Resumen: La elevada densidad poblacional a la que están sometidos los peces en acuicultura, les genera un estado de estrés crónico que junto al aumento de carga orgánica en el medio, y por consiguiente una reducción de la concentración de oxigeno, son los factores principales que incrementan la aparición de agentes patógenos. Las enfermedades virales son las que mayor mortalidad producen, constituyendo enormes pérdidas económicas en este sector. Uno de los virus más importantes en salmónidos causando en algunos casos el 100% de mortalidad, es el virus de la septicemia hemorrágica (VHSV), el cual ha sido utilizado para el desarrollo de este trabajo.

En esta Tesis Doctoral hemos caracterizado la distribución del sistema inmunitario en la piel de trucha arcoíris, para posteriormente analizar su regulación en respuesta a una infección viral. Así como, se han comparado las respuestas generadas como consecuencia de la infección en la piel y en el bazo, ya que éste último es un órgano linfoide secundario central. Hemos demostrado que la piel es un tejido rico en células T y que éstas no se distribuyen homogéneamente, sino que se encuentran en mayor concentración en la zona adyacente a las branquias, presentando las células B un perfil semejante. Asimismo, hemos visto cómo en respuesta a una infección con VHSV, las células T se activan a nivel local sugiriendo que la piel puede actuar en los peces como un órgano linfoide secundario.

En los peces teleósteos la piel no está queratinizada, encontrándose las células vivas en contacto directo con el agua y pudiendo reaccionar ante la presencia de antígenos o patógenos. Así, la piel junto con las branquias, constituyen la primera línea de defensa de los peces. La distribución polarizada de las células inmunes en la piel descrita, podría tener consecuencias en la respuesta inmune, y sugiere ser la clave para entender por qué no es común observar lesiones en zonas anteriores de este tejido. Por ejemplo, la enfermedad denominada PSD (del inglés, puffy skin disease) de etiología desconocida, se caracteriza por provocar lesiones cutáneas, pérdida de pigmentación y petequias en los peces. Estas lesiones siempre empiezan en la mitad del tercer flanco, nunca en la parte anterior y siempre incluyendo la línea lateral, donde nosotros también hemos encontrado menor cantidad de células T. Así, si se consiguiera incrementar la inmunidad en dichas áreas, se podrían disminuir los daños tisulares eliminando una de las principales vías de entrada de patógenos, logrando evitar numerosas infecciones.

Actualmente en acuicultura, existe un gran interés por la utilización de dietas suplementadas con sustancias immunoestimulantes, que mejoren el estado inmunológico de los peces y los hagan más resistentes a enfermedades. De esta forma, no sólo se optimiza la nutrición de los animales, sino que se contribuye a controlar las patologías complementando las dietas con productos naturales. Conocer el tiempo de administración de los piensos tratados es fundamental para evitar los fenómenos de tolerancia en el intestino y conseguir unos resultados óptimos, sin olvidar la rentabilidad, ya que los piensos tratados elevan el coste en la producción del pescado. Se debe tener en cuenta que la tolerancia reduce la respuesta del sistema inmunitario frente a un antígeno, ya sea propio o extraño, y puede producirse por la administración continuada de inmunoestimulantes reduciendo su eficacia e incluso siendo perjudiciales.

En este trabajo se demuestra como un pienso tratado es capaz de elevar los niveles de diversos genes relacionados con la respuesta inmune cuando se administra solamente durante 15 días, no obstante, al infectarlos con el VHSV son necesarios 30 días de administración de la misma dieta, para observar efectos positivos en la expresión de dichos genes. Además el aumento del título de anticuerpos naturales en el suero y la disminución de la carga viral en diversos tejidos, demuestra cómo es necesaria la administración de dicha dieta durante 30 días para proteger a los peces frente a una infección viral.

La vitamina C es un requisito indispensable en las dietas de peces debido a la incapacidad de estos en sintetizarla. Como se demuestra en dicha Tesis, los efectos potenciadores de la vitamina C sobre la producción de radicales de oxígeno, la capacidad fagocítica y la producción de factores pro-inflamatorios y antimicrobianos podría explicar la mejor respuesta antibacteriana que se observa en animales alimentados con dietas suplementadas con esta vitamina. Por lo tanto, nuestros resultados aportan evidencias que contribuyen a explicar los mecanismos a través de los cuales la suplementación con vitamina C mejora la supervivencia a los patógenos bacterianos en los peces.

Palabras clave: mucosas, dietas, inmunidad, vitamina C, VHSV.