes llegados en la posguerra. Las primeras [pocas] familias llegaron de manera individual a mediados de la década de los 1970 atraídos por las oportunidades abiertas por la implantación de la agricultura irrigada. Pero la principal llegada de nikkeis fue de manera planificada a comienzos de los 1980 a través de la emblemática Cooperativa Agrícola de Cotia, una institución estrechamente vinculada con la inmigración japonesa a Brasil y su colonia. Ya en la década de los 1990 continuaron llegando nikkeis de manera autónoma mayormente a establecerse a proyectos de irrigación. Al día de hoy en la región habría aproximadamente 180 familias, todas ellas vinculadas directa o indirectamente a la agricultura irrigada y ya hay por lo menos una generación nacida en el local.
Con foco en las dinámicas globales por detrás de la producción de alimentos en un régimen posfordista de producción, Cavalcanti (2011., 2011.) muestra cómo en la región del Vale do São Francisco, merced a la afluencia de diversos agentes sociales, entre ellos las familias nikkeis y sus instituciones, se fue configurando un nuevo contexto y una nueva trama de relaciones sociales y por sobre todas las cosas un espacio globalizado, o utilizando las palabras de David Saddler a quien la propia autora retoma, una ‘región global’. Estas regiones globales obedecen a dinámicas de expansión y maximización de ganancias por parte del Capital y se configuran según las estrategias de circulación y acumulación de éste. Para estos territorios se movilizan personas e instituciones, impulsados por la escasez en sus propios locales. Ese tipo de fenómenos fueron los que en gran medida configuraron el proceso de las sucesivas llegadas de los nikkeis al VSF así como de otros migrantes que vinieron a sumarse a los nativos que ya estaban al mismo tiempo que a ocupar el lugar de los nativos que partieron.
En relación a esa escasez mencionada que obliga a los sujetos abandonar sus lugares de origen, en la próxima sección mostraré que en el caso de muchos nikkeis instalados en el VSF que lo que pautó su salida del hogar paterno fue en gran medida el hecho de no encontrar un lugar de crecimiento en el ámbito original; es decir, una dinámica generacional que gira sobre un problema de sucesión. A todo esto, muchos de esos mismos nikkeis, aprovechando las oportunidades que aún hoy ofrece la agricultura irrigada en la región, han encontrado la forma de que sus hijos sean integrados al esquema de producción, es decir, posibilitarles su asentamiento en el lugar.
En definitiva, la llegada de los japoneses al lugar estuvo pautada de una manera o de otra por un componente étnico en donde lo familiar y lo organizacional está bastante presente, al mismo tiempo que por un diferencial tecnológico y una determinada relación de esos sujetos con el trabajo generando así estrategias asociativas y también identitarias en un escenario fragmentado y altamente cambiante. Así, este nuevo escenario puede ser leído como un territorio étnicamente segmentado (Ribeiro, 2011)[i] conformado por flujos de fuerza de trabajo, nativos y empresas donde tienen lugar diversas dinámicas que van desde procesos de construcción de identidades, estrategias de diferenciación o de identificación, formas de o reorganización familiar entre generaciones, modalidades asociativas, etc. Esta nueva trama reconfigura las complejas relaciones entre los niveles local y global, sus conflictos y sus integraciones.
CUATRO DINÁMICAS DE MOVILIDAD ENTRE LOS NIKKEI DEL VALE DO SÃO FRANCISCO
Por el hecho de que este territorio esté inserto en cadenas agroalimentarias que trascienden lo local y también lo nacional, y también por el hecho de este grupo étnico concreto pertenecer a una comunidad migrante con una profusa historia de más de cien años de tránsitos tanto entre Brasil y su país de origen, como dentro del país, asumo que tanto este contexto social y productivo, así como esta comunidad están atravesados por fuerzas y dinámicas signada por la movilidad. En este apartado quisiera presentar cuatro dinámicas que guardan relación entre sí y que operan y configuran la vida social y productiva de este grupo y de este territorio.
Relativa al modelo de organización familiar de ié: la salida de los segundos hijos - La primer dinámica de movilidad se asienta a su vez en una dinámica generacional que está por detrás de la llegada de la mayoría de los nikkeis a la región, procedentes principalmente de los estados de São Paulo y Paraná. Se trata de una regla tácita y proveniente de un modelo familiar tradicional que aún hoy en gran medida opera y que establece la permanencia en el hogar paterno del primer hijo varón y la salida del resto de los hijos varones (Yanagisako, 2001; Fabreau, 2018). A partir del período conocido como Era Meiji (1868-1912) es retomado y extendido un modelo familiar patriarcal propio del feudalismo (Era Edo o Era Tokugawa, 1603-1867) y que a pesar de ser abolido luego de la Segunda Guerra Mundial con la ocupación norteamericana, continuó operando de manera difusa y tácita tanto en Japón como en aquellos países con inmigrantes japoneses de hasta mediados de siglo XX. Esa forma de organización familiar se denomina ié, que remite a los conceptos de ‘casa’ y ‘familia’, y que en líneas generales se organiza bajo la forma de un núcleo familiar patrilineal y patrilocal, en el que el primogénito varón al mismo tiempo de ser el heredero de los bienes paternos y tener potestades y privilegios en relación al resto de los hermanos, también tiene el deber de cuidar de los padres[ii].
En palabras de Cardoso (1998): "Tradicionalmente, a família japonesa é apresentada como um sistema hierárquico, organizado a partir do princípio de descendência patrilinear, onde o primogênito de sexo masculino tem direito à herança e sucessão" (p.83). Y más adelante continúa la autora: "Quando percebida como uma linhagem patrilinear, que persiste através das gerações e cuja continuidade é simbolizada por árvores genealógicas, nome e insígnias, a família é chamada ie" (p. 85). Célia Sakurai (1993), por su parte, relaciona ese linaje familiar al todo social:
No Japão tradicional, todo o sistema social e econômico era baseado na linhagem familiar – ie - que supunha, não só a residência comum mas, também, a divisão dos papéis que cabiam a cada membro da família. O primogênito, herdeiro e o futuro chefe da família, recebia, desde cedo, um tratamento diferenciado, pois devia estar preparado para manter o sustento material do ie, como também, para ser o chefe, especialmente no culto aos antepassados (p. 51).
Una consecuencia de esta forma de organización es el hecho de que mientras que el primogénito varón permanece en el hogar paterno con una serie de derechos y de obligaciones, el resto de los hijos, que genéricamente suelen ser llamados de 'segundos hijos', eximidos de privilegios así como también de obligaciones, comúnmente abandonan el hogar en pos de un proyecto propio. Esa dinámica generacional que a su vez pauta una dinámica espacial es la que configuró en gran medida tanto el flujo migratorio de Japón hacia fuera, como más tarde a partir de mediados de la década de los 1980 la ida de nikkeis latinoamericanos hacia Japón como fuerza de trabajo. En Brasil, además, pautó los diferentes movimientos internos muchas veces hacia fronteras agrícolas. En tal sentido, fue esta dinámica la que configuró en gran medida la llegada de nikkeis al VSF; se trata en definitiva de una comunidad mayormente formada por segundas generaciones y en su gran mayoría, segundos hijos.
A pesar de no ser este el ámbito para desarrollarlo, quisiera apenas hacer mención al hecho de que, contemplando la situación de los segundos hijos en las familias de sus cooperados, la CAC, responsable por la primera llegada planificada de nikkeis al VSF, tenía una política de expansión consistente en posibilitar la ida para otras regiones productivas de Brasil, a jóvenes nikkeis no primogénitos. Esto significa que por detrás de la selección de estos nuevos cooperados se establece una dinámica generacional que facilita no solamente la salida del segundo hijo de la casa paterna, sino que además establece el inicio de un proyecto propio, aunque al mismo tiempo mediado por el horizonte común del trabajo en la cooperativa. Un último aspecto que considero oportuno señalar es que en contexto de trabajo de campo percibí con mucha frecuencia casos en que, luego de alcanzar una posición consolidada merced a los buenos resultados en la agricultura irrigada, los productores nikkeis optan por integrar [o darles la posibilidad de hacerlo] a todos sus hijos en el negocio familiar y no apenas al primogénito. Esta dinámica recorre así un camino inverso a la de la salida del hogar paterno de gran cantidad de estos nikkei; mientras que ellos tuvieron que salir de casa para emprender su propio proyecto y ganar independencia, ahora los hijos tienen la posibilidad quedarse trabajando junto al padre y sus hermanos.
En definitiva, esta nueva dinámica generacional surgida entre los nikkeis del VSF implica además de una integración, una fijación espacial al tiempo que una forma de expansión. Si la expansión de la colonia nikkei [y de la CAC] estuvo asentada en una dinámica generacional merced a la salida del segundo hijo del hogar paterno, en el caso de las empresas familiares existe otro tipo de expansión, que no es espacial sino temporal. Al integrar a los hijos la empresa familiar, el grupo familiar, la unidad productiva tienden a perpetuarse en el tiempo a la vez que aspiran a mejorarse en ese traspaso generacional. Por otro lado, prefigura una transformación; una generación después, todos los hijos [y no sólo el primero varón] tienen la posibilidad de integrarse al negocio familiar.
Dos modalidades de viaje a Japón: como Dekasegui y como Turista - Las siguientes dinámicas guardan relación entre sí y tienen que ver con la profusa circulación de nikkeis brasileros [latinoamericanos en general] hacia Japón tanto por motivos laborales, como el viaje a Japón por Turismo. Como ya fue señalado, los procesos englobados en los ciento diez años de la inmigración japonesa a Brasil difícilmente puedan ser pensados plausiblemente sin tener en cuenta una profusa movilidad espacial en varios niveles; dentro del territorio nacional, dentro de las regiones brasileras, dentro de los estados y también estableciendo rutas y conexiones transnacionales. Si hace poco más de cien años y durante buena parte del siglo XX el sentido del flujo migratorio era de Japón hacia afuera, se percibe que desde mediados a fines de los 1980 ese tránsito comenzó a invertirse o por lo menos a tener un doble sentido; de esta manera un gran número brasileros [o japoneses radicados en Brasil] llegan a Japón principalmente por razones de trabajo, aunque también operan otro tipo de motivaciones.
Esta modalidad de desplazamiento y residencia en Japón, de gran relevancia tanto para los japoneses que emigraron como para su descendencia, es lo que se dio en llamar ‘fenómeno dekasegui’ y que está estrechamente vinculado a los procesos decurrentes de la globalización; esto es el flujo masivo de trabajadores nikkeis que a partir de mediados de la década de los 1980 comienzan a desplazarse hacia ese con el fin de trabajar en fábricas y empresas en expansión altamente necesitadas de mano de obra y que a su vez realizaban una oferta económica importante por trabajos que no necesariamente exigían una gran calificación (Kawamura, 2003; 2008; Rosini 2004; Sasaki, 1998; 2009; Fabreau, 2011).
Hay unanimidad en la bibliografía en que el principal motivo y el más excluyente para viajar a Japón es económico y en la mayoría de los casos, retornar al país de origen. Es claro no obstante que por detrás de esos motivos manifiestos hay una fuerte carga subjetiva y emocional. En el caso de los issei [inmigrante japonés; primera generación ], esta es una importante oportunidad de reencontrarse con sus familiares o de volver al lugar de procedencia. Y en el caso de los descendientes, de llegar a un lugar que es exótico y familiar al mismo tiempo en donde viven o vivieron padres, abuelos, tíos (Fabreau, 2006; Fabreau 2013). El hecho de que en un contexto de inmigración por motivos económicos y laborales coexisten otro tipo de motivaciones y de prácticas que generalmente son englobadas dentro de un espectro abarcado por el Turismo, muestra que a pesar de ser dos tipos de prácticas espaciales que no solamente son presentadas como incongruentes la una de la otra por el sentido común, sino que además suelen ser colocadas una en las antípodas de la otra, Turismo y migraciones guardan homologías y todo el tiempo revelan interfaces (Coles, Duval & Hall, 2005; Barretto, 2009, Fabreau, 2014); ello queda claramente reflejado en el contexto de la experiencia dekasegui y sin duda alguna amerita estudios más profundos.
Cabe señalar una característica bastante significativa y recurrente entre los dekaseguis, y es la instauración de una dinámica de ir y volver; un proceso en el que se reside en Japón para luego volver a su país de origen, para luego regresar a Japón, y así sucesivamente. Ni lo económico ni lo relativo al vencimiento de la documentación para la residencia en Japón (o en el país de procedencia) consiguen explicar cabalmente ese ir y venir, y de hecho es interesante constatar que los modelos clásicos de la demografía devienen insuficientes para dar cuenta este proceso en donde además de intervenir cuestiones económicas, sin duda alguna también operan cuestiones identitarias y hasta afectivas (Fabreau, 2010). A todo esto, si bien desde el Nordeste brasilero en general y desde el VSF en particular también salieron dekaseguis (Fabreau, 2011; Fabreau 2013), cabe señalar que en esta comunidad estudiada el número fue bastante menor que en otros lugares. Por otro lado, pude observar que mientras los nikkeis aludían sobre los casos de dekaseguis locales con cierta vaguedad y minimización, quienes visitaron Japón en contexto de viajes de Turismo, ya sea de manera individual o junto a su familia, lo ostentaban con orgullo.
De esta manera, en esta comunidad el fenómeno dekasegui adquiere una serie de significados un tanto diferentes y que participan de un entramado simbólico en donde otras prácticas espaciales, entre ellas el Turismo, entran en juego. Lo primero que cabe señalar es un aspecto relevante, aunque nunca lo suficientemente dimensionado, y es que gran parte de la llegada de nikkeis al VSF coincide con el flujo masivo de nikkeis hacia Japón. De aquí se extraen dos corolarios: el primero es que la llegada de aquellos nikkeis, segundos hijos, paulistas y paranaenes hacia el VSF pauta un flujo algo excéntrico del habitual ya que se opta por el movimiento interno a la inmigración internacional, el segundo es que se emigra desde la región Sudeste hacia el Sertão nordestino, cuando desde siempre el movimiento predominante fue el inverso. En definitiva, subyacente a la opción por la agricultura irrigada del VSF por sobre mega fábricas japonesas, está el desafío y el riesgo de ir hacia una región más imaginada que conocida en donde la incipiente actividad agrícola promete prosperidad y crecimiento.
Hasta aquí fueron presentadas tres prácticas espaciales insertas en tres dinámicas de movilidad que configuran la vida social de los nikkeis brasileros, la salida de los segundos hijos del hogar paterno, el viaje a Japón como dekaseguis, principalmente realizado por segundos hijos, y el viaje turístico. Como mostraré en la próxima sección, estas tres dinámicas participan de una trama de significados que componen una cierta 'narrativa maestra' generalmente en forma de epopeya sobre la inmigración japonesa en Brasil y su devenir.
Movilidad propia de la Actividad Agroexportadora - Identifico finalmente una cuarta dinámica de movilidad que no es exclusiva de los nikkeis del VSF, aunque los comprende y que está directamente vinculada con la actividad agroexportadora propia de una región inserta en cadenas agroalimentarias globales. Como consecuencia de una coyuntura concreta que tiene que ver con las dinámicas de la producción y la exportación en la agricultura irrigada del VSF, inserta en cadenas agroalimentarias globales y caracterizadas por una lógica pos, de producción (Bonanno, 2004; Cavalcanti y Da Silva, 2004; Cavalcanti, 2011.), muchos nikkeis viajan frecuentemente a las ciudades donde su producción es comercializada, generalmente cadenas de supermercados, para tratar personalmente con sus clientes. Ello implica una permanente dislocación a las principales ciudades de Brasil, así como también Europa y los Estados Unidos, evidenciándose la gran movilidad nacional e internacional de muchos nikkeis del VSF. En definitiva, las frutas tropicales producidas en el VSF circulan por todo el país, así como también por Europa y los EUA, y con ellas viajan los empresarios, vendedores, certificadores de calidad y hasta algunos productores.
CASI TODOS TURISTAS, CASI NINGÚN DEKASEGUI.
En contexto de trabajo de campo pude observar un hecho que me resultó bastante significativo; si bien el número de dekaseguis que salió del Polo Petrolina-Juazeiro no fue tan considerable como en otros lugares, podía percibir todo el tiempo un afán por parte de los nikkeis de minimizar y hasta de silenciar los casos concretos de quienes partieron. Por otro lado, quienes viajaron a Japón como turistas, solos o con sus familias, lo ostentaban con orgullo. En definitiva, las dos principales modalidades de viaje a Japón entre los nikkeis brasileros en este caso concreto aparecían contrapuestas y condensando significados diferentes al tiempo que con diferentes formas de aludirlas; en un caso se percibía un intento de minimización cuando no de invisibilización, mientras que, en otro, un afán ostensivo; un motivo de orgullo para los viajeros.
La primera razón que era utilizada para explicar y/o justificar el bajo número de dekaseguis que salieron del VSF, tenía que ver con el hecho de que en esta región ha habido y hay una sostenida demanda de fuerza de trabajo al tiempo que cierta estabilidad económica y laboral. A pesar de la plausibilidad del argumento, la respuesta no resultaba del todo satisfactoria o al menos no del todo abarcadora. ¿A fin de cuentas, quiénes eran los dekasseguis que partían de la región? ¿Qué significaba ese intento de minimización de esos casos cuando no de invisibilización? ¿Qué puede llevar a un nikkei a no querer reconocer ni explicitar la salida de dekasseguis locales, siendo que por la vía de los hechos, este tipo de viaje es algo bastante recurrente entre los japoneses en Brasil, al tiempo que una posibilidad cierta de trabajo y una relativamente rápida capitalización? ¿Qué trama de significados estaban en juego para contraponer estas dos modalidades de viaje siendo que muchas veces ellas aparecen remitiéndose mutuamente?
Para comenzar a responder estas preguntas o, mejor dicho, para ensayar posibles respuestas, cabe recordar primero que nada que los nikkeis que llegaron al VSF consiguieron insertarse y mantenerse en un régimen productivo exigente al tiempo que usufructuar de una serie de políticas de desarrollo que hicieron del Polo Petrolina-Juazeiro un polo productivo y dinámico merced a la implementación de un modelo agroexpotrador. Todo ello sin ser necesariamente críticos con dicho modelo, ya que en su caso les trajo más beneficios que perjuicios, ya la gran mayoría de los nikkeis son excelentes productores frutas de calidad. Por otro lado, encuentro que el discurso oficial de optimismo, crecimiento y prosperidad generado desde los agentes de planificación, que al mismo tiempo tendía y tiende a invisibilizar las vulnerabilidades de estas políticas de desarrollo, encuentra una concordancia perfecta con la narrativa maestra de la inmigración japonesa a Brasil, en donde quien trabaja denodadamente siempre triunfa y el fracaso no tiene lugar.
En definitiva, en la epopeya narrada sobre la inmigración japonesa a Brasil y posterior devenir de su descendencia, no hay lugar para el fracaso. Luego, el discurso oficial sobre la implementación de la agricultura irrigada en el semiárido brasilero tampoco admite el fracaso; basta con leer los documentos generados por los agentes planificadores y sus apologetas. Seguramente ese horizonte común de significados construidos en torno a la prosperidad del cual participan gran parte de los nikkeis del VSF y que los lleva a afirmar categóricamente que en el Polo Petrolina-Juazeiro son muy pocos los que fueron para Japón como dekasseguis descanse sobre una serie de valores relativos al trabajo y al ascenso social; al éxito y a su contracara, el fracaso. Dicho de otra manera, para la gran mayoría el VSF es un lugar que garantiza prosperidad y estabilidad; es sólo saber trabajar, ‘tener vocación’. De allí que mientras desde São Paulo la figura del dekassegui se equipara a la de quien no tiene trabajo, desde el VSF sólo fueron a Japón quienes no supieron abrirse camino en la agricultura irrigada. En gran medida, ir a Japón de dekassegui en este contexto es casi un sinónimo de fracaso o de quien no tiene más alternativas.
Y efectivamente, los casos de nikkeis dekasseguis que salieron del VSF muestran principalmente productores endeudados o que no consiguieron prosperar, o hijos de productores que no quisieron [o no pudieron] continuar en la agricultura irrigada. La justificación que suelen darle los nikkeis a este hecho pasa por otro valor vinculado al trabajo como lo es la aptitud; para ellos la agricultura irrigada no es para todo el mundo sino sólo para el que tiene aptitud. Este entramado de discursos y valores es en definitiva el que está por detrás del extendido y curioso hecho de que no suela hablarse abiertamente sobre los casos de aquellos nikkeis que dejaron la agricultura irrigada para ir como dekasseguis a Japón.
Un corolario de lo anterior es que entre los nikkeis del VSF la forma legitimante y legitimada de viajar a Japón o de relacionarse con ese país, es bajo la forma de turismo; ya sea por conocer o para visitar parientes. Del viaje turístico sí se puede hablar abiertamente. Sí como turistas, sí por razones de estudio o negocio, jamás como dekassegui; la comunidad local, atravesada por la lógica del trabajo y la prosperidad, consiguió forjar sus propias categorías para clasificar, entender y narrar los procesos de movilidad que la configuran. En definitiva, mientras que aquellos que fueron a Japón como turistas sacan a relucir sus relatos de viaje, aquellos que partieron como dekasseguis quedan confinados a una especie de cono de sombra, y es que la figura del dekassegui contradice la narrativa épica del nikkei que llega al lugar, trabaja duro y triunfa.
De este caso concreto sobre cómo se manifestó y manifiesta el fenómeno dekassegui entre los nikkeis del VSF, fenómeno que por cierto atraviesa y hasta constituye la colonia japonesa brasilera quizás desde los últimos treinta años, así como de la lógica de la agricultura irrigada e la región, emergen algunos mecanismos simbólicos que configuran dinámicas, discursos y prácticas concretas en esta comunidad. En primer lugar, que en la narrativa maestra de la inmigración japonesa y posterior devenir de su descendencia, no hay lugar para el fracaso; el fracaso y los fracasados son borrados del discurso o transformados en alguna figura que tenga cabida en el relato del éxito. Luego, que el discurso oficial sobre la implementación de la agricultura irrigada en el semiárido brasilero tampoco admite el fracaso. Aún sabiéndose [ya desde el siglo XIX] que con el régimen de producción capitalista de mercancías viene la prosperidad para algunos y la explotación para otros, la acumulación y la exclusión, en el relato que prima sólo hay ventajas para todos, y en la foto aparecen apenas los que ese relato encuadra.
PALABRAS FINALES. MOVILIDAD EN FOCO.
Vida familiar, ciclo doméstico, dinámicas productivas, inmigración por motivos económicos, viajes turísticos, vínculos y lazos con el país emblema de este grupo étnico. En este texto he procurado mostrar cómo la movilidad está presente y subyace en diferentes esferas de la vida familiar, social y productiva de esta comunidad. Y más aún, cómo algunas dinámicas de movilidad y prácticas espaciales a priori sin conexión alguna, comienzan a evidenciar un entrelazamiento, una vinculación entre sí y al tiempo que mostrar y tornar inteligibles las formas en que el grupo elabora significados para clasificarlas y pensarlas. La salida de los segundos hijos del hogar paterno, organizó tanto la expansión de la colonia japonesa dentro de Brasil en general como la llegada de los nikkeis al lugar en particular, así como eventualmente la partida de los dekaseguis. Por otro lado, la inversión de esta dinámica observada entre los nikkeis del VSF, de integrar a todos sus hijos al negocio, contribuye a la fijación espacial del grupo, así como a su crecimiento.
A todo esto, las dos formas más extendidas de viaje a Japón por parte de los nikkeis brasileros son el ir como dekasegui, es decir, emigrando por razones económicas y laborales, o bajo alguna forma de Turismo, generalmente relacionado con la visita a parientes. Si bien estos dos tipos de viajes suelen guardar una relación entre sí, muchas veces teniendo lugar en interface [en definitiva, los dekaseguis también tiene la posibilidad de hacer turismo dentro de Japón], en este caso un horizonte de significados que descansan en valores relativos al trabajo, la prosperidad, el éxito y el fracaso termina haciendo que ocupen un lugar antagónico en el seno de esta comunidad. Por último, todas estas dinámicas tienen lugar en el contexto de un régimen productivo que participa de dinámicas globales y en un territorio que, a pesar de su alejamiento, está altamente conectado con las capitales de los estados brasileros y el resto del mundo. Un lugar, en definitiva, donde personas y mercancías están en permanente circulación nacional, regional y transnacional.
El cometido de este texto fue doble. Por un lado, llamar la atención sobre la importancia de incorporar las diferentes dinámicas de movilidad en la representación etnográfica, pues siempre habrá fuerzas impeliendo a la salida como a la fijación, configurando así la vida social de un grupo. Luego, mostrar al Turismo no ya como práctica espacial aislada y en sí misma, sino formando parte de una variedad de dinámicas de movilidad que operan de manera entrelazada, y formando parte de un entramado de significados culturales que posicionan y clasifican los distintos tipos de viaje.
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Notas