Sección especial

El Martirio en Cuando quiero llorar no lloro de Miguel Otero Silva: una lectura desde la Semiótica de las pasiones

Rosa Ángela El Zelah
Universidad de Los Andes, Colombia

El Martirio en Cuando quiero llorar no lloro de Miguel Otero Silva: una lectura desde la Semiótica de las pasiones

Lengua y Habla, núm. 23, pp. 488-494, 2019

Universidad de los Andes

Recepción: 10 Junio 2018

Aprobación: 18 Julio 2018

Resumen: Se presenta un análisis de la configuración pasional del martirio en Cuando quiero llorar no lloro, novela publicada por primera vez en 1970. El modelo de análisis utilizado es el propuesto por Greimas y Fontanille que comprende el estudio de las relaciones de conjunción/disjunción entre sujetos y objetos y en el que se reconoce que el elemento patémico es el impulsor de las acciones humanas. Se evidenció que el mártir es un sujeto conjunto con su objeto de valor pero el poder lo disjunta; para evitar la separación el mártir entrega su vida. El martirio es una pasión del saber.

Palabras clave: Semiótica, pasiones, martirio, literatura.

1. INTRODUCCIÓN

Los trabajos sobre la novela Cuando quiero llorar no lloro (1970) de Miguel Otero Silva, han sido mayormente desde perspectivas históricas y políticas, siendo escasos los estudios semióticos. A diferencia de la semiótica de primera generación en la que la construcción de los efectos de sentido está fundamentada en oposiciones, la Semiótica de las pasiones o semiótica de segunda generación propuesta por Greimas en los años 90, incorpora la corporeidad percibiente que construye el sentido, en la medida en que lo ayuda a explicar desde una óptica que va más allá de la racionalidad para volver la atención sobre aspectos sensitivos previos a la discursivización, allí donde un ser percibe el deslumbramiento que le impulsa a vivir y a narrar. El significado se origina porque el cuerpo siente y actúa en consecuencia, dotando a la narratividad de un recorrido pasional que lo configura.

2. EL ESTUDIO

La hipótesis de este trabajo es que el martirio es una fuerza incoativa para la acción en la lucha por la democracia. Es una pasión de resistencia que, aunque al principio es clausurante se convierte en abriente y es el motor que mantiene la acción.

2.1. Características básicas

2.1.1. Cuando quiero llorar no lloro

En la novela objeto de este análisis el martirio está representado por Victorino en el siglo III antes de Cristo, en quien recae la forma canónica de esta pasión y luego, en los jóvenes herederos del nombre del mártir, quienes ejemplifican otras maneras de martirio, más actuales propias del siglo XX. Victorino Pérez, el primero de los protagonistas, está conjunto con la forma de vida de Crisanto Guánchez; también, propio de su juventud, está conjunto con Blanquita, su mujer. El asesinato del sastre italiano Pietro Lo Mónaco, será el primer desencadenante de la disjunción del joven porque es apresado por la policía y puesto tras las rejas, por tanto, también es separado de Blanquita. En este caso, es el poder judicial que quiere disjuntar al sujeto, Victorino Pérez, de su forma de vida porque atenta contra la norma, la ley y el orden.

Ahora, el caso del segundo protagonista, Victorino Peralta, es distinto. Está conjunto con su ideología materialista: su automóvil Maserati, obsequio de su padre el Ingeniero Argimiro Peralta Heredia y su cuerpo casi perfecto. También está conjunto con Malvina, su prima y novia. Las travesuras de este joven de la clase alta caraqueña se convirtieron, por su materialismo, en delitos con el pasar del tiempo. Asimismo, en concordancia con su ideología materialista. A todas estas, Victorino Peralta es un sujeto conjunto con su creencia materialista, pero la muerte, que lo sorprendió a toda velocidad en su Maserati, lo disjunta de su creencia. Finalmente, el protagonista de clase media, Victorino Perdomo, que al igual que sus pares, está conjunto con su ideología que en este caso es el comunismo. Participa en las Unidades Tácticas de Combate que se formaron en Venezuela durante los años 1959 a 1969, ejerciendo acciones violentas contra los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni.

Perdomo y sus compañeros están preparando un asalto a un banco, estas operaciones junto con alteraciones del orden público eran frecuentes en las UTC Victorino sabe que estar conjunto con su creencia comunista puede costarle torturas físicas, porque el Estado no es compatible con el comunismo, aun así, él lo acepta.

3. METODOLOGÍA

El tipo de investigación que se propone es de carácter analítico-descriptivo- crítica y atiende a un doble enfoque interrelacionado: a) La lectura minuciosa de la novela Cuando quiero llorar no lloro, para descifrar los diversos aspectos que la construyen, sobre todo en cuanto a la perspectiva que atañe a este trabajo y, b) de acuerdo con los procedimientos tradicionales de la semiótica se realiza una revisión exhaustiva del texto partiendo del análisis de los lexemas y extendiéndose a los enunciados significativos para la comprensión de la obra.

Para el análisis del esquema pasional del corpus se tendrá como guía las definiciones de los diccionarios especializados, para tener una primera idea de los conceptos de las emociones correspondientes y de esta manera determinar a qué configuraciones más extensas pertenecen. Este análisis se hace tomando en cuenta los postulados de Greimas y Fontanille considerando los componentes de la dimensión pasional expuestos por Fabbri, que son la aspectualidad, la temporalidad, la modalización y la estesia.

Por último, parece indispensable caracterizar las connotaciones específicas que adquiere el martirio en el marco de la cultura política venezolana. Es decir, lo que la semiótica de las pasiones llama el aspecto, un algoritmo de tensiones y de incoaciones que entran en lucha por la supremacía política. El martirio, creemos, es un mecanismo de resistencia ante los maltratos del poder. Es una pasión de resistencia al dolor para purgar y purificar el cuerpo. Un mártir es un aliciente para continuar en la lucha por la supremacía. En tal esquema, será interesante ver las posibilidades que presenta la novela de Otero Silva en el contexto de la lucha por la democracia en la Venezuela contemporánea. Esta suerte de hipótesis será la guía que dará dirección a esta reflexión aquí propuesta.

En este sentido, la semiótica será la base metodológica que permita la interpretación de la novela Cuando quiero llorar no lloro, limitándose a utilizar solamente los postulados que resultan útiles para alcanzar los objetivos propuestos en este trabajo y acorde con el enfoque seleccionado.

3.1. El corpus

La novela Cuando quiero llorar no lloro escrita por Miguel Otero Silva y publicada en 1970 establece una posibilidad de análisis desde la semiótica de las pasiones porque presenta a cuatro sujetos diferentes, sin comunicación entre sí, pero vinculados. Son protagonistas de cuatro historias relacionadas por el martirio y otras pasiones que en su manifestación explican la cultura venezolana de los años sesenta y setenta.

En esta época Venezuela anhela ser un país democrático, pero no lo consigue y tres jóvenes sacrifican su vida oprimidos por el poder del Estado y la sociedad petrolera. La explicación del martirio se funda en el prólogo que da inicio a la novela, en el que se narra la historia de cuatro mártires torturados por Diocleciano por su creencia religiosa. A diferencia de los mártires del prólogo, los tres Victorinos del siglo XX preconizan la juventud venezolana que lucha por mantenerse libre en un contexto social que ofrece muy poco.

3.2. El análisis

El martirio, creemos, es un mecanismo de resistencia ante los maltratos del poder. Es una pasión de resistencia al dolor para purgar y purificar el cuerpo. Un mártir es un aliciente para continuar en la lucha por la supremacía, es la respuesta férrea e indeclinable de persistir en los ideales de los sujetos enfrentados al poder. En tal esquema, será interesante ver las posibilidades que presenta la novela de Otero Silva en el contexto de la Venezuela contemporánea.

4. DISCUSIÓN

El prólogo que da inicio a la obra, en el que son martirizados cuatro jóvenes soldados cristianos por el Estado representado por Diocleciano, muestra un continuum en la historia universal porque siempre ha existido la represión del poder hacia sus opositores, que se intensifica cuando el poder se debilita.

Así, los cuatro jóvenes mártires mueren enfrentando el poder que aplasta a los sujetos. El Victorino de la época de los romanos defiende su fe espiritual, mientras que los tres del siglo veinte tienen creencias más propias de un tiempo en que la religión católica cedió su espacio para quedar debajo de otras convicciones que fueron apareciendo en la Venezuela petrolera.

El martirio es ejercido por el poder, que también es una pasión. La aspectualidad del martirio como pasión en esta novela de Otero Silva muestra la eternidad de la lucha por el poder, desde el prólogo en el que se representa la batalla de los romanos contra cristianismo, hasta el desarrollo de la trama en el siglo veinte en el que ejemplifica la rivalidad del capitalismo con el comunismo. Es así que el poder también se presenta como una pasión durativa que inicia con Diocleciano en Roma y continúa con los gobernantes de turno en Venezuela.

En el caso de Cuando quiero llorar no lloro la relación entre los enunciados está fundada en la aparición del poder que oprime a la juventud y que esto se mantiene aunque con variaciones propias de cada momento histórico. De este modo, en el martirio convergen un mártir que defiende su fe y el status quo imperante que se opone a la creencia del mártir y lo oprime para hacerlo cambiar su pensamiento, pero la resistencia del mártir es inquebrantable, no cede a los designios del poder y por eso, entrega la vida, para mantener firme su fe. Y siendo que el martirio implica un desafío al status quo, tiene carácter político también.

5. CONCLUSIONES

Se confirma la hipótesis que el martirio es una fuerza incoativa para la acción en la lucha por la democracia. Es una pasión de resistencia que, aunque al principio es clausurante se convierte en abriente y es el motor que mantiene la acción. A todas estas, es importante recalcar que el aspecto, característica que se relaciona con la temporalidad, la duración de una pasión se presenta en el martirio en Cuando quiero llorar no lloro como un continuum en la historia universal que inició con los cristianos en Roma en el siglo III antes de Cristo y en el siglo XX, en 1948, en Venezuela siguió contra los jóvenes que de una u otra forma se enfrentaron al poder; por tanto, la aspectualidad del martirio como pasión en esta novela de Otero Silva muestra la eternidad de la lucha por el poder, desde el prólogo en el que se representa la batalla de los romanos contra cristianismo, hasta el desarrollo de la trama en el siglo veinte. Es así que el poder también se presenta como una pasión durativa que inicia con Diocleciano en Roma y continúa con los gobernantes de turno en Venezuela.

De esta forma, en el caso de Cuando quiero llorar no lloro la relación entre los enunciados está fundada en la aparición del poder que oprime a la juventud y que esto se mantiene, aunque con variaciones propias de cada momento histórico.

Agradecimientos

A la Universidad de Los Andes.

Al Instituto de Investigaciones Literarias “Gonzalo Picón Febres”.

Al Prof. Valmore Agelvis.

Referencias

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