PRESENTACIÓN
La pandemia SARS-CoV-2 sigue provocando estragos en la economía mundial con consecuencias sociales desastrosas. Los expertos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) pronostican una caída del comercio global de entre 13 por ciento y 32 por ciento, especialmente fuerte para el comercio de servicios. Señalan que existe mucha incertidumbre y una recuperación rápida no es segura. También apuntan que los efectos serán mayores que los de la Gran Depresión de 1930. No obstante, no todos sufrirán las consecuencias de la misma manera, sobre las clases subalternas y los países pobres, caerá la peor parte.
Los gobiernos enfrentan esta crisis con medida neoliberales, privilegiando los mecanismos de mercado para la provisión de los servicios de salud que requiere la emergencia sanitaria. El resultado es que los países y grupos sociales con mayor capacidad de pago, acceden a mejores servicios. Esto se evidencia en la vacunación, que camina muy lenta en el tercer mundo, mientras que es más dinámica en los países desarrollados. La oferta de vacunas se encuentra deformada por países que privilegian sus propias demandas (EE, UU y Europa). De un total de 811 millones de dosis vacunadas en el mundo, solo 38 millones han sido brindadas a través de COVAX, la alianza impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para “un acceso equitativo mundial a la vacuna contra el COVID-19”.
Ante el malestar y la protesta social generada por esta crisis, los gobiernos de derecha responden con la represión y autoritarismo. Ejemplar es el caso del El Salvador cuyo presidente, Nayib Bukele, destituyó a los magistrados de la Corte Suprema y al Fiscal General irrespetando la institucionalidad democrática y los derechos humanos del pueblo salvadoreño. Otro caso es la represión que recibió el pueblo colombiano quien salió a manifestarse en contra de una reforma tributaria en la que se imponía un impuesto sobre la renta a un alto número de personas con ingresos bajos; además, aumentaba el Impuesto de Valor Agregado (IVA) a productos esenciales para la población de aquel país. La violencia de Estado trajo como consecuencia más de 37 muertes, miles de heridos y muchos defensores de los derechos humanos detenidos. En este número de Tareas queremos denunciar y condenar este terrorismo de Estado.
El número 168 está dedicado a pensar el mundo más allá de la pandemia y reproduce un debate entre tres grandes pensadores en la sección titulada Capitalismo y Pandemia. ¿Qué naturaleza adoptará el capitalismo después de la crisis? Para Borón la pandemia representa el fin del neoliberalismo, pero no significará la destrucción del capitalismo, esto solo será posible a través del impulso de una fuerza social. Por otro lado, Zizek es mucho más arriesgado y propone la posibilidad de poner fin al capitalismo y a la reinvención del socialismo después de la crisis; mientras que Han habla de la posibilidad de un capitalismo salvaje.
En la sección Historia y Sociedad se presentan tres artículos. El primero de Alfredo Castillero, "Claves históricas del Panamá colonial", hace una relectura, brinda nuevas interpretaciones y matizaciones a algunos de sus aportes realizados a lo largo de su carrera profesional. El artículo del economista argentino Claudio Katz aborda la capacidad pragmática que tiene el peronismo para adaptarse y sorprender tanto a la izquierda como a la derecha. Completa esta sección, el artículo del sociólogo Mario De León sobre los golpes de Estado en Panamá y su impacto en la educación superior.
En Tareas sobre la marcha se presentan cuatro artículos. El primero del sociólogo Santos Ramírez aborda la crisis ambiental en Panamá y la relaciona con el agotamiento del modelo de desarrollo y las medidas implementadas por los gobiernos de turno, como la reprimarización, para mantener su estado de dominación; mientras que el sociólogo hondureño, Roberto Briceño, nos presenta un artículo teórico sobre la relación entre poder, Estado y clases sociales. Acompaña los anteriores, el trabajo de Guillermo Castro quien plantea que la cultura heredada por la expansión del mercado mundial brinda elementos emancipadores y transformadores. Ejemplos claros fueron los planteamientos originales de Martí y Mariátegui, que a partir de estas influencias culturales diseñaron proyectos políticos por los cuales conducir “Nuestra América”. Finaliza, con el artículo de Mario Galindo que explica el particular ordenamiento monetario de nuestro país como producto de la herencia colombiana.