Resumen: La vestimenta tradicional forma parte del patrimonio de una cultura y es reflejo de su idiosincrasia, su seña de identidad arraigada en la historia. En esta investigación analizamos los culturemas relativos a la indumentaria tradicional de Corea, el hanbok. Tomando como fuente la web turística institucional de promoción del país asiático VisitKorea, hemos obtenido un corpus formado por un total de 18 culturemas. Para llevar a cabo el estudio hemos establecido una lista de técnicas traslativas a nivel microtextual que se emplean en la traducción de estas palabras culturales para hacerlas comprensibles a hablantes de español, tratando de salvar así la enorme distancia lingüística y cultural entre ambas áreas. Nuestro interés se dirige a las unidades oracionales -no solo a las unidades léxicas-, en las cuales se reflejan distintos aspectos culturales en forma de paráfrasis o traducción explicativa. Como resultado del análisis concluimos que las técnicas que se usan con más recurrencia para traducir los culturemas de nuestro corpus son el préstamo, la descripción del aspecto y la descripción de los usuarios. A lo largo de la investigación hemos constatado que, para reducir la enorme brecha lingüístico-cultural entre Corea y los países hispanos, resulta imprescindible el dominio de las habilidades y los conocimientos lingüísticos e interculturales durante la labor de traducción-interpretación, más allá del puro trasvase verbal.
Palabras clave: culturemas, análisis traductológico, técnicas traslativas, vestimenta coreana, textos turísticos.
Abstract: Traditional clothing is considered a heritage of a given culture or cultural region, and reflects uniquely indigenous cultural values, a sign of identity rooted in history. In this research work, we will analyze some culturemes connected to Korean traditional clothing, called hanbok. Drawing from the website VisitKorea, which promotes this Asian country, we have brought together a corpus of 18 culturemes. To carry out this study, we have listed a number of translation techniques at micro-textual level, which are used to translate these culturemes, so that they are made understandable by Spanish speakers, and bridge the wide linguistic and cultural gap between both cultures. We are focused on sentence units, rather than merely lexical units, which reflect manifold cultural aspects are reflected in the form of paraphrases or explanatory translation. The analysis led us to conclude that the most commonly used techniques to translate culturemes in our corpus are loanwords, looks description and wearer’s description. During the course of our research, we could validate that, to reduce the huge linguistic-cultural gap between Korea and Hispanic countries, it turns to be essential to display a good command of linguistic and intercultural knowledge during the translation/interpretation work, rather than a mere verbal transfer.
Keywords: culturemes, translation analysis, translation techniques, Korean clothing, tourist texts.
Résumé: Les vêtements traditionnels font partie du patrimoine d’une culture ou d’une aire culturelle et sont le reflet de son idiosyncrasie, de son identité ancrée dans l’histoire. Dans cette recherche, nous analysons les culturèmes liés au vêtement traditionnel de la Corée, le hanbok. En prenant comme source le site web touristique institutionnel VisitKorea, nous avons obtenu un corpus composé d’un total de 18 culturèmes. Pour mener à bien cette étude, nous avons établi une liste de techniques de traduction au niveau microtextuel qui sont utilisées dans la traduction de ces mots culturels afin de les rendre compréhensibles aux hispanophones, essayant ainsi de combler l’énorme fossé linguistique et culturel entre les deux régions. Nous nous intéressons aux unités de phrase et pas seulement aux unités lexicales dans lesquelles différents aspects culturels sont reflétés sous forme de paraphrase ou de traduction explicative. À la suite de cette analyse, nous concluons que les techniques les plus fréquemment utilisées pour traduire les culturèmes de notre corpus sont l’emprunt, la description de l’aspect et la description des utilisateurs. Tout au long de la recherche, nous avons constaté que, pour réduire l’énorme fossé linguistique et culturel entre la Corée et les pays hispaniques, il est essentiel de maîtriser les compétences et les connaissances linguistiques et interculturelles pendant le travail de traduction-interprétation, au-delà du pur transfert verbal.
Mots clefs: culturèmes, analyse traductologique, tecniques de traduction, vêtements coréens, textes touristiques.
Artículos de investigación
Traducción de culturemas en textos turísticos: tratamiento en español de las voces que designan la vestimenta tradicional coreana***
Translating Culturemes in Tourism Texts: How to Treat Words Used to Name Traditional Korean Costumes
Traduction de culturèmes dans les textes touristiques : traitement en espagnol des voix qui désignent les vêtements traditionnels coréens
Recepción: 13 Febrero 2021
Aprobación: 19 Abril 2021
A pesar de que las huellas de la globalización se dejan ver de manera palpable en la jerga del turismo, con la difusión de voces generalmente en inglés, que ha conformado lo que Calvi (2006, pp. 11-12) denomina “núcleo duro terminológico” de esta área de especialidad, cada lengua y cada cultura preservan un conjunto de elementos léxicos particulares propios que representan objetos tangibles o realidades inmateriales, muestras de su idiosincrasia, su tradición, su historia y su proceder social asentados con el paso del tiempo. Son los culturemas o palabras culturales los elementos que muestran con mayor exactitud y de manera más apreciable la relación entre cultura y lengua, ya que representan verbalmente la tradición de una comunidad determinada en un espacio concreto. Estas voces constituyen uno de los aspectos más exóticos del lenguaje del turismo, que se diseminan en sus distintos ámbitos o sectores -los alojamientos, la gastronomía, las tradiciones, etc.-. En este contexto, la vestimenta tradicional exclusiva de un determinado destino turístico -más aún si se muestra distante del público receptor- desempeña un papel trascendental en las manifestaciones de su valor cultural, pues recoge la idiosincrasia de la cultura, sus hábitos y costumbres más arraigados y su diferenciación.
La indumentaria, más allá de ser un elemento imprescindible para la supervivencia humana, forma parte del patrimonio cultural inmaterial1 de una región y es reflejo de la diversidad internacional. La vestimenta representa el resultado de técnicas muchas veces vinculadas a la artesanía, fruto de la creatividad humana y tiene una fuerte carga ritual. Se trata de un elemento profundamente anclado en la historia, fundado en la tradición, entendida esta como la articulación entre pasado y presente, donde se conjugan prácticas pretéritas con el uso actual y permite situar los propios orígenes y dotar de sentido de pertenencia a un grupo o una comunidad (Hernández i Martí, 2005).
Por mostrar las peculiaridades de una cultura, el léxico de la vestimenta se percibe como un área muy fértil para el estudio de culturemas. En Corea del Sur, el llamado hanbok -literalmente “ropa coreana”-, el traje tradicional con todos sus complementos y adornos, expresa la identidad popular de este país pero, a pesar de su hermosura y de su gran valor cultural, es la menos conocida del noreste asiático, comparado con el kimono de Japón y el chipao de China. Este atuendo, usado por hombres, mujeres y niños, con sus respectivas particularidades, se ha ido acomodando de manera dinámica a los estilos de vida, los cambios sociales y a la estética de cada época como “herencia actualizada” (Cruces, 2005). Aun así, ha conservado sus rasgos distintivos en la comunidad durante los casi 5000 años de historia del país, y forma parte de su patrimonio inmaterial. Dicho patrimonio sigue vivo y se adapta a los nuevos tiempos, pues es recreado constantemente por la sociedad coreana, e infunde un sentimiento de hermanamiento y tradición compartida.
El hanbok actual se asocia particularmente al período Choseon, y se usa como ropa semiformal o formal en las festividades más relevantes -el Año Nuevo Lunar o el Día de la Acción de Gracias (추석 [chuseok])-, en las ceremonias matrimoniales, en reuniones sociales protocolarias. Actualmente es empleado también entre los jóvenes coreanos para pasear por zonas monumentales del país y fotografiarse (Park et al., 2019). Asimismo, hoy día existen programas turísticos en los que se invita a los visitantes foráneos a vestir este atuendo típico tradicional.
Grosso modo, el hanbok de mujer está compuesto por un jeogori, una blusa o chaqueta con mangas amplias, y una falda larga envolvente llamada chima. Lleva una cinta que acentúa la línea del busto. Muchos incluyen bordados que añaden elegancia al vestido. Así el conjunto del traje femenino es a menudo llamado jeogori-chima. El hanbok tradicional de los varones está formado también por un jeogori (camisa o chaquetilla) y unos pantalones holgados llamados baji. A estas prendas se añade toda una serie de complementos que forman parte de nuestro corpus de estudio.
Las constantes referencias en los textos turísticos a los atuendos, los complementos, las formas de llevarlos, etc. nos exigen enfrentarnos a la complejidad que supone su tratamiento traductológico. Así, pues, nuestra propuesta consistirá en el análisis del trasvase del coreano al español de estos culturemas de la vestimenta tradicional coreana, a fin de identificar cuáles son las técnicas traslativas más empleadas en los textos turísticos para llevar a cabo los procesos de traducción-interpretación.
El culturema se define, según Vermeer (citado por Nord, 2007), como “un fenómeno social de una cultura X que es entendido como relevante por los miembros de esa cultura y que, comparado con un fenómeno correspondiente de una cultura Y, es percibido como específico de la cultura X” (traducción de Hurtado Albir, 2018, p. 611). Existen divergencias sobre el origen del término culturema: Luque Nadal (2009, p. 95) lo atribuye a distintos autores como Christiane Nord, Els Oksaar o Hans Vermeer, mientras que Eun Hee Kwon (2009, p. 427) reconoce su autoría a Michael Agar, y Hurtado Albir (2018, p. 611) considera que fue Vermeer quien propuso este término, basado en la Kulturemtheorie (1958), formulada por Oksaar.
En principio podría parecer que los culturemas se refieren únicamente a los fenómenos culturales de una comunidad; sin embargo, estos referentes culturales incluyen una amplia variedad de elementos, tal como señala Nord (1994,p. 524): verbales, no-verbales, paraverbales o la combinación de estos tres. En nuestra opinión, el culturema es fruto de la íntima e indisociable relación entre lengua y cultura, que se refleja en unidades tanto léxicas como fraseológicas. Por esta razón es lógico que haya sido estudiado principalmente desde el ámbito de la traducción.
El lingüista Eugene Nida (1945) destacó la importancia de los elementos culturales en la traducción bíblica y llamó la atención sobre la estrecha relación entre cultura y lengua. Medio siglo después, también Stolze (2011, p. 97) señaló que en el contexto cultural interviene de manera decisiva la lengua y, del mismo modo, las producciones lingüísticas de los hablantes logran adquirir su sentido dentro del contexto cultural en el que se emplean. En consecuencia, es evidente que el hecho de transferir elementos verbales de una lengua a otra no es en absoluto automático ni simple, por lo que llevan aparejado de componente cultural y contexto de uso. De ello se colige que comprender y saber interpretar los hechos culturales y los fenómenos lingüísticos es una tarea imprescindible en la labor de traducción.
Particularmente, los funcionalistas otorgan especial relevancia a los elementos culturales en la traducción (Stolze, 2011, pp. 195-199; Kim, 2016, pp. 64-65; Hurtado Albir, 2018, p. 608). En este contexto, se ha comprobado la superioridad de la equivalencia dinámica -también llamada equivalencia funcional- respecto de la correspondencia formal (Waard y Nida, 1986, p. 36), o traducción literal, palabra por palabra (Roberts, 1974, pp. 8-9). Hatim y Mason (1995) definen la equivalencia dinámica como el “principio de equivalencia de efecto en el lector de la versión” (p. 17), entendiendo por tal la búsqueda de la equivalencia más exacta entre el elemento cultural de la lengua de partida y otro elemento correspondiente en la lengua meta. Con la equivalencia dinámica en la traducción bíblica se pretendía que hasta los lectores legos en la lengua de origen pudieran alcanzar el nivel de comprensión de los lectores de las biblias originales2 (Marlowe, 2012), para lo cual utilizaron todas las técnicas y procedimientos lingüísticos disponibles. Sirva como ejemplo el referente aloe, que aparece en San Juan 19:39.3 En las biblias en Corea del Sur, el referente aloe se tradujo como 침향 [chimhyang], cuyo nombre científico es Aquilariae Lignum, y que no tiene nada que ver con el aloe de la biblia original. Cuando se tradujo la biblia al coreano no existía este vegetal en este país asiático, razón por la cual se habría adoptado este referente conocido en la cultura coreana. En consecuencia, en la actualidad sería necesario cambiar chimhyang por aloe, dado que este último ya es un referente común en la Corea actual.
En nuestro caso, el trasvase de una lengua a otra de estos culturemas para designar atuendos tradicionales que han sobrevivido al paso del tiempo -aunque hoy están relegados a usos específicos- supone un auténtico escollo en la tarea de traducción por la dificultad de adecuación entre el culturema y el elemento que lo represente en la lengua meta. Aquí coincidimos con Newmark (2010, p. 133) en que los elementos culturales siempre generan problemas en la traducción, especialmente si no hay acomodo cultural entre las dos lenguas en juego, es decir, si no comparten una base cultural común. Esa dificultad se acrecienta porque no se ha llegado a un consenso con respecto a la representación terminológica de estos elementos culturales.
En este punto conviene hacer una distinción entre lo referido -el referente o la realidad extralingüística- y la referencia -el signo lingüístico-, tal como propugnan autores como Nord, Mayoral Asensio, Cartagena, etc. (Mendoza García, 2018, p. 194). Para citar un ejemplo, el trabajo de Mayoral Asensio (1999) constata la diversidad tanto terminológica como conceptual de los elementos culturales. En la Tabla 1, representamos las denominaciones que este autor registra para aplicar tanto a lo referido -el referente- como al signo lingüístico -la referencia-.

Aparte de estas denominaciones, existen otras como culture-specific items (Aixelá, 1996) o lexicultura (Galisson, 1988). Particularmente, Calvi denomina términos culturales a los signos lingüísticos con algún grado de especificidad cultural que aparecen en los textos o el discurso turísticos; y los define como vocablos exclusivos que reflejan la idiosincrasia cultural de una lengua (2018, p. 204) y que, además, no cuentan con equivalentes en la lengua receptora (2006, p. 67). Esta última consideración coincide con Baker (2011, p. 18), que habla de non-equivalence como causa de la dificultad traslativa, aunque la falta de equivalencia no implica necesariamente la intraducibilidad (González-Pastor, 2018, p. 13).
Como nuestro corpus de culturemas procede de textos turísticos, nos resultaría apropiado adoptar la nomenclatura de Calvi, es decir, términos culturales, si bien emplearemos el término culturema, porque más allá de ser una de las denominaciones más utilizadas en el ámbito de la traductología, teniendo en cuenta la consideración de Molina Martínez (2006), “…encontramos acertado recurrir al sufijo ‘-ema’, utilizado por la lingüística, que hace que sea fácilmente inteligible” (p. 77).
No obstante, la cuestión terminológica no es el único problema que plantean las palabras culturales. El punto de partida en la investigación sobre culturemas presenta la dificultad de su discriminación, es decir, la identificación de lo que es propiamente un elemento cultural frente a lo que no lo es. Si sucede que un referente extranjero es importado a otra cultura y a otra lengua de acogida con un nivel de integración absoluto, será difícil reconocer su especificidad cultural foránea. Del ámbito de la vestimenta encontramos los casos de pantalones vaqueros y bikini. Estos atuendos, que originalmente procedían de culturas extranjeras, una vez extendido su uso en los países asiáticos, no mantienen ya la especificidad cultural de su origen; dicho de otro modo, ya son atuendos no marcados culturalmente. A pesar de que en un principio y hasta su difusión internacional estas referencias podrían haber sido culturemas con marcas de su origen, actualmente ya no se pueden considerar referentes con especificidad exótica y singular de un área cultural concreta. Pero también puede ocurrir lo contrario, como sucede con la voz kimono, que designa la túnica tradicional japonesa, y que aparece registrada en el lemario del Diccionario de la lengua española (RAE, 2014) escrita tanto con “k”, como préstamo, en letra redonda; o con “q”, más adaptado a la grafía española.
Este caso refleja cómo la introducción de artículos extranjeros en un determinado país o comunidad posibilita la expansión de su uso y, por tanto, el conocimiento y la familiaridad por parte de sus usuarios; pese a ello, esta voz no ha visto mermada su idiosincrasia cultural japonesa, su profunda identidad nacional. Así, pues, mientras que los vaqueros y el bikini no se pueden considerar culturemas en los países asiáticos, el kimono sigue siendo un culturema en los países de habla hispana.
Otro hecho que dificulta la identificación de culturemas es la inexistencia de una clasificación eficaz de lo cultural. Nida (1945) propuso la siguiente tipología: ecología, cultura material, cultura social, cultura religiosa y cultura lingüística (p.196). Sin embargo, debemos admitir que está ideada para clasificar conceptos culturales. Más clara nos resulta la clasificación de cultura de Galisson (1988), formulada para delimitar el concepto de lexicultura y muy conocida en el ámbito de la didáctica de las lenguas extranjeras o las segundas lenguas. Según su planteamiento, la cultura se divide en cultura maximalista -también llamada cultura sabia (Galisson, 2000, p. 48) o cultura elitista (Ayuso Collante, 2019, p. 14)- y cultura minimalista (Galisson, 1988, p. 325) -cultura-acción (Galisson, 2000, p. 48) o cultura popular (Le Gall, 2009, p. 179)-. Según Robles Ávila y Park (2021, p. 80), la cultura sabia o maximalista refleja los conocimientos compartidos solo entre grupos elitistas, mientras que la cultura-acción o minimalista hace referencia a los fenómenos culturales que conoce cualquier nativo, independientemente de la clase a la que pertenezca. Otra consideración similar la podemos encontrar en Luque Nadal (2009, p. 97), quien define el culturema como un fenómeno bastante conocido entre los miembros de una comunidad, que se utiliza como elemento comunicativo y expresivo en los intercambios. Teniendo en cuenta estos planteamientos, consideramos que el culturema tiene que ver con la cultura-acción o minimalista; y, por lo que respecta a los culturemas de nuestro corpus, la tipología de cultura propuesta por Galisson encaja en nuestro planteamiento, puesto que la vestimenta se incluye en este tipo de cultura y está íntimamente relacionada con la historia, la flora y la fauna, las condiciones climáticas y geográficas y, en definitiva, con la vida cotidiana de los miembros de una sociedad.
Una dificultad más que plantea el trasvase de culturemas es el nivel de correspondencia, el grado de afinidad lingüístico-cultural entre las lenguas que participan en el juego de la traducción. Mayoral Asensio y Muñoz Martín (1997, p. 144) se refieren al grado de correspondencia al proponer segmentos marcados culturalmente, entendiendo que una correspondencia mayor se producirá generalmente entre el léxico de uso común (luna, falda, mesa...), así como entre las lenguas de cultura próxima (italiano, francés, español…). Es el caso, por ejemplo, del referente en español jamón serrano; en Italia, Portugal y Francia existen otros similares: prosciutto, presunto y jambon, respectivamente, considerados sinónimos. Así, al traducir jamón serrano a estas lenguas, nos surge el interrogante de si se trata realmente de culturemas. Entre estas referencias existe un elemento cultural en común, razón por la cual se crea una estrecha correspondencia entre ellas. Todo esto nos permite concluir que la correspondencia de alto grado tiende a ocurrir entre lenguas y culturas afines.
Una vez realizado este breve recorrido por el tratamiento conceptual del culturema y abordadas las que consideramos mayores dificultades para su trasvase de una lengua X a otra Y, nos centraremos en la determinación de las técnicas traslativas que se emplean en su tratamiento traductológico. Como afirma Hurtado Albir (2018, p. 615), no existen técnicas específicas para la traducción de culturemas. Sin embargo, la propuesta general de técnicas de traducción a nivel microtextual planteada por Molina Martínez y Hurtado Albir (2002, pp. 509-511)4 nos resulta muy útil por su exhaustividad, ya que identifica 18 técnicas: adaptación, ampliación lingüística, amplificación, calco, compensación, compresión lingüística, creación discursiva, descripción, elisión, equivalente acuñado, generalización, modulación, particularización, préstamo, sustitución, traducción literal, transposición y variación.
Así pues, para llevar a cabo este estudio, hemos establecido una propuesta de técnicas ad hoc, a partir de la combinación de las técnicas planteadas por Molina Martínez y Hurtado Albir y la incorporación de los segmentos marcados culturalmente de Mayoral Asensio y Muñoz Martín (1997, pp. 148-150). Esta última contempla la amplificación que se realiza dentro del texto traducido mediante una explicación detallada de los rasgos caracterizadores. Aunque la amplificación estaba ya recogida en el repertorio de técnicas de Molina Martínez y Hurtado Albir, la propuesta de Mayoral Asensio y Muñoz Martín pone el foco en los recursos que se emplean para amplificar, es decir, qué rasgo o elemento se destaca del culturema para hacerlo más comprensible para el receptor de la lengua y la cultura metas. Como ejemplo, utilizaron un referente gastronómico, el latkes, y establecieron las siguientes técnicas de amplificación cultural, a saber, a) préstamo + formulación funcional; b) procedimiento de preparación; c) enumeración de ingredientes; d) descripción del aspecto; e) cualidades evocadas; f) valores emotivos, g) históricos, h) culturales, etc. sugeridos o combinaciones de las anteriores.
Al realizar nuestra propuesta de técnicas traslativas, hemos tenido en cuenta la gran distancia lingüístico-cultural entre Corea y los países hispanos, razón por la cual hemos convenido que la traducción de los culturemas de vestimenta tradicional coreana no resulta comprensible cuando se realiza mediante traducciones literales, por lo cual se ha de acudir a otras técnicas más completas y complejas. La especificidad cultural reflejada en los atuendos coreanos resulta tan distante de la cultura hispánica que la traducción explicativa o paráfrasis, los segmentos marcados culturalmente de Mayoral Asensio y Muñoz Martín (1997) -también denominados amplificación o descripción (Molina Martínez y Hurtado Albir, 2002), glosas intratextual y extratextual (Aixelá, 1996), equivalente descriptivo (Newmark 2010), etc.-pueden ser una técnica muy útil para transmitir el sentido cultural auténtico que alberga un culturema. Tras considerar estas características y llevar a cabo una detenida observación de los culturemas que conforman nuestro corpus, hemos establecido las siguientes técnicas, que explicaremos a continuación: a) préstamo, b) particularización, c) generalización, d) equivalente acuñado, e) identificación del usuario, f) descripción del aspecto, g) descripción de la información histórica, h) descripción de los complementos, i) descripción de la producción y j) descripción del uso.
El corpus de culturemas correspondiente a la vestimenta tradicional coreana ha sido obtenido de la guía oficial VisitKorea,5 publicada por la Organización del Turismo de Corea (en inglés Korea Tourism Organization, KTO, s.f.),6 entidad pública del estado encargada de dar a conocer y promocionar los recursos turísticos del país.7VisitKorea es una guía institucional online que ofrece esta organización a los interesados en viajar al país asiático, muy similar al sitio web de Turespaña. Esta página web ofrece un contenido vasto y muy diversificado, que va desde información general sobre el país asiático hasta presentaciones de atractivos turísticos, pasando por otros datos de interés funcionales y prácticos, como información detallada sobre restaurantes, alojamientos, transportes, recomendaciones del mes en que se viaja, etc. Además, está traducida a once idiomas.8



Nuestro corpus de culturemas relativos a la vestimenta tradicional coreana procede de la sección Cultura e idioma, y específicamente de la subsección Cultura tradicional y Vestimenta tradicional.9 En cuanto a la vestimenta, a través de textos escritos y fotografías, se presenta y describe el traje típico tradicional coreano, el hanbok, así como las formas de producción y su uso.
El vaciado de los textos dedicados a la vestimenta tradicional ha arrojado un total de 18 culturemas referidos a prendas de hombre, mujer y niños, además de accesorios y adornos complementarios al hanbok. Los culturemas que hemos seleccionado para el presente trabajo se representan en la Tabla 2, acompañados de las definiciones procedentes en su mayoría del Diccionario didáctico de coreano-español del Instituto Nacional de la Lengua Coreana (DDCE)10, un diccionario bilingüe (coreano-español), o, en caso de que el citado diccionario no lo tuviera registrado, recurrimos al Gran diccionario estándar de coreano (GDEC)11 del mismo instituto, pero monolingüe, al que incorporamos una traducción propia fiel a la definición.

Una vez realizado el vaciado de nuestro corpus, procederemos a analizar los culturemas del ámbito de la vestimenta tradicional de Corea: el hanbok. En nuestro primer acercamiento al conjunto de culturemas, hemos identificado la presencia de una serie de técnicas12 empleadas de manera recurrente en la trasposición de términos coreanos al español y que, como hemos mencionado anteriormente, forman parte del listado propuesto por Molina Martínez y Hurtado Albir (2002, pp. 509-511), al que se suman otras técnicas para la ampliación de información de las unidades o segmentos marcados culturalmente de Mayoral Asensio y Muñoz Martín (1997, pp. 148-149). No obstante, al trabajar con culturemas relativos a la vestimenta tradicional coreana, aquella empleada desde la antigüedad, que se ha ido consolidando, preservando como patrimonio a lo largo de los siglos, pero que en la actualidad tiene un uso restringido a determinadas celebraciones, eventos y circunstancias, se amplía aún más la ya honda brecha cultural entre Corea y los países hispanos, al añadir también la distancia temporal de una indumentaria más propia de otra época.
Esta circunstancia justifica que tengamos que recurrir a la traducción explicativa como técnica eficaz para trasladar una referencia cultural de una lengua de partida que no cuenta con un equivalente en la lengua meta (Campos Martín, 2011, p. 42). Así pues, una profunda reflexión y observación de nuestros culturemas nos ha permitido emplear las propuestas referidas, aunque dándole un papel preferente a la traducción explicativa o parafrástica13. La lista siguiente organiza nuestra tipología de técnicas para analizar estos culturemas y las complementa con la definición correspondiente.
Préstamo: ya sea transcripción fonética o préstamo puro.
Particularización: reemplazo del referente de la lengua de origen por otro más concreto de la lengua meta, generalmente un hipónimo.
Generalización: reemplazo del referente de la lengua de origen por otro más general de la lengua meta, generalmente un hiperónimo.
Para proceder con el análisis, en la Tabla 3 hemos elaborado la ficha que aplicaremos en el estudio de cada culturema.

Como se aprecia, la ficha está dividida en tres partes: en la sección A se presenta el referente material del culturema mediante fotografías, lo que facilitará su identificación y comprensión.14 En la sección B se ofrece información general del culturema en la lengua de origen, mientras que en la C se analiza el culturema en la lengua meta.
En la la sección B, se presenta información general, como el culturema (punto 1), que es la referencia de la lengua de origen, y su definición (punto 2) que, como anunciamos anteriormente, se obtiene del Diccionario didáctico coreano-español del Instituto Nacional de la Lengua Coreana (DDCE) o, en su defecto, del Gran diccionario estándar de coreano (GDEC). En la sección C, correspondiente al análisis, recogemos el contexto (punto 3) que rodea al culturema ya trasladado a la lengua meta -frase donde se incluye un pequeño fragmento textual, etc.-. Se da el caso de que en nuestro corpus aparecen culturemas en distintos contextos para los que se ofrecen traslaciones diferentes; todas ellas aparecen recogidas en el análisis. A continuación, en segmentación (punto 4), fragmentaremos, siempre que sea posible, la información procedente de la traslación del culturema. Esta fragmentación se divide en segmentos según las técnicas empleadas en el trasvase, las cuales se indicarán con un número entre corchetes. Por último, en técnicas utilizadas (punto 5), enumeraremos las técnicas que se emplean en cada segmento de la traslación.
Esta sección presenta el análisis de los 18 culturemas seleccionados pertenecientes al campo semántico de la vestimenta tradicional coreana. Para cada culturema se presenta la imagen que representa la parte de la indumentaria y en la tabla del mismo número, la ficha de análisis del término, incluyendo las técnicas de traducción empleadas, como se explicó en la sección 4. Así, los términos seleccionados son hanbok (Figura 4 y Tabla 4), goreum (Figura 5 y Tabla 5), jeogori (Figura 6 y Tabla 6), baji (Figura 7 y Tabla 7), dongjeong (Figura 8 y Tabla 8), baerae (Figura 9 y Tabla 9), jokduri (Figura 10 y Tabla 10), git (Figura 11 y Tabla 11), gat (Figura 12 y Tabla 12), kkotsin (Figura 13 y Tabla 13), chima (Figura 14 y Tabla 14), dangui (Figura 15 y Tabla 15), joggi (Figura 16 y Tabla 16), wonsam (Figura 17 y Tabla 17), magoja (Figura 18 y Tabla 18), beoseon (Figura 19 y Tabla 19), geumgwanjobok (Figura 20 y Tabla 20), durumagi (Figura 21 y Tabla 21).




































Nuestro corpus, formado por 18 culturemas, cuenta con un total de 36 ocurrencias correspondientes a los contextos de uso en los que aparecen dentro de la web VisitKorea. Con respecto al número de técnicas utilizadas, se contabilizan 135, que representamos en la Tabla 22.

Como podemos apreciar en los datos de la Tabla 22, la técnica que presenta una mayor recurrencia es el préstamo (36 apariciones), seguida de la identificación del usuario (18 casos), la generalización (17 veces) y la descripción de aspecto (16 ocurrencias).
Por otra parte, hemos de comentar cuántas técnicas se han utilizado de manera combinada para traducir cada unidad de contexto donde aparecen los culturemas (Tabla 23).

Para el análisis de los culturemas de la vestimenta coreana, se han utilizado con mayor recurrencia dos o tres técnicas simultáneamente. Así, con los datos obtenidos podemos afirmar que, debido a la gran diferencia lingüística y al contraste cultural entre los países de habla hispana y Corea, resulta imprescindible, para alcanzar la eficacia comunicativa en la traslación del culturema, recurrir a distintas técnicas traslativas. Ese esfuerzo que se realiza en la traducción de estas palabras culturales da como resultado que la guía turística pueda llegar a los lectores legos o semilegos, haciendo comprensible la información que ofrece.
En este apartado, mostramos algunas peculiaridades dignas de referir que hemos observado en el análisis de estos culturemas, a saber, aspectos textuales, marcadores de modalidad, léxico de especialidad, uso de préstamo, imprecisión léxica y aspectos diacrónicos de algunos culturemas.
De acuerdo con la tipología de géneros propuesta por Calvi (2010, pp. 22-27) mediante la cual se agrupan los textos turísticos, la página web VisitKorea puede clasificarse en la familia de los textos institucionales, puesto que se trata de una guía elaborada por una entidad pública oficial con el objetivo de promocionar el destino turístico asiático. Además, este género institucional se inscribe en el macrogénero de la página web. En el plano discursivo, se clasifica como una guía descriptiva que presenta diversos subgéneros de temáticas diversificadas: arte e historia, gastronomía, artesanía, vestimenta, etc.
La sección de la página web de donde procede nuestro corpus es de naturaleza informativa ya que ofrece datos sobre la vestimenta tradicional del país, su historia, los eventos donde se emplea, las formas de uso, los materiales de confección, etc., a diferencia del contenido de las guías convencionales de promoción del destino, en las que se destacan las funciones directiva (Calvi y Mapelli, 2010) y conativa (Suau Jiménez y Labarta Postigo, 2017, p. 205). Con respecto a la tipología textual, se trata de un texto explicativo y descriptivo, según la propuesta de Adam (1991) y expositivo, de acuerdo con la consideración de Álvarez (2018, p. 11).
Los culturemas en los textos turísticos, aparte de la función referencial que cumplen y de representar datos propios de la idiosincrasia de una cultura o área cultural manifestada en elementos verbales, surgen para intensificar la imagen positiva de un país y, consecuentemente, despliegan un significado valorativo (Calvi, 2006, pp. 67-68; Calvi y Mapelli, 2010), un exotismo que incita al viaje e invita a vivir la experiencia cultural.
Los culturemas de la vestimenta aparecen en la web acompañados de marcadores modalizadores, palabras o unidades sintagmáticas que realzan o intensifican los referentes. Así encontramos palabras de realce y ponderación como el verbo ‘armonizar’, los sustantivos ‘belleza’ y ‘elegancia’, y los adjetivos ‘elegante’ y ‘delicado’; intensificadores que describen las características de la vestimenta tradicional y la muestran más atractiva para los lectores.
Pero, por otra parte, advertimos la tendencia a la imprecisión, la indefinición, con el empleo de los llamados hedges (Lakoff, 1973): “words whose job is to make things fuzzier or less fuzzy” (p. 47), es decir, unidades léxicas o sintagmáticas que funcionan en un texto como elementos semánticamente vagos e imprecisos que impiden el acceso a una información exacta y precisa. Así, algunos de nuestros culturemas aparecen en contextos donde surgen sintagmas como ‘un tipo de’ (El kkotsin es un tipo de calzado...), ‘una especie de’ (Las niñas suelen vestir dangui, una especie de sobretodo ceremonial) y ‘una clase de’ (la mujer viste el dengui, una clase de vestido específico para ocasiones especiales). De los ejemplos se colige que las palabras empleadas para el trasvase de estos culturemas han dado como resultado técnicas de generalización (calzado y vestido) y de particularización (sobretodo); se trata, pues, de palabras que no son equivalentes semánticos exactos y, en consecuencia, se utilizan para aproximarse al referente cuando no existe un equivalente acuñado.
Siguiendo a Calvi (2019, pp. 97-98), el léxico del turismo se organiza en tres grupos: léxico especializado, transversal y de la lengua general. Los culturemas pertenecen al léxico transversal, integrado por palabras específicas de los sectores relacionados con el turismo, como el arte, la historia, la gastronomía, la arquitectura, etc. (Calvi, 2019, p. 98): por tanto, los culturemas del ámbito turístico no tienen identidad propia, no se identifican con el sector turístico más que de una manera tangencial, dado que proceden de sectores y áreas de conocimiento que vierten sus léxicos particulares al constructo híbrido del léxico del turismo. No obstante, los culturemas pasan al léxico de la lengua general, debido a la íntima relación entre las palabras culturales y la cultura popular u operativa. En este sentido, los culturemas que conforman nuestro corpus son términos o léxico especializado perteneciente a un sector determinado -el de la vestimenta- y, simultáneamente, al léxico de la lengua general en el coreano actual.
Sin embargo, hemos detectado algunos culturemas que resultan complejos de delimitar. Es el caso de, por ejemplo, donjeong (‘tira blanca y dura para el cuello de la camisa del hanbok’), baerae (‘curva de las mangas de hanbok’), dangui (‘sobretodo femenino para eventos ceremoniales’), wonsam (‘sobretodo femenino para la ceremonia nupcial’) y magoja (‘un tipo de chaqueta que se utiliza para protegerse del frío’). Se trata de culturemas raramente empleados hoy día y limitados exclusivamente a los discursos de especialidad de los sectores de la producción textil o de la historia del arte. Este fenómeno tiene que ver con el uso actual de esta vestimenta: pese a su larga tradición, se restringe su empleo a eventos especiales o festividades nacionales. Como consecuencia, estos culturemas van perdiendo su naturaleza de pertenencia a la cultura popular y van dejando de ser conocidos por los hablantes; de modo que hoy día su adquisición por parte del nativo exige de una instrucción particular.
Según hemos constatado, el préstamo es la técnica traslativa empleada con más recurrencia para mostrar el significado de los culturemas de la vestimenta; para ello el culturema se traslada directamente a la lengua meta (Hurtado Albir, 2018, p. 271). En nuestro caso, no aparece ningún préstamo puro, es decir, aquel cuyo significante está representado por grafías coreanas, sino que todos los culturemas aparecen transcritos al inglés. En cuanto a su tratamiento, podemos destacar, en primer lugar, que se ha utilizado la letra cursiva para la transcripción fonética de estos culturemas. En segundo lugar, hemos de atender al uso de los artículos -clases de palabras inexistentes en coreano-, y más en concreto, a la concordancia nominal: hemos constatado que a todos los culturemas, una vez tomados como préstamos en español, se les asigna el artículo definido masculino ‘el’ o ‘los’, a excepción del culturema chima (falda) que va precedido del femenino ‘la’ -“La chima es la falda del hanbok de la mujer”-. Este hecho se debe a la terminación mayoritaria en -o que presentan los préstamos y que subordina el empleo del masculino, y la terminación en -a de chima que se combina con el femenino; además, esta voz, al equivaler a ‘falda’, refuerza el uso como sustantivo femenino. No obstante, esta filiación no se mantiene en todos los casos ya que, por ejemplo, el culturema jeogori, cuya traducción es mediante el sustantivo femenino ‘chaqueta’, lleva el artículo ‘el’: el jeogori. Por tanto, el género parece venir determinado más por la terminación del préstamo que por la traducción al español.
Las técnicas relacionadas con la precisión léxica son el equivalente acuñado, la generalización y la particularización. El primero hace referencia, en el plano léxico, a la adopción de términos, palabras o traducciones reconocidas, razón por la cual no implica dificultad para su traducción. Entre tanto, la generalización es una técnica consistente en la selección de hiperónimos. Por el contrario, la particularización se basa en el empleo de palabras más precisas o hipónimos (Soto Almela, 2014, pp. 110 y 112). En nuestro corpus se encuentran culturemas traducidos siguiendo estas dos técnicas: ejemplos de generalización son chaqueta (jeogori y magoja), vestido (dangui), abrigo (durumagi) y calzado (kkotsin); en cuanto a la particularización, tenemos sobretodo (dangui y durumagi). Como se observa, para la traducción de durumagi se han utilizado las voces abrigo y sobretodo, y para dangui, vestido y sobretodo. Esto nos lleva a concluir que no existe en español un equivalente exacto para las dos voces coreanas anteriores. La traducción como abrigo o vestido es una generalización, mientras que sobre todo es una particularización. Como soluciones a este problema podrían emplearse la adaptación y la traducción explicativa en el plano traductológico y otros recursos extralingüísticos, como vídeos o fotografías, dependiendo del soporte y del género del texto (guía convencional, guías prácticas y guías digitales, etc.).
Beoseon (Tabla 19), cuyo significado actual es ‘calcetines tradicionales’, es un cultismo.15 Originalmente significaba, según el Gran diccionario estándar de coreano, ‘prenda hecha de hilo o tejido para arropar los pies desnudos’16 y la palabra de origen chino era mal (襪/말). Cuando se introdujeron en Corea los calcetines actuales, los denominaron yangmal (洋襪/ 양말). Yang significa occidental y -mal, como hemos dicho, prenda para los pies, lo que supone que es una palabra compuesta que significa calcetines occidentales.17 Así pues, podemos indicar que la palabra yangmal (calcetines occidentales) tienen motivación semántica o es una palabra transparente, ya que su significado surge de la suma de los significados particulares de los dos elementos del compuesto. Por tanto, beoseon era la voz con la que se denominaba cualquier tipo de prenda para los pies, si bien con la generalización del uso de los calcetines occidentales, se perdió el rasgo semántico occidental. Así en la actualidad, yangmal hace referencia a ‘calcetines’ y el beoseon, a los ‘calcetines tradicionales que se portan con la vestimenta típica coreana’. Según A. Mille (citado en Ullmann, 1976, pp. 219-220), este fenómeno consiste en un cambio de significado basado en el factor de pérdida de motivación. Guiraud (1976, pp. 76-77), lo denomina oscurecimiento de la motivación etimológica, que causa el debilitamiento del sentido de la mayoría de las palabras. En este caso, de igual modo, se oscurece el rasgo semántico yang (occidental), que se consolida como una palabra simple y única. Por su parte, beseon sufrió una restricción de sentido, ya que únicamente se refiere actualmente a los calcetines tradicionales o con forma similar a ellos. Asimismo, se produce un cambio en la relación semántica hiperónimo-hipónimo, ya que, si al principio beoseon era el hiperónimo y los calcetines (yangmal) el hipónimo, con el paso del tiempo se ha producido una inversión, dado que los calcetines se han convertido en el hiperónimo y el beoseon, en el hipónimo.
La página web VisitKorea despliega una amplia variedad de información turística funcional básica sobre Corea del Sur y su cultura. Gracias a su carácter divulgativo y su estructura discursiva -descriptiva e informativa-, aquellos lectores legos o semilegos podrán aproximarse y entender, al menos someramente, la cultura coreana. Un espacio destacado lo constituye la vestimenta tradicional coreana que, a pesar de que con el paso del tiempo ha visto limitado su uso cotidiano, se mantiene como un referente, un símbolo de esta cultura ancestral empleado en ocasiones especiales. El conjunto de atuendos típicos de Corea refleja una larga tradición histórica que representa la identidad cultural de este país asiático y, más allá de poseer un incuestionable valor histórico-artístico, está íntimamente relacionado con la cultura popular, con el sentir del pueblo. En la realización de este trabajo hemos constatado el peso de la idiosincrasia cultural manifestada en las referencias que se emplean para designar este traje singular y sus respectivos complementos; especialmente, la distancia cultural entre los atuendos coreanos e hispánicos supone una dificultad, un escollo para la traducción. Para superarlo y como resultado de la investigación, hemos comprobado que el traductor encuentra en el empleo de paráfrasis explicativas una solución eficaz para el trasvase de las palabras culturales o culturemas del coreano al español. Al contrario, otras técnicas traslativas, como la generalización o la particularización, pueden generar confusiones, al no existir una equivalencia plena entre los referentes.
Así pues, con este trabajo hemos contribuido a demostrar una vez más que la traducción y la interpretación van más allá de simple traspaso verbal; son labores complejas que requieren conocimiento lingüístico y entendimiento intercultural entre la lengua y la cultura de partida y de destino.
Aún son escasos los estudios centrados en el lenguaje del turismo desde el ámbito de la traductología coreano-español y de la lingüística, y no se ha abordado por el momento investigaciones sobre la traducción cultural en otras áreas como la arquitectura, la música, las festividades y tradiciones, etc. Con esta aportación avanzamos en la línea de trabajo dedicada a los culturemas en su traducción al español, que esperamos continuar en futuras investigaciones orientándola hacia campos inexplorados.
Intituto Nacional de la Lengua Coreana [n. d.]. Diccionario didáctico coreano-español del Instituto Nacional de la Lengua Coreana. https://krdict. korean.go.kr/spa/mainAction?nation=spa
Intituto Nacional de la Lengua Coreana [n. d.]. Gran diccionario estándar de coreano del Instituto Nacional de la Lengua Coreana. (traducción literal de 국립국어원 표준국어대사전). https:// stdict.korean.go.kr/main/main.do
Real Academia Española -RAE- (2014). Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.4 en línea]. https://dle.rae.es
National Folk Museum of Korea (2017a). Encyclopedia of Korean Culture of Basic Necessities. Clothing I. National Folk Museum of Korea
National Folk Museum of Korea (2017b). Encyclopedia of Korean Culture of Basic Necessities. Clothing II. National Folk Museum of Korea
Park Sul Nyeo Hanbok. (n. d.). http://www.hanbokhouse.co.kr/











































