Semántica y morfosintaxis del adjetivo en la Lengua de Señas Argentina desde un enfoque cognitivo

Semantics and morphosyntax of the adjective in Argentine Sign Language within the Cognitive Linguistics framework

Rocío Anabel Martínez
Universidad de Buenos Aires, Argentina

Semántica y morfosintaxis del adjetivo en la Lengua de Señas Argentina desde un enfoque cognitivo

Lengua y Habla, núm. 21, pp. 151-174, 2017

Universidad de los Andes

Resumen: En este trabajo, presento el análisis del adjetivo dentro de un nominal en la Lengua de Señas Argentina desde la Lingüística Cognitiva (Lakoff, 1987; Langacker, 1987, 1991; Hopper, 1988), partiendo de un corpus compuesto por cuatro horas de discursos reales de 32 señantes Sordos argentinos. En particular, analizo el impacto que provoca un grupo de variables semánticas en la morfosintaxis de cada uno de los adjetivos instanciados en dichos discursos. A partir de una metodología cualitativa y cuantitativa, muestro que cuanto más cercano esté el adjetivo de la conceptualización del participante focal (es decir, el sustantivo al que modifica) desde un punto de vista semántico, más cercano se encontrará en la morfosintaxis. Puntualmente, las cualidades más cercanas a la conceptualización del participante focal ocuparán una posición morfológica (intranominal), mientras que los que estén más alejados ocuparán una posición sintáctica (prenominal o posnominal).

Palabras clave: Lengua de Señas Argentina, Lingüística Cognitiva, adjetivo, semántica, morfosintaxis.

Abstract: In this paper, I present the analysis of the adjective within a nominal structure in Argentine Sign Language (LSA), from a Cognitive Linguistics approach (Lakoff, 1987; Langacker, 1987, 1991; Hopper, 1988). The data consists of four hours of real discourses from 32 Deaf LSA signers. I analyse the impact that a selection of semantic variables has in the morpho-syntax of each of the adjectives instantiated in the above-mentioned discourses. I use both a qualitative and a quantitative methodology to show that the closer the adjective is to the conceptualization of the focal participant (the noun it modifies) from a semantic point of view, the closer it will be in morpho-syntax. Specifically, qualities that are closer to the conceptualization of the focal participant will have morphological position (intranominal), whereas the other ones will have syntactic position (prenominal or postnominal).

Keywords: Argentine Sign Language, Cognitive Linguistics, Adjective, Semantics, Morpho-syntax.

1. INTRODUCCIÓN

a Lengua de Señas Argentina (LSA) es una lengua natural, distinta del español, que se transmite en la modalidad viso-espacial.1 Los señantes naturales son las personas Sordas que forman parte de la comunidad Sorda argentina.2 La LSA no es un sistema de comunicación inventado sino una lengua completamente desarrollada que se transmite de generación en generación. Por ende, al igual que cualquier lengua oral, posee una estructura gramatical completa y compleja (Massone, 1993; Massone y Machado, 1994; entre otros).

En la presente investigación, pretendo continuar con los estudios del adjetivo dentro de un nominal en la LSA desde un enfoque cognitivo (Lakoff, 1987; Langacker, 1987, 1991 y 2008, fundamentalmente). Para ello, realizo un abordaje cualitativo y cuantitativo de nominales que poseen (al menos) un adjetivo en su interior en un cuerpo de datos compuesto por discursos reales de señantes naturales de la LSA. Tal como he observado junto al equipo de investigación al que pertenezco (Martínez, 2014, 2015, 2016; Martínez y Morón, 2013a y 2016; Caballero Menas, 2016; Clariá, 2016), los adjetivos dentro del nominal en la LSA tienen un funcionamiento particular, dado que en algunos casos la cualidad forma parte de la estructura del sustantivo, como, por ejemplo, la altura en el objeto [EDIFICIO]: EDIFICIO-ALTO,3 mientras que en otros casos la cualidad se relaciona con el sustantivo al que modifica sintácticamente, como es el caso del tamaño del objeto [BARCO] en el nominal de la LSA: BARCO GRANDE.

El objetivo primordial de este trabajo es encontrar una explicación más general para el funcionamiento semántico y morfosintáctico de estas unidades de la LSA. En este marco, pretendo abordar la siguiente hipótesis: cuanto más cercano esté el adjetivo de la conceptualización del participante focal (es decir, el sustantivo con el que se relaciona) desde el punto de vista semántico, más cercano se encontrará en la morfosintaxis.

2. ALGUNOS PRINCIPIOS BÁSICOS DEL ENFOQUE COGNITIVO

La Lingüística Cognitiva posee dos objetivos primordiales: por un lado, establecer correspondencias entre la estructura lingüística, la cognición y la corporeización (o embodiment en inglés) y, por otro lado, estudiar el lenguaje como un proceso dinámico de construcción de sentido (Hopper, 1988; Lakoff, 1987; Langacker, 1987, 1991 y 2008). Respecto del primer objetivo, se considera que el lenguaje se encuentra integrado a otras facultades de la cognición humana. Por este motivo, la Lingüística Cognitiva se interesa por analizar el funcionamiento de distintos mecanismos cognitivos, tales como la metáfora conceptual o la metonimia conceptual, que motivan las expresiones lingüísticas, pero que no son exclusivas del dominio lingüístico sino que pueden observarse en otras manifestaciones no lingüísticas (Cf. Lakoff y Johnson, 1995 [1980]; Johnson, 1987; Lakoff, 2006 [1993]; Castaño y Hilferty, 2011; entre otros).

Específicamente, la metáfora conceptual es un mecanismo cognitivo que permite “entender y experimentar un tipo de cosa en términos de otra” (Lakoff y Johnson, 1995 [1980]: 19). Expresiones tales como “esta relación no está yendo a ningún lado” o “debíamos tomar diferentes caminos” son frases del español que remiten a la misma metáfora conceptual: EL AMOR (B) ES UN VIAJE (A).4 Como se puede observar en estos ejemplos, la metáfora es un mapeo asimétrico y parcial entre dominios conceptuales (B → A). Este mapeo surge de la asociación de un dominio de origen (A) y un dominio de destino (B). Originario del campo de las matemáticas, el mapeo o mapping es un término que se refiere a las correspondencias sistemáticas entre dos ideas muy relacionadas (en los casos mencionados: el amor en términos de viaje) (Lakoff, 2006 [1993]). Por su parte, la metonimia conceptual da cuenta de una asociación entre dos elementos que pertenecen a un mismo dominio, a diferencia de la metáfora, que relaciona un dominio de origen con otro de destino (Lakoff y Johnson, 1995 [1980]: 74). La metonimia conceptual puede ser entendida como una relación origen/ destino o punto de referencia/ meta: la entidad designada A por una expresión metonímica (“Habrá una gran fuga de cerebros en nuestro país”) sirve como origen o punto de referencia para acceder a otra entidad B, destino o meta (profesionales/científicos).

Respecto del segundo objetivo general de la Lingüística Cognitiva, el significado no es una parte accesoria de la lengua, sino la misma razón de ser de la gramática. Tal como sostiene Langacker (1987: 5): “the most fundamental issue in linguistic theory is the nature of meaning and how to deal with it”. Asimismo, desde esta perspectiva, el significado se entiende de una forma amplia, es decir, no como una entrada de diccionario objetiva, fija e independiente de la experiencia, sino como parte de nuestro conocimiento del mundo.

Según Geeraerts (2006 [1993]: 4-6), desde este marco teórico el significado tiene cuatro grandes propiedades: (i) El significado incluye una perspectiva. No es un reflejo objetivo del mundo, sino una manera de construirlo. Así, “el hueco está bajo la ventana” y “la ventana está sobre el hueco” no son expresiones equivalentes puesto que cada una centra su atención en distintos participantes (el hueco o la ventana). (ii) El significado es dinámico y flexible. No se identifica con conceptos sino con conceptualizaciones. Langacker (2008: 30) utiliza este término para resaltar la naturaleza dinámica del significado. Esta es entendida en términos amplios para incluir cualquier faceta de la experiencia mental, esto es: no sólo nociones intelectuales, sino también sensoriales, motoras y afectivas; concepciones nuevas y establecidas; comprensión del contexto no sólo lingüístico, sino también físico, social y cultural; concepciones que se desarrollan y desenvuelven en un tiempo, más que simultáneamente manifiestas. (iii) El significado es enciclopédico y no-autónomo. Se integra a nuestro conocimiento del mundo y, por ende, se encuentra conectado a otros mecanismos cognitivos. Por eso, el enfoque cognitivo rechaza las distinciones clásicas entre denotación y connotación o entre semántica y pragmática. (iv) El significado se basa en el uso y en la experiencia. En la lengua que utilizamos se refleja nuestra experiencia biológica y cultural.

3. ESTUDIOS COGNITIVOS DEL ADJETIVO DENTRO DEL NOMINAL EN LA LENGUA DE SEÑAS ARGENTINA

El presente trabajo forma parte de un proyecto de investigación mayor sobre el nominal en la Lengua de Señas Argentina (LSA) desde el enfoque cognitivo (Martínez, 2014, 2015 y 2016; Martínez y Morón, 2013a y 2016; Caballero Menas, 2016; Clariá, 2016).5

Respecto del adjetivo dentro del nominal, a diferencia de las primeras descripciones de la LSA, que no consideraban la existencia del adjetivo como clase de palabras en dicha lengua (Cf. Massone, 1993; Massone y Machado, 1994), partimos de la idea de que el enfoque cognitivo (Lakoff, 1987; Langacker, 1987, 1991; Hopper, 1988) es el marco teórico más adecuado para dar respuesta a la cuestión del adjetivo como clase de palabras en la LSA.6

Desde el enfoque cognitivo, consideramos que una unidad léxica pertenece a una clase de palabras solo en un contexto discursivo en particular (y nunca de forma aislada) (Hopper y Thompson, 1984; Hopper, 1988). En relación con esto, según Langacker (2008: 98), lo que determina la pertenencia de una unidad a una clase de palabras no es su contenido conceptual general, sino la naturaleza de su perfil en particular. Por ende, a priori no podríamos establecer si la seña de la LSA BLANCO es un sustantivo, un verbo o un adjetivo, entre otras posibilidades. Desde esta perspectiva, la seña BLANCO será considerada como perteneciente a un esquema adjetivo si en el contexto discursivo perfila una relación atemporal cuyo único participante focal es una [COSA], esto es: si se relaciona con un sustantivo sin poner el tiempo en foco. Esto se observa, por ejemplo, en las glosas (1), puesto que BLANCA tiene como único participante focal el sustantivo PARED, restringiendo su designación sin poner en foco un desarrollo temporal.

(1)

A continuación, resumo tres investigaciones que conforman los antecedentes directos del presente trabajo, a saber: Martínez y Morón, 2013a; Martínez, 2014 y Martínez y Morón, 2016.

Para empezar, en Martínez y Morón (2013a) se presenta una primera aproximación al estudio de sustantivos concretos en la LSA desde el enfoque cognitivo. Específicamente, se analiza el funcionamiento de dos mecanismos cognitivos, la metonimia y la iconicidad cognitiva, en la formación de las señas sustantivas concretas de la LSA extraídas de un cuerpo de datos de señantes reales de la lengua. En este trabajo, se observa que los sustantivos concretos del corpus se encuentran formados en mayor medida apoyándose en dos grandes tipos de metonimias conceptuales, esto es: CARACTERÍSTICA PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (CxO) y ACCIÓN PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (AxO). Por ejemplo, la seña CASA, en las glosas (2), está formada por un proceso de lexicalización, a partir de la metonimia CxO, ya que una parte prototípica del objeto [CASA], que es su techo, conforma la totalidad del objeto. Entonces, la seña CASA no significa ‘techo’ ni ‘techo de la casa’ sino que designa el objeto completo. Y, más estrictamente, de todos los tipos de casas, la seña CASA adopta la forma de un techo a dos aguas, que es en sí mismo un ejemplo prototípico del objeto [CASA]. En las glosas (3), la seña PILETA es el resultado de un proceso de conversión que se apoya en la acción prototípica del nadador: las brazadas que da cuando está inmerso en el agua de la pileta. En consecuencia, la seña se forma a partir de la metonimia AxO, es decir, la brazada del nadador (acción típicamente realizada en una pileta o piscina) conforma la totalidad del objeto [PILETA].

(2)

(3)

(Ejemplos extraídos de Martínez y Morón, 2013a: 229)

Asimismo, en Martínez y Morón (2013a) se observa que este mecanismo metonímico asociado al proceso de formación de dichas señas se relaciona con el principio de iconicidad cognitiva, entendida esta no como la relación entre signo lingüístico y referente extralingüístico, sino como la relación de distancia existente entre los polos semántico y fonológico de una estructura simbólica en la misma región de un espacio conceptual (Wilcox, 2004).

En segundo lugar, en Martínez (2014) se pone en relación los resultados recién mencionados sobre sustantivos concretos de la LSA con expresiones de la misma lengua relativas a la dimensión. Lo que se observa, puntualmente, es una diferencia en la forma en la que se conceptualiza la dimensión en sustantivos concretos de la LSA en un cuerpo de datos de señantes de la lengua. Por un lado, en la LSA hay un grupo de nominales compuestos por sustantivos que modifican su estructura interna para dar cuenta de un significado relativo a la dimensión, como EDIFICIO-ALTO o PELOTA-GRANDE. Por otro lado, en esta misma lengua hay un segundo grupo de nominales compuestos por sustantivos que se relacionan sintácticamente con adjetivos de dimensión, como BARCO GRANDE o PERRO PEQUEÑO. Los resultados de esta investigación muestran que la dimensión se instancia sintáctica o morfológicamente de acuerdo con los valores que arrojan tres variables cualitativas del sustantivo: (i) el tipo de mecanismo metonímico sobre el que se apoya el proceso de creación léxica; (ii) la existencia de contacto fonológico o no entre articuladores y (iii) el número de manos (seña bimanual vs. seña unimanual).

Por último, en Martínez y Morón (2016) se realiza una primera aproximación a la sintaxis posicional de los adjetivos dentro de un nominal en la LSA. Se observa, en primer lugar, que existen tres posiciones del adjetivo respecto del núcleo sustantivo: dos de ellas son sintácticas, prenominal (LINDO CAMINO) y posnominal (CASA NUEVA), y la tercera es morfológica, intranominal (PASILLO-LARGO). En segundo lugar, se muestra que la posición posnominal es la preferida por los señantes, dado que es la que mayor frecuencia de aparición obtuvo en un cuerpo de datos de señantes reales de la LSA. Por último, respecto de las posiciones sintácticas, se observa una asociación entre posición prenominal y bajo grado de contraste con otras entidades similares presentes o latentes en el discurso mientras vs. posición posnominal y alto grado de contraste con otras entidades similares presentes o latentes en el discurso.

4. METODOLOGÍA Y CUERPO DE DATOS

4.1. Construcción del cuerpo de datos

El cuerpo de datos de la presente investigación ha sido construido con la activa participación de miembros de la comunidad Sorda argentina. Dicho cuerpo de datos está compuesto por 47 videos de distintos discursos reales en LSA de 32 señantes naturales. Específicamente, participaron en la construcción de este cuerpo de datos un total de 32 personas Sordas: 15 hombres y 17 mujeres. Todos ellos son adultos Sordos que poseen un alto grado de participación en actividades de la comunidad Sorda argentina.

El cuerpo de datos consta de 47 videos que, sumados, poseen una duración de cuatro horas de filmación. Tanto para la construcción de este cuerpo de datos como para su análisis, la participación observante resultó de fundamental importancia dado que,7 por un lado, permitió filmar una variedad de situaciones de intercambio comunicativo de la comunidad Sorda y, por otro lado, permitió la concreción de distintas entrevistas antropológicas, que son instancias de reflexión metalingüística.8

El cuerpo de datos ha sido transcripto en glosas, siguiendo las convenciones de Massone y Machado (1994: 92-95). La glosa no es una traducción sino una convención de transcripción de lenguas de señas, que intenta utilizar la(s) palabra(s) de una lengua escrita con el significado más próximo de la seña, respetando su orden sintáctico. Se escribe en mayúsculas (MUJER) y con guiones, si se requiere más de una palabra escrita para una única seña (AVIÓN-DESPEGAR). Cuando la seña posee información gramatical relevante, esta se escribe en minúsculas y entre paréntesis, a continuación de la glosa en mayúsculas. Por ejemplo, la intensificación y el plural se marcan de la siguiente forma: LINDO(intens.) (en español, lindísimo) y PERSONA(pl.) (en español, personas). Los rasgos no manuales con función sintáctica o pragmática se marcan en una línea superior a las glosas.

4.2. Metodología de análisis

En el cuerpo de datos identifico un total de 438 nominales que contienen (al menos) un adjetivo que se relaciona con un participante focal (en términos de clases de palabras, un sustantivo). Debido a que desde el enfoque cognitivo considero que los sustantivos no son por sí solos, concretos o abstractos, comunes o propios, sino que participan de esquemas nominales concretos o abstractos, comunes o propios en una cuestión de grado (Borzi, 2012), observamos que los 438 nominales pertenecen a distintos tipos de esquema nominal. Respecto al continuum concreto/abstracto (ver Tabla 1), identifico una mayor productividad de nominales [+concretos] que incluyen (al menos) un adjetivo (71%), aunque se observa, asimismo, un porcentaje también significativo de nominales [+/-concretos] (18%) y de nominales [-concretos] (12%) que incluyen (al menos) un adjetivo. Por el contrario, en el continuum común/propio (ver Tabla 2), hay una diferencia abismal entre los resultados obtenidos para nominales [+comunes] que incluyen (al menos) un adjetivo (95,2%) y los restantes casos: 4,3% para [+/-común] y 0,5% para [-común]. Esta clara preferencia en la aparición de adjetivos dentro de esquemas nominales comunes resulta esperable, puesto que mientras un esquema nominal propio supone un designado unívoco, esto es: que no hace falta especificar porque hay una asociación única entre tipo e instanciación (por ejemplo, SAN-MARTÍN), en esquemas nominales comunes hay muchas posibles instanciaciones para un tipo, por lo que las especificaciones se vuelven necesarias (por ejemplo, PERRO).

Tabla 1.
Continuum concreto/abstracto de nominales del cuerpo de datos
Continuum concreto/abstracto de nominales del cuerpo de datos

Tabla 2.
Continuum común/propio de nominales del cuerpo de datos
Continuum común/propio de nominales del cuerpo de datos

En la presente investigación, en cada uno de los 438 nominales identificados analizo distintas variables cualitativas. Estas variables han sido diseñadas para dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Es posible detectar en el cuerpo de datos en LSA distintos grados de cercanía semántica entre participante focal (sustantivo) y adjetivo que provoquen un impacto en la morfosintaxis? Esto es: ¿Un mayor grado de cercanía semántica del adjetivo respecto de su participante focal tiene un impacto en la morfología de este último, mientras que los adjetivos que se alejan semánticamente de su participante focal se instancian en frases sintácticas?

Analizo, específicamente, dos variables cualitativas centradas en el participante focal (N= 438) y dos variables centradas en el adjetivo (o en el morfema atributivo) (N= 496). Por un lado, las dos variables centradas en el participante focal, es decir, el sustantivo, son:

  1. a. Presencia de una conexión del participante focal con un mecanismo cognitivo en el proceso de creación léxica. Los primeros dos valores de esta variable parten de los resultados de Martínez y Morón (2013a), que observan un alto porcentaje de sustantivos concretos que se crean apoyándose en dos grandes tipos de metonimia conceptual: CARACTERÍSTICA PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (CxO) y ACCIÓN PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (AxO). Debido a que en el cuerpo de datos del presente trabajo se evidencian también participantes focales en otros tipos de esquemas nominales [+/-concretos] (18%) y [-concretos] (12%) (ver Tabla 1), adiciono el siguiente valor: presencia de otro tipo de mecanismo cognitivo (como otras metonimias cognitivas, la iconicidad cognitiva, la metáfora conceptual o el doble mapeo).9

  2. b. Característica semántica del participante focal: inanimado, animado o humano. Observo si el participante focal en el nominal se instancia como [-animado] (MESA-LARGA), [+animado] (TORTUGA GIGANTE) o [+humano] (FAMOSA ACTRIZ).

Por otro lado, las dos variables centradas en los adjetivos (N= 496) que se relacionan con un participante focal dentro de un nominal son:

  1. c. Tipo de cualidad atribuida al participante focal en relación con un dominio cognitivo evocado. La cualidad puede relacionar al participante focal con los siguientes dominios cognitivos evocados: dimensión, tiempo/edad, color, evaluación, propensión humana, propiedad física, velocidad, posición, similaridad y resultativo. Estos dominios cognitivos resultan de una adaptación de la propuesta de tipos semánticos de Dixon (1977 y 2006) y de discusiones en entrevistas antropológicas con los colaboradores Sordos que participan de nuestras investigaciones.

  2. d. Posición del adjetivo en relación con el núcleo sustantivo dentro del nominal: posición morfológica (intranominal) o posición sintáctica (prenominal o posnominal). En esta variable, retomo el trabajo de Martínez y Morón (2016).

En cada una de estas variables, estudio la frecuencia de aparición de sus distintos valores. Puntualmente, observo tanto la Frecuencia Absoluta (FA) como la Frecuencia Relativa (FR) de cada variable cualitativa. La primera es el número de veces que aparece un valor de la variable en la muestra; la segunda es un tanto por ciento o porcentaje, es decir, es el cociente entre la FA y el tamaño de la muestra multiplicado por 100. Luego, relaciono cada uno de los valores de las ya mencionadas variables para comprender si en los nominales que contienen (al menos) un adjetivo del cuerpo de datos es posible encontrar distintos patrones de funcionamiento morfosintáctico.

5. RESULTADOS

5.1. Resultados generales

Respecto de los sustantivos del cuerpo de datos, se observa que los mecanismos cognitivos participantes del proceso de creación léxica más frecuentes son: CARACTERÍSTICA PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (CxO) (41%) y Otros mecanismos cognitivos (44%) (Tabla 3). En este último valor, se incluyen metonimias conceptuales distintas a CxO y AxO, como así también otros mecanismos (como el doble mapeo, la iconicidad cognitiva, etc.). Esta alta frecuencia de aparición de distintos mecanismos metonímicos de creación léxica resulta esperable, dado que en el cuerpo de datos hay un alto porcentaje de sustantivos [+concretos] (71%) (Tabla 1) que, según Martínez y Morón (2013a), se construyen en mayor medida partiendo de este tipo de mecanismo cognitivo. Luego, respecto de la característica semántica de estos sustantivos, en la Tabla 4 se observa una alta frecuencia de aparición de sustantivos inanimados (70%), seguidos de sustantivos animados (26%) y, por último, humanos (4%). Esta diferencia en la frecuencia de aparición está motivada por los temas de los discursos en LSA como, por ejemplo, la descripción de animales y de lugares, la narración de sucesos, entre otros, que hacen foco en participantes inanimados o bien animados no humanos.

Luego, respecto de los adjetivos que modifican a los recién mencionados sustantivos del cuerpo de datos, se observa una gran variedad, esto es: evidencio diez tipos distintos de cualidades (Tabla 5). Los más frecuentes han sido la dimensión (28%) y la evaluación (23%). La frecuencia de aparición de estos resultados también está motivada por las temáticas de los discursos que componen el cuerpo de datos en LSA.

Tabla 3.
Presencia de mecanismo cognitivo en proceso de creación léxica del participante focal (sustantivo)
Presencia de mecanismo cognitivo en proceso de creación léxica del participante focal (sustantivo)

Tabla 4.
Característica semántica del participante focal (sustantivo)
Característica semántica del participante focal (sustantivo)

Tabla 5.
Tipo de cualidad que se relaciona con el participante focal
Tipo de cualidad que se relaciona con el participante focal

Tabla 6.
Posición del adjetivo en relación con el núcleo sustantivo
Posición del adjetivo en relación con el núcleo sustantivo

Ahora bien, la asociación de valores arrojados en el análisis cualitativo y cuantitativo de las dos variables cualitativas centradas en el sustantivo (Mecanismo cognitivo en el proceso de creación léxica en Tabla 3; Característica semántica en Tabla 4) y la variable centrada en la semántica del adjetivo (Tipo de cualidad atribuida al participante focal en relación con un dominio cognitivo evocado en Tabla 5) marcan la existencia de dos grandes agrupamientos de cualidades en el cuerpo de datos que coinciden con la variable Posición del adjetivo (Tabla 6): cualidades que se relacionan con su participante focal en una estructura morfológica (PESTAÑA-LARGA; PELOTA-GRANDE), por un lado, y cualidades que se relacionan con su participante focal en una estructura sintáctica (BARCO GRANDE; JARDÍN HERMOSO), por otro lado. El primer grupo se compone de 87 casos (18%), mientras el segundo posee 409 casos (82%).

Deteniéndonos en el primer grupo, es decir, en los 87 casos en los que la cualidad se evidencia en la morfología del sustantivo, es posible observar la existencia de otros tres subgrupos: morfemas de dimensión en señas que describen objetos concretos, comunes e inanimados (PELOTA-GRANDE) (39 unidades), morfemas de dimensión en señas que describen partes del cuerpo (PELO-CORTO) (42 unidades) y, por último, morfemas resultativos en señas que designan objetos concretos, comunes e inanimados (PUERTA-CERRADA) (6 unidades). Los primeros dos subgrupos de cualidades que se instancian como morfemas atributivos dentro de un sustantivo corresponden a una profundización de la aproximación de Martínez (2014) sobre la dimensión en la LSA, mientras que el tercer subgrupo (morfemas resultativos) hasta el momento no se ha descripto.

En los siguientes subapartados analizo cualitativamente las características semánticas y morfosintácticas de las cualidades que se instancian como morfemas dentro de un sustantivo, por un lado, y de las cualidades que se instancian sintácticamente dentro de un nominal, por otro lado.

5.2. Cualidades asociadas a un participante focal en una estructura morfológica

5.2.1 Morfemas de dimensión en señas que describen objetos concretos, comunes e inanimados

A partir del análisis del cuerpo de datos, puede sostenerse que no cualquier sustantivo de la LSA es capaz de incluir un morfema atributivo en su estructura interna. Respecto del primer subgrupo, observo que solamente pueden incluir morfemas de dimensión sustantivos concretos, comunes, inanimados, que han sido creados con un tipo de mecanismo metonímico particular, CARACTERÍSTICA PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (CxO) y que no presentan contacto entre articuladores.

ÁRBOL (ver Imagen 1 y Glosa1a) es un ejemplo de este grupo particular de señas de la LSA, puesto que en el proceso de creación de la seña se observa una lexicalización que parte de mapeos cognitivos que recurren a una selección de imágenes del objeto (su contorno prototípico) para denominarlo, que podrían resumirse en la metonimia EL CONTORNO DEL ÁRBOL POR EL ÁRBOL (es decir CxO) y, desde el punto de vista fonológico, es una seña bimanual simétrica sin contacto entre articuladores que se produce en el espacio del señante. La seña se realiza con un movimiento ascendente que comienza con las palmas de las manos enfrentadas en una ubicación próxima al tórax [RA proxEnf TO]10 y termina con las manos igualmente enfrentadas pero con una posición más abierta entre sí y en una ubicación superior [RA proxEnfr OJO]. Para incluir un significado de dimensión [-ALTO], la seña modifica su estructura fonológica (ver Imagen 2): por un lado, tiene una ubicación final próxima a la cima de la cabeza [RA proxEnfr CIMA], es decir, en un punto del espacio superior que en el sustantivo, y también se producen cambios en el movimiento ascendente.

Imagen 1.
Imagen 1.

ÁRBOL (ubicación inicial y final de la seña)

ÁRBOL-ALTO (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 2.
ÁRBOL-ALTO (ubicación inicial y final de la seña)

En el cuerpo de datos, observo que las 39 unidades correspondientes a este subgrupo tienen un patrón similar de formación: son señas formadas tomando una característica prototípica para denominar el objeto (CxO) y no tienen contacto entre articuladores. Por ejemplo, en las Glosas 1b se observa la seña CAJA-GRANDE-ALTA (ver Imagen 3). Esta es una seña bimanual que va cambiando su Configuración Manual (CM) en el espacio del señante para dar cuenta de las dimensiones de largo, ancho y alto del objeto. Otro ejemplo se encuentra en las Glosas 1c: PASTO-CORTO(LE.af+HO.ad) (ver Imagen 4). Esta es una seña bimanual, sin contacto entre articuladores, que se realiza en el espacio señante con un pequeño movimiento lineal de las manos en CM [4+o] que alternan entre dos ubicaciones muy cercanas. Tanto este movimiento reducido y ubicaciones cercanas como los Rasgos No Manuales (RNM) identificados, a saber: lengua afuera y hombros hacia adentro (glosado como: LE.af+HO.ad), dan cuenta de la cualidad de corto del objeto descripto.

CAJA-GRANDE-ALTA (ubicación inicial, intermedia y final de la seña)
Imagen 3.
CAJA-GRANDE-ALTA (ubicación inicial, intermedia y final de la seña)

PASTO-CORTO (LE.af+HO.ad)
Imagen 4.
PASTO-CORTO (LE.af+HO.ad)

Ahora bien, cabría preguntarse si poseen un atributo de dimensión en su interior [N/A], es decir, una estructura morfológica compleja (objeto + cualidad) (ÁRBOL-ALTO, CAJA-GRANDE-ALTA, PASTO-CORTO) o si hay una denominación de un objeto, encontrándose la cualidad lexicalizada (ÁRBOL, CAJA, PASTO).

Para responder a esta pregunta, lo primordial es ver ejemplos reales extraídos del cuerpo de datos. En las Glosas 1a se puede observar la seña ÁRBOL como así también las señas ÁRBOL-ALTO y ÁRBOL-GRANDE. Desde el punto de vista fonológico, en los tres casos la Configuración Manual (CM), la Dirección (DI) y la Orientación (OR) son iguales, pero se diferencian en la Ubicación (UB) y en la matriz segmental (movimientos y detenciones). Luego, desde el punto de vista del proceso metonímico de creación, en los tres casos se observa CxO: EL CONTORNO DEL ÁRBOL POR EL ÁRBOL. Entonces, ¿cómo notar los distintos aportes de significado en cada caso? En principio, cuando hay denominación del objeto [N], la seña se encuentra fija, sin posibilidades de modificación para agregar una cualidad relativa a la dimensión. Asimismo, normalmente no se intensifica (*ÁRBOLintens) ni es posible agregar rasgos no manuales asociados a la dimensión sin acompañarlo de cambios fonológicos (*ÁRBOLME.infl). Entonces, en una seña como ÁRBOL (Imagen 1) hay un sustantivo que toma una cualidad saliente de la entidad no para resaltar esa misma cualidad (su contorno prototípico) sino para dar cuenta de la entidad toda, por lo que el atributo se encuentra lexicalizado.

Por el contrario, cuando se realizan modificaciones fonológicas (en la UB y en la matriz segmental) en el interior de esta misma seña, sí es posible observar un significado atributivo instanciado en el discurso que, en estos casos, corresponden a morfemas de dimensión ([-ALTO], [-GRANDE]), tal como se observa en la Imagen 2. Se evidencian, asimismo, rasgos no manuales (RNM) asociados a ciertos tipos de dimensión (por ejemplo, mejillas infladas para objetos con mucha dimensión: ÁRBOL-GRANDEME.infl). Por último, una estructura [N/A] puede intensificarse, dado que hay una cualidad presente, que se concibe como escalar. Por ejemplo: ÁRBOL-ALTO (intens).

[Glosas 1]

5.2.2. Morfemas de dimensión en señas que describen partes del cuerpo

En el segundo subgrupo de morfemas de dimensión observo 42 unidades en posición intranominal en señas que describen partes del cuerpo (NARIZ-LARGA, OREJA-GRANDE, COLA-FINA-LARGA, PELO-CORTO, OJOS-SALTONES). Si bien en este estudio he considerado que las señas que describen partes del cuerpo no constituyen participantes animados, lo cierto es que desde el punto de vista cognitivo este grupo de señas posee un estatus especial ya que ubica en la base información relativa a dominios cognitivos que sí se encuentran asociadas a entidades animadas humanas o no humanas (PELO > CABEZA > CUERPO > SER).

Respecto de los mecanismos cognitivos que motivan su creación, estas señas que describen partes del cuerpo se apoyan en el mismo tipo de metonimia, CxO, que el primer subgrupo. Luego, respecto de su fonología, en la matriz segmental y articulatoria de este grupo de unidades pueden distinguirse dos morfemas: el parámetro Ubicación (UB) designa la parte del cuerpo en cuestión ([NARIZ-], [OREJA], etc.) mientras que el resto de los parámetros fonológicos conceptualiza una cualidad ([-PUNTIAGUDA], [-GRANDE], [-LARGA], etc.). A diferencia del grupo anterior, que tiene mayor movilidad en el espacio señante y, por lo tanto, puede modificar la ubicación para añadir un atributo (entre otros parámetros), este grupo de señas de partes del cuerpo tiene ubicaciones fijas. Por ejemplo, la seña NARIZ-LARGA (Imagen 5) –que comienza contactando la nariz del señante [PALMA cont. NARIZ] y culmina en una ubicación medial– no puede realizarse en otra ubicación manteniendo el significado de [NARIZ-]. Luego, el resto de los parámetros fonológicos de la matriz segmental y articulatoria (movimientos y detenciones, configuración manual, orientación, dirección y rasgos no manuales) conceptualiza la cualidad [-LARGA].

Dada esta particular característica, a diferencia del primer subgrupo de morfemas de dimensión (que no tienen contacto entre articuladores), en este subgrupo de señas que describen partes del cuerpo se observa que puede haber contacto entre articuladores en todos o en algunos de los segmentos que componen la seña (aunque se observa en mayor medida, en el segmento inicial o el final).

NARIZ-LARGA (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 5.
NARIZ-LARGA (ubicación inicial y final de la seña)

NARIZ
Imagen 6.
NARIZ

Al igual que lo planteado para el primer subgrupo de señas de dimensión, cabe preguntarse si en las señas del cuerpo de datos hay una denominación de un objeto con o sin especificación de una o más cualidades dentro de la estructura interna de la seña. Respecto de este punto, considero que este grupo de señas contiene dos morfemas (uno referido a la parte del cuerpo en cuestión y otro a la cualidad) y no consiste en una seña monomorfemática que designa sólo la parte del cuerpo, puesto que existe en la gramática de la LSA una estrategia deíctica para esta última opción en el caso del cuerpo humano, que típicamente consiste en utilizar un índice [1+o-] en dirección a la parte del cuerpo que se quiere denominar. Por ejemplo: señalar en dirección a la nariz para designar el objeto [NARIZ] (ver Imagen 6).14

En adición, al igual que lo descripto en el primer subgrupo de morfemas de dimensión, en el caso de las señas que describen partes del cuerpo también se observa una distinción entre la denominación que nombra el objeto [N] y la que lo nombra y también lo especifica [N/A]. Por ejemplo, observemos los casos de la seña ELEFANTE (ver Imagen 7) y la seña TROMPA-GRANDE(ME.infl)15 (ver Imagen 8), ambas extraídas del cuerpo de datos (ver las Glosas 2).16 Cuando la intención es denominar al animal (sin especificadores), la seña ELEFANTE está fija, no acepta cambios en ningún parámetro fonológico, rasgos no manuales asociados a dimensión ni marcas de intensificación. Por el contrario, cuando la seña contiene una especificación del objeto, estos cambios sí pueden producirse.

ELEFANTE (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 7.
ELEFANTE (ubicación inicial y final de la seña)

TROMPA-GRANDE(ME.infl) (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 8.
TROMPA-GRANDE(ME.infl) (ubicación inicial y final de la seña)

[Glosas 2]

5.2.3. Morfemas resultativos en señas que designan objetos concretos, comunes e inanimados

El último grupo de unidades que se instancia en posición intranominal corresponde a los morfemas resultativos en señas que designan objetos concretos, comunes e inanimados. Este es el atributo intranominal menos productivo del cuerpo de datos ya que corresponde solamente a seis casos. Si bien el número de ejemplos identificados es muy bajo para dar cuenta de un patrón de uso más generalizado, estos pueden (y deben) explicarse.

La denominación resultativo surge del aporte de significado que las seis unidades tienen en común: todas designan el resultado de un cambio de estado (PUERTA-CERRADA, LUCES-PRENDIDAS). Como primera aproximación a estas unidades del cuerpo de datos, considero que las motivaciones por las que estos atributos se instancian de forma tan cercana al objeto designado se encuentran en la alta coherencia entre propiedades semánticas del atributo (resultativo) y el sustantivo. En los seis casos, el atributo resultativo se incluye en señas formadas por conversión a partir del mismo mecanismo metonímico de creación léxica, ACCIÓN PROTOTÍPICA DEL OBJETO POR EL OBJETO (AxO). Por ejemplo, la seña PUERTA-CERRADA (Imagen 9 y Glosas 3) se construye en base a la acción de cerrar la puerta, LUCES-PRENDIDAS se construye en base a la acción de prender la luz, GRUPO-CERRADO se construye en base a la acción de agruparse, etc. A partir de este mecanismo metonímico, resulta coherente que estas señas –formadas a partir de una acción– puedan incluir en su estructura interna un morfema resultativo, esto es: que agrega información sobre el resultado de la acción, dado que resultan muy cercanos semánticamente y, por ello, especifican el objeto en su estructura morfológica.

PUERTA-CERRADA
Imagen 9.
PUERTA-CERRADA

[Glosas 3]

5.3. Cualidades asociadas a un participante focal en una relación sintáctica

Las unidades que se relacionan sintácticamente, ya sea en posición prenominal o posnominal, con un sustantivo dentro de un nominal son las que mayor frecuencia de aparición tienen en el cuerpo de datos (409 unidades). En principio, tal como se observó en los anteriores subapartados, en el cuerpo de datos la posibilidad de incorporar morfológicamente cualidades se restringe exclusivamente a los sustantivos comunes, concretos e inanimados, incluyendo en este grupo a las señas que describen partes del cuerpo (de cualquier ser: animado o humano).

En segundo lugar, observo que, dentro de los sustantivos inanimados, la posibilidad de incorporar morfológica o sintácticamente la cualidad depende, fundamentalmente, del grado de cercanía semántica entre el mecanismo de formación cognitiva que da origen al sustantivo y el tipo de cualidad atribuido. Por ejemplo, en CORBATA ALARGADA-PUNTIAGUDA (en Glosas 4a), el sustantivo CORBATA (ver Imagen 10) es una seña bimanual asimétrica con contacto entre articuladores que se forma por conversión a partir de la metonimia conceptual AxO, esto es: la acción de ajustarse la corbata para denominar el objeto en cuestión, mientras que el adjetivo da cuenta de su forma (alargada y puntiaguda) (ver Imagen 11). Dado que el sustantivo se creó por un procedimiento de conversión, partiendo de una acción prototípica del objeto para denominarlo, y el adjetivo se centra en su dimensión, hay un bajo grado de cercanía semántica entre ambos, por lo que no es posible en este caso incorporar en la morfología del sustantivo la cualidad.

Otro ejemplo se observa en el nominal COLOR HERMOSO(intens), en la Glosa 4b. La seña COLOR (Imagen 12) ha atravesado un complejo proceso de lexicalización, al punto tal que resulta difícil comprender sus conexiones con distintos mecanismos cognitivos que le dieron origen. Gracias a la consulta con un señante natural de la LSA que colabora con asiduidad en las investigaciones lingüísticas de nuestro equipo, fue posible saber que esta seña es una lexicalización que parte de la conexión con dos metonimias conceptuales: COLOR PROTOTÍPICO DE UN OBJETO POR EL NOMBRE DEL COLOR, en primer lugar, y COLOR PROTOTÍPICO DE UN OBJETO POR EL NOMBRE DEL HIPERÓNIMO, en segundo lugar. Esto es: el origen de la seña partió de la deixis a los labios para dar cuenta de su color característico (típicamente, el rojo o el rosa) y luego se ha ido transformando tanto en su semántica como en su fonología para dar cuenta de toda la categoría, es decir, que comienza a denominar a la categoría entera, el hiperónimo COLOR.19 En el cuerpo de datos, la seña COLOR se encuentra acompañada por el adjetivo HERMOSO (Imagen 13) en posición posnominal, o sea, un adjetivo evaluativo, que da cuenta de un comentario del señante respecto del objeto designado y que se encuentra intensificada. Entre el sustantivo COLOR y el adjetivo HERMOSO hay una mayor distancia semántica que provoca que ambas señas se relacionen sintácticamente, y no morfológicamente.

[Glosas 4]

CORBATA (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 10.
CORBATA (ubicación inicial y final de la seña)

ALARGADA-PUNTIAGUDA (ubicación inicial, medial y final de la seña)
Imagen 11.
ALARGADA-PUNTIAGUDA (ubicación inicial, medial y final de la seña)

COLOR (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 12.
COLOR (ubicación inicial y final de la seña)

HERMOSO(intens) (ubicación inicial y final de la seña)
Imagen 13.
HERMOSO(intens) (ubicación inicial y final de la seña)

6. CONCLUSIONES

El contraste entre los valores arrojados por los tres subgrupos de morfemas atributivos y los valores arrojados para los adjetivos que modifican sintácticamente a un sustantivo dentro de un nominal dan evidencia que permite mostrar que, en el cuerpo de datos en LSA, para que una cualidad se instancie en la morfología de un sustantivo tiene que haber un alto grado de cercanía semántica entre la forma en la que se conceptualiza el sustantivo (principalmente, el mecanismo cognitivo utilizado para su proceso de formación) y el atributo (tipo de cualidad).

Las distintas variables cualitativas analizadas me permiten, entonces, afirmar que la relación de mayor o menor cercanía semántica que se establece entre el sustantivo y el adjetivo provoca un impacto en el funcionamiento morfosintáctico de estas unidades en el discurso. Esto significa que hay cualidades que resultan tan cercanas a la conceptualización del participante focal que tienden a posicionarse como morfemas atributivos en la estructura interna de sustantivos, que es la posición icónicamente más cercana al objeto designado (CAJA-GRANDE-ALTA, BARBA-LARGA). Para que esto ocurra, debe haber un alto grado de cercanía semántica entre el mecanismo cognitivo utilizado para la creación léxica del sustantivo, que motiva la forma fonológica que adoptan los articuladores, y el tipo de cualidad que se le atribuye. Entonces, una cualidad como la dimensión tiene un alto grado de cercanía semántica con un sustantivo común, concreto e inanimado que se forma metonímicamente a partir de una característica del objeto (CxO) y que utiliza los recursos fonológicos disponibles en la lengua para ello, como ocurre con señas como ÁRBOL-ALTO o TROMPA-LARGA, o bien una cualidad como el resultado de una acción tiene un grado de cercanía mayor con un sustantivo común, concreto e inanimado que se forma metonímicamente a partir de una acción prototípica (AxO) y que utiliza los recursos fonológicos disponibles en la lengua para ello, como es el caso de PUERTA-CERRADA o LUCES-PRENDIDAS. Por último, existen sustantivos que se alejan en su semántica de los tipos de cualidades que se le atribuyen, lo que provoca un alejamiento en la posición, que no es morfológica sino sintáctica como, por ejemplo, CORBATA ALARGADA-PUNTIAGUDA o COLOR HERMOSO(intens).

Agradecimientos

Agradezco a María Rosa Druetta, Pablo Lemmo, Alejandro Makotrinsky y Diego Morales, miembros de la comunidad Sorda argentina, por el asesoramiento y las fructíferas discusiones. Le agradezco, muy especialmente, a Diego Morales, por las reflexiones sobre los procesos de creación léxica de las señas que aquí se mencionan y por permitir el uso de su imagen en las fotografías de este artículo.

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Notas

1 Existen tres modalidades lingüísticas disponibles: modalidad vocal-auditiva, modalidad viso-espacial y modalidad tacto-gestual. Estos son los vehículos de transmisión lingüística utilizados, a grandes rasgos, por tres comunidades lingüísticas, a saber: oyentes, Sordos y sordo-ciegos, respectivamente (Jarque, 2012: 37).
2 Por convención, la palabra Sordo se escribe con mayúsculas para referirse a la identidad lingüística y cultural de las personas que pertenecen a la comunidad Sorda (concepción socio-antropológica) y diferenciarse de la sordera como una condición audiológica (concepción clínica) (Cf. Padden, 1983 [1980]: 90; Wilcox, 2007: 1113). Asimismo, por convención, los nombres de todas las lenguas de señas se escriben con iniciales mayúsculas y dan cuenta de la modalidad de transmisión y del lugar a donde pertenece la comunidad de señantes (Lengua de Señas Mexicana, Lengua de Señas Británica, Lengua de Señas Japonesa, etc.).
3 Ver convenciones de glosado en el subapartado 4.1 del presente trabajo. (Ver también: Massone y Machado, 1994)
4 Las metáforas conceptuales se transcriben en mayúsculas con el formato EL DOMINIO DE DESTINO ES EL DOMINIO DE ORIGEN.
5 Parte de estas investigaciones se han producido en el marco de un Proyecto de Reconocimiento Institucional para Graduados (PRIG) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (Período 2016-2018).
6 Para ver un desarrollo exhaustivo del problema teórico-metodológico de la (in)existencia del adjetivo en la LSA, como así también en lenguas pertenecientes a otras familias lingüísticas, ver: Martínez (2016).
7 Nuestro equipo de investigación considera que el principal método de investigación del lingüista etnógrafo es la participación observante. A partir de esta modificación en la designación tradicional ‘observación participante’, pretendemos hacer hincapié no en la actividad unidireccional del investigador que observa al grupo y, en segundo término, participa, sino en la actividad interactiva, dialógica, que se produce entre el investigador y el grupo investigado. Desde esta postura, el grupo investigado posee un rol tan activo como el del investigador en la creación de nuevo conocimiento, puesto que solamente es posible co-construir el conocimiento del Otro junto con el Otro (Massone et al., 2012: 17-18).
8 Las personas Sordas que han participado activamente en esta investigación han firmado un consentimiento informado.
10 Entre corchetes se especifica la transcripción del parámetro fonológico denominado Ubicación (UB). En este caso, el radio (RA) de la mano se ubica próximo frente (proxEnf) al tórax (TO).
11 Trad. al español: “Veo un árbol. Este árbol parece alto y grande. Pasa el tiempo, pasan muchos años hasta que lo cortan con un hacha.”
12 Trad. al español: “Abrió la puerta, se asomó y miró para todos lados. No había nada. Miró hacia abajo y vio una caja grande y alta.”
13 Trad. al español: “[El león] vive en un espacio amplio que tiene algunos pocos árboles y pasto cortito.”
14 En otras partes del cuerpo distintas de la zona de la cara se observan otras Configuraciones Manuales (CM), tales como [B^ a+] para realizar la deixis.
15 ME.infl es la abreviatura de mejillas infladas.
16 Los asesores Sordos indicaron que existe una variante de las señas ELEFANTE y TROMPA-LARGA que se produce con otra CM, a saber: [1+o-].
17 Trad. al español: “Hay tres elefantes. Tienen una trompa muy grande, orejas que se mueven de un lado a otro, colmillos largos y un cuerpo color gris […]”
18 Trad. al español: “[…] Un día estalló todo. Todos fueron a tomar la Universidad de Gallaudet, que es un mundo, un lugar muy grande. Tomaron el lugar enroscando cadenas en la puerta y cerrándolas con un candado. […] Todos miraban sorprendidos […] lo que pasaba era que la puerta estaba cerrada […].”
19 Actualmente, esta seña se utiliza solamente para dar cuenta de la categoría ‘color’. Colores relacionados con los labios, como ROJO o ROSA, poseen señas distintas.
20 Trad. al español: “[…] El papá es muy alto, con la panza bien redonda, usa traje y una corbata alargada y puntiaguda […]”
21 Trad. al español: “[…] El loro grande tiene colores muy hermosos […]”
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