Resumen: Los parques y otras zonas verdes mejoran la salud física y mental de los habitantes de las ciudades, pero en Costa Rica se sabe muy poco sobre la percepción que tienen de ellos sus usuarios. Aquí analizamos la influencia del sexo en la percepción de la seguridad, el uso y el mantenimiento en una muestra grande y representativa de Costa Rica (27 parques municipales escogidos aleatoriamente). Aplicamos oralmente y en persona una encuesta validada a 30 visitantes por parque. Hallamos que independientemente de la iluminación y la vegetación, las mujeres se sienten inseguras a toda hora; creen que hay muchos delitos; aunque en muy pocos casos han sido víctimas, y que califican más bajo el mantenimiento y la vigilancia que los hombres. La comparación con otros estudios indica que nuestros resultados son similares a los obtenidos en el resto de América Latina y más allá.
Palabras clave: parques municipalesparques municipales,zonas o áreas verdeszonas o áreas verdes,seguridad en parquesseguridad en parques,usos de parquesusos de parques,mantenimiento de parquesmantenimiento de parques.
Abstract: Parks and other green spaces improve the physical and mental health of the city dwellers, but in Costa Rica little is known about how those spaces are perceived by their users. Here we analyze the influence of sex on use and perception of safety and maintenance in a large and representative sample of Costa Rican parks (27 municipal parks randomly chosen). We interviewed 30 visitors per park with a validated survey. We found that, regardless of lighting level and degree of vegetation cover, women feel unsafe at all times in the parks. They believe that crimes are common -even though very few have actually been victims- and they are less satisfied than men with park maintenance and safety. Our results are similar to those obtained in Latin America and other regions.
Key words: municipal parks, green areas, security in parks, park uses, maintenance of parks.
Artículo
Percepción de seguridad, uso y mantenimiento de los parques municipales en Costa Rica, según el sexo de los usuarios
Perception of safety, use and maintenance of municipal parks in Costa Rica, according to users’ sex.
Recepción: 11 Julio 2016
Recibido del documento revisado: 03 Agosto 2016
Aprobación: 10 Septiembre 2016
Los parques y otras zonas verdes son parte esencial del paisaje urbano y de las necesidades fundamentales del ser humano, dado que las ventajas que tienen las áreas verdes urbanas incluyen la salud mental y física de las poblaciones urbanas (Sorensen et al., 1998; Reyes y Gutiérrez, 2010; González, 2011; Rodríguez, 2011; Leandro, 2014).
Los parques deben satisfacer el criterio de sus usuarios, el cual es resultado de la interacción entre el observador y su entorno. Comprender estas ayuda a tomar mejores decisiones para su planificación y manejo (González, 2004; López y Sánchez; 2009; González et al., 2011; Leandro, 2011; Robles y Ojeda, 2011).
La percepción que tiene la sociedad de los parques está influida por factores como edad, ocupación, escolaridad, condición socioeconómica, experiencias vividas y emociones (Fernández, 1996; Chiesura, 2004; Madrazo, 2004; Segovia y Jordán, 2005; Flores y González, 2007; Maneja et al., 2009; López y Sánchez, 2009; Antolín, 2010; Ochoa y Pasquali, 2010). Además, según algunos autores, la percepción varía según el sexo (Brown y Taylor, 2000; Jim y Chen, 2006; López y Sánchez, 2009; Richardson y Mitchell, 2010), afectando la cantidad de hombres y mujeres que visitan los parques o las actividades que desarrollan en ellos (Brown y Taylor 2000; Pardo et al., 2000; Segovia y Jordán, 2005; Maas et al., 2008).
Otros estudios concluyeron, por el contrario, que no hay diferencias de sexo en el perfil de los visitantes de los parques, los motivos que tienen para visitarlos o lo que perciben de éstos (Greenberg y Schneider, 1995; Chiesura 2004; Jim y Chen; 2006; López y Sánchez, 2009; Gónzalez et al., 2010).
Geográficamente, la percepción social sobre los espacios verdes urbanos se ha estudiado en diferentes países. En Alemania se concluyó que el uso y la percepción del área verde urbana está en función de la procedencia y la cultura de los visitantes (Blöbaum, 2005; Carmona et al., 2010; González et al., 2010); en Italia que las áreas verdes favorecen la calidad de vida y su uso está conectado con la edad, sexo, estado civil y lugar de residencia (Sanesi y Chiarello, 2006; Lafortezza et al., 2009); en España se encontró una fuerte relación entre los espacios urbanos y la calidad de vida, pero el perfil de los visitantes no presentó diferencias significativas (Boira y Souto., 1995; Corraliza, 2000; Pardo et al., 2000; Ortiz, 2005; López y Sánchez, 2009; Pérez, 2012; Patiño, 2016). En China la percepción no se encuentra influenciada por las características de los usuarios y su visita es inducida simplemente por el acceso (Chen, 2004; Jim y Chen, 2006; Matsuoka y Kaplan, 2008; Chen, 2009); y en Estados Unidos la preocupación por riesgos ambientales percibidos es igual en mujeres y hombres (Greenberg y Schneider, 1995; Gobster, 1995; Hirsch y OHanlon, 1995; Wilcox et al., 2000).
Al nivel latinoamericano, en Brasil la percepción de la población de las zonas urbanas no representa la realidad (Reigota, 2001; Fernandes et al., 2004; Silva y Muno, 2011) y en Chile hay discriminación según la clase social, porque en función de esta se tiene acceso a los espacios públicos: a raíz de esto se han privatizado áreas y otras zonas están siendo abandonadas, por lo que el deterioro es evidente y aumenta la percepción de inseguridad (Segovia y Jordan, 2005; González et al., 2010). La población de México reconoce la importancia de la zonas verdes para la salud, sin embargo, allí consideran que es necesario un mantenimiento adecuado debido a la inseguridad que se percibe en las zonas descuidadas (Bonastra et al., 2006; De Alba, 2006; Alcalá et al., 2007; Maneja et al., 2009; Cisneros y Cunjama, 2011; Robles y Ojeda, 2011).
A nivel centroamericano hay pocos estudios. En El Salvador la sensación de inseguridad varía según las características personales y las condiciones del contexto (Cruz y Santacruz, 2005). En Costa Rica, Ovares y Quirós (2013) analizaron la influencia de las características físicas y sociales del espacio público; hallaron que su deterioro hace que los lugares sean desagradables y se perciban como inseguros. Lastimosamente, no hay más estudios formales en Costa Rica.
Aquí analizamos la influencia del sexo en la percepción de la seguridad, el uso y el mantenimiento en una muestra grande y representativa de los parques municipales de Costa Rica.
Región: El estudio se realizó en 27 parques municipales, donde se seleccionó el parque central de cada capital de provincia y los otros 20 parques fueron escogidos aleatoriamente de los 81 cantones de Costa Rica. Alajuela: Alajuela (Los Mangos), Atenas, Naranjo y Orotina; de Cartago: Cartago (Las Ruinas), Paraíso y Turrialba; de Guanacaste: Liberia y Bagaces; de Heredia: Heredia (Central) y Santa Bárbara; de Limón: Limón y Guápiles; de Puntarenas: Puntarenas, Esparza y Puerto Cortés; de San José: Parque Central, Alajuelita, Coronado, Curridabat, La Sabana, Morazán, La Paz, Puriscal, San Pablo de León Cortés, Santa María de Dota y Tibás (Fig. 1).
La muestra corresponde a 30 visitantes por parque. Todas se escogieron al azar y cumplían los requisitos de encontrarse en el parque en el momento que se aplicó la encuesta y de ser mayores de 12 años.
Usamos un cuestionario (Apéndice 1) para evaluar la percepción que se tiene del uso, mantenimiento, frecuencia de delitos sufridos y delitos percibidos en los parques municipales. Para cuya validación un investigador realizó una prueba piloto con 20 personas en el parque de Tibás un día entre semana y en horario de 8:00 am a 3:00 pm. Esto permitió realizar los ajustes necesarios para contar con el cuestionario definitivo que se utilizó para la recolección de los datos presentados acá.
Para la encuesta definitiva, un equipo de tres investigadores realizó una visita de lunes a viernes a cada parque, de 8am a 6pm. En los casos que no fue posible completar 30 personas se visitó el parque en una segunda ocasión. Cada entrevistador elegía al usuario del parque a entrevistar, le explicaba los objetivos de la investigación y hacía la entrevista si le persona estaba de acuerdo.
Respondieron 810 personas (51% mujeres) de entre 13 y 92 años de edad (la mayoría 13 a 20 años). El nivel educativo prevaleciente fue secundaria incompleta (38,50%). La mayoría de los visitantes no tenían trabajo renumerado (64,4%). Piensan que las personas acuden al parque para descanso, distracción o recreación (45%) o porque van de paso (18%), y que no van al parque para leer, o para recrear a personas adultas o con discapacidad física.
En su mayoría visitan con frecuencia el parque (42%). Las mujeres lo hacen más entre semana (46%) y los hombres tanto entre semana como los fines de semana (45%). La mayoría van en la tarde y muy pocos en la noche (2%).
Muy pocos han sido víctimas de algún tipo de delito (hombres 8% y mujeres 6%). El tipo de delito que más “han oído que ocurre a otras personas” es el asalto o robo (81%); solo los hombres han escuchado de intento de asalto y agresión física o verbal, y solo las mujeres han oído de personas que han sido víctimas de acoso físico o verbal.

Las mujeres perciben mayor seguridad en sus casas a cualquier hora del día y se sienten menos seguras a toda hora en los parques (U de Mann Whitney = 67955,00; N = 810; p < 0,01). Además perciben menos seguridad en las aceras internas y externas al parque y en quioscos, y se sienten inseguras con cualquier nivel de cobertura vegetal y de iluminación (U de Mann Whitney = 69433,50; N = 810; p < 0,01).
Las mujeres perciben mayor frecuencia en los tipos de delitos: sexuales, asaltos, delitos contra la vida, vandalismo, venta de drogas y embriaguez, y mayor problema de basura (U de Mann Whitney = 72955,00; N = 810; p < 0,01). Dan una calificación más baja al mantenimiento, limpieza, vigilancia y desarrollo de actividades socio-recreativas (U de Mann Whitney = 73481,00; N = 810; p < 0,01). También perciben que se realizan con más frecuencia estas actividades en el parque: descansar, caminar, hacer ejercicios, jugar, leer, reunirse con amigos, estar con la pareja, salir con mascotas, recreo de personas adultas, comer y bailar (U de Mann Whitney = 75208,00; N = 810; p < 0,01).
Existe una idea colectiva de que en el espacio público se produce la violencia y que el hogar es seguro y exento de violencia (de La Cruz, 2008). La seguridad que sienten las mujeres en sus casas está vinculada al sentido de pertenencia (Ortiz, 2006; Franco, 2011). Según Ortiz (2005) uno de los temores que tienen en común las mujeres es la violencia en el espacio público, donde son conscientes de la vulnerabilidad que tienen si pasean solas, sobre todo en lugares solitarios y oscuros, aunado a que la sociedad les ha enseñado a estar siempre alerta frente a posibles peligros (Patiño, 2016). A esto se le puede sumar que las mujeres tradicionalmente se quedaban en sus casas realizando labores domésticas y al cuido de sus hijos, normalmente bajo una figura masculina, de “macho protector”, que impone sobre ellas e inciden en su percepción de los espacios públicos y refuerzan el concepto vulnerable de la mujer en los espacios abiertos (de León, 2008, de La Cruz, 2008, Day, 2001).
Según de La Cruz (2008) los actos de violencia urbana son vividos de diferente manera según el sexo, la edad y la posición social. La inseguridad que sienten las mujeres en los parques a cualquier hora se debe a los altos niveles de violencia física, sexual o psicológica que les han afectado históricamente (de León, 2008; Olivarría et al., 2015). Los hombres sienten menor temor porque su estilos de vida, comportamiento y movilidad en espacios públicos son diferentes (Ortiz, 2005; Segovia y Jordán, 2005).
Nuestros resultados recuerdan los de Barcelona (Ortiz, 2005; Pérez, 2012) y Madrid (Patiño, 2016) donde más mujeres señalan que los parques son percibidos con inseguridad y sensación de miedo. En América del Sur los hombres hacen mayor uso de los espacios públicos que las mujeres, porque los perciben más inseguros (Segovia y Jordán, 2005; de la Cruz, 2008). En México las mujeres perciben más la violencia y la inseguridad (Cisneros y Cunjama, 2011), y se ven obligadas a modificar sus rutinas cotidianas, incluyendo lugar y hora en que transitan (Falú, 2009; Ortiz, 2005).
Algunas características asociadas al miedo ante un posible delito son la apariencia física del lugar, deterioro ambiental, rasgos de misterio, falta de iluminación, dificultades visuales, ausencia de rutas de escape, mal mantenimiento de los espacios y poca vigilancia (Fernández y Comaliza, 1997; Olivarría et al., 2015)
En México se evaluó positivamente la hipótesis de que había diferencia entre la percepción de inseguridad y la realidad de los delitos. Las mujeres demuestran mayor miedo pese a que no existen diferencias reales en cuanto a que hayan sido víctima de delitos (Carmina, 2014) y esto es similar al caso costarricense según nuestros datos. Un caso ligeramente diferente es el de El Salvador, donde mujeres y hombres son victimizados prácticamente en los mismos lugares y en proporciones similares, (especialmente donde hay más zonas verdes). Allí la sensación de inseguridad se ha asociado con ver con frecuencia los noticieros (Cruz y Santacruz, 2005). En nuestro caso no evaluamos ese aspecto.
En América Latina es difícil evaluar los delitos que ocurren en los parques porque pocos se reportan y las estadísticas no indican sexo de la víctima (CAFSU, 2002; Cruz y Santacruz, 2005Rainero et al., 2006; de la Cruz, 2008; Cisneros y Cunjama, 2011). Sin embargo si sabemos que las mujeres latinoamericanas parecen fijarse más que los hombres en detalles de mantenimiento y asociarlos con la inseguridad (Ortiz, 2005; Sánchez et al., 2008). Esto explicaría por qué en nuestro estudio las mujeres dan calificación más baja al mantenimiento, limpieza, vigilancia y auxilio.
Varios autores coinciden en que el espacio público debe recibir el adecuado mantenimiento para que las mujeres puedan sentirse seguras (Cruz y Santacruz, 2005; Ortiz, 2005; Rainero et al., 2006). Nuestros resultados indican que esa es una necesidad también en Costa Rica. En una encuesta realizada por Chiesura (2004) en un parque urbano en Ámsterdam se encontró lo mismo, sugiriendo que nuestros resultados corresponden a un patrón que va más allá de la cultura latinoamericana.
Esta investigación forma parte del proyecto “Criminalidad en parques urbanos y su relación con las características del espacio físico y las personas usuarias” Código PROY0009-2014, financiado por la Vicerrectoría de Investigación de la UNED. Se expresa el más sincero agradecimiento al equipo de investigadores que colaboraron en el desarrollo del trabajo de campo: Coralia Chamorro Calvo, Maribel Zúñiga Solís, y Bernardo Rodríguez Quirós.
Agradecemos los comentarios y ayuda estadística de Zaidett Barrientos Llosa, Ligia Bermúdez Mesén, Rosibel Víquez Abarca y Frank González Brenes.
Este artículo es parte de los requisitos de graduación de J.E.D. en el programa de la Maestría de Recursos Naturales de la Escuela de Ciencias Exactas y Naturales para optar por el grado de Magister Scientiae con énfasis en gestión ambiental de la UNED.
