Espacio literario
SYLVIA PLATH1
Todo lo ha devorado el invierno y el jardín de rojos tulipanes en el que ocupé mis manos ha iniciado su descenso definitivo.
La casa es un viejo sarcófago de vigilias y pergaminos desechos.
En ella duermen las ruinas de mi corazón.
A través de la bruma sólo puedo distinguir el rencoroso brillo de las abejas.
No hay perfección.
Mi cuerpo es un camino cerrado, reflejo de una luz marchita. Nunca se bastó a sí mismo. Nunca.
Detrás de los muros, por entre las grietas, vuelve a mí el eco de la fiebre palabras que revientan bajo la escarcha como pequeños ríos de mercurio.
El invierno ha perdido mis pasos en la nieve.
Sangra en el aire su condena.