Gestión Deportiva, Ocio activo y Turismo
Los centros de fitness de la ciudad de Zaragoza
The Fitness Centres of the City of Zaragoza
Los centros de fitness de la ciudad de Zaragoza
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 35, núm. 135, pp. 118-136, 2019
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya
Recepción: 07 Abril 2017
Aprobación: 06 Octubre 2017
Resumen: El objetivo de este trabajo es describir de forma detallada las características de los centros de fitness de la ciudad de Zaragoza (España). Un total de 19 centros participaron en el estudio y sus direcciones técnicas o equipos de coordinación, previo contacto telefónico, cumplimentaron un cuestionario creado al efecto, utilizando la herramienta Google Drive. Entre las variables del estudio se encuentran la superficie de los centros, antigüedad, número de trabajadores, cuota mensual, actividades ofertadas, actividades preferidas por los usuarios, tipos de sala de entrenamiento, realización de valoraciones funcionales o adaptación para personas con discapacidad.
Palabras clave: fitness, equipamientos, instalaciones deportivas, gimnasio, servicios.
Abstract: The purpose of this paper is to describe in detail the characteristics of the fitness centres in Zaragoza (Spain). A total of 19 centres participated in the study, and after telephone contact, their technical directors or coordinators completed a questionnaire created for this purpose on “Google Drive”. Among the variables of the study are the size of the centres, their age, the number of workers, monthly subscription, activities offered, activities preferred by the users, kinds of training rooms in the centres, and whether they perform functional assessments or adaptation for persons with disabilities.
Keywords: fitness, equipment, sports facilities, fitness centre, services.
Introducción
El concepto fitness, no existiendo como tal, ha estado presente a lo largo de la historia. Frecuentemente se ha asociado con la educación, y en concreto con la educación física (Shephard, 2015). Desde los inicios de la humanidad el hombre ha estado relacionado de forma directa con el ejercicio físico y la actividad motora como un eje fundamental de su desarrollo en todos los aspectos (Palomino & Reyes, 2011). Caminar en búsqueda de alimentos, cargar los frutos, huir de las inclemencias ambientales o los peligros y correr para cazar ya eran prácticas habituales del primer miembro de la estirpe humana, el Homo erectus (Ballón & Gamboa, 2006;Langer, 1968). En contraposición a nuestros antepasados, actualmente, el hombre moderno se establece como lector, pensador, oficinista y con evolutivos medios de transporte (Aránguiz, 2004;Song et al., 2017), que ingresa en una sociedad con un aspecto negativo como es el creciente sedentarismo, acompañado de la ingesta de más carnes grasas, más sal, más azúcar y menos vegetales (Faergeman, 2005;Matthews et al., 2008;Moliní, 2007;Moscoso, Sánchez, Martín, & Pedrajas, 2015; Romero-Velarde, Campollo-Rivas, Castro-Hernandez, Cruz-Osorio, & Vasques-Garibay, 2006; Varo et al., 2003;Weinsier, Hunter, Heini, Goran, & Sell, 1998). Estos factores hicieron que el fenómeno social surgido en California durante los años 30 con finalidad recreativa (García, 2011), adquiriese un nuevo rumbo hacia la salud a partir de la segunda mitad del siglo xx, donde hubo una expansión de la industria del fitness (Andreasson & Johansson, 2014;Park, 2007). A su vez, el hecho de que se comenzaran a publicar estudios en revistas de medicina que relacionaban la práctica de actividad física con la reducción de mortalidad y morbilidad favoreció la creación de programas de promoción de actividad física, congresos y reuniones de expertos, así como de asociaciones (García, 2011). Así, el fitness es enfocado como una herramienta para reaccionar ante un problema de salud ayudando a mejorarla.
Hoy en día, gimnasios y centros privados son un gran negocio global, y el fitness se ha convertido en un movimiento folklórico (Andreasson & Johansson, 2014). El exponencial aumento de asistencia a este tipo de centros se ha evidenciado, por ejemplo, en Gran Bretaña y Estados Unidos (Crossley, 2006; Sassatelli, 2010). En un periodo de tiempo relativamente corto (a partir de 1970), el aumento en el número de gimnasios, clubes de fitness privados, franquicias, revistas internacionales de fitness y entrenadores personales ha sido imparable (García, 2011;Stern, 2011). Debido a este boom de la industria, se hace preciso analizar la situación actual de los centros dedicados al fitness, ya que dicha situación ha sido escasamente estudiada en nuestro país (Lagrosen & Lagrosen, 2007), a pesar de que en los últimos años el número de clientes adscritos a los centros casi triplica la cifra de 2006 (IHRSA, 2006) y la coloca en el quinto lugar a nivel mundial y cuarto puesto a nivel continental (IHRSA, 2013). A su vez, España tiene características particulares respecto al tipo de instalaciones y equipamientos utilizados, a las actividades y servicios ofertados y a las características de los profesionales que trabajan en dicho sector (IHRSA, 2006). Las instalaciones dedicadas al fitness han experimentado grandes cambios desde la década de los noventa. A partir de ese momento, y debido al alto número de gimnasios, comienza a surgir competitividad entre ellos, lo que les obliga a someterlos a continuas actualizaciones y modificaciones tanto a nivel de instalaciones, como a nivel de oferta de actividades (Reverter & Barbani, 2007). Es a partir de entonces que se diferencian claramente las instalaciones tradicionales por un lado, y los denominados centros de fitness por otro. Estos últimos transforman totalmente el panorama del fitness siguiendo el modelo anglosajón. Y en las últimas décadas su evolución ha sido constante, y se ha diversificado tanto el panorama que en la actualidad conviven en dicho mercado en España siete tipologías de instalaciones: gimnasio low-cost, estudio de entrenamiento personal, gimnasio privado premium, centro deportivo, gimnasio municipal de gestión privada, gimnasio municipal de gestión pública y gimnasio privado mid-market (Martínez-Lemos & González-Sastre, 2016). Las características de las instalaciones y del equipamiento son de gran relevancia puesto que los factores del entorno pueden influir en los comportamientos frente a la actividad física, proporcionando diversión, bienestar, vitalidad y generando una autonomía que puede derivar, en algunos casos, hacia la práctica regular de ejercicio físico, o por lo contrario, al abandono prematuro de las actividades deportivas (Bartholomew, Ntoumanis, Ryan, Bosch, & Thogersen-Ntoumani, 2011;Standage, Duda, & Ntoumanis, 2003).
Por otro lado, Zaragoza es una ciudad representativa a nivel nacional en el sector del consumo, y se suele hablar de la capital aragonesa como la urbe que mejor representa la realidad socioeconómica española, puesto que tiene un tamaño grande, sin localizarse en los extremos de las grandes urbes, y se sitúa a medio camino entre Madrid, Barcelona, y ciudades de Euskadi. Zaragoza parece reunir las condiciones para representar bien a la media española en muchos estudios de mercado. Además, su renta media se sitúa ligeramente por encima pero muy cercana a la media del país (Hortas-Rico, Onrubia, & Pacífico, 2014).
El objetivo de este artículo es describir de forma detallada las características de los centros de fitness de la ciudad de Zaragoza (España) en cuanto a las instalaciones y los servicios prestados, con el fin de obtener una imagen de su situación actual en esta ciudad
Metodología
Búsqueda de centros de fitness
La muestra a estudiar estuvo compuesta por todos los centros del ámbito del fitness que se encontraban en la ciudad de Zaragoza, tanto de titularidad pública como privada. Para obtener un listado de dichos centros y de gimnasios disponibles censados se utilizaron varias herramientas como internet, el censo de instalaciones deportivas del Consejo Superior de Deportes, el Registro de Instalaciones Deportivas de Aragón, la Cámara de Comercio, el Registro Mercantil y tesis doctorales relacionadas con este mismo tema. De los 176 centros obtenidos, y tras asegurarse de que estos seguían en activo, se excluyeron aquellos que no poseían página web ni teléfono de contacto, o que no respondieron a un mínimo de tres llamadas telefónicas realizadas en distintos momentos del día. Tras ese filtrado, se obtuvo una muestra de 118 centros de los cuales fueron eliminados aquellos que no disponían de sala de fitness o musculación. La muestra final estuvo formada por 54 centros que disponían por lo menos de una sala de fitness y una sala de actividades dirigidas, y 33 de los cuales ofrecían servicio de EP. De los 54 centros, 5 no manifestaron a priori tener interés por participar en el estudio.
Cuestionario
Se creó al efecto un cuestionario a partir del de García (2011), que constaba de cuatro apartados claramente diferenciados: información general, servicios ofrecidos, equipamientos e instalaciones, y profesionales que trabajan en la instalación. Dada la diversidad y la amplitud de los datos recogidos, en este trabajo se reflejan únicamente los resultados relacionados con los tres primeros apartados.
Recogida de información
Este estudio se llevó a cabo durante el curso académico 14-15. Para la aplicación de este cuestionario, se utilizó la herramienta Google Drive. El objetivo era llegar al total de centros de fitness encontrados en Zaragoza, y para ello, previo contacto telefónico con cada centro, se envió un enlace en línea a través del correo electrónico junto con información detallada sobre él dirigido a sus equipos de coordinación o direcciones técnicas. A los 10 días se envió otro correo electrónico de recordatorio invitando a participar en el estudio, en el caso de no haberlo rellenado aún. Se dio un mes de plazo para que contestaran el cuestionario. 3 centros respondieron diciendo que no podían colaborar tras ver el diseño del cuestionario, y de los 46 centros restantes lo cumplimentaron 19.
Resultados y discusión
Características generales de los centros de fitness
Los valores de las variables analizadas referentes a las características de los centros de fitness se encuentran en la tabla 1. Cabe destacar la gran heterogeneidad hallada en todos los datos presentados.
La superficie media de los centros de fitness obtenida en este trabajo resulta muy superior a la media que obtuvo Campos (2000), donde para 57 de ellos en toda España habla de una superficie media de 710 m2. El informe global de instalaciones deportivas españolas cifra la superficie media de estas en España en 3368 m2 (Santacruz et al., 2014), pero hay que tener en cuenta que dicho informe engloba cualquier tipo de instalación deportiva (estadios, polideportivos…) y no exclusivamente las dedicadas al fitness. Ese mismo informe sitúa la superficie media de las concesiones administrativas en torno a los 6405 m2, las instalaciones privadas no low cost en 2083 m2, y las instalaciones deportivas low cost en una media de superficie de 1617 m2.
Con respecto al número de clientes inscritos en los centros, el valor promedio de este estudio (1433.3) fue ligeramente superior al de 1361.7 clientes establecidos por IHRSA (2013). El valor aquí obtenido también fue superior al encontrado en el estudio de García (2011) en la Comunidad de Madrid (CM), que fue de 1031, lo que podría deberse al creciente interés experimentado por el fitness en los últimos años. En esta misma línea se puede apreciar que en el estudio de García (2011) el 25.3% de los centros tenían más de 1000 socios; en este, el 55.6% de los centros participantes tenían más de 1000 clientes.
En contraste con los datos de la CM, donde la mayoría de centros de fitness tenían 10 o menos trabajadores (García, 2011), en Zaragoza actualmente la mayoría de estos superan las 10 personas trabajadoras. Estos resultados se pueden justificar por un mayor número de clientes por instalación, y no tiene por qué implicar un menor ratio usuario-monitor. En la figura 1 se aprecia la relación entre el número de clientes, la superficie de la instalación y el porcentaje de centros con más de 10 trabajadores.
En relación con la cuota mensual (figura 2), se aprecia que un 44% de los centros tiene una tarifa mensual de entre 30-40 €. Un 12% de los centros tienen tarifas que superan los 50 €, mientras que un 11% poseen una cuota mensual inferior a 20 euros (figura 2). En el estudio de García (García, 2011) un 70% de los centros fijaban una cuota mensual de entre 31 y 60 €. En el Informe global de las instalaciones deportivas españolas (Santacruz et al., 2014), la cuota media mensual de las instalaciones deportivas privadas “no low cost” se sitúa en un valor de 46.8 € más IVA, mientras que los centros de fitness de concesión administrativa alcanzan una cuota media de 30.55 € más IVA. Las instalaciones deportivas privadas low cost tienen según dicho informe una cuota media de 17.98 € más IVA. Sin duda, el auge de este tipo de cadenas low cost hace bajar la cuota media de los gimnasios.
Con respecto a la edad de la clientela, la mayoría (41%) se sitúa en el rango de edad de entre 31-45 años, lo que se repite en el estudio de García, con un porcentaje del 37.3% (2011). Solamente un 6% de los clientes superan los 60 años de edad y los menores de 16 años ocupan un 8% del total (figura 3).
La distribución de la clientela en cuanto al género es muy similar, con un 51% de mujeres y un 49% de hombres. Estos resultados se pueden comparar con los de García (2011), donde en Madrid encontró un 55% de los clientes hombres y un 45% de mujeres. Los datos también son similares a los hallados en el Informe global de las instalaciones deportivas españolas 2014: 47.8% de mujeres en las instalaciones deportivas a nivel nacional (Santacruz et al., 2014).
Según las publicaciones del anuario de estadísticas deportivas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2013), en 2010, el 10.8% del total de la población española eran hombres afiliados a un gimnasio o similar, mientras que el porcentaje correspondiente a las mujeres era del 8.7%. El estudio de IHRSA, (2013), muestra que en el año 2012 el 12% de la población americana eran mujeres asociadas a un centro de fitness mientras que esa cifra es del 22% en el caso de los hombres.
En la tabla 2 se exponen los principales motivos de queja de la clientela, obtenidos mediante pregunta abierta.
Siguiendo con los principales motivos de queja de la clientela, se pueden extraer consignas básicas que garanticen una mayor comodidad para esta. La climatización, por ejemplo, es un elemento que resulta importante en un centro de fitness y así ha quedado plasmado cuando se les ha preguntado; la temperatura ideal de una sala de entrenamiento debe estar entre los 17-19ºC (Lacaba, 2001).
Servicios de los centros de fitness
Con respecto a los servicios ofertados por los centros, cabe destacar que la única actividad que se desarrollaba en todos los centros analizados fue el Ciclo Indoor. Además, esta actividad fue la que suscitó mayor interés por parte de la clientela obteniendo un porcentaje de valoraciones muy altas (figura 4). En el estudio de García (2011), esta actividad solo se encontraba en el 60.4% de los centros de la CM, aunque fue la más demandada por parte de los clientes, igual que en este trabajo. Este hecho puede indicar que esta demanda ha llevado al Ciclo Indoor a ser una actividad fija dentro de cualquier centro de fitness.
Por otra parte, además del Ciclo Indoor, Pilates, Espalda sana y Zumba fueron las actividades que seguían a esta en interés. De entre ellas, Pilates estaba siendo ofertada por el 90% de los centros, y sus gestores atribuían a los usuarios un nivel de interés alto por esta actividad.
Destacar que el Aeróbic y el Step, dos de las actividades más clásicas dentro del fitness, pese a tener un bajo nivel de demanda, están presentes en la mayoría de los centros que participaron en el estudio, excepto en 2. Estos datos concuerdan con los resultados obtenidos en el estudio de García (2011), en el cual tanto el Aeróbic (95.5%) como el Step (90.6%) continuaban en los centros pese a su bajo interés respecto al resto de las actividades ofertadas.
La gimnasia de mantenimiento o acondicionamiento físico todavía se mantiene como tal, o con otra denominación similar, en la mayoría de los centros analizados en el estudio (74%). La actividad de Body Balance, ofertada por “Les Mills”, se encontraba en el horario del 64% de los centros, mientras que el yoga, en cualquiera de sus variantes, estaba presente en el 74% de estos.
Las actividades acuáticas en general solamente se ofertaron en el 52.6% de los centros analizados, siendo las más ofertadas la Natación y el Aquaeróbic.
En cuanto a las actividades relacionadas con las artes marciales y deportes de contacto, una modalidad destacó sobre el resto, tanto a nivel de interés por parte de los usuarios como a nivel de oferta por parte de los centros, y fue el Boxeo, pues aparece ofertado por el 43% de los centros frente al Judo y Karate, cuyo porcentaje de oferta era el 27%.
Si se realiza una clasificación más simplificada (figura 5), se puede apreciar de nuevo que la totalidad de los centros oferta el Ciclo Indoor. Además, el 90% de los centros tienen actividades de Welness, coreográficas y de tonificación. Estos datos aportan una idea del tipo de actividades más demandadas en la ciudad de Zaragoza.
En cuanto a la presencia en la oferta de actividades precoreografiadas por una empresa externa, se aprecia en los centros participantes un reparto bastante equitativo, puesto que su porcentaje alcanza un 44% de las actividades ofertadas. Se observa que existe una tendencia al alza en la oferta de este tipo de actividades por parte de los centros.
En la figura 6 se muestra la distribución porcentual de los centros que atendían con actividades específicas a distintos grupos de población. Un 73.7% ofrecían servicios específicos para personas con necesidades especiales. Destacar que los programas específicos para personas con problemas de espalda son ofertados por el 71.4% de los centros. Los servicios menos ofertados de entre los incluidos en el cuestionario están los exclusivos para personas con enfermedades respiratorias (7.1%) y rehabilitación cardíaca (16.6%). En el estudio de García (2011) los centros que ofrecían estos servicios adaptados para personas con necesidades especiales solo representaban el 34.6%.
Como servicios complementarios, se puede resaltar que el 58 % de los centros consultados tenían consulta de nutrición, venta de suplementos y servicio de venta, alquiler o préstamo de toallas, y el 32% realizaban venta de artículos corporativos del propio centro, y ningún centro proporcionaba el servicio de venta de prensa diaria (figura 7).
En relación con los procedimientos de seguridad de los centros, un 56% de estos realizan cuestionario de aptitud a sus clientes antes de la práctica deportiva.
Por otro lado, solo el 22% de los centros instaba a su nueva clientela a realizar un reconocimiento médico previo a la participación en cualquier actividad o ejercicio físico. El 33% realizaba revisiones médicas en el propio centro, y un 67% efectuaba valoraciones funcionales. La valoración funcional era obligatoria para determinados perfiles en un 17% de los centros, y un 56% de los centros pasan a sus futuros clientes cuestionarios de aptitud.
Características de los equipamientose instalaciones
Respecto a los espacios de actividades físico-deportivas cubiertos, era criterio de inclusión en el estudio disponer, como mínimo, de una sala de fitness y de una sala de actividades dirigidas. En la figura 8, se muestra la distribución según el uso dentro de la sala de fitness.
El 88.2% de los centros además dispone de una segunda sala de actividades dirigidas y el 52.9% dispone también de una tercera sala de actividades dirigidas.
El 70.6% tiene una sala específica para Ciclo Indoor. El 35.3% de los centros dispone también de una segunda sala de fitness. El 52.9% dispone de al menos un vaso de piscina interior. Un 58.8% dispone de espacio específico dedicado a servicios de SPA. Un 23.5% tiene al menos una pista de pádel indoor. El 17.6% posee una pista grande polideportiva entre sus instalaciones; dicho porcentaje se encuentra también en cuanto a los centros que poseen una sala específica de artes marciales o deportes de contacto. El resto de equipamientos indoor aparecen en proporciones inferiores al 12%.
Respecto a los espacios al aire libre, un 38.9% de los centros disponen de instalaciones físico-deportivas al aire libre, siendo una de las más frecuentes el vaso de piscina exterior y/o el solárium (85.7% para ambos). Por debajo de este porcentaje aparecen las pistas de pádel y/o pistas polideportivas (71.4%).
En cuanto a los espacios de usos no deportivos, la disponibilidad de los mismos por parte de los centros queda reflejada en la figura 9.
Para finalizar, se observan los resultados sobre accesibilidad de las instalaciones para sujetos con discapacidad. Se halla que un 61% de centros tiene habilitados todos los espacios para personas con discapacidad, un 28% tiene algunos espacios accesibles para este grupo de población, mientras que existe un 11% de los centros estudiados que no disponen de accesibilidad para las personas con discapacidad.
Interpretación de los principales resultados
Se realiza a continuación un análisis e interpretación de los principales resultados encontrados.
Con respecto a las características generales de los centros de fitness cabe destacar que su antigüedad media es de unos 15 años, situando su construcción a inicios del siglo xxi, momento de gran cambio para los espacios dedicados a la actividad física y la salud, puesto que es cuando surge la denominada “industria del Fitness & Wellness” (Iborra, 2004, citado en Reverter & Barbany, 2007).
La superficie media de los centros de fitness es menor que la de otras instalaciones deportivas (Santacruz et al., 2014), pero a partir de los datos obtenidos del estudio de Campos (2000), parece que en las dos últimas décadas están aumentando su tamaño de forma considerable. La mayoría de los centros de este estudio tenían más de 1000 socios, lo que avala el boom de las actividades de fitness y de asistencia a este tipo de instalación, al igual que sucede en otros países (Crossley, 2006;Sassatelli, 2010).
En cuanto a la cuota mensual, parece que en la mayoría de estos centros se sitúa entre los 30 y 40 euros, pero el presente trabajo evidencia una gran heterogeneidad con respecto a este dato. Dicha variación es lógica puesto que también la hay en cuanto al tipo de instalaciones de fitness y los servicios que ofrecen (Reverter & Barbany, 2007;Martínez-Lemos & González-Sastre, 2016).
La mayoría de la clientela de los centros estudiados se sitúa en una franja de edad entre los 31 y los 45 años. Pese a que las mayores tasas de práctica deportiva en la población más joven en España se sitúan entre los 15 y los 19 años (García-Ferrando & Llopis, 2017), el mayor porcentaje de clientela no se encuentra en esta edad, lo que parece indicar que se decantan también por otro tipo de prácticas deportivas no vinculadas al ámbito del fitness. Pese a que el envejecimiento es una característica que afecta cada vez más a la población mundial (Montero & Bedmar, 2010), y que hay cada vez más evidencias sobre los beneficios de la práctica de ejercicio físico en personas mayores (Aparicio, Carbonell, & Delgado, 2010), solo hay un 6% de clientes en este tipo de centros por encima de los 60 años. La razón podría ser que la mayoría de las actividades ofertadas en el horario sean inadecuadas para estas personas, por la dificultad por parte del técnico para establecer pautas de individualización en muchas de las actividades dirigidas, o por su falta de tradición de práctica deportiva, lo que puede contribuir a la escasa asistencia de este grupo poblacional a los gimnasios. Pero en todo caso, sería interesante centrar la atención en este grupo de población y tratar de atraerlo a los centros, aprovechando que en los últimos años en los países occidentales el uso del tiempo entre las personas mayores está experimentando cambios notables (Montero & Bedmar, 2010), y teniendo en cuenta, además, que este sector de población va en aumento. El estudio de García-Ferrando y Llopis (2017), sitúa la tasa de práctica deportiva de la población española mayor de 75 años en el 10.9%, pero en todo caso este sector no parece decantarse por la práctica en centros de fitness.
Por otro lado, un aspecto interesante es que la distribución de la clientela en cuanto al género es muy similar, siendo la presencia de mujeres y hombres muy parecida en estos centros, algo impensable en épocas pasadas.
En cuanto a los servicios ofertados, la actividad estrella es el Ciclo Indoor, teniendo presencia en todos los centros participantes, que a su vez es la que despierta más interés entre el personal usuario. Actividades dirigidas como el Aeróbic y el Step parecen negarse a desaparecer aferrándose a los horarios a pesar de su escasa demanda. En todo caso, estas actividades se están sustituyendo en los horarios por otras precoreografiadas como la Zumba o el Bodystep. El Pilates también es ofertado en gran parte de los centros (90%). Se puede comprobar que un 44% de las actividades ofertadas estaban precoreografiadas por una empresa externa, y parece que este tipo de actividades se va haciendo hueco en casi todos los centros de este estudio.
El 73.7% de los centros manifestaba ofertar alguna actividad específica para usuarios con necesidades especiales, dirigiéndose estas actividades principalmente a personas con problemas de espalda y a las personas mayores. El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes y crea una carga personal, comunitaria y financiera considerable a nivel mundial (Hoy et al., 2012), siendo motivo frecuente de asistencia sanitaria en los países occidentales (Bassols, Bosch, Campillo y Baños, 2003), por lo que resulta lógico encontrar programas específicos en la mayoría de los centros dirigidos a corregir, mejorar o aliviar los problemas de espalda. Por otro lado, según los datos oficiales del padrón municipal de habitantes de 2015, las personas de 65 años y más representan el 18.7% del total de la población en España (8 701 380 personas) frente al 17.3% en el año 2011, lo que representa un incremento de 550 000 individuos (Vidal et al., 2017). Este porcentaje conlleva que este grupo poblacional que va creciendo de forma continuada sea un colectivo al que prestar especial atención; con estas cifras y con las previsiones de aumento de las mismas, se considera que es importante que los centros atiendan con programas específicos las necesidades y características de las personas mayores.
Referente a los procedimientos y protocolos de seguridad establecidos en los centros, únicamente el 22% requería un reconocimiento médico de acceso. Los datos de este estudio indican que el requisito de realización de este tipo de protocolos por parte de la futura clientela no es mayoritario. Aunque no hay una normativa que obligue a pasarlo a los nuevos clientes en los centros de fitness, parece que sería más que aconsejable realizarlo de cara a detectar posibles patologías que condicionen la práctica deportiva, que puedan poner en riesgo la salud del cliente, o sean incompatibles con la práctica de determinadas actividades. Dicho reconocimiento también podría ofrecer datos que permitieran adaptar la actividad física a las características del usuario. En Cataluña, el Decreto 58/2010, de 4 de mayo, de las entidades deportivas de Cataluña (DOGC núm. 5628, de 13.5.2010), establece que se debe exigir a la persona practicante la firma de una declaración responsable sobre su estado de salud y de condición física, y además las entidades podrán exigir un informe médico o un certificado médico de aptitud para el desarrollo de una actividad física concreta. Y a nivel de responsabilidad del centro, parece ser que es recomendable que los gestores exijan a los usuarios, al menos, cumplir alguno de estos requisitos: pasar un reconocimiento médico; presentar un certificado de idoneidad para la práctica de actividad física, o cumplimentar un cuestionario con declaración jurada de capacidad física y de conocimiento de las características del tipo de actividad física a realizar.
Este estudio evidencia que la gran mayoría de los centros de fitness (88%) dispone, al menos, de dos salas de actividades dirigidas. En muchos centros, es común ambientar cada uno de estos espacios en función de las actividades que se van a practicar. El 53% de los centros dispone de vaso cubierto, lo que sin duda supone un aliciente para determinado tipo de clientela y abre el abanico de poblaciones a las que poder atender. En cuanto al SPA, está disponible en un alto porcentaje de los centros (59%); parece que la ciudadanía demanda establecimientos que les puedan garantizar tranquilidad, tratamientos de salud, tratamientos de forma física y actividades de ocio (Reverter & Barbany, 2007).
En cuanto a los espacios de usos no deportivos, aquellos centros participantes en este estudio que contaban con ellos, tenían principalmente una consulta de médico y/o fisioterapeuta (68% de ellos). La preocupación por la salud del usuario desde cualquier perspectiva debe ser prioritaria (prevención, rehabilitación, primeros auxilios, mejora de calidad de vida, etc.), y en los últimos tiempos se han hecho comunes en el ámbito de la salud conceptos como multidisciplinariedad, interdisciplinariedad, etc., términos referidos a la acción conjunta de distintos profesionales para obtener un logro común.
En relación con las barreras arquitectónicas para personas con discapacidad, se observa que debe mejorarse mucho, puesto que un 11% de los centros participantes no cuentan con ningún espacio con acceso adaptado a personas con discapacidad, y el 28% de centros cuenta únicamente con algunos de sus espacios accesibles a este grupo poblacional.
Conclusiones
La ausencia de estudios previos similares hace que este trabajo sea meramente descriptivo. En función de los resultados obtenidos se puede concluir que los centros de fitness en la ciudad de Zaragoza muestran gran variabilidad en cuanto a superficie y número de socios. El rango de edad más frecuente entre sus usuarios es de 31 a 45 años, y su distribución cuanto al género es muy similar. La media de la cuota mensual oscila entre 20 y 40 €.
Dando por hecho de que se dispone de un único estudio previo de características similares, comparando sus resultados se puede apreciar un aumento de superficie (destacando la incorporación de 2ª clase de actividades dirigidas y clase específica de Ciclo Indoor), número de trabajadores y usuarios que demandan este servicio en los centros del sector.
Existe una alta atención a las personas mayores y problemas de espalda presentando con frecuencia actividades de wellness entre los servicios de los centros de fitness.
Con respecto a las actividades, el Ciclo Indoor es la más demandada aunque otras clásicas como las de Aeróbic o de Step siguen presentes en la mayoría de los centros. Se puede subrayar el auge de la práctica de pádel en los últimos años, consolidándose como una de las actividades con mayor proyección y presencia dentro de los centros. En cuanto a la seguridad, es necesario aumentar las exigencias de acceso a nuevos usuarios (reconocimientos médicos y cuestionarios de aptitud) a este tipo de centros con el objetivo de evitar riesgos de salud asociados a la práctica de actividad física. Además, deben realizarse más estudios que ahonden en los servicios y equipamientos de los centros de fitness, puesto que existen pocos trabajos que profundicen sobre estos temas. Sin duda, estos permitirían conocer la realidad actual, establecer estrategias de mejora de la calidad del servicio ofertado, y saber hacia dónde se encamina un sector en permanente cambio.
Conflicto de intereses
Las autorías no han comunicado ningún conflicto de intereses.
Referencias
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