Resumen: La crisis generada por la pandemia de Covid-19 modificó nuestra rutina, hábitos y forma de vivir. La ciudad al ser resultado del espacio-tiempo da una explicación coherente entre la época en la que vivimos y el espacio al que habitamos, es por ello que, a partir del estudio realizado para el proyecto terminal de grado de la Maestría en Estudios Sustentables, Regionales y Metropolitanos, se identifica la necesidad de analizar el espacio urbano para replantearlo a través de estrategias y lograr un modelo urbano que permita dar respuesta a momentos de crisis sanitaria, como el que actualmente experimentamos a nivel mundial. Ya no habitamos el espacio privado y el público como lo hacíamos comúnmente, en los privados como lo es nuestra casa, los adaptamos para realizar las diversas actividades cotidianas, mientras que los públicos al convertirse en el lugar con mayor posibilidad de adquirir un contagio se modificaron al implementarse diferentes medidas para mantener un distanciamiento social. A través del método de investigación cualitativo se pretende analizar la ciudad pandémica a través del foda (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) junto con la revisión de modelos urbanos sostenibles, para generar estrategias que ayuden a rediseñar los espacios urbanos que al regreso de una nueva normalidad nos permitan relacionarnos de una manera saludable. Como parte de las conclusiones, se reafirma la importancia del rediseño del espacio a través de un modelo urbano que sirva como clave para mejorar las condiciones de salubridad, esto, partiendo del foda y de la implementación de modelos actuales.
Palabras clave: estrategias, espacios públicos, modelo urbano, pandemia, sustentabilidad.
Abstract: The crisis generated by Covid-19 pandemic modified our routine, habits, and way of life. The city, being the result of space-time, gives a coherent explanation between the time in which we live and the space we inhabit, which is why, based on the study carried out for the terminal project of the Master's degree in Sustainable Studies, Regional and Metropolitan areas, the need to analyze the urban space is identified to rethink it through strategies and achieve an urban model that allows us to respond to moments of health crisis such as the one we currently experience worldwide. Through the qualitative research method, it is intended to analyze the pandemic city through the swot (Strengths, Opportunities, Weaknesses and Threats) together with the review of sustainable urban models, to generate strategies that help to redesign the urban spaces that upon return from a new normal allows us to relate in a healthy way. As part of the conclusions, the importance of redesigning the space through an urban model is reaffirmed that serves as a key to improve sanitation conditions, this, based on swot and the implementation of current models.
Keywords: strategies, public spaces, urban model, pandemic, sustainability.
ESTRATEGIAS PARA EL DISEÑO DE UN MODELO URBANO EN UNA CIUDAD POSPANDEMIA
STRATEGIES FOR THE DESIGN OF AN URBAN MODEL IN THE POST-PANDEMIC CITY
Recepción: 15 Febrero 2021
Aprobación: 31 Julio 2021
La pandemia derivada del Covid-19 modificó nuestra forma de vivir a tal punto de que se ha apoderado de nuestras vidas. Cuando antes los espacios públicos eran ocupados por miles de personas en el cual se llevaban a cabo sus rutinas, experiencias y anécdotas, ahora son los espacios más peligrosos al contar con mayor actividad social y por lo tanto más apta para adquirir un contagio. Actualmente anhelamos volver a tener una vida activa en espacios públicos como lo era antes, en el cual podamos volver a interactuar con otros, y aunque la pandemia y el confinamiento sigue a pie, es necesario regresar y reactivar la vida en espacios públicos. Somos seres sociales y por naturaleza necesitamos interaccionarnos con otros, sin embargo, debemos comprender que se debe llevar a cabo un proceso de cambio en la ciudad para poder adaptarnos a esta etapa retadora: la pandemia y post pandemia. Es por ello por lo que es importante reflexionar en el rediseño de los espacios públicos en el que nos podamos sentir de una manera segura en un espacio social.
Este artículo pretende llevar a cabo una investigación en donde podamos analizar la importancia de la transformación de espacios públicos, así mismo se pretende responder las siguientes preguntas ¿Qué ha sido de la ciudad en la situación actual?, ¿Qué Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas podrían considerarse para reinventar la ciudad?, ¿Qué modelos urbanos podrían ayudarnos para la ciudad Post Pandemia? Al responder estas tres preguntas se plantearán una serie de estrategias que nos ayudarán a obtener puntos de partida para el diseño de un nuevo modelo urbano que se adapte a las necesidades actuales.
Antes de comenzar, es importante mencionar que las ciudades se van modificado con relación a su espacio-tiempo, es decir, todo espacio actual es el resultado de las circunstancias dadas en las diferentes épocas. Hoyos (2010) afirma que espacio-tiempo es la mejor forma de análisis, en la cual se aborda a partir de la no linealidad que se observa en la geometría fractal, y que lo considera como un proceso que toma en cuenta conceptos de lo cotidiano, la rutina y la heterotopía, las cuales plasman en el territorio para dar carácter de espacialidad. La vida cotidiana y la rutina de las personas pueden verse reflejado en los espacios territoriales, marcándose así una explicación coherente de cómo y por qué surgen ciertos fenómenos en las ciudades. De acuerdo con la ONU Hábitat (2020), la pandemia y las restricciones al movimiento han cambiado la relación de los ciudadanos con sus calles, espacios e instalaciones públicos. Es entonces que, como resultado a esta nueva época en la cual vivimos restringidos y limitados en espacios exteriores e interiores, necesitamos reinventar y adaptar ciertos espacios de la ciudad como resultado del tiempo en el que atravesamos.
La ciudad es un sistema complejo que está configurado por el espacio privado y el espacio público, el espacio privado es todo aquel que está relacionado con la intimidad de la propiedad, para Montaner J. y Muxi Z. (2010), este espacio es estar privado de cosas esenciales de una verdadera vida humana, además, lo privado tiene que ver también con el derecho a la propiedad. Por otro lado, el espacio público es considerado como lo que conecta a lo privado, para Borja J. (2001), lo público es un elemento ordenador y polivalente como lugar de vida colectiva, y también como elemento de continuidad, de articulación de las distintas partes de la ciudad, de expresión comunitaria, de identidad ciudadana. Asimismo, Perahia R. (2007) menciona que el espacio público es aquel que da identidad y carácter a una ciudad, el que permite reconocerla y vivirla, y conserva la memoria de sus habitantes en sus espacios naturales, culturales y patrimoniales. De esta manera, el espacio público es aquel lugar que da identidad y carácter a la ciudad, en el mismo ocurren encuentros sociales que brindan al espacio vida colectiva. Este mismo, se encuentra dividido en abiertos y cerrados, en la cual los abiertos son considerados como aquellos que están en el exterior y los cerrados los cuales están en el interior. El espacio público es indispensable para la ciudad, ya que articula, da vida y genera un sentido de pertenencia a sus ciudadanos. A continuación, se hará un análisis de la ciudad durante la pandemia en estas esferas: el espacio privado y el público.
La ciudad durante la pandemia se ha comportado de forma diferente de acuerdo con las indicaciones recibidas por parte de la Secretaría de Salud (SS) (2020). A lo largo del confinamiento, el espacio privado como lo es nuestra casa se ha convertido en el centro de nuestras actividades, mientras que el público sigue un protocolo de salubridad aunado a un programa para regresar a una nueva normalidad, estos son usados conforme al semáforo y las actividades que se realizan en ellos. Las actividades suspendidas durante el semáforo rojo, anaranjado y amarillo son escuelas, mientras el resto se comporta como se señala en la figura 1. Durante el semáforo rojo las actividades económicas que funcionan son sólo aquellas consideradas como esenciales: alimenticias (en caso de restaurantes solo se puede vender para llevar), transporte, fabricación de transporte, sector salud, construcción, minería, sector energético, servicios funerarios y servicios financieros, mientras que los espacios públicos como parques, zoológicos, sitios históricos, áreas naturales y actividades físicas al aire libre cuentan con un aforo del 30%. Durante el semáforo anaranjado, las actividades económicas como hoteles, tiendas departamentales, restaurantes e industrias manufactureras se abren con un aforo del 40%, mientras que el servicio religioso a un 30% y las actividades al aire libre a un 50%. Durante el semáforo amarillo, el aforo permitido en restaurantes, hoteles, tiendas departamentales, centros comerciales, cines, teatros, museos, organizaciones civiles y políticas y servicios religiosos será del 60%, mientras que las actividades al aire libre de un 75%. Finalmente, en el semáforo verde se propone que todas las actividades se reanuden sin restricción de aforo para volver a una nueva normalidad, aquí la pregunta será, ¿Los espacios de la ciudad estarán listos para dar paso a una nueva normalidad? Hasta el momento se ha podido vivenciar que durante los lapsos de la pandemia que nos ha permitido vivir durante el semáforo naranja, los espacios públicos aún no están listos, por un lado, nos podemos encontrar con algunas plazas y locales, quienes han puesto medidas de distanciamiento y señalización en pisos, pero por otro, el diseño de las guarniciones en banquetas, andadores, mala colocación de señalizaciones y otros, ocasionan que las medidas de distanciamiento sean nulas.
Plan de Regreso Seguro de la SS del Gobierno del Estado de México (2020).
Fuente: Secretaría de la Salud 2020.Para Gallegos A. (2020), la crisis derivada a la pandemia ha transformado la manera en la que diseñamos y vivimos en las ciudades, el distanciamiento social obliga a diseñar áreas urbanas más seguras para cuidar la salud pública. Para generar estrategias que permitan crear un modelo urbano que se adapte al tiempo que vivimos y busque la salud pública y bienestar de las personas, se vuelve pertinente analizar las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas del espacio urbano en el que habitamos.
Cabe señalar que el análisis del FODA se obtuvo a través de observación propia frente a las diversas situaciones en los espacios de la ciudad que se están enfrentando hoy en día. Dentro de las fortalezas, los grandes avances tecnológicos informáticos de la década nos han permitido trabajar, estudiar y hacer compras a distancia, por esta razón, nos ha facilitado realizar estas actividades. La casa se ha convertido en oficina, salón de clase, gimnasio, área de recreación, entre otros, y esto ha ayudado a reducir la ambulación de personas en espacios públicos. Por otro lado, los avances científicos han permitido desarrollar a lo largo de la pandemia tratamiento y la vacuna que nos ayudará a sobrevivir a esta época.
En oportunidades, se cuenta con aquellos espacios que necesitan reintervenirse para obtener una mayor salubridad. Evidentemente, la casa al convertirse en un espacio en donde se genera la mayor actividad física y social no cuenta con los suficientes estándares para llevar a cabo las actividades de sus diferentes miembros de una manera simultánea, además de que cierto tipo de actividades requieren de un espacio diferente. Por ello se encuentra la oportunidad de mejora en los espacios públicos actuales en la cual las personas puedan sentirse seguros en ellos y puedan realizar las actividades que no pueden hacer desde casa. Esto involucraría introducir las medidas y rediseño adecuado para mejorar el distanciamiento social en diferentes puntos estratégicos. En estos espacios también se encuentra la oportunidad de mejora en el tema de movilidad peatonal, transporte público y la ubicación del espacio más adecuado para la colocación de la vacuna.
Dentro de las debilidades resaltamos los siguientes puntos; al estar en confinamiento generamos un aislamiento físico-social, lo cual es un factor no nos permite realizar diferentes actividades indispensables, con ello, también se presentan dificultades al trabajar y estudiar a distancia. Por otro lado, la aglomeración de personas en espacios públicos cerrados genera que la ventilación del lugar no sea la adecuada además de que el distanciamiento sea nulo. Se encuentra una carencia de espacios públicos, hace falta de áreas de recreación y de corredores en la cual la gente pueda caminar y ejercitarse, las banquetas y espacios caminables existentes suelen ser estrechos y esto evita que la gente mantenga su distancia. Las señalizaciones en algunos espacios pueden ser poco visibles para las personas, lo cual, ocasiona que no sigan el protocolo indicado. Por último, se incluye la parte cultural, en la cual surge una falta de responsabilidad social de los ciudadanos para mantener el distanciamiento social y respeto a las diferentes medidas de salubridad.
Finalmente, en amenazas, la pandemia y el encierro ha ocasionado una falta de fuente de ingresos a las personas que laboraban en espacios públicos, y actualmente muchos de ellos se encuentran en “sobrevivencia”, esto genera una injusticia hacia las clases sociales, ya que por un lado están las personas que pueden trabajar de manera remota, y por otro están aquellas que no cuentan con un ingreso económico al aislarse. Aunado a ello, se cuenta con cierta incertidumbre del momento que podamos controlar el Covid-19 junto con las nuevas cepas. Esta es una pandemia histórica que nos ha dejado mucho por aprender y por trabajar, debemos continuar con el enfrentamiento de esta enfermedad y repensar los espacios en los cuales se adquiere mayor contagio, pero sin embargo son esenciales para la vida humana.
Una ciudad sostenible es aquella que busca sostenerse a largo plazo en factores sociales, ambientales y económicos, mientras que un modelo urbano es el arquetipo que puede ser imitado en diferentes partes del entorno para su beneficio social, ambiental o económico. Derivado a la aparición de la pandemia, se ha hecho búsqueda de nuevos modelos urbanos sostenibles que mejoren las condiciones de salubridad, considerándose a esta crisis como una oportunidad para generar una ciudad sostenible y amigable, tanto con el medio ambiente como para el ser humano. Uno de los objetivos principales de estos modelos urbanos es crear espacios públicos destinados para que las personas lleven a cabo sus actividades cotidianas de una manera salubre, humanizar a la ciudad y reducir la importancia del coche en ella. De esta forma se busca invertir la pirámide de transporte, en la cual se le da más prioridad al peatón, transporte en bici, transporte en público y al final el auto particular, tal y como se muestra en la figura 2.
Pirámide de transporte en nuevos modelos urbanos.
Fuente: Nieuwenhuijsen M. (2020).De acuerdo con Nieuwenhuijsen M. (2020), los nuevos modelos urbanos para que las ciudades sean más saludables: la ciudad compacta, las supermanzanas, la ciudad de los 15 minutos y la ciudad sin coches. La ciudad compacta consiste en concentrar y densificar la ciudad para que las distancias de viaje a los diferentes puntos en ella sean más cortas, de esta manera ofrece oportunidades de movilidad saludables como lo es caminar o hacer uso de la bicicleta. Las supermanzanas pretenden dedicar espacios a las personas para lograr desplazamientos activos, asimismo busca generar espacios verdes. Este tipo de modelo lo tiene previsto crear Barcelona para reducir el tráfico motorizado, reducir los niveles de ruido, y aumentar espacios para la actividad física. Por otro lado, la ciudad de 15 minutos pretende crear una ciudad en la cual las personas puedan llegar en 15 minutos a sus diferentes destinos como: trabajo, escuela, ocio y otras. Este proyecto pretende reducir desigualdades, ya que busca mezclar diferentes grupos de población en lugar de mantener el modelo de zonificación. Finalmente, la ciudad sin coches que planea Hamburgo para el 2034 es planificar una ciudad libre de coches, en el que promete brindar un acceso fácil al transporte público y activo junto con la creación de espacios para áreas verdes.
Entre otros ejemplos de modelos urbanos que pretenden implementarse para la ciudad post-pandemia se encuentra la ciudad autosuficiente planteada por Vicente Guallart en Beijing, de acuerdo con Quesada D. (2020), la propuesta radica en un modelo urbano que se despliega en cuatro manzanas, donde las personas pueden vivir, trabajar y descansar en el entorno de su vivienda. Con respecto a América Latina, se han realizado propuestas para obtener nuevas oportunidades para ciudades sostenibles, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) (2021) destaca diez propuestas en diversos países, entre ellas está el centro comunitario móvil: espacios infraestructurales para la memoria, la pedagogía y el emprendimiento en Colombia, dicha propuesta representada por Sebastián Trujillo, busca reactivar la vida pública a través del establecimiento de un punto de intercambio y comercialización bajo nuevos condicionamientos de bioseguridad, con la finalidad de reducir la huella de carbono y empoderar los negocios locales. Asimismo, se presenta la propuesta ERES por Matias Gatti en Uruguay, el proyecto consiste en ocupar las calles secundarias para abastecer la carencia de espacios públicos, de esta forma convertirlos en equipamientos recreativos y no ocuparlos como espacios de circulación de vehículos particulares.
Sin duda alguna, tomar en cuenta el concepto de una ciudad sostenible junto con los modelos y propuestas redactadas sería una estrategia por seguir. Hablamos entonces de crear barrios o colonias que sean autosuficientes, y que promueva el diseño de áreas urbanas para cuidar la salud pública y promover la actividad física del ciudadano. Requerimos de estos espacios para que la gente se pueda trasladar con menor riesgo a un contagio, y al mismo tiempo pueda interactuar, relacionarse y crear un sentido de identidad con su espacio público.
El distanciamiento social y las nuevas medidas de higiene nos hacen pensar sobre un nuevo diseño urbano que pueda ser más seguro y saludable para los ciudadanos, con el análisis del FODA en la ciudad pandémica y la revisión de los modelos urbanos podemos generar una serie de recomendaciones para la ciudad post-pandemia. Como se había mencionado, la ciudad es un sistema a complejo que se compone por espacios privados y públicos (abiertos y cerrados). Sabemos que la casa al convertirse en el espacio central de nuestras actividades se vuelve un espacio agobiante, y con ello se ve necesario replantear espacios exteriores que respondan a las necesidades del barrio o la colonia, además de que necesitamos regresar a estos espacios para regenerar la vida en la ciudad.
En cuanto a los espacios públicos cerrados, como las plazas techadas y centros comerciales, se vuelve de vital importancia rescatar el tema de la ventilación cruzada y evitar el aforo máximo de las personas dentro de ellos, también, se debe considerar replantear o extender estos espacios a lugares abiertos, en los cuales pueda fluir la ventilación y la gente se pueda sentir libre. Por otro lado, se ve necesario mejorar la señalización a través de un diseño estratégico que sea de visibilidad para los ciudadanos.
Como parte del diseño de una ciudad autosuficiente y multifuncional, en la cual la gente se pueda movilizar a puntos cercanos de su vivienda, es importante transformar o crear algunos espacios públicos cerrados en aquellas necesidades que hagan falta en la localidad, para ello se deberá hacer un diagnóstico de potencial urbano en la cual se pueda identificar las deficiencias de la zona en cuanto a equipamiento urbano. La finalidad de este ejercicio es poder implementar las supermanzanas, y lograr que las personas recorran la menor distancia posible a sus puntos de necesidad, y de este modo, promover el uso de la bicicleta.
La sustentabilidad, movilidad y la generación de espacios de esparcimientos para mejorar la actividad física de los ciudadanos es clave para la ciudad del futuro. Para mejorar el distanciamiento social en la calle se debe trabajar en ampliar las banquetas y las zonas en las que la gente tenga su punto de encuentro, con esto se debe trabajar también en la implementación de ciclovías en las manzanas para que la gente se pueda movilizar de una manera local. Gómez-Zendejas (2019) afirman que en la relación social del hábitat es pertinente entender aquellas expresiones que la diversidad de sus colectivos urbanos provoca en los escenarios donde lo circundante debe tener un absoluto sentido de pertenencia.
La generación de corredores urbanos, talleres, lugares de difusión cultural como teatros al aire libre, cines al aire libre, lugares deportivos como canchas, trota pistas, etc., son fundamentales para que la gente pueda realizar actividades de esparcimiento y generar una vida saludable. La carencia de los espacios públicos para realizar actividades recreativas, de encuentro y de intercambio vuelve necesario implementar y poner en marcha espacios en los cuales la gente pueda reunirse con otras personas, una alternativa es ocupar la calle para diseñar un ambiente seguro para actividades de este tipo. En cuanto a las señalizaciones y circulaciones, se puede experimentar a través de tratamiento de uso de suelo, jardineras, colores, texturas, etc., un diseño que permita modificar la forma en la cual se comportan los usuarios en los espacios, con la finalidad de mejorar el distanciamiento social. Por otra parte, se debe rescatar la economía local de las personas que trabajaban en espacios públicos, cuyo confinamiento repercutió sus ingresos, de esta forma se plantea ubicarlos en puntos estratégicos con su respectiva distancia para la salubridad de todos. Por último, pero no menos importante, se deben repensar los lugares en los cuales se coloca la vacuna, ya que, la falta de espacio ocasiona aglomeración de personas en diversos puntos de la ciudad. Para ello se debe pensar en terrenos de emergencia que puedan ser adaptables, no solo ante la pandemia actual, si no ante cualquier situación emergente. Se debe contar con un protocolo previo para utilizar estos diferentes espacios, y al mismo tiempo los espacios elegidos deberán tener un cierto grado de versatilidad y adaptabilidad.
Como respuesta al tiempo en el que vivimos, se vuelve necesario pensar en el diseño de un modelo urbano para la ciudad post-pandemia que intervenga en espacios públicos abiertos como cerrados, con la finalidad de mejorar las condiciones de salubridad. Tras el análisis del comportamiento de la ciudad actual, el FODA y la revisión de alternativas que implementan otros países, aparecen las súper manzanas, la ciudad de los 15 minutos o la ciudad sin coches como posibles soluciones para el desarrollo urbano post- pandemia, la cual nos permitirá vivir de una manera local y sostenible.
Para complementar estas alternativas en nuestro entorno, se plantea mejorar aquellas áreas de oportunidad (analizadas previamente), fortalecer las debilidades y tomar a las amenazas como fundamento y pilar para la creación del nuevo diseño. De esta forma y a través de la incorporación de las estrategias presentadas anteriormente, el modelo urbano pretenderá reducir la aglomeración de personas en espacios concurridos, el uso de transporte motorizado, desigualdades, y sobre todo pretenderá generar espacios abiertos que beneficien las diferentes actividades diarias de los ciudadanos para dar paso a la nueva normalidad.
Para finalizar, es importante reflexionar sobre la disciplina y responsabilidad social de las personas para poder desarrollar un nuevo modelo urbano. La ciudad la conformamos todos, es creada para que el ser humano pueda habitarla y realizar su rutina en ella, por lo tanto, es nuestra responsabilidad cuidarla y respetar el protocolo correspondiente.
Plan de Regreso Seguro de la SS del Gobierno del Estado de México (2020).
Fuente: Secretaría de la Salud 2020.Pirámide de transporte en nuevos modelos urbanos.
Fuente: Nieuwenhuijsen M. (2020).