Resumen: Las artesanías constituyen una parte escencial del patrimonio inmaterial de Panamá. La comunidad de San José (Distrito de Ocú), se destaca por la confección del montuno ocueño marcado en punto de cruz. Esta artesanía representaba la vestimenta del campesino de la región y se considera, actualmente, como uno de los trajes típicos del hombre panameño. Las mujeres de la comunidad cosen puntada a puntada el montuno. Esta actividad contribuye al sustento económico de las familias ocueñas.
Palabras clave: Ocú, artesanía, patrimonio cultural, montuno, economía.
PATRIMONIO CULTURAL
PUNTADA A PUNTADA SE CONSTRUYE LA IDENTIDAD NACIONAL: Las mujeres costureras de San José de Ocú
San José de Ocú es un pequeño poblado, que sobresale por las artesanías que confeccionan las mujeres de la comunidad. Aquí destacan por su originalidad y belleza el uso del marcado del montuno en punto de cruz, el sombrero blanco, la pollera ocueña, los botones de calabazo, las ligas y cordones para los sombreros, entre otras actividades que realizan las damas de diferentes edades, cada día, después de atender las faenas hogareñas.
Sin embargo, es pertinente advertir que no todas las mujeres de la comunidad se dedican a elaborar artesanías, pues no todas han aprendido el oficio. Son pocas las que siguen está tradición que han heredado de sus familiares a través de los años.
Son varias las familias que están preocupadas para que la tradición siga y no se pierda. Las señoras de más edad que integran esas honorables familias se están encargando de que las nuevas integrantes de su linaje aprendan este arte. Así están las familias Mela, Maure, Campo, Marín y de León. Algo que sobresale en las artesanas es que ellas están dispuestas a trasmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones no necesariamente que sean de su familia.
Cada una de estas familias se especializa en una artesanía, aunque puedan conocer los procesos de creación del resto. Lo cual es corroborado por la señora Luisa Ramos cuando argumenta que, “a mí me gusta hacer los sombreros blancos, no sé confeccionar las otras artesanías que se hacen aquí.”1
Esta labor artesanal ya tiene carácter comercial, pues, en la comunidad hay varias señoras que se dedican comercializar las artesanías en las diferentes ferias que se realizan a nivel nacional, el proceso se da de la siguiente forma; las intermediarias le proporcionan los materiales del montuno como lo es (la tela de manta sucia ya cortada en piezas, con sus hilos). Ellas se apoyan con las demás mujeres de la comunidad que se encargan hacerles las artesanías. Entre las intermediarias están las señoras Basilia Cedeño, Laura Mela, Cirila Montilla, Catalina Mela y sus hijas. Muchas de las mujeres que marcan no saben armar, ni cortar el montuno, así lo expresa Eva María Maure, moradora de la comunidad, “yo no sé cortar ni coser el montuno solo se marcarlo.”2
Los montunos son distribuidos entre las mujeres que solo se dedican a trabajar el marcado. Posteriormente, las piezas del montuno son marcadas y las modistas que cortaron la tela se encargan de armarlas.
Este procedimiento es complejo y se tiene que seguir un patrón para conservar la originalidad del vestido, con lo cual se preserva este legado cultural trasmitido de generación en generación. El trabajo del marcado tiene un valor económico que no lo pone las que marcan si no las que comercializan estas artesanías, tal como lo expresa María Campos, de 28 años, “a mí me pagan 25 a 30 por marcar un montuno.”3
Las damas que se dedican a trabajar estas artesanías dedican varias horas a su confeccion, muchas de ellas recuerdan que cuando no había electricidad en el pueblito y tenían que entregar un encargo usaban las horas de la noche para trabajar en el marcado usando la luz de las guarichas que eran confeccionadas por ellas mismas de forma rudimentaria.
La región del Ocú es reconocida a nivel nacional por el montuno, conjunto de vestir del hombre del campo de la región y consiste en un “calzón” y una camisa. “El montuno lo componen dos piezas: la camisa o cotona y el pantalón.”4 En la actualidad es el vestido masculino que identifica a Panamá en todo el mundo.
De acuerdo a las investigaciones hechas por el periodista ocueño Olmedo Carrasquilla, “este vestuario, que tiene raíz hispánica con motivos indígenas, era utilizado para las fiestas de Santa Rosa y San Sebastián, patrón de los ocueños.”5 Rodrigo Núñez Q, en su libro Comarca de los manitos señala que:
“…lo característico del montuno genuino es en realidad la tela con que se confecciona: el tejido de machete, una tela de algodón, cultivado en la comarca, hilado en husosrudimentarios y fabricada en telares rústicos, de industria lugareña”..6
El montuno está formado por el pantalón corto, llamado “chingo”, y una camisa larga, que llega hasta casi medio muslo, que se conoce como “cotona”. En sus investigaciones sobre la pieza de vestir del hombre que se conoce como el montuno en el área de Ocú, la profesora Dora de Zarate señalaba que:
…es una vestimenta integrada por un calzón y una camisa, ambos hechos en tela ordinaria que todavía a comienzos del siglo tejían ellos mismos en telares rudimentarios, pero que después las cambiaron por telas más fáciles de adquirir venidas de fábricas extranjeras, bastante gruesas, bastas, muy parecidas a las que ellos fabricaban a las cuales todos conocemos hoy como Crudo, Tejido y como tela de hacer montunos.7
El montuno sencillo, sin marcas, era usado por nuestros antepasados en sus labores diarias de trabajo en el campo. “Para labores diarias el ocueño se atavía con un vestido blanco sin labores de ninguna clase”.8
El montuno marcado con adornos en forma de flores geométricas y animales era usado para asistir a las fiestas religiosas: Semana Santa, Santa Rosa de Lima, actualmente “El Manito” y en la fiesta patronal de San Sebastián. Al respecto Olmedo Carrasquilla señala lo siguiente: “Las labores de marca o punto de cruz, están inspiradas en figuras geométricas, flores estilizadas, animales, cuyo origen deben ser indígenas".9
Hay que tener presente que en las décadas de 1940 y 1950 los campesinos no disponían de dinero para hacerse una muda de ropa nueva a cada momento para salir al pueblo de Ocú. Es por eso que sus mujeres cosían con mucha dedicación y esmero la vestimenta que era usada para las fiestas ya mencionadas. Al respecto la maestra Elsa Quintero, moradora de Ocú, recuerda:
“…llegaban los campesinos con sus vestidos marcados para las fiestas más famosas de pueblo como era Santa Rosa de Lima, San Sebastián y la misa de viernes santo.”10
El señor Leonardo Marín, morador de la comunidad de San José de Ocú, y quien actualmente tiene 70 años, señala:
El montuno sin marcas se usaba en los trabajos de las huertas y los que tenían marcas se usaban para asistir a las fiestas en el pueblo de Ocú. Pero también se daba el caso cuando, yo era chiquillo de 10 años más o menos, que habían personas que no podían comprar la tela de machete para hacer los montunos, entonces usaban los sacos de harina para hacer las cotonas o las camisas del montuno.11
La señora Catalina Mela, con una vasta experiencia en el marcado y rescatadora de la tradición de la comunidad, inicia la creación artesanal a la edad de 6 años. Comenta que aprendió este tipo de trabajo gracias a las enseñanzas de su madre (la señora Bernardina Torres) quien le explicaba las etapas que debía seguir para llegar a obtener las habilidades necesarias en la producción de una artesanía. Ella dice que:
…el montuno ocueño es el conjunto formado por el calzón chingo o pantalón mandil y la cotona, las dos piezas son marcadas con labores en punto de cruz donde se usan varios colores llamativos como el rojo, azul y amarillo quemado, los mismos son usado para hacer los adornos en formas de flores, caminitos, triángulos, el color blanco se combina con los otros colores ya mencionados para confeccionar la espigueta. En la actualidad se usa la tela manta sucia para hacer este vestido varonil. El tiempo necesario para confeccionar el montuno con todas las exigencias de la tradición es de aproximadamente 25 días.12
La señora Catalina indica que ella también ha contribuido en la preservación de esta herencia cultural, pues ha enseñado en su casa a sus hijas y éstas a las suyas (nietas), con lo cual queda evidenciada la presencia de la teoría de la cadena de valor y de la presencia de la cultura inmaterial a través de la oralidad como método de reproducción del conocimiento.
A través del tiempo las mujeres ocueñas han usado diferentes tejidos para hacer sus creaciones en punto de cruz. Como se ha explicado anteriormente, en la región de Ocú seproducía la tela machete, aunque también se empleó la tela de los sacos de harina de pan para hacer las “chamaras” que eran camisas usadas para labores del trabajo en el campo por los varones. Al respecto Juan Antonio Medrano Puyol dice:
Los campesinos por necesidad de vestir hicieron del algodón hilo. Con un “huso” de fabricación casera, hilaban algodón para los dueños de telares que existían en el pueblo de Ocú. Hacían yardas de “tejido de machete” destinado a la confección de pantalones chingos y camisa del mismo material.13
Esto es corroborado por la maestra Elsa Quintero quien recuerda,
En mi niñez yo veía llegar a los campesinos de San José con sus pelotas de hilos de algodón a los telares del pueblo, para que se le confeccionara la tela de machete. El resultado era una tela gruesa, de un color blanco hueso y poco acabada que era usada para marcar los montunos”.14
Cuando Eva María Maure empezó a marcar señala que “yo aprendí gracias a las señoras más viejas de la comunidad que ya fallecieron, al principio, cuando tenía como 15 años lo hacía en un tejido más grueso que la manta sucia".
Las artesanas de la comunidad de San José hoy en día usan la manta sucia para confeccionar los montunos. Es la tela con la que ellas trabajan este vestido varonil que identifica al hombre panameño.
Los hilos son usados en una sola hebra y las artesanas prefieren la marca DMC Nº 8.
Los colores que usan las mujeres están muy bien combinados, dando la apariencia que son muchos, en la mayoría de los casos solo son tres colores, el rojo encendido tono 666, azul añil tono 740, el amarillo quemado 740- 741. Los números son las tonalidades del color.
Los colores usados en el montuno merecen varios comentarios, según el investigador y periodista ocueño Olmedo Carrasquilla, los montunos, son trabajados en los
…colores tradicionales rojo, amarillo y azul…colores obligatorios que representan los colores de la bandera colombiana, por lo que simboliza la época en la que fuimos parte de la gran Colombia. Hasta 1903, cuando nos separamos y según asegura el historiador, eran los colores de los hilos que llegaban al suelo istmeño.15
Sobre esta cita la maestra Elsa Quintero recuerda que en su juventud los colores que se usaban en el montuno eran el blanco y negro, porque eran los colores que había en el lugar, pero luego e comenzaron a traer los colores representativos de la bandera colombiana.
Argumenta que, “yo tengo un montuno todo marcado en blanco, no sé cuantos años tenga, la tela usada es gruesa, no es de machete, pero tampoco es manta sucia”.16 La maestra Elsa Quintero también señala que tiene conocimiento de que en 1886 llegaron a Ocú unas maestras colombianas y que se dedicaban a enseñar a las niñas a cocer, tejer, cocinar y teatro.
Puede ser que esto tenga que ver con los colores tradicionales que se usan en las artesanías de la región. Esto coincide con la siguiente información encontrada en el periódico Panamá Star & Herald, en su edición del 4 de octubre de 1886, sección en español:
Ha dispuesto el ciudadano gobernador que desde 1º de enero entrante había en cada uno de los distritos del Departamento menos poblados, una escuela primaria mixta, y dos en cada uno de los demás una de varones y otra de mujeres costeada con fondo públicos.17
Se observó que en la comunidad las artesanas solo están marcando con los colores tradicionales ya mencionados: rojo, azul, amarillo quemado y el blanco que lo combinan en la espigueta.
La base del marcado en el pantalón o “chingo” y la camisa o “cotona” es el punto de cruz.
Se observó que casi todas las artesanas de la comunidad hacen las marcas con esta puntada, pero solo cuando se marca la pechera y la parte inferior o el ruedo de la camisa se usa la espigueta de concha, lo cual le da una vistosidad a la vestimenta masculina.
Los diseños tienen forma de figuras geométricas. Para marcar, las artesanas emplean las hebras de la tela que se encuentran en línea recta y horizontal de allí la forma que obtienen los dibujos que ellas hacen. No se dibuja en la tela. Tampoco se tiene un patrón para hacer los diseños, pues cada artesana se inspira en lo que hace, dando como resultado una gama de dibujos.
La espigueta de concha forma parte de las labores o diseño que se le hacen al montuno. Según las artesanas, esta si lleva un patrón, de lo contrario sale mal.
Para las artesanas la espigueta de concha consiste en el deshilar de la tela de la cotona, de 2 a 2 ½ pulgadas, donde se combinan los colores tradicionales rojo, azul, amarillo quemado y se incluye el blanco.
Ellas indican que el proceso de confección consiste en rellenar con los hilos de colores los lugares que fueron deshilados. En el montuno se hace la espigueta en la boca, que toma forma de un cuadrado y en la parte inferior de la camisa a ambos lados en línea horizontal.
Los botones que se le pone a la camisa y pantalón del 'chigo' se hacen de calabazo. Son pocas las artesanas de la comunidad las que los hacen.
Las mujeres dedicadas a este oficio cosechan el calabazo bien desarrollado, lo limpian y después lo cortan en forma redonda, de diferentes tamaños, para luego ponerlo a secar al sol.
Después que ya está listo para trabajar empiezan el relleno del calabazo con los hilos de los colores tradicionales.
Campos, Luisa Damaris, artesana, entrevista el día 22 de marzo de 2011. Comunidad de San José, 4:00 p.m.
Campos, María, artesana. Entrevista el día 22 de marzo de 2011. Comunidad de San José. 4:00 p.m.
Marín, Leonardo, agricultor. Entrevista el día 7 de febrero de 2011. Comunidad de San José. 10:00 a.m.
Maure, Eva María, artesana. Entrevista el día 28 de noviembre de 2011. Comunidad San José. 2:00 p.m.
Mela, Catalina, intermediaria y artesana. Entrevista el día22 de marzo de 2011. Comunidad de San José, 2:00 p.m
Quintero, Elsa, maestra jubilada. Entrevista el día 13 de noviembre de 2011. Comunidad de Ocú. 10:30 a.m.
Ramos, Luisa, artesana. Entrevista el día 13 de noviembre de 2011. Comunidad de San José. 10:30 a.m.