ARTICULOS DE INVESTIGACION

PREVENCIÓN Y ERRADICACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL EN ZONAS FLORICULTORAS EN COLOMBIA: DESAFÍOS EN LA ARTICULACIÓN INSTITUCIONAL1

PREVENTION AND ERADICATION OF CHILD LABOR IN FLOWER GROWING AREAS IN COLOMBIA: CHALLENGES IN INSTITUTIONAL COORDINATION

María Eugenia Morales Rubiano
Universidad Militar Nueva Granada, Colombia
Yenni Viviana Duque Orozco
Universidad Militar Nueva Granada, Colombia
Carolina Ortiz Riaga
Universidad Militar Nueva Granada, Colombia

PREVENCIÓN Y ERRADICACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL EN ZONAS FLORICULTORAS EN COLOMBIA: DESAFÍOS EN LA ARTICULACIÓN INSTITUCIONAL1

Revista Colombiana de Ciencias Sociales, vol. 11, núm. 2, pp. 479-504, 2020

Universidad Católica Luis Amigó

Recepción: 19 Abril 2019

Aprobación: 16 Octubre 2019

Resumen: Los problemas como el trabajo infantil (TI) requieren asumir una visión de mediano y largo plazo, que conlleve a la formulación de estrategias consensuadas entre diversos actores y donde la institucionalidad público- privada acompañe los procesos. El objetivo del artículo es exponer los desafíos para prevenir y erradicar el TI de manera articulada a partir de las acciones actuales de: el sector privado (cultivos agremiados a Asocolflores), el gobierno local y la escuela en tres departamentos (21 municipios) de Colombia. La metodología tuvo un abordaje mixto que incluyó revisión documental (planes de desarrollo local), aplicación de encuestas y entrevistas ajetes de talento humano de cultivos, y entrevistas a funcionarios del gobierno local y colegios públicos del área de influencia. Se encontró que las empresas se concentran en el cumplimiento normativo y no involucran su cadena productiva en las acciones contra el TI, lo que genera riesgos que pueden afectar la reputación del colectivo; los colegios y el gobierno local interpretan y actúan según la normativa nacional, pero existe desarticulación entre las acciones de estos tres actores y las familias.

Palabras clave: Alianza pública privada, Cultivos, Flor, Responsabilidad social, Trabajo de menores.

Abstract: Problems such as child labor (CL) require assuming a medium and long-term vision, which leads to the formulation of consensual strategies between various actors and where public-private institutions accompany the processes. The objective of the article is to expose the challenges to prevent and eradicate CL in an articulated way, based on the current actions of the private sector (crops affiliated to Asocolflores), the local government and the school, in three departments (21 municipalities) from Colombia. The methodology had a mixed approach that included documentary review (local development plans), application of surveys and interviews with heads of human talent in crops, and interviews with local government officials and public schools in the area of influence. It was found that companies focus on regulatory compliance and do not involve their production chain in actions against CL, which generates risks that can affect the reputation of the group. Schools and local government interpret and act according to national regulations, but there is disarticulation between the actions of these three actors and the families.

Keywords: Public-private alliance, Crops, Flower, Social responsibility, Child labor.

INTRODUCCIÓN

Una de las principales visiones de futuro está enmarcada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que “son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad” (Programa de las Naciones Unidas (PNUD), 2019a, párr. 1). Dentro de los ODS propuestos se encuentra el de: “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos” (ODS 8), que a su vez tiene una meta “(...) poner fin a todas las formas de trabajo infantil” (PNUD, 2019b, párr. 7).

De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el año 2016, en todo el mundo, 218 millones de niños entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica y entre estos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil (TI), de los que 73 millones están en trabajos tipificados como peligrosos. Asimismo, casi la mitad del TI (72 millones) se concentra en África; 62 millones en Asia y el Pacífico; 10,7 millones en las Américas; 1,1 millones en los Estados Árabes; y 5,5 millones en Europa y Asia Central. Por otra parte, el TI se concentra en primer lugar en la agricultura (71%), que incluye la pesca, la silvicultura, la ganadería y la acuicultura, y comprende tanto la agricultura de subsistencia como la comercial; el 17% de los niños en situación de TI trabaja en el sector de servicios; y el 12% en el sector industrial, en particular la minería (OIT, 2018).

En Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (2019), la tasa de trabajo infantil para el trimestre octubre-diciembre de 2018 se ubicó en 5,9%. Según rangos de edad la tasa para el rango entre 5 y 14 años es de 2,8% y de 15 a 17 años es 16,7%. Para el total nacional, las actividades económicas que concentran el mayor número de Niños, Niñas y Adolescentes- NNA (5-17 años) trabajadores fue agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (42,6%), en concordancia con las cifras mundiales.

Las flores constituyen el segundo renglón de exportación agrícola de Colombia y el país es reconocido como el segundo exportador de flores en el mundo, después de Holanda, quien ha sido el líder histórico. De acuerdo con el Ministro de Agricultura, “El sector floricultor genera cerca de 130.000 empleos formales. De estos trabajos, 36% son ocupados por hombres y 64% por mujeres y el 60% de esta población son madres cabezas de hogar” (Zuluaga, 2018). En la década de los 90 y 2000 se asociaba al sector floricultor con el TI (Centro de Estudios Sociales (CES), 1994; Salazar, 1994; Corporación Cactus, 2009); sin embargo, por las exigencias técnicas y de gestión para la obtención de las certificaciones internacionales requeridas para este sector y la importancia de la reputación para su operación, estas empresas han venido generando acciones que eviten el TI en sus procesos de producción (directa), y en especial aquellas agremiadas a la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores)2, tanto así que 21 de sus asociados están adheridos a la Red Colombia contra el Trabajo Infantil. Las regiones en donde tiene lugar la producción de flores tipo exportación en el país es Cundinamarca, Antioquia y Risaralda (en orden de importancia por extensión de siembra y volumen de producción).

En este contexto, se abordará la problemática del TI en el sector agroindustrial, desde un enfoque de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), teniendo en cuenta que el contexto actual requiere de las empresas, miradas integrales y sistémicas que involucren la sociedad, y asuman posiciones más proactivas (Jackson & Nelson, 2004). Dahlsrud (2008) a partir de su revisión afirma que es de vital importancia “la forma en la cual la RSC es socialmente construida en un contexto específico” (p. 13). Y es precisamente este hallazgo el que resulta pertinente para el propósito de este artículo, teniendo en cuenta que se busca mostrar los desafíos para prevenir y combatir el trabajo infantil en los municipios de influencia de Asocolflores, partiendo de la articulación institucional y las alianzas público-privadas como una visión estratégica que vincule las preocupaciones sociales del contexto y sean involucradas en el modelo de negocio de las empresas de flores asociadas.

En lo que hace referencia al TI, aun cuando existen numerosas definiciones, se tomará una de la OIT, quien lo define como “todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico” (OIT, 2018, párr. 3). Sin embargo, también se aclara que no todas las actividades realizadas por los niños o adolescentes deben clasificarse como TI. En términos generales, “la participación de los niños o los adolescentes en trabajos que no atenían contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se considera positiva” (OIT, 2018, párr. 2).

El TI es abordado de manera predominante, desde una perspectiva empírica, lo que implica que no cuenta con un marco teórico fuerte; sin embargo, a partir de la literatura existente es posible vislumbrar dos aproximaciones claras a la comprensión de este fenómeno. La primera de ellas es una perspectiva unicausal, la cual considera que los factores económicos son los principales determinantes del fenómeno del TI. Algunos de ellos como la pobreza (Tuttle, 2006Jensen & Nielsen, 1997), los mercados abiertos en países en desarrollo (Gartner, 2011) y, la estructura de la demanda del producto y los salarios relativos (Fotoniata & Moutos, 2014).

La segunda se asocia a una perspectiva multicausal y, por tanto, plantea que es una problemática multidimensional en la que existen diversos factores económicos, sociales, políticos y culturales, que se relacionan con el TI y que deben ser considerados en las soluciones que se construyen para lograr su prevención y erradicación. Esto implica que tanto el estudio de la problemática como la generación de soluciones sea un proceso complejo. Solo por mencionar un ejemplo a propósito de aspectos culturales, el estudio de Calderón (2004), muestra que en ocasiones los menores que trabajan en granjas productoras no necesariamente lo hacen por necesidad de un recurso económico, sino que hace parte de la configuración de sus identidades como jóvenes y adolescentes, que redunda en aspectos de la vida social como la conquista entre mujeres y hombres.

El TI genera efectos tanto en la calidad de vida del menor como en su salud mental que se ven proyectados además durante su vida adulta en aspectos individuales (ej: salud mental y física), sociales (ej: relacionamiento con sus pares y familia) y económicos (ej: salario) (Amar et al., 2008; O’Donnell et al., 2002; Emerson & Pórtela, 2003) y con probabilidad de reproducir dicha conducta en sus hijos debido a la normalización social de dicho fenómeno y bajos niveles de educación y/o valor a la educación como herramienta de ascenso social, económico y cultural. Para enfrentar esta problemática se requiere de la voluntad, participación y coordinación de múltiples actores, entendiendo que al ser un fenómeno multicausal debe abordarse en ese mismo sentido.

El programa Edúcame Primero Colombia, financiado por el Departamento del Trabajo de los Estados Unidos de América, en convenio con el Ministerio de Protección Social de Colombia y desarrollado por un consorcio de entidades sin ánimo de lucro, llevó a cabo uno de los proyectos más significativos de erradicación de las peores formas de TI a través de intervenciones centradas en el componente educativo. Holgado, et al. (2014) afirman que los resultados de este programa muestran que “una combinación efectiva de políticas públicas e intervenciones educativas y comunitarias específicas es la mejor estrategia para abordar el trabajo infantil” (p. 65).

En esa misma línea, Chapa et al. (2012), a partir del caso práctico desarrollado en la ciudad de Barranquilla (Colombia) en el marco de este mismo proyecto, sugieren alianzas comunitarias compuestas por organizaciones públicas y privadas y con personas naturales que puedan aportar recursos y/o experiencia. Estas alianzas, según los autores, promueven cambios de mayor alcance que redundan en el mejoramiento de las condiciones de vida. Adicionalmente, los programas sociales pueden ser sostenibles en el tiempo si se apoyan con alianzas entre comunidades, el Estado, y entidades de cooperación internacional (Amar Amar et al., 2018).

Respecto a la importancia de la articulación institucional, Devlin y Moguillansky (2010) plantean que “la formulación de estrategias consensuadas e inteligentes, y la institucionalidad público-privada que la acompaña, tienen íntima relación con la eficacia de las políticas y programas que las sustentan” (p. 5). En este sentido, el desarrollo de alianzas institucionales es una estrategia que adopta Aldeas Infantiles SOS para la defensa de los derechos de la infancia, pues les permite ampliar las fuerzas y oportunidades de manera asociada con el logro de su misión (Aldeas Infantiles SOS, 2015).

También la OIT destaca la asociación público-privada para combatir el TI, tomando como caso la problemática de la industria del chocolate y el cacao en Ghana y Costa de Marfil, que en conjunto representan el 60 % de la producción mundial, y donde un gran número de niños realiza tareas agrícolas peligrosas o trabajan con frecuencia a expensas de asistir a la escuela (International Labour Organization (ILO), 2015). Asimismo, García y Chebez (2009) consideran que debe haber un abordaje transversal que responda a la complejidad y multidimensionalidad del TI.

De otra parte, Perks (2012) plantea que desde la RSC se está considerando cada vez más la asociación público-privada, para aprovechar relaciones y esfuerzos que conllevan a un beneficio mutuo. En este sentido, se puede trabajar de manera colaborativa en la resolución de conflictos y riesgos del entorno social, lo que puede conducir al desarrollo de estrategias sociales y económicas más coherentes para poblaciones, gobiernos y la comunidad en general. Así, la prevención y erradicación del TI requiere de acciones en el contexto y a lo largo de la cadena de suministro de las empresas, que implican el trabajo conjunto de diferentes actores de la sociedad (Zutshi et al., 2009).

De acuerdo con Manjarrez (2016), las alianzas público-privadas han sido estrategias exitosas para la erradicación del TI en diversas regiones del mundo y son pertinentes para trabajar la problemática en el contexto colombiano. De igual forma, Jaramillo (2017) destaca cómo la Red Colombia contra el Trabajo Infantil se ha convertido en un referente de alianza público-privada, cuyo objetivo es contribuir a la prevención y erradicación del TI y de sus peores formas en las empresas, sus cadenas de suministro y sus áreas de influencia. Esta Red es liderada por el Ministerio del Trabajo y el Pacto Global, cuenta con aliados estratégicos y empresas adheridas, entre las que se encuentra Asocolflores, que buscan promover los derechos de NNA.

Si bien es cierto que los gobiernos tienen el compromiso central en la prevención y erradicación del TI, este fenómeno debe ser enfrentado también por las instituciones educativas y los sectores productivos, desde un enfoque integrador que propicie espacios de encuentro y articulación entre los sectores público, privado y social, para concertar estrategias y actividades en la búsqueda de fines comunes. En este contexto, teniendo en cuenta que el TI es una problemática que afecta a un grupo poblacional vulnerable, organismos multilaterales y diferentes entidades a nivel país han incorporado en sus agendas acciones para poner fin a esta, pero en muchas ocasiones se duplican esfuerzos o no se logra el efecto deseado por la falta de articulación y alianzas. Surgen entonces dos interrogantes:

¿Cuáles son las acciones que vienen desarrollando e implementando las empresas asociadas a Asocolflores, el gobierno local y algunos colegios en los departamentos de Cundinamarca, Antioquia y Risaralda para prevenir y combatir el trabajo infantil? ¿Qué desafíos tienen estos tres actores para lograr que sus acciones aporten al objetivo común de prevenir y erradicar el trabajo infantil?

MÉTODO

El estudio se desarrolló desde un enfoque mixto, integrando métodos cualitativos y cuantitativos, a partir de técnicas como revisión de documentos, encuestas y entrevistas (Johnson & Onwuegbuzie, 2004). Lo anterior justificado en las ventajas de la metodología mixta para los estudios de las ciencias sociales (Cameron & Molina-Azorin, 2010).

El desarrollo metodológico se realizó con el apoyo de Asocolflores, gremio que desde el año 2015 decidió alinearse con la política pública de erradicación de TI, para lo que se adhirieron a la Red Colombia Contra el Trabajo Infantil, comprometiéndose a implementar acciones orientadas a cumplir con indicadores que permitan cuantificar y reportar los avances (Duque et al., 2018). En la investigación se consideraron tres actores clave para el análisis del fenómeno del TI: gobierno (local), colegios públicos y empresas, para un total de 81 participantes distribuidos en tres departamentos de Colombia donde tiene influencia Asocolflores (ver tabla 1).

Tabla 1
Participantes por departamento estudiado
Participantes por departamento estudiado

Para la selección de las empresas se hizo muestreo por conveniencia, teniendo en cuenta que estuvieran adheridas a la Red Colombia Contra el Trabajo Infantil y fueran agremiadas a Asocolflores, además de ser representativas dentro de los municipios de influencia. Por ser empresas que cumplen con las normativas nacionales y lincamientos de las certificaciones nacionales e internacionales como: Flor Verde, Rain Forest-Norm a para Agricultura Sostenible (RAS), Fairtrade International: Standard Hired Labour, ninguna de ellas tiene TI en su actividad. Sin embargo, cuando se habla de 0052SC, se entiende que es extendida, incluyendo los actores que se relacionan en la cadena productiva y de suministro (Duque et al., 2018). Los informantes fueron en su mayoría los líderes o responsables del área de gestión humana, a quienes se les aplicó un cuestionario y después una entrevista semiestructurada para profundizar en algunos temas.

Por su parte, la selección de los colegios y municipios3 se realizó de acuerdo con el área de influencia de Asocolflores. Para el caso de los colegios, se eligió uno por municipio teniendo en cuenta dos criterios: que fueran de carácter oficial o público y que preferiblemente fuera el plantel con el mayor número de estudiantes del municipio. Los entrevistados fueron orientadores o rectores en su mayoría. En lo referente al gobierno local, el contacto fue con funcionarios de la unidad que estuvieran a cargo del tema de TI en el municipio, que generalmente fueron de las comisarías de familia, secretarías de salud o secretarías de desarrollo social.

Las variables del cuestionario que se aplicó a los funcionarios de los cultivos se determinaron a partir de la revisión de literatura, así como de instrumentos para realizar autodiagnósticos en el ámbito empresarial desde un enfoque de RSC con énfasis en la niñez, desarrollados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés) y la Fundación Telefónica. El cuestionario contiene 39 preguntas cerradas distribuidas en cuatro secciones: a) Percepciones sobre el contexto en el que opera la empresa; b) Conocimiento sobre la normatividad y lineamientos existentes en el tema de TI; c) Políticas internas que tiene la organización sobre prevención y erradicación de TI, y d) Acciones que adelanta la empresa y que pueden incidir en la aparición o erradicación del fenómeno en estudio (Duque et al., 2018). La sistematización y procesamiento de los datos se realizó en una hoja de cálculo de Microsoft Excel.

Las entrevistas a los cultivos se estructuraron alrededor de cuatro grandes temas: las características de los empleados, la cadena productiva, las alianzas establecidas con otros actores del municipio y el conocimiento sobre el trabajo infantil en la región. Para los otros dos actores los temas abordados fueron los mismos: el contexto del municipio, la situación del trabajo infantil en la región, las acciones de prevención o erradicación que se adelantan y el trabajo en red con otras instituciones responsables del tema.

Debido al gran volumen de información recolectada en las entrevistas (la duración oscila entre los 16 y los 35 minutos), se recurrió al programa de análisis de datos cualitativo “Atlas Ti”, en el que se hizo un primer análisis de la información transcrita, del cual se derivaron una serie de categorías descriptivas y analíticas. Surgieron entonces, diez categorías que fueron agrupadas en cuatro grandes familias por actor (ver tabla 2), y de las cuales para este artículo el énfasis estará en la familia “Políticas y programas de erradicación del TI”.

Tabla 2
Familias y categorías de análisis por actor
Familias y categorías de análisis por actor

Paralelamente se realizó una revisión de los planes de desarrollo 2016-2019 de los 27 municipios implicados, con la que se buscó identificar tanto los lineamientos de política pública como los programas para prevenir y combatir el TI en cada uno de ellos.

Algunos de los elementos de validez y fiabilidad que se tuvieron en cuenta para la aplicación de las entrevistas fueron: a) pilotaje del instrumento, ajustado y revisado por un equipo interdisciplinario de las siguientes profesiones: sociología, psicología y administración de empresas; b) entrevistas realizadas in situ en presencia de, por lo menos, dos investigadores en los establecimientos educativos, las oficinas de los funcionarios de gobierno local y en los cultivos de flores (en este último se pudieron hacer recorridos) y seleccionando a los cargos directamente relacionados con el tema; c) abordaje de diferentes actores alrededor del problema (empresa, gobierno e instituciones educativas); d) se aplicaron en tiempos diferentes (durante un año) a través de grabación de audio; e) se aplicó además un instrumento tipo encuesta y al final del proceso se realizó un ejercicio de validación con los diferentes actores de manera colectiva; f) se solicitó consentimiento informado y uso de la información.

RESULTADOS

El análisis de la información recolectada tanto en la revisión documental como en las entrevistas y encuestas se presentará en cinco grandes temas que acompañan su discurso. Inicialmente, se muestran las condiciones socioeconómicas de los departamentos y municipios de estudio (a partir de información secundaria); después, se aborda la política y acciones del gobierno local, de los colegios y de las empresas; y, posteriormente, se presentan los desafíos para los tres actores (a partir de información primaria).

Condiciones socioeconómicas de los departamentos y municipios de estudio

A continuación, se destacan algunos hallazgos de las condiciones socioeconómicas de los tres departamentos y municipios del área de influencia del estudio que son relevantes porque inciden en la problemática del TI directa o indirectamente.

Cundinamarca. Para el año 2017, este departamento contaba con una población total de 2.762.784 de habitantes, concentrados principalmente en áreas urbanas (1.803.997) y en menor proporción en áreas rurales (876.044). Las cifras se presentan sin incluir al Distrito Capital (Gobernación de Cundinamarca, 2017).

En cuanto al aspecto demográfico, existe un alto índice de ruralidad en los municipios de Co- gua y Sesquilé. Por otro lado, se destacan Chía y Facatativá como aquellos con mayor población urbana. En lo que hace referencia a la educación, se observó que municipios como Cota tiene una cobertura neta en educación media del 137.5%, y aquellos municipios con mayor población, a pesar de tener comparativamente más sedes educativas, cubren solo entre un 40% a 51% de la educación media de los habitantes (Datos Abiertos Colombia, 2016).

Por otro lado, se pudo apreciar que a nivel rural los municipios de Tabio (4.8), Cota (4.3) y Gachancipá (4.2) presentan los mayores índices de deserción escolar respecto a los que son objeto de estudio en este departamento. Mientras que los municipios de Guasca (0.8), Zipaquirá (1.2), Subachoque (1.3), Tocancipá (1.3) y Ubaté (1.3) presentan los más bajos. (DANE, 2014).

Por su parte, de acuerdo con datos del DANE (2011) en los indicadores de pobreza y desigualdad, se evidencia que uno de los porcentajes de necesidades básicas insatisfechas-NBI más bajos se encuentra en Chía (7.1), ya que este es un municipio que cuenta con mayor población activa. En el mismo sentido, se presentan mayores proporciones de pobreza extrema en Ubaté (7%) y Suesca (6.3%).

Antioquia. Para el año 2017 este departamento contaba con una población total de 6.613.118 habitantes, concentrados principalmente en áreas urbanas (5.182.701) y en una menor proporción en áreas rurales (1.430.417) (Gobernación de Antioquia, 2017).

Respecto a los aspectos demográficos de los municipios estudiados en Antioquia, La Ceja y el municipio de Rionegro son los que cuentan con mayor población urbana. En cuanto a educación, a pesar del número de colegios y sedes disponibles en cada municipio del estudio, la cobertura neta de educación media oscila entre un 57.7% y un 51.1% de los habitantes (Datos Abiertos Colombia, 2016).

Respecto a los indicadores de pobreza extrema, de acuerdo con el DANE (2012), es el municipio de La Unión (4.2) el que presenta los porcentajes más elevados, seguido de El Carmen de Viboral (3.1), siendo estos a su vez los municipios con mayor incidencia rural.

Risaralda. Según datos de 2018, su población es de 943.401 habitantes, de los cuales el 21,7% es población rural y el 78,3% urbana. Su extensión territorial es baja en comparación con los otros departamentos del país, ocupa la posición 28 (DNP, 2018).

En educación, según información de Datos Abiertos Colombia (2016), la capital del departamento tiene una cobertura neta de educación media del 50.9%. En rezago escolar, los dos municipios estudiados presentan porcentajes de 9,1% y 8,2%. Los índices de inasistencia escolar se ubican entre un 5% y un 6%; mientras que los indicadores de pobreza y desigualdad se encuentran alrededor del 13% (DANE, 2012).

Políticas y acciones del gobierno local

La revisión de los planes de desarrollo (2016-2019) de los 27 municipios del área de influencia del estudio y las entrevistas realizadas a funcionarios del gobierno local a cargo del tema de TI en el municipio, permitieron identificar algunas políticas y acciones para enfrentar esta problemática de manera directa o indirecta. Inicialmente, fueron agrupadas por departamento, pero en el análisis no fue posible separarlas porque tienden a ser las mismas y no hay claras diferencias (ver tabla 3).

Tabla 3
Políticas y acciones del gobierno local para enfrentar el TI
Políticas y acciones del gobierno local para enfrentar el TI

La información obtenida de las entrevistas en los municipios da cuenta de la existencia generalizada de procesos, comités y protocolos que permiten que los municipios trabajen para enfrentar la problemática del TI y, en algunos casos, legalizarlo cuando se cumplen con las diferentes condiciones establecidas desde la ley, con el fin de tener un mayor control. Con respecto a la consolidación del CIETI, no hay una respuesta claramente positiva, ya que se pudo evidenciar que algunos de los municipios no lo han creado, mientras que en otros existe, pero no funciona y en otros es una iniciativa apenas reciente, a pesar de que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social lo reglamenta a partir de un decreto desde 1995.

En este punto es importante destacar que, según Gómez y Duque (2018), el TI es un fenómeno que aparece más como un riesgo que como un problema en los municipios de influencia del estudio, porque el énfasis está en los problemas asociados al consumo o microtráfico de sustancias psicoactivas por los NNA. Por ejemplo, desde las entrevistas se evidencia la consolidación de programas o actividades para aprovechamiento del tiempo libre, lo que es fundamental, en la medida en que los municipios se están ocupando de generar espacios y oportunidades para que los menores de edad inviertan su tiempo libre en actividades que tengan impacto en su futuro y que los mantengan alejados tanto del TI como de la drogadicción o la delincuencia. Por ello se han generado tanto programas como nuevos espacios en los cuales el arte, el deporte y la música se convierten en actividades extracurriculares promovidas desde la alcaldía municipal como apoyo al sistema educativo y a los padres de familia en la formación de los niños y jóvenes.

Lo anterior se puede ver en las palabras de dos funcionarios de gobierno de diferentes departamentos y municipios:

El municipio cuenta con la Secretaría de Educación, Recreación, Cultura y Deporte, donde existen escuelas de formación de tipo cultural, de tipo deportivo, donde confluye toda esta población de forma voluntaria, a aprender cualquier actividad, ya sea de tipo deportivo o cultural. Por parte de nosotros, tenemos todo lo que es la coordinación de juventud, nosotros manejamos el tema de juventud desde la Secretaría, entonces también generamos espacios de participación y espacios de liderazgo para los jóvenes. El municipio cuenta, y es algo que desde la administración pasada y en esta administración se está continuando, con espacios de recreación, espacios deportivos, espacios donde los jóvenes pueden interactuar de diferentes formas según sus gustos o sus habilidades (GOB-CUND-GA-1-08. Comunicación personal, 2 de noviembre, 2016).

El municipio le ha estado apostando mucho al deporte y a las artes, entonces estamos en transformación de los espacios, en recuperación del patrimonio y de los espacios. Contamos con el IMER, que es el Instituto Municipal de Recreación y Deporte que tiene cantidad de deportes, buenas convocatorias, tienen muchos jóvenes enamorados en el proceso. El municipio también cuenta con la biblioteca municipal, aunque lamentablemente son pocos, pocos los niños y los jóvenes que disfrutan o que aprovechan este servicio tan lindo y tan valioso, y también está la ludoteca municipal, entonces la ludoteca es como una biblioteca, pero en vez de libros tiene juguetes (GOB-ANT-LC-1-02. Comunicación personal, 30 de septiembre, 2016).

Políticas y acciones de los colegios

A partir de las entrevistas realizadas a funcionarios de colegios públicos de los 27 municipios del área de influencia del estudio, y de acuerdo con la categoría “Políticas y programas de erradicación del TI”, se lograron evidenciar las principales políticas y acciones que se llevan a cabo para enfrentar esta problemática de manera directa o indirecta (ver tabla 4).

Tabla 4
Políticas y acciones de los colegios públicos para enfrentar el TI
Políticas y acciones de los colegios públicos para enfrentar el TI

Uno de los elementos más visibles que se pudo evidenciar con este actor es que su rol ha sido velar por la inclusión de poblaciones diversas y por la permanencia de los estudiantes en la escuela a toda costa. Cuando se habla de TI en el ámbito de las políticas, se resalta el cumplimento de las normas, como lo afirma un entrevistado: “nosotros todavía no cumplimos la norma por introspección, sino la cumplimos porque hay alguien que nos obliga a cumplirla” (GOB-CUND- COT-1-07. Comunicación personal, 18 de noviembre, 2016), y también se puede apreciar en el siguiente fragmento:

Tenemos la fortuna que somos como un colegio muy organizado, que tenemos buenos vínculos con entidades del gobierno, tenemos docentes psicólogas en el colegio y hay mucho apoyo para venir a dar charlas, talleres sobre el tema. Cuando nos damos cuenta, por ejemplo, lo del caso de este señor, hay mismo llamamos a la casa, y hacemos el reporte inmediatamente a bienestar familiar “este niño no volvió al colegio y el papá lo tiene trabajando" y ese reporte lo hacemos de manera inmediata porque es nuestra obligación (...). Cuando el niño está ausente por varios días, 3 días por ejemplo que pase el niño ausente, llamamos “a que está enfermo” “que está en un viajecito” que tal cosa, pero si nos dicen “no es que no va a volver” “¿Por qué no va a volver al colegio?” y si no nos dan una razón válida lo reportamos inmediatamente, pero si nos dice “está trabajando” “no, venga con el niño que necesitamos hablar con usted” (ESC-RIS-PE-1-26, comunicación personal, 21 de octubre de 2016).

Se debe resaltar que el análisis de las entrevistas a este actor (colegios) permitió ver con mayor fuerza la necesidad de un abordaje transversal e integral al problema del TI, ya que la responsabilidad por este fenómeno es ampliamente compartida entre la escuela, el gobierno, la familia y el sector privado. Especialmente para los colegios es claro que el gobierno municipal no tiene los suficientes recursos para hacer frente a problemáticas como el TI y sus causas asociadas, porque esto requiere de un trabajo mancomunado.

Políticas y acciones de las empresas

Para el caso de las empresas, el análisis se realizó con base en las 21 encuestas y entrevistas que se realizaron a funcionarios de empresas ubicadas en los municipios del área de influencia de Aso- colflores, de donde se destaca que dentro de los cultivos de flores estudiados no existe el TI. Lo anterior gracias a la existencia de políticas supra empresariales que exigen para la certificación de los cultivos (exportadores) que no haya menores de edad dentro de las instalaciones en ninguna circunstancia. Así, las empresas de flores se basan en el cumplimiento de las normativas nacionales y otras propuestas por entidades como Flor Verde, Rainforest, certificaciones de aseguramiento como Ethical Trading Initiative- ETI (Iniciativa de Comercio Etico) entre otras, que las han llevado a generar políticas propias y acciones enfocadas a enfrentar este fenómeno (ver tabla 5).

Tabla 5
Políticas y acciones de las empresas para enfrentar el TI
Políticas y acciones de las empresas para enfrentar el TI

Las principales razones para que se haya logrado la eliminación de este fenómeno en las empresas afiliadas a Asocolflores han sido, en primer lugar, las normativas nacionales que regulan este fenómeno por edad, tipo de actividad y condiciones, a la vez que desincentivan este tipo de prácticas. En segundo lugar, la comercialización en el exterior de las flores colombianas que exige una serie de certificaciones que no solo incluyen aspectos de calidad del producto y el proceso de producción, sino también de condiciones laborales, dentro de las cuales se exige la erradicación total del TI al interior de los floricultivos. Así, es recurrente encontrar afirmaciones como:

Nosotros estamos en proceso de certificación con Flor Verde. Y Flor Verde dice que ninguna persona, ni porque sea pasante puede entrar a laborar en la empresa, entonces no” (CUL-CUND- SU-1-21, comunicación personal, 15 de febrero, 2017). Nosotros implementamos una norma que se llama Flor Verde, según esa norma de Flor Verde nosotros no podemos tener un menor de edad dentro de nuestras instalaciones (...). Independiente de lo que sea, si es el hijo que tiene permiso o no tiene permiso. Hay padres que dicen “venga mire es que mi hijo tiene permiso de la alcaldía para poder trabajar” entonces traen el permiso y se le dice “no mira, lo que pasa es que nosotros tenemos una norma de Flor Verde en la cual nosotros no podemos hacer eso (CUL-CUND-ER-1-16, comunicación personal, 17 de noviembre, 2016).

A partir de las encuestas realizadas, en la figura 1 se muestran las políticas específicas que los cultivos de flores tienen para enfrentar el TI, donde se ratifica la existencia de estrategias para vigilar el cumplimiento de las normas, se destaca el compromiso de la alta dirección y el énfasis en la comunicación de sus políticas sobre TI hacia los empleados, proveedores y contratistas.

Políticas de prevención y erradicación del TI de las empresas
Figura 1
Políticas de prevención y erradicación del TI de las empresas
Nota: Citado de: “Responsabilidad Social en la Erradicación del Trabajo Infantil: Análisis del Sector Floricultor en Colombia” por Y V. Duque, M. E. Morales, y M. C. Ortiz, 2018, Memorias LII Asamblea Anual CLADEA 2017, “Rompiendo paradigmas: Anticipando el futuro de la educación global'. Riverside, Estados Unidos.

A pesar de lo anteriormente destacado, es claro que la mayoría de las empresas se limita a no contratar menores de edad y a comunicar sus políticas, con lo que el fenómeno del TI se convierte en una problemática ajena, sobre la cual piensan que no tienen ninguna injerencia ni responsabilidad. Esto se ilustra en la figura 2 y con el siguiente de una entrevista:

No, acá no lo trabajamos [TI] porque no se reciben. Si tenemos un sello de calidad que es el ETI44 , [sic] que está relacionado a todo el enfoque social, que nos lo exigen algunos clientes obviamente. Uno de los principios del ETI es no trabajo infantil, entonces obviamente no se contrata. Hacia la familia, hacia los hijos de los trabajadores no trabajamos eso. La verdad no se trabaja el tema (CUL-CUND-FA-1-17, comunicación personal, 23 de febrero, 2017)

Acciones de RSC extendida para enfrentar el TI
Figura 2
Acciones de RSC extendida para enfrentar el TI
Nota: Citado de: '‘Responsabilidad Social en la Erradicación del Trabajo Infantil: Análisis del Sector Floricultor en Colombia’' por Y. V. Duque, M. E. Morales, y M. C. Ortiz, 2018, Memorias LII Asamblea Anual CLA DEA 2017,Rompiendo paradigmas: Anticipando el futuro de ¡a educación global\ Riverside, Estados Unidos

En cuanto al control del TI en otros actores que intervienen en la cadena de producción y en la distribución posterior de las flores, la mayor parte de los floricultivos tienen políticas de selección sobre sus proveedores y algunos firman contratos o acuerdos que regulan el TI, pero no se hace seguimiento o control para asegurarse que no exista el TI. Esto es un riesgo, especialmente con las flores que no se exportan, sino que permanecen en el país y, por lo general, se regalan o venden a distribuidores locales.

Cabe destacar que algunas empresas tienen programas de RSC que buscan influir en las comunidades cercanas a la empresa y que pueden desestimular el TI. Esto se hace mayoritariamente a partir del otorgamiento de becas para los hijos de sus trabajadores, premiando la excelencia académica de ellos, la entrega de kit escolares, el apoyo económico para transporte, la generación de espacios de sano esparcimiento como escuelas de fútbol o programas de arte. También están desarrollando trabajos con los empleados y sus familias, y así llegan a influenciar en alguna medida la comunidad, en diferentes temáticas ambientales y sociales, pero faltan más acciones dirigidas a la atención integral de los NNA de las áreas de influencia, lo que en última instancia sí impactaría de manera radical la problemática del TI y otras asociadas.

Desafíos para el gobierno, la escuela y la empresa

Entendiendo que, aun cuando no existe TI en los floricultivos asociados a Asocolflores, este es un problema que se extiende en las zonas geográficas de influencia de los cultivos y el análisis permite ver que la responsabilidad por este fenómeno es ampliamente compartida. A continuación, se muestran los desafíos identificados para cada uno de los actores del estudio (ver tabla 6).

Tabla 6
Desafíos para los tres actores
Desafíos para los tres actores

Pese a que en el estudio fue evidente que tanto el gobierno como los floricultivos atribuyen grandes responsabilidades a la escuela, este es un fenómeno que debe ser abordado de manera conjunta por los tres actores, incluyendo a la familia. Con ello, es posible reflexionar sobre la generación de una mayor cantidad de proyectos transversales, en los cuales los diversos actores tengan una participación adecuada.

En el análisis fue evidente la inconformidad con la cobertura escolar que existe en los municipios, en la medida en que mencionan que no hay suficientes instituciones para cubrir la cantidad de población y, en ocasiones, hay sobrepoblación en las escuelas existentes, cuya consecuencia es una amplia población de menores que está en situación de desescolarización. Sin embargo, este es un problema estructural que debe ser abordado por el gobierno nacional, como lo expresan algunos entrevistados:

Personalmente el Carmen de Viboral carece de espacios para atender la población tan inmensa que tiene. Yo creo que el Carmen de Viboral nunca se preparó con una visión culturista, ni a nivel gubernamental, ni a nivel social, ni a nivel educativo, ni en muchos otros aspectos. Y en el que a mí personalmente me competen “la educación" lo veo muy atrás (ESC-ANT-CV-1-01, comunicación personal, 5 de octubre, 2016).

(...) siempre el Estado está faltando en la capacidad de atención en educación. Este colegio fue construido hace 22 años aproximadamente, y funciona en el mismo inmueble (...), con una población que se ha desbordado en los últimos años. Por eso este colegio fue creado solamente para atender 5 cursos de primaria, y en este momento atiende toda la primaria y atiende al bachillerato en 2 jornadas. Arquitectónicamente se crearon salones de 9 metros por 7 metros, y los diferentes rectores que hemos pasado o que han pasado, porque yo no he contribuido a esa modificación, dividieron todos los salones en 2, para multiplicarlos. Y tenemos salones de 3.50 metros por 7 metros, donde tenemos que alojar 30 estudiantes y en algunos casos como el grado 11 son 33 estudiantes (ESC-CUND-CH-1-06, consulta personal, 11 de noviembre, 2016).

Es relevante rescatar que varios de los entrevistados consideran que el crecimiento y urbanización acelerados y poco controlados de los municipios han generado una sobrepoblación frente a la cual no existe un sistema educativo estructurado y adecuado. A pesar de que hace unos años se establecieron instituciones suficientes para un número determinado de estudiantes, no se han tenido en cuenta las condiciones cambiantes del contexto rural en Colombia. Además de ello, existe un cambio en las actividades principales de las cuales se derivan los recursos económicos de una familia. Las actividades agrícolas han ido en decrecimiento, mientras que otro tipo de labores como el comercio han ido en aumento. Esto implica que hay una mayor población de menores de edad que permanece sola durante el día y que se está vinculando al sistema educativo.

En cuanto a los espacios de recreación y deporte, se evidencia que no son suficientes para todos los intereses (no hay pertinencia entre la oferta y las capacidades/intereses de la población) y el número de menores que debería tener acceso. Además, no hay una participación suficiente por parte de los NNA, lo cual indica que los programas no están siendo diseñados de acuerdo con las necesidades e intereses de esta población. En este punto algunos entrevistados planteaban que muchas veces los menores no podían acceder a los espacios por costos, distancias que se debían recorrer, porque los NNA están solos en sus casas o no cuentan con un adulto que los lleve.

Se pudo identificar también una queja frecuente respecto a las restricciones de tiempo que tienen los trabajadores de los floricultivos para atender las actividades escolares de sus hijos y sobre el desconocimiento de las empresas de las familias de sus trabajadores. Esto se puede ilustrar con el siguiente fragmento:

A las empresas no les importa lo que pase con las familias de los niños, incluso a veces por ejemplo no les dan permiso para venir a la reunión, yo he tenido que llamar y ponerme muy furiosa y decirles: si no lo hacen voy a presentar una denuncia, porque ellos tienen unos hijos y primero está su familia y su responsabilidad como padres (...). Las empresas tienen unas políticas de producción y tienen que cumplir es con esa producción y lo demás, pues no son vistos como personas que tienen sus familias, dentro de las empresas no existe una política de apoyo a los niños, no sé si les preguntarán ¿cuántos hijos tienen? ¿Cómo viven? No tengo ni idea, pero no hay un compromiso social real de las empresas. Creo que lo que ellos hacen como responsabilidad social son otras cosas que no tienen nada que ver con las mismas personas que trabajan con ellos (ESC-CUND-SUE-1-13, comunicación personal, 3 de noviembre, 2016).

Como se ha visto a partir del análisis de los datos recolectados para este estudio, para prevenir y combatir el TI se debe integrar tanto al gobierno, como al colegio y a las empresas, pero también es fundamental integrar a la familia pues, sin la participación de esta, resultan inoperantes las políticas, estrategias y acciones concretas que sobre el asunto se lleven a cabo.

DISCUSIÓN

Diversos autores destacan las alianzas público-privadas como una visión estratégica para enfrentar el problema del TI, porque consideran que debe haber un abordaje transversal que responda a la complejidad y multidimensionalidad de este fenómeno, y que permita generar respuestas integrales hacia una solución verdadera y sostenible (Aldeas Infantiles SOS, 2015; Devlin y Mo- guillansky, 2009; García y Chebez, 2009; ILO, 2015; Jaramillo, 2017; Manjarrez, 2016). Asimismo, el estudio realizado por Zutshi et al. (2009) afirma que en la actualidad existe una tendencia global que busca un control multilateral del TI a través de las cadenas globales de producción y distribución de productos.

En concordancia con lo anterior, la mayoría de los programas de RSC de las empresas asociadas a Asocolflores no se han desarrollado pensando en la responsabilidad social extendida de su cadena productiva frente al TI o la necesidad de trabajar conjuntamente la problemática con los colegios y el gobierno, a través de alianzas público-privadas (Perks, 2012). La investigación arroja como resultado que las empresas adelantan acciones para apoyar a los hijos de sus trabajadores, sin embargo, los funcionarios de los colegios consideran que estas acciones no aportan a las problemáticas identificadas por ellos, o al fortalecimiento de temas como la relación familia- escuela, aspecto que incide directamente en la aparición del trabajo infantil. La desarticulación de la empresa con los otros actores sociales hace que las acciones adelantadas no tengan el impacto necesario que contribuya a prevenir o erradicar problemas sociales como el trabajo infantil.

De acuerdo con Duque et al. (2018), “algunas acciones que son vitales y que se encuentran desprovistas de atención son las cláusulas de contratación con terceros en las que se prohíba el TI y la comunicación con los distribuidores sobre los riesgos que implica este fenómeno” (p. 12). En el mismo sentido, es claro que a los programas de RSC de los floricultivos les está faltando la superación del esquema normativo o legal y la armonización de las relaciones con los grupos de interés (Sabogal Aguilar, 2008) a partir del reconocimiento de las necesidades locales y alinear sus acciones de cara a ellas para que tengan un impacto significativo (Khan et al., 2010).

En este contexto, cuando se trató el tema de TI con las empresas, los entrevistados se remitieron necesariamente a las políticas de contratación de los floricultivos que establecen no contratar menores. Así, lo importante es el cumplimiento de las normativas que respondan al marco nacional y a los requerimientos de entidades como Flor Verde, Rainforest o certificaciones como la de Ethical TradingInitiative , entre otras.

En contraste con la visión de las empresas, los funcionarios de los colegios y el gobierno sí manifiestan la necesidad de generar proyectos transversales en los cuales se cuente con el apoyo de diversos actores, reafirmando la idea que ya se había planteado, según la cual el TI es un problema complejo que debe abordarse integralmente desde distintas perspectivas.

En ese sentido, la ausencia de alianzas que propicien la articulación de un trabajo conjunto se justifica en la inexistente comunicación entre los actores clave en el proceso. En este caso el CIETI es un espacio que propiciaría el diálogo entre las partes, así como el emprendimiento de programas claros al respecto, teniendo en cuenta que el sector floricultor es el más significativo, en sentido económico, en las zonas en las que opera. El ejercicio de validación (mencionado en la metodología) con la participación conjunta de los tres actores, facilitó la comunicación para que se identificaran y reconocieran las preocupaciones, alcances, limitaciones y capacidades de cada uno (roles) de cara al fenómeno del TI.

En general, es posible observar que el fenómeno del TI es un problema que está latente en los municipios del área de influencia de Asocolflores, por tratarse de zonas rurales y actividades de agricultura, en donde el fenómeno tiene representatividad en el país. El TI tiene su origen en problemas de orden socioeconómico, pero también se relaciona con costumbres y tradiciones arraigadas en las identidades de las poblaciones estudiadas, lo que implica analizar el fenómeno a la luz de los planteamientos de la OIT (2018), donde no siempre el TI es negativo. En este sentido, sobre todo los adolescentes, están en situación de riesgo con respecto a dos fenómenos que generan fuerte preocupación en las instituciones oficiales de los municipios. Por un lado, está el TI, pues los espacios libres se pueden ocupar con trabajos de medio tiempo que les permita tener dinero para comprar algunas cosas que sus padres no pueden proveer o para aportar económicamente a sus hogares. Por otra parte, aparecen los problemas asociados con la permanencia en las calles, como la drogadicción o la delincuencia. Estos dos tienen una importante conexión cuando los menores son incluidos en cadenas de distribución de estupefacientes.

CONCLUSIONES

De acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se debe trabajar en “poner fin a todas las formas de trabajo infantil”. Sin embargo, este fenómeno no debe ser enfrentado de manera individual por su complejidad y múltiples problemas asociados, entre ellos los socio- económicos. Así lo muestran diversos planteamientos desde organismos multilaterales como la OIT, hasta experiencias particulares estudiadas por académicos, organizaciones sociales o entidades gubernamentales en diferentes partes del mundo, donde se han dado casos exitosos de erradicación del TI a partir de proyectos transversales realizados en el marco de alianzas público-privadas.

Uno de los sectores donde es más visible el problema del TI es en el agrícola, tanto en el ámbito internacional como nacional. Por esta razón, organizaciones gremiales como Asocolflores se han adherido a la Red Colombia contra el Trabajo Infantil y desde su política están comprometidas con identificar los riesgos y generar acciones que permitan eliminar la problemática en las áreas de influencia de las empresas afiliadas.

El estudio pudo identificar que uno de los principales riesgos de los floricultivos afiliados a Asocolflores está en que la mayoría de las empresas se concentran en el cumplimiento de la reglamentación nacional e internacional que prohíbe el TI dentro de sus instalaciones, pero no involucran su cadena productiva en las acciones contra el TI, ni establecen alianzas estratégicas con los colegios y el gobierno local para afrontar la problemática de manera integral, y tampoco es frecuente que involucren a la familia del trabajador cuando se habla de este tema. Las acciones llevadas a cabo deben abordarse desde las necesidades de la población local en las diferentes dimensiones, y para ello se requiere la participación de diferentes actores con el objeto de fortalecer capacidades.

Actualmente, desde los programas de RSC, se promueve la necesidad de una responsabilidad social extendida que implica el trabajo colaborativo a lo largo de la cadena de suministro y de distribución de las organizaciones, hecho que debe ser considerado por las empresas agremiadas a Asocolflores para evitar los riesgos de TI en sus zonas de influencia. Asimismo, tanto los colegios como el gobierno local necesitan articular sus esfuerzos con el sector productivo para erradicar el TI y otros problemas más visibles que aquejan a los NNA en los diferentes municipios, como es el caso del consumo de sustancias psicoactivas y el microtráfico.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece a la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores -Asocolflores por el apoyo en la selección y convocatoria de las empresas participantes en el estudio, así como en la validación de los resultados finales del proyecto “IMP-ECO 2140: Responsabilidad Social Empresarial de los agremiados de ASOCOLFLORES para prevenir y combatir el trabajo infantil” financiado por el Fondo Especial de la Vicerrectoría de Investigaciones de la UMNG.

Asimismo, se agradece al equipo asistencial: Óscar Gómez, Fabián Niñeo y Carlos Monroy, en la recolección y consolidación de la información.

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Notas

1 Artículo derivado del proyecto IMP-ECO 2140: Responsabilidad Social Empresarial de los agremiados de ASOCOLFLORES para prevenir y combatir el trabajo infantil. Financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad Militar Nueva Granada. Proyecto terminado (Fi: 02/16- Ff: 04/18).
2 Artículo derivado del proyecto IMP-ECO 2140: Responsabilidad Social Empresarial de los agremiados de ASOCOLFLORES para prevenir y combatir el trabajo infantil. Financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad Militar Nueva Granada. Proyecto terminado (Fi: 02/16- Ff: 04/18).
4 Ethical Trading Initiative: La Iniciativa de Comercio Ético (ETI por sus siglas en inglés) es una alianza de empresas, sindicatos y organizaciones de voluntarios. ETI trabaja en el ámbito global para mejorar las condiciones laborales de las empresas que cultivan materias primas o producen bienes de consumo. Los temas principales son la libertad de asociación, erradicación del trabajo infantil y condiciones de trabajo sanas y seguras
Forma de citar este artículo en APA: Morales-Rubiano, M. E., Duque-Orozco, Y. V., y Ortiz-Riaga, C. (julio-diciembre, 2020). Prevención y erradicación del trabajo infantil en zonas floricultoras en Colombia: desafíos en la articulación institucional. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 11(2), pp. 479-504. https://doi.org/10.21501/22161201.3206
CONFLICTO DE INTERESES Las autoras declaran la inexistencia de conflicto de interés con institución o asociación comercial de cualquier índole.
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