Los tiempos del pasado en las lenguas rusa y española: análisis comparativo del español hablado por los inmigrantes rusos en Cataluña
Past Tenses in Russian and Spanish: Comparative Analysis of the Spanish Language spoken by Russian Immigrants in Catalonia
Los tiempos del pasado en las lenguas rusa y española: análisis comparativo del español hablado por los inmigrantes rusos en Cataluña
Lengua y Habla, núm. 21, pp. 19-28, 2017
Universidad de los Andes
Resumen: El presente artículo analiza los rasgos característicos del uso de los tiempos del pasado del modo indicativo en el lenguaje de los inmigrantes rusos en Cataluña. Se muestran las diferencias principales entre los tiempos del pasado en los dos idiomas; estas diferencias son el motivo de la influencia del ruso en el español hablado por el grupo poblacional estudiado. Se analiza cómo las relaciones aspectuales de la sintaxis rusa influyen en la producción de frases en español por los inmigrantes rusos. La investigación se realiza a partir de los datos obtenidos mediante 40 entrevistas con miembros de la diáspora rusa en la región. El estudio es relevante para la elaboración de materiales didácticos para la enseñanza del español a rusohablantes.
Palabras clave: inmigración rusa, contacto de lenguas, tiempos del pasado, análisis comparativo español-ruso.
Abstract: This article analyzes the salient features of past tense indicative in Russian immigrants living in Catalonia. Main differences in past tense between Russian and Spanish are shown; thus, these differences may be the main focus of influence from Russian into Spanish spoken by the population group of the study. Aspectual relations of Russian syntax and how they influence on Spanish spoken by Russian immigrants are analyzed. The research study is based on data from 40 interviews applied to immigrants who arrived in Catalonia after the Russian diaspora. This study may be relevant for the preparation of teaching materials for courses of Spanish as a foreign language to Russian speaking students.
Keywords: Russian immigration, language contact, past tense, Russian-Spanish contrastive analysis.
1. INTRODUCCIÓN
El español es la cuarta lengua extranjera por el número de personas que lo aprenden en Rusia; las tres primeras posiciones las ocupan el inglés, el alemán y el francés (Bagno, 2001: 611; Moiseenko, 2014: 3). Según los datos del censo de población de 2010, 152.147 ciudadanos rusos tenían un nivel de conocimiento del español, un poco más del 1% de la población total del país (Servicio Federal de Estadística Estatal).
Los hablantes nativos del ruso que dominan español forman una comunidad a la que “corresponde necesariamente un determinado sistema de isoglosas ('lengua'), más o menos diferente del que se registra en otras comunidades” (Coseriu, 1983: 51). El análisis de los rasgos característicos del español hablado por los miembros de esta comunidad es relevante no solo desde el punto de vista del estudio de la lengua de inmigración, sino que también permite estudiar los fenómenos de la interferencia y del contacto de lenguas. Uno de los aspectos en que se observa frecuentemente la interferencia del ruso son los tiempos del pasado.
Las diferencias entre los sistemas verbales de las lenguas rusa y española fueron estudiadas en varios trabajos científicos. Se trata de estudios en que se realiza el análisis contrastivo de las dos lenguas. Sin embargo, los resultados de estas investigaciones son de gran utilidad en la elaboración de la metodología de la enseñanza del español a rusohablantes. Vinográdov & Miloslavskiy (1980), en su serie de artículos dedicados a la comparación de las gramáticas rusa y española, prestan atención al uso de los verbos en español y en ruso. Górbova (2014) compara el pretérito perfecto (simple y compuesto) en español y los verbos de aspecto perfectivo en ruso y llega a la conclusión de que el sentido perfectivo del verbo ruso no está relacionado con los aspectos perfectivo e imperfectivo (a diferencia del verbo español). Entre las obras en español, destacan dos estudios de Mañas Navarrete (2010, 2011) en que se analiza el uso de los verbos del pasado en el español hablado por los estudiantes universitarios rusos. Las dos investigaciones fueron elaboradas a partir de la experiencia docente del autor y plantean la cuestión de las diferencias entre los sistemas verbales de los dos idiomas en el marco de la enseñanza del español como lengua extranjera. Las dificultades de los rusohablantes en el aprendizaje de los tiempos del pasado en español fueron reflejadas en los estudios de Guzmán Tirado (1993) y Guzmán Tirado & Herrador del Pino (2002); además, tiene un interés científico el trabajo del sueco Westerholm (2010). La comparación de las relaciones aspectuales y temporales en las dos lenguas es estudiada en las investigaciones de Guzmán Tirado & Herrador del Pino (2000) y Drosdov Díez (2002). Este tema también es tratado en el artículo de Bajic (2006) y la ponencia de Markic (2000), pero en ambos trabajos el español es comparado con las lenguas eslavas en general. Los ejemplos en el primer caso son del serbio y en el segundo, del esloveno.
Las investigaciones arriba mencionadas se basan en traducciones de textos literarios (por ejemplo, Górbova, 2014) o en el lenguaje de los rusohablantes que tienen un nivel alto de competencia lingüística en español (Mañas Navarrete, 2010). Sin embargo, la mayoría de los rusos que dominan español no producen textos literarios en este idioma y no tienen un nivel que pueda ser calificado como 'alto' (C1 o C2). De esta manera, nos parece oportuno analizar los rasgos característicos del español hablado por los rusos que no sean estudiantes de facultades de filología y que dominen la lengua a un nivel bajo o medio. Como ejemplo de comunidades formadas por este tipo de hablantes podemos mencionar las de los inmigrantes rusos en España.
2. METODOLOGÍA
Hemos elaborado el presente artículo a partir del material recogido durante la realización de una investigación sobre la integración lingüística de los inmigrantes rusos en España, en el territorio de la comunidad autónoma de Cataluña. Entrevistamos a 40 inmigrantes rusos de la primera generación residentes en la región, 24 informantes son mujeres y 16 son hombres. La edad de los informantes oscila entre 17 y 65 años. Todos ellos llegaron a España después de la disolución de la URSS; la mayoría de los informantes (37 personas) pertenece a la migración del siglo XXI (solo tres personas emigraron de Rusia antes de 2000). 14 informantes llegaron a Cataluña en el período entre 2000 y 2004; 12, en 2005-2009; 11, en 2010-2015. La repartición de los informantes por el tiempo de residencia está de acuerdo con la dinámica de crecimiento de la diáspora rusa en la región, según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Institut d´Estadística de Catalunya).
Las lenguas de las entrevistas fueron el español y el ruso. La conversación se centró en la biografía del informante, su integración a la sociedad española y sus problemas en el aprendizaje del español. La duración media de cada entrevista fue aproximadamente de 45-60 minutos. Las conversaciones fueron grabadas con un iPad y transcritas en ortografía convencional. El corpus de los textos recogidos permite estudiar los rasgos característicos del uso de los tiempos del pasado en el español de los informantes encuestados.
En el presente artículo analizamos solo el uso de los tiempos del indicativo. El modo subjuntivo en ruso se usa menos frecuentemente que en español; además, el subjuntivo ruso no tiene formas temporales. Las diferencias entre las dos lenguas en la utilización del subjuntivo son el motivo de numerosas transferencias en el español hablado por rusos. El análisis de estas transferencias sobrepasa los límites de este artículo y requiere una investigación centrada en el uso del subjuntivo por el grupo poblacional estudiado.
3. DIFERENCIAS ENTRE LOS SISTEMAS VERBALES DEL RUSO Y DEL ESPAÑOL
El sistema verbal español es una de las áreas más difíciles de aprender para los rusohablantes. Mañas Navarrete (2011: 31) nota que “el sistema morfológico del tiempo verbal en español es más complejo que el ruso”. La forma del verbo ruso indica el tiempo y el carácter del desarrollo de una acción (acabada / no acabada), mientras que “el sistema verbal español tiene otros marcadores de características temporales” (Vinográdov & Miloslavskiy, 1980: 48), por ejemplo, la vinculación de la acción con el presente o con otro momento temporal. Además, en español hay 16 tiempos verbales, de los cuales 8 se refieren al pasado (pretérito perfecto simple de indicativo, pretérito perfecto compuesto de indicativo, pretérito imperfecto de indicativo, pretérito pluscuamperfecto de indicativo, pretérito anterior de indicativo, pretérito imperfecto de subjuntivo, pretérito perfecto de subjuntivo y pretérito plusacuamperfecto de subjuntivo) (NGLE, 2009: 1676). A la vez, el ruso tiene solo 3 tiempos (pasado, presente y futuro).1 En consecuencia, en el sistema verbal ruso, la categoría de aspecto adquiere más importancia que en español; en Guzmán Tirado (2002: 421) se observa que “mientras en español es la categoría del tiempo la que predomina en el sistema verbal, en el ruso es el aspecto, que abarca todas las formas verbales”. La ausencia de tiempos verbales que marquen el carácter del desarrollo de una acción está compensada por el hecho de que en el ruso hay verbos de aspecto perfectivo y verbos de aspecto imperfectivo que forman parejas aspectuales (Mañas Navarrete, 2010: 38).
En las parejas aspectuales del sistema verbal ruso, los dos verbos que forman una pareja tienen un mismo significado léxico, por ejemplo, спасти (spasti) – спасать (spasat), “salvar”. La diferencia entre ellos está relacionada solo con el valor aspectual: verbo de aspecto perfectivo – verbo de aspecto imperfectivo. Generalmente las raíces de los verbos que forman una pareja aspectual coinciden; la formación de otro verbo se realiza con un sufijo (como en el ejemplo arriba mencionado) o con un prefijo, por ejemplo, есть (est) – съесть (siest), “comer”. Sin embargo, algunas parejas aspectuales se componen de verbos de raíces diferentes, por ejemplo, говорить (govorit) – сказать (skazat), “decir”.
Los sistemas verbales de las lenguas española y rusa se distinguen no solo por las relaciones aspectuales sino también por las temporales. La concordancia de tiempos en el español permite distinguir los tiempos absolutos y tiempos relativos. Los tiempos absolutos concuerdan con el momento del habla, los relativos concuerdan con el tiempo de otra acción (Vinográdov y Miloslávski 1980: 49). En el sistema verbal ruso no existe esta división, esto es, todas las formas verbales del ruso pueden ser absolutas o relativas según el contexto. Bajic (2006: 150) relaciona este hecho con la “no referencialidad temporal del aspecto”. Nota que “siendo la propiedad fundamental del sistema verbal eslavo, el aspecto ejerció una neutralización de los rasgos referenciales de los tiempos verbales que se iban convirtiendo en meros denotadores de la ubicación en el eje temporal, desligados unos de otros y del momento de habla” (ibíd.).
Las diferencias en las relaciones temporales y aspectuales entre los verbos rusos y españoles reflejan dos maneras distintas de percibir el mundo. Para referirse a una acción en el pasado, “para un nativo ruso lo más relevante y sustancial es marcar la multiplicidad de la acción, clasificarla según se trate de una acción única y acabada o una acción reiterativa y no consumada” (Mañas Navarrete 2010: 60-61). Si se trata de una acción duradera en el pasado, es más natural emplear un verbo de aspecto imperfectivo.
4. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Las diferencias entre los sistemas verbales de los dos idiomas llevan a la aparición de numerosas transferencias en el habla del grupo poblacional estudiado. La ausencia de parejas aspectuales en el español lleva a la confusión entre el pretérito perfecto y el pretérito imperfecto en el lenguaje de los inmigrantes rusos en España. La conciencia lingüística rusa lleva a percibir el imperfecto español como un análogo de los verbos de aspecto imperfectivo en el ruso, sin embargo, en el caso de estos últimos, “el eje conceptual se centra en la consideración del desarrollo paulatino de la acción expresada por el verbo” (Drosdov Díez, 2002: 34), esto es, la acción puede ser acabada o inacabada, mientras que el imperfecto español “presenta las situaciones en su curso” y no alude a su comienzo ni a su final (NGLE, 2009: 1743). De esta manera, en los hablantes encuestados, registramos numerosas frases en que usan el imperfecto para referirse a una acción duradera, pero limitada en el tiempo:
(1) Volví a Rusia y un año estaba trabajando.
(2) Durante diez años que estudiaba en la escuela.
En ambas frases en el ruso es más común el uso de los verbos de aspecto imperfectivo (работал – учился, “trabajaba” – “estudiaba”), aunque teóricamente es posible utilizar el aspecto perfectivo en este contexto (проработал – отучился, “trabajé / he trabajado” – “estudié / he estudiado”). El aspecto perfectivo es solo 'teóricamente' posible porque en las dos frases se trata de una acción que tuvo una larga duración. Páducheva (1996: 58) notó que los verbos rusos de aspecto imperfectivo expresan una acción potencialmente reiterativa, mientras que los de aspecto perfectivo, una acción “única” (единичное). El hecho de haber estudiado en la escuela durante 10 años puede ser percibido como un acontecimiento único y corto solo desde el punto de vista de una perspectiva histórica, por ejemplo, al explicar una biografía en breves palabras.
En algunos casos, la tendencia de uso excesivo del imperfecto en lugar del perfecto lleva a la aparición de frases españolas estilísticamente marcadas:
(3) Pero yo vengo aquí para trabajar, para ayudar que estudien mis hijos. Por fin, mis hijos terminaban universidades y han venido aquí los dos.
En el ejemplo (3), notamos el uso del imperfecto narrativo que es característico de la lengua escrita, del lenguaje periodístico o literario (NGLE, 2009: 1760). El uso del imperfecto en el contexto de (3) no solo es atípico para el español hablado, sino que tampoco puede ser explicado por una influencia rusa (más común en el ruso sería una frase con un verbo perfectivo, Наконец мои дети закончили учебу в университете, (Nakonets moi deti zakonchili uchebu v universitete), “Por fin, mis hijos terminaron / han terminado sus estudios en la universidad”.
Otro rasgo característico del uso de los tiempos del pasado por los rusohablantes encuestados es la confusión entre el pretérito perfecto simple y el pretérito perfecto compuesto (las formas canté y he cantado). En la conciencia lingüística rusa no hay diferencia entre estos dos tiempos, ambos presentes en el español de Cataluña. Las formas verbales rusas no expresan la idea del contacto con el momento de habla; la carga semántica recae en otros elementos lingüísticos, por ejemplo, en el contexto o en la situación comunicativa. Por este motivo, la oposición canté / he cantado resulta poco comprensible para los rusos que aprenden español. Según nuestras observaciones, los inmigrantes rusos encuestados tienden a evitar el uso del pretérito perfecto simple a favor del pretérito perfecto compuesto:2
4) Cuando era joven, me he casado.
(5) He tirado todas las botellas a la basura (refiriéndose a un acontecimiento que pasó hace unos años).
En estos ejemplos, podemos observar la interpretación de aoristo del pretérito perfecto compuesto. Algunos investigadores sostienen la idea sobre la tendencia de una posible igualación de las formas canté y he cantado en relación al momento de habla. Ya en 1900, Meyer-Lübke (1900: 134) escribió: “Ici aussi les grammairiens se sont efforcés d’établir une délimitation entre canté et he cantado, mais sans y réussir, car en réalité il n’est guère possible de mettre en doute leur équivalence”. Más tarde esta suposición fue expresada por Lorenzo (1966).3 Sin embargo, en la actualidad, en el español de Cataluña hay una distinción de funciones de canté y he cantado. De esta manera, la alteración entre estas dos formas por los rusohablantes encuestados es debida a la influencia de su lengua materna. Esta transferencia es evidente en las frases en que los informantes mezclan los dos tiempos en un contexto, por ejemplo:
6) Cuando he venido aquí, me apunté al curso de catalán.
(7) Mi madre ha nacido en Novosibirsk y mi padre nació en el norte.
En (6) y (7) no se percibe la diferencia entre el pretérito perfecto simple y el compuesto; los dos tiempos se usan como equivalentes.
Uno de los factores que pueden ser motivo del uso preferente de la forma compuesta es la influencia del catalán. En esta lengua existe no solo el perfet compost (análogo del pretérito perfecto compuesto), sino también dos formas del passat (análogo del pretérito perfecto simple). Este último tiene la forma simple (cantí) y la forma compuesta o perifrástica (vaig cantar). En la lengua hablada se usa casi exclusivamente vaig cantar, mientras que la forma simple se conserva en el lenguaje literario y en algunas variedades diatópicas del catalán (Pérez Saldanya, 2008: 2624). El uso solo de estas dos formas compuestas (he cantat – vaig cantar), para expresar el pretérito en el catalán, puede llevar a la sustitución de la forma simple por la compuesta en el español, por lo menos en el lenguaje de los inmigrantes rusos que utilizan el catalán más frecuentemente que el español (5 informantes, el 12,5% de los encuestados, prefieren expresarse en el catalán; en el discurso español tienden a sustituir la forma simple por la forma compuesta). De todas maneras, la posible influencia del catalán es solo uno de los motivos que provocan el fenómeno observado. La importancia del factor catalán puede ser determinada solo después de realizar unas investigaciones sobre la lengua de los inmigrantes rusohablantes en otras regiones de España y América Latina y de comparar los datos obtenidos con los de los rusos en Cataluña.
Además de registrar el uso frecuente de la forma he cantado en la variedad estudiada del español, notamos algunos casos de caída del verbo auxiliar en el pretérito perfecto compuesto. Este fenómeno se observa en el habla de 8 informantes (el 20% de los encuestados); todos ellos con un nivel bajo de competencia lingüística en español. En todos estos informantes, el porcentaje de las formas del pretérito perfecto compuesto sin el verbo auxiliar no supera el 10% de las realizaciones de este tiempo:
(8) Acabado universidad en Rusia y luego venido aquí.
(9) Entonces trabajado ocho meses.
Podemos suponer que el fenómeno observado esté relacionado con la ausencia del verbo auxiliar en los tiempos del pasado en la lengua rusa. La frase (8) en el ruso sería Закончил университет в России и затемприехал сюда (Zakonchil universitet v Rossii i zatem priejal siuda), “Me gradué de la universidad y vine aquí”. En el contexto de la conversación se sobreentiende que se trata de la primera persona, por eso el sujeto puede omitirse. De esta manera, (8) y (9) se forman en español de manera similar a la de la sintaxis rusa; el participio pasado español sustituye a la forma del tiempo pasado en ruso.
El pluscuamperfecto español es un tiempo raramente usado por los inmigrantes rusos. Esta forma verbal es aspectualmente perfectiva y a los rusohablantes les parece excesiva la presencia en el español de una forma perfectiva más. Además, el pluscuamperfecto español no tiene análogo en el ruso moderno. Las formas rusas del tipo отплясывал (otpliasyval), “había bailado”, pueden ser estudiadas como pluscuamperfecto, pero no representan un tiempo verbal distinto del pasado en –л (-l). El pluscuamperfecto fue presente en el antiguo eslavo oriental pero, en la actualidad, de este tiempo solo quedan unas formas del tipo я пошел было (ya poshel bylo), “yo había ido”; además, el pluscuamperfecto se conserva en algunas hablas del norte de Rusia (Petrújin & Sichinava, 2006: 206-208).
La tendencia de evitar el uso del pluscuamperfecto español por los rusohablantes es señalada por Mañas Navarrete (2010: 114). El investigador de Barcelona indica que
la evitación es la causa principal que podemos encontrar para explicar el uso del pretérito pluscuamperfecto: su discreta presencia en el corpus y su porcentaje de error. La táctica de evitar el uso de una forma percibida como poco segura es una estrategia que, si tenemos en cuenta los resultados del resto de estudios, afecta de forma transversal a todos los estudiantes hablantes de una lengua materna que no posea esta forma verbal.
La explicación de Mañas Navarrete sobre el uso escaso del pluscuamperfecto en el español de los rusohablantes parece lógica en relación con la conducta verbal de los miembros de la diáspora rusa en Cataluña. Otro posible motivo de la tendencia observada puede ser la ya señalada preferencia de los inmigrantes rusos de usar la forma he cantado en lugar de canté. Sin embargo, esta explicación puede ser aplicada solo en algunos casos aislados, porque a menudo nos topamos con la interpretación de aoristo del pretérito perfecto compuesto.
Una tendencia más debida a la influencia del ruso en el habla de los informantes encuestados es la frecuente ausencia de la concordancia temporal. Como ya hemos mostrado, el ruso carece de la concordancia de tiempos. Por este motivo, son frecuentes las transferencias relacionadas con el fenómeno en el habla de los inmigrantes rusos.
La ausencia de la concordancia temporal en su lengua materna lleva a los rusos encuestados a producir frases del tipo:4
(10) Él cada día estaba apuntando palabras que no conoce.
(11) Eso te daba ventaja porque el número de alumnos es muy limitado.
5. CONCLUSIONES
El análisis de los rasgos característicos de los tiempos del pasado en el español hablado por los inmigrantes rusos muestra que su lenguaje experimenta una influencia considerable del sistema verbal ruso. Los informantes tienden a simplificar el sistema verbal español. Entre los fenómenos relacionados con esta simplificación podemos señalar la tendencia de evitar el uso del pluscuamperfecto debida a la ausencia de este tiempo en la lengua rusa. Además, los informantes encuestados tratan de utilizar solo una forma del pretérito perfecto en lugar de las dos usadas en el español en Cataluña (pretérito perfecto simple y pretérito perfecto compuesto). La preferencia por la forma compuesta puede ser explicada no solo por una transferencia del ruso, sino también por la influencia del catalán. En el 20% de los encuestados registramos varios casos de la caída del verbo auxiliar en el pretérito perfecto compuesto (cantado en lugar de he cantado). Además, los rusohablantes a menudo prescinden de la concordancia de tiempos. Este fenómeno es debido a la ausencia de la concordancia temporal en el sistema verbal ruso.
En el corpus analizado se observa que las relaciones aspectuales en la lengua rusa influyen en el español. Esta influencia se manifiesta en el uso excesivo del imperfecto de indicativo que a menudo sustituye al pretérito perfecto de indicativo en el lenguaje del grupo poblacional estudiado. Los fenómenos registrados muestran el carácter de las diferencias entre los sistemas verbales de las dos lenguas. La descripción del uso de los tiempos del pasado en el lenguaje del grupo poblacional estudiado en las futuras investigaciones permitirá obtener más información sobre los procesos de la interferencia y sobre el contacto lingüístico entre el español y el ruso. Esta información será relevante para el desarrollo de la metodología de la enseñanza de la lengua española a rusohablantes.
Referencias
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Notas