Miscelánea

Territorio, sentidos y emociones: caso transdisciplinario del campus universitario

Territory, senses, and emotions: transdisciplinary case of the university campus

Rodolfo Jiménez-León
Universidad Autónoma de Yucatán, México, México
Edith J. Cisneros-Chacón
Universidad Autónoma de Yucatán, México, México

Territorio, sentidos y emociones: caso transdisciplinario del campus universitario

Universitas-XXI, Revista de Ciencias Sociales y Humanas, núm. 43, pp. 281-316, 2025

Universidad Politécnica Salesiana

2025. Universidad Politécnica Salesiana

Recepción: 18 Mayo 2025

Revisado: 17 Julio 2025

Aprobación: 23 Agosto 2025

Publicación: 01 Septiembre 2025

Resumen: Esta investigación examina cómo las experiencias emocionales y sensoriales en relación con los espacios naturales y urbanos dentro del campus universitario ayudan a cultivar una perspectiva transdisciplinaria destinada a fomentar comunidades sensibles e inclusivas. Utilizando métodos cualitativos, este estudio emplea un enfoque fenomenológico y etnográfico sensorial a través de un diseño de estudio de casos múltiples. La interpretación se basa en el bricolaje metodológico utilizando diversas perspectivas teóricas y herramientas para la recolección de datos. El proceso está organizado en cinco fases, y a través de la codificación axial se identificaron 40 dimensiones que forman un modelo de diálogo de conocimiento construido por los sentidos. A través de la teoría fundamentada se presenta una cartografía conceptual y sistemática del fenómeno poshumano, articuladas en: teorías explicativas sobre sensibilidad, género, urbanismo y política inclusiva (a partir de un enfoque posfenomenológico); construida a partir de un cuerpo, un territorio y prácticas educativas situadas. Se concluye con los aportes teóricos, metodológicos e implicaciones educativas, permitiendo abordar la relevancia del “quantum filosófico” para la formación docente. Se resalta el papel del profesor-investigador en la creación del saber, así como el impacto que tiene el reconocer el territorio y los contextos donde se desarrollan las experiencias educativas desde la enseñanza transformadora.

Palabras clave: Habilidad pedagógica, análisis de datos, ambiente educacional, condiciones culturales, política de las ciencias sociales, comportamiento, afectividad.

Abstract: This research examines how emotional and sensory experiences related to natural and urban spaces within the university campus help cultivate a transdisciplinary perspective aimed at fostering responsive and inclusive communities. Using qualitative methods, this study employs a phenomenological and ethnographic sensory approach through a multiple-case study design. Interpretation is based on methodological bricolage using diverse theoretical perspectives and data collection tools. The process is organized into five phases, and through axial coding, 40 dimensions were identified form a model of knowledge dialogue constructed by the senses. Through grounded theory, a conceptual and systematic cartography of the posthuman phenomenon is presented, articulated in: explanatory theories on sensitivity, gender, urban planning, and inclusive politics (based on a posphenomenological approach); constructed from a body, a territory, and situated educational practices. The study concludes with theoretical and methodological contributions and educational implications, allowing us to address the relevance of the “philosophical quantum” for teacher training. The role of the teacher-researcher in the creation of knowledge is highlighted, as well as the impact of recognizing the territory and contexts where educational experiences are developed through transformative teaching.

Keywords: Teaching skills, data analysis, educational environment, cultural conditions, social science policy, human behavior, emotions..

Forma sugerida de citar: (APA)

Jiménez-León, R. y Cisneros-Chacón, E. J. (2025). Territorio, sentidos y emociones: caso transdisciplinario del campus universitario. Universitas XX1, 43, pp. 281-316. https://doi.org/10.17163/uni.n43.2025.10

Introducción

La orientación sensorial o afectivo en las disciplinas de las ciencias sociales y humanidades facilita la comprensión del saber emanado de las comunidades emocionales a través de modelos teórico-metodológicos y vocabularios analíticos, fundamentados en el pensamiento postestructuralista. Esta perspectiva ha revolucionado campos como la antropología, la sociología, la historia y los estudios culturales, al cuestionar los esquemas convencionales de conocimiento e introducir nuevas modalidades de interpretación de la realidad, el lenguaje, el poder y la subjetividad (Howes, 2013, 2014; López-Sánchez, 2023; Turner, 2009).

Bajo este enfoque, adquiere importancia la figura del bricoleur, propuesta por Denzin y Lincoln (2012), que ha sido reinterpretada por la Escuela de Chicago (Jiménez y Cisneros, 2025). Esta categoría de académico utiliza una variedad de métodos y teorías para examinar fenómenos complejos, incorporando enfoques variados en función de los recursos disponibles. De manera metafórica, también se le conoce como quilt maker, aludiendo al individuo que integra fragmentos de conocimiento en una pieza íntegra (Denzin y Lincoln, 2012, p. 12).

La percepción sensorial, conceptualizada como un proceso físico y cerebral mediado socioculturalmente, se establece también en las interacciones interpersonales, donde se desarrollan dinámicas afectivas y de control. La exploración de las facultades sensoriales vista, audición, tacto, gusto y olfato, en la vida diaria desafía el paradigma racionalista del saber científico, integrando las emociones como componentes esenciales en la construcción de significados, prácticas sociales y subjetividades (Castro, 2014; Castro-Gómez, 2010; Deleuze, 2015; Dreyfus y Rabinow, 2001; Eribon, 1995; Jambet, 1999; Morey, 2014).

Este estudio examina cómo las vivencias sensoriales y emocionales, en interacción con el espacio natural y urbano del campus universitario, contribuyen a una perspectiva transdisciplinaria con el objetivo de construir comunidades inclusivas y receptivas. La investigación se orienta hacia tres interrogantes fundamentales:

  1. 1. ¿De qué manera las comunidades emocionales y sensoriales influyen en el desarrollo de una perspectiva transdisciplinaria en el ámbito universitario?
  2. 2. ¿Cuáles son las interrelaciones entre el entorno natural y urbano, las emociones y los sentidos en el contexto académico?
  3. 3. ¿De qué manera la administración de públicos desde el ámbito universitario promueve la participación social y la formación de comunidades sensibles e inclusivas?

Desde una perspectiva fenomenológica y etnográfica-sensorial (Stake, 2000), se reconocen dimensiones de la vida universitaria desde la perspectiva del profesorado, con consecuencias para la optimización de políticas institucionales, espacios de coexistencia y prácticas inclusivas. Además, se investiga la función de la extensión universitaria en la formación de conexiones sociales a través de prácticas afectivas y sensoriales.

Según Ahmed (2015), las emociones colectivas desempeñan un papel crucial en la formación de comunidades emocionales, dado que facilitan la movilización de los individuos hacia metas compartidas. Simultáneamente, el término comunidad sensorial se refiere a una percepción colectiva que se manifiesta cuando los sentidos se amalgaman en torno a un fenómeno social, posibilitando acciones transformadoras fundamentadas en la experiencia.

Para Turner (2009), las emociones se manifiestan en variados niveles: biológico, conductual, cultural y estructural, por lo que su definición se encuentra condicionada por el enfoque teórico adoptado. Desde una perspectiva neurológica, cultural o cognitiva, las emociones se manifiestan a través de activaciones corporales, normas sociales o sentimientos conscientes.

A partir de la década de 1970, autores destacados como Collins (1975), Heise (1979), Hochschild (1975, 1979), Kemper (1978a, 1978b) y Scheff (1979) han fomentado teorías sobre las emociones, contribuyendo de manera progresiva a la expansión de este campo. Durante la década de 1980, Williams (1977) y Hall (1980) subrayaron la cultura como una práctica experimentada, mientras que Surrallés (1998) exploró la dimensión emocional de las culturas indígenas desde la perspectiva de los sistemas de parentesco.

En la década de 1990, la teoría del afecto adquirió relevancia gracias a escritores como Massumi (1995) y Deleuze y Guattari (1987), quienes postularon que los afectos son fuerzas preconscientes que establecen conexiones entre cuerpos y espacios. En los albores del siglo XXI, surgieron perspectivas como la antropología sensorial (Howes, 2003; Pink, 2009), que se enfocaban en la experiencia encarnada y en la utilización de tecnologías para documentar y representar dichas experiencias. Pink (2015) propone una etnografía proyectada hacia el futuro que examina la manera en que los individuos experimentan, conciben y configuran futuros mundos.

En la actualidad, las investigaciones de carácter cultural sensorial (Bourdin, 2016; Bolaños, 2015; Fernández, 2011) se dedican a la investigación de las experiencias corporales, emocionales y artísticas en pueblos originarios, actores comunitarios, grupos de estudio o de investigación, así como instituciones educativas en diferentes niveles. En México, Báez (2023) examina la identidad regional mediante el uso de sonidos en Centroamérica, mientras que Martínez (2023) analiza las calles como “no-lugares”, espacios de tránsito e identidad en las ciudades contemporáneas. Para los entornos socioeducativos Jiménez-León et al., (2024) recopila el fenómeno discursivo desde actores académicos en formación y Mateos-Cortés (2025) precisa posturas creativas transdisciplinares en procesos intergrupales e interculturales desde las coordenadas geográficas latinoamericanas.

Materiales y método

Este estudio adoptó un enfoque metodológico cualitativo (Denzin y Lincoln, 1998), impulsado por el deseo de comprender cómo las experiencias sensoriales y emocionales en entornos universitarios configuran nuevas formas de interacción académica, identidad territorial y construcción de conocimiento transdisciplinario. Este recorrido metodológico se dividió en cinco fases (ver figura 1) interconectadas que permitieron la integración de la teoría, la experiencia de campo, el análisis y la interpretación desde una perspectiva sensible al entorno y a los actores educativos, que a continuación se describen.

La primera fase fue una revisión teórica y contextual que sentó las bases conceptuales del estudio. A través de una lectura crítica de la literatura especializada, se exploraron contribuciones clave sobre la construcción cultural de los sentidos (Geurts, 2002), el papel de las emociones en la vida cotidiana (Stewart, 2007) y las múltiples maneras de observar y registrar la realidad social (Guber, 2011). Se incluyeron, además, elementos relacionados con la historicidad de las percepciones sensoriales (Corbin, 2005), el uso de medios audiovisuales como herramientas epistémicas (Pink, 2015) y las perspectivas de la antropología sensorial en contextos contemporáneos (Howes, 2024). Esta fase no solo proporcionó un sólido marco teórico, sino que también ayudó a definir las dimensiones clave que se observarán en el trabajo de campo.

Figura 1
Figura 1

Enfoque de la investigación del paradigma cualitativo, a través de un estudio fenomenológico y etnográfico sensorial en estudio de casos múltiples

En la segunda fase, el estudio se trasladó al campo. Se creó un protocolo de observación sensorial-etnográfica que permitió registrar experiencias subjetivas en el campus universitario desde una contemplación basada en lo visual, lo sonoro y lo emocional. La metodología utilizó una mezcla de técnicas, como la observación participante, la recolección de audios, la fotografía participativa, la taquigrafía de campo y el uso de aplicaciones digitales. El contexto geográfico del estudio en la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán proporcionó un entorno único porque estaba ubicado en un ecosistema natural y su diseño arquitectónico estaba orientado a integrar el aprendizaje con el entorno. La triangulación de técnicas, la selección intencionada de casos significativos y el seguimiento ético de los principios de consentimiento informado ayudaron a que el trabajo tuviera validez y confiabilidad.

La tercera fase fue el análisis de los datos recopilados. Se utilizó un corpus que incluía narrativas, imágenes y grabaciones de sonido para llevar a cabo un proceso de codificación abierto, axial e inductivo (Schreier, 2012; Kuckartz y Rädiker, 2023). Este proceso dio lugar a más de veinte mil códigos iniciales, de los cuales 243 fueron depurados, eligiéndose 40 dimensiones centrales para el estudio. El análisis se dividió en tres niveles: micro (experiencias individuales), meso (dinámica institucional) y macro (marcos socioculturales). Esto permitió comprender la vida universitaria en su conjunto desde un punto de vista sensible, situado y relacional.

El estudio de casos múltiples se convirtió en la estrategia metodológica principal en la cuarta fase (Stake, 2000). El primer caso analizó cómo el entorno natural del campus afectaba la experiencia sonora de sus residentes. Con la “fijación sonora temporal”, se capturaron momentos significativos del paisaje sonoro universitario, como el canto de las aves, los fenómenos meteorológicos y la serenidad nocturna, que evocaban sentimientos de pertenencia y vínculos simbólicos con el territorio. El segundo caso trató sobre un evento académico centrado en el desarrollo de habilidades científicas y artísticas, donde se registraron y clasificaron las emociones expresadas por los participantes. A partir de este ejercicio, se construyó una taxonomía emocional que incluía sentimientos positivos, negativos, relacionales y sensoriales. Esto mostró cómo las experiencias emocionales afectan la adquisición de conocimiento y la formación de comunidades sensibles.

Finalmente, en la quinta fase, los hallazgos se interpretaron mediante la triangulación de los datos y el uso del enfoque de la teoría fundamentada (Glaser y Strauss, 1967). Esta etapa permitió integrar las voces, los sonidos, las imágenes y los significados en una narrativa compleja sobre la universidad como territorio sensible. Las conversaciones se centraron en la importancia de los sentidos y las emociones como mediadores del conocimiento, en la importancia de crear ambientes emocionalmente positivos y en el papel estratégico de la extensión universitaria como espacio de articulación entre el saber académico y la vivencia social.

En definitiva, este viaje metodológico no solo condujo a la creación de conocimiento situado y transdisciplinario, sino que también mostró cuán poderosas pueden ser la sensibilidad y el afecto en los procesos educativos modernos. Los sentidos y las emociones no eran solo datos adicionales; eran partes fundamentales de una universidad más humana, conectadas con su entorno y con las voces que la habitan.

Revisión de la literatura

Se presenta un análisis de la literatura en el creciente campo de los estudios sensoriales, correspondiente al período 2000-2025. Para identificar autores contemporáneos, se seleccionaron editoriales de prestigio y se realizaron lecturas globales con el fin de efectuar un scanning y subrayar las dimensiones de mayor relevancia. A partir de ello, se elaboró un documento que identifica personajes, constructos y la estructura global de cada obra, lo cual facilitó su lectura y comprensión (ver tabla 1).

Tabla 1
Tabla 1

Dimensiones que aborda el estudio

Nota. Elaboración de acuerdo con los documentos con acceso abierto en plataformas de los autores: Corbin (2005); Geurts (2002); Howes (2024); Pink (2015); Stewart (2007), citados en el creciente campo de los estudios sensoriales (Howes, 2014). Se utiliza la técnica scanning, la cual realiza un escaneo rápido para identificar palabras claves y sus significados. Para la técnica de observación se describen las diferentes técnicas con base en Guber, (2011) y Stake (2000). Además, se aborda un subrayado que destaca las ideas principales del texto con líneas y anotaciones.

Trabajo de campo

El estudio fue llevado a cabo dentro del marco del curso intensivo de verano: Gestión Ágil y Activa para Proyectos Educativos con Métodos Cualitativos del Programa de Posgrado en Especialidad en Docencia de la Facultad de Educación, dentro de la Universidad Autónoma de Yucatán. La elección de los participantes se realizó mediante un muestreo directo, constituyendo un grupo de docentes en formación de nueva generación, en coparticipación con los autores activos en el desarrollo del proyecto.

En un contexto participativo, el estudio sostiene que es fundamental vincular los niveles académicos relevantes y la experiencia docente. A este respecto, Durston y Miranda (2002) mencionan “la investigación participativa apunta a la producción de conocimiento articulando, críticamente, los aportes a la ciencia y el saber popular”(p. 5). Esta visión facilita no solo potenciar las capacidades locales, sino también alterar las realidades sociales sobre las necesidades educativas.

Instrumentos

El uso de protocolos de observación etnográfico-sensorial, así como el diseño de actividades de recolección de datos audiovisuales, ayudaron a definir un área de investigación específica que era dinámica y situada. Esta área se orientó hacia el análisis de experiencias educativas desde un ángulo interdisciplinario y multisensorial, cuyas características se elaborarán a continuación.

El método etnográfico es bien conocido por utilizar múltiples instrumentos para recopilar información y comprender fenómenos sociales a través de varias disciplinas (Hermann et al., 2011). Adoptamos aquí un enfoque estructural-funcionalista porque enfatiza descripciones contextuales ricas de las culturas y sistemas educativos que se estudian (Malinowski, 1973), basándose principalmente en la observación participante. Esta decisión metodológica se deriva de las fortalezas del marco para identificar patrones claros y temas salientes basados en los datos brutos recopilados en el entorno universitario (Angrosino, 2012, p. 19).

El enfoque estructural-funcionalista, en la obra de Malinowski (1973), se caracteriza por ser holístico debido a que analiza interacciones culturales posesivas para la consistencia y equilibrio social. En esta línea se formuló el marco base del protocolo de observación sensorial-etnográfica que proponen Stake (2000), el cual combina partes como: observación participante, no estructurada y directa como se muestra en la figura 2.

Para este estudio, las tipologías de observación de Guber (2011) permitieron conceptualizar, descritas en la tabla 1 para su aplicabilidad a través de las relaciones dinámicas de las prácticas convivenciales y la vida en el campus universitario como parte de un sistema cultural holístico subyacente.

La observación participativa facilitó la inmersión del investigador en eventos académicos y cotidianos, mientras que la observación no estructurada amplió el acceso a fenómenos emergentes menos predecibles. La observación directa se centró en capturar interacciones espontáneas y patrones de comportamiento durante momentos críticos como el horario de apertura y cierre del campus, y durante eventos de extensión cultural.

Figura 2
Figura 2

Protocolo de observación sensorial-etnográfica

Nota. Basado desde la noción observación sensorial-etnográfica se abordan los datos de acuerdo: (a) Apertura y cierre del campus universitario; (b) Evento de extensión cultural; (c) Recolección de narrativas a través de audios; (d) Registro visuales; (e) Taquígrafa de observación.

Las técnicas incluyeron transcripción concisa, registros visuales (fotografía y videografía), registros de sonido a través de la recopilación de narrativas de audio, entre otros. Estos materiales se complementaron con diarios de campo, horarios alineados con tiempos designados para observaciones, aplicaciones de escaneo, que permitieron la documentación multisensorial de experiencias educativas.

Analizar los registros de auditoría permitió la aplicación de técnicas de sonificación de datos (Carnero-Sierra, 2022; Ruiz-del Olmo y Vertedor, 2016). Este enfoque, informado por un razonamiento de teoría fundamentada (Glaser y Strauss, 1967; Bénard-Calva, 2016), facilitó la triangulación de la observación de prácticas emocionales con la reflexión sobre el significado dentro de los espacios universitarios compartidos.

Estos hallazgos dieron a conocer indicadores de cohesión social, como sentimientos de pertenencia y el fortalecimiento de los lazos comunitarios en talleres y convivencias interdisciplinares. Además, se documentó que las emociones compartidas, junto con la percepción de la interacción, fomentaron la formación de “comunidades emocionales”, definidas como espacios de construcción colectiva que mejoran la inclusividad y la identidad universitaria.

Con este enfoque metodológico se brinda información sobre cómo la percepción sensorial junto con la emoción entrelazada con la estructura de la experiencia diaria del campus configura el mismo no solo como un sitio físico, sino también como un territorio simbólico denso de prácticas educativas, afectivas y culturales convergentes.

Desde una perspectiva ecléctica holística sobre la cultura integrada como un sistema interdependiente, hay una aplicación de múltiples diseños de casos caracterizados en Stake (2000), que permiten estudiar las interrelaciones del campus universitario entre dimensiones de percepción sensorial arraigadas en la emoción y la educación. Este enfoque demostró cómo estas dimensiones facilitan la cohesión social y la inclusión comunitaria al percibir la universidad como un sistema cultural interconectado donde cada componente ayuda a mantener el equilibrio dentro del ecosistema de aprendizaje.

Los datos visuales se abordan de acuerdo a cómo los participantes generan imágenes, a través de fotografías que son representativas a sus experiencias, denominadas ventanas, permitiendo explorar significados personales y culturales atribuidos a las imágenes situadas en el contexto del estudio (Mannay, 2015). Con la obtención de estos datos se genera un análisis crítico y reflexivo de las fotografías producidas por los participantes. Para Banks (2010), el momento de la creación de la imagen, cuando el investigador social saca su cámara y comienza a filmar o tomar fotografías, debe conocer lo suficiente sobre la comunidad de acuerdo con su investigación enfatizando el análisis observacional de imágenes en el contexto de producción, interpretación y uso de las fotografías desde un marco tipo legal-ético (p. 119).

La técnica de recolección de datos visuales consistió en solicitar a los participantes, imágenes que describieran tres momentos en el territorio basados en un recuerdo memorable, un aprendizaje significativo y un conflicto (ver tabla 2).

Tabla 2
Tabla 2

Registro de datos visuales

Nota. Descripción narrativa del participante.

Contexto histórico-geográfico

La trayectoria de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán muestra un proceso de fortalecimiento institucional enfocado en el refuerzo académico y la descentralización de la educación. Desde que comenzó en 1977 como una asamblea resultante de un acuerdo con la UNAM, se promovieron programas innovadores como la Especialización en Docencia y la Maestría en Educación Superior. En 1984, se establece como Facultad, lo que representa un punto de inflexión con la instauración de la licenciatura en educación. A través de cuarenta años, se ha destacado por expandir su alcance como con la Unidad Multidisciplinaria en Tizimín y por renovar continuamente sus planes y programas, incluyendo modalidades variadas y criterios de calidad. La perspectiva de capacitación de los docentes con un enfoque reflexivo, ético e inclusivo ha orientado su evolución. En la actualidad, los tomadores de decisiones han confluido en escuelas de pensamiento como la Escuela de Chicago y la visión Iberoamericana; la Facultad mantiene una robusta propuesta educativa y un compromiso con el cambio educativo en la región.

La Facultad de Educación está ubicada en el Campus de Ciencias Sociales, Económico-Administrativas y Humanidades de la Universidad Autónoma de Yucatán. Su diseño refleja una perspectiva de integración entre el entorno natural y la labor académica, honrando la vegetación endémica y más de 300 árboles maduros del ambiente selvático original. Los lugares fueron ideados no únicamente para el tránsito y la actividad educativa, sino también para promover la reflexión, la reunión y el aprendizaje en equipo.

El núcleo del campus, una plaza verde de 1300 m2, actúa como núcleo de unión simbólica y operativa entre los diferentes sectores académicos y administrativos, reforzando la identidad de la institución y el sentimiento de comunidad. Esta disposición arquitectónica se ajusta a las demandas de una universidad moderna que aspira a educar a profesionales que interactúen con su territorio y su entorno cultural (Departamento de Proyectos de la Facultad de Arquitectura, 2018).

Análisis de los datos

El análisis cualitativo de datos (QDA, por sus siglas en inglés) en la investigación, nos permito ordenar el trabajo de escritorio y de campo para comprender el fenómeno social desde el campus universitario. Identificando patrones y comportamiento de los grupos, para el desarrollo del sistema de categorización (codificación) desde un enfoque deductivo. Cabe señalar que, Schreier (2012) menciona que el QCA (Qualitative Content Analysis por sus siglas en inglés) es un método para describir sistemáticamente el significado amplio del material cualitativo. Se realiza clasificando el material como instancias de las categorías de un marco de codificación de manera manual.

De acuerdo con Gibbs (2022) “los códigos proporcionan un foco para pensar sobre el texto y su interpretación” (p. 66) esta función clave, registra el desarrollo las ideas para el análisis de los datos cualitativos, con los procesos digitales, se analizaron las transcripciones de las narraciones sonoras y además se identificaron las imágenes registradas a través del método participativo para generar categorías y subcategorías con base en las cualidades pertinentes. Estos códigos denominados patrones siguen un proceso de ronda para perfeccionar el sistema de códigos, permitiendo visualizar los datos y explorar los resultados a través del software MAXQDA2024. Este proceso permitiendo responder las preguntas e hipótesis de la investigación, así como visualizar las relaciones entre las ideas del análisis realizado (Kuckartz y Rädiker, 2023).

Con la identificación del sistema de categorización (codificación) desde el enfoque deductivo se identificaron 20691 códigos abiertos, con base en los datos narrativos, visuales y sonoros de la recolección de datos. Con la codificación inductiva se seleccionaron 243 códigos, de los cuales solo se abordan 40 códigos para el estudio (ver figura 3).

Figura 3
Figura 3

Frecuencia de codificación abierta basado en datos narrativos, visuales y sonoros

Nota. El color muestra la suma de la frecuencia, realizado a través del software online tableau.com.

La tabla 3 organiza los niveles de análisis del estudio etnográfico-sensorial en tres escalas interrelacionadas: micro, meso y macro. Este marco particular permite comprender sistemáticamente las experiencias sensoriales y emocionales en el campus universitario, situándolas dentro de marcos teóricos, sociales y espaciales más amplios y abstractos.

A nivel micro hay evidencias concretas del trabajo de campo, como gestos, percepciones, recuerdos que involucran los sentidos, así como emociones. Este nivel demuestra algunos aspectos de la dinámica emocional en la vida cotidiana entre los educadores.

El nivel meso presenta un contexto teórico con investigadores clave, preguntas de investigación orientadoras, metodologías cualitativas que respaldan el análisis y sus componentes de enmarcado. Aquí también se visibiliza la consideración como un enfoque transversal junto con la observación etnográfica y técnicas de muestreo de eventos.

Por último, el macro integra estas experiencias en estructuras socioculturales más amplias como: ciudad, sociedad contemporánea, teoría de género, política, estudios urbanos y sensibilidad. En este caso, sitúa los fenómenos a nivel regional o global mientras interpreta las relaciones entre territorio, cuerpo y conocimiento. Por lo tanto, la tabla facilita la interpretación del fenómeno sensorial en un entorno universitario desde una perspectiva transdisciplinaria y multiescalar situada.

Tabla 3
Tabla 3

Dimensiones del estudio desde la perspectiva micro, meso y macro

Nota. Macro, entorno dentro del cual existe el problema o área de investigación; Meso, contextualización del problema en la subárea donde se inserta teóricamente; Micro, explica cómo se manifiesta la existencia del problema, indicando las evidencias objetivas a través de las narrativas, videos, fotografías. Es el micro entorno donde surgen los datos.

Resultados

Caso 1: Contexto universitario

El paisaje natural y la identidad milenaria de población maya remiten a una conexión con el territorio, la historia, la cultura y las tradiciones prehispánicas, las cuales siguen vigentes a través del tiempo. Se considera una identidad milenaria por sus raíces que se retoman a miles de años en el territorio mesoamericano. En la modernidad, Mérida, Yucatán sigue siendo una capital de megaproyectos activos dentro del contexto de la Zona Maya, con posibilidades de abastecimiento en agua, relación directa con recursos naturales y piedras de construcción que surgen de la península de Yucatán, tal como lo describe Franco-Cáceres, (2021). Nuestro contexto de investigación se localiza en carretera Mérida-Motul, kilómetro 1, en Gran San Pedro Cholul; el campus universitario se asienta en la Selva Maya, abrazando un gran patio que contiene múltiples atmósferas: 1) cuerpo ortogonal de tres niveles para aulas educativas; 2) triángulo de dos niveles para directivos y cubículos de investigación; 3) dos volúmenes curvos para la administración y servicios (Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán, 2018). Para enfocar al campus universitario de manera activa en el territorio se abordan tres experiencias sensoriales enfocadas en la fijación temporal auditiva y visual denominada: (1) Cantos de la selva; (2) Fenómeno meteorológico y (3) Serenidad nocturna.

Para enfocar al campus universitario de manera activa en el territorio se abordan tres momentos enfocados en la fijación temporal auditiva denominada: Cantos de la selva; Fenómeno meteorológico y Serenidad nocturna (tabla 4).

Tabla 4
Tabla 4

Selección de la fijación temporal auditiva

Nota. Elaboración propia; las abreviaturas “E” refiere a entrada y “S” a salida del sonido de acuerdo con la marcación del tiempo.

De acuerdo con lo anterior, Heidegger (1947), en su obra Carta sobre el humanismo, destaca que “el lenguaje es la casa del ser”, enfatizando que el lenguaje no es solo una construcción, sino el alma de la humanidad. A través de él, se entrelazan cielo y tierra, lo que resulta una alegoría pertinente para identificar las narrativas del territorio. En este sentido, se explora la relación entre el centro educativo y su entorno natural como un ecosistema complejo y dinámico (Murillo-García, 2022). En este espacio, los seres vivos interactúan en un medio social y natural, generando procesos bidireccionales de conocimiento a partir de su vida cotidiana. Aquí, el entorno actúa como regulador de lo emocional, cognitivo, social y físico.

En el contexto del campus universitario de la zona maya, el entorno natural se manifiesta claramente en los registros auditivos capturados durante el horario de las 08:30:00 hora [Momento 01]. Por ejemplo, en la cadena de audio entre 00:01:26 y 00:02:02, titulada Cantos de la selva y las aves, murmullos de estudiantes en aulas, se perciben aspectos geográficos como el paisaje, el clima, la fauna y la flora. Este ecosistema, caracterizado por un medio ambiente subhúmedo debido a la precipitación del clima, generando una humedad ambiental que retiene el calor, provocando bajas temperaturas y facilitando la vida de la fauna mayor en entornos frescos. Se distingue la presencia del efecto de vocalización de las aves, un fenómeno en el que los cantos de aves invocan a la lluvia, marcando territorio y mantienen contacto con otros congéneres.

Para profundizar en los sonidos del ecosistema peninsular, se recomienda consultar a Garrido-Ávila (2020), quien en el Glosario Maya identifica términos clave: K´ÍINIL (sonidos del clima), CHÚUN LU´UM (sonidos del subsuelo), U WICH LU´UM (sonidos del suelo) y JA´ (sonidos del agua), estas referencias resultan fundamentales para comprender el entorno ecológico del contexto estudiado.

Además, el uso de la tecnología desempeño un papel clave en el proceso de levantamiento de datos. Herramientas tecnológicas como Merlin Bird ID, desarrollada por el Cornell Lab of Ornithology, permitieron capturar y analizar los sonidos ambientales del contexto universitario.

Esta aplicación, apoyada en repositorios como la Biblioteca Macaulay y eBird, convierte los sonidos en espectrogramas, representaciones tridimensionales que asocian las señales sonoras con las especies de aves. De este modo, la tecnología facilitó la evocación del giro sensorial, promoviendo la creación de nuevo conocimiento al estimular la curiosidad auditiva. Esto resulta particularmente relevante en el hábitat de las aves migratorias que conviven en la selva húmeda introducida en el campus universitario.

En conclusión, esta integración ofrece un enfoque transdisciplinario que fortalece la conciencia ambiental y social en la comunidad universitaria. A través de la observación del entorno y el análisis de sus sonidos e imágenes, se buscó desarrollar una conexión emocional y sensorial con el paisaje, que apertura una atmósfera que impulsa la formación de ciudadanos desde un ambiente de sustentabilidad.

Caso 2: Campus en movimiento

La dimensión campus en movimiento, se manifiesta como una estructura narrativa establecida en el reconocimiento de las emociones, durante el evento “Habilidades en ciencias y artes en la gestión ágil para proyectos educativos con métodos cualitativos”. Realizado en el campus universitario. Este acontecimiento fomentó un diálogo social con la comunidad universitaria (integrada por padres de familia, personal administrativo, docentes entre otros) orientado a desarrollar procesos de divulgación científica, para potencializar habilidades en la especialización en docencia dentro de un programa de posgrado.

En el transcurso del evento, se presentaron quince temáticas expositivas por los participantes, conforme a un esquema secuencial en cascada. Esta estructura facilitó la comprensión del público, resultando en una vinculación del comportamiento y experiencias cognitivas. Estos registros permitieron identificar las emociones de los participantes al expresar través de las narrativas su experiencia con el entorno.

Taxonomía de las emociones

Satisfacción: los participantes expresan su contento y satisfacción por la experiencia. Por ejemplo, uno de los individuos expresa: “Me siento altamente gratificada y contenta por participar en esta experiencia”.

Motivación: se manifiesta un intenso sentido de entusiasmo, particularmente en lo que respecta al aprendizaje y la mejora de competencias. Un sujeto señala que ha perfeccionado sus competencias pedagógicas y se siente “más preparada” y con “ganas de seguir aprendiendo”.

Valoración: se aprecia el enfoque del taller y la pasión del instructor, lo que propicia una experiencia tanto nutritiva como creativa para los participantes.

Curiosidad y anhelo de adquirir conocimientos: algunos participantes manifiestan un anhelo de adquirir nuevos conocimientos y estar a la vanguardia en su disciplina, lo que evidencia una postura positiva hacia el desarrollo personal y profesional. Otro mencionó sobre el sentido que potencializó: “una experiencia muy visual, colorida que usualmente no hacemos aquí y pues al final terminó en un producto académico elaborado, bien estructurado”.

Frustración: ocurre cuando hay barreras que impiden el desempeño esperado. En el caso de un participante, se cotejo los gestos y el tono de voz, al mencionar su experiencia positiva (siendo esta negativa).

Ansiedad: derivada de la presión por cumplir con estándares de calidad educativa y evaluaciones externas, los participantes sentían presión unos días antes de su presentación y acreditación del evento.

Enojo: se origina por conflictos en la dinámica académica o administrativa, basado en la toma de decisiones unilaterales en políticas educativas y administrativas.

Afecto: desarrollo de vínculos emocionales con estudiantes o colegas, fomentando un ambiente colaborativo. Los participantes se sintieron conectados con un grupo que trabaja en un proyecto conjunto. Un participante menciona: “La verdad me sentí bastante contento porque desde que empezó la especialidad primera vez que siento que estamos trabajando algo enfocado a lo que es mi área que es parte de las artes, entonces estoy muy contento, me siento a gusto con el trabajo terminado y me gustaría seguir participando en este tipo de actividades”.

Compromiso: responsabilidad emocional hacia el bienestar de los estudiantes y el éxito académico. El apoyo constante a los participantes al enfrentarse con dificultades académicas.

Confianza: sentimiento de seguridad y respaldo mutuo en las relaciones, de acuerdo con el comentario de un participante: “Buenos profesores, pero aquel que le pone amor, perseverancia y motivación es el que tiene una buena práctica docente”.

Desilusión: percepción negativa por expectativas no cumplidas en el proyecto presentado.

Plenitud: equilibrio emocional logrado en un entorno que estimula positivamente los sentidos. Estos datos se obtuvieron del libro de visitas del evento, obteniendo mensajes positivos de la comunidad universitaria.

Las implicaciones de los resultados de nuestro estudio, permite identificar el giro sensorial y los estudios fenomenológicos integrados a través de los estudios de casos: (1) Contexto del campus universitario, (2) Campus en movimiento. Que a continuación se describen:

Para el caso 1, permite una comprensión profunda del entorno natural a partir de la experiencia sensorial vivida. Mientras el giro sensorial enfatiza la importancia de los sentidos, con la fenomenología se proporciona un método para describir y analizar estas experiencias, destacando cómo los individuos experimentan y atribuyen significado al territorio. Para este contexto, la percepción auditiva y visual del campus universitario no solo documenta sonidos y paisajes, sino que permite explorar cómo estas experiencias sensoriales fortalecen la conexión emocional y cultural con el entorno, favoreciendo la conciencia ambiental y la identidad territorial, tal como se confirma a través del comentario: “…A mirar los atardeceres, esto me permitía descansar y tomar un respiro para continuar con lo pesado de algunos días” [Participante].

Avanzando en nuestro razonamiento, las emociones y los sentidos emergen como vehículos de conocimiento que conectan a la comunidad universitaria con su territorio natural, a través del caso 2, la transdisciplinariedad como producto de las emociones y sentidos en movimiento, nos permite identificar la integración de las emociones y los sentidos en un diálogo social durante actividades presentadas en el evento “Habilidades en ciencias y artes” impulsando una perspectiva transdisciplinaria en los siguientes términos.

Figura 4
Figura 4

Taxonomía de las emociones

Nota. La figura presenta una taxonomía de emociones identificadas a través de estudios etnográficos-sensoriales, representándolas en función de datos visuales, grabaciones de audio y narrativas de los participantes. Las emociones se dividen en cuatro categorías: positivas, negativas, relacionales y sensoriales. Esta clasificación ayuda a entender el impacto que el contexto físico junto con las interacciones comunitarias en la academia moldea y definen la experiencia emocional de los actores educativos en entornos universitarios.

Dicho lo anterior, se identifica el fomento de la colaboración, debido a que las emociones relacionales (afecto, compromiso, confianza) permiten a los individuos superar barreras disciplinares y trabajar en equipo, generando un conocimiento compartido y una visión integrada. A su vez, la resignificación del entorno, basado en la interacción con el territorio y el estímulo sensorial conectan la naturaleza, la cultura y el conocimiento, facilitando la reflexión crítica y el desarrollo de propuestas orientadas a la sustentabilidad y la innovación social. El movimiento a través del diálogo de saberes, propiciado en el ambiente emocionalmente positivo y sensorialmente estimulante, favorece a la convergencia de diferentes áreas del conocimiento (ciencias, artes y humanidades), permitiendo un enfoque holístico para abordar los problemas complejos.

La base teórica identificada en el estudio parte de la teoría de la sensibilidad, teoría del género, teoría del urbanismo y la teoría política. Los cuales nos permiten plantear las siguientes aseveraciones:

La arquitectura, la planificación urbana y el diseño de espacios públicos (Harvey, 2008; Lefebvre, 1991) juegan un papel clave en cómo las personas perciben y se relacionan con su entorno. En estos espacios se crean experiencias de poder, control y segregación, la universidad pública desde las diferentes áreas de gestión puede favorecer sensorialmente los entornos. A través de los roles de género (Butler, 1990) y la percepción sensorial: la manera en que las personas experimentan el mundo sensorialmente está influenciada por las normas de género. En nuestro evento, las mujeres se presentaron más sensibles a ciertos estímulos —como el aroma de las flores o la textura y decoración del lugar— que los hombres, mientras que las masculinidades hegemónicas tienden a rechazar ciertas formas de sensibilidad (Merleau-Ponty, 1945).

La teoría de la sensibilidad de Merleau-Ponty (1945) aborda la importancia de las emociones y la percepción sensorial en la constitución del sujeto y la sociedad. Esta teoría conecta estrechamente con la fenomenología, la psicología y la estética (Scheler, 1954; Shusterman, 1992). Con el diseño de experiencias sensoriales como conocimiento, la sensibilidad emerge como la forma primaria de acceso al mundo. La percepción sensorial no es solo una respuesta física a estímulos, sino también una forma de conocimiento subjetivo y emocional.

Cabe señalar que los procesos educativos deben estar marcados por la empatía y el afecto, ya que la sensibilidad emocional está estrechamente vinculada a la empatía y a la manera en que las emociones se transmiten sensorialmente entre las personas. Por ejemplo, cuando los docentes logran identificar la motivación de sus alumnos, se fortalecen las experiencias afectivas, las cuales configuran la relación con los otros a través de una percepción bilateral.

Para finalizar este apartado, consideramos que la teoría sensorial no es solo un enfoque centrado en los sentidos, sino una forma compleja de examinar el mundo social y sus estructuras. Cada una de estas perspectivas ofrece una lente única para comprender cómo las experiencias sensoriales afectan la identidad, el poder (Bourdieu, 1979; Gramsci, 1971; Foucault, 1975), la cultura y la resistencia.

La administración de públicos orientada a la participación social en las áreas de extensión universitaria puede fomentar la formación de comunidades sensibles e inclusivas, mediante diversas estrategias y enfoques que emanan del enfoque sensorial en la sociología. Esta metodología facilita la comprensión de cómo las vivencias sensoriales y las emociones inciden en la manera en que los individuos interactúan entre sí y con su entorno.

Es así como identificamos que la sensibilidad de proximidad postula que cuando los individuos comparten un espacio, sus cuerpos se perciben recíprocamente mediante los sentidos, generando un impacto recíproco, tanto en el ámbito sensorial como en el emocional.

Esto tiene el potencial de promover un sentido de comunidad y vinculación entre los individuos, un aspecto esencial para la formación de comunidades inclusivas. Además, es importante referir que la interacción, gestionada en la extensión universitaria puede propiciar interacciones que trascienden las dimensiones cognitivas y emocionales, facilitando así interacciones sensoriales y emocionales. Con la instauración de espacios en los que los individuos puedan intercambiar sus vivencias y emociones fomenta una cultura de empatía y comprensión, aspectos fundamentales para el desarrollo de comunidades sensibles.

Cabe destacar que la generación de narrativas colectivas mediante la participación social facilita la escucha activa y la valoración de las voces de diversos individuos. Esto no solo potencia la vivencia comunitaria, sino que también contribuye a la identificación de las desigualdades y a la acción orientada hacia su superación.

Comprender las metodologías inclusivas, desde el movimiento posfenomenológico y el uso tecnológico, puede favorecer a la investigación etnográfica, con la implementación de metodologías que tomen en cuenta la heterogeneidad de las experiencias sensoriales y emocionales de los participantes puede resultar fundamental, para el avance de la línea de investigación. Además, es necesario relacionar con narrativas literarias, estéticas y poéticas, desde la creación de entornos sensibles.

Figura 5
Figura 5

Cartografía conceptual y sistemática del fenómeno poshumano

Nota. La imagen representa una cartografía conceptual y sistemática del fenómeno posthumano, considerando cuatro dimensiones interconectadas: las teorías explicativas de sensibilidad, género, urbanismo y política inclusivas (teoría posfenomenológica) que incluyen métodos como la investigación cualitativa y etnografía sensorial; las investigaciones sensoriales que integran cuerpo, afectos y territorio; la construcción de significados mediante encarnación y corporeidad en prácticas educativas. Con esta estructura se hace posible comprender el posthumanismo en contextos educativos a partir de configuraciones afectivas, políticas, comunitarias que dan visibilidad a modalidades de existencia, aprendizaje y relación desde lo multisensorial y relacional.

Conclusiones y discusión

Teniendo en cuenta los aspectos analizados, se concluye que los aportes de Bourdieu, Foucault, Gramsci y Merleau-Ponty al campo educativo, nos permite comprender que la construcción del conocimiento, el poder, el cuerpo, la cultura y la hegemonía en los espacios escolares y sociales, no deben asumirse como realidades neutrales o naturales. Por el contrario, es necesario desnaturalizarlas y analizarlas críticamente desde sus dimensiones políticas, sociales y simbólicas.

El análisis de las fotografías de los participantes evidenció cómo determinados espacios configuran el poder mediante prácticas de vigilancia, normalización y disciplinamiento del cuerpo. Estos hallazgos permiten comprender a la educación como un dispositivo de poder-saber, donde el conocimiento se vincula con las relaciones de dominación que producen subjetividades obedientes y funcionales al orden social.

En esta línea, resulta fundamental reconocer que la educación no puede reducirse a lo puramente cognitivo, sino que se manifiesta como una experiencia encarnada, corporal y situada en un mundo intersubjetivo. Esta comprensión posibilita avanzar hacia enfoques pedagógicos sensibles, donde el cuerpo y los sentidos desempeñan un rol esencial en el proceso de aprendizaje.

Desde la perspectiva de Gramsci, la escuela constituye un espacio de disputa ideológica entre proyectos de hegemonía. Frente al modelo tradicional que reproduce el orden dominante, se propone una educación para la emancipación articulada con movimientos sociales y sectores populares. Esta crítica a la educación tradicional resulta especialmente pertinente en el marco del pensamiento poshumanista, al considerar las relaciones entre la educación, la naturaleza y el territorio.

Los estudios afectivos abordados en esta investigación ofrecen un campo interdisciplinario sobre el papel de las emociones, los afectos y las intensidades en la vida social, política y educativa. Desde esta perspectiva, se enfatiza cómo las prácticas relacionales, corporales y socioculturales son vividas de manera encarnada y situadas en contextos específicos, lo que permite una lectura más sensible y compleja de los procesos educativos.

Autores como Brian Massumi, David Howes, Kathleen Stewart, Sara Ahmend y Sarah Pink han realizado aportes fundamentales al campo educativo al destacar la importancia del aprendizaje encarnado, el diseño de experiencias pedagógicas sensibles y la atención a las intensidades afectivas que configuran subjetividades. Desde sus enfoques, se reconoce lo cotidiano, lo corporal y lo sensorial son dimensiones claves para comprender cómo se generan significados en contextos educativos.

En diálogo con la Escuela de Chicago y su énfasis en las metodologías situadas, se considera esencial afirmar que toda verdad es local, se construye de forma relacional y está condicionada por los contextos específicos de producción y validación del saber. En este marco, el fenómeno de la posverdad se transforma según las tácticas pedagógicas que el docente adopta desde su entorno, destacando el papel del territorio geográfico y del ambiente natural en la configuración de los procesos educativos.

En este proceso, las emociones emergen a través de una taxonomía como mediador epistémico, al formar parte de entramados de poder que regulan acciones, relaciones, discursos y eventos. Así los afectos modelan comportamientos, definen climas escolares y configuran contextos con una autoridad epistémica donde lo emocional ocupa un lugar central.

La asignatura “gestión ágil y activa para proyectos educativos con métodos cualitativos”, permitió identificar los efectos del entorno natural y entorno urbano lo que condiciona la forma en que las emociones y los sentidos son vividos, interpretados y compartidos dentro del contexto educativos. Estos espacios no solo son escenarios físicos, sino también contextos afectivos que moldean la percepción, la concentración, el bienestar y la creatividad de quienes participan. La presencia de espacios verdes, la calidad del aire, el ruido, la arquitectura y la disposición espacial influyen directamente en las experiencias sensoriales y emocionales del cuerpo académico y estudiantil. Asimismo, la interacción entre la naturaleza y ciudad se refleja en las prácticas cotidianas del saber, como caminar por el campus, observar el entorno, detenerse a escuchar o sentir el clima. Estas vivencias tienen un impacto en la formación de subjetividades y en la construcción del conocimiento pues movilizan memorias, deseos, tensiones y afectos que conectan lo académico con lo vital, lo individual con lo colectivo.

Desde la perspectiva poshumana, resulta necesario interrogarnos: ¿qué requiere ese quantum en la formación del profesorado contemporáneo? Esta pregunta impulsa un análisis profundo de los significados actuales del liderazgo educativo y del desarrollo docente, reconociendo la diversidad epistémica, cultural y narrativa con ejes fundamentales. A partir de la Escuela de Chicago, se promueve una discusión intercultural, decolonial y transdisciplinaria, que cuestiona las jerarquías del saber tradicional y favorece la emergencia de nuevas competencias para la enseñanza.

En este marco, el quantum filosófico se manifiesta como el conocimiento situado, orientado por un análisis con un enfoque reflexivo y ético. Esto implica el reconocimiento de la implicación directa del docente-investigador en el proceso de creación de nuevo conocimiento, enfatizando la importancia de que los docentes comprendan su territorio y los sitios donde se desarrollan las experiencias de estudio. Además, se percibe su participación en la vida académica a través del contexto cultural y se promueve la creación conjunta de saberes con las comunidades, superando la lógica de intervención en ellas.

Esto implica el uso de métodos cualitativos que faciliten a las personas la expresión de sus experiencias de manera más integral, lo que podría conducir a un incremento en la sensación de pertenencia y una participación activa en la comunidad. Para la administración de públicos en la universidad entendida como la capacidad de articular vínculos significativos con diversos actores sociales, es clave fomentar la participación social y formación de comunidades sensibles e inclusivas.

Esta gestión no debe reducirse a estrategias de difusión o capacitación de audiencias, sino que debe orientarse hacia la creación de espacios dialógicos, afectivos y éticos donde las voces, saberes y experiencias de estudiantes, docentes, comunidades locales y actores externos sean reconocidos y valorados. A través de foros, proyectos colaborativos, actividades artísticas, intervenciones en el territorio y acciones de responsabilidad social, se configuran comunidades que no solo comparten objetivos académicos, sino también compromisos emocionales y políticos con la equidad, la justicia social y el bienestar común. Esta forma genera puentes entre la universidad y el entorno, así como de universidades a universidades a través de la pedagogía del encuentro y del reconocimiento mutuo.

En conclusión, nuestra investigación contribuye al campo educativo al visibilizar la relevancia de una pedagogía situada, afectiva y transdiciplinaria. Sus hallazgos pueden servir de base para futuras investigaciones sobre el bienestar docente y las metodologías sensoriales y etnográficas en la educación superior, especialmente en las ciencias sociales, las humanidades y las disciplinas económico-administrativas.

Referencias bibliográficas

Ahmed, S. 2015. La política cultural de las emociones. Programa Universitario de Estudios de Género, Universidad Nacional Autónoma de México. https://bit.ly/3VOjoma

Angrosino, M. 2012. Etnografía y observación participante en investigación cualitativa. Ediciones Morata. https://bit.ly/3P2Ku5g

Báez, F. 2023. Un pasito aquí y un pasito allá: Relación musical entre Centroamérica y el Caribe. En N. García-Sánchez (coord.), Centroamérica, Revista de la Universidad de México (pp. 14-19). Cultura UNAM. https://bit.ly/3ZSfFFM

Banks, M. 2010. Los datos visuales en investigación cualitativa. Morata. https://bit.ly/44DE6Kr

Bénard-Calva, S. 2016. La teoría fundamentada: Una metodología cualitativa. Universidad Autónoma de Aguascalientes. https://bit.ly/49K0T8e

Bolaños Florido, L. P. 2015. El estudio sociohistórico de las emociones y los sentimientos en las Ciencias Sociales del siglo XX. Revista de Estudios Sociales, 1(55), 178-191. https://doi.org/10.7440/res55.2016.12

Bourdieu, P. 1979. La distinción: Criterio y bases sociales del juicio. Ediciones Siglo XXI. https://bit.ly/3BDeyBz

Bourdin, G. L. 2016. Antropología de las emociones: conceptos y tendencias. Cuicuilco Revista de Ciencias Antropológicas, 23(67), 55-74. https://bit.ly/4frpaBp

Butler, J. 1990. Gender trouble: Feminism and the subversion of identity. Routledge. https://bit.ly/4fskICj

Carnero-Sierra, S. 2022. La sonificación como herramienta en Psicología. Revista Electrónica de Metodología Aplicada, 24(2), 31-44. https://doi.org/10.17811/rema.24.2.2022.31-44

Castro, E. 2014. Introducción a Foucault. Siglo XXI. https://bit.ly/4gGiBMj

Castro, S. 2010. Historia de la gubernamentalidad. Razón de Estado, liberalismo y neoliberalismo en Michel Foucault. Pontificia Universidad Javeriana. https://bit.ly/4guLnQj

Collins, R. 1975. Conflict sociology: Toward an explanatory science. Academic Press. https://bit.ly/49KP1ms

Corbin, A. 2005. Charting the cultural history of the senses. En C. Classen (ed.), The Book of Touch (pp. 128-135). Berg Publishers. https://bit.ly/3Bsc8pv

Deleuze, G. 2015. La subjetivación. Curso sobre Foucault. Cactus. https://bit.ly/4gEeC3r

Deleuze, G. y Guattari, F. 1987. A thousand plateaus: Capitalism and schizophrenia (B. Massumi, trans.). University of Minnesota Press. https://bit.ly/4gpuPsP

Denzin, N. y Lincoln, Y. 1998. Handbook of Qualitative Research. Sage Publications. https://bit.ly/4fuENb4

Denzin, N. y Lincoln, Y. 2012. Manual de investigación cualitativa: El campo de la investigación cualitativa (Vol. I). Editorial Gedisa. http://bit.ly/46fdsJ1

Departamento de Proyectos de la Facultad de Arquitectura. 2018. Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán [blog en línea]. ArchDaily México. https://bit.ly/3G6vbrI

Dreyfus, H. y Rabinow, P. 2001. Michel Foucault: más allá del estructuralismo y la hermenéutica. Nueva Visión. https://bit.ly/4gK379Z

Durston, J. y Miranda, F. 2002. Experiencias y metodología de la investigación participativa. Naciones Unidas. https://bit.ly/44CkuGu

Eribon, D. 1995. Michel Foucault y sus contemporáneos. Letra e. https://bit.ly/4kfCB9T

Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán. 2018, 01 de mayo. Departamento de Proyectos de la Facultad de Arquitectura [Blog en línea]. UADY. https://bit.ly/3ZDGQUw

Fernández Poncela, A., M. 2011. Antropología de las emociones y teoría de los sentimientos. Revista Versión Nueva Época, 26(1),1-24. https://bit.ly/400VYwE

Foucault, M. 1975. Discipline and punish: The birth of the prison. Pantheon Books. https://bit.ly/3BBqG68

Franco-Cáceres, I. 2021. La transición de un territorio prehispánico a tierra de megaproyectos: El caso de la península de Yucatán. Antrópica. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 7(7), 343-402. https://orcid.org/0000-0002-6863-7716

Garrido-Ávila, P. A. 2020. La península de Yucatán y su entorno ecológico: con glosario en maya, náhuatl y español. Universidad Autónoma de Yucatán. https://bit.ly/3BqEz7e

Geurts, K. L. 2002. Culture and the senses: Bodily ways of knowing in an African community. University of California Press. https://bit.ly/3ZRUTGi

Gibbs, G. 2022. El análisis de datos cualitativos en investigación cualitativa. Morata. https://bit.ly/3I6CHmR

Glaser, B. G. y Straus, A. L. 1967. The discovery of grounded theory: Strategies for qualitative research. Aldine Publishing Company. https://bit.ly/41Jc7YF

Gramsci, A. 1971. Selections from the prison notebooks. Lawrence & Wishart. https://bit.ly/4033yXD

Guber, R. 2011. Los enfoques cualitativos en la investigación en ciencias sociales. En R. Guber (ed.), La etnografía. Método, campo y reflexividad (pp. 135-160). Siglo XXI Editores. https://bit.ly/44ExRWM

Hall, S. 1980. Cultural studies and the study of popular culture. En J. Storey (ed.), Cultural theory and popular culture: A reader (pp. 128-139). Routledge. https://bit.ly/49LloBs

Harvey, D. 2008. Social justice and the city. University of Georgia Press. https://bit.ly/3Dmi57I

Heidegger, M. 1947. Carta sobre el humanismo. Alianza editorial. https://bit.ly/4ftaWzK

Heise, D. R. 1979. Understanding events: Affect and the construction of social action. Cambridge University Press. https://bit.ly/49Lv4Mq

Hermann, T., Hunt, A. y Neuhoff, J. G. 2011. The sonification handbook. Logos Verlag. https://bit.ly/4gnsUoC

Hochschild, A. R. 1975. The sociology of emotions: Selected possibilities. En M. Millman y R. M. Kanter (eds.), Another voice (pp. 280-307). Anchor Press.

Hochschild, A. R. 1979. Emotion work, feeling rules, and social structure. American Journal of Sociology, 85(3), 551-575. https://bit.ly/45O7f6T

Howes, D. 2003. Sensual relations: Engaging the senses in culture and social theory. University of Michigan Press. https://bit.ly/4iDAAES

Howes, D. 2013. The expanding field of sensory studies [Blog online]. Sensory studies. https://bit.ly/3P0AGJg

Howes, D. 2014. El creciente campo de los estudios sensoriales. Revista Latinoamericana de Estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad, 6(15), 10-26. https://bit.ly/401fwAN

Howes, D. 2024. Sensory investigations: an introduction to sensory anthropology. Pennsylvania State University Press. https://bit.ly/3ZO2JAm

Jambet, Ch. 1999. Constitución del sujeto y práctica espiritual. Observaciones sobre la Historia de la sexualidad. En Balbier, E. (et al.), Michel Foucault, filósofo. (pp. 227-241). Gedisa.

Jiménez-León, R. y Cisneros-Chacón, E. 2025. Evolución de la investigación cualitativa [Presentación de diapositivas]. Universidad Autónoma de Yucatán. https://bit.ly/4no2FTf

Jiménez-León, R., Cisneros-Chacón, E., Paz-Reyes, J. J. y Canto-Herrera, P. 2024. Expresiones y relatos de docentes. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. https://bit.ly/3GlYCWA

Kemper, T. D. 1978a. A social interactional theory of emotions. Wiley. https://bit.ly/3P7Y5IK

Kemper, T., D. 1978b. Toward a sociology of emotions: Some problems and some solutions. The American Sociologist, 13(1), 30-41. https://bit.ly/3P6k6HL

Kuckartz, U. y Rädiker, S. 2023. Qualitative Content Analysis: Methods, Practice and Software. Sage Publications. https://bit.ly/3P7Y1su

Lefebvre, H. 1991. The production of space. Blackwell. https://bit.ly/4fnZTYV

López-Sánchez, O. 2023. Los giros del giro afectivo: la centralidad de la vida sensible para teorizar lo social: una lectura en clave latinoamericana. Historia y Grafía, (62), 463-301. https://doi.org/10.48102/hyg.vi62.497

Malinowski, B. 1973. Introducción: Objeto, método y finalidad de esta investigación, en Los Argonautas del Pacífico Occidental. Península https://bit.ly/3ZHLPU5

Mannay, D. 2015. Visual, narrative and creative research methods: application, reflection, and ethics. Routledge. https://doi.org/10.4324/9781315775760

Martínez, A. 2023. Noticia de un no-lugar. En N. García-Sánchez (coord.), Centroamérica, Revista de la Universidad de México, 895 (pp. 105-110). CulturaUNAM. https://bit.ly/4gJKliW

Massumi, B. 1995. The autonomy of affect. Cultural Critique, 31, 83-109. https://doi.org/10.2307/1354446

Mateos-Cortés, L. S. (coord.). Estudios interculturales desde Veracruz: Metodologías emergentes de investigación, docencia y vinculación (pp. 121-146). Corpus Universitario. https://bit.ly/44icWre

Merleau-Ponty, M. 1945. Phenomenology of perception. Routledge. https://bit.ly/3P4mgaP

Morey, M. 2014. Escritos sobre Foucault. Sexto piso. https://bit.ly/3Dt4wUb

Murillo-García, J. L. 2022. Monográfico: La relación entre la escuela y el entorno social y natural. Fórum Aragón, 35(1), 5-8. https://bit.ly/404ayUf

Pink, S. 2009. Doing sensory ethnography. Sage Publications.

Pink, S. 2015. Doing sensory ethnography (2ed). Sage Publications. https://bit.ly/3ZM6vKJ

Ruiz-del Olmo, F. J. y Vertedor, J. 2016. Procesos, herramientas y prácticas de la sonificación. Universidad de Málaga. https://bit.ly/4gEwuKS

Scheff, T. J. 1979. Catharsis in heading, ritual, and drama. University of California Press. https://bit.ly/4fuuKTJ

Scheler, M. 1954. The formalism in ethics and non-formal ethics of values. Northwestern University Press. https://bit.ly/403qYw4

Schreier, M. 2012. Qualitative Content Analysis in Practice. Sage Publications. https://bit.ly/3Dp61Tn

Shusterman, R. 1992. Pragmatist aesthetics: Living beauty, rethinking art. Black-well. https://bit.ly/400GsRg

Stake, R. E. 2000. Case Studies. En N. K. Denzin y Y. S. Lincoln (ed.), Handbook of Qualitative Research (pp. 435-454). Sage. https://bit.ly/3Dt4mw3

Stewart, K. 2007. Ordinary affects. Duke University. Press. https://bit.ly/3P3AMj5

Surrallés, A. 1998. Entre el pensar y el sentir. La antropología frente a las emociones. Anthropologica, 16(16),291-304. https://doi.org/10.18800/anthropologica.199801.013

Turner, J. H. 2009. The sociology of emotions: basic theoretical arguments. Emotion Review, 1(4), 340-354. https://doi.org/10.1177/1754073909338305

Williams, R. 1977. Marxism and literature. Oxford University Press. https://bit.ly/49MY3PU

Información adicional

redalyc-journal-id: 4761

Enlace alternativo

HTML generado a partir de XML-JATS por