Resumen: El siguiente trabajo muestra los resultados de la tesina de grado titulada Feminismos del Sur en la formación de grado de Trabajo Social. La misma se llevó a cabo en la licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social en la Universidad Nacional de Mar del Plata (2018-2019). La investigación optó por un enfoque cualitativo que trianguló a nivel de técnicas con estrategias cuantitativas y cualitativas. A partir de los planes de trabajo docente, y la voz de estudiantes y profesores me propuse analizar las presencias y/o ausencias de los contenidos acerca de los Feminismos del Sur en la formación de grado. En este sentido, afirmo que existe un mínimo e incipiente tratamiento de los Feminismos del Sur en dicha formación.
Palabras clave:Feminismos del SurFeminismos del Sur,formación de gradoformación de grado,Trabajo SocialTrabajo Social.
Abstract: This paper shows the results obtained from the degree thesis entitled Southern Feminisms in Social Work graduate education. It was produced in the Bachelor’s degree in Social Work, of the Faculty of Health Sciences and Social Work of the National University of Mar del Plata (2018 – 2019). The research followed a qualitative approach that triangulated quantitative and qualitative techniques. Based on the courses syllabus, and the recovering of students and professors voices, this work analyzes the presence and/or absence of the contents about Southern Feminisms in the Social Work graduate education program. In this direction, I affirm that there is a minimal and incipient treatment of the Southern Feminisms in the previously mentioned education.
Keywords: Southern Feminisms, Graduate program, Social Work.
Género y Derechos Humanos
Los Feminismos del Sur en la formación de grado de Trabajo Social
Southern Feminisms in graduate training in Social Work
Recepción: 25 Noviembre 2019
Aprobación: 03 Agosto 2020
El presente trabajo muestra los resultados de mi1 tesina de grado en la que investigué los Feminismos del Sur en la formación de grado en Trabajo Social de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social en la Universidad Nacional de Mar del Plata (2018-2019). El interés que impulsó esta investigación fue el de develar las ausencias, relacionadas al currículum nulo, y las presencias, vinculadas al currículum explícito, de los Feminismos del Sur en dicha formación de grado. Este interés encontró su justificación en la premisa que afirma que los Feminismos del Sur se expresan como una perspectiva política epistémica y metodológica central para la formación en Trabajo Social.
Respecto a los objetivos de este estudio me propuse analizar las presencias y/o ausencias de los Feminismos del Sur en la formación de grado de la Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad Ciencias de la Salud y Trabajo Social en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Este objetivo de conocimiento se enlazó al propósito de visibilizar la relevancia de los Feminismos del Sur para la formación, cuestionando la acotada incidencia en la propuesta curricular vigente, y propugnando por una formación otra que aporte a despatriarcalizar, descisexualizar y descolonizar el Trabajo Social. En esta dirección, plantee los objetivos particulares de conocer las percepciones de les estudiantes avanzades; como también las percepciones de quienes enseñan. De esta manera, me acerqué a la hipótesis de la tesina de que: existe un mínimo e incipiente tratamiento de los Feminismos del Sur en la formación de grado en Trabajo Social en dicha Unidad Académica.
Mi objeto de estudio requirió específicamente detectar qué saberes sobre los feminismos circulan y son incluidos en la oferta académica en lo que Eisner (1979) retomado por Hermida (2014) denominan como “currículum explícito”. A este marco específico lo enlacé con una sociología de las ausencias (de Sousa Santos, 2006) al entender que aquellos saberes que son descartados y/o omitidos son producidos como ausentes en el marco de la modernidad.
Para comenzar, la categoría de formación, al igual que otros términos, ha sido considerada como polisémica ya que trae consigo una cantidad de sentidos y significaciones históricas, políticas, e incluso desde perspectivas contrapuestas que dificultan nominar lo que se pretende enunciar. Por ello, se lo suele adjetivar (formación profesional, formación académica, formación de grado, etc.) para intentar delimitar los aspectos a lo que se hace referencia. Los estudios sobre la formación en Trabajo Social cuentan con una vasta trayectoria. Me interesa destacar una línea de investigación en las que intelectuales del Trabajo social vienen abordando acerca de las perspectivas y corrientes de las Ciencias Sociales que confluyen en la formación y el impacto de estas en la creación de saberes y prácticas que devienen en definiciones y ejercicios del Trabajo Social de maneras diferenciadas (Hermida, 2016; Cazzaniga, 2007; Muñoz Arce, 2016, González-Saibene, 2011 y Basta Cavalleri, 2018).
Una manera de abordar la formación de grado en Trabajo Social es a partir del curriculum (Hermida, 2016). Parto de añadir a la clásica distinción de curriculum explícito e implícito2, la cuestión del curriculum nulo. Como aquel que nuclea todo aquello que deliberadamente no se enseña, que presenta dos dimensiones: una relacionada a los procesos intelectuales (de enseñanza y aprendizaje) que se descartan, y otra sobre los contenidos y asignaturas que no figuran en el currículum explícito. Ahora bien, siguiendo a de Sousa Santos (2006), sostengo que existe un modo de producción de conocimiento científico que se intenta establecer como único, verdadero y exclusivo que se sustenta en una racionalidad moderna occidental. Esta razón indolente y perezosa, metonímica3, opera de distintos modos (monoculturas), que contraen y sustraen el presente dejando por fuera de ella experiencias, saberes, prácticas y sujetos. Por lo que, su cruce con el curriculum nulo permite entender que todo lo no dicho, lo no enseñado, los contenidos que se descartan y las bibliografías que se desechan, paradójicamente, forman parte del curriculum. Que repara en la afirmación de que detrás de cada ausencia hubo una decisión de selección, por ejemplo, de priorizar un conocimiento por sobre otros.
Cuando aludo a los Feminismos del Sur4 (Alvarado, 2019) lo hago a partir de su constitución como un locus de enunciación diferenciado5 (Mignolo, 1995) adoptado por feminismos que piensan, hacen y sienten desde el Sur global y que es retomado por feministas académicas/activistas comprometidas con las luchas sociales de Nuestra América. Que comprenden un corpus complejo de discursos y prácticas críticas de los sistemas de opresión como el cis-hetero-patriarcado, el racismo y el capitalismo. Estos, además, suponen diálogos Sur-Sur entre distintos feminismos como: feminismo comunitario (Paredes y Guzmán, 2014; Cabnal, 2010), feminismo popular (Korol, 2016), feminismo indígena (Millán, 2017), transfeminismo (Wayar, 2018), feminismo poscolonial (Bidaseca y Vazquez Laba, 2011) y decolonial (Lugones, 2008), feminismo negro (Ribeiro, 2015), feminismo villero, entre otros. Los Feminismos del Sur se caracterizan por ser de, venir de, y estar en latitudes como Asia, África y América. Empero un situarse desde el Sur Global (de Sousa Santos, 2011) implica concebirlos no sólo en términos geográficos sino también epistemológica y políticamente, en otros términos a partir de la herida colonial. Entonces, desde esta visión implicaría a todos aquellos feminismos que hayan sido permeados por la colonialidad del poder, ser, saber y de género. Por el contrario, estos feminismos se oponen a prácticas, discursos y teorías racistas y hetero-cisexistas que, a lo largo de la historia, algunos feminismos tendieron a reproducir (Bonavitta y Bard Wigdor, 2017). Especialmente los feminismos del norte, o también llamados feminismos blancos o hegemónicos, contribuyeron a promover alianzas y agendas políticas excluyentes.
En esta investigación opté por un enfoque cualitativo en la que triangulé a nivel de técnicas con estrategias cuantitativas (proceso, tabulación y análisis de datos relativos al currículum) y cualitativas (particularmente desde los aportes de la Teoría Fundamentada) (Sautu, 2007). Que en su interpretación priorizó la perspectiva de les actores intervinientes en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Dada la complejidad del problema de estudio y del objeto, situé el universo de la muestra en la licenciatura de Trabajo Social en la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social, UNMdP. En este sentido, seleccioné dos grupos de unidades de análisis: la primera de corte documental, que implicó el área específica6 del plan de estudios7; y la segunda entendida en cómo les sujetes intervienen en el proceso de formación, como estudiantes del último años8, profesores9 y gestión de la Unidad académica. En lo que respecta a las técnicas de recolección de datos utilicé distintos instrumentos para cada unidad de análisis. Por un lado, utilicé análisis documental (Valles, 2003) específicamente relevamiento y procesamiento de datos obtenidos de los planes de trabajo docentes10 con el respectivo material bibliográfico, en el que observé sus objetivos y la bibliografía. Por el otro, respecto de las percepciones de les estudiantes, realicé treinta y dos encuestas en las que pregunté acerca de aspectos personales, sobre los enfoques que circulan en la formación, e información relativa a los feminismos. Finalmente, para las percepciones de les profesores y gestión efectué ocho entrevistas en profundidad con guion semi-estructurado que transcribí. En ellas pregunté cuestiones relativas a “Ni una menos” y los debates por el aborto, y distinciones entre los feminismos.
En este apartado acercaré una selección de los principales resultados que el proceso de investigación arrojó. Para ello, retomo uno de los objetivos de este trabajo que fue el de develar las presencias en el curriculum explícito y las ausencias en el curriculum nulo de los Feminismos del sur en la formación de trabajadores sociales.
En primer término, las presencias de los Feminismos del Sur en el curriculum explícito son mínimas y se visualizan en el relato de docentes y estudiantes.
Por un lado, desde/en la percepción de les estudiantes, me interesó indagar en una cuestión más general de distinción entre los distintos feminismos, para luego detenerme en la distinción de los Feminismos del Sur respecto de otros. En este sentido, suscitaron varias precisiones novedosas y potentes para mi objeto de estudio.
Una de las presencias de los feminismos en el currículum explícito, refirió a que el 19% de les estudiantes pudo distinguir distintas líneas al interior de este. Específicamente, dieron cuenta de las siguientes distinciones: feminismo radical; la división entre feminismo abolicionista, feminismo militante del trabajo sexual y reglamentaristas; las tres olas del feminismo; distinción entre feminismo ortodoxo y feminismo popular; y feminismo trans excluyente.
Lo que puedo inferir es que hay un conocimiento de los feminismos en términos generales. Por un lado, aparecen ciertos tipos de feminismos como “trans excluyente”, “ortodoxo”, “popular”, “radical”. Por el otro, se plantea el feminismo en torno a un debate específico “militante del trabajo sexual” “abolicionistas” y “reglamentaristas”. Y, por último, se entiende al feminismo a partir de una periodización socio-histórica “en Olas” que se corresponden a los momentos del movimiento feminista en Europa. Lo curioso de estos datos es que algunes de les encuestades consideran como feminismo a lo “trans excluyente”. Acá me vuelvo taxativa: un feminismo que excluye no es feminismo. Los feminismos son de todes y para todes. La igualdad sólo de las mujeres cis no genera real acción emancipatoria. Por el contrario, necesitamos de común/unidades que abracen la multiplicidad de experiencias y reconozcan las distintas opresiones en términos interseccionales.
A su vez, en lo que atañe a reconocer distinciones entre los Feminismxs del Sur y otros feminismos, el 9% de les estudiantes pudo suscitar algún tipo de información. Específicamente sobre la cuestión del territorio y su carácter situado. Al respecto:
“Principalmente el feminismo del sur busca un feminismo situado al contexto de América Latina (Nuestra América)”. (Encuestade 16, 4 de septiembre de 2018)
“La relación con el territorio. Todo el sur tiene diferencias con el resto del mundo porque nos atraviesan otras problemáticas. El sur es activista en el sentido feminista y esa es una marcada diferencia”. (Encuestade 9, 4 de septiembre de 2018)
Estas apreciaciones se corresponden directamente con lo que plantean las feministas comunitarias, y en particular Lorena Cabnal (2010) en torno a la significativa noción cuerpo-territorio11, que opera como consigna política y como propuesta para recuperar el primer territorio expropiado desde la conquista de América.
Por el otro, desde/en las percepciones de les docentes, indagué en los saberes de los Feminismos del Sur que estes mismes refirieron conocer, como también su distinción con otros feminismos.
Una presencia de estos feminismos es que el (37,5%) de les docentes refirió conocerlos. Y en líneas generales lo hicieron de manera superficial. Al respecto:
“Un feminismo blanco que se asocia a lo colonial. Porque claro, el feminismo es tan rico que ha permitido que hubiera dentro de estas cuestiones de las teorías coloniales. Entonces hay que tener cuidado con el feminismo blanco. Por así decirlo, y capitalista que lo primero que hace es poner sobre la lupa o descalificar algunos movimientos centroamericanos”. (Entrevistade 4, 15 de agosto de 2019).
“A ustedes en el grupo de investigación, sé que están desarrollando lecturas al respecto de los Feminismos del Sur. Escuché a María Eugenia Hermida y Silvana Martínez que vienen escribiendo sobre esto [...] Yo alenté el nuevo proyecto de investigación sobre Feminismos del Sur. Me parece que es indispensable, que este era un síntoma, una ausencia [...] No es lo mismo estudiar violencia que estar pensando los feminismos. Me parece que ahí habrá una matriz teórica interesantísima para poder pensar otras cosas, y otras formaciones, y abrir otros debates con otros tipos de sustentos que retoman y recuperen los discursos militantes, pero que a la vez puedan abonar y mirarlo desde algunas tradiciones, desde algunas líneas para la vinculación de los Feminismos del Sur con la intervención.” (Entrevistada 7, 4 de junio de 2019)
Desde lo suscitado por les docentes se conoce a los Feminismos del Sur por oposición a un feminismo blanco/colonial. A la vez, se plantea la vinculación entre los Feminismos del Sur y la intervención social y se conocen algunas de las exponentes de este tipo de feminismo como María Eugenia Hermida y Silvana Martínez que se desempeñan como docentes de la Unidad Académica estudiada. Esta apreciación es significativa porque refiere a que la carrera cuenta con voces potentes que se hacen eco en lo local, regional e internacional.
En segundo término, las ausencias de los Feminismos del Sur principalmente las observé en los planes de trabajo docentes y en menor medida en los relatos de les docentes.
Según la respuesta les docentes, existe un escaso conocimiento acerca de estos feminismos. El 62,5% refirió no conocerlos. Esto se visualiza en:
“Más o menos… Si por cuestiones de colegas, de compañeras [...] no te podría decir nombres porque no identifico.” (Entrevistada 6, 7 de mayo 2019)
“Sí conozco, no en profundidad. Si sabemos de los movimientos, de las necesidades, pero tal vez no. O al menos no tan profundamente”. (Entrevistada 1, 15 de mayo de 2018)
En otras palabras, algunes docentes expresan verbalmente no conocer estos feminismos, ni poder nombrar a algune de sus referentes. Cuestión que evidencia la invisibilización y silenciamiento de mujeres otras y disidencias sexo-genéricas que lo largo de la historia, la colonial modernidad patriarcal intentó ausentar. Me refiero a violencias epistémicas, de producción de conocimiento, que hicieron que estos se constituyan como saberes no creíbles y realidades que no importan. Más aún, empobrecen la formación de grado en Trabajo Social contrayendo el presente y postulando un canon occidental hegemónico. Limitando así la pluralidad de saberes y loci de enunciación con los que estudiantes, en un presente/futuro, se desempeñarán en su ejercicio profesional.
En lo referido al currículum explícito el lugar que ocupan los Feminismos del Sur en los planes de trabajo docente es mínimo, casi nulo. Los textos ofrecidos por cada una de las asignaturas reflejaron que tan solo el 2%, del total, tiene algún tipo de vinculación (directa o indirecta) con estos feminismos. La asignatura de Metodología del Servicio Social Caso ofrece los textos: A Black Feminist Statement del Combahee River Collective, texto producido por mujeres negras afroamericanas pioneras en nombrar la multiplicidad de opresiones; y Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color texto publicado por Kimberlé Crenshaw que en la misma dirección que las anteriores marca el camino de la interseccionalidad. Sin embargo, los títulos son ofrecidos en idioma inglés por lo que limita su lectura a estudiantes que no conocen esa lengua. Otra particularidad que tienen ambos textos es que se encuentran compilados en el libro Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Temas contemporáneos de Lucas Platero12. Escrito que nuclea diversos textos de las disidencias sexo genéricas. A pesar de que el abordaje de los Feminismos del Sur es mínimo, los escasos materiales ofrecidos por la cátedra resultan sumamente interesante, ya que, la categoría de interseccionalidad (Combahee River Collective, 1977) (Hill Collins, 2000) (Lugones, 2008) es uno de los nudos en común que tienen los Feminismos del Sur. Es decir, aunque explícitamente no aparezcan detallados estos feminismos, se trabaja un tema central.
Otra aspecto relevante de los planes de trabajo docente radica en que el 57,5% de la bibliografía ofrecida por les docentes está escrita por varones cis. Este dato es significativo a la luz de la feminización de la carrera en esta Unidad Académica, en la que el 84% de las estudiantes de quinto año se autoperciben como mujeres, y que, además se sustenta en que dicha formación es enseñada y gestionada en su mayoría por mujeres trabajadoras sociales. Empero el conocimiento científico, indispensable y obligatorio para el ejercicio profesional, es producido por varones cis, es decir, sus escritos son más creíbles y valen más que el producido por las otras, que representan el 42%.
Además, me interesa destacar una reflexión, un poco controversial, que remite a que los contenidos de la currícula de Trabajo Social, como casi todo en el mundo, es cisexista. La selección de textos obligatorios por parte de les docentes presenta un sesgo cisexista que se evidencia en el tan pobre 0,5% de textos escritos por autores no cis. Menciono el porcentaje porque en términos materiales representa a tan solo una persona trans. Acá hay una negación de sujetos que deviene en violencia epistémica. Puesto que cuando se decide qué textos serán los imprescindibles para la formación, no se tienen en cuenta los escritos de las personas trans. Por el contrario, la selección beneficia y privilegia a las personas cis13, esto se visualiza en los contenidos de la malla curricular al representar el 99,5% de la bibliografía. Por lo que, una formación que no incluye a otras corporalidades (que no sean cis), que apenas incluye a los feminismos, es una formación que va en contra de la justicia social y cognitiva. Lo que se requiere es la construcción de aulas libres de discriminación en donde las mujeres otras y disidencias sexo-genéricas sean leides, debatides y problematizades. Porque no es solo que se necesita cumplir con el cupo de mujeres de color y disidencias sexo genéricas, o tan solo ofrecer un texto, sino incorporar los saberes de estos sujetos como perspectivas epistemológicas indispensables para el abordaje de los fenómenos sociales y para interpelar la hetero-cis-normatividad aún imperante en todas las esferas de la existencia humana14. En otras palabras, una formación que entienda, cuestione y tienda a transformar esa matriz de opresión hetero-cis-sexista y racista.
En síntesis, a partir de las tres unidades de análisis puedo observar que existe un mínimo e incipiente tratamiento acerca de los Feminismos del Sur en la formación de grado de Trabajo Social. Esto refleja que, aunque disperso se conocen cuestiones claves y significativas de estos. Mientras que, en los planes de trabajo docentes hay una ausencia de saberes vinculados a los Feminismos el Sur, observo esfuerzos políticos-académicos y personales-colectivos de incorporar los feminismos y en particular de los Feminismos del Sur en la formación académica de trabajadores sociales.
Las líneas aquí expuestas reflejan tan solo una porción del trabajo artesanal elaborado en el proceso de investigación. Algunas de las apreciaciones expuestas remiten a explicitar las ausencias y presencias de los Feminismos del Sur en la formación de trabajadores sociales en la UNMDP. Los resultados que el procesamiento, análisis e interpretación de los datos dejó como saldo validaron mi hipótesis de que existe un mínimo e incipiente tratamiento de estos feminismos en dicha Unidad académica. Específicamente en los planes de trabajo docente los Feminismos del Sur se expresaron como un conocimiento descartado, como un saber no creíble que no merece ser estudiado para ejercer el Trabajo Social. Esta cuestión se tamiza en las voces de docentes y estudiantes que refirieron conocerlos. En particular una cantidad mínima de estudiantes aludió a estos y añadió algún tipo de información como el carácter activista del Sur, el pensar situado, el territorio y que atañe a las problemáticas de Nuestra América. De modo similar, el 37,5% de les docentes pudo definir a los Feminismos del Sur en oposición a otros feminismos y a partir de sus voces locales. Por lo tanto la gran ausencia de la formación de grado en Trabajo Social son los feminismos y en particular los Feminismos del Sur. A pesar de algunas excepciones, existe una invisibilización un silenciamiento, un no nombrar a las disidencias sexo-genéricas. Y en particular, una ausencia de abordajes de las problemáticas en clave de colonialidad de género.
Por último, me interesa agregar que el entrecruzamiento entre los Feminismos del Sur y la disciplina habilita una mirada otra del Trabajo Social. Una otra visión acerca de la intervención social y la formación de grado. Por un lado, los Feminismos del Sur se constituyen como un locus de enunciación diferenciado que su uso permite pensar otras formas de intervenir en lo social. Por el contrario, la negación de este locus excluye un sinfín de experiencias y saberes de los pueblos indígenas, de las mujeres de color, de las disidencias sexo-genéricas y de los sectores populares que son de gran valor teórico, epistemológico y práctico. De esta manera, los Feminismos del Sur construyen y deconstruyen formas otras de pensar-hacer-sentir15 el Trabajo Social y la intervención social. Por el otro, una descolonización, descisexualización y despatriarcalización de la formación de grado en Trabajo Social. Entendiendo que a lo largo de la historia de la ciencia moderna el Trabajo Social ha sido subalternizado. Me refiero a que es una historia que invisibiliza los avances científicos de las precursoras de la disciplina. Una historia tejida por mujeres pero escrita solo por varones, que se extiende hasta nuestros tiempos. Por consiguiente considero que lo indispensable de estos feminismos para el Trabajo Social radica en que “sin Feminismos del Sur no hay real y emancipatoria Justicia Social”.