SOBRE LA TERRITORIALIZACIÓN DE LO PÚBLICO O LA CONDICIÓN EMERGENTE DEL HABITAR
About territorialization of the public or the emerging condition
SOBRE LA TERRITORIALIZACIÓN DE LO PÚBLICO O LA CONDICIÓN EMERGENTE DEL HABITAR
Revista Legado de Arquitectura y Diseño, vol. 1, núm. 19, 2016
Universidad Autónoma del Estado de México
Recepción: 24 Febrero 2015
Aprobación: 13 Octubre 2015
Resumen: El presente texto, constituye una reflexión que, como parte de un avance de investigación indaga acerca de los procesos de territorialización de lo público, es decir la conformación de lo público en su dimensión territorial al abarcar una variedad de dinámicas que condicionan el resultado físico de las interacciones que se dan en el seno de los espacios de actuación y las necesidades de habitar por parte de los sujetos implicados. Entendidas estas como la condición Heideggeriana del permanecer en satisfacción, estando y por ende modificando su realidad desde la diferenciación y la singularización subjetiva de su entorno y en su dialéctica con lo privado. En los contextos físicos emergentes caracterizados por altos niveles de informalidad en su conformación y desarticulados de la realidad urbana es frecuente que dichos procesos de producción de subjetividad deriven en nuevas formas de territorialidad de lo público como acumulación de fuerzas en constante tensión susceptibles de ser analizadas. Para ello, se estudiaron las variables en un enfoque de análisis que permita indagar en estos procesos en los que la subjetividad de la experiencia del sujeto conformada por el entorno y sus vínculos basados en las anécdotas y experiencias se establezcan como claves de abordaje para los territorios de lo público en tanto que apropiación colectiva o colectivización de las subjetividades. (Álvarez, Blanco, 2013, p. 8)
Palabras clave: público-privado, subjetivación, territorialización.
Abstract: This text is a reflection that as part of an advance research investigates the processes of territorialization of the public, the conformation of the public in its territorial dimension to encompass a variety of dynamics that determine the physical result of interactions that occur within the venues and needs to live by the subjects involved. Understood these as the Heideggerian condition remain in satisfaction, and therefore being modifying its reality from differentiation and subjective singling of their environment and their dialectic with the private domain. In physical contexts with high degrees of social and urban marginality is often said subjectivation processes resulting in new forms of territoriality of the public as accumulation of forces in constant tension capable of being reviewed. For this, the variables were studied in an approach for analyzing how to investigate these processes in which the subjectivity of the subject's experience shaped by the environment and their ties based on anecdotes and experiences are established as key approach to the territories of the public domain while collective ownership or collectivization of subjectivities. (Álvarez, Blanco, 2013, p. 8)
Keywords: subjectivation, territorialization, público-privado.
Introducción: la construcción de lo público
En los contextos de marginalidad social y urbana caracterizados por sus altos niveles de informalidad, la construcción de lo público como valor de una colectividad previamente asumida, adquiere formas diferentes a otros entornos físicos de mayor formalidad en su configuración territorial no sólo desde la noción de espacio público sino también desde la creación de nuevos espacios habitables[1] donde lo público adquiere otros significados que se corresponden con la propia emergencia desde la que fueron concebidos. Las relaciones de fuerzas en constante tensión que se dan entre lo público y lo privado (Deleuze y Guattari, 1997, p. 319) actuando en el escenario urbano como procesos individualizadores que se establecen en el territorio para producir valores que permitan socializar los conflictos, es una cuestión crucial al abordar los procesos de conformación de lo público como lugar colectivo de las demandas particulares en la contemporaneidad.
Asimismo, el propio significado de territorio tal cual se lo utiliza habitualmente no alude al espacio físico de acumulación y estratificación de intensidades y fuerzas más o menos en tensión como una micropolítica en la que la distancia crítica podría explicar una de las maneras posibles de resolución de los límites del resguardo privado y lo que está más allá como el espacio a penetrar para llegar, para entrar y salir (Deleuze y Guattari, 1997) En ese sentido, las relaciones espacio-tiempo como micropolítica de acciones y reacciones entre lo individual y lo colectivo que configuran el territorio en un proceso de negociación constante, deben ser incorporadas al estudio de los procesos de subjetivación ya que en ellos se encuentra la matriz que condiciona sus maneras de estar y permanecer.
Para aproximarse a una posible comprensión de tales fenómenos, es necesario elaborar una cartografía que pueda ser capaz de evidenciar los procesos que construyen lo público, incorporando para su análisis las variables de forma y escala necesarias para entender los escenarios y el juego de diferencias en conexión de los elementos: habitantes, objetos, etc. Lo que permite trascender la idea del territorio resumida al propio cuerpo individual o a la diferencia entre lo arquitectónico y lo urbano. (Álvarez Pedrosián, 2014).
Temporalidades, permanencias y rupturas en el territorio de lo común
El dominio de lo público en las sociedades contemporáneas viene siendo avasallado por la condición endogámica y acaparadora de la lógica neoliberal privatizante que tiende a absorber y diluir en su esfera las relaciones de conflicto necesarias que caracterizan al ejercicio de lo público (Castells, 2012, p. 21,22) entendido esto último como el lugar o territorio de los devenires en el espacio físico de las territorializaciones. Estas dinámicas de cercenamiento de toda subjetividad que aportan los individuos como capital para la construcción diferenciadora del escenario colectivo se hallan en la contemporaneidad en abierta competencia para la obtención no sólo de las porciones de espacio físico sino de su ejercicio, es decir, de la posibilidad de que lo físico se constituya como escenario reivindicador de lo social.
Desde la antropología y la comunicación, Álvarez Pedrosián (2014) señala lo siguiente: “Las cuestiones relativas al estudio de la comunicación en el llamado espacio público, en aquellos espacios donde existen espacialidades regladas a través de formaciones modélicas sobre un magma de lo imaginario donde se va fraguando la subjetividad, encuentra en ellos alternativas interesantes”, (p. 13) Estas apreciaciones acerca de los procesos de subjetivación que pueden modificar las conformaciones tradicionales e institucionalizadas del espacio público como habitualmente se las conoce, tienen su correlato en contextos donde la posibilidad del ejercicio individual y particularizador encuentran su medio fértil para la incubación de acciones de negociación y apropiación que conformen estructuras invisibles de mediación entre lo público y lo privado.
Se puede afirmar también que estas características se hallan en estado latente en aquellos contextos físicos de emergencia e informalidad debido en gran medida a la intensidad de las relaciones de temporalidad respecto de las espacialidades no regladas, en este caso producto de la precariedad e incomplitud del tejido urbano que las soporta. En ese mismo sentido, y tal como lo afirma Castells (2012) el "marco espacial" como así lo define, viene a negar el espacio como "marco" de ciertas predeterminaciones de la conducta social para pasar a integrarse a los procesos que llevan a la estructuración o desestructuración de los grupos sociales en su constante habitar; lo que en estudios de la ideología comunitaria efectuados por Lefebvre (1967), citado por Castells (2012) "propone estudiar no las formas socioecológicas cristalizadas (que son por definición inasibles), sino las tendencias de las unidades urbanas, su inercia, su estallido, su reorganización" (p. 128).
En otras palabras, la práctica del habitar antes que la ecología del hábitat. A su vez, las demandas sociales de esos grupos se derivan de situaciones económicas adversas para el sostenimiento de la vida cotidiana, por lo que las acciones de reivindicación de sus derechos parecen estar directamente relacionadas con la demanda y la utilización que se hace del entorno físico.
"Bajo esta perspectiva, la ciudad que en términos estructurales opera como un sistema multidimensional configura escenarios diferenciales de vulnerabilidad frente a este sistema, cuya especificidad está dada por la ubicación de los actores sociales en la estructura visualizados como agentes (Sewel, 1992) en tanto son capaces de movilizar ciertos recursos, a la manera de Bourdieu (1989) capital social, económico y cultural, para hacer frente al riesgo que implica la vida en la ciudad". (Reguillo, 2011, p. 314).
De la territorialización de lo público
Los crecientes problemas urbanos en las ciudades contemporáneas, asociados a los factores económicos, sociales y culturales tales como la segregación física, el desequilibrio en la distribución territorial de los grupos sociales, las dinámicas de crecimiento desmedido y el consumo del territorio así como la imposibilidad en muchos casos de acceder a la propiedad del suelo, derivan en condiciones de marginalidad de los sectores de la sociedad más desfavorecidos. Del mismo modo en que estos grupos generan sus condiciones de habitabilidad, producen y reproducen patrones de apropiación física a partir de la emergencia, la espontaneidad y la diversidad de las relaciones. Son territorios construidos desde constantes mutaciones y transformaciones de las interacciones de lo público y lo privado, donde el sentido de lo público adquiere un significado diverso por la intensificación espacial temporal que caracteriza la proximidad y la superposición de tales relaciones. Deleuze y Guattari (1997) atribuyen a estas dinámicas el establecimiento de ciertos ordenamientos dados por líneas de segmentariedad (como los son por ejemplo la relación interior-exterior) por microdevenires de desterritorialización relativa, en los que son posibles las transformaciones dentro de lo existente, y las líneas de fuga de desterritorialización absoluta.
"Y si la ciudad se deja decir hoy a través de alguna imagen, ésa es precisamente la de la crisis. La ciudad, como construcción social, se reinventa cada día a partir de los pequeños o grandes colapsos que experimenta en los múltiples subsistemas que la componen. Es decir, se trata de un sistema abierto al riesgo, cuyo precario equilibrio deviene inevitable tensión" (Reguillo, 2011, p. 320).
La significación que adquieren esas nuevas territorialidades de lo público, ponen en crisis los valores y condiciones que poseía lo privado. No sólo se trataría de advertir sus consecuencias, en tanto que impacto en el entorno propio de estas comunidades sino más bien, el comprender cuales son los procesos que legitiman su ciudadanía a partir de la territorialización de sus conflictos y contradicciones.
Desde la perspectiva de la antropología del acontecimiento y según refiere Reguillo (2011) el sujeto social en sus formas de constitución y expresión posee tres fases: prepolítica, política y pospolítica, esta última es la que "visualiza a los actores en la intersección entre sus pertenencias y la acción, se privilegia aquí el modo en que los sujetos ponen a funcionar sus anclajes profundos en relación con un proyecto (agencia y ciudadanía)" (p. 327). Un ejercicio de puesta en valor de lo producido por ellos que no debe transitarse desde condiciones de mayor o menor condición de legalidad sino desde las nuevas formas de legitimidad del espacio comunitario.
Enfoques del análisis según variables
Se abordaron los tejidos del área norte de la ciudad de León, en concreto la comunidad de Los Castillos que poseen altos niveles de informalidad y una relación marginal respecto de las dinámicas del conjunto de la estructura urbana donde la búsqueda se concentró en los procesos de construcción de nuevos tipos de territorialidad de lo público como lugares donde la yuxtaposición de espacio-temporalidades a ellos supeditados, definan un estatus diferente de lo público en tanto que espacio de recomposición de las fronteras entre lo privado-privado. (Álvarez, Blanco, 2013, p. 11)

Para aproximarse a una posible comprensión de tales fenómenos, es necesario elaborar a posteriori una cartografía que pueda ser capaz de evidenciar los procesos que construyen lo público, incorporando para su análisis las variables de forma, escala y función necesarias para entender los escenarios y el juego de diferencias en conexión de los elementos: habitantes, objetos, etc. Lo que permite trascender la idea del territorio resumida al propio cuerpo individual que hace que la diferencia entre lo arquitectónico y lo urbano se difumine. (Álvarez Pedrosián, 2014, p. 4).

En ese sentido, se han determinado las dos fases de la consulta que se aplicarán en campo y que se corresponden con los siguientes tópicos, a saber:
-Fase I:
>Consultas de posición (itinerancia):
1.2: alteraciones y discontinuidades
>Consulta de espacio-tiempo (permanencias):
1.1: tiempo y actividad en sitio
Indagan sobre la permanencia y tipos de espacios utilizados desde la actividad y el motivo como así también la condición de itinerancia en la existencia de los espacios a partir de la detección de las discontinuidades y fragmentaciones que a partir de ellos, se dan en el territorio. La cartografía arrojada permitirá, en lo sucesivo, elaborar un itinerario de situaciones que se dan en el espacio físico y relacionadas con conductas que se producen en el tiempo, manifestándose como lugares de fuga en donde se puedan recomponer nuevas subjetividades en los que por acumulación de espacio temporalidades estas se territorializan.
-Fase II:
>Consultas de apropiación (entorno + vínculos, devenir):
2.1: anecdotario y experiencias
>Consultas de espacio-tiempo (cotidianidad):
2.2: Espacios por actividad
Indagan acerca de cómo con el devenir cotidiano a partir de los procesos de particularización subjetiva, los vínculos con el entorno se manifiestan en nuevas formas de apropiación. Gran parte de la conflictividad social urbana -en especial en las ciudades cuya distribución territorial de los grupos sociales, como en el caso de la ciudad de León es tanto injusta como desequilibrada- está asociada justamente a la negación u ocultamiento de esas nuevas formas de legitimidad que reclaman ser visibilizadas y puestas en valor. Para ello, es necesario que el habitante comprenda su entorno, sus límites físicos y virtuales, que pueda ser el protagonista de la adjetivación y subjetivación de su entorno, que pueda asimilar el lugar que habita para saber lo que reclama.
En la medida que, desde las disciplinas que estudian los hechos sociales y urbanos se conozcan las características de los tejidos físicos y sus relaciones con los individuos que los construyen delimitando las instancias que producen los valores colectivos, se estará más cerca de comprender como se tejen los pactos de convivencia en el territorio de lo público que sean capaces de aportar elementos para la discusión de alternativas a la realidad urbana actual.

Algunas consideraciones finales
La naturaleza de las variables sobre las que se pretende indagar, poseen en sí mismas las potenciales respuestas o elementos concretos sobre los que estructurar la teoría del presente trabajo. La territorialización es el proceso que nos interesa como una estructura conceptual de acciones y reacciones de lo simbólico, de la que emana la realidad física resultante de cualquier territorio. A su vez, la territorialización como variable de dimensión geográfica, topográfica y topológica nos interesaba como valor objetivador y particularizante de esa misma estructura.
Aparentemente, esa sería una condición básica y característica de este proceso cíclico que involucra sujeto y objeto en una construcción compleja de relaciones tendientes a lo común (Alemán, 2012) En este punto, aparece el sujeto y su estructura psicológica en su producción de subjetividad que referencian y posicionan lo simbólico en el espacio físico. Esta segunda variable, la apropiación, se apoya en la emergencia -como condición intrínseca a las comunidades con ciertos niveles de marginalidad social- para cristalizar las acciones y reacciones de lo simbólico en nuevas formas de lo público donde actúa lo común.
Referencias
1. Álvarez Pedrosián, E; Blanco Latierro, M. “Componer, habitar, subjetivar. Aportes para la etnografía del habitar”. Revista Bifurcaciones [en línea], Verano 2013, Diciembre-Febrero, Nº 15.
2. Álvarez Pedrosián, E. (2014). La gestación de un territorio o de cómo se teje la convivencia. XII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC): Pensamiento crítico Latinoamericano y los desafíos de la Contemporaneidad. Lima, Agosto de 2014.
3. Alemán, J. (2012). Soledad: Común. Políticas en Lacán. Buenos Aires: Capital intelectual
4. Castells, M. (2012). La cuestión urbana. México D.F: Siglo XXI
5. Deleuze, G; Guattari, F.(1997). Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia II. Valencia: Pre-textos.
6. Portal, M; Barrasa, P. (2011). De la fragmentación urbana al estudio de la diversidad en las grandes ciudades. En Canclini, N. G. (Coord.), La Antropología urbana en México (30-59). México: Conaculta, UAM, FCE.
7. Reguillo, R; (2011). Ciudad, riesgos y malestares. Hacia una antropología del acontecimiento. En: Canclini, N. G. (Coord.), La Antropología urbana en México (307-340). México: Conaculta, UAM, FCE.
[1] En el sentido de lo colectivo planteado por PORTAL Y BARRAZA (2011, p. 49).
Notas