Recepción: 11 Noviembre 2022
Aprobación: 26 Mayo 2023
Resumen: La segregación socio-espacial derivada del crecimiento urbano acelerado apunta a una transformación del hábitat. El objetivo es analizar la habitabilidad en urbanizaciones cerradas. Se utilizó un enfoque metodológico cuantitativo que consideró el uso de un instrumento de medición en campo: a) Cuestionario de percepción de las relaciones socio-espaciales suscitadas en el fraccionamiento y la ciudad; en torno a cuatro variables de la habitabilidad urbana: 1) las relaciones socio-espaciales, 2) interacción social, 3) cohesión social y 4) conectividad. Se aplicaron 107 encuestas durante 2016-2019 en el caso de estudio en Ensenada, México. Los resultados evidenciaron que el entorno condiciona e impone un modo de “estar” en el espacio habitable sin satisfacer las dimensiones de: identidad, participación, seguridad, interacción, legibilidad y conectividad. El estudio complejo de las relaciones socio-espaciales en fraccionamientos evidencia una posible integración urbana que deviene lugares socialmente habitables. La contribución de esta investigación radica en la explicación del fenómeno de la habitabilidad urbana en fraccionamientos cerrados a partir de la definición de fundamentos e indicadores que evidencien el impacto de lo urbano en la regeneración de las relaciones socio-espaciales. Esta investigación impacta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Salud y Bienestar (ODS 3), Reducción de las desigualdades (ODS 10), y Ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11).
Palabras clave: habitabilidad urbana, participación, relación socio-espacial, segregación residencial, urbanización cerrada.
Abstract:
Nowadays, rapid urban growth has involved an incoming reality regarding living space. The aim of this article is to analyze habitability in gated communities. It was implemented a quantum methodological process to collect information by a measuring instrument: a) Questionnaire of perception of the socio-spatial relations raised in the case of study and the city; around four variables of urban habitability: 1) socio-spatial relations, 2) social interaction, 3) social cohesion and 4) connectivity.
And taking photos of the case study in Ensenada, Mexico. 107 questionnaires were applied from 2016 to 2019. The results showed that the environmental conditions impose a way of "being" in the living space without satisfying the dimensions of identity, participation, security, interaction, legibility, and; connectivity. The complex study of socio-spatial relations contributes to the regeneration of interstitial spaces as social places. The contribution of this research lies in the explanation of the phenomenon of urban habitability in closed subdivisions from the definition of the theoretical foundations and indicators that show the impact of the urban in the regeneration of socio-spatial relations. This research impacts the Sustainable Development Goals (SDG) of Good Health and well-being (SDG 3), Reduced inequalities (SDG10), and Sustainable cities and communities (SDG 11).
Keywords: gated community, participation, residential segregation, socio-spatial relation, urban habitability.
INTRODUCCIÓN
La constitución del ser en el mundo parte del sistema de relaciones que se establecen con otros y con el espacio. Según Castillo-Oropeza y Alejandre-Ramos (2012: 49-72), las personas modifican la función y forma de tales espacios con base en sus requerimientos individuales y sociales, y, por ende, en la variedad y complejidad del espacio habitable y su contexto. Dicho sistema de relaciones socio-espaciales constituye el eje rector de uno de los fenómenos multifactoriales más puros de la Arquitectura: la habitabilidad, la cual permea en espacios de cualquier índole, en una afectación y/o transformación bidireccional entre el ser y el estar.
En este tenor, la variedad y complejidad del espacio construido y su contexto es impactada, en gran medida, por la presencia de fenómenos derivados de un crecimiento urbano acelerado con una planificación carente o incipiente. Debido a ello, la morfología urbana se define por el incremento del radio urbano, la aparición de barrios cerrados en comunidades habitualmente desfavorecidas y por el desarrollo de fraccionamientos de vivienda social en la periferia (Márquez, 2004: 697-708; Sabatini & Salcedo, 2007: 577-606) en donde las dinámicas socio-espaciales acontecidas en ellos desembocan en una disolución de lo urbano en una mera urbanización. De esta manera, las relaciones sociales y el espacio per se relegan al entorno inmediato y mediato, lo cual cobra especial interés en estudios formales sobre la integración urbano-arquitectónica.
La importancia de dicho problema radica en que las relaciones socio-espaciales entre el fraccionamiento de vivienda de interés social y la ciudad son susceptibles de afectar el nivel de cohesión social a partir de la interacción y la conectividad espacial con el colectivo urbano. Ahora bien, ¿Cómo se dan las relaciones socio-espaciales en el fraccionamiento de vivienda de interés social en su relación con la ciudad? ¿De qué manera se podrían mejorar las relaciones socio-espaciales en urbanizaciones cerradas? Se parte de estas preguntas como ejes rectores de los hallazgos y conclusiones mostrados en torno a la habitabilidad urbana.
Por lo anterior, el propósito de este documento es analizar las relaciones socio-espaciales en el fraccionamiento de vivienda de interés social Los Encinos, ubicado en Ensenada, Baja California, México; a partir de la percepción de una muestra representativa de habitantes.
Hacia una concepción de la habitabilidad urbana
La habitabilidad es un fenómeno fundamental en la Arquitectura determinado por un conjunto de atributos socio-espaciales para que el ser humano satisfaga sus requerimientos proxémicos, existenciales y contextuales en la praxis diaria. De acuerdo con Villagrán-García (1963; citado por Espinoza & Gómez, 2010: 59-69) este constructo comprende tanto la parte interna de los espacios delimitados y cerrados, como los espacios naturales y paisajísticos; hecho que sitúa como premisa el vínculo entre escalas espaciales relacionadas con el ser involucrado. La visión de Villagrán-García (1983: 1-156) evidencia además la necesidad de construir y/o transformar el espacio habitable desde la complejidad del ser humano. Dicha transformación debe darse desde la técnica de la arquitectura per se, que incorpore la composición y la edificación, según la estructura de los valores no causales e intemporales de: a) lo útil, b) lo estético, c) lo social y d) lo lógico.
Desde esta vertiente, autores como Landázuri & Mercado (2004: 89-113) y Hernández & Velásquez (2014: 149-200) puntualizan que la habitabilidad debe estudiarse a través de sus escalas o niveles sistémicos. La figura 1 muestra que dichas escalas o niveles pueden expresarse en cinco esferas proxémicas, donde la habitabilidad interna será conformada por el nivel sistémico primario, mientras que el resto de las esferas referirán a la habitabilidad urbana en relación directa con un colectivo, ya sea a nivel manzana, barrial, urbano y/o de paisaje.
Desde una perspectiva ontológica, la comprensión de la habitabilidad requiere de la dialéctica del espacio como lugar sujeto a un paisaje y ligado a valores culturales, prácticas y costumbres que inciden en los satisfactores existenciales. El espacio se ve condicionado por el tiempo en el que el ser lo habita, las prácticas del espacio, las condiciones posibles de habitar y la relación con otras escalas espaciales. Dentro de este orden de ideas, Arcas-Abella, Pagés-Ramón & Casals-Tres (2011: 65-93) puntualizan que la habitabilidad es redefinida desde el ser y sus necesidades, adaptada a la diversidad de modos de vida, extendida a escala urbana y subordinada a la limitación de recursos y residuos.
La presente investigación sitúa a la habitabilidad como un proceso dinámico de cambio de relaciones multifactoriales que comprende aspectos perceptivos (físico-espaciales y psicosociales) y ambientales aceptados como suficientes en relación directa con un tiempo y contexto dado. Los referentes de habitabilidad pueden ser evaluados desde perspectivas y escalas diversas, y su fin último es el cumplimiento de atributos del espacio (función, forma y significado) y de normatividad para satisfacer requerimientos existenciales (desde lo legal y técnico), proxémicos y contextuales al englobar la relación de ser con los espacios personales y colectivos distribuidos en consideración de las siguientes categorías básicas: nivel de identidad, de seguridad, legibilidad espacial, interacción social, participación social y acceso a equipamiento.
Dimensiones de la habitabilidad
Para entender la complejidad de la habitabilidad, a continuación se delimitan conceptualmente las cuatro dimensiones rectoras de esta investigación: a) relaciones socio-espaciales, b) interacción social, c) cohesión social desde la participación social y d) conectividad.
Relaciones socio-espaciales
Las relaciones sociales son concebidas como dinámicas sociales-urbanas, realizadas por diversos actores en un espacio específico que le confieren identidad propia. Por su parte, el estudio de las relaciones espaciales considera una reflexión integral sobre el vínculo entre espacios a partir de la consideración de dichas dinámicas sociales-urbanas con el fin de lograr la integración entre un determinado espacio con su contexto inmediato y mediato.
Interacción social
Desde el análisis de autores como Goffman (1961: 9-18); López et al. (2011: 1-14); Jiménez (2017: 157-171.); Mercado y Zaragoza (2011, 158-175) y; Rodríguez y Sosa (2018, 110-127), la variable interacción social es entendida como un punto de partida para cualquier análisis que involucre al ser y a interrelación cara a cara o virtualmente, que dos o más personas presentan ante sus reacciones físicas respectivas, frente a otros y al contexto, en consideración de aspectos emocionales, psicológicos y cognitivos en su praxis diaria.
Conectividad
Partiendo de las posturas teóricas de Rozas y Figueroa (2006: 1-70.); Brenner (2013: 38-66); Bennett (1999: 1-262); Isaacs (2011: 1-84) y; Forman & Godron (1981, 733-740), la conectividad es vista como una cualidad manifestada a través de la presencia de interrelaciones entre objetos y funciones, responde al nivel de relación física entre los espacios, que configuran una región, se define por la cantidad de conexiones funcionales entre espacios del mismo carácter, por lo cual, cada espacio se conecta o no, de acuerdo con la distancia existente entre ellos.
Cohesión social desde la participación
La participación social evidencia un eje estructurador de la habitabilidad que forma parte de la interacción colectiva. A partir de los planteamientos teóricos de López et al. (2011: 1-14); Heller et al. (1984: 1-420); Buades y Giménez (2013, 1-255) y; Rogoff (1993: 1-301), se concibe a la participación como el proceso en el cual las personas seleccionan sus objetivos y métodos dentro de un entorno, programa y/o asociación vecinal específica en la búsqueda constante de alternativas de mejora a ciertas afectaciones en obtención de beneficios comunitarios con apoyo mutuo.
La importancia del análisis de lugar
La explicación de la habitabilidad se encuentra intrínsecamente ligada a los modos de habitar el espacio (Landázuri y Mercado, 2004: 89-113), donde el lugar cubre los requerimientos proxémicos, existenciales y contextuales desde lo individual y lo colectivo. De acuerdo con Páramo et al. (2016: 6-26; 2018: 345-362) y Espinal (2017: 113-134), las cualidades que propician la habitabilidad en el espacio incluyen indicadores de movilidad, accesibilidad servicios, sostenibilidad, dinámicas sociales-urbanas, culturales y gubernamentales, infraestructura, protección y seguridad. Desde una perspectiva fenomenológica, Coppola (2004: 100-136) señala que las cualidades que permiten el fenómeno de la habitabilidad se vinculan a una sucesión jerarquizada de espacios que van del “yo” al “mundo”. En este sentido, el incremento del nivel de habitabilidad se vincula a una necesidad de privacía de acuerdo al modelo cultural de cada lugar, a la participación en las diferentes esferas espaciales y a una definición de aquellos elementos que integran la esfera pública de la privada: pasos, intersecciones, salientes, barrera físicas; que aseguren dicha privacía.
METODOLOGÍA
Esta investigación se dirigió a un análisis comparativo sobre las relaciones socio-espaciales dadas en el fraccionamiento de vivienda social. El objetivo fue obtener una representación de las condiciones de la habitabilidad urbana desde una perspectiva integral que pueda ser de utilidad para propiciar mejoras en la calidad de vida de los habitantes.
En cuanto al diseño metodológico planteado, se partió de un enfoque cuantitativo con un alcance descriptivo, correlacional y explicativo del fenómeno de la habitabilidad a partir del uso de un instrumento de medición en campo: a) Cuestionario de percepción de las relaciones socio-espaciales suscitadas en el fraccionamiento y la ciudad. Dichos datos fueron contrastados con el análisis espacial a partir de un registro fotográfico in situ y aéreo.
Los criterios para la selección del sitio de estudio fueron referentes a su construcción, se buscó que el mismo se ubicara inmediato a espacios con alto valor de representatividad en la región, su localización en la ciudad (fuera de la mancha urbana al momento de su edificación), características físicas (urbanizador, clave catastral, año de construcción, tipo de fraccionamiento, superficie del polígono en metros cuadrados, lote, total de manzanas, total de viviendas, población, etc.) y finalmente, que refleje la oferta pública y privada de vivienda de la cual surgió. Tal como se muestra en la figura 2, la unidad de análisis corresponde a Los Encinos, un fraccionamiento ubicado al norte y al borde de la ciudad de Ensenada, B. C., México.
El fraccionamiento Los Encinos presenta una morfología urbana irregular, cuyas colindancias quedan dadas de la siguiente manera: al norte el libramiento, al sur la presa Emilio López Zamora, al este áreas intersticiales y al oeste, un área natural recreativa conocida como cañón de Doña Petra. Por su parte, la estructura interna vial se delimita por dos sendas principales que dividen al fraccionamiento en cuatro secciones. Asimismo, se cuenta con tres accesos al fraccionamiento, con vialidades que contemplan al sistema de movilidad completo (desde peatones, ciclistas, transporte público, de carga y/o vehículos particulares).
Las fases de estrategia metodológica involucraron desde la selección de la muestra representativa, el proceso de elaboración y validación del cuestionario, la aplicación del mismo y el levantamiento espacial, así como la teorización a partir de los hallazgos encontrados en campo.
Diseño del cuestionario
El cuestionario es una herramienta de análisis que permite la estimación de la habitabilidad urbana en fraccionamientos de tipo social. A continuación se muestra la operacionalización de dichas variables de estudio que permiten delinear los resultados (tabla 1).
La estrategia de intervención en campo se centró en la aplicación de: 1) encuesta de percepción sobre las relaciones socio-espaciales en el intersticio entre el fraccionamiento y la ciudad; y la 2) toma de fotografías: in situ y aéreas, durante los meses de julio y agosto de 2022. Por último, la digitalización y procesamiento de los datos se hizo mediante el Software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS).
RESULTADOS Y DISCUSIONES
Los resultados de la investigación se estructuran en torno a cuatro sub apartados, los cuales enfatizan el abordaje del fraccionamiento desde la cualidad espacial hasta los modos de interacción entre el ser humano y los otros. Los subapartados abordados en el escrito son los siguientes: como variable independiente se tiene 1) las relaciones socio-espaciales y como variables dependientes, 2) interacción social, 3) cohesión social y 4) conectividad.
Los resultados de esta investigación muestran una comparativa de indicadores vinculados con la habitabilidad, tanto en la escala del fraccionamiento como en la ciudad. Se hace especial hincapié en las relaciones socio-espaciales que pudieran fortalecerse a partir del estudio de los niveles de: satisfacción con relación al espacio público, identidad, participación, comunicación con otros, conocimiento espacial, tranquilidad en el fraccionamiento, seguridad física, integración con otros y de cercanía espacial en relación al fraccionamiento con la ciudad.
A partir de lo anterior, esta primera sección se centra en la explicación de las relaciones que acontecen entre los elementos de la habitabilidad desde un enfoque cuantitativo e interpretativo en consideración de las variables mencionadas en el párrafo previo. Para ello, fue necesaria la obtención del coeficiente de correlación de Spearman entre las variables relacionadas con la habitabilidad del fraccionamiento. Las variables con mayor interacción puntualizan al nivel de integración y nivel de comunicación con personas en el conjunto habitacional, con un coeficiente de Spearman de 0.95 hecho que evidencia que la comunicación es fundamental para la integración de vecinos y/o generación de redes vecinales.
En cuanto a aspectos sobre las relaciones socio-espaciales, se muestra una relación moderada entre el nivel de conocimiento de vecinos y el nivel de conocimiento espacial en una escala mayor a la habitacional (Coeficiente de Spearman= 0.47). El hecho de que exista comunicación entre los habitantes del fraccionamiento y por tanto conocimiento de vecinos se asocia con la influencia positiva que el espacio pudiera tener en el individuo y apoya la comprensión del entorno. Aunado a esto, entre mayor es este conocimiento del otro, mayor es el beneficio y/o conocimiento percibido del espacio inmediato y mediato.
Por su parte, el nivel de seguridad contra robos y agresiones se relacionó de forma moderada, con la proximidad de la vivienda a contextos de encuentro (Coeficiente de Spearman =0.44) y ésta a su vez con la satisfacción que se tiene con dichos lugares comunes que presenta el fraccionamiento (Coeficiente de Spearman =0.41).
Otro hallazgo de interés se vincula con la participación en diferentes escalas espaciales. La gente que participa activamente en el fraccionamiento, tiene tendencia positiva a una participación en las diferentes escalas espaciales como la escala de ciudad (Coeficiente de Spearman= 0.56).
Con respecto a la incorporación de técnicas proyectivas implementadas en el estudio, se buscó conocer el significado que los habitantes tienen de la ciudad de Ensenada y de la incidencia de esta escala espacial en su conjunto. Para ello, se analizaron las concurrencias sobre el significado que hay más allá del fraccionamiento y el vínculo que pudiera estrecharse con la escala de ciudad. El análisis evidencia una dualidad entre los habitantes involucrados, ya que puntualizan la existencia de una sensación de tranquilidad hacia el interior del fraccionamiento, vinculado con la ausencia o nula frecuencia de uso de espacios públicos, pero inseguridad hacia la periferia o zonas más allá del fraccionamiento. Por un lado, se visualiza, un subgrupo que se siente tranquilo y otro subgrupo inseguro, lo que se pudiera estar asociado con alguna vivencia y con una relación temporal/ antigüedad en el fraccionamiento.
Este apartado continúa con una comparativa entre indicadores específicos que pudieran estar involucrados con el incremento de los niveles de habitabilidad y la conectividad con la ciudad. En este sentido, fue necesario realizar un panorama de las relaciones entre todas las variables involucradas para esta investigación y plantear vínculos estratégicos para la comprensión del fenómeno. Se muestran cuatro de los principales comparativos expuestos a través de gráficos de caja (boxplot). Dichos comparativos establecen el siguiente análisis de variables: a) Nivel de conocimiento con personas del fraccionamiento y nivel de conocimiento de lugares alrededor de vivienda; b) Nivel de tranquilidad al permanecer en el fraccionamiento, nivel de seguridad antes robos y agresiones, y nivel de comunicación con personas del fraccionamiento y; c) Nivel de cercanía a lugares de diversión y nivel de conocimiento con lugares alrededor de la vivienda.
En primera instancia, al comparar el conocimiento social y espacial se tienen que las mejores evaluaciones se dan en los primeros dos indicadores vinculados con el nivel de facilidad de acceso al fraccionamiento y el nivel para identificarse con la ciudad. El indicador asociado con el nivel de identidad se presenta más compacto (menor dispersión), lo que hace hincapié en un mayor número de coincidencias en la evaluación positiva emitida por los habitantes. A su vez, se manifiestan niveles más altos de identidad respecto a la conectividad espacial. En dicho tenor, el nivel de participación en el conjunto habitacional tuvo más discrepancias en la evaluación. Se observa diversidad en la percepción sobre el nivel de participación en el fraccionamiento, ya que el nivel de participación a nivel ciudad es menor que el del fraccionamiento per se (figura 3a). Por su parte, en lo referente a la seguridad contra robos y agresiones, es posible observar que los habitantes si bien se sienten tranquilos al estar en el conjunto habitacional, hay un nivel mediano de seguridad. Este hecho muestra dos atributos distintos entre la tranquilidad y la seguridad. Un hallazgo que resulta de interés en este trabajo es que tanto el robo y la agresión son dos elementos vinculados por los habitantes con las proximidades a zonas perimetrales del conjunto o aledañas al perímetro lo que sitúa como principal foco de interés a los intersticios entre fraccionamiento y ciudad (figura 3b).
El nivel de conocimiento de los espacios alrededor de la vivienda se ubica por encima del nivel de comunicación que se da entre los habitantes del fraccionamiento. Asimismo, dicho nivel de conocimiento de los espacios alrededor de la vivienda está por encima de la satisfacción con la cercanía a lugares comunes del fraccionamiento (figura 4a). Sin embargo, aun cuando estas dos comparaciones referentes al nivel de conocimiento de lugar alrededor de la vivienda presentan evaluaciones menores, el habitante, pondera la dialéctica y proxemia con otros habitantes sobre la conectividad con lugares de diversión. Se llega al supuesto de que es más importante conocer el entorno inmediato y mediato involucrado en la praxis diaria a tener proximidad con personas vecinas o con lugares de diversión (figura 4b).
Se continúa con la discusión, la cual se centra en la explicación y teorización de: a) la identidad, b) la participación, c) la interacción social, d) la seguridad y; e) la comprensión espacial y la satisfacción con los espacios públicos.
Al analizar los resultados asociados con la variable de identidad, se coincide con Valera (2006: 125-136) al afirmar que el significado que le confiere el habitante a cualquier espacio es el primer principio que fomenta las relaciones socio-espaciales.
Dicho significado tiene la finalidad de fortalecer el vínculo emocional con otros (apego social, comunitario), generar seguridad, bienestar psicológico, apropiación e incitar a la interacción social en el espacio que deviene lugar. Desde esta perspectiva, se plantea que la identidad social urbana puede percibirse desde: a) una identificación con el lugar compartido o lugar relevante del fraccionamiento, b) una diferenciación del fraccionamiento con otros, c) un apego a la comunidad, a lo social y al lugar y; d) una apropiación del espacio.
En este caso de estudio, los habitantes evidencian un nivel de identidad favorable con cuartiles más compactos (figura 3a), que el resto de las variables analizadas, lo que refiere a un mayor número de coincidencias en la evaluación positiva. Este hecho invita a la reflexión sobre el nivel y/o tipo de identidad que los habitantes pudieran generar y/o construir con los lugares en el fraccionamiento y en la ciudad. En este sentido, la apreciación del habitante sustenta una supuesta identidad del self entendida como la observación introspectiva de cada persona, sin llegar a una identidad social urbana, pues la interacción con otros queda supeditada a la preferencia por el aislamiento en la vivienda y el escaso o nulo uso de espacios abiertos, lo que impide una construcción identitaria con el colectivo o con el lugar.
En el mismo tenor, los niveles de conectividad del fraccionamiento con la ciudad pudieran verse incrementados si se esclarece la transformación de los espacios intersticiales como “lugares”, dotándolos de significado, a través del fortalecimiento de los vínculos de identidad del self, del lugar y social (Páramo, 2008: 539-550).
En cuanto a la variable de participación se tiene que ésta es medida desde su comprensión como un tipo de conducta definida por acciones de tipo a) asociativo (que tiene que ver con participación en asociaciones y acciones colectivas y el grado de involucramiento de las personas en estas asociaciones), b) opinativa (que incide en la agenda pública por medio de la opinión y el reclamo) y/o c) cívica (incluyen acciones de tipo solidario, ecológicas y de convivencia básica) (Hevia, 2012: 279-295).
Sobre el caso particular, los habitantes del fraccionamiento Los Encinos sitúan una estrecha relación entre el nivel de integración entre vecinos y nivel de comunicación con personas del fraccionamiento de estudio (coeficiente de spearman= 0.95). Esta relación evidencia una participación cívica a partir de una convivencia básica que pudiera extrapolarse a un nivel asociativo en el que los habitantes se involucren, interesen y/o comprometan con el bien común y con ello, a ayudar, colaborar o cooperar con su grupo y por ende con su comunidad y sociedad. Al respecto la comunicación resulta fundamental para la integración de vecinos y/o generación de redes vecinales.
Desde una perspectiva arquitectónica, se coincide con la necesidad de alcanzar la categoría existencial de participación desde la matriz conceptual de necesidades existenciales y axiológicas planteada por Salazar, Azevedo & Torres (2012: 1-382), donde estas últimas se basan en un atributo del sujeto o de la comunidad de ser aquí y con el otro a partir de tener contextos de inclusión y pertenencia para llevar a cabo prácticas personales y colectivas como el diálogo, que propicien ámbitos de encuentro, participación e inclusión.
En cuanto a la reflexión sobre la interacción social, Páramo (2008: 539-550) aborda que una considerable parte de la identidad del self se constituye por medio de las interacciones sociales con el colectivo. Aunado a ello, la interacción socio-espacial, la cohesión social y la conectividad espacial se vinculan con una demarcación del espacio físico, la amplitud de la experiencia mental y de la vida espiritual, para que el ser pueda alejarse o integrarse con otros en dinámicas sociales en el grado que sea deseado con el fin último de hacer posible el enlace entre los diferentes puntos de las ciudades (Donati, 1986:1-272; Yusof & Fauzi, 2019: 102-116; Cumming, Magris & Maciejewski, 2022: 2255-2272).
De esta manera, la identidad existente va a contribuir en la forma en la que actuamos en el mundo. En este sentido, las múltiples maneras de actuar son el resultado de encuentros y relaciones sociales, lo que resulta en reflexionar que las identidades se construyen al tener lugares de identidad y memoria para los habitantes de la ciudad y de los fraccionamientos que no disponen de ellos.
Al analizar la variable de seguridad, se identifica que el espacio público en fraccionamientos se caracteriza por la presencia de interacción social abierta, así como la incidencia de extraños.
Los resultados indican que los habitantes si bien se sienten tranquilos al estar en el conjunto habitacional, hay un nivel mediano de seguridad, que se pudiera asociar con alguna vivencia y con una relación temporal/ antigüedad en el fraccionamiento. Este hecho muestra dos atributos distintos entre la tranquilidad y la seguridad. Asimismo, se percibió que el robo y la agresión son vinculados con las zonas perimetrales del conjunto o aledañas al perímetro al tener una disociación entre el espacio interno que conforma al fraccionamiento y su intersticio con la ciudad.
En cuanto a la comprensión espacial y la satisfacción con los espacios públicos queda condicionada por sitios privados, en ocasiones debido a la percepción de inseguridad por parte de los usuarios, hecho que desencadena un aislamiento de los mismos en sus hogares, o bien, en espacios privados. En este sentido, se recomienda continuar en la búsqueda de alternativas dirigidas hacia el espacio público en miras de una ciudad más inclusiva y segura, para lo cual, es necesario poner énfasis en el papel que juegan los procesos identitarios tanto en el entorno inmediato y mediato.
CONCLUSIONES
La importancia de este estudio radica en su premisa, la cual sustenta la idea de que las relaciones socio-espaciales en urbanizaciones cerradas están en función del nivel de cohesión social que puede suscitarse a partir de la interacción social y la conectividad espacial con el colectivo urbano. El cumplimiento del objetivo planteado referente a analizar la habitabilidad en urbanizaciones cerradas desde cuatro variables (Relaciones socio-espaciales, interacción social, cohesión social y conectividad) se explica por los hallazgos encontrados en torno al tipo de relaciones socio-espaciales requeridas para coadyuvar en la mejora de las condiciones de vida, las cuales apuntan a la interacción social y participación social.
En este sentido, la preferencia por el nivel privado individual (doméstico) repercute en las dinámicas sociales suscitadas en urbanizaciones cerradas y en la mejora de los espacios públicos. Se evidenció que la mayoría de los habitantes no participan de forma activa en beneficio del fraccionamiento, y por tanto, no participan en una escala espacial mayor.
Respecto a la conectividad, los hallazgos mostraron que existe una conectividad del fraccionamiento en cuanto a la presencia de infraestructura y equipamiento. Sin embargo, la carencia de equipamiento propicia que los espacios exteriores no sean apropiados por una larga duración de tiempo y a que se genere una interacción social efímera, a excepción de la zona oeste del fraccionamiento donde se ubica un parque ecológico que cuenta con arborización, la inmediatez de una tienda de conveniencia frente al acceso del mismo, y con transporte urbano que conecta con la ciudad.
Aunado a ello, la urbanización manifestó afectaciones en el nivel privado colectivo y nivel cotidiano (de manzana y barrial) definidas por la contaminación, así como por la falta de equipamiento, infraestructura y legibilidad espacial; hecho que deviene una percepción de inseguridad en la escala urbana. No obstante, los habitantes manifestaron un predominio de sentimientos positivos hacia el fraccionamiento lo evidenció la existencia de un arraigo vinculado a los años de residencia en el lugar y a la apropiación de lugares emblemáticos como el cañón de Doña Petra, espacio de naturaleza con fines recreativos y deportivos.
En cuanto a futuras investigaciones se recomienda examinar y replantear las formas de interacción socio-espacial a través de generar propuestas de directrices, las cuales respondan a los requerimientos de los habitantes, dirigirlas a las autoridades locales, estatales y/o federales. Lo anterior, con el fin de buscar una integración socio-espacial más profunda, y fortalecer la habitabilidad en urbanizaciones cerradas.
Agradecimientos
Se agradece a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y a CONAHCYT, quien posibilitó financieramente la ejecución de trabajo de investigación intitulado: Las relaciones socio-espaciales en el intersticio entre el fraccionamiento y la ciudad. Ensenada, B.C., el cual permitió el desarrollo de este trabajo.
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