Servicios
Descargas
Buscar
Idiomas
P. Completa
CONTRIBUCIÓN DEL DISEÑO DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS HISTÓRICOS A LA INTEGRACIÓN SOCIAL
Yissel Hernández-Romero Hernández-Romero
Yissel Hernández-Romero Hernández-Romero
CONTRIBUCIÓN DEL DISEÑO DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS HISTÓRICOS A LA INTEGRACIÓN SOCIAL
CONTRIBUTION OF THE DESIGN OF HISTORIC PUBLIC SPACES TO SOCIAL INTEGRATION
Revista Legado de Arquitectura y Diseño, vol. 17, núm. 32, 2022
Universidad Autónoma del Estado de México
resúmenes
secciones
referencias
imágenes

Resumen: La presente investigación analiza la contribución del espacio público histórico a la integración social, considerando el diseño del espacio como un mediador y configurador de experiencias vinculadas a procesos integradores como son la alteridad e identidad, teniendo como caso de estudio el Centro Histórico de Zumpango(CHdZ), en el Estado de México. La investigación se llevó a cabo en cuatro etapas: la reconstrucción urbano-histórica; la observación, la documentación de prácticas sociales y la aplicación de técnicas etnológicas para determinar la influencia del espacio diseñado en la experiencia. Con la metodología aplicada fue posible desarrollar un modelo explicativo en donde se identifican los elementos de diseño del espacio vinculados a los procesos integradores: 1) la intervención institucional en la memoria urbana, 2) la configuración del espacio como lugar de encuentro, 3) el capital histórico de los habitantes y 4) el valor percibido del pasado. Este modelo permite visualizar áreas de intervención específicas del diseño con aportación a la alteridad e identidad y, por tanto, a la integración social, pudiendo ser aplicado para el análisis de otros espacios.

Palabras clave: diseño, espacio público histórico, integración social, metodología de investigación.

Abstract: This research project analyzes the contribution of the historical public space to social integration, considering the design of the space as a mediator and configurator of experiences linked to integrative processes such as otherness and identity, taking as a case study the Historic Center of Zumpango, in the State of Mexico. The research was carried out in four stages: urban-historical reconstruction; the observation, documentation of social practices and the application of ethnological techniques to determine the influence of the designed space on the experience. With the applied methodology, it was possible to develop an explanatory model in which the design elements of the space linked to integrative processes are identified: 1) institutional intervention in urban memory, 2) the configuration of space as a meeting place, 3) the historical capital of the inhabitants and 4) the perceived value of the past. This model allows the visualization of specific intervention areas of the design with a contribution to otherness and identity and, therefore, to social integration, and can be applied to the analysis of other spaces.

Keywords: design, historic public space, social integration, investigation methodology.

Carátula del artículo

CONTRIBUCIÓN DEL DISEÑO DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS HISTÓRICOS A LA INTEGRACIÓN SOCIAL

CONTRIBUTION OF THE DESIGN OF HISTORIC PUBLIC SPACES TO SOCIAL INTEGRATION

Yissel Hernández-Romero Hernández-Romero
Universidad Autónoma del Estado de México, México., México
Revista Legado de Arquitectura y Diseño, vol. 17, núm. 32, 2022
Universidad Autónoma del Estado de México

Recepción: 17 Enero 2021

Aprobación: 08 Agosto 2021

CONTRIBUCIÓN DEL DISEÑO DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS HISTÓRICOS A LA INTEGRACIÓN SOCIAL

La pandemia de Covid-19 cambió las prácticas cotidianas en el espacio público: de ser espacios considerados esenciales para el contacto y la socialización, se convirtieron, por esas mismas razones, en espacios de riesgo, situación que derivó en el desarrollo de productos y servicios que permitieron la continuidad de interacciones sociales seguras para quienes, por necesidad o desacato, utilizaban dichos lugares. El temor al contagio y, de manera particular, a los otros, ha avivado la discusión del papel de los espacios públicos como lugares de encuentro.

La reflexión es pertinente y necesaria, sin embargo, puede verse limitada si partimos del funcionamiento previo de los espacios como el estado al que aspiramos regresar. Evitar lo anterior, demanda conocer las limitaciones y oportunidades de los espacios públicos para plantear nuevas posibilidades de vinculación social. Esta investigación, desarrollada antes de la pandemia, tuvo como objetivo identificar la contribución a la integración social de un centro histórico, a través de la experiencia cotidiana, teniendo al diseño del espacio como mediador de experiencias de alteridad e identidad, procesos que contribuyen a la integración social (Hernández, 2019).

La revisión de literatura permitió ubicar trabajos que han explorado y discutido el tema desde diversas perspectivas: los espacio públicos como lugares de encuentro y socialización, expresión del derecho a la ciudad (Borja y Muxi, 2003) o influencia de la configuración formal urbano-arquitectónica (Gehl, 2010); como escenarios donde se construye la esfera pública (Habermas, 1998), o bien, donde se manifiesta la diversidad y el conflicto (Arendt, 2016), pero también donde se aprende a aceptarlo (Carrión, 2007); como espacios políticos con intervención directa del Estado (Giardello, 2014), pero también apropiados y modificados a través de rituales cotidianos de la población (Vergara, 2013). Los espacios públicos cumplen una función integradora al permitir el encuentro e interacción de los diferentes, los espacios históricos son una categoría que posee, además, elementos simbólicos que aportan a la identidad a través del diseño urbano-arquitectónico, monumentos, murales y mobiliario urbano, entre otros.

Para efectos de este trabajo, se reconoce el concepto de integración social, propuesto por David Lockwood, citado en Giardello (2014), “como un proceso que favorece la cohesión social a través del enriquecimiento que provee la diferencia y la diversidad cultural”. A su vez, se reconoce la naturaleza multifactorial de la integración social como un proceso donde interviene lo económico, lo político y lo cultural (cepal, 2007; Chernilo, 1999; un, 2016).

Henri Lefebvre postula que cada sociedad produce un espacio enmarcado en una coyuntura histórica específica en un proceso de naturaleza trialéctica formado por las representaciones del espacio, los espacios de representación (espacio físico) y las prácticas sociales (interacciones), en el que cada nuevo espacio se superpone y se mezcla con el producido en otros periodos históricos, añadiéndose complejidad a las ciudades con fuerte carga simbólica y emocional (Baringo, 2013).

Considerando lo anterior, en la investigación se identificaron los procesos de integración social que se construyen en el espacio histórico por las personas que lo experimentan de forma cotidiana y a los actores que participan de dichos procesos. En el primer aspecto encontramos: 1) la alteridad, como capacidad para vivir con otros de forma pacífica y tolerante con otros (Carrión, 2007), y 2) la identidad, como sentido de pertenencia a una comunidad. Como actores que intervienen y aportan a los procesos anteriores se tiene al Estado, sus normas y políticas (Giardiello, 2014), las personas, sus interacciones y percepciones (Vergara, 2013) y la materialidad e historia, propio espacio (Gehl, 2010).

METODOLOGÍA

El estudio de caso analizado fue el Centro Histórico de Zumpango (CHdZ), municipio ubicado en la zona noreste del Estado de México. La relevancia para elegir el lugar radicó en el intenso crecimiento de desarrollos urbanos durante las últimas décadas derivado del proyecto estatal de Ciudades del Bicentenario. El incremento significativo de la población, en tan poco tiempo, ha agudizado los problemas –físicos y sociales– en el espacio público consolidado[1] al aumentar las demandas y llevar al límite las funciones espaciales, cuestionando aquella vinculada a la integración social.

Para la delimitación espacial se consideraron dos áreas reconocidas en el Plan Municipal de Desarrollo Urbano 2013-2015: el Centro Histórico y el Primer Cuadro. En el Centro Histórico se encuentran ubicadas la Parroquia de la Purísima Concepción y la casa cural, construcciones del periodo colonial; el Palacio Municipal, la ex Dirección de las Obras del Desagüe y la Plaza Juárez del siglo XIX. En el primer cuadro se ubica la Iglesia de Santa María y su teatro colonial, así como la Ex-Fábrica Textil “La Hortensia”, cuyo edificio, del siglo xix, fungió como taller del ferrocarril de las Obras del Desagüe durante el porfiriato (figura 1).



Figura 1. Delimitación de las zonas con valor histórico en la cabecera de Zumpango.
Fuente: Yissel Hernández Romero (2019).

La investigación se llevó a cabo en un periodo de dos años (2014-2016) y se desarrolló tomando como guía la triplicidad conceptual propuesta por Lefebvre:

a) Representaciones del espacio: espacio concebido y abstracto, representado en forma de mapas, planos, memorias y discursos.

b) Espacios de representación: espacio experimentado directamente por los habitantes a través de la mezcla de símbolos e imágenes.

c) Prácticas espaciales: espacio percibido que integra las relaciones sociales de producción y reproducción, así como la interacción entre gente de diferentes grupos.

En la primera etapa se analizaron las prácticas sociales presentes en el CHdZ, a través de paseos de observación, anotaciones de observación directa y fotografías de las dimensiones morfológica y funcional. De manera simultánea, se trabajó en la reconstrucción histórica oficial con trabajo en archivo y entrevistas a personas vinculadas con la preservación. En la segunda etapa, se evaluó el CHdZ con las características formales y usos del espacio público, propuestos por Jan Gehl (2013) para propiciar el encuentro y la interacción social. En esta etapa se realizaron entrevistas para profundizar en las historias familiares y míticas, además de analizar el rol del Estado y las políticas públicas asociadas a dicho espacio.

Finalmente, se diseñaron tres instrumentos para evaluar la experiencia de las personas a partir de la percepción del espacio, el conocimiento histórico, la valoración y la importancia del lugar en la memoria de las personas (expresada en mapas senso-cognitivos). Dada la intención de exploración relacional de la investigación de campo, los instrumentos se aplicaron a 71 personas, las cuales cumplieron con dos requisitos básicos: 1) conocer el CHdZ y 2) que no estuvieran en dicho lugar al momento de contestar el instrumento (con la finalidad de indagar en su memoria y experiencia).

RESULTADOS

Desde el aspecto histórico, se logró documentar el proceso constructivo del CHdZ y sus principales elementos urbano-arquitectónicos. De igual forma, se identificaron inmuebles, ubicados fuera del perímetro de estudio, pero históricamente vinculados, como lo son la Caja de Agua del Desagüe del Valle de México y el Teatro Colonial de Santa María. Además de la historia oficial se incorporó, al proceso de identidad, la tradición oral que vinculaba a los espacios con historias familiares.

Dentro del aspecto normativo, el análisis de los Planes de Desarrollo Urbano Municipales permitió identificar el papel de lo histórico en las políticas públicas municipales, los retos urbanos y las proyecciones a futuro. En este punto destaca el vínculo de lo histórico con el turismo y la economía y no como un elemento que pudiera aportar a procesos sociales. La identidad municipal se limita al mantenimiento y homogenización de fachadas. También se identificaron los sitios protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y las implicaciones de dicha protección. En este aspecto, se encontraron espacios importantes no protegidos (Escuela Pedro Rodríguez Vargas), o bien, protegidos en lo legal, pero en ruinas por la falta de mantenimiento.


Tabla 1. Monumentos y edificios históricos protegido por el INAH.

Fuente: Ficha Nacional de Catálogo de Bienes Inmuebles Históricos, INAH 1990. Tomado del Plan de Desarrollo Municipal 2006-2009. *Se desconoce a qué partes se refiere como antiguo.

**La plaza Juárez se incluye como espacio protegido en el Plan de Desarrollo del 2003.


Del acercamiento a la experiencia se destaca que hay un desconocimiento importante (e incluso negación) de lugares interesantes para visitar o de valor arquitectónico, ignorándose lugares como la Escuela Pedro Rodríguez y el teatro colonial de la Iglesia de Santa María (figura 3), aunque, hay un reconocimiento de la existencia de monumentos y obras de arte. De igual forma, el CHdZ es percibido como un sitio bonito y agradable para pasear y caminar, además de reconocer el desarrollo de actividades culturales. De las tres formas de movilidad en el CHdZ, el peatonal se considera el más conveniente, mientras que se percibe más complicado es moverse en automóvil. De manera importante, los encuestados consideraron que el lugar permite conocer a otras personas (66%), y de manera más contundente, el reunirse con otros (91%). En cuanto a la relación con otros, un 53% considera que no se respeta el espacio, ni se hacen buen uso de él. Finalmente, un 63% percibe el CHdZ como un lugar donde es posible convivir con personas de diferentes edades y procedencia, contra un 17% que opina lo contrario. Un aspecto interesante fue que, con excepción de la usabilidad, los nuevos habitantes percibieron, ligeramente, de mejor manera el CHdZ.



Figura 2. Ejemplos de mapas sensocognitivos.
Fuente: Yissel Hernández Romero (2019).

DISCUSIÓN

A partir del análisis de los resultados, se pudieron identificar áreas de oportunidad para potenciar los procesos de identidad y alteridad en el CHdZ. Fue la confrontación entre las condiciones ideales (por ejemplo, la protección legal de los edificios) y la realidad (inmuebles a punto de derrumbarse), que se desarrolló un modelo en el cual pueden identificarse no solo las funciones del espacio sino el desempeño de éstas.

El modelo propuesto se integra de cinco variables, cuatro de ellas directamente vinculadas a la identidad y una a la alteridad, pero todas ellas relacionadas entre sí. Cada variable a su vez posee distintos niveles, siendo los externos los más altos. Cada uno de los niveles del modelo supone una trayectoria “ideal” en donde las cualidades del espacio se van acumulando (figura 4).



Figura 3. Modelo para el análisis de variables detectadas.

Los puntos más externos significan el nivel máximo (e ideal) para cada variable.

Fuente: Yissel Hernández Romero (2019).

La primera variable se refiere a la intervención de arriba hacia abajo, desde el Estado o cualquier otra institución, el cual determina la protección, uso y mantenimiento de los espacios históricos. Los niveles incluyen: protección legal, protección visible del inmueble (mantenimiento), pertinencia en la vida cotidiana de la comunidad (con actividades obligatorias, opcionales o sociales) y políticas públicas en las que el rol histórico tiene un papel relevante en la espacialidad de dicho lugar.

La segunda variable se refiere a la calidad física del espacio para favorecer distintos tipos de relaciones sociales, específicamente el encuentro, la interacción y la socialización. El nivel básico contempla condiciones para el encuentro mediante el tránsito peatonal (se puede incluir la accesibilidad universal). El segundo nivel califica al espacio como lugar de espera, favoreciendo el encuentro y la interacción en actividades necesarias u obligatorias. El tercer nivel hace referencia a las condiciones del espacio que incitan al paseo, el cual a su vez promueve la interacción y socialización. En este aspecto puede incluirse la parte estética y simbólica del espacio, así como actividades recreativas o de esparcimiento que motiven al paseo. Finalmente, el último nivel considera la permanencia como la expresión que favorece, mayoritariamente, la socialización, y que incluye las cualidades espaciales anteriores.

La tercera variable toma en cuenta el conocimiento histórico que las personas tienen sobre un lugar, sea éste vinculado a la narrativa oficial o a la mítica. En la investigación se identificó que el origen o fundamentación de la historia no tiene relación directa con el nivel de valoración, más bien es la calidad de ésta (información, datos curiosos, detalles, relación con la historia biográfica o familiar) la que genera y fortalece vínculos. En este sentido, el primer nivel implica tener un conocimiento mínimo, mientras que en el segundo se posee información más específica y detallada.

La cuarta variable, vinculada a la anterior, alude a la valoración histórica, es decir, qué tan importante se considera el lugar en la historia personal o colectiva, que incluso se recomendaría para que otros lo visiten. Los niveles se definieron por el número de personas que lo consideran valioso, es decir, que lo asumen relevante para el municipio y lo recomendarían como un sitio a visitar. Los elementos que influyeron en esta variable fueron las condiciones en que se encuentra el lugar, la accesibilidad, los aspectos interesantes y únicos, actividades vinculadas al ocio o a la cultura, etc. Finalmente, la quinta variable, se refiere a la característica del espacio para comunicar la historia (semiótica). En un primer nivel se considera la comunicación de la temporalidad, mientras que, en un segundo, la transmisión de hechos específicos. El modelo se aplicó a cuatro edificios emblemáticos del CHdZ, como detonantes de interacción y constructores de identidad: la Parroquia de la Purísima Concepción, la Ex fábrica textil La Hortensia, la Plaza Juárez y la Plazuela Pedro Rodríguez Vargas. A continuación, se explica la aplicación del modelo en uno de estos sitios.

La Parroquia de la Purísima Concepción es la que más se acerca al ideal propuesto por el modelo. Presente en las prácticas cotidianas actuales, representa un vínculo con el pasado bastante fuerte (a corto y largo plazo), además de ser un espacio vigente para continuar tejiendo historias personales a través de ritos que dotan de un sentido de comunidad. Su configuración y características lo hacen un espacio adecuado para transitar (cuenta escalones y con amplias rampas), pasear (se puede recorrer el atrio y el interior del recinto, observar las pinturas y esculturas), esperar y permanecer (haciendo uso de las bancas, disfrutar de la sombra y temperatura fresca, poco ruido, fachada interesante, etc.).

Protegido por el INAH, el edificio se encuentra relativamente en buenas condiciones (al ser un espacio activo se organizan actividades que garantizan su mantenimiento), con paredes que no ocultan el paso de tiempo, la arquitectura única y su monumentalidad volumétrica, así como las pinturas y esculturas antiguas, comunican su temporalidad, algunas placas hacen referencia a su propia construcción, sin embargo, a pesar de la ignorancia de información, se valora por su historia intuida y asumida. Ampliamente valorada por la población, su potencial radica en la historia prácticamente desconocida hasta ahora, teniendo en la propia construcción un elemento de narración latente, quizá es este hecho la explicación a su ausencia en los mapas senso-cognitivos, pues no se considera parte del centro histórico, no es una ruina ni una reliquia que se observa o admira de lejos, es por el contrario un espacio totalmente vivo, parte de la historia familiar (que conecta con la parte emocional y por lo tanto hace los lazos más fuertes). Potencialmente puede considerarse su incorporación a las políticas culturales del municipio, con énfasis en los elementos históricos, arquitectónicos y artísticos (figura 4).



Figura 4. Modelo para la Parroquia de la Purísima Concepción.
Fuente: Elaboración propia.

Este modelo permitió visualizar gráficamente el comportamiento de cada una de las variables y su efecto en conjunto, pues como puede notarse, cada una tiene relación con las otras, pudiendo influir en su evaluación. De esta forma, es posible identificar áreas problemáticas, o bien de oportunidad para el diseño en una realidad espacial siempre cambiante.

CONCLUSIONES

La revisión de la literatura y el trabajo de campo confirmaron que la integración social en el CHdZ no es una cualidad inherente (y por tanto permanente) al mismo, sino una función, social y políticamente construida y determinada, cuyas capacidades pueden ser desarrollables y modificables. En este sentido, dichas capacidades pueden ser vinculadas a la calidad del espacio en sus dimensiones física, histórica y simbólica para incentivar, promover y mantener usos, que deriven en alteridad y que construyan identidad.

El crecimiento de las ciudades, la migración, la presencia de nuevos actores, las nuevas formas de esparcimiento, ejercicio de la ciudadanía e interacción social (mediada ahora por el miedo a los “otros”) son factores que alteran el uso y apropiación del espacio público, y como se demostró en la investigación, el diseño representa una posibilidad para inhibirlos o potenciarlos. Por una parte, la dimensión física alude a las condiciones del espacio para el tránsito, espera, paseo y permanencia; prerrequisitos que, de acuerdo con Gehl, determinan la densidad e intensidad las relaciones sociales, estas condiciones incluyen infraestructura que favorece la movilidad y seguridad, y convierten el espacio en un lugar agradable, atractivo, interesante y emotivo, es decir, a través de las condiciones físicas se incentiva el encuentro, condición social básica que puede evolucionar a interacción, socialización y alteridad.

Tanto la dimensión simbólica como histórica, dependen de la capacidad comunicativa del espacio con las personas y los vínculos personales y colectivos que se tengan con él. El principal responsable, aunque no único, de la preservación y comunicación de los símbolos históricos es el Estado a través de políticas públicas suscritas a principios internacionales, nacionales y locales. En este sentido, es importante el reconocimiento de lo histórico como aglutinador social y no sólo como un detonador económico derivado del turismo, de igual forma, es urgente la descentralización de la preservación de estos espacios en las grandes ciudades. Como interlocutor con el Estado, es fundamental la participación del diseñador en la construcción de políticas públicas.

Las tres dimensiones del CHdZ se presentan así, articuladas, en la experiencia del espacio: lo físico como promotor de lo histórico, potenciador de encuentros y generador de nuevo tejido social; lo histórico como elemento de valoración de un espacio (con repercusiones en su preservación y cuidado); y lo simbólico como elemento aureático que dota de sentido a la historia personal y la vincula con las otras dos.

El modelo desarrollado en este trabajo permite visualizar, en factores concretos del espacio público (condiciones físicas y legales, semiótica, vinculación con la vida cotidiana), lo que es y lo que puede ser desde el diseño: políticas públicas, infraestructura y mobiliario urbano, señalética, experiencias y servicios. Las intervenciones, en cada factor pueden darse de manera individual (en edificios o espacios), en conjunto (considerando todo el sistema de elementos históricos), simultaneas o diferidas, como acciones aisladas o como estrategia. La integración social, en un espacio público, depende de las posibilidades de construcción de las relaciones con los otros (incluyendo las conflictivas), en esta investigación quedó demostrado que el diseño, en su capacidad posfenomenológica de mediación, puede inhibirlas o incentivarlas (Verbeek, 2005).

Cabe mencionar que, a partir de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en Santa Lucía, se han llevado a cabo obras de mejoramiento urbano en los municipios aledaños, siendo una de ellas la Renovación del CHdZ, así como la construcción de un mercado de Artesanías y de un corredor comercial, ambos ubicados en el perímetro central. Lo anterior, implica la posibilidad de dar continuidad a esta investigación y evaluar el impacto de las obras, a nivel individual y colectivo, a procesos tan complejos como la integración social.

Material suplementario
FUENTES DE CONSULTA
Arendt, H. (2016), La condición humana, Paidos, Ciudad de México.
Baringo, D. (2013), “La tesis de la producción del espacio en Henri Lefebvre y sus críticos: un enfoque a tomar en consideración”, QUID, vol. 16, núm. 3, pp. 110-126. Disponible en https://www.fundacionhenrydunant.org/images/stories/biblioteca/derecho-vivienda-ciudad-terriotorio/Produccion_del_Espacio_en_HLefevre.pdf, consultado el 23 de septiembre de 2018.
Borja, J. & Muxi, Z. (2003), Espacio público: ciudad y ciudadanía, Electa, Barcelona.
Carrión, F. (2007), “El espacio público, punto de partida para la alteridad”. En O. Segovia (ed.), Espacios públicos y construcción social, SUR, Santiago de Chile.
Carrión, F. (2008), “Centro histórico: la polisemia del espacio público”, Centro-h, núm. 2, pp. 89-96.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2007), Cohesión social. Inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y el Caribe, Naciones Unidas, Santiago.
Chernilo, D. (1999), “Integración y Diferenciación. La teoría de los medios simbólicamente generalizados como programa progresivo de investigación”. Cinta moebio, núm. 7, pp. 313-415.
Gehl, J. (2010), Cities for people, Island Press, London.
Gehl, J. & Svarre, B. (2013), How to study public life, Island Press, London.
Giardiello, M. (2014), “The generative theory of social cohesion and civic integration”, European Scientific Journal, 2, pp. 80-89.
Habermas, J. (1998), Facticidad y validez, Trotta, Madrid.
Hernández Romero, Y. (2019), El centro histórico de Zumpango. Recurso para la integración social. Tesis para optar por el grado de Doctora en Diseño, Universidad Autónoma Metropolitana, División de Ciencias y Artes para el Diseño, Azcapotzalco. Disponible en http://hdl.handle.net/11191/5880, consultado el 1 de marzo de 2020.
United Nations (un) (2016), Issues: Social Integration. Division for Social Policy and Development. Social Perspective on Development. Disponible en https://www.un.org/development/desa/socialperspectiveondevelopment/issues.html, consultado el 3 de julio de 2016.
Verbeek, P. (2005), What things do (Segunda ed.), Penn State Press, Pennsylvania.
Vergara, A. (2013), Etnografía de los lugares. Una guía antropológica para estudiar su concreta complejidad, Ediciones Navarra, Ciudad de México.
Notas


Figura 1. Delimitación de las zonas con valor histórico en la cabecera de Zumpango.
Fuente: Yissel Hernández Romero (2019).

Tabla 1. Monumentos y edificios históricos protegido por el INAH.

Fuente: Ficha Nacional de Catálogo de Bienes Inmuebles Históricos, INAH 1990. Tomado del Plan de Desarrollo Municipal 2006-2009. *Se desconoce a qué partes se refiere como antiguo.

**La plaza Juárez se incluye como espacio protegido en el Plan de Desarrollo del 2003.




Figura 2. Ejemplos de mapas sensocognitivos.
Fuente: Yissel Hernández Romero (2019).


Figura 3. Modelo para el análisis de variables detectadas.

Los puntos más externos significan el nivel máximo (e ideal) para cada variable.

Fuente: Yissel Hernández Romero (2019).


Figura 4. Modelo para la Parroquia de la Purísima Concepción.
Fuente: Elaboración propia.
Buscar:
Contexto
Descargar
Todas
Imágenes
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R por Redalyc