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EL SOCIAL – CONFORMISMO Y LA JUVENTUD EN PANAMÁ
Abdiel Rodríguez Reyes
Abdiel Rodríguez Reyes
EL SOCIAL – CONFORMISMO Y LA JUVENTUD EN PANAMÁ
Tareas, núm. 155, pp. 135-141, 2017
Centro de Estudios Latinoamericanos "Justo Arosemena"
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Resumen: El siguiente ensayo es la continuidad de mi investigación sobre el social-conformismo en Panamá, en particular en los jóvenes, financiada por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, con la expresa intención de abrir un diálogo con la ciencia y la tecnología, en donde se tiene que implementar la perspectiva social y el pensamiento crítico para que realmente exista la posibilidad de equidad.

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TAREAS SOBRE LA MARCHA

EL SOCIAL – CONFORMISMO Y LA JUVENTUD EN PANAMÁ

Abdiel Rodríguez Reyes
Universidad de Panamá, Panamá
Tareas, núm. 155, pp. 135-141, 2017
Centro de Estudios Latinoamericanos "Justo Arosemena"

Los humanos deben vivir y crear

Albert Camus

El XVI Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología tiene como temática central: Ciencia para la Equidad y el Desarrollo Sostenible, lo que nos invita a reflexionar en torno a ello y no perder ese horizonte. Habría que recordar aquellas palabras de Guillermo Castro que dice que el desarrollo es sostenible por lo humano que éste llegue a ser. Solo la educación científica/humanista podría dar paso a ese derrotero, si no tenemos el camino marcado nos perderemos. Mi intervención se titula: “El social-conformismo y la juventud en Panamá”. La juventud sin lugar a duda jugará un papel trascendental en el futuro del país, por lo que pensar en el futuro país también implica pensar en la juventud y la niñez también. Si tenemos una prospectiva equivocada en alguna de estas cuestiones, automáticamente se trunca la otra, de tal forma que, es imperante pensar ambas cuestiones interrelacionadamente.

Para poder fundamentarnos una educación científica/humanista es necesario la producción, desarrollo e introspección del pensamiento crítico como eje rector. Entendemos por pensamiento crítico aquel en donde se entronca el pensar con su propio conocimiento sin la tutela del otro (como Kant en su pregunta por la Ilustración) y la emancipación humana. El pensamiento crítico está presente en el discurso nacional, lo vemos en el Ministerio de Educación, forma parte de la misión de la Universidad de Panamá, la Secretaria Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) lo sitúa como algo central para el desarrollo de la ciencia. En definitiva ya está presente en nuestra jerga, ahora hay que materializarlo en nuestras investigaciones y nuestro accionar. Una investigación científica debe tener un carácter de aplicabilidad/factibilidad del mejoramiento de la vida, aunado con la definición del pensamiento crítico como lo hemos definido, lo que nos develaría el papel de la ciencia en el desarrollo del país.

¿Qué es el social – conformismo?

Empecemos por definir lo que es el social . conformismo. Un punto de partida sería Antonio Gramsci cuando señaló que la filosofía (lo podríamos entender como pensamiento crítico) es la superación del sentido común y la religión. En esa dirección lo que habría que implementar es un buen sentido basado en el conocimiento científico y humanista. Cuando se daba por superado el ideal ascético religioso, este vuelve e incluso con mayor fuerza y militancia, por eso vemos la posición particularmente de las iglesias cristianas evangélicas en contra de la unión de personas del mismo sexo, de la educación sexual y la liberación de las mujeres; en esa misma línea vemos argumentos como que la familia natural (como si más bien no fuese una institución social que cambia en el tiempo) es un hombre y una mujer; y tachando la liberación de las mujeres como ideología de género. Esto es un tema complejo y lleno de trivialidades, es sumamente importante en la configuración política, dado que estas posiciones ascéticas religiosas tienen influencia en las deliberaciones políticas, así que no es una cuestión ajena, si no que se está manifestando en la sociedad.

En esta intervención queremos más bien centrarnos en cómo Marcos Roitman (2004) define social – conformismo, para que a partir de esa matriz teórica poder ir viendo si tiene asidero en la realidad social de un país como Panamá. De forma tal que, nos ceñimos a esa definición para problematizar la cuestión. Metodológicamente trabajamos con un grupo focal de estudiantes para medir cualitativamente – de forma introductoria/solo exploratoria – las características generales de la definición de social – conformismo, cada característica tiene sus indicadores para precisar en el análisis teórico nuestras fallas, (cf. Rodríguez) que es precisamente donde el social – conformismo tiene cabida. Éste está en contra de la ciencia y la innovación, que es el tema que más interesa en este Congreso, pero por encima está, lo que señaló José Miguel Benavente (Jefe de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo), que la clave es la inspiración. El social – conformismo es, entre otras cosas, la antípoda de toda forma de inspiración, lo que busca es mantener el status quo. La educación científica –humanista y el pensamiento crítico, articuladamente, es la contraposición del social – conformismo. Las características del social conformismo son las siguientes: A. Pérdida de la centralidad de lo político. B. Desarticulación en las formas del pensar. C. Desconcierto teórico. D. Desaliento de la conciencia crítica.

Estas características del social-conformismo se pueden percibir en el plano subjetivo y en el colectivo. En apretadas líneas podemos decir que el social-conformismo es tener “una vida complaciente y libre de ataduras provenientes de la conciencia, que rechaza todo tipo de compromiso social” (Roitman, 2004: 2); esto sería parte de un debate pendiente en América Latina y el Caribe –y en particular en Panamá– sobre todo con la apatía de los jóvenes a cualquier cambio y cualquier compromiso político a favor de una causa social o un mundo más democrático y justo.

Algunas características y prospectiva de la juventud en Panamá

En términos generales, el 94.2 por ciento de la sociedad panameña tiene poca o nula inserción, relación, articulación en los temas de ciencia y tecnología o está involucrada en ellos, según la IV Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología que publicó SENACYT y el Gobierno Nacional y analizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos, (CELA) “Justo Arosemena”, es preocupante este altísimo porcentaje. En cuanto a los jóvenes en particular, es notorio su falta de conocimiento, por ejemplo en algo tan elemental como su salud, al menos así lo dejó ver el último estudio del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, aplicado a jóvenes de 14-18 años de edad, que explicita el pobre dominio de un tema que debería ser de conocimiento público como la educación sexual. La siguiente minuta periodística señala que:

La población entre 14 y 18 años de edad tiene un bajo conocimiento sobre las enfermedades de transmisión sexual, registra un alto índice de violencia en el noviazgo, y un elevado porcentaje padece de hasta dos enfermedades venéreas. Un estudio elaborado por el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) en 10 escuelas oficiales de la provincia de Panamá refleja que el 98 por ciento de los jóvenes encuestados tiene un “pobre conocimiento” del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), su forma de transmisión y las medidas de prevención. (La Prensa. 5/4/2016).

El propio estudio publicado en la Revista Plos One, titulado: “Sexual Practices and Prevalence of STIs among Adolescents in Panama”, 2015, brinda resultados alarmantes, por ejemplo: “A total of 592 participants were included, of whom, 60.8 por ciento reported a history of sexual activity, and 24.4 por ciento tested positive for least” (Gabster, et al., 2016). La medición es una parte, pero hay que tomar conciencia de ello. A partir de este estudio se constato el pobre conocimiento, la pobre cultura científica que tienen los jóvenes en educación sexual; y aún así persiste una resistencia trivial a leyes que impulsen el conocimiento en esa dirección, lo que también implica, que no sólo se trata de conocer el porcentaje de analfabetismo en cultura científica, si no también ver el impacto en la sociedad y las potenciales soluciones mediante políticas públicas.

Para que un análisis prospectivo tenga sentido, tiene que ser histórico, al menos debe incluir una retrospectiva de mediana duración, la flaqueza de los análisis prospectivo estriba en la miopía histórica. Eso fue una de las preocupaciones centrales en el Manifiesto por la Historia (Guldi & Armitage, 2016), un libro sugerente para las políticas públicas, que según estos autores están impregnadas del cortoplacismo. Es decir, que no tiene una perspectiva histórica. Por más medición que se tenga, hay que tomar en consideración que en la mayoría de las investigaciones interviene la condición humana, y esta no necesariamente es tan exacta, por lo que la historia, el conocimiento de las acciones del pasado son una buena consejera. De tal forma que, es necesario mayor flexibilidad en cuanto a que la prospectiva sólo tendrá sustento material si se apoya de una retrospectiva, para no cometer los mismos errores del pasado, allí está la importancia de la historia para pensar el futuro.

La otra cuestión de suma trascendencia, es que estamos ante una coyuntura de singular importancia por el gran deterioro social y natural que vive la humanidad, lo que nos obliga, entre otras cosas, a tomar medidas urgentes. Esto queda muy claro en la siguiente formula del Programa de Naciones Unidas, en el Informe Nacional de Desarrollo Humano del 2014 que se titula “El futuro es ahora” precisamente de esto trata la cuestión. El futuro es ahora quiere decir muchas cosas, por ejemplo: Una puede ser, el futuro es ahora en la medida que ya se tenía que haber hecho un trabajo que tendría su resultado ahora (ya vemos lo que tenemos al menos en el sistema de educación pública). Otro ejemplo puede ser que tenemos que tomar medidas radicales hoy para cosechar el resultado a largo plazo.

Lo que se necesita en la juventud, en materia de políticas públicas, es una revolución educativa que tenga como eje rector la producción y el desarrollo del pensamiento crítico, en un plano introspectivo a nivel de la conciencia. De tal forma que, no renunciamos al pensamiento dialéctico. Aún hay mucho por rasgar, muchas capas para poder acceder a lo concreto. Lo concreto hoy es pensar en la juventud y la niñez. Según el Informe del PNUD:

La población joven esta aun más concentrada en las provincias que la población infantil. En las provincias de Panamá, Chiriquí, Colon, Coclé y Veraguas se concentra el 81% de las personas entre 15 y 19 anos y el 86% de las de 20 a 24 anos. De hecho, en la provincia de Panamá vive más de la mitad (54%) de los jóvenes de 20 a 24 años de edad y casi la mitad (47%) de aquellos entre 15 y 19 anos (en comparación con 45% de los niños de 5 anos) […] concluimos entonces que los jóvenes tienden a concentrarse en las áreas urbanas, mientras que en las áreas indígenas y rurales tiene más peso la población infantil. Este hecho es importante para el diseño y la gestión adecuada de los programas de atención para cada uno de aquellos grupos. (PNUD, 2014).

Los niños de hoy, que están en áreas indígenas y rurales, serán el futuro, la mano de obra de Panamá en 20 años. Teniendo en cuenta estos porcentajes, y la territorialidad, tenemos un horizonte ensombrecido, tenemos que despejar el panorama. Tomar conciencia del problema es un buen primer paso. Si en nuestra transición demográfica, el futuro está en los que hoy son niños/as y estos están en las zonas de riesgo o en el mapa de la pobreza donde el sistema educativo público está a punto del colapso total, entonces, habrá que tomar medidas para salvar el futuro del país. No es del todo correcto decir que estamos en una crisis educativa, decir que estamos en crisis es decir que es algo reciente y no necesariamente es así, la situación de la educación en Panamá es de arrastre, tiene al menos varias décadas de atraso, desde que no se hicieran las reformas correspondientes. La actual coyuntura de mediana duración es propicia para discutir los temas de fondo en donde pueda participar toda la comunidad educativa. La equiparación del 6 por ciento del PIB a la educación pareciera ser un buen síntoma.

Este ensombrecimiento es resultado de las políticas públicas carentes de una planificación real a largo plazo, el resultado es el estado en el que se encuentra la educación hoy. Un reciente estudio del sociólogo Paul Córdoba publicado por los Cuadernos Nacionales del IDEN, analiza las expectativas laborales de la juventud panameña – desde la territorialidad –, y demuestra la hipótesis que, “debido al bajo nivel educacional, a su poca movilidad laboral y a sus bajas expectativas laborales, los jóvenes del sector rural interiorizan el círculo perverso del pesimismo,” si tomamos en consideración el Informe Nacional de Desarrollo Humano, los niños/as, el futuro de Panamá, hoy viven precisamente en esos sectores rurales en un contexto de baja expectativa y pesimismo según Córdoba. ¿Qué innovación puede surgir con un panorama así? ¿Cómo nos estamos preparando para el futuro? Debemos tomar todos estos aspectos para que la Ciencia pueda ser catalizadora para la equidad y el desarrollo, como decíamos al principio, sostenible por lo humano que este llegue a ser.

Material suplementario
Bibliografía
Córdoba Mendoza, P., 2014-2015, “Expectativas laborales de la juventud panameña: Un análisis cualitativo desde la territorialidad”, Cuadernos Nacionales,vol. 23, pp. 11-26.
Gabster, A. y otros, 2016, “Sexual Practices and Prevalence of STIs among Adolescents in Panama”, 2015, Plos One, pp. 1-13.
Gobierno de la República de Panamá/MIDES/PNUD, 2016, Juventud en Cifras.
Gobierno Nacional/SENACYT, 2010, IV Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología.
Gramsci, A., 1974, Antología,. 2 ª ed., Madrid: Siglo XXI.
Guldi, J. & Armitage, D., 2016. Manifiesto por la Historia, Madrid: Alianza.
PNUD, 2014, El Futuro es ahora. Primera infancia, juventud y formación de capacidades para la vida, Informe Nacional de Desarrollo Humano 2014.
Rodríguez Reyes, A., 2015,CLACSO.http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/clacso-crop/20150603065906/social.pdf (Último acceso 30/10/16)
Roitman, M., 2004, El pensamiento sistémico. Los orígenes del social-conformismo, México: Siglo XXI/CIICH-UNAM.
Simmons, R., 2016, Informe del Gorgas revela ‘analfabetismo’ de jóvenes en sexualidad. En La Prensa. (5/4/2016).
Notas
Notas de autor
*Intervención en el XVI Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología. Ciencia para la Equidad y el Desarrollo Sostenible, efectuado del 20 al 22 de octubre del 2016. Organizado por la Secretaria Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) y la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia.
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