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APORTES DE MARCO A. GANDÁSEGUI AL PENSAMIENTO CRÍTICO
Abdiel Rodríguez Reyes
Abdiel Rodríguez Reyes
APORTES DE MARCO A. GANDÁSEGUI AL PENSAMIENTO CRÍTICO
Tareas, núm. 166, pp. 101-108, 2020
Centro de Estudios Latinoamericanos "Justo Arosemena"
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Resumen: En este breve artículo nos referimos a los aportes de Marco Gandásegui al pensamiento crítico. Con base en tres cuestiones: a su texto pionero para el estudio de los grupos de poder económico en Panamá, a su tesonera labor frente al grupo de trabajo sobre Estados Unidos y, por último, remarcar la importancia del análisis de coyuntura mediante su labor periodística.

Palabras clave: Pensamiento, crítica, poder, capitalismo, crisis..

Carátula del artículo

MARCO A. GANDÁSEGUI, h. Y LAS CIENCIAS SOCIALES PANAMEÑAS

APORTES DE MARCO A. GANDÁSEGUI AL PENSAMIENTO CRÍTICO

Abdiel Rodríguez Reyes
Tareas, núm. 166, pp. 101-108, 2020
Centro de Estudios Latinoamericanos "Justo Arosemena"
Introducción

Marco A. Gandásegui, h. murió repentinamente, dejó un enorme vacío en las Ciencias Sociales y el pensamiento crítico, no sólo en Panamá, sino también en América Latina. Hasta su último aliento, se mantuvo trabajando en el debate sobre la teoría marxista de la dependencia. En este ensayo abordamos tres de sus aportes al pensamiento crítico.

En 1967 Gandásegui entregó un texto que podemos considerar como clásico. La concentración de poder económico en Panamá, trabajo pionero para comprender los conflictos sociales del país. El tiempo cada vez más le da la razón y, además, vemos cómo este poder se desnuda. Un segundo aporte lo encontramos con su trabajo como coordinador del Grupo de Trabajo: Estudios sobre Estados Unidos del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), uno de los grupos activos con más publicaciones. Gandásegui fue espíritu de ese grupo como también lo fue del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA-Justo Arosemena) y de la revista Tareas, después de la muerte de Ricaurte Soler. La tercera contribución será su análisis de coyuntura, éste se puede rastrear en La Estrella de Panamá, allí de forma disciplinada todos los jueves aparecía su columna.

Esto no quiere decir que su trabajo se limite a estos tres puntales. En el medio también se irán citando otros textos fundamentales. Compiló algunos libros indispensables para lo que podríamos llamar nuestra tradición de pensamiento crítico, por ejemplo: Las clases sociales en Panamá (1993), Las humanidades en la Universidad de Panamá (2010) y Antología del pensamiento crítico panameño (2018). Esto tampoco agota el trabajo de Gandásegui.

La concentración de poder económico en Panamá

La concentración de poder económico en Panamá es un clásico. ¿Qué quiere decir eso? Es un texto pionero al que siempre podemos recurrir. Solo es cuestión de desempolvarlo. Este libro representó “un nuevo lapso en la Sociología panameña” (Figueroa Navarro, 1999, p. 117). Ya van más de cincuenta años y aún está vigente. Y, aún, “la fuente de poder económico, que a su vez genera el control político, en Panamá está históricamente asociada a las actividades que se derivan de la explotación de su ventajosa posición geográfica” (Gandásegui, 2008, p.113). Esa es nuestra principal ventaja, pero también nuestra sombra. Somos un país rico con abismales desigualdades inexplicables, sino por el papel de los grupos de poder económico que no están dispuestos a dar más de las migajas que se caen de la mesa.

Gandásegui analizó cómo “la estructura de la sociedad panameña, de libre competencia, y la forma en la cual ha sido concentrada en pocas manos” (Gandásegui, 2008, p. 115) imposibilitó un proyecto nacional de consenso. Más adelante añade “el control de las industrias, el comercio, los medios de comunicación y la misma maquinaria política de Panamá está en manos de 20 familias o individuos” (Gandásegui, 2008, p. 153). No se trata de señalar con un dedo quienes son, sino denunciar las contradicciones que emergen de una sociedad en que las riquezas se concentran en pocas manos produciendo abismales desigualdades, miseria, hambre y muerte.

Sus trabajos de toda la década de 1980, no podemos leerlos abstrayéndonos del texto clásico de 1967, parecen estar en función de validar la hipótesis de la concentración de poder económico. Esta preocupación inicial nunca la abandonó, no dejó de denunciar a este pequeño grupo que usufructúa la posición geográfica del Istmo centroamericano, sin permear equitativamente en la sociedad. Ellos “funcionan en forma coherente […] para todos los efectos que supone la mayor concentración del poder” (Gandásegui, 2008, p.155). En este texto, estudió cómo las familias separatistas de 1903 y los grupos subyacentes se hicieron del poder económico. Estos grupos a nivel externo practican la servidumbre mientras que a lo interno mantienen el statu quo; en esa contradicción, en la cual unos muy pocos tienen demasiado (la opulencia), y otros muchos no tienen lo necesario, se produce la “semilla de su propia destrucción” (Gandásegui, 2008, p. 178). Las clases dominantes son sus propios sepultureros, ¿en qué sentido? no es que la burguesía por su propia cuenta se enterrará, sino lo hará el proletariado cuando tome conciencia de las contradicciones. Marx y Engels así lo prefiguran: “la moderna sociedad burguesa […] se asemeja al mago que ya no es capaz de dominar las potencias subterráneas que él mismo ha conjurado” (Marx y Engels, 2011, p. 57).

Al final de la década de 1960 y durante toda la década de 1980 había estudiado la formación social y económica de Panamá, y cómo en la tensa relación con Estados Unidos, hará eco el descontento general de muchas generaciones por presencia su militar. Desde aquel novel estudio de 1967, nos advertía sobre “la incapacidad de los panameños para emprender un verdadero movimiento revolucionario que produzca una república”, proceso que se inició diez años después, con el Tratado Torrijos-Carter, pero se materializó en 1999 con lo que Miguel Montiel Guevara llamó “la Segunda República”.

La preocupación por la formación social y económica de Panamá acompañó a Gandásegui por muchos años, así publicó Las luchas obreras en Panamá, en 1985 La fuerza de trabajo en el agro panameño, la década de 1980 la terminó con el enjundioso trabajo La democracia en Panamá (1989), el cual es una fuente de obligatoria lectura. En esta obra terminó pensando con Soler sobre “el proyecto nacional”, ¿acaso no sigue siendo tarea pendiente?, Gandásegui nos invitó a pensar con “miras largas” la unidad nacional ante el resquebrajamiento de las izquierdas en distintos grupos y movimientos dispersos. En cambio, los grupos de poder económico siguen operando con coherencia y en función de sus intereses.

Estudios sobre Estados Unidos

Gandásegui conocía al monstruo desde adentro, estudió su doctorado en Nueva York; pendiente de los movimientos de Estados Unidos, su preocupación lo llevó a institucionalizar su estudio en 2004 llamando a la formación del Grupo de Trabajo de CLACSO. Estudios sobre Estados Unidos. Quince años de arduo trabajo colectivo.

Nuestro principal problema quizá estribe en la relación de servidumbre-dominación con la potencia. Con su afán de tutelarnos y la servidumbre de nuestros grupos de poder económico. Esa condición de dependencia se entreteje al “colonialismo interno”, y en vez de terminar se perfecciona. Aún no somos soberanos, la dolarización, la influencia de la política exterior estadounidense y el Tratado de neutralidad, por lo menos, nos mantiene atados a ese tutelaje.

El Tratado Torrijos-Carter fue un avance, eliminó la quinta frontera en el corazón del país, solo nos tuvimos que mover para saber que estábamos encadenados al Imperio. En esta nueva etapa, bajos nuevas condiciones geopolíticas y de resquebrajamiento de las fuerzas vivas del país, debemos plantearnos la lucha por la soberanía. En el Segundo Congreso por la Soberanía organizado por la Universidad de Panamá, y en el cual Gandásegui fue uno de los comisionados, la soberanía seguía siendo una de las principales preocupaciones, como también las relaciones de Panamá con Estados Unidos. Aquí la discusión sobre la soberanía también implicó el uso de las riquezas para mitigar las desigualdades.

En Estados Unidos: la crisis sistémica y las nuevas condiciones de legitimación, el grupo “centra su atención sobre la crisis de hegemonía de Estados Unidos” (Gandásegui y Castillo, 2010, p. 23). De hecho, el primer libro de este grupo se titula Crisis de hegemonía de Estados Unidos. Cuando se acaba la hegemonía en la que se llega a consensos, viene abruptamente el poder hegemónico o dominación por todos los medios posibles. ¿No es lo que estamos viviendo a nivel mundial? Sus fracasos geopolíticos lo obligan a asegurar su patio trasero, con el hecho de que algunos pueblos de nuestra América ya no están dispuestos a someterse. Ya ni siquiera logran consensos en los foros internacionales, ni en Naciones Unidas ni en la Organización de Estados Americanos, aquí en particular los pueblos caribeños son un freno de emergencia ante los abusos del Imperio. De tal forma, Estados Unidos tiene que buscar “nuevas condiciones de legitimación” a través de medios poco éticos: manipulación de información, intervenciones militares, propaganda fascista, lo único que le queda son sus rabiosos coletazos.

En ese libro, coordinado junto a Dídimo Castillo, señalan en la introducción “Estados Unidos es un país en franco retroceso social” (Gandásegui y Castillo, 2010, p.25), la crisis de salud actual lo evidencia aún más. Ya no es ningún sueño, sino la pesadilla americana. Este país no está liderando nada y las propuestas del presidente Donald Trump son realmente absurdas. No ha podido encarar la pandemia, lo cual resulta inadmisible, parece que todo lo convirtió en mercancía, la ciencia y los avances científicos quedaron al servicio del capitalismo y no para la reproducción de la vida.

Esta temática la trabajó Gandásegui en perspectiva del sistema-mundo, por muchos años. Por sus estudios de doctorado en Binghamton, estableció contacto con lo que se conoce como la “banda de los cuatros”: Immanuel Wallerstein, Samir Amin, Giovanni Arrighi y André Gunder-Frank. Fueron sus autores de cabecera, fundamentalmente Arrighi y Wallerstein.

Gandásegui tenía una visión amplia, conocía de primera mano a los dependentistas. De hecho, a su estilo, cuando publicó La concentración de poder económico en Panamá, lo hizo pensando en los problemas de dependencia del país. Gandásegui ampliará su visión con la perspectiva del sistema-mundo y se enfocará, a partir del 2004 a nivel de grupo, en el impacto de la política exterior estadounidense y particularmente en la hipótesis antes planteada, de la “dominación […] entre países”, sin dejar de un lado las regiones emergentes. Estuvo muy preocupado perspicazmente por China. Tampoco le fue ajeno el debate de la descolonización en el sentido de la “Colonialidad del poder” de Aníbal Quijano a quien, por cierto, conocía muy bien desde los sesenta en su etapa en Chile. Por último, se inclinaba por volver al debate en boga sobre la teoría de la dependencia, desde un encare marxista.

La pandemia no es el final del capitalismo

Analizar la coyuntura durante mucho tiempo quizá desarrolle cierta aura de claridad teórica y práctica. La Estrella de Panamá es el rotativo más antiguo y de mayor simbolismo en Panamá. Desde hace quince años Gandásegui mantuvo una columna los jueves, publicó más de seiscientos artículos. Cada semana tenía algo que decir. Insistimos, no se quedaba en la crítica, también era propositivo. Quiero concentrarme en su último aliento. Gandásegui murió el viernes 24 de abril del presente año y su último artículo salió un día antes. Es decir, hasta el último momento estuvo trabajando. Esta última entrega la tituló La pandemia no es el final del capitalismo.

En este artículo, nos recuerda a Francis Fukuyama, quien hablaba al final de 1980 del fin de la historia. Esta pandemia “tampoco es el fin de la historia” y más certeramente dice que no “liquidará al capitalismo” (Gandásegui, 2020). Esto es una crítica a quienes predicen una sociedad mejor post pandemia, no habrá cambios sin organización con conciencia. Por más machacado que quede el pueblo, si no tiene conciencia, no habrá ningún cambio y no es cuestión de ser pesimista, sino realista. Los cambios no se dan por arte de magia.

Las clases dominantes escribirán su historia, Gandásegui nos diría que nosotros, los pueblos, deberíamos escribir la nuestra. “El capitalismo solo desaparecerá cuando las relaciones sociales que lo sustenta se disuelvan” (Gandásegui, 2020). Si queremos otro país distinto, otro mundo distinto, la lucha no se tiene que reducir a reclamar el salario (que durante la cuarentena los empresarios no estuvieron obligados a pagar), sino que debe aspirar a diseñar nuevas relaciones sociales para la reproducción de la vida.

A modo de conclusión

Gandásegui nunca dio puntada sin dedal. Todo estaba relacionado. Desde su trabajo pionero de 1967, hasta su último artículo en La Estrella de Panamá. Más de medio siglo de coherencia. Tanto por su forma como por su contenido fue un intelectual orgánico de los movimientos sociales y populares.

Sus pioneros trabajos de la formación social y económica, sus estudios sobre Estados Unidos en la perspectiva del sistema-mundo y su militante columna en La Estrella de Panamá, esos tres puntales integran una sola consigna: bregar hacia una praxis revolucionaria, esa es función del pensamiento crítico, del cual Gandásegui fue un gran promotor.

Quizá sus discípulos más cercanos seguirán trabajando en esa dirección, ampliando y abonando aún más el terreno de lo tratado aquí. Para así ver los frutos de lo que sembró, como él mismo decía con una “pasión inmensa por los procesos sociales, la historicidad de la sociedad” (Gandaségui, 1998, p.243). Al concienciarse por nuestras contradicciones podemos asumir el reto de tomar las riendas de nuestro destino colectivo, así estaríamos asumiendo el legado por el que tanto luchó.

Material suplementario
Bibliografía
- Figueroa Navarro, A., 1999, Las ciencias sociales en Panamá. En víspera del tercer milenio. Panamá: Editorial Portobelo.
- Gandaségui, M., 1998, La democracia en Panamá. 2 ed. Panamá: CELA.
- Gandásegui, M., 2002, Wallerstein, el sistema-mundo y la transición. En: I. Wallerstein. Sistema mundo y mundo sistémico. Panamá: Universidad de Panamá/IDEN, pp. 9-21.
- Gandaségui, M., 2007, Crisis de hegemonía de Estados Unidos. México: CLACSO/Siglo XXI.
- Gandásegui, M., 2008, Las clases sociales en Panamá. 3 ed. Panamá: CELA.
- Gandásegui, M., 2020, La pandemia no es el final del capitalismo. [En línea] Disponible en: http s://www.laestre lla.com.pa/opinion/ columnistas/200423/pandemia-capitalismo[Último acceso: 25 Abril 2020]. 2 ed. Madrid: Alianza.
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