Reseña

Laclau y lo político.

Gustavo P. Guille

Laclau y lo político.

Postdata, vol. 24, núm. 1, pp. 175-176, 2019

Grupo Interuniversitario Postdata

Vergalito Esteban. 2016. Buenos Aires. Prometeo. 241pp.

En el curso de los últimos treinta años el pensamiento de Ernesto Laclau (1935-2014) ha tenido una influencia e importancia crecientes, suscitando innumerables debates y polémicas tanto en el ámbito académico como fuera de él. El hecho de que su trabajo haya sido objeto de gran cantidad de investigaciones y producciones teóricas de lo más diversas es un indicador, entre otros, de su relevancia. El ensayo de Estaban Vergalito (Doctor en Filosofía y Ciencias Sociales) viene a enriquecer ese basto corpus de estudios exegéticos en torno a la obra de Laclau.

El principal mérito de este trabajo es, por decirlo así, doble. Por un lado, radica en su intento de realizar una interpretación global del discurso teórico de Laclau a través de la reconstrucción -y también de la deconstrucción- exhaustiva de los conceptos y categorías que conforman su complejo entramado conceptual (ello lo diferencia de un gran número de trabajos que o bien se centran en un tema particular de su obra -i.e. la hegemonía, la democracia, el discurso, el populismo- o bien trabajan el vínculo específico que se teje entre ésta y alguna tradición teórica -el psicoanálisis, el posestructuralismo, la deconstrucción, el marxismo-); de este modo, el objetivo del estudio es explorar, como afirma el autor, “no sólo áreas consolidadas, sino también fallas estructurales, vacíos constitutivos y zonas liminales” de la teoría laclauniana (16). El otro aspecto destacable de esta empresa interpretativa es la original perspectiva desde la cual se lleva a cabo. La misma está inspirada en la filosofía del joven Heidegger y “apuesta a dar cuenta íntegramente del pensamiento lacluaniano desde una perspectiva fenomenológico-hermenéutica” (16).

Para desarrollar esta peculiar interpretación del pensamiento teórico-político del intelectual argentino, el texto se estructura en tres partes. La primera parte (“Claves para una aproximación hermenéutica al pensamiento político de Ernesto Laclau”) junto a la segunda (“La teoría de la hegemonía como ontología hermenéutica de lo político”) conforman la fase “reconstructiva” del estudio. Esta etapa comienza por una caracterización del recorrido teórico de Laclau, en el marco del cual se delinean algunas de sus categorías básicas, poniendo especial énfasis en la descripción de su teoría del discurso; en tanto ésta se revela como un elemento clave a la hora de comprender el proyecto posmarxista elaborado pon Laclau junto a Chantal Mouffe en Hegemonía y estrategia socialista. A continuación (capítulo 2) el autor aborda la cuestión de lo político, a partir de la cual se comienza a vislumbrar su perspectiva de interpretación: de acuerdo con Vergalito, en Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo Laclau recrea la teorización de la noción de lo político presentada por Schmitt y Gramsci, aplicando a ese “objeto” de indagación el abordaje ontológico y fenomenológico-hermenéutico propio de Heidegger. De este modo, la deuda de Laclau con Heidegger no pasaría tanto por la aplicación del esquema de la diferencia ontológica al pensamiento de lo político -como sostiene O. Marchart- sino por la aproximación ontológica y fenomenológica-hermenéutica desde la cual se tematiza la cuestión. Es este enfoque ontológico de matriz heideggeriana el que pondría de relieve el carácter contingente, indeterminado, incompleto e histórico de todo ente, que subyace a la reelaboración laclauniana de la teoría gramsciana de la hegemonía “en términos de una ‘ontología hermenéutica de lo político’” (83).

Esta reelaboración es analizada en los capítulos 4 y 5 de la Segunda Parte. En ellos se realiza una descripción fenomenológica de lo político y una analítica de la existencia política, respectivamente. En la descripción fenomenológica de lo político se pone de relieve el plano de manifestación fáctica del fenómeno político, el cual se evidencia en su función instituyente/destituyente de lo social (el momento de sedimentación y reactivación); además se explicita la condición de posibilidad de emergencia del fenómeno político: la dislocación. En este capítulo se explora, por último, la exterioridad constitutiva de lo político, tematizada bajo de categoría de “heterogeneidad social”; la cual remite a distintas figuras a lo largo del recorrido teórico de Laclau.

La analítica de la existencia política desarrollada en el capítulo 5 se centra en la concepción laclauniana del sujeto político. En un primer momento se explora la relación entre sujeto y dislocación; en tanto esta última oficia como condición de posibilidad-imposibilidad de la constitución de aquél. El hilo conductor de esta indagación en torno al sujeto político es la categoría de “decisión”, elemento clave en la constitución de la existencia político-hegemónica. La parte final del capítulo traza un paralelismo entre los rasgos distintivos de la concepción laclauiniana del sujeto y/o las identidades políticas y los “existenciales” heideggerianos a partir de los cuales el filósofo alemán tematiza el ser del Dasein; ya que para nuestro autor, aquellos “desempeñan un papel teórico análogo al cumplido” por éstos (152). De este modo, se cierra la parte “reconstructiva” del trabajo, en la cual se ha puesto de relieve el carácter fenomenológico-hermenéutico de la teoría de la hegemonía así como la concepción ontológica de lo político que subyace al pensamiento de Ernesto Laclau.

A continuación, se realiza una lectura “deconstructiva del discurso teórico de Laclau” (161) que permite explorar sus límites y aporías internas. El tópico central de esta tercera parte gira en torno a la relación de fidelidad infiel que se establece entre la teoría de Laclau y su recepción del pensamiento de Jacques Derrida. En primer lugar, se establece el marco general de coincidencia básica entre ambos pensamientos, pero sólo con el objetivo de indagar, de manera profunda y metódica, lo que se manifiesta como su principal divergencia: cómo se concibe el vínculo entre la dimensión ética y la dimensión ontológico-política. En este sentido, Vergalito señala de manera aguda algunas de las importantes complicaciones y limitaciones que produce en la teoría de la hegemonía el rechazo, por parte de Laclau, de lo que considera una “eticización” de la política (en la que caería Derrida de los años 90), así como también de la afirmación de su contraparte: la reducción de la ética a la esfera ontológico-política.

¿Dicha reducción, no implica pensar las relaciones con los otros exclusivamente en términos de la hostilidad del antagonismo -pues incluso la relación equivalencial se produce por referencia a un campo (un Otro) antagónico- y de la identificación afectiva con el líder, en el caso del populismo? ¿La referencia al principio ético de la hospitalidad absoluta no resulta más necesaria que nunca para tomar distancia frente a los populismos de derecha que se sostienen sobre discursos xenófobos? ¿Es practicable y, sobre todo, productivo establecer una frontera entre lo ético y lo político, subordinando una esfera a la otra?

Estas y otras cuestiones que el autor identifica como “límites” del pensamiento laclausiano son, desde su perspectiva, a la vez índice y factor de la matriz heideggeriana sobre la cual se asienta la teoría de Laclau. De este modo, luego de un exhaustivo y profundo examen sobre el pensamiento de Ernesto Laclau, el estudio de Esteban Vergalito nos invita a habitar en sus zonas liminares, aporéticas, a pensarlas en toda su profundidad y complejidad, así como a buscar nuevos caminos para atravesarlas.

HTML generado a partir de XML-JATS4R por