Sección General

Regímenes de (sub)vigilancia en la construcción de narrativas sobre la protesta social en México*

Sub(Surveillance) in the construction of narratives of social protest in México

Regimes de (sub)vigilância na construção de narrativas sobre o protesto social no México

Nelson Arteaga Botello
Universidad de Alicante, Spain
Michelle Vyoleta Romero
Universidad Nacional Autónoma de México, Mexico

Regímenes de (sub)vigilancia en la construcción de narrativas sobre la protesta social en México*

Revista Colombiana de Sociología, vol. 41, núm. 1, pp. 203-220, 2018

Universidad Nacional de Colombia; Facultad de Ciencias Humanas; Departamento de Sociología

Recepción: 11 Abril 2016

Aprobación: 10 Enero 2017

Resumen: El artículo analiza la manera en que la videograbación de enfrentamientos durante protestas se utiliza como elemento constitutivo de las narrativas sobre la verdad que construyen actores con intereses contrapuestos. Como referente empírico, se acude a las protestas del 1.° de diciembre del 2012 en México ante la posesión del presidente Enrique Peña Nieto, pues esta jornada representa un punto álgido de los cambios en la performatización de roles durante protestas políticas y sociales. El texto discute los regímenes de vigilancia y subvigilancia desplegados en esas manifestaciones a partir de las categorías de panóptico y sinóptico. Se afirma que las miradas sinópticas y panópticas funcionan de manera conjunta, particularmente por el peso que tienen los medios de comunicación al lograr que las acciones de algunos individuos se exhiban ante millones de espectadores. De esa forma, los medios proveen un marco de observación para que la sociedad se aproxime a la vigilancia, la comprenda y la produzca, con lo que esta actividad pasaría a integrarse a las fuentes sociales para el desarrollo de narrativas. Se muestra cómo las narraciones sobre el significado del 1.° de diciembre se integraron siguiendo una lógica en común de distinción entre lo deseable y lo indeseable socialmente. Se concluye que tanto la narrativa sobre la verdad de la subvigilancia, como la de la vigilancia, se apegaron a la autoatribución de un mismo polo de características identificadas como positivas. En esta dinámica ninguna de las partes en conflicto cuestionaría la validez del código binario en uso, con lo que estas jornadas de violencia habrían sido eventos críticos por su procesamiento narrativo, mas no como ejercicio para derruir el orden social. Estos elementos aportan al análisis sociológico de las tecnologías del testimonio y su uso en narrativas sociales y políticas sobre la verdad.

Palabras clave: narrativa, panóptico, protesta política, sinóptico, subvigilancia, vigilancia.

Abstract: This article analyzes the way video recordings of protest clashes are used as constitutive elements in the narratives constructed by actors with opposing interests. As an empirical reference, the article looks at the December 1, 2012 protests in Mexico during the possession of President Enrique Comoros Peña Nieto, a flashpoint of the performatization of roles during political and social protests. The text discusses the regimes of surveillance and sub-surveillance at these protests using panoptic and synoptic categories. These panoptic and synoptic viewpoints work jointly, particularly in light of the communication media's ability to show the actions of some individuals to millions of viewers. In this way, the media provides an observation framework for society to do surveillance, understand and produce it, with this activity becoming part of the social sources for narrative development. The article shows how the narratives on the meaning of December 1 are integrated following a shared logic of distinction between the socially desirable and undesirable. It concludes that both the narrative about the truth of sub-surveillance and that of surveillance are linked to the same set of characteristics identified as positive. Under these dynamics, none of the parties in conflict question the validity of the binary code in use, so those days of violence are critical events for their narrative processing but not as an exercise to tear down the social order. These elements contribute to the sociological analysis of witness technologies and their use in social and political narratives about truth.

Keywords: narrative, panoptic, political protest, sub-surveillance, surveillance, synoptic.

Resumo: Este artigo analisa a maneira em que a filmagem de enfrentamentos durante protestos se utiliza como elemento constitutivo das narrativas sobre a verdade que constroem atores com interesses contrapostos. Como referente empírico, recorre-se aos protestos de 1° de dezembro de 3012 no Mexico ante a posse do presidente Enrique Peña Nieto, pois representam um ponto culminante das mudanças na performatização de papéis durante protestos políticos e sociais. O texto discute os regimes de vigilância e subvigilância desenvolvidos nessas manifestações a partir das categorias de panóptico e sinóptico. Afirma-se que as visões panóptica e sinóptica funcionam de maneira conjunta, particularmente pelo peso que os meios de comunicação têm ao conseguir que as ações de alguns indivíduos sejam exibidas ante milhares de espectadores. Dessa maneira, os meios fornecem um referencial de observação para que a sociedade se aproxime da vigilância, compreenda-a e produza-a, com isso essa atividade passaria a se integrar às fontes sociais para o desenvolvimento de narrativas. Mostra-se como as narrações sobre o significado do 1o de dezembro se integraram seguindo uma lógica em comum de distinção entre o desejável e o indesejável socialmente. Conclui-se que tanto a narrativa sobre a verdade da subvigilância quanto a da vigilância se apegaram à autoatribuição de um mesmo polo de características identificadas como positivas. Nessa dinâmica, nenhuma das partes em conflito questionaria a validade do código binário em uso, com o qual essas jornadas de violência teriam sido eventos críticos por seu processamento narrativo, mas não como exercício para acabar com a ordem social. Esses elementos procuram contribuir para a análise sociológica das tecnologias do depoimento e seu uso em narrativas sociais e políticas sobre a verdade.

Palavras-chave: narrativa, panóptico, protesto político, sinóptico, subvigilância, vigilância.

Introducción

Las descripciones más recientes de la escena política en México retratan un clima de polarización en el que es posible identificar la movilización de discursos según los cuales cada una de las partes en conflicto es depositaria de la verdad. La generación de narrativas antagónicas durante una confrontación es una constante en cualquier sociedad, sin importar la materia sobre la cual se desarrollan los desencuentros. Sin embargo, al pensar en la historia de las narrativas sobre la verdad, podría decirse que la especificidad de su construcción contemporánea radica en la relación con el formato de video como tecnología del testimonio, que se difunde en Internet y en medios de comunicación masiva, con el propósito de reforzar la objetividad de su versión1.

Ante este fenómeno, el presente artículo -centrado en el escenario político mexicano- analiza la manera en que la videograbación de eventos de confrontación durante protestas políticas y sociales puede comprenderse como una dinámica de vigilancia y subvigilancia. A partir de lo anterior, se abordan la atracción y aplicación de este recurso en el repertorio2 para construir narrativas sobre la verdad planteadas por participantes de protestas y por los medios de comunicación masiva. La discusión que se presenta toma como referente empírico los enfrentamientos del 1.° de diciembre del 2012 en la Ciudad de México, ante la posesión de Enrique Peña Nieto en el cargo de presidente. En las movilizaciones de esa fecha, la videograbación de las interacciones violentas y su difusión en línea se sistematizó y estabilizó como recurso en el proceso de construcción de narrativas de lo que realmente ocurrió. Ello no quiere decir que estas confrontaciones fueran las primeras en las que figurara el footage de medios y manifestantes, pero sí implicaron la resignificación y uso continuado de esta tecnología del testimonio, lejos de su utilización fortuita3. El cambio se habría reforzado principalmente a partir de la concientización de los efectos logrados con la difusión de las videograbaciones, por ejemplo: dada la identificación de su utilidad en las detenciones, o bien, por su apoyo en la liberación de detenidos.

En este espacio se recurrió al análisis de doce grabaciones de las manifestaciones del 1.° de diciembre del 2012 en la Ciudad de México, disponibles en Internet en la plataforma de difusión de videos YouTube4. Este material se consultó con el objetivo de detectar los elementos (actores, interacciones) en los cuales se enfocó cada narración. También se tomaron en cuenta los comentarios de los videos en YouTube, así como declaraciones de prensa5 en las que los actores antes mencionados desplegaron interpretaciones sobre el significado de los eventos.

Además de dar cuenta de esas narraciones, la lectura sociológica del fenómeno del que forman parte se realiza desde la perspectiva de los estudios de vigilancia6. En particular, se analiza la manera en que los avances de la tecnología de grabación permiten el despliegue de estrategias de vigilancia, entendida esta como la recolección de información de manera sistemática, con el fin de influir en el comportamiento de grupos y personas (Lyon, 2007b).

El artículo comienza con la reconstrucción de las confrontaciones durante la posesión como presidente de Enrique Peña Nieto. En esta sección se repara en la aplicación e implicaciones de distintos regímenes de vigilancia por parte de medios de comunicación y manifestantes de las protestas el 1.° de diciembre del 2012- Esto permite que posteriormente se explore la manera en que esas vigilancias se movilizaron y potenciaron las capacidades de intervención de los actores en las manifestaciones. Por último, se reflexiona acerca de la persistencia de asimetrías entre dichos regímenes de vigilancia y se presentan conclusiones sobre la manera en que esta disparidad impacta en los alcances de difusión que tienen las distintas narrativas sobre la verdad y la violencia.

Las protestas del 1.° de diciembre del 2012 en México

Después de una campaña presidencial que se caracterizó por una profunda polarización, Enrique Peña Nieto -candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI)- se posesionó como presidente de México por un periodo de seis años. Mientras esta ceremonia se llevaba a cabo en el palacio legislativo, algunas calles de la Ciudad de México fueron escenario de protestas y enfrentamientos entre policías y grupos que manifestaban su desacuerdo ante la investidura del nuevo mandatario7. Como sucede en toda manifestación, las movilizaciones y enfrentamientos en la Ciudad de México fueron vigilados por las autoridades -tanto federales como locales-, se les dio seguimiento por parte de los medios de comunicación y se captaron en video por los propios manifestantes. Cada uno de estos actores monitoreó y registró la acción de los otros para generar información sobre su desempeño e influir en tiempo real en los acontecimientos. Como resultado, durante la jornada de protestas y en días posteriores se estableció un tejido de vigilancias cruzadas con diferente intensidad de difusión y profundidad en la repercusión de sus acciones.

A reserva de su explicación más extensa en el apartado teórico de esta discusión, puede considerarse que las vigilancias que se desplegaron el día de la posesión presidencial se clasificaron en dos grupos. En primer lugar, está una vigilancia desplegada "desde arriba" (top-down), caracterizada por la verticalidad de su administración en manos de las autoridades gubernamentales y los medios de comunicación. El otro tipo de vigilancia podría describirse como uno orquestado "desde abajo" (bottom-up) o como un ejercicio de subvigilancia (Mann, Jasson y Barry, 2003; Mann y Ferenbok, 2013), que ejercieron los mismos manifestantes y medios alternativos de comunicación. A diferencia de la práctica desorganizada de videograbaciones en experiencias de protestas previas, el 1.° de diciembre del 2012 tanto la subvigilancia como la vigilancia tuvieron como propósito específico recolectar información suficiente para evidenciar en qué medida unos y otros actores eran un peligro para las instituciones democráticas.

El diagnóstico de premeditación o planeación de la instrumentalización de videograbaciones tiene por como fuentes los términos en los que se llevó a cabo la convocatoria, así como los antecedentes inmediatos de enfrentamientos entre autoridades y manifestantes. Sobre este último punto, el contexto de la manifestación generó expectativas acerca de los hechos de violencia que podrían desatarse durante la posesión presidencial, tal como había sucedido previamente en actos similares. La expectación fue compartida por todos los involucrados: en muchos casos los manifestantes acudieron a la convocatoria portando cascos de motoneta y bicicleta, así como máscaras antigás. De igual forma, las autoridades de la Ciudad de México y el gobierno federal establecieron un amplio dispositivo de contención de la protesta antes de que comenzara. Se emplazó un cerco de seguridad alrededor del palacio legislativo con policías y vallas metálicas para impedir la instalación de los manifestantes. El apoyo estratégico lo proporcionaron los administradores del sistema de video vigilancia para la seguridad pública de la ciudad capital, quienes además utilizaron drones para monitorear el desplazamiento de la protesta. Estos dispositivos fueron muy útiles -énfasis de las autoridades- para establecer estrategias de control y ejecutar el "encapsulamiento" o contención física de manifestantes (Organización Editorial Mexicana, 2015). En este sentido, su papel fue relevante para orientar y calcular la fuerza de la movilización y definir las estrategias para lidiar con ella8.

Los medios de comunicación establecieron una cobertura de la manifestación que resaltó sobre todo los hechos de violencia más significativos, sin que necesariamente se retomara en su narración el sentido y objetivo político de la convocatoria. Se repitieron las imágenes de representantes de las fuerzas del orden que recibían el impacto de proyectiles improvisados, bombas molotov y dispositivos incendiarios lanzados por jóvenes (Hayra Noticias, 2012). Especialmente este grupo se mostró en tomas en las que destruía infraestructura pública y de negocios, o bien, si se desplegaban imágenes en las que eran golpeados por policías, los jóvenes eran calificados como anarquistas en el acompañamiento oral de las grabaciones.

En redes sociales, los manifestantes circularon materiales construidos desde una narrativa contrapuesta a la de los medios, a partir del leitmotiv de que la violencia había comenzado desde las fuerzas policiales. En los videos con títulos que enfatizaban en los abusos de autoridad y las detenciones ilegales ("Anciano golpeado", "Represión en México", "Jóvenes golpeados", "Inicia la represión")9 se buscaba dejar testimonio de gritos de enojo y confrontación contra la policía, así como de las acciones de los uniformados contra manifestantes y ciudadanos que transitaban por la zona de conflicto.

De ambas partes, sin importar los objetivos de la movilización, el desarrollo de esta se redujo a la reproducción de las escenas de violencia en las que destacó la presencia de una masa iracunda e irreflexiva de manifestantes, por una parte, o la aplicación de una fuerza desmedida por parte del Estado, por la otra. El saldo final de la confrontación en la capital del país fue de 105 personas lesionadas (Alatorre, Vitela y Jiménez, 2012, 2 de diciembre), así como un número semejante de detenidos en circunstancias de violación de sus garantías (Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2013).

Por el uso similar de tecnologías del testimonio, todos los involucrados en las manifestaciones desempeñaron el papel de observadores y de observados. Las grabaciones que produjeron las partes del conflicto confluyeron en sus narrativas de la jornada, con las cuales alimentaron juicios políticos y morales sobre el comportamiento de instituciones y ciudadanos. Además, cada parte afirmaba que su versión era la auténtica y que sus grabaciones permitirían conocer la verdad, con lo que se produjo y reprodujo un sistema de calificación de las conductas que no puede entenderse sin sus contrapartes de inautenticidad y manipulación, como se verá a continuación.

Conceptos básicos para el análisis

Los regímenes de observación de la protesta del 1.° de diciembre del 2012 en la Ciudad de México se construyeron en términos de una relación entre miradas panópticas y sinópticas. Mientras el panóptico es el mecanismo que permite que pocos vean a muchos, el sinóptico permite que muchos vean a pocos (Mathiesen, 1997; Lyon, 2006). La vigilancia en ambos casos se desarrolla como un mecanismo que está más allá del Estado, que puede ser puesto en marcha por otras entidades sociales o incluso por ciudadanos. Es en este punto que el uso del término panóptico en este trabajo se desarrolla en una dirección distinta al sentido que le confiere la tradición foucaultiana de la lectura de Jeremy Bentham (1995), en la que la vigilancia panóptica se restringe a las figuras que concentran el poder de disciplinamiento (Smith, 2008; Haggerty, 2006).

En cambio, el análisis parte de la consideración de que existen miradas panópticas y sinópticas que funcionan de manera conjunta, particularmente por el peso que tienen los medios de comunicación al lograr que las acciones de algunos individuos se exhiban ante millones de espectadores. Con ello, además, los medios proveen un marco de observación para que la sociedad se aproxime a la vigilancia, la comprenda y la produzca. El cine, la televisión, las redes sociales y otras plataformas de difusión en Internet, no solo muestran la interpretación que se tiene de la vigilancia en las sociedades contemporáneas, sino que en algunos casos son una fuente de pautas para su creación. Estos son los espacios en los que la cultura de la vigilancia se ha normalizado. Espectáculos como Big Brother (Lyon, 2007b) han contribuido a esta incursión de la vigilancia en el discurso público, en el que adicionalmente circula la idea de que la objetividad es una meta alcanzable -superior a la subjetividad-, y que es posible reflejar eventos tal como suceden por el hecho de exhibir imágenes de ellos. De esta forma, los medios masivos de comunicación y las redes sociales se encargan de mostrar a un público amplio las imágenes que se recolectan desde arriba (top-down, mediante las posibilidades de observación disponibles para los núcleos de concentración de poder en una sociedad) y desde abajo (bottom-up, a través de la perspectiva de actores que se asumirían desprovistos del poder de los actores e instituciones especializados en la esfera de interacción política)10. Aunque parecería sencillo equiparar el panóptico con la observación desde arriba, el sinóptico con la observación desde abajo y pudiera ser tentador también esquematizar que en la esfera política estas miradas se dirigen a lo público y no a lo privado, se tiene que en contextos particulares de violencia, criminalidad y protestas sociales, las miradas panóptica y sinóptica se entrelazan de tal suerte que desaparece "la distinción entre entretenimiento y las noticias, entre el documental y el espectáculo, entre el vouyerismo y los temas de actualidad" (Lyon, 2007b, p. 46). Esto desdibuja cualquier distribución fija de actores en posibilidad de recurrir al panóptico o al sinóptico. Así, la vigilancia no solo debe ser entendida como un instrumento para el examen y la disciplina. También es, como sugiere Smith (2008), un teatro en el que la propia sociedad define los campos de sus disputas morales. Vigilar se convierte, por tanto, en una dinámica productora de material que permita denostar y elogiar, humillar y honrar, descalificar y aprobar. Gracias a la vigilancia se puede establecer si las personas cuentan con las virtudes morales y civiles suficientes para ser incluidas o excluidas en la sociedad (Smith, 2008). Se trata de un mecanismo de exposición teatral de las acciones individuales y colectivas y, por ello, permite construir narrativas en las que se juzgan las acciones de las personas como positivas o negativas. En otras palabras, la vigilancia hace posible la identificación y codificación de los comportamientos en parejas o binomios de atributos, que se atribuyen en función de si los actores observados parecen haber logrado o no el mantenimiento de sus responsabilidades sociales y morales.

Al vigilar un comportamiento que se evalúa tomando en cuenta el código binario vigente de lo deseable y lo indeseable, la producción de testimonios contribuye a la construcción de dramas sociales en los que se confrontan fuerzas contaminadas y puras, bárbaras y civilizadas, ciudadanas y no ciudadanas. El establecimiento tanto de las miradas verticales y jerarquizadas, como de aquellas generadas desde abajo y de forma no jerarquizada, aporta a la estructura escénica en la que se instituye el espectáculo de la supervisión de las personas como un drama social (Weizman, 2002).

En la manifestación analizada se pudo apreciar la presencia de un conjunto de relaciones de vigilancia diferenciales en las que, por ejemplo, algunos policías monitoreaban a los manifestantes, de la misma forma que estos seguían las acciones de los policías, y pocas televisoras miraban a toda la sociedad. En otras palabras, fue posible percibir el cruce de distintas miradas, verticales y jerarquizadas, con aquellas horizontales, de abajo hacia arriba. Las imágenes que quedaron grabadas en distintos dispositivos de video garantizaron la conversión de la vigilancia en una narrativa aleccionadora sobre el comportamiento de otros actores. Mediante ese procesamiento, la videograbación se volvió un dispositivo de exposición dramática para denunciar quién había sido capaz o incapaz de sostener su responsabilidad institucional y social con los derechos democráticos y el ejercicio de la ciudadanía. Así, las cámaras de vigilancia, drones, teléfonos y tabletas funcionaron, por un lado, como instrumentos estratégicos para inluir en el desarrollo de las manifestaciones y, por otro, como materia prima para la construcción de sanciones de orden legal y moral.

El vocabulario de la verdad sobre el 1." de diciembre

Al recapitular, se tiene que los esquemas interpretativos de la confrontación política se construyen mediante estructuras simbólicas binarias (Jacobs, 1996), a partir de las cuales se clasifican y tipifican la personalidad, las propuestas e ideas en función de parejas de categorías. Esto es lo que permite formular posturas sobre quién es honesto o deshonesto, autónomo o heterónomo, discrecional o imparcial, racional o irracional, tolerante o intolerante, justo o injusto, desinteresado o calculador, bueno o malo, víctima o victimario (Alexander, 2006; Rauer, 2011). De igual forma, los códigos binarios definen imágenes que los actores movilizan en la confrontación política (Bartmanski y Alexander, 2012). Estos representan testimonios de acciones consideradas buenas o malas, sagradas o profanas. En esta sección interesa analizar cómo se definieron estas esferas de clasificación binaria en relación con las imágenes que produjeron medios11 y manifestantes en sus dinámicas de vigilancia el 1.° de diciembre del 2012.

En lo concerniente a la calificación desde la mirada de los medios, la empresa Televisa, que en conjunto con TV Azteca domina más del 90 % de las concesiones de televisión abierta en México (Telecom y CIDE, 2011), construyó una nota en la que mostró cómo se enfrentaron la policía y los activistas. En ella, el presentador definió las manifestaciones como "de carácter vandálico" y apuntó dirigiéndose a los espectadores: "no voy a decir nada... vea las imágenes" (Hayra Noticias, 2012)12. Esto sugiere que las imágenes son capaces de reflejar objetivamente el sentido de un acontecimiento social; pero además se trata de una frase en la que se toma como un asunto resuelto que si se está en posesión de las imágenes objetivas, es porque se concentran las otras características positivas y deseables de las parejas binarias con las que se juzga la credibilidad de todo narrador en la sociedad (se narra sin malicia, sin manipulación, siendo incluyente con todas las versiones).

Algunos encuadres resaltaban los destrozos en el mobiliario urbano -casetas telefónicas, bancas, etc.-, así como las vitrinas rotas de comercios, bancos, oficinas gubernamentales y restaurantes. El reportaje enfatizó en los cristales rotos en hoteles, así como en los grafitis dibujados en distintos monumentos históricos. Resulta relevante considerar que en cada secuencia de imágenes, la narración insistió en que no se harían más comentarios para dejar que los hechos "se observaran de forma transparente", alejados de cualquier valoración subjetiva. Sin embargo, el silencio que se anunciaba para dar paso a la objetividad de las imágenes se rompía con frecuencia con señalamientos sobre el caos generado por los manifestantes, su furia desenfrenada y el carácter aislado de su postura, en alusión a la amplitud del conjunto social (Hayra Noticias, 2012). De modo que incluso en un ejercicio que se anunció como de ausencia de narración oral ("no voy a decir nada"), en efecto, hay una narrativa llevada a su expresión más básica de confrontación de binarismos: fuerzas del orden contra fuerzas del caos, violencia legítima para defenderse y violencia ilegítima para atacar.

Las grabaciones que se difundieron en redes sociales también dieron cuenta de la violencia desatada durante las protestas, pero de forma contraria a lo referido hasta ahora, dirigieron las características negativas de los binarismos sociales hacia los actos de represión policial. Los videos que se compartieron en distintas plataformas de Internet mostraron grupos de mujeres siendo detenidas por policías (con lo que se aludió al binario indefensión/abuso)13. Otras atribuciones de las polaridades positivas a las actuaciones de los manifestantes se tienen en frases como "nos espera un '68 otra vez"' (protesta legítima frente a represión autoritaria), "estábamos ayudando a un señor [al momento de ser detenidas por la policía]" (comportamiento civil frente a detención arbitraria), "ese no es presidente, es una puta de cabaret" (pureza que juzga a la impureza) (véase Mis Videos Feos, 2012, 2 de diciembre).

Muchas de estas imágenes circularon en tiempo real por la red y fueron comentadas de forma masiva por los internautas durante varios días, no solo a nivel nacional sino internacional. En dichos comentarios se puede apreciar indignación, enojo e impotencia ante las detenciones, en una reafirmación a posteriori de las polaridades positivas de la protesta y las negativas de las autoridades14. Otros comentarios expresaron la posición de que México vivía un proceso de restauración del sistema autoritario -refiriéndose con ello a la represión social bajo gobiernos del PRI en la segunda mitad del siglo XX- (Casovich, 2012, l de diciembre; Cécil, 2012, 1 de diciembre; Chlonorchis, 2012,2 de diciembre; The Musikologo20, 2012,3 de diciembre; El lado de la verdad, 2012c; Mis Videos Feos, 2012,2 de diciembre). Esta narración se apropió, a manera de evidencia y respaldo, de la narrativa de entidades como la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. En especial cuando esta instancia manifestó que en la protesta fueron detenidos de manera injustificada un número significativo de personas que ejercían su derecho a la protesta sin violencia o que solamente estaban grabando con dispositivos personales la confrontación entre manifestantes y policías15.

Las narrativas de oposiciones binarias entre diálogo/violencia, legítimo/ilegítimo, puro/impuro tuvieron un despliegue dramático que en su nivel más inmediato sugiere dos posiciones irreconciliables. Sin embargo, ha de considerarse que desde la vigilancia y la subvigilancia con la que se respaldaron ambas versiones se da continuidad a la exaltación de un conjunto de características en común (racionalidadjusticia, objetividad), al mismo tiempo que se deploran las faltas (irracionalidad, injusticia, manipulación). Independientemente de que lo injusto se visualice como un policía herido o un manifestante detenido, de que lo irracional sea un tolete o un explosivo casero, o que la manipulación se atribuya al gobierno o la oposición, la apelación a un mismo código y la gestación de narrativas que desean atribuirse el mismo polo de marcadores positivos da lugar a pensar que, de fondo, el sistema vigente de clasificaciones binarias no se desafió desde la vigilancia ni la subvigilancia en los hechos del 1.° de diciembre del 2012. Si ningún actor movilizó extensamente narraciones que contravinieran ese código de clasificaciones, no podría decirse que alguna de sus manos haya arrojado piedras contra el edificio del orden social considerado valioso y deseable en el ámbito de las representaciones sociales16.

Conclusiones

Las versiones sobre la verdad y la violencia analizadas en este texto muestran una mutua descalificación de las partes involucradas. Cada actor de las manifestaciones del 1.° de diciembre del 2012 se presentó a sí mismo como responsable, tanto en términos morales como civiles y pretendió contar con pruebas objetivas basadas en material videograbado con la tecnología del testimonio que hubieran tenido a su alcance (de celulares a drones). Sin embargo, desde cada frente la violencia se narró como a) un mal sufrido; b) un mal al que se tuvo que recurrir en última instancia, solo con la justificación de la defensa; y b) un mal sembrado en las manifestaciones por provocadores. Es importante notar que en todas estas modalidades se identificó la violencia como algo indeseable (opuesto a la deseable racionalidad del diálogo). De esto se desprende que, a pesar de la aparente oposición de narraciones, es posible identificar un vínculo intacto y afín basado en un código para la lectura de lo social.

Pese a que las distintas lógicas de vigilancia de estas narrativas operaron simultáneamente, ello no significa que funcionaron en un marco de relaciones simétricas. La vigilancia desplegada por las autoridades policiales y gubernamentales permitió detener a activistas en tiempo real. Se transformó la movilización de "las masas" en un cuerpo definido y delimitado en el espacio, con lo que se garantizó su segmentación, fraccionamiento y desarticulación. Esto contribuyó a disminuir la capacidad de expresión de las demandas sociales, en la medida en que estableció una lógica de lo que Weizman (2002, 1 de mayo) denomina "contra ataque preventivo", en el que el monitoreo de las concentraciones populares hace posible la definición de sus contornos y desplazamientos en tiempo real, lo que limita su área de influencia.

De modo que, más allá del núcleo compartido de características valoradas según las narrativas ancladas en la vigilancia y la subvigilancia, la asimetría que existió en sus miradas se reflejó en la capacidad para mostrar las protestas como drama social. En otras palabras, la actual expansión de las tecnologías del testimonio permitió a todos los involucrados construir un teatro social, pero no con la misma fuerza para cada narración. Si bien la subvigilancia sirvió como un mecanismo de contrapoder social frente a las instituciones, su capacidad para proyectar su versión de objetividad se encontró limitada por las características de las redes sociales en las que se depositaron sus videograbaciones. Frente a esto los medios masivos de comunicación tienen todavía un poder mayor para potenciar o limitar la comunicación que desean hacer circular. Como apunta Vicari (2013) con relación al poder de los medios y de las redes sociales en los movimientos sociales, disponer de dichas tecnologías es apenas el principio de la historia. El resto de la trama aún se define por su acoplamiento con los medios masivos de comunicación17.

Las asimetrías de poder no se pueden desmantelar solamente a través de subvigilancia, dado que esta no garantiza respuestas en tiempo real durante las movilizaciones sociales, como sí lo logra la vigilancia vertical. En términos de exposición sinóptica, se puede desafiar en algunos casos al poder, sin embargo, al menos en el evento crítico aquí analizado, no existieron las condiciones para que la práctica de la subvigilancia se transformara en una fuerza política efectiva. Incluso las imágenes que circularon en Internet a través de las redes sociales tuvieron que enfrentar la fuerza de otras narrativas que se movilizaron desde los medios masivos de comunicación.

Finalmente, la asimetría de poder de estas dos narrativas y la incriminación cruzada de las características que una sociedad tiene por indeseables, no implica que estructuralmente ambas miradas materializadas en video no estén nutriéndose del mismo código. Además, al exaltar un vínculo entre el polo positivo de esa clasificación y su propia actuación, los actores refuerzan, antes que derrumbar, la imaginación de lo objetivamente deseable. Es a partir de ese conocimiento que derivan sus ideas sobre cómo luce la verdad, cómo suena esta y cómo hay que retratarla.

Las consecuencias de esta discusión para futuros proyectos, inclusive en escenarios políticos diferentes al mexicano, se sintetizan en tres puntos. Como primera anotación, a) en la valoración de la democratización de la vigilancia por la multiplicación de las tecnologías del testimonio, se sugiere que los análisis se beneficiarían de notar la paridad o disparidad en las consecuencias que se logran desde cada mirada. Eventualmente, en el monitoreo de estas consecuencias se encontrarían indicios sobre la medida en que la subvigilancia faculta o no a quienes la emprenden, lo cual hablaría a su vez de la permeabilidad de las posturas institucionales hacia miradas y voces emitidas en dirección bottom-up. b) En lo que respecta a las narrativas sobre la verdad, se refuerza la advertencia para que el tratamiento de sus testimonios preste atención en igual medida a las imágenes que los narradores no muestran y los silencios en los que incurren. Por último, c) queda sugerido que, en análisis de narrativas contrapuestas de la verdad la distinción de los códigos despliega un mapa de atributos valorados y deplorados. Este último constituye una herramienta de estimación de continuidad y quiebres entre actores de un conflicto, con la hipótesis de que, incluso en la confrontación más amplificada mediáticamente podría cuestionarse la radicalidad y amenaza entre partes que se inscriben en el mismo discurso de lo valioso.

Referencias

Alatorre, Α., Vitela, N. y Jiménez, Β. (2012, 2 de diciembre). Dejan disturbios 29 lesionados. Reforma, p. 12.

Alexander, J. (2006). The civil sphere. Oxford: Oxford University Press.

Andrejevic, M. (2007). Ispy. Surveillance and power in the interactive era. Kansas: University Press of Kansas.

Arteaga, Ν. (2016). Política de la verticalidad: drones, territorio y población en América Latina. Región y Sociedad, XXVIII(65), 236-292.

Arteaga, N. y Arzuaga, J. (2017a). Entre la liturgia y el contra-performance: la disputa por el Zócalo de la Ciudad de México durante la movilización magisterial del 2013. Intersticios Sociales, (13), 1-34.

Arteaga, N. y Arzuaga, J. (2017b). Liturgia republicana y contra-performances: protestas y pugnas en la investidura presidencial del 2012 en México. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sodales, 62(229), 149-180.

Bartmanski, D. y Alexander, J. (2012). Materiality and meaning in social life: toward an iconic turn in cultural sociology. En J. Alexander, D. Bartmanski y B. Giesen (eds.), Iconic power: Materiality and meaning in social life (pp. 1-12). Nueva York: Palgrave, МасМillаn.

Bentham, J. (1995). The panopticon writings. Londres: Verso.

Casovich. (2012, 1 de diciembre). Disturbios Av. Juarez 1.° de diciembre. Consultado el 23 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=3qYM8QigUcs.

Cecil, С. L. (2012, 1 de diciembre). Disturbios Ciudad de México [Avenida Juárez]-l/Dic/20l2-Riots in Mexico City - HD. Consultado el 21 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=fLKZqHvthaw.

Chlonorchis. (2012, 2 de diciembre). Disturbios frente a la alameda central. 1 de diciembre 2012. Consultado el 23 de febrero del 2016. https://www.youtube.com/watch?v=o2oF69ZKoWg.

Colectivo Áncora. (2015). Manual de seguridad. Consultado el 29 de febrero del 2016 en ISSUU. https://issuu.com/politicasmedia/docs/manual_de_seguridad_ancora.

Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. (2013). Recomendación CDHDF sobre protestas del 1.° de diciembre del 2012, Ciudad de México. Consultado el 21 de febrero del 2016 en Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. http://cdhdfbeta.cdhdf.org.mx/wp-content/uploads/2014/03/reco_1307.pdf.

Dayan, D. y Katz, Ε. (1992). Media events. The live broadcasting of history. Londres: Harvard University Press.

El lado de la verdad. (2012a). Anciano golpeado por granaderos del DF y jóvenes atacados. 1.° diciembre 2012. Consultado el 21 de febrero del 2016 en You Tube. https://www.youtube.com/watch?v=ZzMiXVEo5Kk.

El lado de la verdad. (2012b). Represión en México, 1 de diciembre 2012 (Imposición de EPN). Consultado el 21 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=uX7MomhdF5I.

El lado de la verdad. (2012c). Toma posesión Peña Nieto, inicia la represión, 1.° diciembre 2012. Consultado el 21 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=ziC049tgxE8.

Gooding-Williams, R. (1993). Reading Rodney King. Reading Urban Uprising. Nueva York: Routledge.

Haggerty, K. (2006). Tear down the walls: DemoHshing the panopticon. En D. Lyon (ed.), Theorizing Surveillance. The panopticon and Beyond (pp. 23-45). Londres: Routledge.

Hayra Noticias. (2012). Manifestaciones anti Peña Nieto 1.° de diciembre 2012. Consultado el 21 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=37NChvXiHbk.

Jacobs, R. (1996). Civil society and crisis: Culture, discourse and the Rodney King beating. American Journal of Society, 101(5), 1238-1278.

Lyon, D. (2006). 9/11, Synopticon, and scopophilia: watching and being watched. En K. Haggerty y R. Ericson (eds.), The new politics of surveillance and visibility (ρρ· 34-54). Toronto: University of Toronto Press.

Lyon, D. (2007a). Surveillance studies: an overview. Londres: Polity.

Lyon, D. (2007b). Surveillance, security and social sorting: emerging research priorities. International Criminal Justice Review, 17(3), 161-170.

Malinche.mx. (2013, 4 de octubre). Manual para la manifestación pacífica con violencia. Consultado el 29 de febrero del 2016 en Malinche. http://malmche.mx/manual-para-la-manifestacion-pacifica-con-violencia/.

Mann, S. y Ferenbok, J. (2013). New media and the power politics of sousveillance in a surveillance-dominated world. Surveillance & Society, 11(1/2), 18-34.

Mann, S., Jasson, N. y Barry, W. (2003). Sousveillance: Inventing and using wearable computing devices for data collection in surveillance environments. Surveillance ir Society, 2(3), 331-355.

Mathiesen, T. (1997). The viewer society: Michel Foucault's panopticon revisited. Theoretical Criminology, 1(2), 215-234.

Mis Videos Feos. (2012, 2 de diciembre). Lo que no se vio: toma de posesión de Peña Nieto. Consultado el 23 de febrero del 2016 en YouTube. https://vtrww.youtube.com/watch?v=bHUHL7Am2M.

Noticieros Televisa. (2012, 30 de noviembre). Jornada de protestas contra la toma de posesión de Peña Nieto. Consultado el 23 de febrero del 2016 en Noticieros Televisa. http://noticierostelevisa.esmas.com/df/531694/jornada-protestas-contra-toma-posesion-pena-nieto/.

Noticieros Televisa. (2012, 1 de diciembre). Rinde protesta Peña Nieto como presidente de la República. Consultado el 23 de febrero del 2016 en Noticieros Televisa. http://noticierostelevisa.esmas.com/nacional/532249/cambia-manos-banda-presidencial/.

Noticieros Televisa. (2012a, 3 de diciembre). Empresas del DF pierden 1,000 mdp. Consultado el 23 de febrero del 2016 en Noticieros Televisa. http://noticierostelevisa.esmas.com/economia/532717/empresas-del-df-pierden-l000-mdp/.

Noticieros Televisa. (2012b, 3 de diciembre). GDF confirma 69 manifestantes detenidos; faltan 70 por capturar. Consultado el 23 de febrero del 2016 en Noticieros Televisa. http://noticierostelevisa.esmas.com/df/532595/gdf-confirma-69-manifestantes-detenidos-faltan-70-capturar/.

Noticieros Televisa. (2013, 10 de marzo). Emite CDHDF recomendación por operativo 1D. Consultado el 23 de febrero del 2016 en Noticieros Televisa. http://noticierostelevisa.esmas.com/df/582484/emite-cdhdf-recomendacion-operativo-id/.

Organización Editorial Mexicana. (2015). Sin castigo penal mal uso de drones. Consultado el 21 de febrero del 2016 en Organización Editorial Mexicana. http://v1fww.oem.com.mx/elmexicano/notas/n3706798.htm.

Orilla del agua. (2012). Enfrentamiento en el Zócalo, infiltrados y provocadores agreden a la policía. Consultado el 21 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=XiFAU53Dx_A.

Rauer, V. (2011). Von der Schuldkultur zur Sicherheitskultur. Eine begriffsgeschichdiche Analyse 1986-2010. Sicherheit und Frieden, 29(2), 66-72.

Sin embargo. (2015, 22 de abril). La guía ciudadana para documentar abusos de autoridades. Consultado el 29 de febrero del 2016 en Sin Embargo. http://www.sinembargo.mx/22-04-2015/1318710.

Smith, P. (2008). Punishment and culture. Chicago: The Chicago University Press.

Telecom y CIDE. (2011). Condiciones del mercado de televisión abierta en México. Consultado el 14 de febrero del 2016 en Observatel. http://www.observatel.org/es/uploads/l/Estudio_y_anexo.Alcance.pdf.

TheMusikologo20. (2012, 3 de diciembre). Don Reynaldo golpeado por granaderos #1Dmx. Consultado el 23 de febrero del 2016 en YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=XfNNdcUixDI.

Tilly, С. (1995). Popular contention in Great Britain: 1758-1834. Cambridge/Massachusetts: Harvard University Press.

Vicari, S. (2013). Public reasoning around social contention: a case study of Twitter use in the Italian mobilization for global change. Current Sociology, 61(4), 474-490.

Weizman, E. (2002). Hollow land: Israel's architecture of occupation. Londres: Verso.

Weizman, E. (2002, 1 de mayo). The politics of verticality. Consultado el 9 de agosto del 2009 en Open Democracy. http://www.opendemocracy.net/conflict-politicsverticahty/article_810.jsp

Notas

* Artículo derivado de la participación del Dr. Nelson Arteaga Botello en el ХХХIII Congreso de la Latin American Studies Association (LASA), celebrado del 27 al 30 de mayo del 2015 en San Juan, Puerto Rico. El texto se modificó y desarrolló en coautoría con la Dra. Michelle Romero, en el marco del Programa de Acción de Línea Sociología en la Frontera de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), sede México.
Cómo citar este artículo: Arteaga, N. y Romero, M. V. (2018). Regímenes de (sub)vigilancia en la construcción de narrativas sobre la protesta social en México. Rev. Colomb. Soc.,41(1)1203-220.
Descriptores: discurso político, medios de comunicación, panóptico, protesta política, sinóptico, subvigilancia, vigilancia.
1 Un estudio histórico de los géneros, performatización y funciones de eventos políticos difundidos masivamente está disponible en Dayan y Katz (1992). Por otra parte, el caso de Rodney King brinda un referente clásico de la manera en que la videograbación puede ser utilizada en narraciones sobre la verdad de los hechos —entonces referidos a la golpiza que King recibió a manos de policías de Los Ángeles en 1991— (Gooding-Williams, 1993).
2 La construcción de verdades se comprende aquí como parte del concepto de repertorios de protesta de Charles Tilly, en el sentido de "maneras en las que las personas actúan en conjunto al perseguir intereses compartidos" (1995, p. 41).
3 Esto se dio al punto de que la videograbación online comenzó a figurar en guías para protestas distribuidas en Internet. Así lo ejemplifican el "Manual de seguridad en marchas" (Colectivo Áncora, 2015), la "Guía ciudadana para documentar abusos de autoridad" (Sin embargo, 2015), o el "Manual para la manifestación pacífica con violencia" (Malinche.mx, 2013,4 de octubre).
4 La selección del artículo ha tomado en cuenta grabaciones socializadas los días 1 y 2 de diciembre del 2012 que tuvieran por escenario la Ciudad de México; se han preferido secuencias en las que figuran manifestantes (y no figuras públicas en entrevista); se seleccionaron videos obtenidos directamente de dispositivos de grabación (y no encuadres de pantallas de televisores); se descartaron foota ges de pocos segundos de duración, materiales musicalizados, con doblaje, sin audio o no audibles, así como collage de fotografías.
5 Se utilizaron nueve diferentes periódicos y portales de noticias en Internet (El Universal, CNN, El Economista, Excélsior, La Jornada, Malinche, Noticieros Televisa, Sin Embargo y Organización Editorial Mexicana), para incluir muestras narrativas que no estuvieran procesadas por un solo criterio editorial. Cabe mencionar la imposibilidad de clasificar estas publicaciones tajantemente en términos de una geometría ideológica, dada la heterogeneidad de los columnistas. Sin embargo, la muestra incluye desde medios usualmente calificados como afines al gobierno de acuerdo con partidos políticos de izquierda (es el caso de Noticieros Televisa), pasando por todos los matices hasta llegar a periódicos calificados como medios de la oposición izquierdista, como se diría entre partidos de derecha acerca de La Jornada.
6 Sobre este campo de conocimiento, véase Lyon (2007a).
7 La convocatoria a participar de esta jornada fue realizada por la Convención Nacional Contra la Imposición, conformada, entre otras organizaciones, por el movimiento de San Salvador Atenco (campesinos organizados contra el proyecto del gobierno federal de construir un aeropuerto en sus tierras) y YoSoyig2 (mayoritariamente estudiantes universitarios organizados contra la candidatura de Peña Nieto, y en general, contra los sesgos informativos en la cobertura de las elecciones presidenciales). Una vez concluido el proceso electoral se organizó dicha Convención Nacional Contra la Imposición con el objetivo de denunciar la supuesta elección fraudulenta del nuevo presidente de la república.
8 Un análisis sobre el papel de los drones en el control de movilizaciones en América Latina puede profundizarse en Arteaga (2016).
9 Consultar El lado de la verdad (2012a, 2012b, 2012c) y Orilla del agua (2012).
10 La alusión al análisis de la sociedad como si se tratara de la conjunción de esferas de funciones especializadas se adhiere a la tradición sociológica de Jeffrey Alexander, en especial en The civil sphere (2006), en contraposición a la tradición de la teoría de sistemas.
11 Véase Arteaga y Arzuaga (2017b) para profundizar específicamente en el campo de batalla simbólico que se suscitó en los medios de comunicación mexicanos en torno a esta manifestación.
12 Otros ejemplos de la narrativa oral y visual de los enfrentamientos del 1.° de diciembre del 2012 por parte de la televisora están disponibles en las notas de Noticieros Televisa "Empresas del DF pierden 1,000 mdp", "Jornada de protestas contra la toma de posesión de Peña Nieto", "GDF confirma 69 manifestantes detenidos; faltan 70 por capturar", "Emite CDHDF recomendación por operativo 1D" y "Rinde protesta Peña Nieto como presidente de la República". Consultar Noticieros Televisa (2012, 30 de noviembre; 2012,1 de diciembre; 2012a, 3 de diciembre; 2012b, 3 de diciembre; 2013,10 de marzo).
13 La interpretación descansa en que en los videos de detención de mujeres se escuchan gritos de manifestantes varones hacia policías con frases como "¡Pobrecitas! son puras chavas [...] así serán buenos contra las chavas [...] son mujeres [...] ponte con un machín [...]". Véase minuto 5:19 de Mis Videos Feos (2012,2 de diciembre).
14 Cabe resaltar los siguientes comentarios escritos en YouTube: "No manches p.. t policías contra la mujeres no" (polaridad débil frente a fuerte), "pegenle [sic] en los pies [a los policías] es lo mas [sic] vulnerable" (astucia frente a fuerza), "no se degen [sic] acaben con esos pinches ratas que oprimen al pueblo de México" (oprimidos frente a opresores), "Mexicano Hermano Enfrentemos (A)L [sic] Estado" (sociedad civil frente a Estado), "[...] Cuídate, saludos a los honestos [...] MX, ACABEN CON EL [...] TERRORISTAS Y TRAIDORES, VENDE PATRAS [sic]" (honestidad frente a deshonestidad, patriotas frente a "vende patrias").
15 Véase el informe de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (2013).
16 Para ampliar el análisis en torno a la pugna entre las lógicas performativas de la liturgia en las manifestaciones del 1.° de diciembre, así como los contra performances de protesta, véase Arteaga y Arzuaga (2017a).
17 Véase Andrejevic (2007) sobre la conexión entre medios masivos y sociales.
HTML generado a partir de XML-JATS4R por