Comunicación, Arte y Cultura
Asunción Bernárdez Rodal:La divulgación históricadesde la generalizacióndel uso de Internet
Asunción Bernárdez Rodal: The historical dissemination since the generalization of the Internet use
Asunción Bernárdez Rodal:La divulgación históricadesde la generalizacióndel uso de Internet
Millcayac - Revista Digital de Ciencias Sociales, vol. VIII, núm. 15, pp. 209-222, 2021
Universidad Nacional de Cuyo
Recepción: 14 Abril 2021
Aprobación: 04 Junio 2021
Resumen: Con Internet se ha producido un aumento del tránsito de información especializada. La gratuidad y la inmediatez del flujo de datos ha permitido que se produzca una diversificación temática y una transformación estructural de los textos históricos. A su vez, la evolución digital de los soportes ha hecho posible que se incorpore un mayor número de escritores y lectores al proceso comunicativo. La profesora Bernárdez Rodal realiza una interesante interpretación de dichos cambios a nivel socio-cultural, planteando una amplia casuística y tomando como punto de referencia la hipertextualidad y la superposición de narrativas históricas en Internet. Las nuevas dinámicas digitales han modificado las formas de investigar y divulgar la historia.
Palabras clave: Estudios históricos, Divulgación cultural, Periodismo, Propaganda, Internet.
Abstract: There has been an increase in the circulation of specialized information with the use of the internet. The cost-free and immediate flow of data has allowed a thematic diversification and a structural transformation of historical texts. In turn, the digital evolution of media has made it possible to incorporate a greater number of writers and readers to the communicative process. Professor Bernárdez Rodal makes an interesting interpretation of these changes at a socio-cultural level, proposing a broad casuistry and taking as a reference point the hypertextuality and the overlapping of historical narratives on the Internet. The new digital dynamics have modified the ways of researching and disseminating history.
Keywords: Historical studies, Cultural dissemination, Journalism, Propaganda, Internet.
Introducción1
La definición del plano digital, en el ámbito de estudios de las ciencias de la comunicación y la información periodística, es muy compleja y está inmersa en una gran controversia. El marco teórico de la comunicación tiene muchas dificultades para establecer un arco cronológico ampliamente consensuado, que determine con relativa claridad los márgenes temporales de la Era Digital. El concepto de la frontera digital es muy ambiguo y está abierto a diferentes interpretaciones, lo que sí parece estar claro es que la conceptualización se conforma con la expansión del uso civil de Internet. Las consecuencias más evidentes de las nuevas aplicaciones tecnológicas en el proceso comunicativo se manifiestan en el gran incremente de medios, canales, soportes y formatos.
Tal expansión del proceso comunicativo aumenta considerablemente las oportunidades de divulgación de la información especializada, por la gratuidad y la instantaneidad de los nuevos sistemas de transmisión levantados sobre Internet. Originalmente, este ciclo de creación de contenidos y de difusión de mansajes se conoció como sistema de difusión cibercultural. Los cambios acontecidos (gestores de dominios web, soportes de hipertexto, editores de contenido, servidores de correo electrónico y buscadores temáticos de sitios web) desde la gran generalización de los usos de Internet, a mediados de la década de 1990, han sido vertiginosos. Casi todos los activos presentes en el mercado de las telecomunicaciones y los servicios informáticos, poco tiempo después de alcanzar su punto de máxima vigencia, han sido desplazados por los nuevos proyectos de innovación tecnológica. La sociedad actual, envuelta en un ritmo acelerado de vida y acostumbrada a la utilización de dispositivos telefónicos inteligentes, la participación en procesos interactivos y la asimilación de narrativas transmediáticas, percibe los términos de “cibercultura”, “ciberespacio” y “red de redes” como desfasados y propios de otro tiempo.
En lo que respecta a la divulgación cultural, y más concretamente a la divulgación histórica, la utilización de nuevos formatos de almacenamiento y sistemas de difusión ha provocado una auténtica revolución. Las grandes temáticas históricas han alcanzado unas cotas de popularización altísimas. Dichas temáticas son el resultado previo de una pujante tendencia de investigación multidisciplinar, que ha originado unas interesantes sinergias entre los diferentes campos de las ciencias sociales y las humanidades. El incremento de publicaciones de todo tipo es incuestionable, pero, de forma paralela, se ha planteado un agrio debate sobre la calidad misma de dichas publicaciones. A día de hoy, todo parece indicar que no existen estudios concluyentes que afirmen que el conocimiento histórico en la sociedad actual se haya contraído. Los aspectos relativos a la especialización histórica también han llegado a un público más amplio. Los círculos académicos manifiestan opiniones muy contrapuestas a este respecto. Por un lado, están los que perciben cualquier tipo de divulgación rigurosa como algo muy positivo para la socialización del conocimiento histórico, pero, por otro lado, están los que consideran que las nuevas derivaciones de la divulgación histórica son incompatibles con unos mínimos estándares de rigurosidad.
La metodología clásica de la divulgación se ha visto sobrepasada por las innumerables formas de difusión de contenidos con las actuales dinámicas de la digitalización, en tiempo y en forma. Sin embargo, este debate no es nuevo, ya que los círculos académicos más puristas también criticaban con mucha vehemencia la metodología divulgativa previa a la irrupción de Internet. Analógicamente, en lo que respecta a los epígonos del periodismo tradicional, las nuevas prácticas también son percibidas de forma muy negativa, porque se considera que conllevan una devaluación de la labor periodística a la hora de divulgar temas relacionados con cualquier tipo de manifestación cultural. El fenómeno de la digitalización ha contribuido, en gran medida y aceleradamente, a la proyección de ciertos temas de forma casi inmediata. Previamente, los grandes temas del debate historiográfico y las más destacadas tendencias de investigación histórica tenían que recorrer un largo camino hasta llegar al gran público. Actualmente, ese mismo debate y esas mismas tendencias pueden trascender en tiempo real: retransmisión de congresos, edición de revistas científicas, programas de educación a distancia, difusión de documentales y almacenamiento de podcast.
Tanto en España como en América Latina, Asunción Bernárdez Rodal es un referente en el estudio de las diferentes formas de divulgación cultural y las transformaciones ideológicas surgidas en los nuevos contextos tecnológicos de la comunicación. Obtuvo la Licenciatura de Filología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En la misma institución, defendió su tesis, “El lector y la lectura como operaciones textuales: teoría y estrategias”, en el programa de Doctorado de Ciencias de la Información. Participó varios proyectos de investigación sobre feminismo, estudios de género, evolución cultural y de la opinión pública, producción de contenidos audiovisuales y teoría de la semiótica. Ha llevado a cabo una decena de estancias de investigación en centros universitarios de América y Europa. Entre su larga lista de publicaciones destacan: “Soft Power: Heroínas y muñecas” (2018), “Violencia de género en el cine español: análisis de los años 1998-2002” (2008) y “Don Quijote, el lector por excelencia: lectores y lectura como estrategias de comunicación” (2000). Actualmente, es la directora del Instituto de Investigaciones Feministas (UCM) e imparte clases en la Facultad de Ciencias de la Información (UCM).
Los estudios históricos y la divulgación cultural
- Durante la era preindustrial, la violencia político-militar ha sido una de las principales herramientas utilizadas para transformar la sociedad y controlar los poderes institucionales. Esa dinámica violenta se transformó durante la Edad Contemporánea, pero no cambió sustancialmente. ¿Por qué la violencia política y el militarismo han marcado tanto la contemporaneidad en Europa?
- Europa ha sido un continente forjado a base de luchas entre distintos pueblos. Si repasamos su historia, desde su pretendida “fundación” a partir de la Grecia Clásica, su historia es la de la extensión de “grandes imperios” que han crecido sobre todo a partir de una dominación primero militar y luego cultural de los pueblos. Esa dominación cultural se ha extendido a través de la creación de una épica concreta que alaba el héroe individual que somete por la fuerza. Es el mito de Alejandro Magno como el gran conquistador, que somete gana las batallas por la fuerza. Esto es una simplificación, sí, pero la fascinación por el poder que da el uso de la violencia lo tenemos continuamente vivo y representado en la épica contemporánea construida a través de las ficciones que construyen hoy en día los medios de comunicación, tanto los convencionales como los productos de ficción que circulan a través de Internet.
El militarismo no debería estar presente en las sociedades democráticas, pero, de hecho, ahí sigue… ayer ciudadanos americanos asaltaron el Capitolio, y muchos de ellos llevaban ropas paramilitares. ¿Por qué? Porque existe la creencia de que el más fuerte tiene derecho a dominar al débil o al más pobre.
Lo más terrible: que las sociedades que consideramos “triunfantes” han sido casi siempre las más violentas. Roma es un ejemplo, los imperios renacentistas o los países colonizadores del XVIII, otros. Cuando los estudiamos, aprendemos a admirar su tecnología, su “arte” y pocas veces nos enseñan a pensar en la violencia que generaban en contra de sus propios ciudadanos o de los pueblos o países que los rodeaban.
- El oficialismo en España siempre se ha mostrado incómodo con la repercusión del ejercicio de las libertades de expresión, imprenta y difusión de ideas. ¿Por qué la ideología dominante del Estado español siempre ha perseguido el pensamiento plural?
- Creo que el siglo XIX ha sido fundamental en la historia del Estado español, porque mientras otros países europeos adoptaron por lo menos el ideario democrático que surgió en la Revolución Francesa, en este país ese proceso se vio lastrado por unas élites económicas profundamente conservadoras a la par que incultas apoyadas en una iglesia también profundamente clasista. Salvo ciertas excepciones, ni siquiera llegó a desarrollarse una burguesía que creyera en la democracia y en los ideales de progreso que dominaron el contexto europeo.
Las ideas más progresistas de ese siglo aquí tuvieron un alcance muy limitado. Por ejemplo, es muy significativo que no hayamos tenido en el canon literario el reconocimiento a autores que hablaran de una de los fenómenos más importantes de todo ese siglo: el desarrollo de la clase obrera como elemento político. Es decir, no tenemos ningún Dickens, ningún Zola… la mayoría de los escritores vivieron de espaldas a este hecho, mientras que los que sí escribieron de estos problemas nuevos los tenemos totalmente olvidados y no forman parte del imaginario social.
¿Y qué decir de la continuidad en el Siglo XX? La organización obrera de principios de siglo, fue impresionante. También lo fueron los movimientos vinculados al anarquismo y los ideales libertarios, pero ya sabemos el resultado de un levantamiento militar que triunfa en el año 39 y que se impondría por la fuerza durante cuarenta años. Nuestra democracia del año 75 nació sobre una organización política que se había impuesto por las armas, y no se hizo todo lo posible por transformar las estructuras de poder que existían.
Hoy nuestros problemas son los mismos que existen en otras partes del mundo: la manipulación a través de la desinformación, pero sobre todo creo que hay mucha gente que no cree en la democracia porque está cómoda en el lugar de privilegio que mucha gente siente que ha conquistado porque “se lo merece”.
Aceptar la pluralidad de pensamiento debería ser un elemento educativo fundamental que no tenemos. Las sociedades patriarcales tienen a imponer el pensamiento del más fuerte sobre los que se consideran “más débiles” (mujeres, niños, ancianos…), los sin voz. Hay una falta de estructuras que se organicen sobre la igualdad profunda entre seres humanos que debería partir de la familia, de las organizaciones de trabajo, de los centros de estudio, etcétera. Nos educan en el “sometimiento” al padre, a la figura de autoridad que te protege, pero también limita tu libertad.
- El proceso de construcción nacional del siglo XIX se fundamentó en una peculiar e interesada interpretación del pasado, desde los puntos de vista de la tradición social, la evolución cultural y el cambio político. ¿La nación como sujeto histórico ha trascendido en los trabajos de divulgación?
- Sin duda así ha sido. Nos hablan de “naciones” cuando este concepto no existía en épocas pasadas tal como hay las imaginamos. No hay que ir más allá del concepto de “España” como nación, algo que se va construyendo a través de los siglos. En siglos pasados, incluso durante el famoso “imperio español” no existía esta idea: por ejemplo, un soldado servía a un rey de un determinado territorio que no era el de las naciones tal como hoy las entendemos.
Yo creo que puede seguir sirviéndonos el concepto de “nación” como base de nuestras organizaciones políticas, pero debería emerger de la voluntad de la ciudadanía, de los proyectos comunes que pudieran emprenderse para darnos una vida mejor.
Los historiadores y la divulgación histórica
- La comunidad académica valora de forma muy diferente la labor de divulgación histórica y sus resultados. ¿Cuáles son las razones por las que el mundo académico suele fracasar a la hora de acercarse al público no especializado en temática histórica?
- Bueno, yo creo que los trabajos académicos, son lo que son… no son su objetivo principal llegar a un público generalizado. La academia suele manejar un lenguaje especializado que no es para la divulgación. Otra cosa es que alguien académico quiera llegar a un público más general. Si es así debe cambiar totalmente sus formas de comunicar.
Pero yo diría que sí hay un interés de mucha gente en la historia, de hecho, hay todo un boom de por ejemplo podcast sobre historia que sigue mucha gente y que están teniendo mucho éxito. Yo sigo con gran pasión ejemplos de radio como es La linterna de Diógenes, un espacio de radio libre en la que precisamente un presentador, intenta que los trabajos académicos lleguen a un público más amplio.
Lo importante para mí es que la historia se cuente con una perspectiva crítica, que la gente pueda pensar su presente a partir de su pasado… y eso es lo que debe hacer la divulgación de la historia. Pero ya digo… la academia, es otra cosa… no puede ser periodismo o sensacionalismo.
- ¿Cuáles son los principales errores cometidos por los divulgadores a la hora contar los hechos históricos?
- Hablar desde la perspectiva de los vencedores. Hablar dejando de lado a la gente que no era poderosa en el período histórico del que se habla. Y también y por supuesto, interpretar el pasado desde claves contemporáneas sin contextualizar.
(Y no me meto con el uso totalmente manipulado de la historia como se está haciendo ahora muchísimo en programas de divulgación, por ejemplo. Es escandaloso cómo la radio está llena de programas de historia que directamente cuentan mentiras. Ese es el problema.)
- Los estudios históricos en España ignoran muchas temáticas de investigación de primera línea, mientras que redundan sobre una serie de cuestiones clave. ¿Es posible divulgar temas históricos que no han adquirido un mínimo grado de maduración académica previa?
- De hecho, se hace, pero una buena divulgación debe tener una buena lectura detrás, y también una perspectiva crítica.
Los periodistas y la divulgación histórica
- En diciembre de 2020, en una investigación de Infolibre, se publicaron los mensajes del general retirado Francisco Beca en una red social, donde se calificaba al dictador Franco como “el irrepetible” y se mostraba el deseo de fusilar a “26 millones de hijos de p***”. ¿El sistema político surgido de la transición fue la evolución natural de las instituciones franquistas? ¿Qué opinión le merecen los periodistas e historiadores neofranquistas que tratan de minimizar las acciones de exterminio, encarcelamiento, explotación, coerción y humillación de las víctimas de la dictadura? ¿Por qué muchos relatos de odio y muchas interpretaciones históricas del franquismo siguen teniendo una gran vigencia en la actualidad?
- Esas visiones tienen vigencia porque la ideología conservadora que se instauró durante el franquismo, sigue viva para mucha gente que considera que debe mantener sus privilegios. Son inaceptables esas declaraciones, intoxican la vida social, y debemos combatirlas con educación, pero también exigiendo responsabilidades. Los funcionarios públicos tenemos una responsabilidad añadida porque no podemos utilizar las instituciones para ir en contra de la democracia.
El valor de las fuentes orales en la labor de divulgación
- Los testimonios de vida y la síntesis académica son dos de los principales aportes de la oralidad en los archivos sonoros actuales. ¿Qué valor tienen las fuentes orales en el proceso de documentación de una investigación histórica? ¿Cuáles son las principales dificultades de producción de contenidos escritos, sonoros y audiovisuales especializados en temática histórica?
- Yo no soy historiadora y no puedo opinar de forma especializada sobre las fuentes orales. Lo que si se, es que en procesos por ejemplo como lo ocurrido con la dictadura franquista, son a veces la única forma de reconstituir una historia de gente silenciada. Hoy en día hay iniciativas para guardar los testimonios orales de mucha gente, y hay que aplaudirlos. La historia no puede construirse a través sólo de los testimonios “admitidos” por los poderes oficiales de cada momento.
- Los periodistas, los politólogos y los historiadores suelen rivalizar por la construcción disciplinar del relato histórico contemporáneo, especialmente en cuestiones recientes que son conocidas como “historia del presente” e “historia del mundo actual”. ¿Es posible articular una investigación histórica rigurosa desde un marco teórico disciplinar? ¿La cooperación multidisciplinar garantiza unas conclusiones rigurosas de investigación histórica para todas las partes implicadas?
- Yo creo que cabe la multidisciplinariedad, sí… un ejemplo importante me ha parecido el documental que ha realizado por Manuel Menchón: “Palabras para un fin del mundo” (2020), sobre la muerte de Unamuno. No es un historiador al uso, pero ha desvelado unos hechos que los historiadores oficiales no habían revelado.
Las nuevas experimentaciones para la difusión informativa
- Muchos teóricos de la comunicación y la información periodística consideran que la labor de divulgación se ve muy favorecida con el actual contexto tecnológico ¿Cómo afectan los ciclos tecnológicos digitales al proceso tradicional de divulgación histórica? ¿Cómo afecta la multiplicación de plataformas de almacenamiento de archivos digitales al proceso tradicional de divulgación histórica? ¿Por qué hay una brecha tan grande entre en mundo académico y los medios de comunicación especializados en la divulgación histórica?
- Creo que esto es una incógnita. Cómo los historiadores del futuro harán historia sobre nuestra época, es una pregunta imposible de contestar. ¿Qué harán con tanto material audiovisual, con tanto testimonio escrito… etc.? ¿O puede ocurrir que todo lo digital se borre por cualquier tragedia y se queden sin ningún material? En fin, no me atrevo a vaticinar nada.
La producción audiovisual y la temática histórica
- El proceso productivo del cine documental está muy estandarizado y suele regirse por una serie de coordenadas rígidas. ¿Qué rasgos básicos debe tener un buen documental de temática histórica? ¿Por qué el género documental suele tener menos atractivo entre los consumidores de productos audiovisuales?
- Pienso que sí tienen atractivo, otra cosa es que la mayoría de la gente esté dispuesta a pagar por ir a un cine a ver documentales. Para el público común el documental no es “divertido” porque habla precisamente de la realidad. Esta asociación entre diversión y ficción está en la base de todo el consumo tan espectacular de plataformas en la actualidad.
- El proceso productivo de ficción audiovisual (cine y series de televisión) suele ser una fuente de distorsión de la realidad histórica. ¿Por qué los creadores actuales de ficción audiovisual no documentan correctamente sus relatos y ambientaciones de temática histórica? ¿Qué documentales y películas de temática histórica han cambiado su forma de ver el pasado?
- Hay ficción mejor y peor elaborada en cuanto a historia se refiere. Hay buenas historias, como fueron las primeras temporadas de Vikingos, por ejemplo, que fue asesorada por un historiador de la época y realizada de una forma muy interesante. La historia, de hecho, es todo un campo de la ficción que le gusta a mucha gente.
Es como todo: hay muchas ficciones muy mal hechas, pero también existe la voluntad de incorporar otros puntos de vista que no existían en las historias tradicionales. Y me estoy acordando de la película de Steven Spielberg: “War Horse” (2011), que habla de forma crítica sobre los desastres de la guerra, en clave comercial.
El revisionismo y los derechos humanos
- El movimiento memorialista ha despertado una gran polémica en España desde sus orígenes. ¿Por qué los sectores conservadores rechazan con tanta vehemencia la revisión histórica? ¿Por qué los poderes públicos suelen mostrarse incómodos ante los nuevos interrogantes surgidos de la revisión histórica?
- Porque se sienten “atacados” porque seguramente su pasado familiar les vincula con como poco con el conformismo y el silencio que impuso el franquismo.
La derecha de este país se ha tomado este tema como cosa propia y ha hecho de este tema un elemento fundamental del ideario conservador.
- La memoria histórica, como concepto ideológico, y el revisionismo histórico, como concepto historiográfico, son relativamente nuevos. ¿Los colectivos memorialistas están construyendo una imagen del pasado irreal o parcial? ¿Los colectivos memorialistas están ideologizando en exceso el proceso de revisión histórica y el planteamiento de nuevos enfoques temáticos?
- No, yo creo que gracias a estos colectivos se está escribiendo una verdad que se intentó borrar durante cuarenta años. Son necesarios para las generaciones jóvenes puedan conocer su pasado.
No, estos colectivos están intentando conservar la memoria de lo que ocurrió en este país y nunca se contó.
El revisionismo histórico y el nacionalismo español
- El nacionalismo español ha utilizado el pasado como fuente de legitimación política. ¿El historicismo y el positivismo elaboraron relatos históricos mitificados y distorsionados? ¿Los colectivos tradicionalistas han estado ideologizando en exceso el proceso de investigación histórica desde el siglo XIX?
- Las universidades españolas han tenido cuarenta años para elaborar y escribir una historia ideologizada. Fue una historia que sobre todo ocultó la realidad de mucha gente, que tenía ideas progresistas, en el siglo XIX o principios del XX, y fueron borrados. Toda la tradición de ideas progresistas fue sistemáticamente ignorada.
- El tradicionalismo histórico y la historiografía españolista se niegan a abandonar el marco teórico que constituye su área de confort. ¿Los colectivos tradicionalistas siguen reproduciendo una imagen del pasado irreal o parcial? ¿Los elementos concomitantes del nacionalismo y el conservadurismo han integrado un discurso histórico excluyente y triunfalista?
- Sí, la idea de la España triunfante y ofendida ante el progresismo europeo (y francés en concreto) ha sido una constante. Hay que educar a la gente joven en un espíritu crítico respecto a lo que hemos sido.
El radicalismo político y la instrumentalización del pasado
- La extrema derecha (neofascismo, neonazismo, nacionalismo xenófobo, supremacismo racial) tiene cada vez más fuerza en muchos países de Europa y América. ¿El radicalismo conservador podría volver a cristalizar en las instituciones? ¿El presentismo histórico es el principal artificio retórico para la instrumentalización del pasado por parte de los discursos de odio?
- Sí, sí podría producirse. Y el instrumento principal es la manipulación informativa e histórica que hoy corre por las redes con muchísimo éxito. Son varias las estrategias: el desarrollo del miedo al diferente, el miedo a la pérdida de poder masculino, la identidad nacional como si fuera un paraguas protector, etcétera.
- Los nacionalismos en Galicia, Cataluña y el País Vasco tienen una gran presencia electoral e institucional en la actualidad. ¿El fracaso del relato histórico del nacionalismo español está condicionado por la defensa un centralismo doctrinario?
- El centralismo doctrinario no nos sirve para seguir viviendo. La realidad de este estado, es que es plural. Lo que es irresponsable es utilizar esta diversidad como instrumento político de manipulación para conseguir objetivos puntuales como conseguir determinadas mayorías en los parlamentos nacional o autonómicos.
Referencias bibliográficas
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Hisrt, Michael. (Idea y guion); Hirst, Michael (Director). Vikings [Serie de televisión]. Beverly Hills: producida por MGM Television; producida para History Channel. https://history.com/shows
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Spielberg, Steven y Kennedy, Kathleen. (Productor); Spielberg, Steven (Director) (2011). War Horse [Película]. Estados Unidos: Touchstone Pictures / Dreamworks Pictures.
Tejada, Jennider. “Necesitamos al menos 40 años más para conseguir una representación verdaderamente igualitaria” (2016, 7 de febrero), Diario Público. Recuperado el 23 de enero de 2021, de https://www.publico.es/sociedad-/necesitamos-al-menos-40-anos.html.
Notas