Develar un rostro

¿Cuál es el potencial afectivo del retrato aplicado como herramienta para incidir en el tejido social? Esta pregunta nace después de haber sido detenido arbitrariamente y remitido a la Procuraduría de Justicia mexiquense por agentes del orden público, quienes sembraron en mis pertenencias «aparente» marihuana. Durante esta experiencia, pude vivir una serie de condiciones burocráticas injustas impuestas por el aparato de justicia estatal, además de atestiguar las formas en que son vistas y señaladas como criminales aquellas personas que transitan por situaciones de riesgo debido a sus adicciones.

A través de un tipo de dibujo figurativo convencional me aproximo al género del retrato, para propiciar vínculos entre el arte y sectores sociales que por décadas han sido afectados por una serie de violencias estructurales, que parten de la producción, distribución y consumo de sustancias ilícitas o sintetizadas en laboratorios clandestinos, cuya demanda, según el CONADIC, va en aumento entre jóvenes y adolescentes, principalmente. En ese sentido, los retratos que conforman este proyecto se configuran como una suerte de testimonios que recopilan experiencias de padres, madres, parejas, hijos e hijas que por diferentes circunstancias han vivido las desventuras y tragedias de una adicción.

Develar un rostro, plantea la posibilidad de abordar el dibujo como un ejercicio de escucha y alteridad que dialoga activamente con distintos sectores sociales, marginados, adictos y víctimas de la incapacidad de aquellos que imparten seguridad y justicia.

La realización de este proyecto fue posible gracias a la beca “Jóvenes Creadores”, FONCA-Secretaria de Cultura, 2021- 2022.