Reseña
Las relaciones entre Sudamérica y Asia-Pacífico en un mundo incierto: los casos de Argentina, Chile y Brasil.
Guiñazú Maria Clelia, Pelfini Alejandro. 2018. Buenos Aires. Ediciones CICCUS. 251pp. |
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¿Qué ideas y percepciones tienen las élites sudamericanas de la relación de su región con las potencias de Asia-Pacífico? ¿Y cómo evalúan que será esta relación a futuro? Estas son algunas de las preguntas que el libro busca responder. Adentrándose en un área poco estudiada, logra arrojar luz sobre el cambiante escenario tanto regional como internacional y en el impacto que eso genera en las percepciones de expertos y decision makers.
El libro centra su análisis en la relación de Argentina, Chile y, en menor medida, Brasil con la región de Asia-Pacífico. Si bien se mencionan varios países de dicha región, el foco está especialmente puesto en China y Corea del Sur. La investigación toma la forma de una encuesta a expertos sobre política y economía internacional de Chile y Argentina, tanto del ámbito académico, empresarial, sindical, periodistas, líderes de ONGs y funcionarios. A esto se sumó el aporte de expertos en política exterior brasileña. El libro consta de ocho capítulos, estando el primero dedicado a desarrollar el marco de análisis, seguido por dos capítulos sobre Argentina, un cuarto capítulo dedicado a examinar la dinámica comercial de ambas regiones, dos capítulos sobre Chile, uno sobre Brasil y un último capítulo a modo de conclusión.
En el caso argentino, los expertos coinciden en la relevancia de la región Asia-Pacífico para la política exterior del país, poniendo especial foco en el aspecto comercial y financiero. El análisis no deja de tomar en cuenta la actual coyuntura política, siendo un punto a destacar la observación de dos visiones opuestas sobre la inserción internacional de la Argentina, denominadas como desarrollismo y globalismo. Ambas visiones difieren sobre los alineamientos internacionales, los procesos de integración regional y el grado de apertura comercial. Otro análisis interesante es el realizado por Eduardo Oviedo en el capítulo 3, quien tomando en cuenta la alternancia política producida en el año 2015, presenta los cambios y las continuidades producidas en la política exterior de los gobiernos de Cristina Fernández y Mauricio Macri. El autor dedica especial atención a la relación con China, y sobre cómo, luego de un enfriamiento inicial, se pudo seguir en un rumbo similar al establecido por la expresidenta.
En el capítulo siguiente, Luciano Bolinaga se pregunta cómo deben actuar las élites latinoamericanas para adaptarse al nuevo escenario internacional y poder vincularse con los países del norte de la región Asia-Pacífico. Desde desafíos de tipo lingüísticos hasta financieros y tecnológicos, los empresarios y los políticos latinoamericanos paulatinamente van adecuando sus estrategias, conocimientos y acciones a fin de insertarse política y comercialmente en la región del Pacífico. El artículo hace un buen trabajo en pintar un panorama general de la situación en nuestra región, resaltando las tensiones entre diferentes grupos e invitando a repensar el rol del Estado en este proceso.
Los capítulo 5 y 6, escritos por Alejandro Pelfini e Isabel Rodríguez Aranda respectivamente, ponen el foco sobre Chile y su relación con Asia-Pacífico. La misma se encuentra marcada por la continuidad a través de diferentes gobiernos y por un sentido fuertemente comercial. En contraste con el caso argentino, se observa entre las élites tecno-políticas chilenas una fuerte cohesión respecto a la idea que tienen sobre la inserción chilena en el mundo, basada en el liberalismo económico, alineación con Estados Unidos y exportación primaria. Pelfini destaca cómo la imagen de Chile (tanto nacional como internacionalmente) cambió de la “excepcionalidad”, visto como una país cuyo exitoso modelo basado en tratados de libre comercio con Asia-Pacífico no podía exportarse a otros países de la región, a una imagen de “modelo” para otros países latinoamericanos. Isabel Rodríguez hace un pequeño repaso por la historia reciente de Chile y al igual que en el capítulo anterior, destaca cómo desde 1973 dicho país ha mantenido un proyecto estable en materia de política exterior más allá de los diferentes gobiernos, el cual ha estado marcada por el interés en Asia-Pacífico y la búsqueda de acuerdos comerciales con dicha región. Una idea muy interesante es que el artículo también propone que Chile posee una “identidad insular” que permite explicar el acercamiento de este país al Asia-Pacífico en detrimento de América Latina, al poseer el mismo nivel de integración con el resto de la región y mantener su mirada siempre hacia el Pacífico. Un ejemplo de esto es la creación en el año 2012 de la Alianza del Pacífico, la cual tuvo a Chile como país fundador.
En el siguiente capítulo Christopher Kiessling analiza la opinión de académicos especialistas en política exterior brasileña, tomando como principal interrogante el actual rol de Brasil en América Latina y su vinculación con Asia-Pacífico. La relación con esta región ocupa un lugar muy importante en la opinión de los expertos, quienes reconocen a Asia como el polo económico del mundo y sostienen que la cooperación entre Brasil y esta región tenderá a crecer. Sin embargo, también destacan en la reciente crisis política (marcada por el juicio a la presidenta Dilma Rousseff) significó un retroceso en la vinculación con Asia-Pacífico consolidada la década anterior, con la excepción de la relación con China. Dicha crisis política también afectó gravemente el otrora indiscutible liderazgo brasileño en América Latina y su prestigio como actor de peso en el ámbito internacional.
Algo que deja en claro el libro es la creciente importancia que los expertos y élites dan a la región de Asia-Pacífico, pese a que tanto en Argentina como en Brasil el tipo de vinculación, y con qué países en específico, es todavía un tema en discusión. Otro tema importante que recorre todo la obra se relaciona con el actual orden internacional, donde se puede observar que los expertos entrevistados perciben un cambio en los actores y foros relevantes: todos señalan a Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN como protagonistas del orden mundial, pero al mismo tiempo destacan el creciente rol de China y otros foros y grupos alternativos de gobernanza global. Es destacable la importancia de China para los tres países analizados, si bien cabe preguntarse, como lo hacen en numerosas ocasiones los autores, si dicha relación podrá ir más allá de lo comercial y generar cambios en materia cultural o política.
En síntesis, Las relaciones entre Sudamérica y Asia-Pacífico… ofrece una mirada interesante y necesaria sobre el pasado, presente y futuro de la relación en América del Sur y la región de Asia-Pacífico, constituyendo un importante aporte al estudio de las relaciones internacionales en un área que, hasta el momento, ha sido poco explorada pero que sin duda está cobrando creciente relevancia.