Resumen: Este trabajo presenta los resultados de una investigación diagnóstica sobre la implementación de la Política Institucional Feminista (PIF) desarrollada en el marco de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Con el fin de conocer el estado de situación, se trabajó con una revisión documental rigurosa y el análisis de dieciséis entrevistas semiestructuradas a informantes claves. En el presente artículo se organizan los hallazgos en torno al estado de implementación y dinámicas de la PIF, a partir de tres dimensiones: lo escrito, lo dicho y lo hecho sobre el tema en cuestión. En cada una de estas dimensiones, se aglutinan los resultados del mapeo documental y del análisis narrativo. Finalmente, se señalan tres consideraciones derivadas de la investigación: la polisemia en torno a la política institucional feminista, las rupturas que genera la asunción de tal apuesta en la dinámica institucional y el ensayo cotidiano como ética de un hacer feminista.
Palabras clave: Educación superior, políticas feministas, disidencias sexuales, violencias, patriarcado.
Abstract: This paper presents the results of a diagnostic research on the implementation of the Feminist Institutional Policy (PIF) developed within the framework of the Faculty of Social Sciences of the National University of Cordoba, Argentina. With the aim of understanding the state of affairs, a rigorous documentary review and the analysis of sixteen semi-structured interviews with key informants were carried out. This article organizes the findings around the state of implementation and dynamics of PIF in three dimensions: what has been written, what has been said and what has been done on the issue in question. In each of these dimensions, the results of documentary mapping and narrative analysis are brought together. Finally, three considerations derived from the research are highlighted: the polysemy surrounding feminist institutional politics, the ruptures generated by the assumption of such a commitment in the institutional dynamics, and the daily rehearsal as an ethic of feminist action.
Keywords: Higher education, feminist politics, sexual dissidence, violences, patriarchy.
Resumo: Este artigo apresenta os resultados de uma pesquisa diagnóstica sobre a implementação da Política Institucional Feminista (PIF) desenvolvida no âmbito da Faculdade de Ciências Sociais da Universidade Nacional de Córdoba, Argentina. Com o objetivo de compreender a situação, foi realizada uma rigorosa revisão documental e a análise de dezesseis entrevistas semiestruturadas com informantes-chave. Este artigo organiza os resultados em torno da situação da implementação e da dinâmica do PIF, com base em três dimensões: o que está escrito, o que é dito e o que é feito sobre o assunto em questão. Em cada uma dessas dimensões, os resultados do mapeamento documental e da análise narrativa são reunidos. Por fim, são destacadas três considerações derivadas da pesquisa: a polissemia que envolve a política institucional feminista, as rupturas geradas pela assunção de tal compromisso na dinâmica institucional e o ensaio cotidiano como ética da ação feminista.
Palavras-chave: Educação superior, política feminista, dissidência sexual, violências, patriarcado.
Página abierta (artículos científicos) (sección arbitrada)
Feminismos en la Universidad. Mapeando interrupciones de/en la Facultad de Ciencias Sociales/UNC
Feminisms in the University. Mapping Interruptions from/at the Faculty of Social Sciences/UNC
Feminismos na universidade. Mapeamento das interrupções da/na Faculdade de Ciências Sociais/UNC
Recepción: 25 Agosto 2023
Aprobación: 23 Abril 2024
Situadas en el territorio universitario, en este artículo recogeremos los principales hallazgos derivados de una investigación que se ocupó de conocer y caracterizar el estado actual de la Política Institucional Feminista (PIF) de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina a tres años de su implementación1.
Resulta preciso realizar una serie de aclaraciones preliminares. La primera de ellas se vincula con las afectaciones y compromisos que reconocemos y asumimos como autoras, en tanto el estudio en cuestión se anudó a nuestro lugar de enunciación. Específicamente, propondremos un conjunto de reflexiones desde la unidad académica de la que somos parte, en la cual nos formamos y desde donde construimos nuestras trayectorias personales, colectivas, académicas, militantes, profesionales y políticas.
En segundo lugar, corresponde señalar que los objetivos propuestos están entramados con las proyecciones y apuestas que pretenden incidir en las políticas institucionales, en pos de contribuir con la transformación social. En consecuencia, el objetivo de este trabajo es presentar, de manera ordenada, las dinámicas actuales que adquiere la PIF en sus distintas dimensiones. Para ello, se relevan las acciones, normativas, espacios y contenidos que, en el territorio institucional, abordan discusiones feministas sobre géneros y sexualidades. A partir de este proceso de reconstrucción, se busca elaborar una fotografía actualizada y global sobre la situación institucional en relación con los feminismos, constituyendo una herramienta que favorezca futuros análisis y contribuya con posibles redefiniciones en torno a la PIF.
En este sentido nos proponemos, en definitiva, compartir aportes, puntos de fuga, expresiones, alternativas experienciales y decisiones políticas que puedan constituirse en hilos desde los cuales tirar para entramar nuevas ideas, destellos, posibilidades y debates en otras instituciones universitarias, educativas, estatales o socioculturales.
Ahora bien, antes de adentrarnos en el estudio es preciso ofrecer al público lector un marco de interpretación en torno a qué es la Política Institucional Feminista. Por tal razón, resulta necesario indicar que a partir de la conformación del equipo de gestión que asumió el 1º de agosto de 20182 la apuesta por una facultad institucionalmente integrada, académicamente sólida y socialmente comprometida, en general, y feminista y popular, en particular, se materializó en el compromiso de desarrollar una
política institucional transversal, integral, situada, viable y que reconozca y recupere las trayectorias de equipos que trabajan la cuestión feminista; aportando así a avanzar en procesos de desnaturalización y abordaje de las diversas relaciones de dominación patriarcal en las diversas dimensiones de la vida institucional (Resolución Honorable Consejo Directivo, 60/2019, p. 1).
Es así que, en marzo de 2019, se definió un plan de trabajo que propuso recuperar, consolidar e implementar nuevas acciones en función de los objetivos planteados. En efecto, se pueden identificar, tal como consta en la Resolución 60/2019 del Honorable Consejo Directivo (HCD) de la FCS (Digesto UNC, 2019), trece líneas prioritarias de trabajo feminista sobre las cuales avanzar3.
De este conjunto de lineamientos podemos anticipar –aunque más adelante profundizaremos en ello– que, en el tiempo tomado para el estudio correspondiente al período 2019-2021, se han comenzado a implementar iniciativas sobre, al menos, la mitad de las líneas prioritarias anteriormente referidas, aunque con distintos grados de desarrollo.
En este marco, y de acuerdo con los fines de reponer el estado actual en torno a la implementación de la política referida, el presente artículo cuenta con cuatro apartados. En el primero de ellos, se presentan las consideraciones teóricas que permiten fundamentar la perspectiva de análisis establecida, al tiempo que se ponen de relieve las dimensiones actuales del problema vinculado a las violencias de género en la educación superior y las transformaciones institucionales de la política universitaria en clave feminista. En el segundo apartado, se explicitan las consideraciones referidas al diseño metodológico de la investigación desarrollada. El tercero, por su parte, se encuentra conformado por tres subapartados para dar cuenta de los resultados alcanzados en función del análisis de lo relevado sobre lo escrito (normativas, informes y contenidos en la formación), lo dicho (voces de integrantes de la gestión), y lo hecho (en tanto actividades y acciones relevadas producidas en el ámbito institucional). Por último, el cuarto apartado sintetiza impactos, tensiones, reflexiones y revisiones críticas sobre los desafíos por venir, los cuales se presentan organizados a partir de resonancias sobre los hallazgos producidos y recomendaciones que podrán contribuir en futuras discusiones institucionales.
Establecer un marco de consideraciones teóricas para introducir la cuestión que nos atañe implica, en primera instancia, provocar la pregunta por la función política y epistemológica de las políticas feministas en los ámbitos institucionales formales, en general, y en los espacios académicos, en particular. Es decir, interesa preguntarnos por sus potencialidades, las condiciones de producción de un tipo particular de políticas en la universidad y de la adjetivación feminista. En otros términos, es plantearnos las inquietudes: ¿por qué existen? Si existen políticas feministas, ¿es porque también existen políticas patriarcales? ¿Hablamos de reconocer dimensiones o lógicas en las formas de construcción de la política? ¿Cómo y de qué manera se expresan? Para convocar una reflexión en torno a ello, es preciso recuperar, al menos, dos nudos del problema: por un lado, identificar las características que cobra la formación feminista o con perspectiva de género; y por otro, avanzar en una lectura más amplia e integral para poder avanzar en la visibilidad y problematización del carácter binario y hetero/cis/normado con los cuales se tematiza la cuestión, así como también de las prácticas homo/lesbo/bi/trans-odiantes que se reproducen en el ámbito de la Educación Superior.
Para avanzar, en primera instancia, se indaga sobre los contenidos ausentes en la formación. Al respecto, es pertinente preguntarnos cómo se expresa, en términos académicos, la relación jerarquización/subordinación a partir de la ficción del género en nuestra Universidad. Así, partimos de comprenderla como una institución configurada por los atravesamientos de las desigualdades estructurales históricas, culturales y sociales que subyacen a su constitución, organización y funcionamiento. Su existencia se encuentra permeada por la lógica moderno/colonial que sostiene, en primer lugar, ámbitos diferenciados y estancos de conocimiento científico que conglomeran sectorialmente especificidades de abordaje fundamentadas en la división social/sexual del trabajo y, en segundo lugar, la concepción binaria de opuestos diferenciados de manera jerárquica que limitan el conocimiento: cuerpo-mente, pensar-sentir, razón-intuición, normal-anormal, entre otros. Si reconocemos, además, la trayectoria histórico social, se dimensiona el peso de la estructura: hablamos de la Casa de Estudios más antigua del país, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), una de las primeras en toda Nuestramérica, fundada en el siglo XVII por los jesuitas (Bonavitta et al., 2018). Su constitución histórica nos permite identificar las tensiones fundacionales explícitas del colonialismo y del patriarcado. La trayectoria social y política nos permite también entrever las afectaciones de las luchas políticas que han ido erosionando la solidez de esos pilares de desigualdad constitutiva y provocando interrupciones que se han anclado, a veces de manera más firme, otras más efímeras. Estas continuidades y rupturas del orden institucional son las que habilitan las lecturas e interpretaciones acerca de la situación actual de las desigualdades y violencias existentes, y las políticas feministas de transformación.
Cabe aclarar, ahora sí, la cuestión de la desigualdad como violencia estructural que excluye, expulsa, omite y rechaza a personas, discursos y prácticas que no se encuadran en la hetero/cis/norma, clasista, capacitista y patriarcal. Así pues, al retomar los análisis de la investigación “El género en la academia: los planes de estudio en la Universidad Nacional de Córdoba”, podemos afirmar que
ya que esta sociedad es patriarcal, misógina y sexista, la educación no hace más que reproducir estos valores, prejuicios y estereotipos. La educación está pensada, seleccionada y ejecutada para varones cis, heterosexuales, blancos, de clase media y que respondan al paradigma eurocéntrico de saber/poder. Todo lo que quede por fuera de estas categorías, están marginados y marginadas de la educación superior universitaria estatal de Córdoba (Bonavitta et al., 2018, p. 233).
Las desigualdades/violencias hetero/cis/patriarcales en la Universidad Nacional de Córdoba han sido descritas, analizadas, estudiadas en profundidad y abordadas de múltiples maneras desde hace mucho tiempo hasta la actualidad (Scarpino y García, 2023). Esto nos permite reunir un cúmulo de construcciones conceptuales situadas, reconocidas y compartidas que van enriqueciéndose y tejiendo articulaciones y referencias. Desde violencias hacia las mujeres, desigualdades/violencias contra identidades y sexualidades disidentes a la hetero/cis/norma, pasando por violencias de género, violencias por motivos de sexo-género, violencias perpetuadas contra identidades travesti, trans, no binarias, existen múltiples abordajes conceptuales y categorías construidas para analizar el fenómeno. En este sentido, Scarpino y García, al analizar las narrativas de estudiantes de la UNC, establecen que “el conjunto de violencias, que atentan contra las mujeres, mujeres trans e identidades sexo-disidentes, configuran tramas complejas que operan en dos planos relacionados dialécticamente: el de las subjetividades y el de las culturas institucionales” (2023, p. 85).
En este marco, podemos destacar los aportes que algunos estudios nos brindan de manera situada sobre el tema, los cuales evidencian cómo “a pesar de la existencia de más leyes, normativas y estrategias para atender la violencia de género, ésta no cesa, e incluso las desigualdades se incrementan, lo cual plantea nuevos desafíos e interrogantes al activismo feminista” (Bard Wigdor et al., 2023, p. 12).
En este sentido, y coincidiendo con Coseani y Schnell (2021), precisamos
democratizar los espacios académicos, derribar las miradas opresoras, erradicar los diálogos discriminadores, sancionar las prácticas violentas y transmutar los planes de estudios. Desde hace rato, que YA es momento de dar lugar, de ceder el poder enquistado en aquellas estructuras jerárquicas verticalistas, hegemónicas y patriarcales, que producen y reproducen al interior de la UNC praxis discriminatorias y excluyentes (p. 113).
En efecto, es preciso comprender cómo se traman, en el ámbito de la educación superior, las violencias hetero/cis/patriarcales en términos de violencias epistémicas, simbólicas y físicas. Para aproximarnos a ello, las autoras organizan estas expresiones de la violencia en tres dimensiones: 1) los planes de estudios, encapsulados entre sexismo y binarismo; 2) la situación áulica, expresada en relaciones jerárquicas que ameritan nuevas modalidades pedagógicas, y 3) la formación académica excluyente, que impacta en las prácticas profesionales. En suma, considerar el problema desde este punto de vista nos permite preguntarnos por los vínculos y las relaciones de fuerza construidos entre quienes transitan y habitan por los pasillos de las unidades académicas.
A partir de la reconstrucción bibliográfica, encontramos trabajos que analizan específicamente algunos escenarios de formación particulares como la Facultad de Derecho (Bonavitta et al., 2021), la Facultad de Ciencias Económicas (Magnano, 2022), la de Psicología (Saletti-Cuesta y Imhoff, 2021), y la Facultad de Ciencias Sociales, en esta última nos situaremos a continuación.
Según el estudio de Bonavitta et al. (2018), en 2017 se registraba que de quince Facultades en la Universidad, solo cinco incorporaban asignaturas de género en sus planes de estudio. De estas cinco, la Facultad de Ciencias Sociales era la que más cantidad de propuestas presentaba. Sin embargo, las autoras señalan también que. de las catorce materias de género o feministas dictadas en la institución, doce correspondían al Doctorado en Estudios de Género, mientras que las otras dos a una maestría y a una licenciatura. Además, indican que
si bien la Facultad de Ciencias Sociales es la que más materias vinculadas a género y/o al feminismo introduce en sus planes de estudio, es la Facultad de Ciencias Médicas la que más horas cátedra le otorga a la enseñanza de materias con perspectiva de género. Seguidamente, se encuentra la Facultad de Derecho y luego la de Comunicación (Bonavitta et al., 2018, p. 228).
Entendemos que, tal como se evidencia en los trabajos anteriormente mencionados, el estudio sobre la transversalización de la perspectiva de género y/o feminista, así como también su implementación, ameritan un proceso de pesquisa sistemático dirigido a conocer en profundidad sus grados de desarrollo, presencia y/o ausencia. En este sentido, se reconocen aproximaciones sustantivas en el campo, por ejemplo, las desarrolladas por Yanina Roldán (2020)4 o Florencia Rovetto y Luciano Fabbri (2021)5.
En segunda instancia, decíamos al comienzo, es preciso visibilizar los sesgos hetero/cis/normativos con que se reproducen prácticas y procesos de formación en el marco de la UNC para promover un camino de desmontaje de los binarismos, la hetero/cis/norma y las violencias homo/lesbo/bi/trans-odiantes.
Coincidimos con Coseani y Schnell (2021), necesitamos comprender a las violencias de género en su dimensión homo/lesbo/bi/trans/odiante, para ello, resulta imprescindible entender que
los Crímenes de Odio [son] aquellas violencias específicas que suelen pasar desapercibidas dentro de categorías más amplias como discriminación y actos violentos, pero que están guiadas por un profundo odio de género ante identidades y sexualidades disidentes por el solo hecho de existir (p. 107).
En este sentido, Bonavitta et al. (2020), a partir de un trabajo de campo compuesto por el estudio de políticas institucionales, el análisis de cuarenta entrevistas en profundidad y doscientas encuestas, se preguntan por aquello que caracterizaría a una universidad respetuosa de la diversidad. Los contenidos detallados en cada una de estas dimensiones permiten ratificar que el trabajo en torno a las violencias homo/lesbo/trans/bi-odiantes y la formación con perspectiva de géneros y disidencias sexuales es aún una tarea pendiente en la UNC. A partir de allí, proponen una serie de puntos centrales en ese camino:
el respeto a las identidades autopercibidas en trámites burocráticos y académicos, la democratización de los espacios de participación, estudio y enseñanza, la garantización de currículos amplios donde el género sea transversal, la apertura de cupo laboral y educativo para personas excluidas históricamente del espacio universitario, y políticas de seguridad en contra de las distintas formas de violencia hacia las personas LGBTTTIQ+ (Bonavitta et al., 2020, p. 87).
Por su parte, Scarpino y Johnson (2021) estudian las trayectorias y experiencias biográficas en clave sexo-política de estudiantes de la UNC para conocer las vivencias relacionadas con las violencias homo/lesbo/bi/trans-odiantes en el ámbito específico de la Educación Superior. A partir del trabajo realizado, logran identificar que, aunque inscriptas en un “Yo”, estas experiencias suceden “en un contexto socio-histórico más amplio en donde la producción y reproducción de las violencias acontece, y donde la UNC puede comprenderse como un territorio en sí mismo, en el cual éstas cobran expresiones particulares” (Scarpino y Johnson, 2021, p. 422). Esto nos da la pauta tanto de la dimensión del problema como también de la capacidad de agencia y resistencia para desarmar tales violencias.
Dado que el interés se asentó en conocer la dimensión estructural y simbólica en torno al estado actual de la implementación de la Política Institucional Feminista (PIF), se apeló a un diseño metodológico mixto que posibilitó conocer tanto los instrumentos existentes en materia documental como las interpretaciones que actores institucionales realizan sobre estos. En cuanto a técnicas, esto se tradujo en la revisión documental, por un lado y el desarrollo de entrevistas semiestructuradas a informantes claves, por otro.
El estudio consideró la implementación de la PIF en el período 2019-2022, tomando como punto de partida la creación de la Comisión Ad Hoc de Política Feminista. El trabajo de campo se llevó a cabo entre los meses de noviembre de 2021 y febrero de 2022. Por entonces, se definieron los objetivos de la pesquisa y se estableció el diseño metodológico, se organizaron las fuentes documentales consultadas, se diseñaron los instrumentos de las entrevistas, y se desarrollaron estas últimas.
De igual modo, se abordó la revisión documental, la cual estuvo estructurada en el estudio del corpus definido, integrado por resoluciones decanales y del Honorable Consejo Directivo de la institución; Informes Institucionales de circulación interna; redes sociales de la Facultad (Instagram y Facebook) y su página web, donde constan boletines informativos y contenidos de espacios curriculares como seminarios y cursos libres de grado y posgrado, además de proyectos de extensión, investigación y actividades gremiales.
Por su parte, el estudio de las narrativas de actores institucionales se hizo con base en el análisis de comunicaciones públicas y entrevistas semiestructuradas desarrolladas de acuerdo con los fines del presente estudio. La muestra contó con la participación de dieciséis informantes clave provenientes de distintos claustros de la Facultad, con el fin de conocer sus interpretaciones en torno a las acciones desarrolladas en el marco de la PIF y los desafíos que se consideran a futuro en ese sentido. La Tabla No. 1 ofrece una síntesis de este proceso de construcción de la información.
Podemos señalar que el entramado institucional que da cuerpo a la Política Feminista es rizomático -en el sentido de sus entrecruzamientos, interconexiones y sentidos-: se construye a partir de diferentes trayectorias, interpretaciones, perspectivas y experiencias individuales y colectivas. Sin embargo, es posible indicar que, aún con esta heterogeneidad, muchas veces escurridiza, pueden identificarse como mojones ciertos espacios, proyectos e iniciativas que conviven y alimentan un territorio fértil de producción de sentidos en la Facultad. En este campo minado de apuestas feministas, tomamos la invitación de flores6 (2013) y nos inspiramos en la categoría de interruqción7 para nombrar ese conjunto de interrupciones que se producen en este espacio institucional, las cuales interfieren en la matriz heterocismachista de la cual la academia, como institución colonial y patriarcal, es reproductora.
A partir del presente estudio, establecimos tres dimensiones desde las cuales organizar las interrupciones que conviven en el espacio. Cada una de ellas respondió al énfasis particular sobre el tipo de contenidos presentados y el soporte desde los cuales estos se expresaban.
A continuación, se presentan los resultados obtenidos captados desde lo escrito, lo dicho, y lo hecho. Exponer los contenidos, de esta manera, posibilitará construir un análisis profundo sobre el estado actual de la PIF con base en la medición de la relación cualitativa y cuantitativa entre los objetivos planteados, los desarrollos efectivos y los sentidos construidos en torno a la política en cuestión.
Nos interesa destacar el conjunto de normativas y resoluciones del órgano de cogobierno y del Decanato8, informes de diferentes áreas de gestión y contenidos en la formación de Grado y Posgrado que han condensado los intereses y orientaciones de la Política Institucional Feminista.
Tal como indicamos al comienzo de este trabajo, la PIF puede ser comprendida como tal a partir de la Resolución 60/2019 del HCD de la Facultad, lo cual implicó, en términos nominales, al menos las siguientes intervenciones:
En sintonía con la institucionalización de una Política Feminista, la Comisión Ad Hoc de Política Feminista se constituyó como un eje estructurante del debate e intervención interclaustro hacia el interior de FCS. Creada el 18 de marzo de 2019, se planteó como misión “poner en marcha la política, realizar un seguimiento de las líneas acordadas en primera instancia y proponer otras que considere pertinentes para las transformaciones necesarias de la institución” (Art. 2, Resolución Honorable Consejo Directivo, 60/2019, p. 3).
La composición de la Comisión Ad Hoc de Política Feminista se oficializó mediante la Resolución HCD 146/2019 del 22 de abril del mismo año[9]. El funcionamiento de dicha instancia tuvo una dinámica de encuentros mensuales y durante la primera etapa estuvo centrada en delimitar sus objetivos específicos.
A partir del trabajo que este espacio realizó, se impulsaron dos acciones sustantivas: por un lado, el “Foro Virtual: diálogos sobre la política feminista de la FCS” y, por otro, el proyecto “Memorias Feministas en Sociales”. De ambas iniciativas se generaron acciones y productos que buscaron recoger debates actuales e históricos al interior de la unidad académica en torno a los feminismos.
En la tarea de organizar de la manera más ordenada posible el concierto de intervenciones que la Facultad de Ciencias Sociales produce sobre la cuestión, recuperamos cronológicamente el modo en que quedaron registradas las acciones desarrolladas en la órbita de la Facultad, compartidas mediante los Boletines Institucionales entre enero de 2019 y mediados de noviembre de 202110.
En el “Anexo No. 1. Normativas y pronunciamientos” se enumeran las 34 intervenciones que irrumpen en el espacio público desde posicionamientos y normativas. En función de este mapeo, sintetizamos a través del Gráfico 1 la distribución de tales intervenciones.
Es necesario señalar que la implementación de la PIF en esta Unidad Académica se encuentra estrechamente vinculada a la dimensión formativa. Por tal razón, a partir del estudio realizado, presentamos de manera ordenada las iniciativas y contenidos existentes en la órbita de la Facultad, en relación con el Grado y Posgrado.
El principal mecanismo utilizado para incorporar la temática ha sido y está siendo la presentación de propuestas de Seminarios Optativos y Cursos Libres. Ello implica que existe un conjunto de espacios fuera del currículum obligatorio que se disponen como instancias de formación sobre las temáticas observadas. En función del relevamiento realizado sobre los Seminarios Optativos ofrecidos en 2021, se identificó que, en nueve de ellos, su contenido presentaba alguna referencia a los feminismos o géneros y sexualidades. Esto último no implica una ponderación entre aquellos que constituyen el tema como vertebrador de la propuesta, existiendo referencias tan generales como específicas en la oferta estudiada. En cuanto a la oferta de Cursos Libres, durante 2021 se registró solo uno. Tales cursos se presentan en el “Anexo No. 2: Seminarios Optativos y Cursos Libres”.
Es preciso resaltar la notable diferencia en calendarización entre el primer y segundo cuatrimestre: de un total de nueve Seminarios Optativos y Cursos Libres, apenas tres en el primer cuatrimestre, es decir, que aproximadamente el 70 % de los espacios de formación acontecen luego de la primera mitad del año. Este último elemento debería ser atendido en relación con indicadores orientados a ponerlos en diálogo con variables vinculadas a flujos de inscripción, permanencia y desvinculación en las cursadas para analizar las posibilidades de fomento de espacios curriculares optativos en distintos momentos del año lectivo.
Por su parte, en asignaturas de carácter obligatorio, se visualiza solo en algunos pocos casos la existencia de una unidad de programa que contiene las problemáticas vinculadas al género, o bien, la incorporación de algún texto puntual que las desarrolla. En cuanto a la bibliografía, es un hecho la sobre-representación de autorías de varones heterocisgenerizados.
Existe una oferta reducida –aunque potente– de carreras y cursos, teniendo en cuenta el basto acumulado de estudios y formación en la temática de los distintos institutos y espacios que integran la FCS.
Se encuentra un doctorado en vigencia, el Doctorado en Estudios de Género (CEA), el primero en su tipo en la región y de gran referencia a escala internacional. En el momento del trabajo aquí expuesto, se encontraban disponibles tres cursos de Posgrado que abordan temáticas específicas dentro del campo del Género.
Finalmente, encontramos dos cursos de Actualización Profesional, los cuales son propuestas de formación que se desarrollan para profesionales que ejercen la profesión en distintos ámbitos.
En el marco del segundo momento del trabajo de campo, tal como se indicó al inicio, se desarrollaron entrevistas a integrantes del Equipo de Gestión, y de distintos proyectos implementados en el marco de la PIF: de las Secretarías de Extensión, Investigación, Académica, de la Comisión Ad Hoc de Política Feminista (docentes, estudiantes, personas graduadas y no docentes) y a la vicedecana de la Facultad11.
Se indagó en torno a los sentidos construidos sobre el estado de implementación de la PIF, en función de las posiciones que las personas entrevistadas ocuparon. A partir de ello, podemos organizar las evaluaciones comunes en cinco ejes que aglutinan las narrativas con base en preocupaciones e intereses:
De las entrevistas emergió que la afirmación de una “Facultad Feminista” resulta inasible, una expresión que es inabarcable y siempre incompleta. En general, este señalamiento no se dirigía a desmovilizar la inquietud, sino todo lo contrario, se presentaba como una provocación para seguir asumiendo el problema de la pluralidad feminista y su riqueza.
Se identificaron demandas en torno a la necesidad de la formación en el marco de la Ley Micaela12. Si bien son reconocidas las acciones realizadas, se señaló recurrentemente que el trabajo desarrollado no alcanza, con mayor énfasis en el claustro no docente.
Se generaron interrogantes sobre los modos de incorporar la formación feminista en el grado, indicando que una estrategia compulsiva y obligatoria no necesariamente es productiva en estos términos. Con ello, se puso en tensión la idea de transversalizar la formación en géneros, sexualidades y feminismos. En cualquier caso, fueron compartidos los intereses sobre abrazar una discusión comprometida a partir de la reformulación de los Planes de Estudios de las tres carreras de Grado en relación con el tema, ponderando la pregunta ¿por qué nuestros pueblos precisan cientistas sociales?
Cuando se indagó en relación con la implementación de la PIF y el funcionamiento específico de la Comisión se generaron diversas las lecturas. Hubo narrativas que señalaron el gran avance que significó para la vida institucional; pero, al mismo tiempo, de manera recurrente, se acotó la idea de que una Facultad Feminista termina siendo un slogan cuando no se asume de manera transversal en el ámbito institucional. Distintas personas informantes clave señalaron, incluso, que durante los tres años de trabajo sobre el tema nunca habían articulado con la Comisión en cuestión, y que hasta desconocían el nombre específico del espacio de asesoramiento.
En cuanto a la dinámica de funcionamiento de la Comisión Ad Hoc de Política Feminista, diferentes personas entrevistadas señalaron como dificultad, la falta de claridad en los objetivos y la necesidad de ampliar sus competencias para tornarla de carácter resolutivo.
Emergió, en distintas oportunidades, la necesidad de revisar marcos normativos para el reconocimiento de trayectorias vinculadas a los Estudios de Género y Feminismos. Se señaló como problemático que la formación en la temática sea garantizada principalmente por espacios de formación optativos que, a su vez, no son remunerados a sus docentes y que no se puntúan favorablemente en instancias de evaluación de carrera.
Se indicó, también, la necesidad de readecuar instrumentos de convocatorias, concursos, y evaluaciones para favorecer la paridad de género y la no violencia sexista.
Más allá de la dimensión normativa, se indicó que la dimensión cultural debe seguir trabajándose de manera contundente para transformar las violencias que se siguen reproduciendo. Una estrategia planteada para ello fue el trabajo a partir de articulaciones y coordinación entre diferentes espacios institucionales e interinstitucionales de la Universidad.
Se consideró como una problemática la existencia de prácticas laborales y educativas caracterizadas como violentas. Algunos relatos señalaron el entrecruzamiento de las relaciones de poder en el ámbito laboral/educativo y las posiciones de género, así como también la invisibilidad de las tareas de cuidado que asumen principalmente las subjetividades feminizadas.
Estamos en condiciones de sintetizar y especificar según áreas, el desarrollo de acciones que han contribuido durante los últimos tres años a la implementación de la Política Feminista en la Facultad de Ciencias Sociales.
Como señalamos en el apartado anterior, concebimos a las interrupciones feministas como aquellas prácticas del orden del lenguaje y/o la acción que implican una reflexión, posición o señalamiento feminista. A partir del estudio de informes internos brindados por la gestión, la página web oficial de la Facultad y, particularmente, del Boletín Informativo, resaltaremos aquellas acciones que se centraron enfáticamente en consideraciones feministas sobre distintas cuestiones que hacen a la vida institucional y su entorno.
El criterio utilizado para seleccionar estas 54 piezas informativas respondió a los lineamientos establecidos en el diseño metodológico de la indagación desarrollada. Se condicionó para la inclusión en la muestra que la noticia o información comunicada se refiera a contenidos específicamente vinculados a géneros, feminismos y/o sexualidades.
A continuación, se encuentra una síntesis de los espacios que produjeron las 54 interrupciones analizadas (Gráfico 2). En el Anexo No. 3 se desglosan, de manera específica, cada una de ellas.
Las agendas de actividades de Extensión, Investigación y Atención requieren una mención particular por su envergadura y/o referencia distinguida en torno al tema en cuestión.
Entre los contenidos y acciones feministas más destacables podemos recuperar:
El Programa Feminismos, Sexualidades y Derechos (2024), el cual contempla cuatro líneas de trabajo: formación, visibilidad, políticas públicas y recursero actualizado. Cada una de ellas se encuentra exhaustivamente desarrollada en la página web institucional (Facultad de Ciencias Sociales, 2024), siendo una de las secciones más actualizadas y completas del sitio.
Cuatro Proyectos de Extensión que abordaban explícitamente contenidos ligados a los feminismos.
La planificación de una propuesta de Diplomaturas sobre Educación Sexual Integral, en su abordaje territorial y comunitario.
Un cuantioso acumulado de actividades extensionistas, paneles, conversatorios y ciclos de debate que se llevan a cabo de manera virtual, adecuados a las medidas sanitarias hasta el momento y aprovechando la posibilidad de acortar distancias con personalidades destacadas del país.
Podemos empezar nombrando un mapeo de proyectos e investigadores(as) de la institución, que se realizó para poder contar con información actualizada. Esto permitió reconocer y visibilizar que existían, al momento de la pesquisa, doce proyectos dirigidos a investigar en torno a la temática de los feminismos13. La Secretaría de Investigación realizó una agenda de prioridades con eje en las cuestiones de género, feminismos y disidencias sexuales para la compra de materiales en la Biblioteca.
Es importante destacar que la Secretaría tomó la decisión de estudiar algunas dimensiones del Sistema Integral de Gestión y Evaluación (SIGEVA) para elaborar perfiles de personas investigadoras con las que cuenta nuestra Facultad. En el mismo sentido, los Sistemas de Evaluación deben ser reconsiderados para ser elaborados a partir de políticas de género que pongan a disposición instrumentos sensibles y representativos de las trayectorias feminizadas en un contexto masculinista como el de la Academia.
Dentro de las estrategias micropolíticas, se resalta la incorporación de los Estudios de Género como criterio para la evaluación en las instancias de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad en las cuales se participa; de esta manera se apunta a garantizar un reconocimiento transversal de los enfoques y estudios asentados en el género, feminismos y sexualidades.
El Espacio de Asesoramiento en Violencias de Género y Situaciones Discriminatorias está bajo la coordinación de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y la Secretaría de Coordinación de la Facultad. El equipo se compone de una trabajadora social y una psicóloga, quienes realizan su atención de manera presencial y virtual. Además, cuenta con un correo electrónico oficial como medio de contacto directo.
Se da cuenta de que dicho espacio trabaja mayoritariamente en dos aspectos: por un lado, el asesoramiento, acceso a la información, y acompañamientos a personas de la institución que realizan consultas y, por otro, la articulación y participación en actividades de visibilidad y campañas de promoción con otros espacios y áreas de la FCS y la UNC. Entre estas últimas se destaca la construcción de un recursero con información detallada de herramientas y recomendaciones para abordar situaciones.
Parece no haber claridad aún sobre el abordaje jurídico/legal, los circuitos administrativos correspondientes, los alcances de las intervenciones y el vínculo directo con los canales oficiales de la UNC en la atención de situaciones; si bien, se sostiene una articulación con la Unidad Central de Políticas de Género de la UNC, no están aún desarrollados los mecanismos de resolución de determinados casos.
En términos cuantitativos, durante 2019 y 2020, el Espacio de Asesoramiento en Violencias de Género y Situaciones Discriminatorias brindó asesoría y acompañamiento a un total de ocho casos. Por su parte, el espacio de Consejería de Salud Sexual y (no) Reproductiva se encuentra bajo la coordinación de las Secretarías de Extensión y de Asuntos Estudiantiles y se constituye en una política de acceso a la información, asistencia y atención, promoción y prevención concretamente pensada y dirigida a toda la comunidad de la Facultad para abordar las cuestiones de géneros y disidencias.
Hasta aquí el presente artículo ha intentado dar cuenta de los grados y características que adquiere la Política Institucional Feminista en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, tomando como recorte temporal para su interpretación el período 2019-2021. Se reconocen las limitantes que han condicionado el desarrollo de esta indagación. Estimamos que, de todos modos, se constituye como un insumo que favorece el ordenamiento de lo existente en términos de acciones realizadas y da un primer indicio sobre percepciones de integrantes de la institución.
Es preciso concluir este trabajo indicando tres resonancias generales que se derivan del proceso, para dar paso a tres aspectos que pueden interpretarse como recomendaciones específicas:
En primer lugar, podemos referir que, a lo largo de tres años, caracterizados en su gran mayoría por el desconcierto producido por el COVID-19, la institución garantizó –de modos heterogéneos y no siempre visibles– la producción de una Política Feminista difícilmente adjetivable, aunque comúnmente nombrable. Durante este período de gestión no resulta menor el impacto de la pandemia, ya que atravesó y obligó a redireccionar las proyecciones establecidas y a atender las urgencias demandadas; en términos de Política Feminista se detecta siempre la tensión constante entre qué es lo urgente, qué lo necesario y qué lo posible.
En segundo lugar, y derivado de lo anterior, optamos por interpretar que tal vaguedad en su delimitación, lejos de constituirse en un factor inmovilizante, da cuenta de la materialidad propia de las interrupciones feministas que se anudan en el territorio de la Facultad: hebras de un tapiz feminista, hecho de retazos y costuras solapadas que provienen de y se dirigen hacia espacios tan comunes como diferentes. Las rupturas que produjeron las irrupciones feministas en la vida institucional no son ni más ni menos que las rupturas que provocan los feminismos en lo cotidiano, lo cual nos empuja a buscar comprender de maneras otras y nos exige encontrar formas distintas de accionar; por supuesto que eso se da sobre la base de múltiples ensayos a los que recurrir, y pluralidad de experiencias y saberes colectivos que recuperar.
En tercer lugar, es necesario considerar que los aspectos precedentes configuran un dilema tan propio como ajeno, en la medida en la que comprendemos que no hay recetas que funcionen cuando de feminismos se trata. Es, en última instancia, parte del insistente ensayo como ética de un hacer feminista que aguarda por el error en la medida en la que reconoce que, para hacer las cosas de manera diferente, primero precisamos de hacerlas. El reconocerse desde los feminismos, el nombramiento y la voluntad de asumir las responsabilidades y consecuencias que ello implica es la primera conquista, pero se vuelve urgente consolidar, fortalecer y profundizar.
Sobre la dimensión académica de la Política Institucional Feminista, consideramos preciso avanzar en un estudio pormenorizado y actual del estado de la situación sobre los feminismos en los currículums de Grado y Posgrado en la Facultad de Ciencias Sociales, si quieren tenerse elementos sustanciales para incorporar a los debates de reformas de Planes de Estudio y de perfil político-académico en general. Además, quedan pendientes de analizar los repertorios de formación académica como cursos, seminarios y capacitaciones dirigidas a docentes en torno a esta temática. En cuanto a la dimensión organizacional, resulta preciso considerar el diagnóstico general que las personas entrevistadas realizaron, quienes –en su gran mayoría– reconocieron la necesidad de contar con una referencia o espacio institucional centralizado al cual dirigir inquietudes, iniciativas, consultas, e incluso, del cual recibir formación, recomendaciones y asesoramiento sobre los modos y contenidos mediante los cuales aportar a la implementación de la PIF.
Finalmente, sostenemos que frente a la complejidad que presenta el escenario, resulta preciso profundizar la dimensión cultural y anfibia de la Política Institucional Feminista, con recursos específicos que favorezcan la consolidación de tal apuesta. Dicha tarea, estimamos, requiere un trabajo coordinado de gestión que actúe al mismo tiempo sobre lo curricular en torno a contenidos de Grado y Posgrado; que promueva mediante políticas específicas la producción de saberes en el terreno de la investigación; que sostenga el trabajo que se viene desarrollando desde la extensión; que trabaje sobre los dispositivos institucionales de abordaje de violencias, prevención y promoción; que atienda a las prácticas y la formación docente, y todo ello, a la par de una reflexión sobre los repertorios e itinerarios que se reproducen en los espacios institucionales micropolíticos.
Para concluir, cabe señalar que el contexto global, regional y local, en el cual este artículo termina de ser escrito, presenta grandes y complejos desafíos para las agendas de los feminismos y las disidencias sexo-genéricas: el avance y consolidación de las derechas en Nuestramérica se traducen, en el caso argentino, en la asunción de la presidencia de una figura política que abiertamente se ha mostrado en contra de las políticas de géneros y sexualidades. El recorte presupuestario en organismos neurálgicos vinculados a la temática, el atentado contra la Ley Nacional de Educación Sexual Integral y los planteos homo/lesbo/bi/trans-odiantes indican la urgencia de la defensa de lo conquistado.
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