CARTA AL EDITOR
Conociendo al coronavirus SARS-CoV-2, protagonista de una pandemia
Knowing the SARS-CoV-2 coronavirus, protagonist of a pandemic
Conhecendo o coronavírus SARS-CoV-2, protagonista de uma pandemia
Recepción: 19 Abril 2020
Aprobación: 15 Junio 2020
La grave situación que enfrenta el mundo debido a la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) requiere que todos los profesionales de la salud estén adecuadamente informados acerca de las características de esta enfermedad. Esta Carta al Editor resume de forma clara, pero rigurosa, las principales características del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2), agente etiológico causante de COVID-19.
SARS-CoV-2 se clasifica como coronavirus (familia Coronaviridae) por su apariencia de “corona” en las microfotografías electrónicas y pertenece específicamente al género Betacoronavirus, subgénero Sarbecovirus (1). Sus viriones tienen un diámetro entre 60–140 nm, su genoma es ARN monocatenario de sentido positivo y posee envoltura (1). La secuencia de ARN de SARS-CoV-2 consiste en unos 29.870 nucleótidos de longitud (unos 9.744 aminoácidos) (1). El análisis de las secuencias genómicas completas de pacientes con COVID-19 demostró que la secuencia de SARS-CoV-2 comparte 79,6% de identidad con la secuencia del SARS-CoV, coronavirus causante del brote de síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2003 (2). SARS-CoV-2 posee cuatro proteínas estructurales: la proteína S, homotrímero que forma las espículas en la superficie viral y es responsable de la unión a los receptores del hospedador (3); la proteína M, que tiene tres dominios transmembrana y da forma a los viriones, promueve la curvatura de la membrana y se une a la nucleocápside (3); la proteína E, importante para el ensamblaje y la liberación del virus, que participa en la patogénesis viral (3); y la proteína N, que contiene dos dominios, los cuales pueden unirse al ARN viral a través de diferentes mecanismos (3) (Fig. 1). Para infectar a las células, el dominio de unión al receptor de la proteína S de SARS-CoV-2 es reconocido por el dominio de la peptidasa extracelular de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que es su receptor (2) (4). Este reconocimiento principalmente se da a través de residuos polares (4).
Estructura de SARS-CoV-2 e interacción de su proteína espícula
Figura 1. Estructura del coronavirus SARS-CoV-2 e interacción de la proteína espícula (S) con su receptor. ACE2: enzima convertidora de angiotensina 2. Figura creada con el software BioRender.com en base a lo reportado por Cascella et al. (10).
Se considera a SARS-CoV-2 como agente zoonótico. SARS-CoV-2 tiene un ancestro común con virus de murciélagos y es probable que su reservorio sean quirópteros, según lo reportado por estudios filogenéticos de secuencias de virus aislados de murciélagos (2) (5). También se ha propuesto a pangolines como hospederos intermediarios en base a análisis filogenéticos (6). Los resultados no han sido concluyentes al respecto, por lo cual las investigaciones continúan sobre este tema.
El contagio por SARS-CoV-2 produce la enfermedad conocida como COVID-19, para la cual algunas personas son asintomáticas. Para quienes presentan síntomas, los más habituales son fiebre, tos seca y cansancio (2). Éstos suelen ser leves y comienzan gradualmente. En algunos pacientes se han observado también síntomas gastrointestinales (7) y neurológicos (8). Cuando el paciente con COVID-19 se agrava, se observa un cuadro severo de síndrome respiratorio, caracterizado por gran dificultad para respirar, fiebre alta, dolor torácico, pulso irregular, entre otros síntomas y puede llegar a evolucionar a una falla multisistémica.
Finalmente, para retrasar la propagación de COVID-19, los profesionales sanitarios así como los organismos de salud públicos y privados deben poner especial énfasis en implementar y difundir las medidas que eviten más contagios. Según lo recomendado por la Organización Panamericana de la Salud, entre las precauciones estándar se destacan: la higiene de manos, el uso de equipo de protección personal adecuado (gorro, guantes de nitrilo y cubrebocas), prácticas de seguridad de inyección, una gestión segura de residuos, limpieza ambiental y esterilización de equipos de atención al paciente (9).
El presente trabajo fue realizado sin recibir una financiación específica.
El autor declara no tener conflictos de intereses respecto del presente trabajo.
Dr. MANUEL E. CORTÉS
Decano Interino Facultad de Educación Vicerrectoría Académica
Universidad Bernardo O’Higgins, CHILE
Tel.: +562 2477 2244
Correo electrónico: manuel.cortes@ubo.cl