El cine nace el 28 de diciembre de 1895 cuando un pequeño grupo de espectadores se reúne para ver un espectáculo organizado por los hermanos Lumiére en el salón Indio del Gran café de París. Hoy es una de las industrias más poderosas del mundo del espectáculo.

Para Castro (1986) el cine es “un poderoso medio de difusión masiva y de confrontación política e ideológica” (p. 209).

Según Bernal (1986), el cine “constituye por virtud de sus características un instrumento de opinión y formación de la conciencia individual y colectiva y puede contribuir a ser más profundo y diáfano el espíritu revolucionario y a sostener un aliento creador” (p.12).

Santovenia (1999), lo define como:

Abreviatura de cinematógrafo. Procedimiento técnico de representación mediante la imagen en movimiento ilusorio. Arte de expresar por medio de luminosidad, la imagen movida. Por extensión la palabra vino a designar el procedimiento de registro y reproducción del movimiento, y, luego, poco a poco, las salas (se va al cine), el oficio (se hace cine), en fin, el arte mismo. El término ha llegado a ser un concepto universal, abstracto, que implica un mundo, una manifestación de la vida, un hecho, y una idea de la civilización, una ciencia, una industria y un arte. (p. 42)

Para Rojas (2014, p. 43) es “el arte de la sucesión coherente de imágenes audiovisuales recreadas mediante una matriz y una superficie”.

Con respecto al llamado cine didáctico se tiene como referente el concepto dado por González (1986) quien, afiliándose a lo dicho por Richar U Tuker, plantea que “el cine didáctico es todo aquel que ha sido elaborado de acuerdo al tratamiento de los contenidos de un programa de estudios y destinado a tomar parte en el sistema oficial de enseñanza de un país” (p. 326).

Sobre la utilización del cine para la enseñanza de diferentes asignaturas se tienen como referente las investigaciones realizadas por Pons (1986), Almagro (2000), Escontrela y Pereira (2000), Radedtich (2005), Badia (2006), Palacios (2006), García (2007), Bermúdez (2008), Dermn(2011), Ortega y Pérez (2013), Dias (2011), casi todas vinculadas a la historia de Europa, por lo que los filmes propuestos son en su mayoría producciones de este continente.

Ferro (2000), J. M Caparrós (2008), Lillo (2005), Salanova (2010) han examinado el uso del cine en la enseñanza de la historia, y las potencialidades del llamado cine histórico a través de algunos clásicos del cine universal y de las producciones realizadas en España, Estados Unidos. Sus propuestas están vinculadas exclusivamente a los currículos propios de cada país y ajustadas al perfil del profesional al cual se aspira en Europa, alejadas de la realidad latina y cubana.

Otros autores como Sedeña (2011), de la Torre (2003), Santibañez y Gil (2003), Burgos (2013), y un grupo de trabajo conocido como Daytona, presentan estrategias didácticas para el uso del cine en la enseñanza de la historia y de las ciencias sociales, enfatizando las potencialidades que tiene para recrear la historia. Es válido señalar que estos autores acuñan el término recurso didáctico a la hora de hacer referencia a la utilización del cine en el proceso educativo, postulado que difiere, en alguna medida, con la pedagogía cubana, en la cual el cine, el video, la televisión, el software, son usados bajo el término medio de enseñanza definido por el pedagogo cubano Vicente Gonzáles Castro (1986).

Pendás (1981, 1989, 2007), resalta las potencialidades del cine para la enseñanza de la historia, ubicándolo como fuente del conocimiento histórico conjuntamente con otros medios de enseñanza.

Hernández (1997) propone un interesante acercamiento al uso de la imagen (el cine y el video) para la educación en los antiguos Institutos Superiores Pedagógicos, hace recomendaciones para transformar los planes de estudio y propone la aplicación de cursos que desarrollen habilidades con el fin de educar a través de la imagen. La propuesta realizada se basa en videos clips y en filmes cuyas temáticas contribuyen a la formación de valores, pero no analiza cómo deben utilizarse dentro de las asignaturas.

A pesar de estos estudios realizados, existen insuficiencias en el proceso de enseñanza aprendizaje de la historia empleando el séptimo arte, que se expresan en aspectos como los siguientes:

1. · Los profesores desconocen las variantes didácticas que pueden utilizar dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA) para impartir o evaluar los conocimientos históricos utilizando el cine.

   · Poco dominio de la filmografía que puede utilizarse en correspondencia con los contenidos que se imparten en el programa.

   · Abuso de la técnica del cine debate, lo que limita las potencialidades del cine como arte y como fuente en sí mismo del conocimiento histórico.

   · Los estudiantes desconocen los códigos que se utilizan en determinados filmes para tergiversaralgunos contenidos históricos.

Una importante misión científica en la enseñanza de la historia es propiciar que los estudiantes descubran el aspecto interno de los procesos que se reconstruyen sobre la base de hechos, personajes, fechas, apoyados en datos, fragmentos de documentos escritos, testimonios orales y otros recursos que constituyen fuente para su estudio, y el cine contribuye a ello de manera eficaz siempre que se le someta a un conveniente estudio crítico que permita diseccionar los elementos históricos que subyacen en él.

Pues, como plantea Martín A. Jackson, fundador del Historians Film Committee:

El cine (…) es una parte integrante del mundo moderno. Aquel que se niegue a reconocerle su lugar y su sentido en la vida de la Humanidad privará a la Historia de una de sus dimensiones, y se arriesgará a malinterpretar por completo los sentimientos y los actos de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo. (Pons, p. 46)

Es necesario dotar a los estudiantes de una cultura cinematográfica que les permita comprender el torrente de alienación (proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforma su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición) que contienen muchos filmes, y convertirse en espectadores conscientes y activos.

En el logro de tales propósitos el profesor de Historia puede emplear diferentes variantes como la presentación de un filme al finalizar una unidad o un epígrafe para consolidar los contenidos impartidos y recrear con imágenes los hechos descritos en el aula. Para ello, con un lenguaje claro y preciso, informa sobre la ficha técnica de la cinta en cuestión: título, país, director, productor, guionista, protagonistas, duración, año, aunque pueden existir variaciones; y brinda la Guía didáctica.

Un buen ejemplo es el filme El nombre de la rosa, del director Jean-Jacques Annaud, del año 1986, protagonizado por Sean Connery, Cristian Slater, Micheal Lonsdale, con una duración de 126 minutos, que, basado en la novela homónima del escritor Umberto Eco, recrea la vida en una abadía benedictina en Italia en la cual aparece un monje muerto en circunstancias misteriosas que llevarán a una investigación que tendrá un desenlace inesperado.

Para el análisis de dicha película la Guía didáctica puede contener interrogantes como las siguientes:

La crisis de la edad media como una forma de vida, ¿cómo se recrea en el filme?

¿Cómo se recrea en el filme la situación del campesinado?

¿Consideras que el arte y la iconografía medieval marcan la estética del filme?

La pugna entre lo viejo y lo nuevo es una constante histórica, ¿cómo se recrea esto en el filme?

Son varios los pensadores de la época medieval que se mencionan en el filme. Prepara una lista con sus nombres y realiza una breve caracterización de estos.

¿Cómo se aborda en el filme lo relacionado con la fe y la razón, la escolástica y el nominalismo?

Otra variante a emplear por el profesor de historia para motivar a los estudiantes en cualquiera de los tres momentos de la clase es la proyección de fragmentos de filmes o documentales. Así por ejemplo con el documental Fascismo Corriente, se puede dar cumplimiento en la asignatura Historia Contemporánea que se imparte en décimo grado, al objetivo de caracterizar la instauración del fascismo en Alemania a partir del análisis de sus causas y de la ideología nazi, para desarrollar en los estudiantes sentimientos de rechazo hacia este régimen. Una vez visualizado este documental los estudiantes pueden responder a preguntas como: ¿quiénes respaldaron el ascenso del fascismo?, ¿por qué podemos afirmar que Hitler aplicó una política demagógica?, ¿qué rasgos de la ideología fascista se recrean en el documental?, ¿cuáles fueron las consecuencias del fascismo para los pueblos?

Comentar determinados filmes, cuyas temáticas consolidan los contenidos recibidos en las clases de Historia, para que los estudiantes se motiven por su búsqueda y observación, es otra de las variantes que puede emplear el profesor. Algunos de los filmes que pueden ser utilizados con este fin son: Pearl Harbor, protagonizado por un actor masculino popular entre las muchachas; Ben Affleck, que recrea un triángulo amoroso y brinda un panorama histórico del hecho por el cual entra a la segunda guerra mundial Estados Unidos; La Guerra de Hart, protagonizado por los populares actores Colin Farrel y Bruce Willi, recreada en un campo de prisioneros de guerra pone frente a frente la ideología nazi y el honor de los prisioneros; Caravana, película cubana protagonizada, entre otros, por Patricio Wood y Fernando Gattorno, recrea la ayuda solidaria prestada por Cuba a Angola en su lucha contra el régimen del apartheid.

La mentalidad de una sociedad, una ideología o un cambio político, aparecen claramente reflejados en el cine, por lo que este medio puede ser una excelente fuente para el conocimiento histórico; y si se emplea adecuadamente dentro del proceso de enseñanza aprendizaje puede contribuir, además, a la formación de valores y a elevar la cultura general de los estudiantes.

Referencias

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