Articulos
Educación, identidad y cultura popular tradicional en preuniversitario
Education, identity and local traditional popular culture in the high school education
Educación, identidad y cultura popular tradicional en preuniversitario
EduSol, vol. 16, núm. 57, pp. 14-29, 2016
Centro Universitario de Guantánamo

Resumen: El presente artículo tiene como propósito ofrecer las bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local como constructo teórico-metodológico que posibilita potenciar el desarrollo de la identidad cultural en el proceso de formación de los estudiantes de la educación preuniversitaria en el contexto cubano. La solución al problema y el cumplimiento del objetivo permiten el enriquecimiento de la teoría pedagógica, la que puede ser contextualizada al contexto cubano y latinoamericano. Las reflexiones y valoraciones que se ofrecen son el resultado de largos años de investigaciones como fruto del proyecto “Educación-Patrimonio-Identidad en el oriente holguinero”.
Palabras clave: Educación, Identidad cultural, Cultura popular tradicional, Educación preuniversitaria.
Abstract: The present article has as a purpose offering the bases for the development of local, popular and traditional culture as a theoretical- methodological paper that makes possible the increasement of the development of the cultural identity in the process of education of students of pre-university education in Cuba. Solving the problem and fulfilling the objective allow the enrichment of the pedagogical theory, contextualized for Cuba and Latin America. The aspects to ponder about and assessments presented result from long – term investigations as part of the project Education- Patrimony- Identity in Holguin province.
Keywords: Education, Cultural identity, Popular traditional culture, Pre-university education.
INTRODUCCIÓN
En el presente artículo se revela la necesidad de prestar atención al desarrollo de la identidad cultural en el proceso de formación de los estudiantes de la educación preuniversitaria a través de la cultura popular tradicional del contexto sociocultural local. Los antecedentes de los resultados investigativos que se presentan en el artículo tienen su origen en el preuniversitario a partir de la década del noventa del siglo XX y principios del XXI. Las diferentes actividades recreativo-culturales desarrolladas tenían muy poca relación con la cultura popular tradicional local, el excesivo gusto por parte de los estudiantes por las diferentes manifestaciones culturales extranjeras en detrimento de las cubanas, el pobre dominio de los profesores para ofrecer tratamiento a la cultura popular tradicional local en función del desarrollo de la identidad cultural y el poco interés por la investigación de la historia local, son algunas de las manifestaciones detectadas.
Se parte de una problemática que pretende solucionar una situación teórico-práctica y se expresa en cómo potenciar el desarrollo de la identidad cultural en el proceso de formación de los estudiantes de la educación preuniversitaria en el contexto cubano. El objetivo radica en ofrecer las bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local como constructo teórico-metodológico que posibilita tal aspiración, en una especial combinación de elementos pedagógicos y socioculturales. La solución al problema y el cumplimiento del objetivo permiten el enriquecimiento de la teoría pedagógica, la que puede ser contextualizada al contexto cubano y latinoamericano.
Lo anterior conduce a una sistematización teórica que trata la relación educación-cultura popular-identidad desde una perspectiva histórica, antropológica y pedagógica, lo cual obliga la utilización de métodos como el histórico-lógico, la modelación sistémico-estructural, y el análisis y crítica de fuentes, entre otros métodos del nivel teórico. Entre los métodos empíricos utilizados se destacan la observación, la encuesta y entrevista en poblaciones de estudiantes, profesores y grupos humanos con características patrimoniales.
DESARROLLO
El proceso evolutivo mediante el cual el hombre se organiza socialmente deja su impronta en cada uno de los contextos históricos y en ese tránsito refleja los nuevos y superiores niveles de desarrollo, por ello, en estos tiempos en que el hombre se informatiza y la informática se optimiza en función del bienestar humano, se establece un nexo entre los grandes avances de la humanidad en materia científico-técnica y las necesidades sociales, de donde emanan nuevas formas de interpretar, explicar, producir, crear y transformar la realidad; esa síntesis humana de carácter universal es cultura. Una perspectiva integradora de la categoría cultura está presente en la definición que ofrece (Rojas, 2011, p. 48) al concebirla como:
Totalidad compleja omniabarcadora, sistémico-estructural y polifuncional; que caracteriza el proceso de creación y re-creación comunicativa, objetivación y subjetivación, producción y re-producción de la sociedad y el hombre; la cual como organización e institución propicia la vida en comunidad y en grupos, así como la difusión socializadora de lo creado; representando, a su vez, el dominio, control y libertad del hombre sobre la naturaleza, la sociedad y de sí mismo. Y, por consiguiente, expresando el grado de desarrollo social como reafirmación de medida de lo humano en condiciones histórico-concretas del aquí y ahora.
Esta es una visión de la categoría cultura que expresa su carácter holístico y su estructuración sistémica. Efectivamente, cada uno de los componentes de la cultura se encuentra interrelacionado entre sí, incluso pudieran ser agrupados en subsistemas jerárquicos en correspondencia con su función en los diferentes procesos de producción y creación en la actividad comunicativa del ser humano. No se trata de restarle importancia a determinados componentes de la cultura, esto sería inapropiado, pero sí distinguir los niveles de esencialidad en esas infinitas relaciones inter e intraculturales que cada grupo y componente aporta a las nuevas sinergias culturales en un contexto sociohistórico concreto, todo aquello que conduce al progreso, al desarrollo, a la adecuada convivencia social y estimula los mejores sentimientos humanos engrosarían un subsistema de mayor nivel de jerarquía. Sin embargo, las creaciones que el propio hombre ha construido en su detrimento como especie, sustentadas en ideologías egoístas, enajenizantes, no pueden ser desconocidas por la humanidad y forman parte de la cultura en su imbricación universal, pero pasaría a formar parte de un subsistema de menor nivel jerárquico: las guerras, la desigual distribución de la riqueza, el uso indiscriminado de los recursos naturales y todo aquello que sea fruto de las bajas pasiones humanas serían sus componentes estructurales. En el primer subsistema se ubican la defensa de la identidad, la soberanía, y la formación integral de las presentes y futuras generaciones.
La cultura popular tradicional y su influencia en el desarrollo estudiantil identitario.
Cultura y educación constituyen una unidad dialéctica, la primera contiene a la segunda, pues esta última refleja los modos en que las sociedades han concebido preparar y formar a sus hijos para la vida en sociedad mediante el sistema de influencia colectiva y multifactorial; en tanto la cultura expresa la síntesis de los diferentes procesos comunicativos humanos a nivel universal. La educación es un proceso integral, multilateral y multifactorial con un marcado carácter histórico-cultural. La idea de una educación descontextualizada es profundamente nefasta, educar alejado de los elementos que sirven de arraigo a una cultura posibilita el abandono del patrimonio cultural y la adopción de nuevos modos de hablar, hacer y pensar, idea con la que coincide (Riveiro,1992).
La relación educación-cultura popular tradicional es indispensable en el desarrollo identitario de los estudiantes. Autores como (Bonfil, 1982), (García, 1988), coinciden en plantear que la cultura popular posee origen clasista, se forma en aquellas clases que producen una cultura de resistencia, de impugnación, como una reacción a la cultura impuesta por las clases dominantes. La visión de estos investigadores se ajusta a la realidad de la mayoría de los países latinoamericanos y es tenida en cuenta para la sistematización teórica de la categoría analizada, al considerar el componente clasista como una de las bases esenciales que contribuye a la formación de la cultura popular.
En Cuba los estudios de carácter científico relacionados con la cultura popular aparecen tardíamente. La condición de colonia, el protagonismo que alcanza la plantación azucarera y la formación de una clase esclavista fundamentalmente criolla originó a fines del siglo XVIII un pensamiento social en el cual se reflejaban atisbos de cubanía que estaba dirigido a los problemas económicos, sociopolíticos y científicos sin prestar atención al estudio de la cultura popular y, menos aun, con intencionalidad pedagógica. Uno de los primeros intentos científicos de estudiar la cultura popular data de principios del siglo XX cuando Fernando Ortiz en 1906 escribe Los Negros Brujos, Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar en 1940, e Historia de una pelea cubana contra los demonios en 1959.
Se coincide con las concepciones elaboradas por (Guanche, 2006) acerca de la formación de la cultura popular en Cuba. Este hace énfasis en los componentes multiétnicos que dieron origen al surgimiento de la cultura cubana entre los que sobresalen el aborigen, el ibérico y el africano, enriquecidos con posterioridad con aportes como el francohaitiano y el chino, entre otros, los cuales se sincretizaron en un complejo proceso de continua transculturación. De la asimilación e integración interétnica se perfila una fisonomía cultural que se expresa en dos direcciones, por una parte, el surgimiento de una cultura dominante representada esencialmente por los procesos interétnicos que se producen en el seno de la clase dominante; por la otra, una cultura dominada que posee sus exponentes en las clases sometidas. Estos sistemas de interacción son el reflejo de las contradicciones clasistas existentes en el seno de la sociedad colonial cubana y su expresión en el ámbito de la cultura. La formación de la cultura popular tradicional cubana posee uno de sus componentes en los estratos más humildes de la sociedad colonial y tiene mucho que ver con el mundo del azúcar (el negro, la plantación azucarera, el trapiche, los cabildos, etc.), la cultura campesina de origen canario, el ingrediente migratorio de origen francohatiano, entre otros elementos que identifican lo popular y que contribuyeron al lento germinar de la nación. En torno al origen y evolución histórica de la cultura popular en Cuba la investigadora (Delgado, 2001), ofrece, en lo fundamental, dos visiones de la misma categoría. La primera, comprende la cultura popular como una concepción del mundo, de la vida y de la práctica social de las masas populares, que es opuesta en su sentido más amplio a la concepción social de las clases dominantes. Una segunda perspectiva comprendida como una necesidad del pueblo de expresar sus propios valores, modo de vida, costumbres, hábitos, tradiciones; sus especificidades como pueblo y, a la vez, como un producto social para satisfacer sus necesidades materiales y espirituales.
Estas reflexiones permiten precisar que la cultura popular es parte integrante de la identidad cultural y se sitúa en ella como forma de singularizar las diversas manifestaciones de los grupos humanos, desde las más simples a las más complejas relaciones sociales, con significativas potencialidades pedagógicas. El grupo estudiantil, el estudiante y el colectivo de profesores desarrollan sus actividades dentro de la escuela y esta, a su vez, forma parte de un contexto sociocultural que es portador de una determinada cultura popular que la tipifica, la cual adquiere forma de cultura popular tradicional. La definición de cultura popular tradicional presente en la versión multimedia del Atlas Etnográfico de Cuba (2008, p. 33) la concibe como:
Conjunto de expresiones y manifestaciones generadas, creadas y preservadas en una sociedad o grupo humano específico con un condicionamiento histórico particular; se transmite y difunde de una generación a otra fundamentalmente por vía oral y por imitación. Constituye un proceso dinámico y cambiante. Los aspectos esenciales que la caracterizan son: historicidad, transmisión, creatividad colectiva, continuidad intergeneracional, empirismo, habilidad, destreza, vigencia por extensos períodos de tiempo.
Como se aprecia, la cultura popular tradicional perdura en el tiempo, constituye la parte más significativa de la cultura popular, que queda impregnada en la condición socio-psicológica del individuo. Esta reúne significativas potencialidades pedagógicas que deben ser aprovechadas en beneficio del desarrollo de la identidad cultural de los estudiantes. Las valoraciones anteriores permiten definir la categoría cultura popular tradicional local como un proceso de naturaleza histórico-cultural-patrimonial, resultante de la creatividad colectiva, con vigencia por extensos períodos de tiempo y continuidad intergeneracional en el cual se integra el conjunto de manifestaciones socioculturales que tipifican una comunidad, con potencialidades para ser aprovechado en el desarrollo de la identidad cultural de los estudiantes.
La cultura popular tradicional local posee una arista patrimonial. En este sentido Córdova (2008, p. 36) expresa: “El patrimonio es la huella que deja la identidad cultural en el devenir del proceso histórico, en forma de bienes materiales y espirituales que trascienden su época. Ellos son a la vez la manifestación real de la propia identidad”. Un aspecto de significativa importancia para el trabajo pedagógico en el proceso de formación de la educación preuniversitaria es precisar los componentes estructurales de la cultura popular tradicional. Jaime (2013, p. 8), propone: los portadores de tradiciones, las prácticas culturales, los símbolos significantes, el universo simbólico, las tradiciones culturales y el patrimonio inmaterial. De estos componentes se asumen tres: los portadores de tradiciones, las prácticas culturales, las tradiciones culturales, y se enriquecen con la categoría características socioculturales del contexto local. La categoría portadores de tradiciones, como parte estructural de la cultura popular tradicional, es definida en el Atlas Etnográfico de Cuba (2008, p. 41) como:
Aquellos grupos e individuos cuyo condicionamiento cultural depende del proceso de formación histórico-social de que forman parte y ello les permite reflejar y transmitir los valores culturales de las generaciones que les antecedieron. Dentro de estos grupos e individuos estarán los practicantes y los informantes. Miembro de una comunidad que reconoce, reproduce, transmite, transforma, crea y forma una cierta cultura al interior de y para una comunidad. Un portador puede, por añadidura jugar uno o varios de los siguientes roles: practicante, creador y guardián.
En el caso del municipio Sagua de Tánamo de la provincia Holguín, por ejemplo, los miembros de la Tumba Francesa de Bejuco recrean y conservan una tradición con más de dos siglos de existencia entre descendientes del mismo grupo humano y en el mismo contexto sociocultural donde se le dio origen: las montañas de Bejuco. Esto permite hurgar, con intencionalidad pedagógica, en los contenidos históricos, sociales y artísticos de esta tradición a través de los sujetos que la practican. Ellos poseen potencialidades para el desarrollo de la identidad cultural entre los estudiantes de la educación preuniversitaria. Esta idea es reafirmada por (Vergés, 1998, p. 30) cuando plantea que: “No podrá llegarse a una definición de la cultura popular tradicional cubana si el estudio de sus expresiones no se vincula directamente con la interacción que tiene lugar entre los sujetos que las crean y las condiciones específicas en que tiene lugar (…).El factor más activo en este contexto ha sido en todo momento el sujeto”.
En esta dirección la categoría prácticas culturales es definida por Jaime (2013, p.11) como: “aquellas que se gestan, hacen y reproducen fundamentalmente en contextos cotidianos más allá de las normas institucionales”. Es así que los estudiantes de la educación preuniversitaria, cuando se reúnen entre sus grupos de coetáneos dentro o fuera de la escuela, deben encontrar espacios (en los cuentos que narran, las danzas que bailan y la música que escuchan) para sentir orgullo por los rasgos culturales que los distinguen como sagüeros, holguineros y cubanos. Las tradiciones culturales constituyen otro de los componentes integrantes de la cultura popular tradicional. La tradición se encuentra asociada a la herencia histórica, la vida cotidiana y a la esencia de la nación. Es también un componente estructural a tratar la categoría contexto sociocultural local. Rodríguez (2007, p. 18), lo concibe como: “el marco local, en estrecha interrelación dialéctica con la identidad cultural, en un territorio con una clara unidad geográfica y límites relativamente precisos, formado en el proceso histórico, portador de características identitarias patrimoniales”. Dicha definición, al aplicarse al contexto estudiado, es enriquecida al concebirla como la cultura popular expresada en el marco local, formada en el proceso histórico y manifestado, fundamentalmente, a través del patrimonio intangible en forma de manifestaciones musicales, danzarias, leyendas, relatos populares e historia oral.
En la actualidad la cultura popular tradicional y su fundamentación pedagógica ha sido muy poco tratada en el desarrollo de la identidad cultural en el proceso de formación. Las escasas investigaciones existentes en el ámbito internacional y nacional no rebasan los límites de un acercamiento tangencial. En el contexto extranjero se constató la existencia de una tesis doctoral dirigida a esta temática con intencionalidad pedagógica, (Piñango, 2011), que ofrece un estudio acerca de las festividades tradicionales venezolanas a través del componente sociocultural para la formación de educadores. Parra, 2008, desarrolla un estudio dirigido al conocimiento de la cultura popular tradicional por parte de los maestros primarios para motivar el proceso de la lectura y escritura de los escolares que refleja la experiencia de un colectivo pedagógico del Municipio San Cristóbal, en la República Bolivariana de Venezuela. En el contexto nacional, (Rodríguez, 2009) realiza un estudio académico orientado a potenciar el conocimiento de la cultura popular tradicional en los niños para estimular el gusto por la música desde la Casa de Cultura del municipio Consolación del Sur en la provincia Pinar del Río, pero su fundamentación no es de esencia pedagógica.
Un estudio de este mismo nivel es el realizado por (Domínguez, 2012), que trata la problemática de la emigración haitiana en las primeras décadas del siglo XX y su influencia en la identidad cultural en el municipio de Pilón, en la provincia de Granma. La investigación es pertinente aunque no posee finalidad pedagógica. Los análisis anteriores reflejan la necesidad de investigar la cultura popular tradicional a partir de su fundamentación pedagógica para el desarrollo de la identidad cultural, en el proceso de formación de la educación preuniversitaria.
Nápoles, (2014) revela la relación que se establece entre el proceso de formación de los estudiantes de la educación preuniversitaria, la identidad cultural y la cultura popular tradicional local en la provincia Holguín contextualizada en el municipio Sagua de Tánamo, y Guerra (2015) ofrece una concepción teórico-metodológica para desarrollar la identidad cultural en los estudiantes del mismo subsistema educacional en la provincia Guantánamo. Estas investigaciones son de suma importancia y aportan al desarrollo estudiantil identitaria, profundizan en la parte patrimonial de la cultura popular, se utilizan variantes pedagógicas novedosas y no limitan las relaciones entre educación, cultura y sociedad.
Bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local
El conocimiento de la cultura popular tradicional en el proceso de formación de la educación preuniversitaria es muy importante. Para los estudiantes se convierte en fuente de riqueza de sus conocimientos acerca de la historia de la localidad con proyección desarrolladora-identitaria, mientras que para los profesores constituye una herramienta eficaz para su labor profesional. Para tal aspiración se debe comprender que es posible utilizar categorías originarias de otras ciencias sociales, fundamentadas pedagógicamente, para el trabajo formativo en la educación preuniversitaria, de ahí la importancia de comprender la esencia teórica de la categoría bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local, la cual se define como la plataforma teórica de naturaleza pedagógica, de carácter educativo-sociocultural, formativo-contextual y cognitivo-valorativo, donde se integran elementos pedagógicos e histórico-cultural que permiten la utilización de la parte patrimonial de los componentes de la cultura popular en el desarrollo estudiantil identitario, en el propio proceso de su formación.
El desarrollo estudiantil identitario, por su parte, es comprendido por los autores de este artículo como un proceso de participación activa, consciente y responsable de los estudiantes de preuniversitario en la apropiación de la identidad cultural, sustentado en el aprovechamiento de la fundamentación pedagógica de la cultura popular tradicional del contexto sociocultural escolar local y la actividad desarrolladora-identitaria. Ello posibilita el tránsito de niveles inferiores a superiores en la regulación de su comportamiento, mejor relación afectiva con su medio, con otras personas y consigo mismo, lo que posibilita su transformación en sujeto de identidad.
Los componentes de la cultura popular tradicional son aquellos rasgos que estructuran internamente la cultura popular tradicional local que permiten subdividirla operacionalmente para su mejor estudio y utilizar su fundamentación en el desarrollo de la identidad cultural en el proceso de formación de los estudiantes de la Educación Preuniversitaria. En esta disquisición los componentes integrantes de la cultura popular tradicional local son: los portadores de tradiciones de la localidad, las tradiciones populares de la localidad y las prácticas culturales de la localidad, los cuales se encuentran mediados por las características socioculturales del contexto local. Estos posibilitan descubrir los contenidos históricos, sociales, artísticos y el valor pedagógico que poseen.
Los portadores de tradiciones de la localidad son aquellos grupos e individuos con características patrimoniales que velan, transmiten, recrean y reproducen los valores culturales de las generaciones que les antecedieron en un marco sociocultural local específico, del cual el estudiante es miembro activo y pueden ser aprovechados por la escuela en el desarrollo identitario. Las relaciones comunicativas constituyen la base de estos grupos e individuos, en esencia, los modos y las formas en que desarrollan los diferentes tipos de actividad es lo que los distinguen de otros grupos humanos. En tal sentido el trabajo pedagógico con los portadores de tradiciones adquiere forma en el aprovechamiento del gran caudal cultural que estos grupos humanos pueden transmitirle a los estudiantes de preuniversitario y, estos a su vez, se ponen en contacto directo con sujetos que influyen positivamente en la apropiación de contenidos de valor sociohistórico presentes en la cultura popular tradicional local, los cuales tienen posibilidades de expresión en la actividad desarrolladora-identitaria.
Las tradiciones populares pueden ser utilizadas con carácter desarrollador mediante la actividad desarrolladora-identitaria, tanto en el ámbito docente como extradocente. En lo docente desde la selección e integración de contenidos en los programas de estudio y la clase desarrolladora de las diferentes asignaturas escolares. En lo extradocente, a través del desarrollo de concursos, sociedades científicas y conversatorios con portadores de tradiciones. En el contexto sociocultural específico donde se desarrolla la investigación se destacan como portadores de tradiciones, entre otros, los miembros de la Tumba Francesa de Bejuco, los cuales conservan, protegen y velan por la continuidad de una tradición mantenida por casi doscientos años.
En el caso específico del municipio Sagua de Tánamo se reconoce que este es muy rico en tradiciones populares, de ahí la importancia del aprovechamiento de este elemento por la escuela. Esta última no solo se responsabiliza por la instrucción de los estudiantes, sino también por su formación y desarrollo, lo cual adquiere forma en la defensa de la identidad nacional frente a los intentos dominantes de la cultura hegemónica. El profesor debe entender y hacer comprender al estudiante que la globalización neoliberal es un proceso real, con manifestaciones palpables en el ámbito de la cultura y que una de las formas de defenderse es recreando las tradiciones populares de la localidad, la provincia, la región y la nación sin desconocer lo universal. Para que lo anterior se concrete con eficacia se necesita del protagonismo del estudiante como descubridor y actor de los contenidos sociales, históricos y artísticos de la cultura popular tradicional local y de su propio proceso de desarrollo identitario. La escuela debe potenciar su integración con los portadores de tradiciones. Es este un espacio idóneo para el desarrollo de conversatorios con los portadores de tradiciones. El instructor de arte, en el caso de los miembros de la Tumba Francesa de Bejuco, debe aprovechar al máximo la manifestación artística de que son conocedores estos portadores, para el desarrollo de actividades en el seno de la escuela y la comunidad.
El nexo que se establece entre portadores de tradiciones-tradiciones populares-prácticas culturales crea las bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local. Estas bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local son de carácter educativo-sociocultural, formativo-contextual, cognitivo-valorativo.
-Base educativo-sociocultural: Se expresa en el aprovechamiento del sistema de influencias educativas procedentes de la escuela, el grupo escolar, organizaciones estudiantiles y las que se derivan de la familia, la comunidad y las diferentes instituciones socializadoras (casa de cultura, museo, la radio, organizaciones de masas, etc.) del contexto sociocultural, sustentada en los componentes de la cultura popular tradicional local, de forma tal que se constituyan en un factor esencial tenido en cuenta para el intercambio de influencias educativas de índole pedagógicas y socioculturales dirigidos al desarrollo de la identidad cultural en los estudiantes de preuniversitario.
Es por ello que la base educativo-sociocultural de la cultura popular tradicional local posee un nexo indisoluble con aquellas de carácter formativo-contextual. La primera aprovecha el sistema de influencia a nivel social en función del desarrollo identitario de los estudiantes; la segunda tiene mayor intencionalidad pedagógica y acentúa el pape de la escuela en el logro de tales propósitos.
-Base formativo-contextual: Adquiere forma en la interrelación directa entre los componentes estructurales de la cultura popular tradicional y los del proceso de formación de los estudiantes de la educación preuniversitaria, mediadas por actividades organizadas coherente y sistemáticamente por la escuela, de forma tal que esta última como institución especializada que dirige el proceso de formación del estudiante y el contexto sociocultural formado en el proceso histórico, portador de características que signan las relaciones sociales, integren acciones conjuntas que traigan como resultado que el estudiante protagónicamente, actúe consciente y creadoramente y adquiera niveles superiores en la aprehensión de la identidad cultural.
Cuando se habla de contexto se hace referencia a un contexto sociocultural escolar local que constituye el marco físico-geográfico y sociocultural, formada en el proceso histórico que singulariza dentro del contexto nacional la actividad y el modo de vida de los grupos humanos que residen dentro de sus límites y se manifiesta, fundamentalmente, a través de la cultura popular tradicional de la localidad, espacio donde se encuentra situada la escuela en constante intercambio de influencias educativas.
Lo territorial-natural se refiere al grupo de personas que comparten determinadas áreas geográficas, condiciones ambientales en la cual transcurre la vida, la familia y su historia, de donde el estudiante es miembro y se producen procesos de intercambio de influencias mutuas, que en el desarrollo de la identidad cultural es de vital importancia. Es aquí donde el estudiante inicia el proceso de socialización de las normas, costumbres, tradiciones y estilos de vida que ha aprendido en la familia y entra en contacto con el de los demás miembros de la comunidad y el resultado de esta interacción social es lo que manifiesta en el contexto escolar.
La actividad laboral es uno de los momentos donde el estudiante se pone en contacto con las tradiciones familiares. Las tradiciones, costumbres familiares y la propia identidad familiar son resultantes de esta interrelación primaria. De este modo, las vivencias del estudiante, con base en la familia, son manifestadas en el contexto escolar. El profesor de preuniversitario debe discernir entre aquellas características socioculturales que singularizan el contexto en que se encuentra la escuela y las que no. De ahí la importancia del conocimiento de la historia local, de los procesos fundacionales del contexto y sus tradiciones, visto desde la relación pasado-presente-futuro. El estudiante debe ser capaz de encontrar elementos atractivos en su propio contexto sociocultural que le permitan una valoración positiva. Al tiempo que la escuela debe encontrar en este los referentes axiológicos fundamentales para el desarrollo identitario.
Por ello, tanto el educador como el estudiante deben tener una adecuada preparación sobre los métodos y conceptos generales relacionados con la cultura, la identidad cultural, la cultura popular tradicional y el patrimonio, entre otros, que les permita al profesor, influir positivamente en el desarrollo identitario de los estudiantes a través de la cultura popular tradicional local y a este último ser el principal protagonista de su propio aprendizaje.
En este sentido se recomienda que estos participen en diferentes acciones de superación y preparación teórico-metodológica, en particular, en lo relacionado con la perspectiva epistemológica de la cultura popular tradicional local-identidad cultural, la relación proceso de formación del estudiante de preuniversitario-identidad cultural-cultura popular tradicional local-contexto sociocultural.
Es también de mucha utilidad las acciones de coordinación entre instituciones culturales de la comunidad y la escuela entre las que se desatacan las casas de cultura y los museos, los cuales pueden potencian el trabajo identitario con los estudiantes. A lo anterior se debe agregar los conversatorios con el historiador de la ciudad; el intercambio académico con los centros universitarios municipales para la localización, clasificación, ordenamiento y conservación de toda la información disponible acerca de la cultura popular tradicional local.
-Base cognitivo-valorativa: La base cognitivo-valorativa de la cultura popular tradicional local tiene lugar en la actitud del estudiante como investigador, descubridor y actor de los contenidos sociales, históricos y artísticos de la cultura popular tradicional local. De manera que el conocimiento adquirido por los estudiantes acerca de los portadores de tradiciones de la localidad, las tradiciones populares de la localidad, las prácticas culturales de la localidad y las características del contexto sociocultural de la localidad le permitan valorar positivamente su contexto sociocultural y transiten de niveles inferiores a superiores en la regulación de su comportamiento, mejor relación afectiva con su medio, con otras personas y consigo mismo.
Los estudiantes deben participar activamente en cada una de las actividades que se coordinen en la escuela dirigidas a potenciar el desarrollo identitario basado en la cultura popular tradicional local, a través de su intervención en la clase desarrolladora de historia de nacional vinculada con la historia de la localidad a través de la cultura popular tradicional local, que debe expresarse en el su accionar activo en las diferentes formas de organización de la clase y mediado por la utilización de métodos productivos por parte del profesor; la participación consciente y responsable en el proceso de selección de contenidos procedentes de la cultura popular tradicional local para ser tratados en las clases, a este proceso le corresponde ser la expresión de las necesidades cognitivo-afectivas de los estudiantes y representativo de lo mejor de los contenidos de la cultura popular tradicional local, por ello las opiniones de los estudiantes y el análisis riguroso de los profesores constituyen una unidad indisoluble; el desarrollo de sociedades científicas que potencien su actividad investigativa en lo relacionado con la cultura popular tradicional local, y su expresión en ponencias, artículos, ensayos, entre otros.
Otras actividades están relacionadas con la realización de concursos (dramatizaciones, pintura, música, danza y literatura, entre otras formas) sobre la cultura popular tradicional local; celebración de conversatorios con portadores de tradiciones, lo que permite al estudiante ponerse en contacto directo con los portadores de tradiciones, en este caso con miembros de la Tumba Francesa de Bejuco, de manera que tengan la posibilidad de aprender de esta manifestación de la cultura popular tradicional local a través de quienes la practican y conservan. Su ejecución tendrá carácter planificado al estructurarse una guía para su desarrollo. Estos elementos se convierten en puntos de referencias para que el estudiante encuentre en la cultura popular tradicional de su localidad referentes de valor al comprender la significación socialmente positiva de que esta es portadora y pueda establecer relaciones significantes en una tendencia que tenga en cuenta la relación pasado-presente-futuro sobre la base de la identidad cultural y la cultura popular tradicional.
CONCLUSIONES
La utilización de la cultura popular tradicional local en el desarrollo de la identidad cultural debe ser comprendida por los profesionales de la educación como un recurso de vital importancia en los actuales y futuros procesos de integración.
Los gestores de políticas educacionales en Cuba deben reflexionar más en torno a la importancia de potenciar el desarrollo identitario entre los estudiantes de los diferentes subsistemas educacionales pues la ausencia de una perspectiva identitaria sólida debilita el patriotismo. Un pueblo sin soberanía carece de autoestima sociocultural porque ha desvalorizado sus raíces y se convierte en una presa expedita para la dominación. El desarrollo de la identidad cultura a través de la cultura popular tradicional local abre un amplio campo de estudio y ofrece notables posibilidades para el trabajo educativo en todas las aristas de la Pedagogía.
Las bases desarrolladoras de la cultura popular tradicional local revelan los sustentos teóricos de naturaleza pedagógica y de carácter educativo-sociocultural, formativo-contextual y cognitivo-valorativo en una combinación de elementos pedagógicos e histórico-culturales, que permiten la utilización de la parte patrimonial de los componentes de la cultura popular en el desarrollo estudiantil identitario y, al mismo tiempo, posibilita el tratamiento de la zona de desarrollo próximo y la situación social del desarrollo en una tendencia donde se aprovechan las vivencias del estudiante en su propio proceso de formación.
Referencias
Bonfil, G. (1982). De culturas populares y políticas culturales. En Culturas populares y política cultural, MNCP/SEP, México.
Bonfil, G. (1988). México profundo: una civilización negada. Ciudad México: CIESAS.
Consejo Nacional de Casas de Cultura. (2008) Atlas etnográfico de Cuba (Multimedia). La