Con este número de Cuicuilco he concluido mi gestión como editora de la revista. Han sido casi seis años de trabajo y 17 números de la revista; un tiempo de aprender sobre los procesos editoriales que desconocía por completo, de entrar en un mundo diferente, recibir el apoyo y colaboración de muchas personas, realizar algunos cambios que me parecen valiosos y mucho que agradecer.

La revista ha contado con la coordinación editorial de Ingrid Valencia, siempre dispuesta a aprender y enseñar, aportar ideas nuevas, a organizar carpetas y más carpetas para evaluaciones, perseguir y recordar a revisores y autores que los plazos se cumplen, que los tiempos de una revista siempre corren contra reloj. Dispuesta y capaz de leer una y otra vez, correcciones y pruebas y a sortear todas las dificultades y contratiempos que hemos tenido.

El consejo editorial siempre apoyó y colaboró del mejor modo y con interés. Los compañeros del área de publicaciones de la escuela, en cada etapa han apoyado y peleado con nosotras para obtener recursos y que los tiempos se cumplan.

Autores y revisores no han dejado de enviar sus aportaciones y han aceptado registrarse en la nueva plataforma,^[1] aunque no siempre les fue fácil.

Jóvenes artistas nos han permitido utilizar su obra plástica en nuestras portadas, con lo que hemos tenido una hermosa colección de obras de arte en los 17 números.

Continuemos colaborando y leyéndonos. Esperemos que la revista mantenga la calidad de siempre y su inclusión en bases de datos nacionales e internacionales y, sobre todo, que siga siendo la revista de nuestra escuela y de nuestro INAH, cercana y significativa para todos.

Agradezco enormemente la colaboración de todos aquellos que trabajan para que la revista exista, así como de todos los que escriben y leen Cuicuilco.

Notas