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Conflictividad urbana en Chalco. Notas sobre una problemática socioantropológica contemporánea
Conflictividad urbana en Chalco. Notas sobre una problemática socioantropológica contemporánea
Encuentros, vol. 17, núm. 02, pp. 57-65, 2019
Universidad Autónoma del Caribe
Recepción: 18 Febrero 2018
Aprobación: 11 Junio 2019
Resumen: El estudio sobre los conflictos entre diversos actores de las dinámicas de urbanización ha sido materia de interés para la ciencia política, la sociología, la historia demográfica y el urbanismo. Particularmente, ha resultado significativo para este trabajo, encontrar en la conceptualización del drama social de Victor Turner, una oportunidad para que desde un marco específicamente antropológica se logren abordar conflictividades urbanas. En este trabajo se atiende el conflicto entre actores de una dinámica de crecimiento urbano particular, construcción de vivienda popular a gran escala en territorios metropolitanos de la zona central de México, particularmente el caso de un conjunto urbano de interés social en el municipio de Chalco, Estado de México, entre 2005 y 2007. Se hallaron en las acciones colectivas, las fases de la construcción de un drama social, así como a través de la búsqueda de referencias hemerográficas y de la observación en campo, se confirmaron: una política de producción de vivienda popular recibida negativamente en un territorio específico, se identificaron grupos ciudadanos en resistencia, al coordinar tanto acciones colectivas como discursos sobre las problemáticas territoriales metropolitanas. Cuestiones que permiten, por un lado, ejemplificar la adaptabilidad de la conceptualización del drama social de Turner en contextos urbanos, fuera de la tradición etnológica; por otro lado, hallar en la generalidad del drama, las singulares manifestaciones de actores interesados en el proyecto de crecimiento poblacional y urbano de su entorno cercano.
Palabras clave: Ciudad, ruralidad, conjunto urbano, drama social.
Abstract: The study of conflicts between different actors of dynamics of urbanization has been a matter of interest for political science, sociology, demographic history and urbanism. In particular, it has been significant for this work to find, in the conceptualization of Victor Turner’s social drama, an opportunity for a specific anthropological framework to address urban conflictivities. This paper deals with the conflict between actors of a particular urban growth dynamic, construction of large-scale popular housing in metropolitan territories of the central zone of Mexico, particularly the case of an urban social interest set in the municipality of Chalco, State of Mexico, between 2005 and 2007. They were found in collective actions, the phases of the construction of a social drama, as well as through the search of newspaper references and observation in the field, were confirmed: a production policy of popular housing received negatively in a specific territory, citizen groups in resistance were identified, by coordinating both collective actions and discursivity on the metropolitan territorial problems. Issues that allow, on the one hand, to exemplify the adaptability of the conceptualization of Turner’s social drama in urban contexts, outside the ethnological tradition; on the other hand, to find in the generality of drama, the singular manifestations of actors interested in the project of population and urban growth in their immediate surroundings.
Keywords: City, rurality, urban set, social drama.
Resumo: O estudo dos conflitos entre diferentes atores da dinâmica da urbanização tem sido um assunto de interesse para a ciência política, sociologia, história demográfica e urbanismo. Em particular, tem sido significativo para este trabalho encontrar, na conceituação do drama social de Victor Turner, uma oportunidade para um quadro antropológico específico para abordar as conflitividades urbanas. Este artigo trata do conflito entre atores de uma determinada dinâmica de crescimento urbano, a construção de moradias populares em grande escala em territórios metropolitanos da zona central do México, particularmente o caso de um grupo de interesse social urbano no município de Chalco, Estado do México, entre 2005 e 2007. Foram encontrados em ações coletivas, foram confirmadas as fases da construção de um drama social, assim como através da busca de referências de jornais e observação no campo: uma política de produção de habitação popular recebeu em um território específico, identificaram-se grupos de cidadãos em resistência, coordenando ações coletivas e discursos sobre os problemas territoriais metropolitanos. Questões que permitem, por um lado, exemplificar a adaptabilidade da conceituação do drama social de Turner em contextos urbanos, fora da tradição etnológica; por outro lado, encontrar na generalidade do drama, as manifestações singulares de atores interessados no projeto de crescimento populacional e urbano em seu entorno imediato.
Palavras-chave: Cidade, ruralidade, conjunto urbano, drama social.
1. Introducción
Este trabajo se inscribe en la tradición investigativa de los fenómenos urbanos y de contacto sociocultural, particularmente el análisis de las acciones organizadas en localidades que experimentan cambios asociados al crecimiento metropolitano, desde una perspectiva socioantropológica. Es por ello que el énfasis en la presentación de resultados radica en las manifestaciones de actores específicos en la situación observada.
El trabajo de los antropólogos en el estudio de los fenómenos urbanos y de contacto sociocultural ha aumentado, toda vez que los grupos étnicos aislados de centros de población o han sido ampliamente estudiados o presentan acercamientos diversos con estos centros de población, así como con dinámicas de la globalización de diversas maneras.
El abordaje antropológico de estos fenómenos urbanos y de contacto sociocultural se vio implicado con otras áreas de conocimiento, a veces de manera conflictiva y otras de manera afortunada. Al respecto se cuentan trabajos claves en la revisión de lo que hoy se estima un campo de saber particular: Antropología urbana (Hannerz, 1986; Signorelli, 1999).
Esta Antropología urbana ha diversificado sus abordajes: desde el estudio de los trayectos de los grupos étnicos en los espacios urbanos, hasta extender su problema epistemológico de base en las relaciones urbanas: la otredad.
Esta otredad en las relaciones en torno a la ciudad, es relación manifiesta para la construcción del problema antropológico urbano. Es decir, que para construir el sentido de lo urbano se impone necesario identificar lo rural, así como la relación campo-ciudad.
El devenir de las poblaciones urbanas va redefiniendo estas relaciones, con sus continuidades y discontinuidades. En este trabajo, por lo tanto, se atiende el espacio periurbano, como un espacio singular de la megalópolis mexicana, espacio que pugna a la vez entre el campo y la ciudad por sostener una identidad. Cuestión que mantiene a sus actores habituales en contraste continuo con el sentido de lo otro, de lo ajeno y de lo propio. ¿Cómo se moviliza el sentido de lo propio y de lo ajeno, de lo otro en el crecimiento urbano?
Identificaciones en el espacio urbano
Para Ulf Hannerz (1986) el problema que reveló la relación ciudad-campo en los trabajos antropológicos de la Escuela de Manchester, sobre ciudades africanas, fue el de la etnicidad urbana. Asunto que integra “la diferencia étnica” al problema de las relaciones de contacto en espacios y territorios.
Por la migración, personajes étnicos se hallaron en la ciudad. Su condición étnica se encontró supeditada (no desaparecida) en el espacio urbano, llevándole a experimentar, también, la distinción relacional campo-ciudad. En muchos casos, esta migración estuvo condicionada a la búsqueda de medios de subsistencia.
A las ciudades se les estima importantes por su centralidad económica, política, social y cultural. Entre estas se construye también un entorno de significados, donde sin duda se proyectan acciones para construir o mantener el “prestigio del lugar” frente al resto de ciudades o localidades (Troitiño, 2000).
Vivir la ciudad implica valorarla. La ciudad es interpretada desde lo urbano (acompañado de determinaciones como la clase social, la edad, ocupación, historia de vida). Es objeto de valoraciones desde el interior y desde el exterior, que pueden constituirse en imágenes que revelan regímenes axiológicos y emocionales.
Así, la migración del campo a la ciudad, la reinserción del migrante al espacio de “origen”, la movilidad laboral, los procesos de descentralización administrativa e industrial, el raudal de lo mass-mediático, la migración ciudad-ciudad (en sus diversas escalas –centrales, intermedias, entre otras denominaciones-), han constituido y, por tanto, evidenciado la densidad de los contactos. A este fenómeno se puede denominar lo urbano: considerado como el resultado de la implicación social (mediada por la experiencia) de los sujetos con el referente (básico-diferenciado) “ciudad”, como lugar “en”, “desde”, “hacia” y “por” donde se producen y reproducen actos, interpretaciones y representaciones individuales y colectivas (Casas, 2012).
Por lo tanto, lo urbano trastoca al habitante de la ciudad, al migrante étnico y al que por intermediación del viaje físico o mediático interactúa con ésta y sus pobladores. Los medios de comunicación masiva (mass-media) también exponen lo urbano contemporáneo operado por grupos hegemónicos con sus representaciones de lo real (Mattelart y Mattelart, 1987).
Este fenómeno urbano contiene, por su actividad propia, un correlato de velocidad y profusión en los flujos de personas, experiencias e informaciones (Delgado, 1999), pese a no constatarse en todas las actividades en la ciudad: burocracia, tráfico automovilístico; mientras que la tranquilidad y la calma son características que no parecen remitir a las ciudades, y suelen ser defendidos como rasgos característicos por habitantes de poblados, urbanos o no, de origen campesino en que los paisajes boscosos y los espacios naturales abiertos son o fueron parte de la cotidianidad (Harvey, 2000). En este sentido, para Signorelli (1999) la diferencia (constructo imaginario) opera en tres oposiciones básicas en lo urbano: ciudad-campo, entre ciudades y diversidades internas de cada ciudad.
Por ejemplo, desde la oposición campo-ciudad se tiende a desacreditar al otro, se le reconoce, se le obstruye, se le respeta o se le discrimina; pensemos en las distinciones entre el habla: tono, variación, velocidad y el vocabulario, que suele notarse en los estereotipos que se transmiten en mensajes desde las comunicaciones gubernamentales hasta las empresas privadas de comunicación, particularmente cuando operan desde la ciudad central (Salazar e Ibarra, 2006). Desde ahí también se imagina, se experimenta, el derecho a la ciudad, a lo urbano, la distinción y la identificación social.
El conjunto urbano de interés social como acción singular en el contexto metropolitano y periurbano mexicano
La ZMCM está constituida por diez y seis alcaldías de la Ciudad de México y veintiocho municipios del Estado de México, de acuerdo con Duhau y Giglia (2008). Ésta alberga alrededor de 27 millones de personas en la zona central de México.
La dinámica del “desbordamiento de la mancha urbana” de la ciudad de México y del crecimiento poblacional de su zona metropolitana, lleva a que se planteen alternativas de atención o de contención de asentamientos irregulares. Una de las estrategias recientes, que revelan una asociación entre gobierno e iniciativa privada, es el conjunto urbano de interés social (CUIS), el cual tuvo su mayor auge entre 1999 y 2005.
El CUIS es el complejo derivado de una estrategia de construcción comercial de viviendas, en la mayoría de los casos de interés social, que involucra en la oferta de casas habitación un sistema de convivencia social y económica. Se caracteriza por ser un producto empresarial derivado de una dinámica político-económica global de oferta y diseño de vivienda. Condición por la cual dichos conjuntos trastocan aspectos estructurales de las relaciones sociales y de los contextos culturales en que son construidos y definen un modelo de urbanidad y de urbanización desde las clases hegemónicas.
Entre las características generales de la vivienda de interés social están: medida, que va de 42 a 76 m2; los espacios (cocina, sala, comedor, 1 a 3 recámaras, 1 baño, un lugar de estacionamiento), servicios (completos).
Se trata de viviendas pequeñas para localidades que, según la jerga urbanística, operarán como ciudades dormitorios (Duhau y Giglia, 2008).
2. Metodología
Los resultados que se presentan derivan de una investigación basada en la observación etnográfica. Por lo tanto, se fundamenta en la descripción crítica de información cualitativa recabada a través de un diario de campo, observación directa, así como revisión bibliográfica y hemerográfica acerca del drama social, identificando: manifestaciones de habitantes de los municipios de Chalco y Cocotitlán en el Estado de México, en contra de las acciones asociadas al crecimiento urbano. Siendo el pueblo de Tlapala, del municipio de Chalco, donde se presentaron acciones colectivas de mayor intensidad y frecuencia.
El diario de campo consistió en el registro continuo de notas, durante cerca de dos años (2005-2007), sobre los momentos de observación directa en el poblado: acercamientos y entrevistas abiertas con pobladores de Tlapala, así como la presencia en eventos colectivos en el marco del drama social a abordar. De dichas notas, se recuperaron para este trabajo, aquellas reflexiones acerca de la identificación del drama social y el papel de las políticas de facilitación por parte de gobierno local y nacional en la construcción de CUIS con impactos significativos en la planeación territorial y urbana, así como en el poblamiento acelerado de poblados y municipios.
De la revisión bibliográfica y hemerográfica derivaron la selección de la propuesta teórica-metodológica del drama social de Victor Turner, así como los insumos para su descripción crítica con información sobre actores con incidencia política local y estatal, así como sobre acciones colectivas organizadas.
El drama social
La propuesta de Victor Turner se considera dentro del estructural-funcionalismo británico y entre las aportaciones fundamentales de la Antropología Simbólica. Africanista, alumno de Max Gluckman, a Turner le resultaron fundamentales el conflicto y el caso extendido. Su concepto de drama social y de antropología de la experiencia se consideran herramientas valiosas para la investigación socioantropológica contemporánea. Los postulados teórico-metodológicos de dicha propuesta constituyeron el apoyo para la investigación y para la escritura de este trabajo.
Turner (2002) afirmó que una parte básica de su antropología de la experiencia es el drama social (una estructura experiencial): una acción que irrumpe en la “normalidad” abriendo una 1) brecha pública, generando un clima emocional tenso. Esta brecha potencia los antagonismos, los cuales al brotar abiertamente —ya sea para confrontar o negociar— producen una 2) crisis, la cual tiende a la 3) procuración de la paz.
Los dramas sociales revelan niveles “subcutáneos” de la estructura social, ya que cada “sistema social”, desde la tribu hasta la nación y hasta los campos de las relaciones internacionales, se compone de muchos “grupos”, “categorías sociales”, status y roles, ordenados en jerarquías y divididos en segmentos. En nuestras sociedades estamos familiarizados con oposiciones entre clases, subclases, grupos étnicos, sectas y cultos, regiones, partidos políticos y asociaciones basadas en el género, la división laboral y la edad relativa.
Por lo general, los dramas sociales activan las siguientes oposiciones “clasificatorias”: facciones (las cuales pueden atravesar la división tradicional en castas, clases o linajes, al perseguir intereses inmediatos, coyunturales), movimientos religiosos de “revitalización”, los cuales pueden movilizar a “tribus” tradicionalmente enemigas en su resistencia común contra los amos coloniales extranjeros con una tecnología militar superior, alianzas y coaliciones internacionales entre grupos ideológicamente desiguales que creen tener un enemigo en común (muchas veces igualmente heterogéneos en su combinación entre naciones, religiones, clases, ideologías y sistemas económicos) e intereses inmediatos comunes, los cuales se transforman en conflictos.
Esta propuesta conduce a un análisis del conflicto en términos procesuales, espacio-temporales que permite describir y explicar las movilizaciones y expresiones de personas y grupos sociales en los márgenes de la “normalidad social”, así como para identificar y conocer acerca de los modos en que se dirimen los conflictos, advirtiendo las variaciones sociales y culturales relativas a las estrategias para postergar, propiciar, abstener o negociar la crisis y las confrontaciones posibles o en curso, ya con reglas diplomáticas, de cortesía o con la violencia organizada.
3. Resultados
Acción que irrumpe en la “normalidad social”. El Conjunto Urbano de Interés Social (CUIS) y su reconocimiento hegemónico: caso Sadasi
El Estado de México forma parte de las entidades que conforman por ZMCM. Chalco es un municipio de esta entidad que experimentó una importante transformación urbana entre 1999 y 2005.
La zona oriente vivió entre la última década del siglo veinte y la primera del siglo veintiuno, un poblamiento acelerado: tanto por la construcción irregular de vivienda, como por proyectos de urbanización mediados por constructoras. El tipo de vivienda que ofrecían estas últimas fue especialmente de interés social, ubicada en extensiones amplias de terreno. A este tipo de construcciones se les denominó Conjuntos Urbanos de Interés Social (CUIS).
Chalco confirmó con este tipo de construcciones su calificativo de ciudad dormitorio, pues gran parte de la población económicamente activa labora en la Ciudad de México (Salazar e Ibarra, 2006). Además, se le considera, ya por la oferta de terrenos rústicos, de asentamientos irregulares y de vivienda, receptora de las nuevas generaciones de las familias de la ciudad, particularmente aquellos que no han encontrado habitación en una ciudad tan densamente poblada y con terrenos y casas con precios altos. Gran parte de la población que migra a este municipio es de clase media baja y baja.
De acuerdo con los censos de población y vivienda de los años 1990 y 2005, la población del municipio de Chalco pasó de 106 450 habitantes a 257407. Tenemos un crecimiento en la población de más del cien por ciento. Las empresas inmobiliarias no son ajenas a estas dinámicas.
Empresas constructoras vieron en Chalco, tras su incursión en diversos municipios del Estado de México (Ixtapaluca, Tecámac, entre otros) un territorio apto para desarrollar sus CUIS. Algunas de las inmobiliarias que ya participan del espacio local de Chalco con cuando menos un conjunto urbano, están: Planeación Urbana Racional S. A. de C. V., Inmobiliaria Guadalupe, Davivir, Geo, Ara, Sadasi. Para fines de este documento se pondrá atención a las empresas Sadasi y al CUIS Los Álamos.
De acuerdo con la información oficial de la página de la empresa y la publicación mexiquense El Semanario: Sadasi nace en 1975 en el Estado de México. Fundada por la familia Vainer, se enfoca principalmente a los Estados de México, Puebla, Querétaro, Quintana Roo y Yucatán con presencia a través de sus filiales, en otros siete Estados de la República Mexicana.
Sadasi rivaliza con empresas como Homex, Corporación GEO, Consorcio Ara, Sare, Urbi, ViveIca, Davivir, entre otras. Es considerada una de las mayores constructoras privadas de México. En diciembre del 2005 Grupo Sadasi, junto con Walton Street Capital, fondo de inversión de los Estados Unidos, incorpora a “Pulte Homes México”, hoy conocida como Altta Homes, empresa que nace en 1999 y ronda la producción de casi cien mil casas entre los sectores de interés social, medio y residencial.
En 2005, Sadasi tenía avanzadas obras básicas sobre el CUIS Los Álamos, ubicado entre los poblados de Cocotitlán –municipio-, Cuautzingo y Tlapala –pueblos de Chalco-. Es en el contexto de la construcción, que ocurrió un proceso de resistencia por parte de los pobladores de las localidades mencionadas, jugando un papel central el último pueblo mencionado.
Brecha pública, antagonismos y crisis
El momento que evidencia la apertura de la brecha pública del conflicto, en términos de Turner, se consignó en diarios de circulación nacional. El diario El Universal, nota de Ma. de los Ángeles Velasco (2005), publicó:
Ma. de los Ángeles Velasco / Corresponsal / Marzo 3 de 2005
Chalco, Méx. Habitantes del poblado de Tlapala retuvieron por espacio de hora y media al presidente del comisariado ejidal, Miguel Guadarrama, e impidieron que trabajadores de la empresa Sadasi realizaran trabajos de excavación para introducir el drenaje del fraccionamiento Los Álamos que se construye en la zona.
Incluso, los pobladores obligaron a empleados de la constructora a tapar una zanja de cerca de un kilómetro que ya habían excavado para introducir el servicio al nuevo desarrollo habitacional.
Los inconformes encabezados por el delegado de la localidad, Lázaro Dávalos, irrumpieron en una reunión donde se encontraba el presidente del comisariado en el auditorio Emiliano Zapata, para protestar porque supuestamente ya autorizó que la inmobiliaria pase su drenaje por el pueblo, situación a la que se han opuesto los vecinos desde la construcción de las viviendas ubicadas sobre la carretera federal México-Cuautla, a la altura del paraje conocido como Cedral.
De manera muy esquemática, en la escala del pueblo encontramos un delegado y sus allegados frente al presidente del comisariado ejidal. En la escala del municipio tenemos confrontados a la Unión de Pueblo de la Zona Oriente de los Municipio de Chalco y Cocotitlán contra la constructora Sadasi y autoridades municipales. En la escala estatal encontramos una organización civil respaldada por instituciones diversas contra el gobierno del Estado, introduciendo (por su nivel en la organización política) la conexión con lo nacional, pasando a una interacción global en lo tocante a lo discursivo, mediando lo simbólico: valoraciones disímiles del espacio-territorio, actividades laborales suspendidas, imágenes en interacción y comunicación confrontada, provenientes de las historias personal, local, nacional y global entreveradas.
Tras el evento del 3 de marzo de 2005 se profundizaron los antagonismos y se evidenció el escenario crítico. Hubo en los meses siguientes: confrontaciones directas con policías y trabajadores de la empresa, que no dejaron muertos, pero sí heridos. Participaron hombres, mujeres y adolescentes en las refriegas. Hubo mesas de negociación y diálogos que ofrecieron alternativas para la resolución del conflicto y para nuevos aprendizajes para los pobladores en materia de participación social y ciudadana. Los cuales no se pueden tratar aquí, pero que se reflejan en otros documentos (Casas, 2012).
En respuesta a los cambios en el espacio local por parte del gobierno y las constructoras privadas, a partir del caso de Los Álamos, agrupaciones sociales desarrollaron estrategias para la contención de dichas transformaciones. Uno de los resultados más significativos fue el Foro de Chalco 2006.
La convocatoria a dicho evento, realizada en febrero de 2006 en el portal de la Agencia Periodística de Información Alternativa (APIA, 2006), resulta ilustrativa respecto de las demandas de los grupos inconformes. En esta se encontraban expresadas preocupaciones que referían a lo global, lo nacional y lo local.
En lo global hacen una crítica al modelo de desarrollo capitalista, el cual impulsa daños a la naturaleza, a la sociedad, al planeta tierra, a través de la construcción sin freno de obras urbanísticas que desconsideran el cambio climático, la pérdida de especies vegetales y animales, las nuevas enfermedades y epidemias, las migraciones y la desaparición de comunidades vernáculas y de lenguas indígenas.
Respecto a lo nacional destacaron que: las periferias han sido asoladas por lo que denominaron el desarrollo de ciudades instantáneas, casas industrializadas, con nula proyección sustentable, casas de tipo ARA o GEO, que se construyen en zonas fértiles, inclusive en reservas ecológicas.
En relación a lo estrictamente local se refirieron al conflicto entre gobierno estatal y municipal, empresa privada y pobladores. Por ejemplo:
En el 2004 se inicia la construcción de 3,350 viviendas en el conjunto denominado los Álamos (RANCHO ATOYAC) en el pueblo de Cuautzingo. Los ciudadanos reaccionan ante esta construcción y protestan a la introducción del drenaje en sus tierras, puesto que esta es la puerta para ser desaparecidos por el desmedido crecimiento de la mancha urbana. Se dan enfrentamientos donde el pueblo expresa su descontento por la imposición y la corrupción (APIA, 2006).
Los objetivos para convocar al Foro fueron tres: Frenar todo tipo de construcción de unidades habitacionales en los ejidos de Chalco y Cocotitlán; defender la vida campesina de Valle de México; preservar el equilibrio urbano, social y ambiental del Valle de México.
Los grupos sociales que se manifestaron a través del foro fueron: pobladores de distintos municipios del Estado de México, con particular protagonismo de Chalco y Cocotitlán, que se denominaron Unión de Pueblos de la Zona Oriente; grupos organizados de la sociedad civil, académico del Estado de México y del Distrito Federal. La mayoría relacionados con proyectos de protección al medio ambiente y en defensa de la vivienda popular.
El Foro 2006 hizo patente el enfrentamiento del problema de la eficacia lucrativa tanto económica como política con el problema de la sustentabilidad y el ecologismo (estandartes de una globalización no capitalista).
Por otro lado, el presidente municipal en turno (Jaime Espejel Lazcano) fue cuestionado respecto de las aprobaciones de estos CUIS. De acuerdo con una nota del diario El Universal, con fecha del 29 de julio de 2004, Jaime Espejel descartó que el poblamiento por conjuntos habitacionales fuera a impactar el abasto de agua en los poblados y aseguró que cada uno de estos conjuntos habitacionales debía otorgar los servicios a sus habitantes. Expresando que en su administración no se autorizó ningún conjunto, dejando la responsabilidad a la administración anterior.
El munícipe Espejel contaba con uno de los personajes de mayor experiencia en desarrollo urbano de la región: el Ingeniero Felipe Sanabria Nieves (director de Desarrollo Urbano municipal, quien había laborado en el área en administraciones anteriores). En entrevista realizada en campo, comentó que sin duda los efectos de los conjuntos urbanos no son menores, sin embargo, del territorio de Chalco, según el plan de desarrollo urbano vigente, el 16% era área urbanizable, de la cual quedaba un poco menos de la mitad por urbanizar. Considerando este aspecto, el crecimiento poblacional se aceleró notablemente en la zona, como ya se ha hecho notar.
El presidente municipal de Cocotitlán en el año 2004, Carmelo García Juárez y el delegado y subdelegado del pueblo de Tlapala estuvieron entre las autoridades locales que apoyaron a los pobladores en la oposición a los CUIS. Carmelo García facilitó la realización del Foro de Chalco 2006, citado arriba. Por su parte, Lázaro Dávalos Sánchez y José Rivera Cadena, delegado y subdelegado de Tlapala, respectivamente, formaron parte de un movimiento social que buscó enfrentar directamente los efectos que consideraron negativos, convirtiéndose en líderes. Asunto que, a decir del propio José Rivera en entrevista en campo: esto fue motivo de llamados de atención por parte del presidente Espejel. De acuerdo con el munícipe, no era posible ser autoridad y movilizarse en contra del conjunto, convocando al pueblo.
Dávalos y Rivera se relacionaron con ciudadanos inconformes de otros poblados y municipios, integrándose a La Unión de Pueblos de la Zona Oriente, organización social que llevó a cabo varios eventos informativos, movilizaciones y estrategias, como el Foro 2006. El cual fue el resultado de la preocupación de los habitantes de municipios y poblados del Valle de México con una opinión crítica respecto del desarrollo urbano por CUIS.
El caso particular del CUIS Los Álamos fue mentado en la convocatoria del Foro 2006, porque fue motivo de enfrentamientos entre policías locales y estatales, trabajadores de la empresa Sadasi, con habitantes de los poblados de Tlapala, Cuautizingo y Cocotitlán.
Procuración de la paz y drama inconcluso
Las acciones realizadas por diversos actores para procurar la paz, terminaron evidenciando las diferencias de fondo entre gobierno y grupos sociales en resistencia a la construcción de los CUIS. Toda vez que las tierras de construcción de los CUIS eran privadas, las entidades gubernamentales desestimaban los dichos de los resistentes, al no tener relación directa con las acciones inmediatas de las constructoras.
Por estos motivos, en octubre de 2006, pobladores de Tlapala y Cuautzingo con apoyo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) demandaron a la compañía Casas ARA por construir un CUIS que aprovecharía la red de drenaje de su similar Los Álamos. La demanda de ilegalidad de esta construcción se basó en los siguientes argumentos: que el CUIS Hacienda Guadalupe, de Casas ARA, asentaría una de sus secciones en una zona de veda hidrológica.
El tribunal contencioso administrativo del Estado de México falló a favor de la clausura definitiva del CUIS Hacienda Guadalupe. Sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Urbano del Estado de México apeló la resolución, lo cual permitió continuar los trabajos de construcción y concluirlos.
Hoy, el CUIS Los Álamos, así como Hacienda Guadalupe están habitados en su totalidad y su construcción permitió el desarrollo de otros CUIS similares.
De esta manera, el drama social para los inconformes no encontró solución. Los resentimientos en torno a la transformación urbana quedaron latentes y en cierto modo se confirmaron.
4. Discusión
Los contextos urbanos interpelan, trastocan, transforman y definen actividades corporales, rituales, de tránsito y comunidad (Mitchell, 1956; Epstein, 1958) así como las relaciones territoriales, las diferenciaciones espaciales, el poder, la administración y las asociaciones colectivas (Hannerz, 1986, pp. 152-162).
La construcción de los CUIS en el espacio periurbano deja de relieve dos cuestiones: que las gestiones locales sobre los recursos agua y tierra vive una transformación y posible crisis en los pueblos; y que la llegada de los miles de pobladores de los CUIS implicaba una mayor demanda sobre estos recursos en la zona. En consecuencia, los pobladores comenzaron a manifestar su descontento e inconformidad, revelándose tensiones en diversos tiempos históricos: corto, mediano y largo plazo.
Las manifestaciones de los inconformes por la construcción del CUIS fueron estrategias para que su modo de interpretar las novedades urbanas se integrara al proceso de cambio e hiciera contención al crecimiento fragmentado de la ciudad, que promueven los constructores de los CUIS (Pedrotti, 2013), lo cual parece corresponder a una manera conflictiva de hacer ciudad entre grupos hegemónicos y poblaciones locales.
El Foro 2006 hizo evidentes las tensiones entre los poderes locales, organizaciones sociales, instituciones educativas, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y empresas que encontraron en un problema local (la construcción de un conjunto urbano, su funcionamiento, en su realización y operación) problemáticas de las transformaciones urbanas en las periferias de las ciudades, en los linderos de las metrópolis (de la Ciudad de México), particularmente, actualizaciones de la desigualdad social y de la ineficiencia de los gobiernos en la puesta en marcha de proyectos de infraestructura y renovación urbana, cuestiones que se exaltan cuando el discurso que les acompaña es el de modernización y, cuando los modos de proceder de gobernantes, políticos y empresarios les impide comunicarse “fuera” de su “status hegemónico”.
Esta búsqueda de los inconformes aparece como un repliegue y una adaptación de los aspectos “tradicionales”: vida campesina y tranquilidad rural, que se anclarán con demandas de la sociedad posmoderna y global contemporánea: crisis ambiental y calentamiento global. Emparentando con las teorías críticas del desastre de la modernidad y de la urbanización, el grupo de resistencia implicado en el Foro 2006 nos hace preguntar sobre: ¿si acaso estamos ante una actualización y readaptación de la tradición o del orden pre-urbano (que no enteramente rural) en un contexto posmoderno? ¿Qué destruye y qué no destruye la nueva realidad urbana, tanto física como social y culturalmente?
5. Conclusión
Se considera conveniente pensar las relaciones sociales y culturales que, vulneradas, exigidas, transformadas, hacen resistencia, ofreciendo cuestionamientos en busca de reintegrarse, de reconstituirse. Se desea destacar la forma en que, con la construcción de los CUIS, se movilizaron las relaciones de vecindad, desde las colonias y sus habitantes hasta de pueblos y municipios enteros.
Se espera que desde la investigación socioantropológica se puedan desarrollar estudios respecto de las conflictividades urbanas contemporáneas, pues de ellas surgen debates respecto de la política, la administración y la ciudadanía actuales.
Se desea destacar que: desde la perspectiva de los grupos en resistencia existe una visión fatalista expuesta en la convocatoria del Foro 2006. La construcción de CUIS transforma el espacio local redefiniendo actividades productivas y configurando nuevas relaciones sociales y contactos culturales.
Por ello resultan significativas algunas demandas de los resistentes, que los políticos y gobernantes de Chalco pudieron haber recuperado para la atención del conflicto y la atenuación de los enfrentamientos. Muchos de esos aspectos forman parte de la proyección política vigente, enmarcada en acuerdos internacionales: sustentabilidad, racionalización de los recursos naturales, programas de mejoramiento de las condiciones de vida de la población agrícola, entre otros.
La crítica de las crisis urbanas, pese a que enfatiza el discurso catastrófico desde lo popular, expresa una posibilidad de agencia social para promover acciones organizadas, capaces de redefinir las relaciones gobierno-población, es decir, de proyectar acciones de Estado en situaciones conflictivas como la que se ha presentado aquí.
Se advierte necesaria la consolidación de la investigación socioantropológica de los procesos de adaptación y re-organización frente a la realidad urbana (mediada por CUIS o por otros proyectos de transformación espacio-territorial), así como de las cuasi-ritualizaciones de la resistencia y de las apropiaciones de la actividad y los discursos de lo global.
Referencias
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